Partida Rol por web

- Creo que entiendo...- Y la última palabra acabó en un susurro por su parte, mientras miraba las manos de James que sujetaban las riendas. Su expresión era seria, pero no tenía aquella frialdad de siempre, sino que resultaba más afable, cómoda con ellos, algo muy de agradecer, y la postura del soldado de Gohan no parecía importale, aunque hiciese calor y pareciese abrazarla, todo lo contrario...era agradable gozar de aquellos momentos.

  Igual que el suave trote, el canto de los pájaros, su respiración. Aquello era lo que realmente merecía la pena, aquellos momentos entre todos los demás. Con Lilith, una gran compañera, como una hermanita, una hermanita más fuerte que ella, con un ser amado, y alguien que no es sino, también, como un hermano mayor, que trata de proteger algo...complicado. Todo era más sencillo si abrias tu mente, no llenabas tu mente de preguntas, y dejabas que todo se respondiese por si solo...viendo...más allá...

  - Tendremos que comprar datiles- y mayor verdad no había dicho en su vida. como no pudo ser de otra forma, rió. - Trabajé para Barrin hace tiempo, si alguien puede ayudarnos es él, sin ninguna duda.

   Recordaba al anciano rodeado de libros, curioso, como era, con su mal caracter. Cada persona era un mundo, pero si sabía como actuar, y tratar con ellos, incluso el subceptible Barrin podía ser alguien agradable...a....a su modo....claro...

 - La última vez que estuve en Lido era una ciudad muy tranquila ¿Hace mucho que no vais por allí? - Echó la cabeza hacia atrás, buscando el mentón o los ojos de James con la mirada.

Asiento con la cabeza tras el comentario de Raynor, sin duda pensaba como yo, el apego solo podía desembocar en una cosa... sufriemiento. Ni siquiera Ophelia, la guerrera más fuerte que he conocido, pudo burlar a la muerte... Ni siquiera tú Onee-chan... ¿Como podría hacerlo un simple humano? Yo... no quiero sufrir más...

-Si... supongo que tienes razón...-Respondo girándome para mostrarle mis morritos de niña enfurruñada.-¡Ahhh! Y si... ¿por que no?...-Sonrío ampliamente como si se me acabara de ocurrir una gran idea, y titubeo sin encontrar las palabras adecuadas.-Quiero decir... ¡podrías cuidarlo tú!.

Me quedo mirándole, con el rostro iluminado por una gran sonrisa, como una niña que pide algo a su padre con tanta inocencia y pureza que sería muy dificil negárselo. Me inclino sobre Soun, acariciándole con cariño, para susurrarle algo cerca de su oreja, después miro a Raynor, riendo entre dientes, como si el secreto que acababa de decirle al caballo fuese muy divertido.

Seguro que Soun estaría muy bien con Raynor, aunque el calvito pesara bastante más que yo, miro a Catalina, sonriendo, parecía tener respuesta para todo... sin duda es más lista que yo. ¡Pero no más fuerte! Jijiji... ¿Dátiles?... Mejor no preguntar. El apego era algo peligroso, aunque con Catalina ya no tenía remedio... de todas formas la Organización no tardará en separarnos, y al final se olvidará de mí, como todas las demás. ¿O no...?

  El camino fue mucho más rápido, y un tramo a la carrera, como le había prometido a Lilith, apenas cuatro horas, cuando como "humanas" nos había tomado un día entero. Esta vez...sin altercados, aunque tampoco con bonitos reencuentros. Había prisa, y se notaba en nuestros movimientos, sin embargo también había ánimo de continuar, de hacerse más fuerte y eso estaba a flor de piel, como un sentimiento que irradiaba nuestra actitud, mucho más positiva que de costumbre.

  Gohan era una ciudad hermosa, siempre lo fue, y un hogar para Catalina, sonrió satisfecha y comentó a Lilith..

 - Siempre es bueno regresar. Gohan es una gran ciudad. Mis mejores recuerdos sucedieron tras su muralla. - Anticiparía antes de llegar, saludaría a los guardias con naturalidad alzando la diestra, y atravesarían las puertas, la seguridad había crecido. Mi vista se fue hacia las atalayas, donde no hacía tanto Teresa, la número uno, y Galatea, junto a Flora, escrutaban el horizonte...el mismo día que mi sangre hizo que me uniera más a Lilith. Era fuerte en combate, por eso me ganó, y lo seguiría haciendo. ¿Quién mejor para protegerte que alguien más fuerte que tu?

  Mi mirada se clava en Lilith, sin borrar mi sonrisa en los labios, pero no digo nada...como si quisiera inmortalizar su rostro en aquella mirada.

 La posada no estaba lejos, y era el lugar más común de encuentro, echaría un vistazo en la calle, pero se adentraría cautelosamente para mirar en el interior. Como no, saludaría al posadero, un hombre realmente simpático.

 - ¡Buenas tardes!

Su voz era muy femenina, y suave...

