Partida Rol por web

Ad intra mare (Mar adentro)

PARTE V. La búsqueda de Adelaida

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22/05/2020, 22:09
Director

Era otra fría mañana de invierno. El caballero Sebastián caminaba de pie, como el resto. Pero hay que recordar que superó una pulmonía, debida al frío, en tanto que aún seguía cauto con su modo de actuar*. El invierno pronto se iría, y en vuestra mente seguía la misión que debíais cumplir: viajar hasta St. Cristòfol de Monteugues, y allí, preguntar al tabernero por la casa de Adelaida. Ella, por lo visto, tenía el líquido que podía salvar la vida a doña Bárbara, la mujer de don Alejandro de Burriac. El caso es que viajábais aún sin caballos, caminando como podíais y durante esa mañana no ocurrió nada especial (salvo tener los pies helados por la nieve). El siguiente destino natural (de paso), era Samalús.

Hacia el mediodía vísteis allá a lejos, en el mismo camino que seguíais en dirección noroeste, una carretera volcada que tapaba dicha vereda. Al acercaros un poco, observásteis que la escena se recrudecía: varios cuerpos diseminados por el suelo, y parecían muertos (de hecho había sangre mandando sus ropas y la nieve en derredor).

Notas de juego

*Sebastián: Te quedan un par de días de convalecencia.

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24/05/2020, 11:49
Damiá, el Gavinet

Al ver la sangre aun manando de las heridas, el pirata poso una de sus manos en la empuñadura de una de las dagas y con disimulo comenzó a sacar el acero. Poco a poco, con el máximo sigilo se acercó al carruaje volcado en buscando posibles huellas del posibles enemigos. ¿Animales o humanos? También cabía la posibilidad que todo fuera una trampa para atacarles, pero ellos eran simples viajeros sin pertenencias. ¿Quién querría atacarles?

 

- Tiradas (1)
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24/05/2020, 13:31
Dalmau Font de Tossa

En cualquier otro momento habría supuesto que los bandidos habían asaltado la carreta y acabado con los viajeros, pero desde que este viaje había comenzado ya no sabía qué creer.

Damiá se acercó al carruaje para comprobar los cuerpos, mientras tanto, yo aproveché para mirar a nuestro alrededor, en busca de algo que pudiera indicarnos si estábamos siendo emboscados.

- Tiradas (1)
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27/05/2020, 18:20
Director

Dalmau y Damiá se acercaron a la carreta los primeros, con la incerteza de no saber si todo esa escena era una especie de trampa. Sin embargo, cuando los dos hombres llegaron allí antes que el resto, nada ocurrió. El caballero Dalmau oteó los alrededores en busca de alguna pista o presencia extraña, pero no supo dilucidar o no encontró nada de interés. Por otro lado, Damió vió bastantes huellas en medio del camino, unas mas grandes que otras, pero todas revueltas. Ninguna de ellas se dirigía a ningun lado, ningún rastro que seguir.

Uno de las figuras que estaba entre los restos del aquel aparente asalto era un joven de cabellos rizados. Éste tosió, y tenía todo su rostro envuelto en sangre, pero seguía vivo. El resto, cadáveres todos, vestían como él, al modo de viajeros de prendas gruesas, como buhoneros o vendedores ambulantes.

Tras miraros se asustó un poco, creyendo que aún estaba en peligro, pero luego pareció recordar algo.

Ésto es para vosotros... -comenzó a decir-. "El supremo está a punto de subir a la Tierra, su heraldo es cada vez más fuerte". Era como si os transmitiera un mensaje. No... no escuché más, hablaban un l...,lenguaje extraño -el joven hablaba con dificultad, debido a sus heridas-. El Gavinet vio una gran perforación en su pecho, un corte muy profundo.

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28/05/2020, 21:11
Damiá, el Gavinet

Trato de tapar la herida para salvar la vida del muchacho mientras escuchaba el “mensaje” y memorizaba sus palabras. Venga chico, no te rindas, esto no es nada.

El extraño mensaje no le decía nada al pirata, estaría relacionado con su misión, y si era así, como sabia el muchacho que tenían que dárselo a ellos en concreto. Puede que fuera una simple coincidencia y el muchacho en la agonía de la muerte delirara. ¿Quién te ha dado ese mensaje? ¿De dónde venias, a donde ibas? De repente callo, no quería abrumar al muchacho con tanta pregunta, primera debería curar esa herida.

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31/05/2020, 22:16
Dalmau Font de Tossa

Nadie parecía estar por los alrededores. Pensé que quienes habían acabado con los viajeros se habían marchado. Más tranquilo me acerqué a Damià a tiempo de escuchar las palabras del moribundo.

