Partida Rol por web

Lo ultimo que me esperaba era despertarme en una cama con Andrea y Galena, lo ultimo que recuerdo es como la espada de la calymore fujitiva me atravesaba... habría jurado que estaba muerta, pronto eso no tenía importancia cuando estaba siendo estrujada nada mas despertar por Andrea.

-¡Agghjadnafknkgk! No tan fuerteeeee.

Cuando Andrea rebajó la presión pude abrazarla yo con algo mas de calma.

-Menos mal, esa claymore no os mató y a mi tampoco, aunque lo cierto es que creia que si.

Luego me levanto algo confundida, me estiro, y luego me encorbo dejando caer los brazos hacia delante, supongo que tendría ojeras, y pronto comienzo a sentir unas extrañas nausias y algo de mareo.

-¡Ay... me he levantado muy deprisa... *grlrlrlrrrlrlrl y me suenan las tripas, tengo hambreeeeee!

Mis ojos lagrimearon caprichosos mientras miraban a mi alrededor, parece una posada, eso quiere decir que la comida no puede estar muy lejos. Luego me entra la curiosidad de lo sucedido.

-¿Que pasó? creo que perdí la consciencia y desde entonces he tenido sueños muy raros, ¿la claymore fugitiva se marchó? ¿La vencisteis?

No consigo recordar bien la ultima parte, pero creo que al final me bloqueé por alguna razón...

Andrea sonríe feliz al ver despertar a Nana, apretando los labios para no volver a llorar, pero al final se le escapa una risa en un sollozo, y con una amplia sonrisa acaricia el rostro de 'su niña' y mirándola a los ojos.

Nana... ¿No recuerdas nada...?

Andrea dio dos palmaditas a Galena cuando Nana se levantó, y ella también se incorporó y se sentó en la cama, mirando a la pequeña.

MMmmmmf... no creo que debiese contarle todo... Aún es muy joven para tomar decisiones correctas... pero por otro lado ha de madurar deprisa para sobrevivir... Ay dioses... pero tal vez si le cuento lo correcto...

Suspiró

En ese caso llevas dos dias 'durmiendo', Nana. No, no la vencimos, nos perdonó la vida. Y hay bastantes cosas que contar en estos dos días en los que estuviste... desaparecida para nosotras Miró a Galena
Y son cosas increíbles, a decir verdad, Nana, pero tan ciertas como increíbles Dijo sonriendo a la niña, cogiéndola de los hombros Estás... ¿lista para escuchar? Porque hay mucho que contar... Siguió con una teatral representación de que olfateaba algo delicioso y seguro que con unos deliciosos bollos recién hechos delante, suena incluso mejor
Miró a Galena ¿Qué me dices, Galena? ¿Viene, no? Así averiguamos si estamos en Tarso, Pieta, si Alberth sigue por aquí...

Sonrió a su compañera de duras andanzas.

Galena miró con gesto de extrañeza como Nana se ponía en pié sobre la cama quejándose de que tenía hambre.

Andrea :

 
La número 28 no se levantó pero y se cubrió los ojos con un brazo tapándose media cara.

"¿Qué diablos ha ocurrido aquí...?"

No entendía nada, estaban simplemente las tres solas allí en aquella habitación de vete a saber qué pueblo... ¿cuánto tiempo llevaban durmiendo? no sabría determinarlo a juzgar porque las terribles heridas que habían recibido estaban totalmente curadas.... ¿y cómo habían llegado allí?.
Nana... a Nana se la habían llevado en Delenia... ¿por qué estaba con ellas?.

"¿Verónica?"

El recuerdo del rostro de la Claymore volvió a su cabeza, claro y cristalino como el agua, aquellos ojos plateados tan tristes, aquella sonrisa tan sincera, y el eco de la risa de una niña de fondo...
 

Aquello le provocó un escalofrío, no sabía por qué, quizá porque llevaba demasiado tiempo sin saber lo que era recordar algo pero...

