Partida Rol por web

Miro a Michelle -No....bueno si,anoche cuando estaba medio dormida me pareció escuchar a alguien por el pasillo pero no se si paso o lo imagine,tuve miedo de salir a comprobarlo- 

De los ojos de la muñeca empezaron a brotar lágrimas silenciosas al mismo tiempo que se deslizaban por las mejillas de Keelin en el otro lugar. Cuando todo terminó, permaneció en silencio varios segundos, buscando a Michelle con la mirada. Sabía que la joven había cogido aprecio a Louis y que seguramente estaría afectada. Sin decir nada, se acercó a la muñeca rubia y la rodeó con sus brazos, demasiado rígidos para poder abrazarla en condiciones. - Puede que vuelva como lo hicieron los demás... - Dijo en un susurro. No tenía demasiadas esperanzas en ello, teniendo en cuenta que lo habían votado tantas personas, pero no quería desmoralizar a Michelle.

Tras escuchar a Esther en el otro lado, la muñeca pelirroja soltó a la rubia y trató de cruzarse de brazos. - No me creo nada. Está nerviosa y sus excusas no tienen ningún fundamento. - Comentó mientras se dirigía a una de las sillas para tomar asiento.

Desde allí se giró para echar una mirada significativa a Michelle y después miró a la muñeca más pequeña, la que contenía a Alicia en su interior. - Dime, pequeña, ¿y tú por qué has votado a Hikari? ¿Sospechas de ella por algo en concreto? - Preguntó con voz suave. - Las demás ya hemos explicado nuestros motivos.

Pensé que si alguien podía haber montado esto seria ella,es directora de películas y seguramente sabe hacer muchos trucos,como que parezca que alguien esta muerto sin estarlo,aparte-

pongo mi dedo indice sobre mi boca y me quedo pensativa

-Ella fue la primera que se acerco a la muñeca de la urna,si había algún hilo o algo así pudo quitarlo

Sara había estado callada. Entre que no sabía que decirle a Michelle sin que se sintiera hipócrita y su discusión con Andy, había tenido la mente ocupada. Pero cuando Nathaniel habló, sus ojos de muñeca se abrieron lo máximo que podían.

¿A... a que está jugando Nathaniel? ¿De verdad tiene algo en esa fea cabeza?

- Yo me pregunto más bien... Qué es lo que tiene en su fea cabeza. - Respondió Keelin, tras hablar en el otro lado. - Sumaré a Benén y a Nathaniel a mi lista de sospechosos. Pienso que el primero me preguntó por mi voto con la intención de que se viera que no tenía motivos reales o algo así, para desacreditarme. Pero se le estropeó el plan cuando vio que sí que los tenía y eran buenos y razonados. Y el segundo acaba de demostrar que es sordo, idiota o uno de los asesinos. 

Un pequeño suspiro salió de los rígidos labios de la muñeca. - ¿Tú sigues sospechando de Andy, Sara? - Su mirada se cruzó con la de las tres acompañantes que tenía mientras se colocaba el pelo con la mano y sus ojos reflejaron cierta preocupación. - Supongo que sois conscientes también de que no deberíamos confiar ciegamente en las personas que haya aquí... Quizá haya una de ellos entre nosotras. No sé hasta qué punto no deberíamos tener cuidado con lo que decimos. 

Sigo desconfiando de Andy, pero quizás me estoy obcecando demasiado en él... - dijo Sara - En cualquier caso, Nathaniel se ha puesto por delante en mi lista de sospechosos.

Y entonces, Sara se quedó helada. No se le había pasado por la cabeza el plantearse que aquí pudiera estar atrapado también uno de ellos. Todas parecían víctimas, y al no saber quien era el responsable de su estado, había asumido que era uno de los malos.

¿Pero y si aquí jugaban más fuerzas, cada una con su retorcido y oscuro propósito? Era terrible. Pensaba que al menos podían usar este lugar para intentar acabar con los asesinos, mientras encontraban una forma de escapar, pero ahora...

Yo... soy incapaz de concebir la idea de que alguna de nosotras pueda ser una asesina.

