Partida Rol por web

claymore(2)

Desconocido

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27/08/2009, 00:38
Director

La paz inundaba a Galena, todo parecía estar bien, una tranquilidad inexplicable rondaba el alma de la que ahora era una niña, una niña de no mas de siente años, que observa junto a unos rusticos columpios la entrada de un edificio. Corre una suave y revitalizante brisa de otoño que mece los columpios emitiendo un chirrido muy leve a un compas regular, las hojas de los arboles planean largamente antes de acariciar el suelo, pero la niña solo tiene ojos para la entrada de aquel caserío con los balcones llenos de preciosas flores que inspiraban un sentimiento de familiaridad y a la vez nostalgia.

El portón del caserío está abierto y se oyen risas infantiles del interior, alegres e inquietas junto a los sonidos de multitud de pequeños pasos rapidos. La pequeña niña que luce dos preciosas y bien hechas coletas en el pelo ve salir a otra del umbral, es su viva imagen, solo que no porta las coletas, tras ella salieron mas niñas y una bella mujer con una hermosa sonrisa en el rostro que parece cuidar del grupo.

-No corrais, Elisa, no te alejes mucho...

La primera niña se acercó y abrazó alegremente a la solitaria Galena.

-¡Vamos a jugar hermana! jajajaja...

Y corrió para subirse la primera al columpio, la mujer volvió a hablar.

-Flora, ten cuidado, ese columpio te queda alto aun.

Las otras dos niñas, a las que a una la había llamado Elisa la joven mujer, corrieron entre los arboles, parecen jugar al escondite.

Notas de juego

No has perdido los recuerdos de lo sucedido, pero por alguna razón, todo va bien, estas totalmente tranquila y en paz en tu propio cuerpo pero con unos 7 años. No lamentas nada, tienes una confianza ciega en que al final todo fue perfectamente y todas las circustancias que te rodean ahora mismo son totalmente logicas y normales, te sientes feliz y con ganas de jugar.

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27/08/2009, 01:19
Galena
Sólo para el director

Galena se dejó abrazar por su hermana, el sentir que su gemela estaba con ella siempre le traía seguridad, tranquilidad...
Al cabo de unos segundos, también la rodeó con sus pequeños brazos para devolverle el saludo, era como estar consigo misma pero Flora era tan viva... y tan revoltosa al lado de la tranquila Galena que resultaba sorprendente que fueran hermanas.

Cuando la pequeña Flora se separó para correr hacia el columpio, Galena comenzó a caminar tras ella, casi impulsada automáticamente, un pensamiento liviano revoloteaba en su cabeza.

"¿Dónde... estoy?".

Lejos de sentirse alarmada y confusa, fue como pensar algo normal. ¿Qué había ocurrido? se sentía extrañamente bien por algún motivo, como si la paz más absoluta envolviera aquel misterioso lugar.

"¿Quién? ¿Elisa...?"

Sus ojos se giraron ligeramente para ver cómo la otra chiquilla corría a jugar al escondite pero a ella no le interesaba eso, prefería los columpios, prefería estar con Flora.
Siguió caminando tras su hermana, llegaría la segunda, aunque ciertamente, esas cosas no le importaban... de nuevo otro liviano pensamiento cruzó por su cabeza.

"¿Qué es éste lugar...?".
 

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27/08/2009, 02:33
Director

Los rayos de sol se abrian paso entre las copas mecidas por el aire, un sol radiante, que hizo reflejar el pelo dorado de ambas gemelas que jugaban en los columpios. Flora habló con una sonrisa y un tono de inocencia capaz de conmover el mismisimo corazón del diablo. Mientras con una manita se agarraba a la cadena del columpio y con la otra se estiraba para alcanzar a Galena con la lengua fuera por la comisura de sus rosados labios y apretandola en un gesto picaro. Hasta que finalmente alcanzó las dos gomas que agarraban las coletas de Galena, las retiró y el pelo de la gemela quedo suelto, haciendolas dos copias identicas.

-Jajajaja, ¡asi estas mas guapa! jajajaja....

Reia continuamente mientras cojía mas y mas impulso con sus pequeñas peirnas para llegar mas alto columpiandose. Galena a su vez no pudo evitar las ganas de reir con ella...

La que parecía ser la matrona, o la maestra de alguna escuela, permanecía sentada en un muro bajo que delimitaba la zona de la arena donde los niños solían hacer los castillos. Sonreía continuamente al ver a sus cuatro niñas jugar en aquel lugar de ensueño. Mientras Flora volvió a hablar mientras se balanceaba en el divertido columpio.

