Partida Rol por web

Miré la humareda mientras me aplicaba mi inhalador:

-Ahhh, ahhh,  ahhh, ¿y si corremos la cortina y ahhh, ahhh, meamos todos hacia dentro para apagar al hoguera? -me di cuenta de Lissey- Bueno, ahh, casi todos los que no vayamos a embarranos los ahh, ahhh, zapatos. -la duda me corroyó y pregunté a la niña- ¿o tu ahhh ahhh también puedes?

Cuando se dio cuenta de que se estaba ahogando Martin trato de aguantar la respiración, tenía que quedarse, que ver las visiones que el humo le tenía preparadas pero al final, cuando sus pulmones empezaron a quemarle tuvo que darse por vencido y salir del refugio.

El aire fresco que le recibió le supo a gloria, estaba tumbado de lado y no dejaba de boquear como un pez recién sacado del agua tratando de llenar sus pulmones de saludable aire puro.

Ni lo sueñes.-respondió a Jack desde donde se encontraba, sin poder aún levantarse.- Danny se queda, él ha ganado, si entramos ahora lo único que haremos será estropear sus visiones.

El gordito confiaba que sus palabras bastasen y Jack decidiese hacer ninguna de las suyas, pues tumbado en el suelo como estaba no podría evitarlo.

Tosí, mucho, demasiado. La garganta me escocía, los ojos me escocían y me lloraban, el pecho me ardía... No iba a volver a hacer eso. Nunca. 

- ¿Alguien tiene agua? - pregunté con voz ronca mientras Jack decía tonterías. - No voy a hacer pis en ningún sitio, Jack. - añadí sumandome a la negativa de Martin, auqnue no dije nada sobre las visiones. La verdad era que no creía que fuese a funcionar y todos los pensamientos positivos de hacía un rato se iban evaporando de mi mente.

No va a funcionar y no podremos hacer nada contra el monstruo. Aunque Phil tiene armas, y seguro que los padres de otros niños también... - pensé imaginándome que tal vez eso fuera la manera más efectiva de terminar con el monstruo. Al fin y al cabo las armas son para matar y nosotros queríamos matarlo, ¿o no?

Entre el humo, Danny lo vio todo claro. Acababa de ver la llegada de aquel monstruo a Derry y...¡era extraterrestre! El niño meditó en lo que había visto. Los profesores decían que un asteroide había acabado con los dinosaurios...aquella había sido la primera matanza provocada por el monstruo, pero no la última. Y sus abuelos le habían vencido disparandole con un tirachinas y algo plateado ¿una bala de plata quizás? Los vampiros y los hombres lobo era débiles ante ese metal al fin y al cabo.

Señalo a Lissey mientras le informo:

-Si no haces pis en ningún sitio te volverás de color amarillo.

Asentí con la cabeza una y otra vez y finalicé:

-Y puede que llegues a explotar.

El chico había salido de allí casi asfixiándose, y agradeció de corazón el aire fresco, mientras se tiraba a una distancia prudencial. Estaba tan ocupado respirando, que ni se molestó en contestar las idioteces de Jack. Cuando Lissey preguntó por el agua, Chester asintió lentamente.

-Sí... En mi mochila... Aunque ahora mismo no sé... Si es agua normal o bendita. 

Martin en seguida se dio cuenta de que el agua no era buena idea, lo único que haría sería generar más humo al apagarlo. La opción ideal era ventilar la casa y apagar el fuego tapándolo con tierra o algo similar.

Cuando Danny comenzó a volver en sí, notó los ojos llorosos y un escozor insoportable, la garganta seca, la lengua rasposa como papel de lija y un amargo sabor a humo en toda la boca. Notaba un estridente pitido en los oídos, tan penetrante que parecía que iba a volverse loco.

Le costó salir de sus ensoñaciones y darse cuenta de donde estaba pero, cuando lo hizo, sintió la urgencia vital de salir de allí lo más rápidamente posible. Increiblemente, el ritual de los indios había funcionado, pero quizás el riesgo que había corrido su vida había sido más alto de lo que el chico se podía imaginar.

