Partida Rol por web

Previo a la la llegada de Mikel estaba profundamente dormido y con los gritos de Marta y los ruidos de los motores se había sobresaltado y su único impulso había sido el de esconderse, una vez que supo que eran Mikel y otros de los militares, salió del placard en el que estaba. Pero no sentía especiales ganas de bajar.
Se quedo dando vueltas en la habitación, murmurando frases de odio hacia esa gente y a la vez frases de desesperanza sabiendo que su pequeña y feliz familia no iba a durar mucho más, menos con las convicciones de Marta, que la noche anterior la había notado medio enojada. Ya se veía fregándole las botas a algún teniente y teniéndose que prostituir por una ducha y le daban nauseas de solo pensarlo.
Bajo justo para ver la mirada de Marta, quería gritarle, decirle que eso no era una opción, pero sabia que no podía, saludo con una sonrisa falsa a los militares y a Mikel y se pusó a comer, preparándose para la larga discusión que iban a tener pronto.

-Seguramente seguis pensando que ir a esta comunidad no es bueno. Os voy a decir porque yo creo que no es bueno y porque si que es bueno. Pero no pienso gastar ni un apice de energia en convenceros.

La comunidad es un sitio comodo para vivir, con una estructura organizada y recursos abundantes disponibles. Eso es bueno y es malo, ya sabeis porque es bueno, es como todo era antes mas o menos. ¿Porque es malo? Porque nos ablanda, y los problemas siempre aparecen. Gente con malas intenciones, zombies, desastres naturales y enfermedades.

Vivimos en una especie de mundo postapocaliptico, si pensais que alguna de vuestras decisiones no es peligrosa, os estais engañando. Quedaos aqui si teneis miedo, pero no se como aqui vais a evitar vivir con miedo. Yo tengo miedo todo el tiempo, lo que pasa es que elijo combatir el miedo y vivir en el mundo que me ha tocado. Si alguien quiere vivir asustado y encogido ante lo malo que nos pasa y nos pasara... No puedo entender una actitud asi. Vosotros vereis.

Os preocupa un regimen dictatorial en esta comunidad idilica que se os ofrece. ¿Verdad? Seamos sinceros, si llegado el momento del caos y la muerte, quien tiene la fuerza no se impusiera mediante ella, me llevaria una sorpresa. Pero ahora mismo, hay mas civiles que militares, los civiles hacen vida normal dentro de los muros y los militares defienden la comunidad. Los civiles que decidimos que somos capaces de afrontar los peligros del exterior, salimos a por lo que todos necesitamos.

Teneis miedo de que os sometan otros hombres, pero no os dais cuenta de que vuestra libertad no es tal. Al menos es lo que yo pienso. Si vosotros no pensais igual... Buena suerte con vuestras elecciones, de corazon, que os vaya bien.

David. ¿Por donde empezamos a sacar radiadores de esos?

Gasera se lió un pitillo mientras Mikel hablaba. Dios. Él y el Jose Antonio eran tal para cual. ¡Demasiadas películas hamijo! ¿Quién te crees que eres, Fidel Castro?

"..."

De hecho... podía ser Fidel Castro. Reparó en que lo que les acababa de meter era 100% completa, absoluta y total mierda. Una cantidad de lugares comunes y de poner en fila todo lo que todos sabían espectacular: ¿el tipo quizá había sido profesor o algo? No podía estar seguro, no es que hubieran llegado al punto de "vamos a contarnos qué hacíamos antes". Bueno... Jose sí. Pero posiblemente por la influencia de su mujer a la que, insistía, tendrían que dejar hacer esa clase de cosas. 

-Gracias tito -dijo neutral, sin mostrar ninguna reacción especial a favor o en contra, tras el discurso, tendiéndole la pitillera- ¿Cigarrito? -lo tendió a los otros acompañantes- ¿Gente?

El postapocalipsis, había descubierto, era como el trullo: no sólo gana el más grande, necesitas protección y se te comen vivo si te descuidas, sino que un cilindrían podía ser la llave a una relación sólida. Jake se había caído al suelo de la risa cuando lo comentó... que todos llevaran un par de copas podía o podía no haber influído. Ehem. Dirigió una mirada disimulada a Gabriel tras aquello, que estaba seguro de que compartía su actitud "me estás jodiendo". Los dos eran los más listos para haberse ido y hubieran hecho bien el trabajo de recabar información sobre la zona de verdad... pero la propia idea de que necesitaran eso había hecho que no se lanzaran como leones a la oportunidad precisamente.
 

