Partida Rol por web

claymore(2)

Llanura de Arcadia (Frontera Norte)

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28/04/2010, 16:21
Flora

Galatea y Flora, conscientes observadoras, dejaron que Galena terminara lo empezado, ellas ya lo sabían, ya habían hablado con Veronica, y acudieron al campo de batalla sabiendo la verdad y lo que la existencia de la "inmortal" significaba. Galena debía tomar una decisión, y la tomó, quizá la mas dura que habría de tomar en su larga vida, pero aquello suponía el mayor regalo y agradecimiento a la bicentenaria guerrera y asi lo habían entendido.

Cuando el mandoble de Galena atravsó a Veronica, ambas cerraron los ojos, de los cuales aun brotaban lagrimas, lagrimas de tristeza por una parte, pero tambien con origen en otros sentimientos, como el alivio, agradecimiento, felicidad, y muchos otros nada faciles de describir con palabras.

Flora correspondió el abrazo de Galena como buenamente pudo, tenía muchas heridas, pero sanarían con el tiempo, le costaba hablar, pero el solo hecho de tener a su hermana gemela abrazandola, le daría la voluntad de hablar hasta sin cuerdas vocales.

-Ganamos... hermana.

Luego cojió el claymore que había estado usando para la batalla y cuando Glanea le tendio el suyo, ella a su vez le tendió ese.

-Nunca pude encontrar el claymore que perdiste aquella vez...

Dije refiriendose al que Galena perdió en el incidente que tambien le arebató la memoria.

-...cayó por un barranco y a que no adivinas quien lo encontró... ella lo tenía reservado para el momento que supieras quien eres, para cuando volvieras a recordar. Sin duda esperó mucho tiempo, fue su voluntad que yo lo utilizara, y que te lo diera llegado este momento.

En aquella espada estaba inscrito el primer simbolo asignado a Galena cuando antaño fuese una guerrera de un solo dígito.

-Esta eras tu...

Finalmente volvió a abrazar a su hermana, encontrando descanso en aquel abrazo, paz, alivio, una libertad ganada a traves de la sangre, la muerte y el esfuerzo de todas las guerreras y soldados que habían acudido a la llanura de Arcadia.

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29/04/2010, 00:05
Catalina

  Catalina se acarició las muñecas por encima de los brazales y trató de ajustarselos. Seguía agotada pero había aprendido a disimular, era la fachada de cualquier claymore, la de la suficiencia, como si temiesen mostrar algo que pudiese actuar en su contra...y al final, no era tan alejado de aquello, pues su naturaleza humana no servía de nada para combatir a los yomas, si acaso, para crear situaciones propicias para el oponente...

  Miró de soslayo a Andrea, sin variar su expresión y tuvo a bien susurrarle algo:

 - Había algo extraño en ella. - Se refería a Verónica. - Pero he de reconocer que me alegré mucho de que nos echase una mano en Demetria.

  Aunque sólo sirviese para prolongar su sufrimiento, Undine sobrevivió gracias a su ayuda aún cuando nosotras logramos hacer que no luchase sola.

 Luego llevó su mirada hacia adelante para observar a las hermanas desde la distancia. Almenos alguien había recuperado algo de toda aquella guerra, como la cortavientos había logrado resucitar no debía de ser un secreto para la treinta y para la veintiseis.

 - En el norte también fue la primera vez que nos vimos, Andrea. - Expresó con cierta satisfacción y una leve sonrisa que afloraba...difuminada en su pálido y frío rostro.

 - Y como hiciste conmigo, he comprobado que has logrado cambiar a mucha gente. - Compartió una mirada con ella. - Para mejor, se entiende.

 Inspiró profundamente el aire del norte, aquello no le gustaba, no era como el aroma de Gohan, era frio, gris, era...triste...Quizás no debería enterrar allí a James y a Raynor, aunque no podía permitirse vagar con sus cadaveres por la eternidad. Separarse de ellos iba a ser muy dificil, tanto como le estaba resultando separarse de Lilith, pensaba que...quizás, en cualquier momento volviese a oir su delicada y punzante voz, o la calidez de su sonrisa...quizás, si no tuviese los cuerpos de sus aliados allí mismo, a sus pies, puede que también esperase ver llegar entre la neblina a James acercandose para besarla o a Raynor, a lo lejos, quieto, mascando alguna hierba larga con una pose heroica, asintiendome y negando ante el paso poco decidido de su camarada...