-Oh, yo tampoco creo que sea así por ahora... Pero pienso que deberíamos tenerlo en cuenta. Sobre todo porque si la cosa sigue como hasta ahora, al amanecer habrá dos muñecas más. - Explicó Keelin, haciendo un gesto con las manos. - Y cuantos más vayamos siendo, más probabilidades habrá de que alguno sea un enemigo infiltrado. 

La joven echó una mirada a Michelle que estaba muy callada desde que Louis había muerto. - Michelle y yo estuvimos hablando mucho antes de que llegaseis y confío en ella. Tampoco creo que vosotras dos tengáis nada que ver, aunque hayamos hablado menos. - Aclaró mientras se levantaba y se acercaba a la muñeca rubia. - ¿Estás bien, Michelle? - Preguntó con suavidad.

Michelle levantó la mirada, apagada- No mucho, la verdad. Sólo... Sólo quiero volver a casa- dijo, afligida- Pero veo que no vamos a poder hasta que hagamos esa "criba" de la que habla el chino loco. 

Suspiró- Yo desconfío sobre todo de la amargada esa. De Esther. Andy no me parece tan sospechoso como ella... Y Nathaniel... Sin comentarios. En fin, hay que ser estúpido- se colocó el pelo, en un gesto airoso- Yo sólo me fio de Keelin, y de Louis porque sé que no era malo. No me fio de nadie más aquí. No os conozco y no puedo poner la mano en el fuego por vosotras. Pero eso no significa que no podamos llevarnos bien y compartir nuestras preocupaciones. Después de todo... A saber cuánto tenemos que estar así, plastificadas y viendo doble. 

Keelin se quedó junto a Michelle, poniendo la mano en su hombro para tratar de reconfortarla un poco, mientras prestaba atención a las palabras de Loren en el otro lado.

- ¿Habéis oído eso, chicas? ¿Ha dicho lo que me ha parecido entender? - Preguntó, sorprendida, mirando a sus acompañantes. - ¿Creéis que Andy es quien nos ha metido aquí?

Miro a mi alrededor pensativa -No se,pero lo a dicho muy convencida,que raro- miro al suelo y luego a Keelin -¿Crees que ella sabe algo que nosotros no?-

- No lo sé, pero parecía segura de lo que decía... Quizá estoy paranoica ya, pero si no se refería a esto... ¿A qué lo haría?

La muñeca meneó la cabeza suavemente antes de hablar de nuevo. - Aquí parece haber mucha gente que sabe más que los demás. Yo ya no sé qué pensar.

El nuevo día asomaba por las ventanas del hotel y aunque esperaban ansiosamente la aparición de nuevas figuras, no hubo tal aparición.

Por el contrario, dos figuras comenzaron a desvanecerse del lugar: las muñecas de Keelin y Sara parecían quedarse sin sus ojos, permaneciendo como dos cocos vacíos en aquella pequeña y perfecta cabaña.

La calma de este lugar había hecho que pensaran que tal vez, quien traía a las personas a este lugar, había muerto en una de las ocasiones donde las muertes eran numerosas pero aquella esperanza se esfumó rápidamente cuando dos figuras nuevas comenzaron a formarse allí.

A pesar de tener las muñecas de Keelin y Sara inmóviles y con los ojos vacíos y faltos de vida, esa extraña música anunciaba la llegada de dos nuevas muñecas a la colección. Su cabello corto y esa mirada hacían fácil de reconocerla rápidamente. A pesar de la apariencia inocente de la muñeca, podía vérsele como una mujer mayor. Esther era la primera en aparecer.

La segunda era aún más peculiar con su cabello azul y su inconfundible apariencia. Aquella chica que había vuelto de la muerte y había causado mucho revuelo. April se unía a la colección.

Ambas tan desorientadas como todas la primera vez que se encontraron divididas entre esas dos realidades, cada una tan real como la otra y ninguna desaparecía.

Todavía incapaz de superar la muerte de Alec centro mi atención en este lugar en un vano intento de escapar de la dura realidad. Se me hacía raro ver este sitio con uno de mis ojos, estar en una dimensión diferente.