¡Egurzi!. Este hombre aún vive. ¿Puedes hacer algo por él?- Le pedí a nuestro compañero de viaje.

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01/06/2020, 16:31
Director

Nosotros som... mos, comerci... antes... Ellos eran..., eran... vinieron por ahí -señaló con su mano temblorosa y sangrienta el lugar por donde habíais venido, la misma vereda entre la nieve-. Su piel negra... sin cabello en sus cab... bezas... ughh... -el tipo entonces falleció entre los brazos del Gavinet-.

Por su parte, Dalmau Font de Tossa trató de avisar al erudito Eguzki, sabedor de hierbas y curaciones varias, pero nada se podía hacer por la vida de tal desgraciado. De nuevo estábais sólos en mitad del camino.

Notas de juego

Podéis tratar de hace algo en esa escena o bien pasar directamente a Samalús, que no está lejos. Vosotros decidís. El que quiera, además, que haga una tirada de Memoria o PERx2 (lo que más tenga).

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01/06/2020, 17:57
Damiá, el Gavinet

El pirata miro los cuerpos. No podemos hacer nada por ellos, esto parece obra del diablo. Lo mejor que podemos hacer es quemar sus cuerpos, no tenemos herramientas para darles cristiana sepultura. Otra vez las bestias negras habían hecho de las suyas ¿Qué buscaban aquellos seres que jalonaban su camino? ¿Buscaban acaso lo mismo que ellos?

Antes de obtener la respuesta de sus compañeros sobre quemar o no quemar los cadáveres, el pirata comenzó a rebuscar entre los enseres de los muertos en busca de algo útil para el viaje. Los comerciantes ya estaban muertos y sus mercancías se iban a echar a perder, seguramente no les importaría que alguien diera utilidad a sus objetos. Además, el pirata tenia pocos escrúpulos en su vida había tenido que saquear muchos cadáveres.

- Tiradas (1)
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01/06/2020, 21:59
Eguzki el Calvo

   Otra vez en el camino, voy mirando a los lados a ver si veo algunas hierbas para hacer un emplaste para estos frios pies nuestros no se congelen, cuando he ahí que hay carreta volcada, y cuerpos, y sangre.

   Me quedo algo entumecido con la visión y no es hasta que Dalmau me llama que no reacciono. Llego donde el superviviente, pero parece que lo único que puedo hacer es tratar sus heridas para hacer menos dolorosos sus últimos momentos.

   Ante las palabras de Damiá, señalo la carreta.

   - Qui... quizas haya una pala o algo dentro. - tirito un poco, - no sé si con tanta nieve se podrá hacer una pira, excepto metiendo los cuerpos en la carreta y prendiendo fuego a la carreta en sí. -

   Luego enrojezco y digo con voz baja.

   - No se lo tomen a mal los señores, pero estos pobres ya no necesitan nada y andamos escasos comida y pertrechos desde que perdimos nuestras monturas y carro en esa fatídica posada. -

   - Quizá... quizá... podriamos mirar en la carreta antes de depositar los cuerpos y preparar los ritos funerarios. -

- Tiradas (2)
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02/06/2020, 13:02
Dalmau Font de Tossa

Aquel hombre había muerto definitivamente. Tal vez no fuesen más que unos simples comerciantes que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado y lo habían pagado con sus vidas, pero quería estar seguro, así que comencé a rebuscar entre los restos del carreta, aunque advertí a Egurzi que ya deseaba quedarse con sus pertenencias.- Aún en momentos de debilidad como estos, no desearía convertirme en una vulgar ave de rapiña.

- Tiradas (1)
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05/06/2020, 11:28
Director

Dado que no pudísteis hacer nada por el último malogrado buhonero, que Damiá el Gavinet examinó los cuerpos, mientras que Eguzki y el caballero Dalmau fueron a revisar la carreta. El primero encontró en los bolsillos de cada uno de ellos sus bolsitas de dineros correspondientes. Tras recomponer todas las que pudo, tenía ahora en supoder doce maravedíes. También encontró dos cuchillos de labor que bien podrían ser usados para otros menesteres*.

Por su parte, Eguzki y Dalmau encontraron entre los restos bastantes objetos cotidianos, pero muchos estaban aplastados o rotos: vasijas inservibles, cazos quebrados o telas mal avenidas ahora... Lo único que pudieron salvar fue un rollo de cuerda (unas diez varas) y algo de provisiones de comida (cecina, quesos y algo de pan duro).** Eguzki, finalmente, desistió de la idea de buscar hierbas, pues todo lo que había en su alrededor era nieve, nieve, y más nieve, y todo el terreno estaba copado (nunca mejor dicho) de este manto blanco y frío.