Tras escuchar a sus amigos marta se quedo pensativa durante unos segundos Joder estos tios saben hacer las cosas como no se nos había ocurrido pasar por la comisaria, parecemos boy scouts perdidos en medio de la montaña se miro los zapatos maldiciéndose por su estupidez -Gasera, Gabi ,vayamos a dar una vuelta por la comisaria mientras sacan esas piezas del hotel, ¿alguno de vosotros nos acompaña? hablo con un tono serio que denotaba cierto nerviosismo.

En cuanto se alejaron un poco hablo en voz baja para sus amigos Chicos yo no me lo trago pero tengo que verlo, me voy con ellos su tono firme y seco dejana poco margen de duda, había tomado su decision

-¿Gente?

Aún estaba ofreciendo cuando...

Gasera, Gabi ,vayamos a dar una vuelta por la comisaria mientras sacan esas piezas del hotel, ¿alguno de vosotros nos acompaña?

Levantó un dedo y dijo:

-Uh, ¿me dais un momento? Graciasssss...

Oh. ADV.

-Ooooh tío -suspiró, jodido y resignado- Déjame al menos que intentes sacarles algo mientras estemos aquí. Sólo hasta entonces, y después lo que quieras.

Dios. Aquello ya estaba cantado. Si Marta se iba sólo quedaban ellos tres, y no creía que estuvieran dispuestos a romper el grupo. Así que... al menos tener una idea de qué hacer allí. O cómo huir de allí si las cosas se torcían. Miró a Gabriel.

-Nene... ¿estamos en esto juntos?

Marta se encogió de hombros tratando de evitar una discusión que para ella ya no tenia sentido, mantuvo su mirada al frente tratando de evitar la confrontacion

-Esta bien , trata de averiguar algo mas si quieres tienes hasta que ellos decidan irse comento con voz cansada.-¿Pero realmente me dices que no quieres al menos verlo?, ¿ Que no quieres saber si encajas allí?- termino preguntándole clavando su mirada sobre Gasera

...no, no quería ver el sitio en absoluto. No desde dentro.

-Sí, sí quiero verlo. Pero también quiero salir de él si resulta que es una cárcel -explicó- Cuanto más sepamos del sitio antes de irnos, menos "sorpresa" que nos pueda caer.

No sería la primera vez que tenían que huir de un sitio sin llamar la atención. Ni la última. Si lo pensaba uno mucho, su vida había sido esencialmente eso: eso y buscar comida; la gasolina era mucho menos un problema de lo que lo había sido en el pasado.

Fue con sus compañeros a la comisaría, mientras discutian miraba para abajo.

Disculpa Marta, en esta estoy con Gasera, dejemos que hable y averigue todo lo que tenga que averiguar, igualmente Mikel parecía bastante a gusto, pero ese tío jamás me dio la mejor impresión.

Igual tu sabes que el momento en el que nos separamos más aún, yo duro aproximadamente media hora así que si estás determinada en ir no veo más opción que seguirte. 

Tal vez hacerle tragos a esos cerdos no sea tan malo dijo una voz interna intentando convencerlo un poco.Pero no hizo mucho efecto.

Reprimió la tentación de levantar el puño para chocarlo con el de Gabriel. Marta era médica y en cualquier sitio le darían súper-trabajos, pero ellos dos era diferente. ¡Hermanados en la mediocridad!

-Hubiera sido más fácil si hubieran preguntado algo. En fin... estamos todos en esto. Voy a ver lo que saco. Y si queréis ver la comisaría de verdad... puedo intentar arañaros algo de tiempo para que escamoteéis. No prometo milagros.

Los hombres en primera instancia parecen un poco recelosos de vosotros, pero tampoco quieren montar gresca, de modo que hacen mientras vosotros estáis alrededor. De la furgoneta grande sacan un par de cajas de herramientas y se dividen en dos grupos. Por un lado Mikel y David, y por otro otros dos hombres, el quinto se queda vigilando los vehículos desde el techo de la furgoneta grande con una escopeta de caza. La tarea es mecánica y un poco lenta, desmontar la tapa superior de los radiadores, desatornillar las tuercas que los sujetan a la pared, desenchufar, llevar a las furgonetas... Aunque no son militares, si se nota cierta disciplina, no se distraen con otras cosas que pudieran parecer de interés y van muy a lo suyo, sin dejar tampoco de vigilar. No se muestran demasiado desconfiados, de modo que si queréis conversar con ellos antes de que se vayan, esta es la ocasión.