Aturdido y medio cegado por el humo, buscó la salida hacia el aire puro del exterior, tosiendo convulsivamente y reteniendo las incipientes ganas de vomitar.

¿De verdad que pensáis apagar el fuego con agua? ¿Qué no veis que así saldrá mucho más humo. Hay que echar arena para apagarlo pero nunca agua.- dijo un suficiente Martin al ver que quizás si que se habían pasado un poco con la cantidad de humo.- Y levantar la lona para que ventile.

me puse delante de la tienda y giré la cadera hasta que mis manos tocaron el suelo y mis piernas quedaron semiflexionadas:

-Ahhh, ahhh, si abrías la lona, yo empiezo a cavar como un perro y meto toda la tierra posible, ahhh -comencé a mover las manos y lanzar tierra contra la lona por debajo de mis piernas- y si no es suficiente orinamos todos los que normalmente lo hacemos.

Mientras discutían lo que había que hacer, empezaron a oír toses y vieron como una cabeza enmarañada, sucia y con sudor en la frente asomaba la cabeza por el agujero. Danny estaba saliendo por su propio pie, aunque le había costado un rato encontrar el agujero y arrastrarse por él con todo el humo que tenía en los pulmones pero a tiempo de oír a Jack decir "y si no es suficiente orinamos todos los que normalmente lo hacemos."

Como estaba de espaldas no me di cuenta y continué escarbando cada vez mas y mas fuerte:

-¡RAPIDO, AHHH, AHHH, SUENA QUE SE AHOGA AHHH, AHHH!

La tierra salía disparada con fuerza hacia la entrada...

- Lo que quiero es beber, Martin... - le aclaré, ya que al parecer mi tos y mi voz ronca no habían sido señal suficiente para explicarle qué quería con el agua. Ahí no había fuego que apagar, sólo humo de hierba fresca. Había visto suficientes barbacoas cómo para saber que la hierba fresca no hace fuego, sólo humo.

Al ver a Jack tirando tierra y de repente la cabeza de DAnny salir, corrí para parar a JAck con un empujón (fue lo más rápido que se me ocurrió):

- ¡Para, que sale Danny y le das con la tierra! ¡Ayudadle a salir! - añadí después mirando a Chester y Martin.

-Supuse que sería para beber...-añadió el chico, asintiendo a Lissey, mientras se incorporaba para buscar en la mochila. Pero pronto asomó Danny, siendo recibido por la tierra que tiraba Jack. Con toda la rapidez que pudo, que no fue mucha, el chico se levantó y se acercó a Danny, sosteniéndole y guiándole fuera del refugio. 

-Vamos, ya está. Respira... Hay algo de agua si quieres...

Caí de lado en el suelo como si fuese un camión que cogiese mal una curva y entonces me fijé y vi a Danny. Se me puso un sonrisote de oreja a oreja...

Aturdido y medio cegado por el humo, Danny consiguió encontrar la salida hacia el aire puro del exterior, y salió a rastras, tosiendo convulsivamente y reteniendo las incipientes ganas de vomitar.   

Una lluvia de tierra le recibió y tuvo que protegerse la cara con los brazos. Los ojos le escocían terriblemente y tan apenas podía abrirlos, así que se dejó guiar por Chester para acabar de salir del refugio. Se sentó en el suelo, concentrado en notar que el oxígeno entraba en sus pulmones y que el lagrimeo constante le permitiese abrir los ojos del todo.

- No, agua no, gracias… -dijo entrecortadamente mientras respiraba de forma acelerada. Tenía la boca seca y con un amargo sabor a humo, pero las nauseas eran más fuertes que la sed.

Pasó un rato hasta que Danny se pudo tranquilizar algo, con sus amigos formando corro alrededor expectantes.