Asiento con la cabeza a las palabras de Catalina, y le devuelvo la sonrisa alegremente. Se la ve muy animada... jijijiji. Seguro que era bonito tener un lugar al que poder regresar, un sitio que poder llamar hogar, para poder soñar que cuando todo acabe, cuando ya no sean necesarias las claymore en el mundo, podremos ir a ese sitio, a disfrutar y a ser felices. Pero eso... nunca será así. ¡Neee!

Siempre habrá yomas para matar, y siempre habrá misiones en las que podremos morir, viajando de un sitio para otro... las guerreras como nosotras no pueden tener hogar, ni familia... si acaso una hermanita que al estar también en la organización pueda entenderte... pero nada más.

Miro a mi alrededor, preguntándome donde estará el mensajero. ¿Ruuubel? JIjiji... Hace tiempo que no veo a Ermita... ¿se habrá muerto? jajaja... ojalá, pero me temo que bicho malo nunca muere. Tengo curiosidad por saber que piensan hacer con ese ejército de yomas, y espero que nos den méritos por haber conseguido una cura para ese enfermedad. Pero no creo... son unos rancios... Con un uniforme nuevo y limpito, y con que me den la paga, me conformo.

No puedo evitar que se ilumine mi rostro con la mas sincera de mis sonrisas al ver entrar a esa curiosa pareja Asi que lo han conseguido. Estaba en gohan tal y como les había dicho, pero no esperaba que volviesen en perfecto estado, tiene mérito sin duda.

-Eh chicas, aqui, sentaros conmigo, yo invito.

Dije desde la mesa del fondo, hago una señal con la mano para que me localicen, en mi mesa una taza de té y una fuente con unos fritos riquisimos de manzana que solo sabe hacer la esposa del buen posadero.

-Cojer cojer, es la nueva especialidad de la casa.

Dije señalando los pequeños postres.

-Me alegra ver que lo habeis conseguido, vamos a necesitar a todo el personal disponible...

Mi sonrisa se afila mientras espero a que se acomoden.

Me siento en la mesa en la que estaba Rubel, retirándo un poco la silla para poder sentarme comodamente y cruzar las piernas de forma sensual, mostrándo bastante carne bajo la falda del uniforme. Yo invito... jajajaja... El sentido del humor de Rubel era tan bueno, que en ocasiones daban ganas de arrancárselo de las entrañas y hacerselo tragar, pero por los ojos. Jijijiji.

-Si si, lo sabemos, quinientos yomas con armaduras, marchando como un ejército hacia el norte, bla bla bla... y todo eso... ¿No?

Tomo uno de esos postres de manzana, y lo paso suavemente por mis labios antes de morderlo, dandome el placer de relamerme de forma lasciva mirándo a Rubel, con mis labios tan dulces como el propio caramelo... apetecibles... Ñam ñam... Engullo la pieza de fruta, lo cierto es que estaba bastante buena, carnosa... con su néctar chorreante... Me pregunto si las entrañas le sabrán igual de ricas a los yomas... ¡seguro que si! Jijiji...

-¿Y bien? ¿Cuales son las órdenes? Y por favor... no saltes con tonteeerias, que ha sido un viaje muy largo... Aaaapuffff....

Miro a Rubel esperándo que no haga una de sus tipicas gracias y se limite a dar las órdenes sin más, seguro que nos enviarían al norte, y allí estaría el demonio de pelo largo... encontraría una forma de exterminar a ese monstruo, y Catalina estaría conmigo. También Ophelia...

  Aquel podía ser un momento...delicado, no sabía si continuaría junto a Lilith o tendría que despedirse, aunque todo indicaba que ambas serían destinadas al norte, juntas o separadas seguramente estarían cerca, muy cerca, y eso, era algo bueno dentro de la peor de lasposibilidades. Catalina dejó sobre la mesa los Dátiles de Lido y sonrió a Rubel, era un presente por dejar que se encargasen de aquel asunto. Catalina no era ninguna tonta, intuía que Rubel lo tenía todo planeado, y conociendolas habría planteado esa y otras posibilidades, asique, cualquier decisión tomada por nosotras ya estaba prevista por él, por eso era tan sumamente eficiente en su trabajo. ¿Una forma de querer caerle mejor? No, pero había observado que siempre probaba los distintos manjares de cada región, o almenos esas pequeñas cosas que hacían disfrutar a la gente de la vida.

  No haría comentario alguno al respecto, pero esperaba que aceptase aquel presente, aunque después lo tirase por ahí. Se sentó, aunque era probable que no estuvieran mucho tiempo hablando tranquilamente. Alzando ambas manos con una brillante sonrisa negó el ofrecimiento de Rubel, aunque lo agradecía.

 Lilith había expresado la situación, a su manera, asique Catalina escucharía las palabras del mensajero con atención, fueran cuales fueran. Si pedía un informe, lo tendría aunque posiblemente...ya estuviese al corriente de todo. Las noticias vuelan.