- ¿Qué... qué este lugar? Oí mencionar algo sobre esto al otro lado pero no dijeron apenas nada sobre este sitio.

Me vuelvo a horrorizar al ver las muñecas con los ojos vacíos de Keelin y Sara, estaba hoy demasiado sensible y todo lo que estaba aconteciendo me superaba. Me pregunta a mi misma por qué debía continuar pero una sensación de intentar buscar un futuro mejor me obligaba a hacerlo. Miro un momento a Michelle, entre tantas y tantas cosas no había podido dedicarla tiempo el día anterior.

- Michelle, te pido perdón por no haberte podido prestar atención ayer. Estaba demasiado ocupada y el tiempo no se para por nadie, me gustaría haber podido hablar contigo. -No sabía que más decir, era la verdad.- Todo esto me supera.

- ¿No puedes decirme ahora lo que te dijo Keelin?- dijo, sin poder fruncir el ceño dada su expresión plastificada-Este lugar es la maldita casita de juegos de algún pervertido pirado que nos ha estado metiendo aquí poco a poco. Sólo a mujeres. Jóvenes,hasta que vino Esther. 

Miró a la rubia- Eres la última persona que querría tener aquí conmigo, pero si realmente apreciabas al chico, lamento lo de Alec... No se merecía algo así. 

Durante todo el tiempo que permanecí quieta y callada al otro lado la muñeca que aquí encerraba una parte de mi alma se mantuvo exactamente igual. Y luego, al comenzar a llorar, un brillo cubrió mis ojos en este lugar. Mis pupilas buscaban una explicación, confusas, sin llegar a comprender del todo.

Cuando April habló empecé a entender dónde estábamos. Tenía sentido pensar que este era el lugar al que se habían referido las dos pelirrojas al otro lado. Luego, cuando Michelle respondió, una pequeña llama de molestia brotó en mi interior, y no supe más que porque me llamase vieja a la cara fue por hablar de lo de Alec en condicional.

- Claro que lo aprecio. - Respondí con tono monocorde evitando hablar en pasado, sin tener realmente ganas de discutir siquiera. - Ninguno nos merecemos esto, pero él menos que nadie.

Luego permanecí algunos segundos callada, con la mirada perdida, mientras las emociones se difuminaban en mi interior. - April, tú sabes más de todos nosotros. Pero si tuviera que apostar porque alguien que nos traiga aquí, sería Nathaniel.

- Louis y Keelin estaban preocupados por ti ya que tras la muerte de los dos te habías quedado sola entre los vivos. Como Keelin estuvo conmigo cuando me derrumbe la primera noche que llegamos al hotel pensé en devolver el favor estando a tu lado. Si nos ayudamos mutuamente lograremos salir de aquí y tratar de traer de vuelta a todos aquellos del otro lado. -Añado una de mis últimas deducciones.- No creo que algunos de los asesinos que han muerto sean malvados, es este maldito lugar que los ha cambiado.

Miro a Esther y de nuevo a Michelle que eran las que se habían pronunciado:

- Temo como vosotras que este sitio "pertenezca" a alguien y pueda escuchar todo lo que estamos diciendo. Independientemente de que en bando se encuentre podemos decidir a quien votamos todas juntas ya que no tardaran en culparse unos a otros según se acerque la hora de las votaciones. -Termino añadiendo.- ¿Qué os parece el plan? Porque debatir sobre que es este sitio lo veo una perdida de tiempo si nadie ha podido averiguar nada.

Me quedo mirando a las nuevas muñecas que han aparecido,-Ya no esperaba que apareciera nadie nuevo,puede sonar mal pero es un alivio-miro un segundo a Michelle y bajo la mirada -Nosotras no es que hablemos mucho- me quedo callada escuchando a las demas.

Al escuchar la pregunta de April la miro y respondo no muy convencida -Por mi esta bien-.

Aparto la mirada de ella y miro al grupo -¿Puedo haceros una pregunta?-me quedo callada unos segundos y antes de que nadie responda nada pregunto -¿Soy la unica que piensa que hay dos grupos de asesinos?-