Partida Rol por web

Michelle se debatía entre consolar a Keelin o llorar ella misma y refugiarse en sus brazos- No sé cómo podemos salir de aquí, Keelin- suspiró, entre hipidos- Jo, si lloras tú también me pongo triste... Y ya esto es suficiéntemente malo. Vamos a dejar de llorar- dijo, restregándose los ojos de muñeca- Al menos aquí no nos estropeamos el maquillaje. Que quitarse los churretes de rimmel es un engorro. Y yo uso pestañas postizas. 

Respiró hondo, intentando tranquilizarse- Bien, vamos a ver... ¿Qué podemos hacer ahora para intentar arreglar las cosas? Uno no puede dejarse llevar por la ansiedad y la angustia. Lo leí en un libro de autoayuda, ¿sabes?

Al escuchar las palabras de Michelle, la muñeca de Keelin empezó a reír y llorar al mismo tiempo. Cuando se recuperó, se incorporó un poco, todavía pasando el brazo por encima del hombro de Michelle, y se secó el rostro con la otra mano. - Tienes razón. No sirve de nada seguir llorando... Yo no he leído libros de autoayuda, pero mi madre siempre dice que lo mejor es mirar hacia delante. Vamos a tratar de pensar con la cabeza... - Sorbió por la nariz y suspiró, dándole vueltas a todo antes de hablar de nuevo.

- Bueno, lo primero que tendríamos que decidir es si nos creemos lo que dice el señor Seung... Lo de que los que han matado a esa gente por la noche son algunos de los visitantes. Y luego intentar averiguar quiénes. Porque a esos no me importaría votarlos ni un poco, se lo merecen después de haberle hecho eso a esa pobre gente. - Poco a poco la voz de Keelin se iba recuperando y cada vez hablaba con más normalidad a pesar de sonar tomada por las lágrimas. - ¿Crees que deberíamos sospechar de los que han votado a Reuel? Al fin y al cabo ese chico acababa de resucitar, y lo mataron por la noche... ¿Qué motivos podía haber para votarlo a él? Y oye, Michelle... ¿Crees que esta noche volverán a matar a gente?

- Quien sea que haya hecho esto sigue por ahí. No hemos podido llamar a la policía ni nada, así que supongo que nada impide que volvamos a encontrarnos muñecas rotas y gente muerta...-sintió escalofríos, aunque su piel sintética no manifestase ninguna reacción- Los que han votado a Reuel... No lo sé, Keelin, quizá sólo estaban asustados, o puede que sí, que quisieran rematar a Reuel. Pero... ¿Qué de especial tendría ese chico en todo esto? Lo único que hacía era reirse como un loco y decir tonterías... ¿Es que sabía algo o qué?

- No lo sé. Quizá tenían miedo de que hubiera visto algo... Pero fue raro que lo votasen justo después de volver a la vida. Si es que realmente estuvo muerto. - La muñeca posó una mano en su frente, frotándola con preocupación mientras con la otra acariciaba los cabellos de Michelle. - Tú no debes tener miedo esta noche. - Dijo en un susurro. - Quédate a mi lado y no te pasará nada.

Un quedo suspiro salió de sus labios mientras le daba vueltas a la cabeza. - Antes hablaste de Esther... A mí tampoco me gusta esa mujer. Su forma de intentar controlarlo todo, como una maniática... Y es definitivamente raro cómo se ha juntado con el hombre árabe. Al principio le echaba todo el rato miradas desconfiadas, pero ahora no se separa de él ni con una espátula. Y tampoco me gusta el chico ese... Andy. Ni Nathaniel.

Dejó caer el brazo sobre el sofá. - No sé si eso sería motivo suficiente para votar a cualquiera de ellos... Pero no creo que podamos repetir mañana lo de hoy. Ese hombre tomará medidas para que no dejemos de votar. Y no quiero votar a ningún inocente, Michelle...

- ¿Crees que lo que dice Louis es cierto?- preguntó, confusa- A lo mejor no se murió la primera vez... A lo mejor era malo... ¿Y si quería fingir para que creyéramos que él no tenía la culpa de nada? - resopló- Ay, no sé... A mí esto de pensar mucho me cansa. 

- Ya te dije que a mí esa mujer no me gusta. Pero estoy como tú. No sé qué hacer y tampoco quiero que me pase nada- miró a Keelin, sonrojada- De cualquier forma, tú me caes bien. Y eres la única con la que puedo hablar aquí, así que, pase lo que pase, no votaré por ti, Keelin.- deslizó su mano por el sofá, rozando la de su compañera de pesadilla- ¿Amigas?