  Ya lejos queda la ida del sur, en la que se dieron su primer beso, en la que se quedaron de piedra y el bollo del desayuno recorría las calles después de un estruendo. Ya lejos quedaba la inocencia...ahora sólo había duelo.

 No...no sólo había duelo...

 - Me alegra que estés aquí. Has hecho un buen trabajo desde que nos encontramos por última vez. Te has hecho más fuerte y has mejorado tus capacidades. Aunque has perdido ese halo alegre que te seguía a todas partes.

  Es algo normal en los tiempos que corren...lo dificil sería no perderlo después de ver lo que hemos visto, de vivir lo que hemos vivido.

 Pero...lucha por recuperarlo.

 Lo que todas nosotras hemos hecho, estuvieses o no presente, desde que te conocemos, es en buena parte gracias a que tu estabas ahí, en nuestros corazones y nuestros pensamientos.

 Negó levemente y sonrió de medio lado.

  Aunque a veces pienso que estaba mejor antes...no decía tantas tonterias...

  - Aunque Galena se haya reencontrado con su hermana, te necesita.

 Ve con ella.

 La siniestra de Catalina descargó un golpe con bastante fuerza, quizás toda la que podía desarrollar en aquel momento, en el hombro desnudo de la treinta con el fin de hacer que se adelantase y fuese. En su rostro una sonrisa más amplia de reconocimiento, respeto y también alivio, alivio por saber que después de todo las dos amigas habían sobrevivido. Ya no necesitaba consuelo...le bastaba con saber que ella iba a estar allí.

 - Vamos. Estaré bien.

 Dijo para asegurarse de que Andrea no se lo replanteaba...si iba con Galena, catalina aprovecharía para acercarse a su maestra y examinar sus heridas.

 

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29/04/2010, 00:37
Andrea

Andrea suspiró escuchando a Catalina, aunque miraba a Flora y su hermana darse aquél abrazo, y sonrió al ver aquél reencuentro.

Cuando su amiga terminó, la miró.
Sí que he perdido la sonrisa... hasta yo misma me lo noto. Suspiró Si... la recuperaré.

Le puso la mano en el hombro cuando Catalina le dio aquella gran palmada.
A Verónica... llegué a admirarla. Rebelde contra algo que no se estaba haciendo bien, de buen corazón... y con la capacidad de devolver la vida. ¿Qué más podría pedir?

Sonrió y puso bien un mechón a Catalina.

Y no me otorgues tantos méritos... habéis cambiado vosotras, yo he hecho nada especial, nada que no haría por cualquier otra... pero me alegro que siendo yo, hayamos llegado a ser tan amigas. Además... seguro que a ti te cambió James... no yo.

Volvió a mirar a la pareja de guerreras Cortavientos, y se rascó la nuca, no muy convencida.
No sé yo...

Flora la intimidaba. Ya la había despreciado dos veces, y luego aquella mirada en la posada de Pieta... Claro que Catalina no sabía eso, pero Andrea estaba segura de que no le caía bien a la número siete.

Su estado era tirando a patético: Galena podía tener mil rozaduras y manchones de cuando se despeñó, cortes, y salpicaduras de sangre, pero ella iba con el traje hecho unos zorros desde que Ishley casi la mata, fue herida un montón de veces, y desde luego la pinta no era la mejor para parecer alguien que la siete, si era cierto que la ninguneaba, fuera a respetar.

Miró a Catalina, con un cruce de miradas le dijo que volvería si la veía ociosa al lado de los cadáveres. Se fue acercando, aunque a mitad de camino cogió el medallón de los dioses de Rabona y lo miró sonriendo. Lo siguiente fue arrancarse el sobrecuello con el símbolo, y colgarse el medallón al cuello, acariciándolo.

Ya no era una herramienta, era una guerrera que podía seguir luchando libremente, y eso haría, por mucho tiempo hasta encontrar el último yoma del continente, si los dioses tenían a bien.

Sin dejar de acariciar el medallón, como si eso le inspirase un poco más de confianza, llegó junto a las guerreras y sonrió a Galena, saludando con la cabeza a Flora.

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29/04/2010, 01:37
Galena

 

Galena había dejado caer el peso de la cabeza sobre el hombro de su hermana, aquel acelerón la había extenuado por completo y no podí amás pero al sentir que Flora se movía tendiéndole algo se separó un momento. Al ver aquél claymore parpadeó abriendo mucho los ojos y lo cogió con las dos manos por la empuñadura, una empuñadura que era azul...

