Partida Rol por web

Observé a Jack sorprendida. ¿Pero qué le pasaba? No recordaba haber visto nunca a Jack llorar. Era más bien del tipo que se ríe de todos y luego huye por patas.

- ​¡Jaaaaack! ¿Pero a dónde va? - pregunté al resto tras haber llamado al primero usando mis manos como megáfono. - ¿Tendríamos que pararle?

Danny se encogió de hombros y no dijo nada. Pensó que probablemente fuese otra payasada de las suyas y que, por hoy, ya había tenido bastante ración de ellas.

Aunque, por otra parte, algo le hacía dudar de si realmente estaba haciendo el tonto.

Pero como, de todos modos, seguía enfadado con él, no sería Danny quien diese ni el primero ni el segundo paso para interesarse por lo que le pasaba.

Parecía ser Jack el responsable de esos llantos, y su comportamiento, tan extraño para lo que solía ser, o al menos lo poco que Chester conocía, no hizo más que revelarle que algo malo había pasado. 

-Sí, debemos-respondió simplemente a Lissey, echando a andar a buen paso tras el chico. 

-¡Jack, para! ¿Qué te ha pasado?

Corro, corro, corro sin parar con una piedra en cada mano, sin mirar a nadie con la mirada al infinito mientras voy sollozando y gritando:

-¡No está, lo está, pero no está, aaaaaaaah, niña raraaaa!

Ni que hubiera visto un payaso asesino en el baño de su casa.- Pensó Martin al ver a Jack hacer el tonto. De todas formas había que pararlo y ayudarle a tranquilizarse, porque parecía estar fuera de si.

Evaluando la situación caminó tranquilamente en la dirección en la esperaba que correría Jack y cuando este pasó por su lado le puso la zancadilla. Con eso, por lo menos conseguiría que dejara de correr como un loco, que se tranquilizara ya no dependía de él.

Ya lo decía su padre, a grandes males grandes remedios. 

Jack cayó al suelo dándose un fuerte batacazo. Afortunadamente cayó sobre el brazo sano, dejando el enyesado intacto. Ahora que estaban más cerca comprobaron que además de lloroso y en pleno ataque de ansiedad, el niño estaba pálido como si hubiese visto un fantasma y con las manos apretadas en forma de pequeños puños.

Al ver a su amigo en el suelo, Danny se acercó instintivamente a él. Lo primero que hizo fue cerciorarse de que aquello no fuese otra de sus bromas pesadas, y la palidez de su rostro y el estado de tensión que mostraba parecían corroborarlo. Parecía como si Jack se hubiese unido definitivamente al club de "los que les pasaban cosas raras".

Pero el chico estaba aún mosqueado por lo ocurrido hacía un rato y lo último que querría es que ahora Jack se levantase riendo y le dejase en ridículo de alguna forma, que para eso se las pintaba solo.

Así que dejó que cualquiera de los otros le preguntase sobre qué había pasado.

La acción de Martin, aunque algo violenta, desde luego había sido efectiva. Chester se acercó al chico que estaba en el suelo, resultando cada vez más claro que algo debía haber ocurrido. Aunque los balbuceos de Jack y su estado no estaban ayudando mucho a aclarar qué demonios podía haber sido...

-Jack... Calma... No pasa nada, no hay nadie aquí aparte de nosotros. ¿Qué ha pasado?

¿Está pero no está? ¿Niña rara? ¿Pero de qué habla?

- No le entiendo. Nada. - confesé al resto mientras Martin ejecutaba su movimiento maestral "zancadilla caza Jacks".

Cuándo por fin estuvimos a su lado le miré extrañada. Definitivamente NUNCA había visto a Jack así. Parecía que le fuera a dar un ataque o algo...Me agaché para quedar un poco más a su altura mientras Chester le preguntaba que le pasaba, mirando con curiosidad al niño.

Al caer al suelo me incorporé lo que pude con un brazo y empecé a retroceder arrastrándome con los tobillos hacia atrás y elevando una mano amenazadoramente con una piedra en ella:

-La niña rara, si, ella, allí -señalaba vagamente a la colina de chatarra- y el niño raro, los dos juntos, mirando al cielo. La toqué con esta mano -rocé la pierna de Martin- y la intenté levantar, pero no podía.