- Ha sido… alucinante. -es lo primero que dijo cuando se comenzó a sentir con fuerzas. Y entonces le asaltó la duda: ¿alguien más habría aguantado lo suficiente como para “ver” lo mismo que él?- Lo he visto, a ‘Eso’; y he visto a nuestros abuelos y, y… y cómo lo mataban, y…

Como si despertase de un sueño, los recuerdos comenzaban a desvanecerse. Lo que había sido lógico y coherente ahora se desmembraba rápidamente en pedazos que el muchacho se afanaba en fijar en su memoria.

Cuándo Danny se sentó me acerqué a él, expectante pero paciente, de cuchillas enfrente suyo (cogiendo el mejor sitio para la función) para que contase lo que había visto. Tenía que haber visto algo, ¿no? Tanto rato ahí abajo...

Cuándo por fin habló me acerqué aún más. ¡Lo había visto y a nuestros abuelos, matándolo! ¿Matándolo? Pero...Si aún estaba ahí, no lo habían matado... Sin embargo Danny se calló y no parecía ir a decir nada más, con lo que en un impulso me arrodillé enfrente suyo, a apenas un palmo, y le cogí de los hombros.

- ¿Cómo Danny? ¿Cómo?

Y tú querías apagar el humo.- Le dijo Martin a Jack después de escuchar a Danny decir que había sido alucinante mientras le tendía una mano para ayudarle a levantase.

Pero lo que Danny contó justo después le dejó sin habla.- Si nuestros abuelos lo mataron porqué está vivo y dispuesto a seguir matando.- Se preguntaba el niño sin entender absolutamente nada. Al menos parecía que había una forma de acabar con eso, aunque fuese un apaño temporal, simplemente tendrían que repetir lo que habían hecho sus abuelos.

-No, mejor que se ahogue ahí dentro, que yo sepa no lo he pasado muy bien. -me acerqué a Danny y le dije- mamá dice que a los que les gusta el humo de la hierba luego buscan otras diversiones y se vuelven yankys con el tiempo. ¿No serás un yanky? a ver si ahora te hemos de buscar cola de impacto cada día.

Danny consiguió abrir los ojos del todo cuando su escozor se volvió razonablemente soportable, aunque aún le lloraban por el enrojecimiento. Frente a sí se encontró con el rostro de Lissey que le cogía de los hombros y le pedía que continuase explicando cómo sus abuelos habían conseguido matar al monstruo. Este mágico instante se emborronó con la interrupción de Jack y sus típicas tonterías.

- Pues creo que mi abuela me dijo la verdad, o algo parecido. Pero esperad, que os lo cuento todo desde el principio.

Danny ordenó sus recuerdos y trató de reencontrar la coherencia que iban perdiendo poco a poco. Les contó cómo, sin moverse del sitio en donde se encontraban, había retrocedido en el tiempo.

La historia había comenzado en la época de los dinosaurios. Vio la llegada de una especie de asteroide que se estrellaba en el suelo, muy cerca de donde estaban ahora, en los barrens, que por aquellos tiempos eran un vergel junto al río.

- Cuando me acerqué al lugar del impacto vi lo que era el asteroide: ¡una cápsula con forma de torre, de color muy negro! -miró a los rostros de sus amigos. Seguramente esa era la torre a la que se había referido Paul- La ‘torre’ destrozó el cauce del río y formó un barrizal y poco a poco se fue hundiendo.

Contó cómo los dinosaurios fueron desapareciendo. La visión le había hecho intuir que de su desaparición se produjo a causa del monstruo extraterrestre que vino en la cápsula espacial. Aquella fue la primera de sus matanzas. Siguió relatando el rápido paso del tiempo,  que había acabado por sepultar totalmente la torre bajo el suelo. De la prehistoria llegó al tiempo en que los indios habitaban aquellos lugares.

- Unos indios estaban haciendo un ritual formando un círculo. -miró de reojo a su refugio- Después de que quedase marcado, se fueron a un sitio que tiene que estar cerca de aquí, como una cueva. Entraron y no volvieron a salir nunca más.

Danny se paró unos momentos, mientras hacía esfuerzos por recordar cómo continaba su ‘sueño’.