Partida Rol por web

-¿Que tienen que ver los crios esos? -Preguntó extrañada la periodista- ¿Que has encontrado, Mike?

Ian se sorprendió al ser llamado. Se acercó de inmediato a observar cuando notó en efecto las huellas.

-Claro. Ahora que lo dices, este parece un buen lugar para hacer skateboard. Déjame ver...- Al decir esto, Ian comenzó a revisar su cámara digital, analizando las fotos. -No, no parece que ninguno de los chicos sea oriental.

Mike, miras de cerca las huellas. No te es posible detallar que tipo de zapato es, sólo que por el tamaño no es pie de hombre y no son botas.

-Son de mujer o de algún crío, probablemente asiatico o alguien como tú - Comentó encogiendose de hombros y dando un par de pasos largos hacia la pileta, iluminandola adentro, mostrando las huellas de skate que cubrían casi todo.

-Que información te dieron los niñatos de la hamburguesería? - Quería pensar que al menos le había preguntado algo al respecto de esto.

-Temo decir que no tengo nada. Estaba concentrado en otros asuntos.-
Responde un tanto nervioso.

-¿Que te hace pensar que los crios esos tienen algo que ver? A mi me parecían unos niñatos como otros cualquiera-dijo Nathalie extrañada mientras apuntaba lo que Mike decía en su libreta.

Se encendió un cigarrillo, dandole un par de pitadas largas antes de señalar por segunda vez la pileta vacía, y levantar tres dedos frente a sí.

-Me lo dicen tres cosas: Las huellas de patinetas, la bolsa de papel metida debajo de las botellas, y el hecho de que la hamburguesería esta lo suficientemente cerca de aquí - Contestó bajando un dedo con cada pista. - Los niñatos tenían patinetas consigo, no se me ocurren muchos lugares mejores para patinar y tomar alcohol a escondidas de sus padres que una pileta vacía en una casa abandonada-

-La bolsa de papel la usan para que la policía no vean que llevan dentro, y los detenga, después de que tan duramente trabajaron para que algún mayor lo comprara por ellos - Se volvió hacía Ian frunciendo el ceño, ese chico estaba más sucio que el pañal de un bebé en la mañana. -Ahora, quieres explicar que hacías con esos chicos, chico bonito?

Al ser observado por aquél hombre al que conocían como "el cabrón", Ian no pudo evitar sentir cierto enfoque acusatorio por su mirada; que le llevó a plantearse cómo explicar lo que había sucedido, o mejor dicho, lo que no había sucedido.

-Mike... Cómo te explico. Si bien me preocupé por tomar una foto de los chicos y escuchar sus conversaciones por mera curiosidad de que hablasen de nuestro caso, no hice nada con ellos. No interactué con ellos. No obtuve nada de información y me ocupé en otras cosas, como por ejemplo, ir al baño que es lo que había ido a hacer en un principio.- Respondería con cierta convicción. Realmente no sabía nada ni se había preocupado por indagar en el asunto. Después de todo, el no era la cabeza deductiva del equipo. Él solo se dedicaba a sacar fotos de todo aquello que pescara su curiosidad.

-Tranquilo Mike, a Ian le van las chicas. No creo que se dejase influenciar por unos crios. Pero ya que lo mencionas-dijo la chica divertida- podríamos ir a hablar con los crios, si nos damos prisa seguirán en la hamburguesería y podrías interrogarles. No estará mal ver como trabaja un detective de primera mano.

-Muchacho, tengo que decidir entre si eres idiota o estás sucio - Dió una larga pitada dejando pasar los segundos mientras lo consideraba con tranquilidad -No te va a gustar que descubra que eres lo segundo

Que alguien jugara solo le daba exactamente igual, todos lo hacían, que alguien lo tomara por idiota... también. Sonrió con la idea de la periodista, y  apreto el cigarrillo entre los dientes, negando con la cabeza. - Detectives son los polis, cariño, yo soy Mike -Le guiño un ojo y se volvió para salir de ese lugar - Algo mucho mejor

Confundido por como se habían dado las cosas, Ian comenzó a mirar hacia el costado, sujeta su cámara para tomar fotografía de la piscina y otra de las botellas, pues podría ser de utilidad, y comenta.