-David, soy consciente de que necesitamos gente para poder enfrentarnos al mundo en el que vivimos, pero... este grupo, no se, hemos convivido muy poco, pero tienen miedo constantemente. Temen vivir, necesitan que otros luchen por ellos, que otros sean los que se arriesguen. Siempre tengo la sensacion de que nos juzgan y que dicen mucho menos de lo que quisieran decir. Es extraño, no es que desconfie de sus intenciones, pero tampoco los quiero junto a mi en una situacion de peligro. Que hagan lo que quieran, pero mejor si no les tratamos de convencer. Que sean ellos los que se arriesguen y hagan lo que les parezca mejor. La comunidad no necesita egoistas cobardes. Necesita hombres y mujeres valientes, que se arriesguen aunque tengan miedo. Que lo den todo por el grupo y no solo por si mismos. Al menos, asi lo creo yo. Pero no soy quien para decidir. Haz lo que creas conveniente con lo que te acabo de decir.

El "tipo amistoso de la barba" se quitó la mochila y la dejó en un rincón del hotel donde estaban y se acercó al resto del grupo. Sus compañeros se acercarían ahora a la comisaría, aunque veía que iba a ser poco más o menos adelantar el trabajo que iban a tener que hacer en el futuro. Tomó algunas de las herramientas y fue con ellos.

-¿Una escopeta? No ves ya muchas balas a día de hoy...

...excepto que si vivían enclaustrados y los soldados se encargaban de esas cosas no tenían por qué haber gastado muchas.

Muy rápidos. Muy eficientes. Muy dedicados. ¿A qué se dedicaba esta gente antes de que todo esto pasara? Una cuadrilla no habían sido, había estado en algunas, y tampoco parecía que fuera por miedo. De ahí no podía arañar nada, saber calar a la gente no era hacer magia, así que se pusieron a hacer el trabajo que era, esencialmente, fácil, farragoso, lento y coñacero. Mientras llevaban los radiadores habló.

-Vaya. Radiadores y todo... ¿cómo es la vida por allí?

-Mira Mikel, no te lo tomes a mal, pero a ti te he conocido esta mañana. Me fío lo mismo de ti que de cualquiera de éstos. La comunidad lo que necesita es gente, con el tiempo la gente se hace los unos a los otros, y cuantos más seamos mejor nos podremos defender, mejor trabajaremos y menos tendremos que trabajar. Nadie es perfecto, pero todo el mundo tiene algo de valor que enseñar y que aportar. -Y sin darle mayor importancia a tus palabras, acaba de desmontar uno de los pesados radiadores que cae al suelo con un sonoro golpe metálico. -Anda, coge de ahí, vamos a llevar ésto a la furgoneta.

Los hombres se ponen manos a la obra a desmontar los radiadores, dejando el tema de la comisaría para cuando hayan terminado su principal misión. Gasera acompaña a Mikel y al hombre que va con él, ya que parece el jefe y tal vez sea del que más información pueda obtener.

-¿Una escopeta? No ves ya muchas balas a día de hoy...

-Las escopetas son sólo para emergencias. Por lo general nosotros sólo vamos a sitios donde ya han estado antes los militares y que nos dicen que es seguro. Si encontramos algún podrido lo rematamos con hachas o cuchillos. Las escopetas son más bien por si nos atacan ladrones. -El tono del hombre es relajado, como si estuviera acostumbrado a tratar con la gente.

-¿cómo es la vida por allí?

-Pues mucho mejor que aquí, la verdad. Podemos dormir y vivir sin miedo a que un muerto viviente te hinque el diente a la menor de cambio. Cada uno hace lo que puede por ayudar, es como si tuviéramos un trabajo, cosa que muchos no tenían antes del desastre. Podéis venir con nosotros y comprobarlo, a nosotros siempre nos vienen bien un par de manos más, y cuantos más seamos mejor nos defenderemos y mejor viviremos todos.

-Tengo ganas de salir por ahi a explorar la zona. Pase una larga temporada en un monasterio, con buena gente, Jose Antonio se no unio mas tarde. Un buen dia los zombies rodearon el lugar, se ve que los atrajimos, al desaparecer los vivos de la zona, parece que nosotros fuimos como una fogata en la noche para ellos, demasiado facil de localizar.

Salimos del monasterio por los pelos, de hecho perdimos algunos amigos, gente que estubo conmigo desde el primer dia, desde el primer zombi que me carge.

