Partida Rol por web

El silencio era más aterrador que los ruidos de golpes y chillidos ¿Por qué no había bajado Martin si se habían ido los otros? ¿Quizas para disimular? Aquello era muy raro. Sin embargo el sonido  pronto fue roto por un fuerte ruido de un golpe y las voces de Vicent, además de una fugaz visió de Martin cayendo junto a la puerta. Al parecer había estado esperando a que saliesen.

¿Amigos? ¡¡¡Callate flipao!!!—exclamó Vicent. La voz se oyó claramente ahora que estaba mas cerca y pensaba que no estaban. Como digas algo de que estamos buscando a la rubia de las tetas, al tuberculoso y a los otros cabrones la navaja sera lo minimo. Te dejaremos la polla como la del judio, puedo coger la pistola de mi padre y dispararte en la parte del cuerpo que mas te guste, Porky.

Martin se quedó en el suelo, con el labio sangrando y el hombro dolorido hasta que Vincent y sus amigos se hubiéron marchado. Si por casualidad alguno de ellos se volvía y lo veía levantarse igual le apetecía volver y patearle el culo nuevamente.

Cuando estuvierón fuera del alcance de su vista susurró a sus amigos que se habían quedado en la seguridad del refugió.- Me debéis una, y bien gorda.- Se levantó como buenamente pudo y comenzó a caminar hacía la salida de los Barrens no sin antes decirles.- No salgáis hasta que vuelva, voy a comprobar que se han ido de verdad.

Si él fuera Vincent, se esperaría oculto unos segundos y volvería a comprobar si su primera intuición era la correcta, y aunque sabía que Vicent y sus compinches no eran ni la mitad de inteligentes que él, no perdía nada comprobándolo.

señalo a Lyssey mientras asiento y sonrío.

La cabeza de Martin se asomó por el agujero de entrada. El chico hizo una mueca, fastidiado y susurró con el labio sangrando.

Me debéis una, y bien gorda. No salgáis hasta que vuelva, voy a comprobar que se han ido de verdad.— La cabeza desapareció de la madriguera antes de que pudiesen decir nada. Se notaba que Martin tenía miedo de que estuviesen cerca...y tal y como se habían comportado antes, podía tener razón

Cuando aparece el cabezón de Martin me quedo mirando hacia el, y cuando desaparece, vuelvo a señalar a Lyssey mientras comento en voz baja:

-Ahora cuando vuelva te va a sobar, a mi no, porque el doy asco. A veces eso tiene sus ventajas.

Chester siguió quieto, aunque al escuchar el comentario de Jack, se llevó el dedo a los labios, indicando que guardaran silencio. Aún no estaban seguros, y el pobre Martin ya había pagado el precio por salvar a los chicos de los matones. Mejor que no fuera un pago sin sentido. 

"Ojala se encuentren con alguien que les ajuste las cuentas..." pensó el chico. 

Así que Martin no era "homotesual", sino que de verdad se refería a mis tetas. Y ahora resultaba que Vicent también. Entrecerré los ojos ante el comentario de Jack, pero no dije nada. No estabamos seguros aún. Después miré hacía abajo y no vi nada...bueno, dos bultitos minúsculos, pero eso no eran tetas. Aún era pequeña, mi madre decía que daría el cambio a los 13. Pero eso no importaba. Miré al hueco dónde minutos antes había estado la cabeza de Martin. Nos había salvado... Cruce los dedos para que los matones se hubiesen ido y esperé con el corazón palpitando con rapidez el retorno de nuestro nuevo amigo.

Martin camino rapidamente de un lado para otro para comprobar que los matones se hubiesen ido definitivamente y tenía razón. Puede que realmente fuesen mas tontos que una piedra o puede que se hubiesen querido entretener con él ya que no habían encontrado a su presa. Lo que estaba claro es que ellos al menos, le consideraban parte del grupo. Lo único que encontro mientras vigilaba, fue un paquete de tabaco que probablemente se le hubiese caido del bolsillo a alguno de aquellos mamones.

Martin pensó en coger el paquete de tabaco y esconderlo, por si en otra ocasión le hacía falta. Pero en cuanto se dieran cuenta de su falta, Vincent y sus psicópatas regresarían a buscarlo e igual tenían la fortuna de encontrar la guarida. Si su pesadilla era cierta, la necesitaban para seguir con vida, así que no pensaba correr riesgos.

Cogió el paquete de tabaco y lo dejó en mitad de un sitio bien visible. Decidió volver al campamento, recogerían y saldrían cagando leches de los Barrens por otro camino, no fuesen a cruzarse nuevamente con aquellos capullos.

Al rato Martin volvió. - ¡Vale! Ya se han ido, es hora de irnos nosotros.- les dijo volviendo a asomar la cabeza por el agujero de entrada.

Parece que hemos hecho un buen trabajo. Vincent estuvo a centímetro de la entrada y no se dió ni cuenta. Aunque claro, estaba bastante ocupado amenazánome y dándome puñetazos.

Os he dicho ya que me debéis una. ¿Verdad?- Hace una mueca con su boca, pues aunque el labio había dejado ya de sangrar, un reguero de sangre seca caía desde la comisura del mismo y se estaba empezando a inflamar.

Me puse pálido cuando volvió a asomar por el agujero, y entonces miré a Martin, luego a Lissey, luego a Martin, y finalmente le pregunté:

-¿Y esa que te debemos te la va a pagar Lissey o alguien mas?