-Entonces... ¿Iremos a hablar con los críos o iremos a ver el cuerpo?- Pregunta un tanto curioso. Tenía muchas ganas de tomar una foto a la Gata sin su antifaz.

Tan fácil como entraron pudieron salir, unos pocos transeúntes curiosos los miraron aunque luego siguieron su camino. En Las Vegas el escándalo es pan de cada día, y la novedad que una vez les había traído la serie de detectives que investigaban y resolvían los asesinatos de la ciudad del pecado había ya pasado de moda por lo exagerado y poco creíble de sus tramas.

Hicieron el recorrido de vuelta hasta el local Burger Prince, justo en el momento que veían salir al grupo de chicos con patinetas a través de las puertas de cristal. Ellos no los han notado a ustedes, y parece que la atención de la mayoría de ellos está en uno de los más pequeños de sus compañeros, quien de alguna forma se ve que disimula el sentirse halagado de ser el centro de atención de esa noche.

Nathalie se desabrochó un botón de la camisa y se acercó al grupo de chicos lentamente, observandolos con curiosidad. Tenían la edad suficiente como para fijarse en esas cosas, pero no la necesaria como para ser muy espabilados, sería fácil manipularlos. Se acercó al que parecía que atraía la atención de los demás y se agachó un poco dejando ver su generoso canalillo.

-Hola chicos, me llamo Nathalie. Supongo que sabreis lo de la Gata ¿no?. Soy periodista y estoy buscando a alguien que pueda contarme lo que sepa de lo ocurrido y poder sacarlo en mi periodico. ¿Alguno de vosotros vio algo?-les preguntó con una voz seductora a proposito.

Mike se quedo detrás dejando a la periodista manejar las cosas a su antojo, pero si presto atención a los zapatos de los niños. Alguno de ellos podía ser el dueño de las huellas. Discretamente le hizo una seña a Winona para que se alejara por la calle, pasando por detrás del auto estacionado para cerca a los niños.

La reacción de sobresalto de los chicos, que evidentemente estaban más que nerviosos, cambió a una embobada mirada que no precisamente iba al rostro de la periodista. Alguno que otro sí pareció fijarse en Mike e Ian, apartados un poco más atrás.

-¿Estás haciendo una nota sobre la Gata, de verdad?- Dijo uno.

-¡Shhh! Callate, Yordi. ¿No ves que puede ser de la bofia?-

-Tío, ¡mírala! ¿En serio que una tía así sería de la bofia?- Aún cuando los chicos intentaban hablar entre ellos, Nathalie podía escucharlos sin problemas. Todos, luego de volver a mirarla de arriba a abajo, deteniéndose en el sugerente escote unos segundos de más, al parecer quedaron de acuerdo en que no se trataba de pasma. El chico más joven, que Mike podría calcular a ojo que podía ser el dueño de las pisadas, pareció envalentonarse. -Oiga, ¿y va a poner mi nombre en el artículo? Digo, si es que supiera algo...- Preguntó.

Nath sonrió y se agachó hasta estar a la altura de los chicos. -Soy periodista, ni siquiera me caen muy bien los polis. Pero la gata si me caía bien-les dijo-. Si me decis algo interesante que pueda poner en el periódico pondré vuestros nombres, como los informadores que habeis sido. A menos que querais que lo ponga de manera anónima...-les dejo aquella opción por si alguno le preocupaba que sus padres lo descubriesen. Se dio cuenta de que los crios no le quitaban ojo a su escote y lo exageró aún más. Siempre era divertido poner nerviosos a los jóvenes.

Entre tanta conversación, Ian enciende disimuladamente el grabador de su teléfono móvil, intentando guardar cada detalle de conversación para después poder analizarlo. Ciertamente, Nath le había entrenado bien... En algunas cosas.

Decidió nuevamente no intervenir y, en cambio, esperar con su recurrente cara de dandy hasta el final de ese asunto.