Partida Rol por web

Aparentemente el cristal no había hecho tanto ruido como había pensado, por suerte, sólo había sido una de sus usuales paranoias. Se dio vuelta, no se iba a hacer cargo de la puerta, tampoco nadie esperaba eso de el .
. Podríamos haber pasado a la casa de al lado, pero no había que mirar el espectáculo de niños muertos y de la familia arruinada
Vio a sus compañeros, Gasera parecía descompuesto, le dio lastima, se acercó a darle una mano y el escenario le dio un poco de nauseas pero se las trago. Se quedó al lado de el con el cuchillo empuñado esperando a que pateen la puerta listo por si los demás no se podían hacer cargo de la situación

Sonreí al ver que había resultado en parte bien aquello que habíamos intentado, pero el otro zombie no se movía. Me mesaba la cara y el cuello mientras pensaba en algún plan o artimaña para seguir la recolección de aquel piso.

Miré hacía arriba y a mis compañeros y les dije.- No creo que nuestro amigo abra la puerta, así que habrá que buscarse una puerta... Pensando en el tipo de casa, unifamiliar, demás... yo diría que si hemos acabado con 3... que supongamos que son madre y pequeños... y que el que está en la puerta es papá... me quedan la niña mona, el niño adolescente, y los abuelos... vamos... como mucho cinco más en una casa de tres plantas.

Señalo la terraza justo encima de la verja y digo.- ¿Alguien se viene...? Si conseguimos limpiarla puede ser un buen escondite, pues estaremos entre el resto del pueblo, sólo habría que reponer el crital o quitarlo completamente para no hacer sospechas... o romper cristales en otras... pero supongo que además de víveres, tendremos agua, camas, y ropa...

Sujeto el bate con el cinturón de mi pantalón y cojo el cuchillo entre mis manos.- No hay que subir sin defensa... el que venga conmigo que se ayude de la verja y los cables para subir, pero que no tiré de los cables o podemos perder la posibilidad de tener luz dentro... - La palabra luz me trajo a la mente una posiblidad.- ¿Tendrán estos chiquitajos una play... ?

Y empecé a buscar la mejor posición en la verja para poder subir.

La idea de subir hasta el balcón del piso superior la descartáis enseguida. Sin una escalera resulta del todo imposible. Está demasiado alta y no hay puntos de apoyo como para trepar. Tal vez si tuvierais una cuerda y un garfio...

Cuando Javier se encuentra a mitad de camino, ayudado por Jake y apoyado contra los ventanales de lo que parece la escalera, tiene una idea brillante. Envolviendo su puño en su chaqueta rompe el pequeño cristal y quita los restos del vidrio del marco para poder asomarse.

Al otro lado lo que hace tiempo debió ser un hombre no muy corpulento se afana en intentar agarrar a Javier, ofreciendo un espectáculo dantesco, ya que medio rostro y medio torso aparecen semidevorados. Aunque por suerte para Javier, se encuentra fuera de peligro, ya que la ventana está a unos dos metros del suelo y las manos del muerto apenas aciertan a rozarle. Con medio cuerpo colgando, no le resulta difícil a Javier atravesar el cráneo del cadáver ambulante.

Luego unos tensos segundos de silencio. Es evidente que en la casa no queda nadie más, vivo o no-muerto. Con cuidado Javier se deja descolgar hasta la escalera, que comunica directamente con la puerta de entrada, que desde dentro resulta fácil de abrir.

Inspeccionando la casa os dais cuenta de que no ha sido saqueada, tal como esperabais. Encontráis ropa de hombre y de mujer (y de niño), una caja de herramientas pequeña, pero bien surtida, y lo más importante, una despensa con bastantes alimentos no perecederos. No es mucho, pero puede alimentaros durante un par de semanas; un par de kilos de arroz, un par de paquetes de sal y azucar, unas doce latas de atún pequeñas, perdiz en escabeche, y lo que parecen conservas caseras de magro con tomate y patatas con cebolla.

Gasera ya estaba activo (aunque con un regusto horrible a ácido en la boca) para cuando se abrió la puerta. hay poco tiempo para la introspección con los zombis.

-Premio -dijo cuando descorrió la cortina de la despensa- Algo bueno tenían que tener los de la meseta.

Después, se pusieron a registrar la casa patas abajo con la habilidad y ritmo metódico de los que habían estado pasando su vida (un año contaba como "la vida" desde el advenimiento) para sacar unas cuantas prendas de ropa que podían ir bien y, tras reventar un armario del que no tenían llave a culatazo, una caja de herramientas. ¿Quién guarda las herramientas en el armario de la habitación, en serio?