Ese frío recibimiento no era el de héroe conquistador que había esperado recibir de sus amigos.

¿Qué?- preguntó sorprendido a Jack- ¿Por qué va a ser solo Lissey cuando yo os he salvado el culo a todos?.....¿Ya vuelves a intentar escaquearte como cuando construimos la cabaña?

¡Venga! ¡Vámonos, que no tenemos todo el día!

¿A qué se refería Jack? Tal cómo decía Martin nos había salvado a todos, no sólo a mí...Esta vez no era a mí a la que buscaban, sino que habían mencionado a Jack claramente y alguien más. 

"A veces creo que es un poco tonto..."

El grito de Martin para que nos movieramos me sobresaltó. ¿Por qué teníamsoq e irnos, si estábamos en nuestro nuevo club? Pero entonces yo misma encontré la respuesta: Martin les había mentido, cuándo se diesen cuenta volverían para buscarle y seguramente esta vez sí nos encontrarían.

- Sí, mejor nos vamos, pero asegurémonos de que esto está bien cubierto. No quiero que lo destrocen....

-Sí, será mejor irse...-dijo Chester, dando la razón al chico. Se puso en pie para irse, esperando que esos animales no les encontraran mientras se iban de allí.

-Por cierto Martin... Gracias. Espero que no te hayan hecho nada muy grave. No entiendo como se atreven a meterse contigo. Al fin y al cabo, tú padre es importante, ¿no?

Poco a poco los chicos salieron del agujero, mirando temerossos a su alrededor... pero no había nada que temer. El círculo les había prtegido, igual que a Martin y a Chester en su sueño. Claro que aquella vez Martin no había acabado demasiado bien. Tras unos minutos se dieron cuenta de que sus bicis estaban tiradas en el suelo, con tierra y basura por encima, alguna de ellas practicamente ni se veía y otra estaba medio metida en el agua estancada de los Barrens. Estaba claro lo que había pasado: Martin había perdido el valioso tiempo de huir en ocultar las bicicletas para que no supiesen que andaban cerca. Algo que nunca habrían esperado de un chico con fama de egoista como él. Estaba claro que las apariencias engañaban.

El tiempo había pasado, aunque no tanto como habían supuesto y aún tenían un par de horas antes de volver a casa. Entonces Danny habló:

—Jo...Muchas gracias Martin...Ha sido increible. Por cierto, he traido una baraja, la falta una pica pero he pintado el jocker para que haga de esa carta ¿Escondemos la bici de Martin y entramos a jugar?

- Pero...¿Y si vuelven? ¿No deberíamos ir a otro sitio, para lo que queda de la tarde? 

Danny no parecía preocupado, mientras Chester, Martin y yo misma habíamos propuesto irnos para evitar más problemas por hoy.

- O eso, o nos quedamos escondidos en la cabaña... Si Vicent y sus compinches vuelven y ven a Martin con nosotros estaremos todos en problemas. - aunque la mitad ya lo estábamos igualmente. Tan sólo Emily y Chester no parecían estar en los radares de los matones.

Me senté en el suelo mientras observaba al grupo:

-Decidiros, a mi me da igual, mientras esté Danny, no me da miedo Vicent.

Cogí la baraja tarada de danny, y comencé a barajar moviendo las cartas.

-¿Alguien quiere jugar mientras nos decidimos? -levanté dos veces seguidas las cejas-

Gracias.- les contesto a todos. - Vincent está muy loco Chester- dijo recordando como le miraban sus ojos y como se relamía mientras lo amenazaba con la navaja.- Os buscaba a vosotros, pero no le ha importado divertirse un rato conmigo mientras me sacaba la información de donde estabais.

Poco a poco la adrenalina era asimilada por el enorme cuerpo de Martin y desaparecían sus efectos. - Creo que yo voy a irme, cuando se den cuenta de que no estaís en casa de Nobby volverán a buscarme. Ya he tenido suficiente Vincent para hoy.- Las palabras del psicópata sobre ir al baño de las chicas a partir de ahora se habían grabado en su cabeza y prefería no arriesgarse.

Yo también estaba nerviosa, pero recordé de repente que había hecho "una promesa" a la madre de Emily, y si me iba sola tanto ella como Phil verían la mentira y estaríamos las dos en problemas. Miré a la niña, que no había dado su opinión aún, y le pregunté sin saber qué quería que me respondiese.

- Emily, tú y yo tenemos que estar juntas hasta volver a casa o tendremos problemas con tu madre, y lo último que quiero es meterte en un lío - Y que la ira de tu madre me alcance - ¿Tú que quieres hacer?

Me había mantenido al margen, calladita con mis brazos cruzados delante del pecho. La piel se me había puesto de gallina al escuchar todo y Martin parecía algo afectado a pesar de tratar de ocultarlo. Lissey me pregunta. ¿Qué quiero hacer? No lo sé, nunca nadie me ha tenido en tanta consideración como para que mis pensamientos importasen realmente.

-Creo que sería mejor marcharse. Como dice Martin, en cuanto vean que no estamos en casa de Nobby volverán... además...-de repente lo pienso-. Chicos... ¿no harán lo mismo que han hecho con Martin a Nooby? Quiero decir, igual tratan de sonsacarle información... igual también le pegan...-comento. 

"¿Y qué, Emiy? ¿Vas a ir tú a salvarle?" pienso.

-Larguémonos de aquí-digo algo seca.