"¿Es... mía?"

Lo apretó con un escalofrío nacido del orguullo, o de la emoción.. no estaba muy claro. La hoja permaneció apoyada sobre el suelo no obstante ya que no tenía fuerzas para levantarlo.

En un principio no dijo nada, sólo miró el emblema durante varios segundos, si lo reconocía, le sonaba o no, no podía saberse.

S-se parece al tuyo... —respondió finalmente tocándolo con las yemas de los dedos. Luego hizo una pausa terminando la frase—pero... se le han caído los dos palitos.

Emitió un sonido corto, rasposo y apagado, casi como si se hubiera aguantado un amago de... ¿risa? ¿ella? si los milagros existían aquello era uno y desde luego la artífice no podía ser otra persona.

Cuando Galena levantó la vista de la hoja para mirar a su hermana una sonrisa muy muy ténue le iluminaba el rostro. Algo que ni Flora recordaba haber visto en muchísimo tiempo, y era una sonrisa que expresaba algo de verdad. Aunque en ese momento la ventiocho se percató de que un yoki se acercaba, lo conocía, era el de Andrea y giró la cabeza para descubrir que, en efecto, la oteadora se acercaba tímidamente.

La gemela levantó la mano libre y le hizo una señal con ella, no había borrado aquel gesto de su cara y la invitaba a que se acercase. Tanto ella como su hermana estaban sentadas en el suelo así que la treinta tendría que hacer lo mismo al llegar. Galena la miraba mientras aunque le hablase a Flora.

Creía que ere imposible porque... no le caigo bien a nadie nunca—dijo—pero hubo alguien que no se separó de mi lado en ningún momento.

Esperó a que Andrea llegase al lado suyo para sentarse y la rodeó con un brazo por los hombros como si quisiera mostrar algo de lo que se sentía orgullosa o algo así, es más... hasta se le iluminó un poco más la sonrisa llegando a verse los blancos dientes cuando miró a la número 7 otra vez. En aquel momento podía decirse que quizá fuese imposible de creer pero lo cierto es que no necesitaba nada más para sentirse por fin alegre, tenía a su lado las dos únicas cosas que necesitaba para ello, una era su hermana, la otra...

Mi amiga.

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03/05/2010, 22:57
Andrea

Andrea se acercó y se sentó un tanto apocada, y lo cierto es que se sentía algo extraña sin el sobrecuello, así que iba mirando de vez en cuando el medallón, y lo acariciaba según Galena hablaba.
Miró de reojo a la veintiocho al sonreír.

Está muy bien... seré una amiga pero no creo que deje de ser una inútil para Flora.

Cuando Galena acabó, Andrea sonrió y jugueteó con sus propios dedos.
Eso es porque... no sonríes. Si lo hicieras... tendrías un montón
Miró de reojo a ambas esperando que el sincero comentario hubiera sentado bien.

Además, tu has estado a mi lado también cuando te he necesitado...

Pasó un brazo tras la espalda de la veintiocho y le abrazó igual que hacía ella.

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03/05/2010, 23:05
Flora

Tras el abrazo de Andrea y Galena, Flora se quedó pensativa, mirando hacia Andrea, en ese momento no era la claymore mas sonriente del mundo, pero aquella mirada estaba a años luz de la mirada asesina que le dedico hace tiempo en la posada, tambien quedaba lejos el desprecio y el odio.

A duras penas, Flora cojió el claymore que le había devuelto su hermana, lo clavó y lo usó de punto de apoyo para levantarse, cojeaba hasta el punto de tener inutilizada una de las piernas, pero se mantuvo en pie con la ayuda de su arma.

Se quedó mirando a Andrea unos segundos hasta que finalmente sonrió ligeramente. Despacio y sin perder el equilibrio, la numero 7 tendió su mano libre y ensangrentada a la numero 30, en señal de reconciliación.

No dijo nada, aquel gesto habló por ella, no harían falta palabras.

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03/05/2010, 23:30
Galatea

Galatea permanecía de pie con una mano en el abdomen, cubriendo una fea herida, pero nada que causara demasiados problemas a una claymore defensiva.