Notas de juego

*: apúntate el dinero y los cuchillos.
**: apuntáos la cuerda (o Eguzki o Dalmau). La comida no hace falta.

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05/06/2020, 11:28
Director

El caso es que, tras apilar los cuerpos sobre la carreta y aprovechar la madera de ésta como palos para prender una hoguera, dísteis futuro cierto a la carne yaciente, que no era menester el quedarla allí tirada para las aves de rapiña y los buitres. Y seguísteis vuestro camino hacia Samalús, que era el destino próximo (que no el último).

* * *
Pronto os encontrásteis inmersos en el centro de un valle entre dos montañas de mediano tamaño. Cruzásteis el valle sin problema alguno. Cada vez el caballero de la Torre Quebrada estaba mejor*. Al amanecer del día siguiente, tras haber dormitado bajo unas rocas, echásteis a andar de nuevo y vísteis en ese valle, no muy lejos una población: Samalús. 

Fuísteis allí y comprobásteis que era bastante grande: unas veinticinco casas, un granero y una iglesia. Numerosas tierras de cultivo se agolpaban en derredor del pueblo, y las gentes, nada más aparecer por allí, miraba la extraña comitiva que formábais. Pronto encontrásteis una posada sin nombre. Había gente, unos cuatro vecinos de aspecto campesino, hablando delante de la misma. Parecían algo extrañados y confusos.

Notas de juego

* Se acabaron los malus por Pulmonía. Estás curado.

Pues habéis llegado a Samalús. Podéis mirar el mapa de la escena de "Resumen" para ubicaros.

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06/06/2020, 12:26
Damiá, el Gavinet

El pirata se apresura en pedir una taza de caldo caliente para entrar en calor. Luego pregunto al posadero por el precio de los alojamientos y la comida. Estaba entusiasmado con poder dormir un día bajo techo en una habitación caldeada.

Buen señor, nos dirigimos hacia St. Cristòfol de Monteugues ¿Qué tal es el camino hacia aquellos lares? ¿Algún problema con los lobos o salteadores? Hace dos días, en el paso de montaña encontramos los restos de un carreta de comerciantes que había sido asaltada.

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06/06/2020, 20:18
Sebastián de la Torre Quebrada

Aquella leve sensación de ahogo al realizar un ligero esfuerzo parecía haberse aferrado a él para no dejarle ir jamás  y sin embargo, con el paso de unos días más, al fin había amanecido sintiéndose completo, como si al fin la enfermedad le hubiese abandonado definitivamente,  y Sebastián sonrió para sus adentros, creyendo ser de nuevo el mozo robusto de antes. Sin embargo no quería confiarse, pues sabía que los males de salud eran traicioneros y podían volver si uno no era cauto, y precisamente por esta razón y porque un buen creyente jamás lo haría, no hizo muestra de alborozo con sus compañeros por volver a verse fuerte y en todo su esplendor.

Atrás habían dejado la carreta, el pobre hombre que había vivido lo justo para ejercer de mensajero, las llamas de la improvisada pira y los caballos o mulas que tal vez tirasen de aquella carreta pero no logro encontrar. Llegado habían al pueblo de Samalús, y se alegró de verlo entero y con sus gentes vivas, pues secretamente había temido lo peor.

Entraron a la taberna y agradeció sentir como poco a poco se le templaba el cuerpo. Creyó que la mirada extrañada de los aldeanos se debía a que no solían recibir forasteros y que hacía tiempo que no llegaba ninguno.

Buena señal. Pensó. 

-Buenos días nos de Dios- saludó a los campesinos mientras trataba de discernir si hubiese algo extraño o expresión que pudiese confirmarle que el maligno no les había visitado en modo alguno.

- Tiradas (1)
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09/06/2020, 18:52
Director

A la par de Dios -saludó al grupo, en especial al caballero de la Torre Quebrada, quien también había saludado-.

San Cristofol... -dijo uno de los vecinos, respondiendo a Damiá, mirando a un lado y a otro del pueblo, tratando de pensar rápido-: por allí, señor -le dijo al pirata señalando dirección noreste, entre dos casas bajas- no es que haya muchos problemas. Entonces todos los presentes escucharon las nuevas sobre la carreta asaltada, quedándose callados.

Inaudito -añadió otro-, preguntan vos por salteadores, y nosotros andamos también preocupados por la iglesia -el edificio religioso estaba a vuestra espalda-. Hace dos días que no se abre... ¿dónde estará don Florencio?