Bebo un sorbo de té y sonrio.

-Vaya, parece que los hombres de Rabona tambien estan al corriente....

Cojo un datil y lo huelo con bastante apetito, luego lo meto en la boca y lo saboreo.

-Datiles de Lido, mmmm, ahora entiendo, veo que el viejo Barrin sigue siendo muy habilidoso.

Veo que no ha hecho mucho caso de ciertas advertencias, bueno, ahora ya da igual...

-Quien iba a imaginar que la pequeña Lilith estubiera de tan mal humor tras el viaje jejejeje, pero no te preocupes, traigo buenas noticias, ¡ah! y uniformes nuevos...

Digo señalando a una bolsa que hay a mi lado.

-Hemos conseguido reunir a la matoría de nuestras guerreras para esta operacion, preveemos que Riful se enfrentará a Easley en alguna parte cerca de Demetria, no sabemos si por la aprte del este o ya en el norte, esas montañas forman una barrera natural, es probable que Easley supere en poder a Riful, pero ella cuenta con un ejercito de yomas especialemtne bien equipados, y de unos 20 a 25 kakuseishas a sus ordenes, entre ellos en altiguo numero 3 Dauff, si no me equivoco debiste conocerle en tu estancia con Riful ¿no es asi Lilith?.

Sin embargo, no hemos detectado ejercio alguno por parte de Easley, creemos que Ragnar su general está con él pero no tenemos noticias de ningun otro kakuseisha.

Bebo otro sorbo de té y poso la taza con suavidad

-Hemos formado un grupo principal de caza, que sera el que se oculte en las montañas y espere al enfrentamiento, estará comandado por Teresa y enviaremos tambien a Galatea para que os informe de los acontecimientos de forma segura, ella os dirá cuando debeis actuar, hasta entonces debeis tener cuidado de no ser descubiertas.

¿Alguna duda?

Miro a ambas con una sonrisa curiosa.

  Catalina negó. Y no dijo nada sobre Barrin, confirmar las sospechas de Rubel no era algo que pretendiese, ni tampoco poner en peligro la vida del viejo Barrin, si es que aquello era posible, sería más sensato dejar que acabase el fin de sus días por la vejez y no por otros medios, aunque eso, también, era adelantar demasiado sobre la relación de Barrin con Rubel, que entendía, no sería la misma que de Barrin con la Organización. Habían estado en Lido, eso no era ningún secreto, y deducir que los dátiles tienen que ver, no con Lido en general sino con Barrin en concreto, era algo cuanto menos...sencillo, cualquiera que hubiese visitado a Barrin lo hubiese hecho en su periodo de descanso, y estaría comiendo Dátiles...por lo tanto Rubel conocía bien a Barrin y siendo tan observador como parece ha visto con sus propios ojos al anciano.

  Era...rizar el rizo. Cogí uno de los uniformes dando las gracias con una sonrisa meditada, y asentí a Rubel.

 - Todo en orden. Si no hay nada más, será mejor que partamos cuanto antes para reunirnos con nuestras compañeras.

 Anticipó, no por euforia o ganas de encontrarse con otras claymore sino consciente de que el tiempo no corre a nuestro favor y sería mejor estar preparadas, era pura previsión.

 Miró a Lilith, ella podría poner al corriente a Catalina sobre Duff y los métodos del demonio de pelo largo mejor que nadie...tendrían un largo camino para hacerlo.

Sonrío de forma afilada, sin duda eran buenas noticias, iriamos al norte a esperar que el demonio del pelo largo se enfrentara a ese Ishley, sin las fuerzas están tan equilibradas como parece, después nosotras podríamos atacar, aprovechando que el que sobreviva estará débil.

¿Así que ese tontorrón de Duff era el número 3, no? Jijiji. Le pienso dar una paliza en cuanto lo vea. Pagaría por lo que me había hecho, y después de él, iría a por su "amada", aunque más bien era su ama, y él un simple perrito. Solo espero que Ishley no acabe con Riful... quiero hacerlo con mis propias manos.

-¿Se va a armar una buena, eh? Jijijiji.

Y estarían la mayoría de niñas de un dígito, esa tal Teresa, y la empollona de Galatea, claro que también mandarían claymores de dígitos bajos, como carne de cañón. Jijijii. Va a ser divertido.

-Bueeeno, si eso es todo, nos vamos, además estarás muy liado, intuyo que muchas guerreras van a morir en esta nueva batallita... Jijijiji... pero bueno... es ley de vida. ¡Sa-yo-naaa-ra!

Además seguro que encuentra nuevas niñas para reemplazar a las que mueran. Como objetos, si uno se rompe, se tira y se cambia por otro. Me encojo de hombros con inocencia, y después tomo mi nuevo uniforme entre los brazos, esperándo a Catalina para salir de allí cuanto antes. Me gustaría ver a Rubel contra un yoma... un simple yoma, uno de los debiluchos... Jajajaja... seguro que se ponía a llorar como una niñita.