Observó en silencio el feliz reencuentro, quizá el final de otro capitulo en las vidas de aquellas guerreras, en cualquier caso, ese dia habían terminado tantas historias que sería dificil dar cuenta de todas. Galatea no tenía un rostro triste, mas bien mas sereno que nunca, relajado, como si todo el peso que soportaba la guerrera se hubiese desvanecido, como si hubiese llegado a su meta, como si hubiese cumplido el motivo de su existencia.

Miró a Catalina mientras se acercaba, ya no era solo una claymore con la que se llevaba bien o con la que había compartido muchos momentos, era lo mas cercano a su difunta hermana que le quedaba, y ahora mas que nunca veía el similar rostro de Elisa en ella. Cuando Catalina hubo llegado a su lado la miró con esos ojos tranquilos que inspiraban una infinita tranquilidad, extendió su mano para ponerla en el hombro de la 26, pero antes de que Catalina pudiese responer con cualquier otro gesto, la acercó mas a ella para darla un lento pero firme abrazo, en el cual pudo escuchar el suave latido de su corazón, su respiración calmada, y sobretodo, el cariño hacia ella, por desgracia, aquel abrazo tenía tintes de despedida.

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04/05/2010, 18:04
Catalina

 Catalina correspondió al abrazo sin cautela, hizo aquel gesto con firmeza y sin ninguna clase de temor, aquel día había aprendido, a la fuerza, a separarse de aquello que apreciaba y no podía, sino, comprender que no es bueno aferrarse demasiado a lo que deseamos o queremos con todas nuestras fuerzas, pues...sólo conseguimos hacerles daño o hacernoslo a nosotros mismos. Mas aquello no era un extremo, no era renunciar al placer de abrazar a una amiga, más que eso, a su hermana mayor, se trataba de comprender que cada individuo, que cada ente en este mundo...sigue su curso y su camino y no podemos tratar de cambiarlo.

 Eso había pasado con James y Raynor, con Lilith e incluso con Verónica, tambien pasaría con Galatea...por eso hay que guardar como trofeo estos momentos, disfrutar de cada instante como si fuera el último. La número tres lo sabía bien y habían intentado enseñarselo desde el primer momento en el que se conocían.

  - Me alegra ver que no han podido contigo. - Separó su cuerpo y su mirada se clavó en sus ojos. - ¿Qué...piensas hacer a partir de ahora?

 Preguntó sin miramientos. Sus gestos eran afables pero no podía dibujar por completo una sonrisa.

 Sobraba decir que podía venir con ellas si lo deseaba...aunque Galatea siempre había sido independiente, terriblemente autosuficiente y...como todos sabían, veía más allá en numerables aspectos, también a la hora de tomar decisiones como aquella.

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05/05/2010, 17:29
Galatea

Galatea con su rostro iluminado, se quedó mirando los ojos de Catalina, tanto rato que resultó extraño, como si su mente se hubiese abstraido, luego poco a poco miró hacia el cielo. Las nubes se iban disipando, la niebla de guerra comenzó a dejar pasar la luz en una imagen de ensueño. Galatea no pudo sino quedarse mirando el espectaculo.

Luego sonrió con un gesto que parecía el de una persona que le habían quitado de encima el peso del mundo.

-Ya no estan... no percibo ninguno...

Luego miró de nuevo a su querida hermana.

-Viviré... como humana, me iré a algun sitio tranquilo y por fin viviré la vida que siempre desee, y quien sabe, igual puedo dar cuenta de algun yoma desperdigado que quede en estas tierras, aunque gracias a Riful apenas deben de quedar unos pocos. Al fin podré dejar las armas, y quizá, con el tiempo, podré pasear por las calles de Rabona como una ciudadana mas.

Desearía lo mismo para ti, desearía que vinieses conmigo, pero el fuego en tus ojos no se ha apagado aun ¿verdad?.

Galatea comprendía perfectamente lo que sentía Catalina, por Lilith, por James y Raynor, y por todos lo que habían muerto en la centenaria guerra.

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05/05/2010, 18:42
Andrea

Andrea cogió aire viendo la mirada de Flora, y sí que sonrió ampliamente. Fue a levantarse, pero al ver que Flora le ofrecía la mano, la cogió sin dudar y también se levantó, asintiendo agradecida.
Bueno... Dicen "ama y serás amado"... y aquí está: Cuidar de los demás me reporta... amistades.
Aquél pensamiento la hizo mostrar su dentadura, desde luego amistades no le sobraban a la treinta... se alegraba de haber aumentado el número.
Me alegro de verte de vuelta, Flora. Las dos le debemos mucho a Verónica...