Por un momento casi pensé que me señalaba a mi e iba a empujarle (por mucho que estuviese herido, en el suelo y desorientado), hasta que me di cuenta que hablaba de alguien detrás de mí, aparentemente lejos. Y no sólo una niña, sino también un niño. Me dio un escalofrío y no me atreví a girarme, sobretodo después de haber leído el libro de Paul. 

¿Y si eran los fantasmas de los niños que se habían muerto en pascua?

- Que alguien me diga que no hay nadie dónde Jack dice... - susurré al resto de los niños, incapaz de darme la vuelta y mirar por mí misma.

- Tranquila, ahora mismo no hay nadie allí. (*) -Danny había mirado hacia el lugar donde señalaba Jack cuando éste lo había señalado.- Al menos, que se vea desde aquí.- Danny miró con suspicacia el montón de chatarra que impedía ver más allá.

Están pasando cada vez cosas más raras... Esta mañana nos pasó algo a Jack y a mí con una foto que os tenemos que contar. ¿Entramos en el refugio a ver si Jack se calma y hablamos? Yo creo que tenemos que hacer algo, no sé lo qué, pero algo.

-Sí, deberíamos ir al refugio... Pero, ¿queréis comprobar antes si hay alguien donde dice Jack? Quizás sólo sean un par de niños jugando y Jack se haya confundido...-dijo Chester, no demasiado convencido. Aunque quién sabe, lo mismo tenía razón. No todo tenía por que ser malo, o extraño, o querer hacerles daño.

Respiré más relajada cuándo Danny me dijo que no había nadie y miré de medio lado a Chester cuándo dijo lo de la confusión de Jack.

- Si fueran dos niños jugando... ¿Por qué se iba a asustar así? ¿Y para qué iba a intentar levantarla y no podría? - miré a Jack entonces - Por que hasdicho eso, ¿no? ¿Que la querías levantar y no podías?

Miro mi brazo en un cabestrillo y seguí rechinando:

-La niña rara no pude levantar -moví únicamente el brazo libre- detrás de la montaña de chatarra, están allí tumbados cogidos de la mano mirando hacia arriba.

Sin darme cuenta, y con escalofríos ante lo que decía Jack, me había levantado y había cogido la mano de quién tenía más cerca en un acto reflejo como el del que busca la mano de su madre cuándo tiene miedo. 

- ​Jack me da miedo. No quiero ir a mirar, pero ...¿y si son niños que necesitan ayuda? - ¿Y si están muertos?

- Pues vamos a mirar a ver si es eso. ¿Venís? -Miró a Chester, Martin y Lissey.

Danny había decidido que era un buen momento para parecer valiente, aunque enseguida se arrepintió de sus palabras. Esperó que alguien le convenciera de que no, de que mejor se iban al refugio como habían dicho. Y si no, pues investigaría lo que había al otro lado del montón de chatarra, tratando de ocultar su miedo lo mejor posible.

Lo que dijo Lissey fue la clave para convencer a Chester de lo que había que hacer. Si eran niños que necesitaban ayuda, debían ayudarlos. Estaría mal no hacerlo, y además, si verdaderamente necesitaban ayuda, sería por algo grave. ¿Y quién más iba a encontrarles en aquel lugar?

-Yo voy. Debemos ver qué ocurre-dijo el chico, mientras daba un par de pasos hacia el lugar, aunque se quedó a esperar a ver quién más iba a ir. 

Martin notó cómo la mano de Lissy le cogía fuertemente y también como poco a poco sus mofletes, normalmente eran suficientemente rojos, enrojecían un poco más.

Yo también voy.- Dijo haciéndose el valiente sin soltarle la mano mientras sacaba pecho.- Quédate cuidando a Jack, nosotros iremos a comprobar lo que pasa.

Entendía que alguien debía quedarse con Jack, pero... ¿por qué yo? ¿Por que era una chica? ¿O esque se me había notado que me daba miedo lo que decía Jack? Es que el libro de Paul, justo dos minutos antes, me explicaba como nosecuantos-muchos niños se había muerto en Derry... ¿Y si eran los fantasmas de los niños y por eso Jack tenía miedo?

Al final solté la mano de Martin cuando me di cuenta del gesto, y me volví a agachar para quedarme a la altura de Jack.

- Vale... me quedo con Jack...Pero no tardéis mucho. - iré entonces a Jack - Me quedo aquí, eh, así que puedes tranquilizarte...