Partida Rol por web

-Alto, alto, alto. Dos cosas quiero aclararos. Las balas de plata son para hombres lobo, no para payasos, a no ser que sea muy peludo, peor mas bien parece que se esté quedando calvo. Y la segunda es que las balas de plata no le han matado, a no ser que esté muerto y sea su espíritu de hombre lobo convertido en hombre el que nos ataque, siempre podemos esperar  a la luna llena a ver que pasa. -di una patada a las cenizas- y ahora vámonos donde queráis.

El chico se encogió de hombros ante la pregunta de Danny.

-No se me ocurre nada mejor, podemos probar. Aunque quizás no quisieran indicar que fuéramos a ese sitio, sino que intentáramos averiguar cosas sobre él-dijo, no muy convencido. Lo de las balas de plata, en cambio, le sonaba raro.

-Jack tiene razón, en parte al menos. ¿Éso no era para los hombres lobo? Al menos, en las películas es lo que dicen... Claro, que también parece que el agua bendita le afectó...

- A lo mejor es un vampiro y se disfraza de payaso para disimular. La plata sirve para los vampiros también, pero creo que no se mueren, sólo les hace daño. Cómo el agua bendita. - dije con poca convicción en la voz aunque todo sonase absolutamente lógico para mí: el agua y la plata le hacían daño pero no se moría. Si era un vampiro entonces teníamos que clavarle una estaca en el corazón.

- El depósito o un campanario, no se me ocurre nada más. ¿Comenzamos por ahí?

Muy convencido repliqué a Lissey:

-Si fuese un vampiro no saldría de día, y la plata es sólo a los hombres lobo, así que tu argumento está fuera de lugar. -siempre me creí un experto en monstrous clásicos- Vayamos a donde sea, pero ya, aquí huele a cuerno quemado, jajajaja

Los vampiros no tienen gusanos podridos entre los dientes y diría que los hombres lobo tampoco- Dice Martin convencido de que el payaso asesino no ninguna de aquellas dos cosas. -Si hemos de elegir un sitio empecemos por el depósito, está mucho más cerca que el campanario.
 

Los chicos se pusieron en marcha hacia el deposito. No tardaron en llegar, esquivando eso si a la policía por el camino que estaba investigando los alrededores en busca de alguna pista de como habían llegado los niños allí. EL deposito resultó ser un lugar bastante tétrico y estaba prácticamente abandonado. Chester había paseado alguna vez por allí con sus hermanos cuando su padre tenía "un mal día" y recordaba el camino por lo que no les fue difícil acceder.

El deposito era una estructura circular con una base hecha de un entramado metálico que hacían fácil la escalada. De hecho algunos niños mayores tenían competiciones de ver quien subía más arriba. El propio Chester había "competido" con sus hermanos en ese juego, pero había cesado la subida muy pronto puesto que había tenido una sensación extraña que no sabía explicar. Aquella sensación se extendía ahora por los cuerpos del resto de los niños.Era la sensación de que en algún lugar había alguien observándolos.

De manera instintiva rodeé mi cuerpo, abrazándome a mí misma. No me gustaba esa sensación. Nada de nada.

- Esto...Pues hemos llegado. ¿Por dónde empezamos? ¿Tenemos que buscar pistas como los detectives? 

El camino no fue fácil, pero si entretenido, aun me quedaban ánimos para gastar bromas y contra algún chiste.

Cuando escuché a Lissey comencé a mirar por todos lados como si fuese un perro olfateando en busca de una entrada.

-Sabueso Jacky en ello...

Danny observó el depósito cuando llegaron. Con un poco de imaginación se podría asemejar a una torre, aunque quizás no tan afilada como la del dibujo de Paul.

- ¿Qué pudo querer decirnos Paul con lo de la torre? -se preguntó en voz alta. Y, al comentario de Lissey, respondió:- Sí, busquemos algo que nos llame la atención, no sé, por ejemplo algo que esté fuera de lugar. Si hemos acertado con la "torre", tiene que haber algo...

No sabía si aquella sería o no la torre correcta, pero lo que era seguro es que algo raro había en los alrededores, porque la sensación de ser vigilados era acuciante. Paseó nervioso la mirada por los alrededores, a ver si veía a alguien observándoles o si oía algún movimiento sospechoso.

Y tras eso, se puso a buscar por la base del depósito y la estructura metálica, a ver si encontraba alguna pista de lo que había querido decirles su amigo.

- Quizás tengamos que subir hasta arriba... -

Martin miró la estructura metálica un par de veces, sopesando la idea de trepar por ella pues no parecía muy difícil, pero el resto de sus compañeros decidió que era mejor empezar a buscar pista por la base así que les hizo caso. - Vale, peinemos la zona.- Dijo, repitiendo una frase que había oído en la televisión en una serie policiaca. Aunque había algo raro en el ambiente, una sensación que ser observado que no le gustó en absoluto, no hizo la menor observación al respecto.

A Chester todo aquel lugar le traía muchos recuerdos. Algunos buenos, otros... No tanto. Sobre todo aquellos que le recordaban por qué había visitado con sus hermanos aquel lugar varias veces. Al menos, aquello tenía un lado positivo, el ser capaz de guiar a los chicos hasta aquel lugar sin problemas. Además, recordaba de manera muy vívida la sensación que tuvo cuando intentó competir en escalada con sus hermanos. 