Los labios rígidos de la muñeca se estiraron levemente esbozando una pequeña sonrisa mientras alargaba la mano para coger la de la muñeca rubia. - Amigas. Por ahora eres la única de la que me fío aquí dentro. 

Guardó silencio algunos segundos antes de hablar de nuevo, colocándose el pelo. - No sé si Reuel puede haber sido uno de ellos... Pero es raro que Louis diga que lo votaron para silenciarlo cuando él mismo también lo votó, ¿no? No sé qué pensar, Michelle. 

- No sé... Como Louis ha sido simpático con nosotras...-dijo, desanimada- Pero tienes razón, es algo extraño. De cualquier manera, me da más mala espina la mujer amargada esa, o Nathaniel. Y Andy... ¿Por qué no te gusta Andy?

- A mí me da mal rollo Charles. Puede que lo poseyese el chino loco, pero... No sé... Mató a Reuel. Y no estamos del todo seguros de que haya sido "sin querer", ¿sabes? Y luego está ese tipo que se parece a Austin Powers... ¿Efraín?- miró a su compañera, dudosa- Que parecía muy normal y todo cuando supuéstamente la dueña del hotel se estaba muriendo. ¿No te pareció extraña su forma de preguntarle cosas al chino loco así a saco? 

- A mí también me agradaba Louis pero... Está un poco raro desde anoche, ¿no te parece? Lleva todo el día como ausente y negando lo que tenía delante de los ojos. Y ahora se pone histérico... No sé, se está portando de forma un poco extraña. Incluso... - La voz de Keelin bajó su volumen entonces. - He llegado a pensar que quizá fue él quien nos encerró aquí, ¿sabes? Dijo que le gustaba jugar con muñecas... Y que nos mostraría sus aficiones... Y justo después aparecimos aquí, justo las dos. Las únicas dos a las que se había acercado. Es raro, ¿no? Aunque... Si nos ponemos paranoicas, también podría ser que fuese otra persona que quisiera que pensáramos justo eso. Tal vez Nathaniel, te miraba con cara de pervertido, no me sorprendería eso tampoco.

Keelin se dio cuenta de que estaba hablando mucho de nuevo e hizo una pequeña pausa para tomar aire. - Andy... No sé, me pareció que en cuanto encontramos a la gente muerta él trató enseguida de eliminar sospechas sobre él, cuando todavía nadie sospechaba de nadie. Me dio mal rollo que hiciera algo así. Además parece estar un poco loco. Y atacó a Reuel sólo por resucitar. No sé, no me gusta ese tipo. Charles tampoco y tienes razón con lo de Efraín, a mí tampoco me pareció muy normal que avasallara así al chino loco. - La muñeca se detuvo de nuevo y negó suavemente con la cabeza. - Oh, es que tantos podrían ser sospechosos si empezamos a fijarnos bien... En cualquier caso, si mañana las cosas siguen igual y nos obligan a votar creo que lo haré por Esther... o por Nathaniel o Andy. Uno de los tres.

La flauta sonaba en la mitad de la noche, aquella flauta que recordaban bien y dos muñecas aparecían en el lugar. Cabello castaño, mirada inocente, aparencia más joven. Igual de exacta la réplica que la suya, Alicia llega a ese lugar pero no llega sola.

Cabello rojo, piel blanca y mirada fuerte. Sara se había unido a ustedes en esa habitación. La joven de Escocia era una muñeca. Ambas se miran pero ninguna parece entender perfectamente la situación en la que se encuentran.

Se encuentran tan desorientadas como ustedes al llegar y tienen las mismas características de su diseño. Completamente perfectas.

La muñeca pelirroja se había quedado dormida en el pequeño y delicado sofá junto a la muñeca con la apariencia de Michelle. Fue de nuevo ese sonido lo que la despertó. La melodía de la flauta en mitad de la noche. Abrió sus ojos y contempló con sorpresa que había nuevas muñecas en la casita. 

Sus labios fríos y rígidos, pero perfectamente delineados en la porcelana de su rostro, se abrieron levemente y de ellos salió la voz reconocible de Keelin, marcada por la preocupación. - Hola. A vosotras también os han convertido en muñecas... - Era algo evidente, pero la joven necesitaba decirlo. - ¿Sabéis qué significa este lugar? - Keelin se daba cuenta de que probablemente se sentirían tan confusas y doloridas como ellas el día anterior así que se levantó, con la rigidez a que la obligaban sus articulaciones de muñeca y ofreció su sitio en el sofá a las recién llegadas. Mientras tanto se empezó a colocar el cabello con los dedos, moviendo toda la mano.