"Aquello... ¿era real? ese sitio..."

Sintió entonces que Andrea le palmeaba el hombro y separó un poco el brazo para poder verla con un ojo.

Andrea :

En un principio la guerrera se la quedó mirando extrañada... ¡Alberth!, casi lo olvidaba... no estaba segura de si había sido Alberth realmente quien había montado aquél caballo.

"¿Me ha... salvado un humano...? dioses... ¿qué clase de Claymore soy?"

No sentía desprecio hacia el mercader, si no más bien sorpresa y vergüenza de ella misma, frustración por su maldita incapacidad para hacer lo que se proponía y aquello la hizo emitir un gruñido ahogado en lugar de una respuesta cuando la número 30 preguntó.
Guardó uno segundos de silencio y volvió a apartar el brazo dejando al descubierto la cara entera.

—¿Cómo puedes estar tan... tranquila?—dijo mirando más bien al techo en lugar de a su compañera—nada de esto tiene sentido... ¿no lo encuentras demasiado raro?.

El rostro de Nana perdió toda sonrisa y naturalidad para restar una expresión de extrañeza y preocupación.

-¿Dos dias? pero si yo....

Cuando Andrea mencionó que no sabía donde estaban los ojos de Nana se abrieron aun mas y en su gesto comenzó a verse un aire de desesperación. Dió dos pasos atras y se asomó despacio a la ventana.

-Estoooo... esto no es Delenia. Vaya, entonces ¿vosotras habeis aparecido aqui tambien misteriosamente?.

Se llevó las manos a la cebeza y sus labios dibujaron un arco contrario a la sonrisa, luego apretó los dientes rascandose y revolviendose el pelo.

-¡AAAAHHHHHH! No entiendo nada....

Tras un largo suspiro pareció repentinamente rendida, con los ojos llorosos, se llevó la mano derecha a la barriga y se giró para lanzar una arrebatadora mirada a Galena y a Andrea, de pronto parecía la niña mas inocente del mundo que estaba a punto de morir de hambre, capaz de despertar la lastima del mismisimo Ishley. Habló entre sollozos y cayó de rodillas cual pequeña fuente de lagrimas con voz temblorosa.

-Quieeee...eeeee...roooo  comm...mmmm.....eeeeeer *grlrlrlrglrlrglrlrl

Entonaron sus tripas al unísono.

Curiosamente en aquel mismo instant e, sin previa llamada, la puerta se abrió y la figura de alberth con una sonrisa de oreja a oreja se presento ante todas. nana pudiera reaccionar mal ante aquella intromisión si no es porque el hombre traía una bandeja bien cargada de desayuno recien hecho.

-Vaya, ya habeis despertado, me alegro. Traigo el desayuno.

Los ojos de Nana irradiaron una luz cegadora y por algun tipo de fuerza sobrenatural su cuerpo fue comandado por su nariz la cual llevó a la pequeña ante la bandeja, origen del exquisito olor, si sus ojos fueran bocas, la bandeja estaría ya vacía.

-Comiiiiiidaaaaaa <3

Dijo Nana hipnotizada...

-Si, ten, coje cuanto quieras.

No había terminado la frase y Nana tenia ambos carrillos llenos. Alberth la observó casi riendo y la acarició el pelo.

MMmmmmffff....... no parece demasiado preparada para según que cosas... demasiado inocente aún

Andrea se preocupó sinceramente por la inquietud de Nana, y rápidamente le respondió.
Sí, aunque... bueno, es igual, luego hablamos.

Entonces vino la pregunta de Galena.

—¿Cómo puedes estar tan... tranquila? nada de esto tiene sentido... ¿no lo encuentras demasiado raro?.

Miró a Galena con complicidad y asintió con expresión preocupada, haciendo con la mano un gesto de 'luego', y volvió a mirar a su pequeña, que hacía que se le iluminase el rostro con solo verla sana y salva.