-Okay. Tenemos ropa, comida y mañeos. Hemos estado peor -dijo, sabiendo que en cualquier otra ocasión el grupo Caravana hubiera considerado la llegada a ese pueblo y recursos como jauja- Marta, ¿puedes mirar si en el baño hay algo que pueda venirnos bien, botiquines o...? -se encogió de hombros- Gabriel, vamos a registrar los cajones a ver si encontramos pilas y otros trastos, ¿hace?

Una bici no estaría mal (tuvo una de montaña bastante decente, pero se la quitaron a punta de cuchillo), pero en una casa con chiquillos... no contaba con algo espectacular.

Maldijo por lo bajo, de la ropa solo le quedaba bien unas pocas prendas de la mujer, la ropa de hombre le quedaba muy grande y suelta, y eso le casi le había costado la vida una vez.

Acompaño a Gasera en su busqueda de trastos, fue a la pieza de los niños a sacarle la batería a cualquier juguete que llevase alguna y después se puso a revisar cajones, tal vez era su día de suerte y alguien escondía algún arma de fuego en algún cajón, como había visto en alguna pelicula, sabía que era poco probable pero no perdía nada intentandolo.

Después de eso fue al techo a revisar el area a ver si estaba todo despejado, por suerte en la calle seguían sin haber más de uno o dos podridos sobre la calle, lo cual fue un alivio. No podía ver mucho más así que espero que no se encontrasen con nada más de regreso al hotel.

La inspección de la casa no aporta mucho más de valor. Unas pocas pilas alcalinas, pero nada de armas de fuego ni de bicicletas, salvo las dos de los niños, demasiado pequeñas como para resultar de utilidad. Si encontráis un par de linternas, una grande en el mueble de la entrada y una pequeña en un cajón de las que se llevan una cinta de goma para ajustarlas a la cabeza. Con tan mala suerte que la grande lleva pilas grandes (y en la casa no hay recambios) y la pequeña de las pequeñas (y tampoco hay recambios).
En el mismo cajón de la entrada donde encontráis la linterna grande hay un montón de llaves, muchos llaveros. Uno de ellos lo identificáis por el llavero como las llaves de un renault, y sumando dos y dos llegáis a la conclusión de que son las llaves del Laguna aparcado al lado de la casa. Dentro del coche no hay nada de valor, y el maletero está vacío, pero tiene medio deposito lleno y tenéis las llaves, lo cual en si ya es un avance. También tiene un par de elevadores para niño... (ya me diréis que hacéis con ellos)

De regreso al hotel os tropezáis con sólo un par de caminantes. Al parecer la horda no ha avanzado en esta dirección, lo que en sí ya es una buena noticia.

Poniendo todas las cosas encima de la sábana, no había sido una mala recolección después de todo. Las pilas siempre las podían recargar, y las pequeñas eran fáciles de encontrar, aunque las grandes no tenían ninguna... y si no tenían ninguna poco o nada importaba que tuvieran medios de recargarlas. Un problema que seguía sin eclipsar el hecho de haber encontrado una de esas cosas que se podían atar a la cabeza. Aquello era un descubrimiento.

Igual que las llaves.

No se atrevieron a arrancar el coche (no hasta que dieran al menos un día para que la manada no les diera un susto de última hora), pero tras comprobar el sitio, la guantera, el maletero, el suelo y todo tenían un vehículo en funcionamiento con MEDIO DEPÓSITO LLENO (que ya antes de todo no estaba mal) y un alzador para niños que siempre estaría bien llevarse. Ahora que tenían un niño.

Volvía de bastante buen humor con el hecho de que dentro de todo iban a poder comer caliente de las mejores cenas en meses, con equipo para cocinar y una ducha caliente para rematar la faena. Un par de podridos que se hubieran perdido de camino no iban a ser más que un fastidio.

-Oh venga -hizo un "pffff" de molestia mientras levantaba la horca del hombro- Este Javi y yo nos encargamos de uno, vosotros del otro. ¿Jake, divides tú?

"Dividir" era, esencialmente, darle un topetazo a un zombi con el hombro para que fuera detrás de uno y dividirlo. Un trabajo que Jake y Cassius solían exceler por el mero hecho de ser armarios empotrados que se podían reír en la cara de cualquier intento de un zombi de sujetarles. Los demás también podían, y lo hacían, pero era más cuestión de agilidad y ahí siempre te puedes llevar un susto.