Entonces Galatea habló, y Andrea escuchó. Tal vez interviniendo donde no la llamaban, también respondió.
A mi me encantaría hacerlo, pero tengo un... proyecto que os puede interesar. Dijo hablando a todas, sonriente. Puede que Galatea esté demasiado cansada de esta vida, pero yo aún puedo aguantar un poco más, y me transformé para proteger a los humanos, así que pienso seguir haciéndolo.
Cogió aire.
Planeo construir una especie de "Organización". No para convertir a niñas en Claymore, si no para combatir y erradicar a todos los yoma que puedan quedar. Dejó ir en aire. Su "sede" podría estar en Rabona, es una ciudad grande y sobretodo céntrica, cerca de todas partes... además, creo que le caí en gracia al Padre Vincent, que es una autoridad allí, y seria muy significativo que la sede estuviera en la Ciudad Santa.
Y de paso quizá pueda visitar la Ciudad Santa y dar las gracias a los Dioses en su gran Catedral...
Sonrió para sí misma, soñadora... pero quizá no tanto.
Si algún pueblo envia una petición, iré gratuitamente a tratar de acabar con esos yoma, tan solo a cambio de lo necesario para vivir, que es poco. La sede de Rabona nos organizaría un poco e iríamos pasando por allí periódicamente a que nos indiquen donde se les han visto... En lugar de "peinar" el continente, que seria bastante estúpido y poco productivo, y podríamos estar lejísimos de donde hicieramos falta.

Puede que incluso sea... compatible con vida civil. Cuantas más seamos... bueno, mejor. Sin alguien que 'amenace' a los yoma que hayan sobrevivido, y no sabemos si son diez, cien o mil, podrían matar sin temor.
Cogió aire y suspiró mirándolas.

Yo lo haré aunque sea a solas, así que quien quiera acompañarme... bienvenida

Les sonrió.

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06/05/2010, 01:56
Catalina

 Andrea intervino mucho antes siquiera que Catalina se propusiera responder con un enunciado con matices de explicación, de justificación...consiguió sonreir ante las palabras de su amiga...y bajó el mentón tornando su semblante algo más serio como si no se permitiese estar alegre en aquel día, de hecho...el sentimiento era contradictorio en buena parte estaba alegre de volver a ver a Galatea, de comprobar como aún había esperanza para algunas de ellas, si es que aquello podía considerarse la posibilidad de un futuro más tranquilo...pero por otra parte estaba la pérdida de todo aquello en lo que había creído durante tanto tiempo, y no sólo se trataba de sus aliados, de su amor, de su hermana Lilith...se trataba también de la propia Organización cuyo nombre Andrea pronunciaba con la naturalidad de siempre.

  Es...un buen propósito...

 - Es un buen deseo. - Le contestó a aquella que durante tanto tiempo había sido la guía de sus directrices, y aunque en parte lo seguiría siendo mientras viva, ahora...era diferente. Miró de reojo a Andrea y negó levemente.

  Bueno me alegra ver que no ha cambiado después de todo.

 - Y estoy segura de que así este mundo será un poco mejor, un poco más seguro. - Apoyó a la claymore sin reticencias.

 - Ya deberias conocer mi respuesta...pero hoy es un día de duelo, hoy no puedo sino mirar hacia atrás para cerciorarme de que no se olvide lo que hoy todos han hecho aquí.

  Y...además... - Dijo con un tono casi divertido a pesar de que era obvio que si no lloraba se trataba de su resistencia, la misma que la había hecho tan dura y fría en el pasado - Hay algo que quisiera hacer antes de eso.

  Pues ella tenía sus propios deseos....aunque muchos de ellos, como una casa en las afueras de Gohan hubiesen desaparecido como lo hace la arena golpeada por la brisa del norte.

 - Quiero coger uno de los barcos. - Explicó. - Puede que aquí no quede ninguno, o muy pocos...pero...necesito saber toda la verdad primero.

  Y sólo encontraré esa verdad fuera de este continente...

