- Yo puedo sacudirle - dije obivamente en broma - ¡Admirad mis movimientos de lucha!
Y acto seguido empecé a golpear el aire mientras decía "iyaaaaaaaaaaa ha!".
Desde el suelo miraba a lissy como hacía sus movimientos de lucha.
-Yo quiero aprender, enséñame.
Me pongo paralelo a ella, y comienzo a imitarla
-iyaaaaaaaaaaa ha!
Chester observó distraídamente los movimientos... la verdad, la escena era graciosa, pero con aquello poco podrían hacer contra ésos imbéciles... habría sido mucho más efectivo atropellarles con la bici, desde luego.
Paul sonrió ante la escena pero se mantuvo alejado. No quería ser victima de los ataques de Jack...y menos si provenían de su intestino.
Chicos-dijo finalmente- ¿Os apetece ir al cine? Me han dicho que en una de las salas ponen "La Momia" y que está genial
-Yo... prefiero que no...-dijo Chester... y motivos no le faltaban, aunque sólo se refirió a uno-no tengo dinero para el cine.
Lo dijo tal cual, sin asomo de vergüenza, ya había pasado toda una vida así, por lo que no le costaba mucho reconocerlo.
Bueno-respondió Paul enrojeciendose.
En eso no había pensado
Siempre podemos pagarte la entrada entre todos. Entre cuatro no nos saldrá muy caro
Tenía mi pequeña fortunita en el bolsillo. No me gustaba gastarla, pues tenía ideas utópicas para ese dinero, pero me lo estaba pasando muy bien con los chicos y si querían ir al cine, quería ir con ellos.
- ¿Cuánto vale la entrada? Si no es mucho, sí que me apunto yo, y le podemos pagar a Chester. Algún día puede ser uno de nosotros quién no tenga dinero para el cine y él el que pague. ¿no?
-No... no creo que sea buena idea... dejadlo, en serio-Chester se sentía agradecido por aquello, pero no quería hacerles gastar nada... Además, la idea de ir a ver a la momia no le acababa de gustar.
Levanto la mano en forma de negativa, y les digo:
-Esperad un momento, Danny y yo ya hemos visto esa peli, además, Danny no tiene dinero, y pagar sin dinero una peli que ya hemos visto, es tontería. Si queréis, Danny os la puede explicar, y le pagáis a el.
- Es verdad, ya la hemos visto. -Danny sintió que un escalofrío le recorría la espalda al recordar lo ocurrido tras la película.- Y está muy bien. Si queréis os la contamos y así os ahorráis el dinero de la entrada. Yo hago de narrador, y Jack que haga de momia. -comentó en broma, alargando los brazos y caminando como un zombi, dando una vuelta alrededor del grupo.
- Puede ser divertido - dije mientras ya me imaginaba la escena en mi cabeza.
Me volví a sentar cogiendo una plaza de primera fila y esperé paciente.
- ¿Cuándo empieza la peli?
- En cuanto el actor principal esté listo. -contestó, mirando a Jack mientras se sentaba un poco apartado del "escenario", ocupando su posición de narrador.
- "Había una vez tres arqueólogos...." -comenzó a relatar.
Chester también estaba sentado, mirando aquello.
"Supongo que es mejor así" pensó, algo aliviado ante la perspectiva de no ir al cine así.
Sin embargo, conforme la representación avanzaba, algún ominoso recuerdo vino a su mente.
De repente, corto la película:
-Yo de mayor quiero ser arqueólogo, estoy seguro de que aun hay pirámides por descubrir, y cientos de misterios en ellas. Os enviaré regalos cuando la descubra. Un escarabajo de oro o algo así para cada uno estaría muy bien.
Mis pensamientos volaban cuando decía aquellas palabras, y no podía dejart de imaginar aquello.
La tarde empezaba a caer y se acercaba peligrosamente la hora a la que los chicos solían cenar. La tarde había sido muy provechosa para todos pues, a pesar de la incomidad que habían pasado unos, el miedo de otros y en general la extrañeza por haber estado juntos en un grupo se lo habían pasado bien. Eran todos muy diferentes y cada uno tenía su peculiaridad pero parecía que, precisamente eso había hecho más entretenida la conversación.
ala, se acerca la hora de que os vayaís a casa o si no os quedaís sin cenar :P
Aunque la tarde había sido muy entretenida, el tiempo no perdonaba. Y allí estaba: el sol empezaba a descender.
-Chicos, creo que deberíamos irnos. La cena nos espera. Aunque... me gustaría quedar con vosotros mañana también... si os apetece, claro.
-Jopeee, se me ha hecho tardísimo, otra vez me han a pegar una buena bronca por llegar tarde.
Digo de forma apenada, por fin, este verano empezaba a ser divertido.
Me subo a la bici, y les digo:
-Mañana, después de comer en el city center, bajo la estatua.
Comienzo a pedalear, para poder llegar lo antes posible a casa.
Jejeje, otra vez que me libro de remolcar a Nooby
Danny se lo había pasado bomba aquella tarde. La narración de la película no llegó al final, pues fue constantemente interrumpida, pero dio igual. Fue magnífico sentirse bien entre un grupo de gente.
- A mí en la estatua después de comer me va bien, ¿y a vosotros? -les preguntó a Lissey, Chester y Paul una vez que Jack se fue disparado. Levantó la bici del suelo y entonces cayó en la cuenta de que Paul no tenía. No sabía exactamente dónde, pero sabía que el chico vivía cerca suyo.
- ¿Quieres que te lleve yo ahora, Paul? Yo vivo cerca de Witcham con Jackson.
Cuándo los chicos apuntaron a la hora que era y empezaron a despedirse me di la vuelta para que no me viesen la cara, que había pasado de una sonrisa radiente al borde del llanto. Pero no duró más que unos segundos, y cómo estaba de espaldas y ellos charlaban nadie se habría dado cuenta.
Me desperecé y volví a sonreir. No pasaba nada, quedábamos mañana. Sí.
- A mí también me va bien. - dije finalmente. - Aunque espero que comáis bastante pronto, en mi casa lo hacemos, así que no quiero esperar allí dos horas.
Fui a recoger mi bicicleta y me subí en ella. Parecía que Danny llevaría a Paul, así que no tenía de qué preocuparme.
- Bueno pues, hasta mañana. Me lo he pasado muy bien hoy.
Y tras un último gesto con la mano arranqué mi bicicleta camino a casa.
-Por supuesto-dijo Chester, feliz de que aquello no fuera a acabarse, de que el verano fuera a ser un verano de verdad, con otros niños y risas y juegos.
Luego, montó en su bici.
"Parece que al menos no tendré que remolcar a Paul"¡
-¡Hasta mañana!
Y salió disparado, pues aún le quedaba un tiempo hasta llegar a comer.