Ensartó al zombi por encima de la zona del estómago, inmovilizándolo para que Javier pudiera reventarle el cráneo sin problemas, si no a la primera a la tercera vez.

El día había sido intenso, muy intenso unos de esos días que terminan con la energía de una, marta estaba deseando cerrar los ojos y descansar durante unas horas, ya no podía mas, no tenia ni ganas ni fuerzas para seguir explorando aquel pueblo, solo tenia fuerzas para castigarse por no haber ido con aquellos militares

Chicos yo estoy muerta, este sitio me parece tan bueno como cualquier otro para dormir, no creo ni que merezca hacer guardias, de noche no veríamos llegar la horda, y cualquier vehículo que se acercase lo oiríamos a millas de distancia, descansemos por una puta vez recogió aquellos alimentos y conservas dispuesta a ayudar a Gabi con la cena.

La cena resultó buena y agradable, y la noche sin sobresaltos. Las mantas que quedaban os sirvieron para abrigaros y dormir calientes, como si de una acampada fuera. A la mañana siguiente desayunáis y empezáis a discutir dónde aventuraros cuando un ruido de motor os empuja a asomaros a la ventana.

¿Otra vez? -Es evidente, todos pensáis que los militares vuelven a dar por saco, después de haber dividido el grupo, pero no es así. A lo lejos, atravesando la carretera que viene del norte dos furgonetas avanzan en vuestra dirección, una pequeña y otra más grande.

Despertad Despertad susurraba marta buscando al resto de integrantes del grupo. Juntos subieron todos hasta divisar a los vehículos que se aproximaban. Las distintas sensaciones fueron corriendo por su mente como un caudaloso manantial, primero incredulidad, sorpresa, para después pasar al miedo y es que el encuentro con los militares estaba demasiado reciente. joder vamos hasta la caravana corramos corramos pero de repente un halo de esperanzo estallo en su cabeza Oye los militares no se fueron al sur, estos no pueden ser ellos vienen del norte, quizás estén contra de ese maldito teniente payaso espeto mientras terminaban de recoger rápidamente.¿hablamos con ellos tranquilamente, o todo lo tranquilamente que se pueda? su mirada se dirigio a gasera, el siempre se encargaba de estas cosas.

-Aquí es. -David se baja de la pequeña furgoneta junto con Mikel, y de la furgoneta grande se bajan los otros tres hombres. -Recordad, venimos sólo a por los acumuladores, no venimos a buscar ningún rolex de oro... -El chiste sin gracia se hiela en la boca al comprobar que en la puerta del hotel se encuentra un hombre delgado de pelo desaliñado y poblada barba que levanta las manos en gesto apaciguador.

-¡Coño, Gasera! -Mikel hace un gesto a David y los otros. -Tranquilos, lo conozco.

Ya estaba despierto y con el rifle a mano, aunque como dormía con las armas a mano (como todos) no tenía mérito. Volvió a sentir las miradas de "¿te toca no?" en la nuca. Dios. Y con las horas que eran y habiendo sido de guardia tardía. Reprimió un bostezo osuno con escaso éxito, así que se tapó la boca y dejó el tupper de lo que iba a ser su desayuno. Salió.

-Eh -dijo, con sus compañeros ya escondidos. O eso esperaba- Si no buscáis problemas, no busc-

-¡Coño, Gasera!

-...saaaaabes qué, da igual -se rió- ¿Tan pronto aquí?

Preguntó, pero no muy aprensivo. No venían rápidos, no parecían atacados y no parecían estar el matrimonio y la chiquilla, así que todo parecía que iba dentro de lo que cabía bien. A menos que Mikel se hubiera vuelto loco, claro. Y prefería descartar situaciones "tipo que te puede romper entero con una mano a la espalda está loco" incluso en el campo de la especulación.

-Tenemos algo de comida, aún. Comida caliente; pasa y coge algo. ¿Tus compañeros son...? ¿Venís por El Teniente García? 

Mikel ya se sabía la rutina, y el resto estaban escondidos con las armas. Esta vez con pistolas incluso, así que posiblemente no fuera un farol y el Grupo Caravana siguiera guardando alguna bala que otra.

-Estamos buscando cosas para la comunidad, en cuanto a lo de la comida... ya hemos desayunado, gracias. ¿Llevais mucho aqui? ¿Habeis peinado la zona? ¿Que tal os ha ido?