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08/05/2010, 17:21
Galena

 

Galena envainó aquél claymore que le había dado su hermana aunque recogió el de Verónica que antes había echado en el suelo y lo sostuvo en la mano izquierda. Estaba agotada pero el mero hecho de que Flora se levantase le dio automáticamente fuerzas para hacerlo ella también... hasta le ofreció el hombro sosteniéndola para que pudiera apoyarse en lugar de hacer fuerza por sí misma. Sacaría la energía de dodne fuera  para servirle de apoyo hasta la otra punta del continente si hiciera falta.

Había dejado de sonreir para volver a una expresión más tranquila pero la luminosidad que aquél gesto había traído a su expresión permanecía, hasta sus ojos habían recuperado cierto brillo cristalino de vida en contraste con el aire sombrío y apagado que habían mostrado hasta hace poco, parecía más serena que nunca.

Sus ojos se desviaron hacia Andrea cuando ésta habló, la escuchó sin decir nada y luego miró a Catalina.

"¿La verdad?"

Tanto como se había esperado la propuesta de la treinta, le intrigaba lo expuesto por la ventiseis... así que esperó a ver en qué desenvocaba aquello antes de pronunciarse ella misma. Ahora que se habían vuelto a reunir, lo último que pretendía era separarse.

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09/05/2010, 01:36
Flora

Flora escuchó a sus compañeras, la idea de Andrea, a pesar de ser una buena iniciativa, le parecía demasido idealista, al fin y al cabo, ella y su hermana eran las que mas incómodas se sentían en presencia de humanos. Apoyandose en su hermana, dió su opinión, clara y concisa.

-Decide tu, hermana, ya no volveré a separarme de ti elijas el destino que elijas, y dado que esa guía me ha correspondido a mi durante tantos años, con unos resultados a menudo nefastos para ambas, creo que es hora que tomes el relevo, no me importa donde ir ni lo que hacer, mientras estemos juntas.

Fue completamente sincera a pesar de la presencia de las demas, fue clara al decir lo que sentía, no le importaba el futuro mientras fuese junto a su gemela, había muchos años que recuperar.

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11/05/2010, 01:31
Andrea

Andrea escuchó al resto y sonrió.
Oh, hablando de 'la verdad'

Sacó un papel que habia guardado y se dispuso a extenderlo. Rubel me dio esto. Dijo que la verdad estaba en este papel antiguo. Lo extendió y tras abrir los ojos, sorprendida, lo mostró al resto. Se trataba de una carta astronómica que mostraba algún tipo de ruta marítima.

Vaya... parece que habrá que ir lejos para esto.
Se frotó el mentón un poco, pensativa.

Bueno... creo que aún tengo cosas que hacer en este continente como para abandonarlo. Quiero lavar la imagen de las Cazadoras que han sido tratadas como monstruos y como esclavas, quiero que se reconozca su sacrificio, quiero exterminar hasta el último yoma de esta tierra para que los humanos no tengan yoma que temer, quiero volver al pueblo donde nací, quiero entonar una oración de gracias a los Dioses en la Catedral de Rabona, y cuando acabe quiero sentirme un poco humana entre humanos antes de hacer nada más.

Cogió aire.
Descansaré un rato, acompañaré a Catalina en su duelo hasta que haya dado sepultura a sus amigos, y me dirigiré a Rabona. Miró al resto, sonriente. ¿¡Quién me acompaña!?

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14/05/2010, 15:48
Galena

 

Galena miró a Flora un momento algo sorprendida, no por las palabras de su gemela, si no porel hecho de que las pronunciase... en público. La altiva número 7 ya no tenía una altiva apariencia que mantener.

No dijo nada pero el brazo que usaba para sujetar a su hermana le dio un leve apretón en el costado. Ella opinaba lo mismo en lo referente a que el lugar no importaba mientras estuviesen la una al ladode la otra aunque sí tenía un matiz que añadir, de hecho ese "matiz" se puso a hablar en ese momento. Andrea mostró un pergamino que al aparecer le había dado Rubel... a esas alturas no tení ani idea de qué pensar del supuesto mensajero pero la verdad es que no la preocupaba en absoluto lo que hiciera aquel hombre.

Bueno, supongo que a esa "verdad" no van a salirle patas y vaya a marchar corriendo—suspiró—y ahora tenemos todo el tiempo del mundo, no me... molestaría recuperar un poco el que hemos perdido en algo que no sea repetir "un hombre de negro vendrá a por la recompensa"...

