Partida Rol por web

Barcelona Nocturno

Capítulo 1.3: El Corazón del Rey Blanco

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13/04/2018, 15:48
Javier Montoya

Tan pronto como abandonáis la Sala, Montoya libera tu mano y transforma el semblante de modo que la lujuriosa mueca se torna profundo pesar, un tenso estado de concentración en el que es obvio, por el ceño fruncido y los gestos contenidos, que busca respuesta a lo que pasa.

Te guía, con urgente taconeo, hasta un despacho situado algunos pasillos más allá de la Sala original. A pesar de tratarse de un espacio reducido resulta evidente que está decorado al estilo de su tomador, abarrotadas las paredes de cuadros y tapices que lo alejan de su cometido meramente funcional para aproximarlo a una suerte de íntimo Refugio en el que Montoya parece recuperar el aplomo perdido.

Se derrumba en una ostentosa butaca de cuero teñido de una mezcolanza que oscila entre el marrón y el granate y hace un gesto para que hagas lo propio en una de las dos sillas que hay en el lado opuesto de la mesa que ocupa.

El Regente se pierde en el infinito, extraviado navegante en aguas desconocidas. Se frota el mentón gravemente e incluso lleva los dedos al puente de la nariz, sumido en doloroso diálogo interno.

Pi-Sunyer - determina conteniendo un puñetazo a la mesa que termina con la palma de su mano sobre la noble madera de nogal - a saber qué trama ese viejo Lobo - cavila de vuelta a la realidad en la que te obsequia con media sonrisa -. Ya ves cual es la vida del Monarca: Siempre pendiente de las traiciones que se cuecen en los confines de su Reinado - un brillo en su mirada indica que esa es una situación de la que goza -. Juegas al ajedrez? - señala un tablero de preciosas piezas de marfil tallado que se encuentra en un rincón de la estancia -. Deberías, es sumamente instructivo - un movimiento de su mano hace que el Rey blanco se levante de la cuadrícula en la que reposaba y flote en el aire hasta su mano, dejándolo en la mesa frente a ti -. Ves? Este es el Rey: Todos quieren acabar con él, está a la vista de todo el mundo y por lo tanto su capacidad de movimientos queda seriamente limitada. Precisa de sus leales secuaces para mantener la Paz en su reinado - otro movimiento hace levitar a la Reina blanca a la que instala justo al lado de la otra pieza -. Y esta es la Reina: La más fiel y obediente de sus Vasallos, la espía capaz de moverse entre las filas enemigas sin ser detectada, sin que nadie se percate de lo que está haciendo - te sonríe afectuosamente, destilando una seriedad y trascendencia que hasta ahora solo habías llegado a intuir -. Necesito que una Reina eficaz escrute lo que ocurre en mi lugar. En este reino todo el mundo tiene demasiadas pretensiones - explica -. Te ves capacitada para tamaña misión??? - aborda sin mayores preámbulos ni florituras, enfrentando tu mirada y hurgando en la misma hasta que punto estás dispuesta a obedecer.

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15/04/2018, 00:36
Marina
Sólo para el director

Me avergüenza pensar que me gusta la oportunidad de observarle de cerca. Me exalta el riesgo que ello supone y aun así éste no vibra en mi sangre, como si viera un leon en una reserva.

Puedo incluso ver a mi abuelo en la curva de sus hombros cargados con el peso del mundo y guardo silencio a su lado deseando encontrar una pausa en la que callar también a los tacones. Soy espectadora de un banco de emociones contenidas y la profundidad de su expresión es tal que mi índice roza el pulgar buscando el suave y blando tacto del carboncillo con el que trazaría ese perfil sobre papel en vez del aire por el que bailan ocultos esos dedos abrazos.

Al llegar a la sala, paseo los ojos por sus límites y no puedo evitar una cierta lastima por esas paredes tan vestidas. Casi parecen tan muertas como yo. Pero la compostura de Montoya crece con ellas, como había hecho con sus dos tronos de lo que intuyo que el lujo no es para él una mera muestra de ostentodidad, sino un apoyo a su fuerza. La cabellera de Sansón.

Caigo en la silla que me ofrece con su golpe. No temo por mí pero temo y la fuerza se escapa de mis rodillas. Y por encima del temor siento curiosidad, nostalgia y compasión.

Con su seña mis ojos caen sobre el tablero de pequeñas esculturas y al ver al rey volar, mis manos hacen tímida cuna que se prepara para ser red de seguridad si llegase a caer. Ni siquiera me alerta el hecho de que la pieza vuele hasta él hasta que ésta está a salvo en su mano; es entonces cuando la sorpresa empieza a bajar a mis tripas para estrangularlas.

¡Ni que fuera Matilde!

Cuando repite el truco recojo mis dedos para no parecer una cateta flipando con el truco del pulgar que se separa de la mano pero esa intención de no sorprenderme no me prepara para lo que viene después.

Me chirría en la buena voluntad el palabro "reina". No me gusta, ni me invita a sentirme cómoda en nada que vaya a acompañar ese discurso que sé orden aunque saboreo como opción.

Creo que se ha notado que os agrado —me corté un poco al decírselo—. Nadie va a... —callé al caer mis ojos en la pieza de la reina. Tenía opciones como ella múltiples direcciones de movimiento.