Los demas estan en la comunidad, haciendo labores cotidianas de alli, limpiar, cocinar, cultivar, etc. Yo he salido con estos amigos a agenciarnos algunas cosas que hacen falta alli. A lo mejor quereis ayudar...

Iba a decir "no estaríamos aquí de no quedar más remedio", pero decidió callárselo en base a una idea más o menos censurable.

-No mucho. Hay... algunos aquí y allí por las calles, pero la manada se perdió. Las casas están intactas y llenas, no se qué sistema tienen ahí dentro pero me sorprende que tengan cosas como esta aún a mano y libres -admitió- Barrer el pueblo entero nos llevaría varios días a jornada de sol.

Se encogió de hombros.

-Así que... ¿cómo pinta la cosa? ¿Habéis preguntado por ahí? -hizo un gesto con la cabeza a su compañía- Hey. Llámame Gasera, como todos. Hay más gente dentro, si quieres presentarte...

-Hemos venido a por cosas muy concretas para la comunidad, el tiempo corre y quiero volver pronto. Os preocupaban los militares, nada de lo que yo os diga os quitara esa preocupacion y de estos amigos, no se porque habriais de fiaros mas que yo. Pero bueno, os dire lo que se. Viven, corrijo, vivimos en una urbanizacion que ha sido preparada para repeler a los zombies. Cuentan con bastantes recursos y medidas de seguridad antizombie y para garantizar la buena convivencia. Cada individuo contribuye al bienestar comun con sus horas de trabajo, pero tambien puede hacer cosas para el o su familia exclusivamente. Puede hacer las dos cosas.

Si os animais a venir, sugiero que nos ayudeis ahora y nos sigais despues. Bueno, ademas de este pueblo, queremos visitar una comisaria, pero no conozco la zona, asi que quien dirije es aqui mi amigo.

Vosotros vereis... aqui vivis como podeis, alli se vive lo mas parecido a como se vivia antes de los zombies, pero con algunas carencias claro. Yo ademas, saldre cada dia fuera de la comunidad, si quieres paz, prepara la guerra, es mi lema estos dias.

Marta termina de bajar las escaleras mientras escucha los ruidos de los coches frenando y las voces de aquellos hombre cuando reconoce la voz de Mikel. Con alegría y cariño de la dos besos mientras palmea su brazo como si fuese alguien cercano que hace años que no veía, en mitad de la destrucción zombie el tiempo era relativo tambien.

Hey Mikel que tal?...ha vaya ya veo la verdad todo pinta muy bien dijo tras escuchar las palabras de este, sin poder quitarse el gusto amargo de la boca ante la oferta de este, todo era una contradicción para marta, aquello la recordaba a alguien vendiendo las bondades del régimen nazi en pleno Berlin de finales de los treinta, claro que ella nunca había vivido allí y solo lo recordaba de algún libro leído en una aburrida tarde del que ya ni recordaba el titulo.

Y aun asi sus ojos se volvieron hacia Gasera y le puso esa de mirada...tenemos que ir decian sus grandes ojos.

-Hola, yo me llamo David. -El hombre que parecía estar al mando y que se bajó del mismo coche que Mikel saluda con un apretón de manos a quién quiera corresponder y luego hace una breve presentación de los tres hombres que les acompañan en la furgoneta grande de detrás. -Éstos tres son Eulogio, Antonio y Raúl. Hemos venido a por los radiadores eléctricos que hay empotrados en las habitaciones. No se si os habréis fijado, son unas enormes cajas de metal. Lo demás ahora mismo nos da igual. Podéis quedaros aquí o venir con nosotros. Como ha dicho Mikel, vamos a llenar las furgonetas con esos radiadores y después vamos a buscar la comisaría a ver si localizamos algo de interés antes de volver al refugio.

Genial. Vamos, que Mikel no había hecho ninguna pesquisa por ahí y se había comido lo que le habían puesto. Jodeerrrrrr. Claro, como al hombre vaya donde vaya le van a poner bien, para qué molestarse.

Estrechó las manos correspondientes sin problemas y dedicó un saludo a los que no. Aquello era... como un sistema organizado de antes. Se le hacía raro trabajar con "este y los otros" y no "un puñado de mamones"; parecía que la diferencia era mínima, pero oh si la había.

-No realmente -se encogió de hombros- pero podemos echar una mano, sin problemas.

Más seco que un ajoporro y bordeando en lo borde (valga la redundancia). Je, el Mikel los sabía escoger.