Un escalofrío le hizo recapacitar, sabiendo que no es que recordara esa sensación muy bien, es que la estaba volviendo a experimentar. Pero allí no había nadie, ¿no? El resto parecían ansiosos por empezar a buscar indicios, y quizás por salir de allí. Sabiendo que aquella sería la mejor manera de no quedarse mucho en el lugar, el chico también empezó a intentar buscar algo, aunque no sabía muy bien el qué. 

Los chicos se pusieron a mirar alrededor del deposito buscando cualquier tipo de señal. Cualquiera que les hubiese visto habría pensado que se trataba de un grupo de niños jugando a la búsqueda del tesoro o a detectives. No sabían lo que realmente conllevaba aquellos juegos y, de haber dicho algo, solo hubiesen dado alguna reprimenda a los niños por jugar en sitios peligrosos.
Fue Jack, aún con el brazo en cabestrillo quien comenzó a oír los ruidos y, poco a poco, el resto fueron conscientes de ellos. De dentro del depósito se oía un ruido terrible,como el de unos dedos húmedos frotándose contra un cristal. Chester oyó además unos suaves gemidos.

-Hay... Algo o alguien dentro. Se escuchan como unos gemidos. ¿Estará enfermo? ¿O será una trampa de esa cosa?-preguntó a sus amigos, no muy seguro sobre lo que debían hacer a continuación. Quizás ir más adelante sería una mala idea, si es que aquello era una trampa. Pero claro, éso no podían saberlo. 

Levanté un dedo para decir:

-Igual están violando a alguien y por eso gime. Deberíamos entrar a ver como es eso y descubrir que pasa. -di unos golpes en la pared- ¡¿Hola?!

Los chicos habían sido mucho más rápidos que yo poniéndose a buscar mientras yo miraba a un lado y al otro, aún abrazándome el cuerpo. Cuándo descubrieron los ruidos y me acerqué, algo me dio muy mala espina. Sin duda eso era alguien atrapado. ¿Pero como te podías quedar ahí atrapado?

Chester dijo que además escuchaba gemidos... ¿Tal vez se había caído algun niño jugando? Teníamos que ayudarle entonces. Ya se habían muerto muchos niños en Derry...

Entonces Jack tuvo que hacer una de las suyas y hacerse el gracioso.

- ¡Para Jack! ¡No hagas eso! - ¿y si era algo malo lo que había ahí dentro? Ahora sabía que estábamos aquí, fuera quién fuera. Tocaba esperar que fuera alguien atrapado y no el payaso...

Me quedé mirando la pared del depósito como si algo fuera a salir de ahí, aunque si éramos lógicos lo único que podía salir era la voz de alguien en modo de respuesta. Pero claro, siendo lógicos no hay payasos malignos que salen de fotografías, ni sobres que tienen sangre que solo nosotros vemos, ni velas raras...

El sonido que escuchaban helaba la sangre de tal forma que Martin dudo si había oído bien. De verdad Chester y Jack estaban pensando ir a ayudar por mucho que de fondo se escucharán unos débiles gemidos.

No deberíamos abrir el depósito. - Susurró hablando para el cuello de su camisa. El chico estaba muerto de miedo y la sensación de estar en constante vigilancia no le ayudaba a tranquilizarse, pero estaba seguro de que fuese lo que fuese que había dentro del depósito estaba mejor dentro que fuera. Tanto que abría apostado su paga semanal.

Con la sensación más de que aquello fuese una trampa que no de que hubiese alguien en serio peligro, Danny se quedó esperando a ver si los golpecitos y la pregunta de Jack tenían respuesta.

Después miró hacia arriba, pensando de nuevo que quizás tuviesen que trepar por aquel entramado, aunque con la flojera que notaba en sus piernas no sería nada recomendable.

Como de costumbre, Jack se había adelantado al resto y se había puesto a tratar de llamar la atención de lo qe pensaban, estaba dentro del depósito. Pasaron unos segundos en los que parecía qe nada ocurría cuando de pronto, se oyó un sonido que ponía los pelos de punta. El sonido de una tiza arañando la pizarra, muy parecido también al ruido que hacían los cristales cuando se limpiaban. Era el sonido desesperado de alguien tratando de trepar por una superficie resbaladiza, como la del deposito. ¿Habría alguien dentro? Y si era así ¿Hasta que nivel estaría el deposito lleno de agua? La semana anterior había hecho muchísimo calor pero también había caído una lluvia abundante por lo que no sería de extrañar que el depósito estuviese casi lleno.

Estiré la mano y arañé con las uñas la sueprficie metálica:

¡ÑIIIIIIIIIIIII!

Aquel sonido que tanto desagradaba a los demás, a mi no me molestaba ne absoluto, así que dije:

-Pues debe estar por la parte de dentro, la puerta está arriba, ¿no?.

Me acerqué dando tirones y patadas a la escalera para comprobar el estado:

-Parece bien. Danny, ya puedes subir y así impresionas a alguien. -sonreí exageradamente enseñando los dientes-

Me aparté cuando los ruidos se repitieron mientras me tapaba los oídos. ¡Odiaba ese ruido! ¡Me daba dentera, escalofríos y encima, me daba miedo también!

A Jack en cambio parecía gustarle, ya que repitió el sonido con sus propias uñas, a lo que cogí una piedrecita del suelo y se la tiré.

- ¡No hagas eso! - le grité mientras me frotaba las uñas contra la ropa, intentando alejar la sensación que me daba cuándo alguien hacía eso. 

Miré a Danny cuándo Jack dijo que ya podía subir.

- No lo hagas Danny, que suba Jack, que para algo es el que ha empezado. Y a ver si así hace algo que no sea molestar, de una vez.