Partida Rol por web

Esperó a que su señor hablara en privado con sus hijas, su esposa y el septón. CUando hubo terminado, se despidió de las dos mujeres de la sala y fue a donde Rhys le había solicitado su presencia, la sala del consejo.

Sebastian suspiró aliviado. Si el recibidor no olía mal, la fuente del mal olor tenía que ser algo o alguien que había estado en las cocinas y ahora estaba en el comedor. Pero no estaba dispuesto a interrumpir el desayuno, y no pretendía dejar mal a quienquiera que fuese el causante ante los señores de la casa y los Risefeller. Volvería allí más tarde. Airear la fortaleza no era necesario y sería una pérdida de tiempo.

Decidió dirigirse al lago en las inmediaciones de la fortaleza donde le había citado Ginevra. Si algo importante había pasado durante la noche, quería enterarse.

Evan observó el recibidor vacío. O bien no habían llegado más invitados o se avecinaba un desastre, porque empezarían a campar a sus anchas.

Era mejor que se acercase a la entrada de la fortaleza, aunque hoy, en principio, debía olvidar sus obligaciones, pues eran de los demás.

Si no estoy yo... todo se desmadra

¿O quizás era demasiado controlador? Pronto descubriría si tenía razones para preocuparse.

Con bastante mas complacencia de la que quizás merecía, Merol canturreo para si y llego al recibidor. Sin embargo, no se recreo las vistas en el lujo del lugar; tal es cosas no le interesaban en lo mas mínimo. Si acaso, el lugar era demasiado brillante, y su rechoncha figura de ropas oscuras destacaba demasiado, con un contraste poco menos que violento de vulgaridad. Algo así como una patada en los huevos, dirían algunos mordazmente… y no les faltaría razón.

Dado que no esperaba tener que trabajar pronto, se acomodo en el dintel de la puerta que daba al interior del castillo, esperando divisar alguna de las sirvientas que estuvieran retirando el desayuno. Una pequeña oportunidad de llamarlas era cuanto buscaba.

Kyle entró en el recibidor y vió que por ahora no había llegado mucha gente. Solamente estaban William, Merol y Jhon. Como a los dos primeros los acababa de ver en las cocinas, Kyle se dirigió al lado de John para saludarle - ¡Buenos días John! ¿Qué tal la mañana?

Como le habían dicho, acudió al recibidor para dar la bienvenida a los próximos invitados, allí se encontró con William y Kyle, este último se acercó para saludarle y John se lo devolvió con un movimiento de cabeza. - Sin descanso, parece que esta fiesta va a consumir todo nuestro tiempo.- No eran ni las diez de la mañana y ya había más actividad en el castillo que cualquier día normal. -¿Qué hacéis aquí?.- Se interesó John.

Entonces reparó en que también estaba Merol allí.- Chico, ¿Has averiguado algo del olor del comedor?.- Cuanta más gente llegara más se comentaría, parecía que de momento los invitados se lo tomaban a broma, pero aún quedaba mucha gente por llegar.

- ¿Qué hacéis aquí?

La pregunta de John le pilló por sorpresa. No sabía que contestar, puesto que eso mismo llevaba preguntándose toda la mañana ¿Qué hago aquí? ¿Qué hago hoy aquí? Parece que hoy no encajo en ningún lado, ni entre los invitados ni entre mis compañeros. Kyle no se encontraba cómodo, y tenía la sensación de que no encajaba en ningún lado.

- ¡Ojalá lo supiera! Contestó a John con tono derrotista. 

Asintió con la cabeza a John, volviéndose de su “puesto de vigilancia” para responderle.

-El problema debería estar solucionado, señor. +respondió en tono suave+ Ahora Evan me ha mandado a que ayude a los invitados que vallan llegando, a acomodarse en sus aposentos.

Hizo una breve pausa. El dolor de su pancita no atendida le reclamaba pero quizás…

-Por cierto, ¿de casualidad sabe alguien cuales son? No los invitados, sin donde se acomodaran… es que no me habían dicho nada al respecto antes. Me vendría bien alguna lista o indicaciones…

Se sorprendió un poco ante el tono derrotista de Kyle, parecía que no había empezado bien el día. - Vaya, seguro que en algún lado necesitan una mano, ¿Por qué no pruebas en las cocinas?.- Sugirió John al chico.

El hombre suspiró al saber que el problema del olor estaba solucionado. - Menos mal, al fin una buena noticia en este día.- Y un problema menos del que preocuparse. - Respecto al tema de las habitaciones la verdad es que no lo sé, pero antes deberíamos hacerles pasar a ver a Lord Rhys.

A John no le gustaba nada la idea de estar esperando sin hacer nada a que llegasen más invitados pudiendo estar haciendo algo más productivo, pero no le quedaba otra hasta que le encomendaran otra tarea.

Esta vez, Kyle sonrió ante la sugerencia de John, de que fuera a echar una mano a las cocinas ​- Precisamente de allí vengo. Parece que hoy no necesitan mi ayuda en ningún lado. En ese momento, el joven cazador se dio cuenta de lo negativo que llevaba sonando todo el día. Tenía que cambiar la actitud, intentar disfrutar del día de fiesta ​- Intentaré integrarme con el resto de invitados, a ver si con un poco de vino me animo un poco.

Entró en el recibidor observando cómo estaba todo y también quienes habían.

Observó lo que cada uno estaba haciendo, pues no deseaba interrumpir

William estaba firme con las manos en la espalda esperando que llegara algún invitado. Iba cambiando la pierna donde apoyaba su peso con bastante frecuencia. Hacía eso cuando estaba incómodo, especialmente si sus manos no estaban ocupadas. Cuando vio llegar a Evan sonrió aliviado -Buenos días mi señor, bienvenido a la casa Vaelys. ¿Deseáis que os muestre los aposentos que se os han asignado o preferís que os muestre otra parte de la fortaleza?- sonrió. Hablaba como si Evan fuera un invitado más, sabiendo que por su forma de ser seguiría ejerciendo de mayordomo.

Al entrar en el recibidor, en seguida localizó a Evan Ross que se encontraba charlando con uno de los sirvientes. Se detuvo unos instantes para comprobar quién más estaba en la sala y si había llegado algún otro invitado, para poder recibirlo apropiadamente. Luego, se aproximó al mayordomo de forma sutil, o todo lo sutil que pudiera ser la entrada de la señora de la casa, y le dirigió estas palabras:

-Evan, necesito hablar con vos acerca de cierto incidente con los invitados, si disponéis de un momento. 

Kyle se animó un poco al ver a Evan entrar en el recibidor A ver si está desocupado y podemos hablar un rato para entretenernos. Bueno, más bien para entretenerme yo, que se me está haciendo la mañana larguísima.

William se encontraba al lado de Evan cuando Kyle se acercó a saludar. Pero antes de que pudiera decir nada, Lady Vaelys reclamó la atención del jefe de caballos. 

Kyle inclinó levemente la cabeza hacia Lady Vaelys a modo de saludo - Buenos días Lady Vaelys.