- ¿También veis una cosa con cada ojo? Es muy extraño, pero poco a poco una se va acostumbrando. - Añadió, contemplando después a las dos, esperando que respondieran antes de decir nada más.

Ayer había visto como habían matado a Reuel a través de su muñeca, siendo Charles controlado - ¿lo fue realmente? - por Seung. Sabía que alguna maldición estaba ligados a ellos y a las muñecas, pero esto la dejó descolocada totalmente. Al igual que habían quienes parecían estar matando por la noche, había otro u otros que los estaban encerrando en este lugar. ¿Pero por qué motivo?

Entonces la otra muñeca pelirroja del lugar habló. Era Keelin. - No tengo ni idea, y no creo que estemos aquí para algo bueno...

Sara siempre había estado luchando contra esta maldita sociedad patriarcal, y ahora ser convertida en una muñeca a saber por quien - seguramente un degenerado, viendo la "colección" que había reclutado hasta el momento - y para que oscuro motivo.

¿Vosotras... pensáis votar por vosotras mismas? Yo es que esto no lo tengo nada claro. No sólo porque no me fio que todos vayan a cumplir su palabra, sino que además, ¿de verdad vamos a confiar en el criterio demente de Seung para que elija entre todos nosotros para desempatar?

La muñeca sacudió la cabeza moviendo al hacerlo sus cabellos sintéticos. - Yo no puedo participar en eso. Lo dije antes, pero creo que no me entendieron... En todo caso en cuanto votemos quedará más claro de lo que puedo explicar. - De los labios de la muñeca salió un leve suspiro mientras empezaba a moverse por el salón. - Mis votos... Bueno, digamos que no son normales. Yo no querría tener que llegar a votar, pero temo que si sigo sin hacerlo sufriré represalias por ello. Pero si yo voto no funcionará la estrategia del Doctor ese. 

La muñeca se detuvo e hizo un movimiento rígido, que podría asemejarse a un encogimiento de hombros. - Vamos, que no. Que no votaré por mí misma. Además, aunque todos lo hiciéramos eso sería darle a Seung la decisión final, así que tampoco serviría de nada. ¿Y vosotras? - Preguntó finalmente, girándose hacia las recién llegadas.

- Hola chicas...- saludó, desanimada- Veo que a vosotras también os han plastificado- suspiró- Al menos el chino loco o quien sea tiene buen gusto, ¿eh? Estamos estupendas. Somos como de colección... - esbozó una sonrisa desganada- Lo siento, es que estoy harta de estar aquí. Si no fuera por Keelin, me habría vuelto loca. Si no es que lo estoy ya. 

Sara miró a la muñeca de Michelle. No tenía claro si hacer una broma o lanzar un piropo, y si decía algo si tendría el efecto esperado. La Sara de carne y huesos habría soltado la primera idiotez sin pensarlo, pero aquí tenía tiempo suficiente para pensar las cosas antes de abrir su bocaza. Aun así habló, pero para todas y continuando la conversación de Keelin.

Os seré sinceras. No me fío de Andy. Para nada. No me creo que todos los que votaron por Reuel fuera por error, y él se me hace sospechoso. Creo que no es trigo limpio.

- A mí tampoco me gusta Andy. - Respondió la muñeca que albergaba a Keelin asintiendo con la cabeza a las palabras de Sara. - No me gustó que atacase así a Reuel sin darle tiempo a explicarse, y además me dio la impresión de que ayer cuando nos levantamos, trató de mostrarse inocente enseguida, antes de que nadie pudiera haber sospechado de nadie...

La muñeca cruzó una mirada con Michelle antes de seguir. - Pero no es el único. No me gustan ni Esther, ni Nathaniel tampoco. - Se quedó pensativa durante algunos instantes. - Tampoco me dan buen rollo Noor, Efraín y Hikari, pero creo que quien más sospechosa me parece es esa mujer amargada que parece querer controlarlo todo y que mira a los demás como si estuvieran por debajo de ella.

Se sentó en una silla e hizo un leve intento por cruzar las piernas que fue un fracaso. - No sabemos por qué estamos aquí... Pero se nos ocurrió que quizá alguien sea el responsable, el chino loco u alguno de los otros visitantes, tal vez Louis o Nathaniel. ¿Qué os parece a vosotras?