Desde luego, cuando la teatreta de Nana se puso de esa manera porque tenia hambre, Andrea brincó de la cama dispuesta a bajar a por comida.

Pues venga, bajemos ensegu-!

En ese momento entró Alberth, y Andrea le sonrió, y se quedó mirando como Nana iba directa a llenarse las mejillas.

Sería el quien hablaba en segundo lugar? mmmmm.... actuemos con normalidad... como si no me hubiese enterado de nada. En ese caso, él es quien nos ha salvado. Y en otro caso... seguramente también le debamos la vida. Si está con Verónica, seguramente los secretos que guarde no sean malos para nosotras.

Fue directa hacia Alberth y acarició la cabeza de Nana al paso. Le cogió la bandeja y la dejó en la mesita cercana.

Entonces, sorprendiendo al hombre -y probablemente a todo el mundo- rodeó a Alberth el cuello con los brazos y además del fuerte abrazo, le dio un dulcísimo y agradecido beso en los labios, cerrando sus ojos de plata, poniéndose de puntillas para llegar al hombre. Cuando terminó, miró con su mejor y más sincera sonrisa a Alberth, aún abrazada a él.

Te debemos la vida, caballero en brillante armadura....  Su sonrisa se ensanchó de nuevo  Muchísimas gracias... no tengo palabras para agradecértelo... que los Dioses te bendigan Separándose de él y después de darle una palmadita en el pecho, cogió un bollo ¿Cuánto hemos dormido? ¿Y dónde encontraste a Nana?...
Miró a Alberth e imaginó que no se conocían
Ah, vaya, es cierto. Nana, este es Alberth... Alberth, Nana Volvió a desarmar el flequillo de la pequeña con dulzura.

¿Todo bien? ¿No estás herido? ¿Y dónde estamos, en Tarso o Pieta?

Eso siiii... que es raro. A todo esto... ¿Seguirá Verónica por aquí cerca...? O quizá estemos en Pieta, podrían haber Yomas... vamos a ver...

Galena enarcó ambas cejas cuando vió entrar a Alberth, ahora si que estaba desconcertada.
Rápidamente giró la cabeza en la dirección contraria sin saber muy bien qué cara poner. ¿Por qué tenía que ser tan tremendamente desconfiada?, no le había gustado el humano al principio y solo por el mero hecho de... ¿de qué? ¿de no ser como la gran mayoría al no tratarla con miedo? ¿de ser amable con una "Bruja de Ojos Plateados"?.

Cerró el puño arrugando la superficie de la sábana y apretó los dientes aunque como no estaba mirando hacia la puerta nadie pudo ver su cara, le dolía algo que no era físico: el orgullo, y ciertamente la culpa no era del mercader...

Tomó aire y trató de levantarse, ahora creía saber por qué se sentía tan cansada... no estaba tan desesperadamente hambrienta como Nana, pero sí podía senir que su cuerpo se lo agradecería si comía algo. Con un gruñido apagado se incorporó quedándose sentada sobre la cama, ligeramente encorvada como si los hombros le pesasen. Tras unos segundos de silencio fue cuando finalmente giró la cabeza para mirar a la puerta.

Cuando Andrea le dió el beso a Alberth el rostro de la número 28 adoptó instantaneamente un gesto parecido al de alguien que acaba de descubrir que hay una tarántula en su ropa.

Se quedó mirando a su compañera con aquella expresión congelada y los ojos plateados muy abiertos en un clara manifestación de desconcierto absoluto, así durante unos largos segundos tras los que al final tuvo que parpadear y volvió a adquirir un gesto más calmado.
Les escuchó hablar en silencio, tampoco sabía muy bien qué se suponía debía decir... hasta que al final, el olor que despedía la bandeja hizo que su vista se fuera desviando paulatinamente hasta fijars en ella. No dijo nada, pero en sus ojos se pudo atisbar una muda atracción por el aspecto delicioso que tenía aquello...