Bueno... -interrumpió otro de los vecinos-, e incluso se han escuchado ruidos en el suyo interior. Tal vez sean esos merodeadores por los que pregunta... -lo cierto es que los vecinos comenzaban a relacionar una simple pregunta del Gavinet con unos hechos sobre su localidad-.

Notas de juego

No notas nada raro, Sebastián.

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10/06/2020, 00:35
Sebastián de la Torre Quebrada

Y ahí estaba, problemas de nuevo. Aquel oscuro ser, aquel heraldo al que se había referido el hombre de la carreta. Al de la Torre ya no le venían a la cabeza en primer lugar ni bandidos, ni que el cura hubiese podido enfermar, si no las malignas criaturas que se empeñaban en ir siempre un paso por delante de ellos en aquella misión.  Trató de no borrar demasiado el semblante afable de su rostro, a pesar de que su preocupación aumentaba. 

Lanzó el caballero una mirada de soslayo a su mano, aquella en la que portaba el anillo, medio oculta por las ropas de abrigo. Tal vez hallase en el una sutil respuesta, y de estar brillando lo ocultaría por completo de la vista de aquellos hombres sencillos. Así mismo también llevaba el cayado, que le había resultado de gran ayuda para caminar en su debilidad, aunque hubiese preferido sacar otro provecho del bastón. 

Todo se andará

Se quiso convencer.

-¿Ruidos? ¿Et que tipo de ruidos son esos? ¿No habrá caído enfermo el sacerdote? Nuestro compañero es un dotado sanador- Dijo presentando con un gesto a Eguzki, esperando a que aquellas buenas gentes les diesen más detalles sin asustarles hablando del maligno.

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10/06/2020, 19:16
Damiá, el Gavinet

El pirata suspiro. ¿Una iglesia encantada, tendría algo que ver con aquellas criaturas negras? Solo había una manera de averiguarlo y era acercase a la iglesia para ver que estaba pasando. ¿Y dice que no se puede entrar en la iglesia? Pregunto con incredulidad. ¿Ha pasado algo raro últimamente en la aldea o en las cercanías?

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11/06/2020, 12:25
Dalmau Font de Tossa

Por fin un pueblo en el que la tranquilidad se respiraba y no había rastro del maligno, al menos eso pensaba hasta que escuché a unos hombres hablar de que el párroco había desaparecido y que la iglesia no se abría en un par de días.

Lo más probables es que lo del Don Florencio no sea nada, pero si nos cuentan todo lo que sepan podremos ayudar a localizarlo.- Les dije a los habitantes reunidos una vez contestaron a Damià y Sebastián.

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11/06/2020, 12:53
Eguzki el Calvo

.

   Tras la pira funeraria improvisada y recoger la comida y un rollo de cuerda que me eché al hombro, seguimos caminando hasta llegar a la siguiente población, Samalús.

   Todos se encaminaron hacia la fonda, como se nota que los señores eran gentes con posibles, pienso para mí, mientras hago recuento mental de la muy mermada bolsa mía. Damiá y Don Sebastián toman la voz cantante y espero discretamente en segundo plano, que no es propio de gente bajuna hablar cuando los señores hablan.

   Cuando el caballero comenta y me nombra, enrojezco.

   - Kaixo... er.. , - muevo el pie inquieto, - como bien dice el muy noble Don Sebastian, el buen dios me ha dado mano para tratar huesos rotos, destrozos de cuerpo, sacar muelas, tratar el mal de la enfermedad. -

   Después de tanta palabra junta me quedo en silencio.

.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Kaixo = hola.

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11/06/2020, 13:21
Director

Ruidos señor, nosé -respondió a Sebastián uno de los vecinos-. Como si alguien se colara ahí o algo. ¿Un dotado sanador? -entonces los pocos vecinos delante de la posada miraron a Eguzki con cierta admiración-.

Pues está cerrada -dijo otro, mirando a Damiá, y también al caballero Dalmau, respondiéndole también a él-. De raro raro... lo que le cuento. Que el cura Florencio no ha aparecido por aquí.

El último en hablar fue Eguzki, pues Caitán permanecía en silencio aguardando. El entendido en hierbas no notó nada raro en aquellas gentes (y menos después de haber vivido tan increíbles aventuras y presenciado visiones inauditas). Entonces las gentes se fueron dispersando a sus hogares,pues debían ser cerca de las dos de la tarde.

Notas de juego

Opciones:
-seguir vuestro camino a St. Cristofol
-descansar/comer en la posada
-visitar la iglesia
-hablar con vecinos
-Otras opciones que propongáis ;)