Sara se quedó pensativa ante las reflexiones de Keelin.

¿Quien nos ha traído aquí? Yo creo que es Jose. Yo le acusé el día anterior y ahora estoy aquí, y además, lo de la flauta pega con él.  - Sara guardó un instante de silencio - Aunque quizás estoy tirando de topicazos y manías, pero aún así, me parece factible.

Sara miró a sus compañeras convertidas en muñecas de plástico.

Pero hay algo más urgente ahora mismo, y son las votaciones. Yo votaré a Andy, quien de momento me parece el más sospechoso. Pero hay algo más que me preocupa. Temo que la mayoría opten por votarse a si mismos, y que no entiendan que algunos acusemos a otros, como no entendieron que Reuel pudiera haber regresado a la vida. - Nuevamente Sara guardó un instante de silencio - No os pido tanto que me apoyéis en la votación, aunque creo que no nos equivocaríamos mucho, sino que convenzamos a la gente que dejar en manos del chino-loco la decisión puede ser un error fatal, que hay que tomar las riendas de una vez y aceptar que lo que pasa es real y que, nos guste o no, sólo podremos salir de esta actuando sobre estas dementes reglas expuestas.

Poco a poco comienzo a desperezarme,sin ser totalmente consciente de lo que pasa muevo la cabeza con dificultad hacia los lados,hasta ver a -¿Muñecas? espera ¿en serio?¿muñecas?¿pero que co...?- al escucharlas hablar me asombro,las miro intuyendo mas o menos quien es quien y respondo con claro miedo -¿Como han echo esto? ¿quien? ¿porque solo nosotras? -

La muñeca asintió a las palabras de la otra pelirroja antes de hablar en el otro lado. Cuando terminó de decir allí lo que tenía que decir, se giró hacia la muñeca de la niña. - Hola, te llamas Alicia, ¿verdad? Michelle y yo llevamos aquí desde ayer, no sabemos cómo sucedió, ni quién es el responsable, si es que hay alguno.

Volvió a mirar a Sara entonces. - Nosotras sospechamos que podría tratarse de Louis o de Nathaniel. Nos metieron a nosotras dos la primera noche, justo después de que Louis nos invitase a compartir sus aficiones, y después de decirnos que le gustaba jugar con muñecas... Pero también pensamos que quizá podría haber sido otra persona, que quisiera que pensáramos en él. Nathaniel estuvo echando miradas a Michelle, por eso pensamos también en él. 

- No sé si alguna os habéis fijado, pero Benén estuvo frotándose un ojo esta mañana... ¿Creéis que le puede haber pasado algo parecido a esto? A mí me dolió muchísimo un ojo cuando todo comenzó y desde entonces lo tengo raro. - Comentó entonces, antes de volver a mirar a Alicia. - Bueno, pequeña, ¿y tú qué opinas de todo lo que está pasando aquí? ¿Te ha pasado alguna cosa extraña? Has estado muy callada y observadora, ¿has visto algo que pueda ayudarnos o sospechas de alguien?

-Sii,a mi también me dolió un montón el ojo,como si quemara- un escalofrió recorre mi espalda y me estremezco levemente -De pensarlo shha-.

 -Yo en un principio también pensé en Louis y por eso le vote,pero ya no,no creo que el que haya echo esto sea tan tonto como para ir diciendo aunque sea en indirectas lo que va a hacer- encojo levemente los hombros -Pero a saber- miro al suelo pensativa

-Nathaniel es raro,pero creo que las miradas era porque le gustan las muñecas y ella es como una- sonrió breve mente -Aunque pensándolo bien,si tanto le gustan ¿porque no crearse una colección?

- No has contestado a la pregunta de Keelin. ¿Te ha pasado algo más o no, Alice?- dijo, desganada- Yo no quiero pensar que sea Louis. Es simpático, y guapo... No sé... Jo. Me había hecho ilusiones.-suspiró, apenada- Pero el Nathaniel ese... No me gusta nada. Ya se lo dije a Keelin, que tiene cara de pervertido. Y esa mujer, la amargada racista, tampoco me gusta. 

-Y ahora que lo habéis comentado, Andy me parece sospechoso también. Tenéis algo de razón... Y bueno... Yo no quiero que me pase algo malo, así que también tendré que... Votar por alguien, supongo.