Asentí.

Puedo —respondí sucinta con el recuerdo de mi misión de espionaje en el cuelgue de Tina para saber si tenía posibilidad, si era gay y si estaba soltera—. Pero ¿de quién hablamos? ¿todos?

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16/04/2018, 15:53
Javier Montoya

Montoya sonríe ante tus lógicas dudas, por la observación acerca del notorio favoritismo del que eres objeto; como si incluso eso fuera algo planeado, meticulosamente elaborado.

No me malinterpretes o te acojas a la literalidad de mis palabras - apunta -. No es una causa general, para nada, sino la necesidad de contar con alguien que realmente me sea leal. Confianza ciega? En absoluto pero no podemos obviar que te debes a la memoria de tu abuelo y que, además, tu condición de recién llegada se asocia con la práctica ausencia de grandes pretensiones de Poder, ya te llegará la hora para eso - anticipa.

Hablamos de tareas quirúrgicas para las que necesito a alguien que, como tu, no genere rechazo o desconfianza ya en el primer momento - explica -. Has visto a Sergi? - refiere al incisivo detective del interrogatorio -. Si lo mando a él mis objetivos huirán despavoridos a la primera de sus preguntas. No porque no sepa hacerlas, es un profesional en resolver enigmas, precisamente es ese el motivo que lo incapacita en tareas en que es preferible la candidez a la mordacidad - sigue.

Hablamos, en definitiva de Alicia de Avellaneda - por fin aborda el tema, la cuestión, y ello se refleja en la renovada gravedad de su mirada y la rígida posición que adopta en su butaca -. Sin duda la recordarás: Se trata de la rubia voluptuosa que ha sido la primera en correr hacia el ghoul del fallecido cuando este ha entrado en escena - imposible que pasara desapercibida -. El Clan Tremere, como cualquier otro, no está carente de fisuras. Alicia es un Vástago notable, lleno de grandes y poderosas facultades - describe -. Siempre ha luchado por la consecución de la Paz en Barcelona de modo que si Pi-Sunyer ha hecho algo que la comprometa, bien tratada, adecuadamente dorada la píldora, puede ser que sea la primera interesada en revelar ciertos detalles que por ahora nos son desconocidos - concluye.

Notas de juego

Puedes prescindir del Solo al Director, esta escena es exclusivamente tuya.

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19/04/2018, 08:34
Marina

Su sonrisa en mis palabras hace cosquillas a la molestia por parecerme condescendiente pero, visto lo que nos han obligado a ver, prefiero la condescendencia a la autoridad.

Me hace gracia que precisamente él hable conmigo de lealtad. Él que representa todo aquello que me ha obligado a traicionar a Tina; como me hace gracia que yo asienta escuetamente en ese momento. Yo que ni siquiera he mantenido una lealtad acordada con mi sire, justamente por Tina.

Pero supongo que esto es la política y quiero pensar, también, que esto es el recuerdo de mi abuelo. ¿Cómo diablos lo hizo? No estoy segura de si llegué a conocerlo realmente pero sé o me consuelo en pensar que conocí la persona que él quería que conociera y que ahora puedo seguir conociéndolo, y éste, sí es un buen regalo.

Casi a regañadientes por tener que dejar a mi abuelo, mis oídos escuchan y se asombran con esa mujer. Cuando la vi antes la juzgué por el tópico de las rubias de cuerpo de infarto pero tal como la describe el monarca estos deseando pegarme a ella, incluso unirme a su cabeza como Voldemort en esa primera entrega.

De acuerdo —sonrío animada—. ¿Dónde la encuentro?

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19/04/2018, 15:27
Javier Montoya

Montoya sonríe complacido ante tu buena predisposición.

Resultaría obviamente contraproducente tratar de hablar con ella en la Capilla de la Sagrada Familia - el Regente se incorpora, da algunos pasos vacilantes por la Sala hasta pararse frente a un tapiz en el que queda ubicado de perfil a ti -. Alicia dispone de su propio negocio - revela -. Una pequeña tetería en el barrio de Sants que mima con sumo cuidado y esmero, como si de un hijo se tratara - sigue -. La tetería se encuentra en la calle Riego, justo al lado de la plaça Osca - precisa -. Si no me equivoco, ella suele estar allí a primera hora de la noche, cuadrando cierres de caja y dedicada a su obsesiva afición por esa hierba - no hay desdén en la descripción, más bien parece el tono socarrón de un padre que tolera las excéntricas aficiones de una de sus hijas.

Ve, habla con ella y trata de averiguar lo que sepa que Pi-Sunyer trama - requiere -. Cuanto podamos averiguar de los Tremere ahora mismo será de vital importancia - concluye.

Sin mucho más que añadir, Montoya da por concluida la reunión, despidiéndose de ti educada y afectuosamente y reclamando de sus esbirros que te gestionen un taxi que, al salir del edificio que resulta tratarse del mismísimo Palau de la Generalitat, ya tienes listo para trasladarte.

Cuando sales ya son pasadas las siete de la mañana, pronto amanecerá así que lo más prudente es ir a tu refugio y descansar hasta mañana.