-¿Crees que mama y papa volveran pronto? la maestra dijo que algun dia volveriamos a verles, que se habían marchado lejos, pero que seguro volveremos a verles, ¡yo tengo muchas ganas!

Pero mientras Flora hablaba dos hombres de negro aparecieron en el patio, el rostro de la maestra perdió la sonrisa y se levantó. Ambos hombres se acercaron a hablar con ella, uno iba con el rostro cubierto y no se le reconocía, el otro era Rubel con su inseparable sombrero y sus gafas. Las otras dos niñas se colocaron tras un arbol a observar dejando los juegos a un lado, sin embargo, hablaban demasiado lejos como para oirles, solo se oyo, la voz horrorizada de al maestra.

-No, no podeis hacer eso, ellas son felices, por Dios solo son niñas.

El que mas hablaba era Rubel el cual no aprece alterado en absoluto y en ningun momento alza la voz, solo la mujer.

-¡No! ¡No podeis llevaroslas!

Como salida de la nada apreció una claymore que se colocó tras Rubel y el otro mensajero, aquella claymore, Galena jamas olvidaría ese rostro, esa mirada de absoluta melancolía, de tristeza y resignación, era Veronica, con el uniforme impoluto de la organización. Tras intercambiar unas pocas palabras mas, Veronica se acercó a Elisa y a la que estaba con ella, probablemente aquellas dos niñas eran tambien hermanas, se parecían bastante. Fue entonces cuando Veronica extendió las manos para ofrecerselas y sonrió, ver una sonrisa en aquel melancolico rostro pudo impactar a Galena, pues con algo tan minio se había convertido en al claymore mas bella que había visto jamas, una sonrisa sincera y cautivadora, tierna como la de una madre. Elisa y la otra niña cojieron las manos y acompañaron a Veronica para salir de la masía.

El mensajero que acompañaba a Rubel se quedó con al mujer que había roto a llorar y Rubel se acercó a Flora y a Galena y ofreció sus manos de igual forma mientras sonreía. Flora dudó y esa actitud fue vista por la mujer que lloraba, la cual se acercó rapidamente para hablar a las gemelas.

-No os preocupeis mis cielos, este hombre os llebará y os mostrará un nuevo futuro, viajareis para impedir que mas papas tengan que separarse de sus hijos, debeis ser fuertes y no mirar atras. Y sobretodo no olvidar quienes sois.

Dió un beso en la frente a cada una y las animó a ir con Rubel, el cual no dijo nada, Flora adoptó una mirada de determinación y no dudo en cojer la mano de Rubel, solo faltaba Galena.

-Vamos hermana, agamos que no se marchen mas papás...

Sonrió tiernamente a Galena bajo al miradafascinada de Rubel.

Notas de juego

Despues de las palabras de la maestra y las de Flora, aunque reconoces a Rubel, confias plenamente en el y sientes una determinación total a seguirle a él y a tu hermana.

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27/08/2009, 03:22
Galena
Sólo para el director

Galena miró a la Claymore desde los ojos azules abiertos con sorpresa de su forma de niña.

"¿Verónica...?"
.

Por algún motivo sabía el nombre de aquella mujer... y no podía dejar de mirarla, el gesto de su rostro le provocaba una extraña sensación que no sabría describir, aquellos ojos plateados y tristes mezclados con aquella sonrisa tenue y sincera.

La guerrera se marchó, acompañada por las dos niñas y la matrona rompió a llorar, Galena no sabía qué estaba ocurriendo. De pronto aquél hombre se acercó, conocía aquella cara, aquella sonris afilada y aquellos ojos ocultos tras las gafas de sol. Era Rubel.
La pequeña ladeó la cabeza con gesto inocente cuando el hombre se acercó, la matrona parecía realmente compungida, como si estuviera... ¿despidiéndose e ellas?, vió como su hermana gemela agarraba decidida la mano que el hombre de negro le tendía y se giraba para hablarle.

"Esto... esto es..."

-Vamos hermana, agamos que no se marchen mas papás...

Galena puso la carita más seria que pudo y asintió enérgica y decididamente. Luego su gesto se suavizó, esbozando una sonrisa muy muy tenue... y mirando a su hermana.

¡Claro!—se escuchó decir a si misma con su voz infantil como si fuera una mera espectadora en tercera persona—podremos hacerlo entre las dos, iré contigo al fin del mundo, hermana.

La pequeña mano de la niña agarró la de Rubel del mismo modo que Flora lo había hecho y giró la cabeza para mirarla con aquella tranquila, casi tímida sonrisa.

Somos gemelas, ¿no?, tenemos que estar juntas y todo irá bien.