Despues de eso estubimos moviendonos, buscando un sitio donde escondendernos a lamer nuestras heridas o al menos a aprovisionarnos. Lo encontramos, estaba lleno de zombies y provisiones. Logramos dar zapatilla a los zombies, a la mayoria. Logramos llevarnos muchas provisiones. Pero perdimos mas amigos, gente en la que confiaba y a quienes apreciaba. Poco despues, minutos de hecho, aparecieron estos nuevos amigos y nos unimos, fue un poco artificial, no llegamos a establecer lazos de verdad y entonces aparecisteis vosotros, bueno, aparecio Garcia. Se cargo mi camion antizombies. Me jodio los depositos de gasoil que llevaba dentro.

Aun asi, me uni a vosotros. Confie en los vivos, aunque a veces son menos de fiar que los muertos. Quiero que mi familia este a salvo. Vuestros muros pueden servir, pero he comprobado que cuando te sientes a salvo y tranquilo, algo fastidia todo.

Creo que puedo contribuir significativamente a que la comunidad sea mas fuerte. Frente a zombies y frente a personas. Pero necesito libertad para hacer y para pensar. Necesito gente que no tenga miedo a hacer lo que hay que hacer. Tu eres el jefe de este grupito, tu ayuda, David, me seria muy valiosa. Te dare motivos para creer en mi y que me puedas ayudar.

Y despues de todo mi discurso, lo siento, tenia que contartelo, de camino aqui, no muy lejos de donde nos encontro Garcia, vimos unos motoristas espiandonos. Parecian tranquilos, diria que son de esa clase de gente que conviene tener al lado y no en contra. Pero prepararse contra ellos, es mejor que confiar que sean amistosos. Me gustaria volver al lugar donde los vimos y tratar de averiguar mas. ¿Me acompañarias?

Asintió mientras seguía trabajando. Uno, si podía, no paraba de moverse mientras hablaba: no es algo que enseñen en la escuela de diplomáticos ni similar, más bien que a nadie le gustan los vagos; y menos en el zombicalipsis.

aparecieron estos nuevos amigos y nos unimos, fue un poco artificial, no llegamos a establecer lazos de verdad 

Gasera puso los ojos en blanco.

-No hombre, por nosotros no te cortes -comentó irónicamente, sin darle más importancia, para girarse de nuevo a los trabajadores- Suena a que es un sitio bastante tranquilo si podéis reservar las balas de un año a esta parte -dijo, siguiendo aquello- No suena tan mal...

"Así que este es el capataz..."

Hombre de confianza de los militares, si ese fuera el caso estaría bastante más jodido a la hora de sacar nada, al menos si empezaba a mostrarse suspicaz. Por eso cambió de tercio y decidió que tendría que ir desplegándolo más despacio, nada que no pudiese sonar como alguien interesado en el sitio pero con algunas reservas... pero en general interesado.

-Tentar tienta, no te vayas a creer. Posiblemente os tomemos la palabra en esa...

"Ya veremossss"

-...¿lleváis mucho tiempo viviendo allí? ¿Y cómo se organizan con los militares?

-Yo llevo desde la primavera más o menos, cuando García y sus hombres me rescataron en la autovía. La comunidad lleva bastante más tiempo, casi desde el Apocalipsis. -David desenrosca una tuerca y el radiador se descuelga de la pared con un sonoro golpe. -Los militares trabajan como uno más, ellos van a su ritmo y nosotros al nuestro. Digamos que en la comunidad hay tres tipos de personas, los militares, los exploradores y los trabajadores. Los militares van delante, limpiando el terreno y de vez en cuando traen alguna cosa o rescatan a alguien. Luego estamos nosotros, los exploradores, que vamos donde nos dicen los militares y recuperamos lo que podemos. Y luego están los que se quedan en la comunidad haciendo otro tipo de tareas, como limpiar, preparar la comida, etc. Intentamos que todo sea lo más normal posible. -David se ríe ante la sola idea de que algo en éste mundo pueda ser calificado de normal. -Verás... funcionamos mediante trueques. Las horas de servicios se cambian por comida, alojamiento y otras cosas, y si tienes algo también lo puedes cambiar por otra cosa que te interese más.

-Acabemos con los radiadores. Tengo ganas de dar una vuelta por el pueblo. Si la comisaria no la los frutos deseados, algo encontraremos que nos venga bien. Por cierto, es un pueblo pequeño, pero una tienda de deporte vendria estupendamente. Botas de montaña, mochilas, ropa comoda... yo creo que debieramos mirar. ¿Quien sabe si no habra protecciones para artes marciales o similares?