Miró a la treinta cuando esta terminó su diálogo de nuevo tan efervescente como siempre en comparación con la serena número 28. Era una propuesta idealista, sí, pero a fin de cuentas... ¿por qué no? por pocos yomas que pudieran quedar en el continente, eran guerreras y podían acabar exterminando esas amenazas y después de lo que le había costado trabar una amistad con alguien no pensaba dejar que se fuera por ahí sólo.

Por supuesto no podían ignorar aquél pergamino que algo revelador escondía... pero ya que eran las únicas Claymore que quedaban qué menos que permanecer juntas y prisa ya no tenían puesto que no había nadie a quien rendirle cuentas. Viajarían al nuevo continente pero antes bien podían tomarse un merecido descanso en el que ya estaban, por no mencionar que... ella también tenía cosas que hacer allí: se había propuesto darle un lugar de descanso digno a Verónica y pensaba cumplirlo.

Nunca he visto Rabona... —aquello no era un comentario fortuito, era una forma de responder afirmativamente a la pregunta de Andrea—... que yo recuerde.

La última parte de la frase sonaba dese luego curiosa viniendo de ella. Miró a su gemela de reojo haciendo algo bastante curioso y era imitar un gesto que había hecho la propia Flora en Pieta: mirarla con la picardía de quien trama algo que luego había resultado ser un entrenamiento. Claro estaba que el rostro de Galena no era ni de lejos tan expresivo como para mostrar picardía pero la esencia de "tramar algo" logró captarla al levantar una ceja.

Además... por el camino podrías decirme qué tal he cumplido lo que te prometí.

Me... ganaré uno... me ganaré un título... y dominaré el Cortavientos. Haré que estés orgullosa de mí.

Para una vez que era ella quien se coscaba de algo y su hermana la que no tenía al amenor pista quería saborearlo un poco haciéndose de rogar. Entrecerró los ojos sonriendo de nuevo muy levemente, como si hasta le hiciera gracia la simpleza de lo que iba a decir.

Te pillé...

Y es que en poder no la había pillado ni de broma, pero en lo que realmente le importaba, sí, y se sentía realmente bien por ello.

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16/05/2010, 20:49
Catalina

 Rabona.

 Aquel nombre apareció en la mente de Catalina dolorosamente como si de rpeente aquel destino se hubiese convertido en el único factible, y en parte así lo era. Dolorosa la punzaba, pero sobretodo en su corazón.

  Echó las manos ligeramente hacia atrás, de este modo, su pecho se alzó mientras inspiraba y sus pulmones se llenaban de la fría brisa de las Tierras de Alphonse, lentamente, sus dedos, uno a uno, fueron contrayendose y flexionando para clavar sus uñas en la palma de sus manos.

 Guardaba silencio mientras su vista viajaba con cierta indecisión entre los cuatro puntos cardinales, su mentón, en alto, no le impidió mirar hacia la tierra que pisaban todas ellas con sus grebas, aquella misma en la que tanta sangre se había vertido, tanta, casi...como el valor que tenía. Húmeda, negra y también blanca por la nieve, matices de colores que sus fantasmagóricos ojos plateados no alcanzaban a distinguir en aquel momento, por algún motivo en su interior. Le fue dificil, pero sopesando las posibilidades acabó por mirar directamente al cielo...otra opción, como otra cualquiera...

 Ella no tenía la suerte de creer en los dioses, sólo podría llamar la llama del recuerdo de aquellos que habían caído para que siguiesen existiendo...

 - Hemos luchado por encontrarnos de nuevo. Por ser libres y estar con los seres que apreciamos más que a nada, incluso más de lo que uno puede apreciarse a si mismo.

  Pero...el coste de esa libertad, en ocasiones...parece demasiado grande. - Pero la veintiseis no se estaba arrepintiendo de lo hecho hasta aquel momento, si algo tenía claro es que el pasado debía de permanecer tal y como estaba y compadecerse de uno mismo no llevaba a ningún sitio, no bueno, almenos.

 - Sh..... - Un suspiro delicado acaricia sus labios, su mentón desciende, como su mirada que se clava en la tierra bajo sus pies.

 - Sólo podré apreciar esa libertad...sopesar sus costes y su valor, en la soledad.

 Dio un paso atrás y las miró a todas, en aquel escenario de muerte y dolorosos recuerdos. Encaró sus rostros con su voluntad por escudo ante las lágrimas que de otra forma brotarían.

 Está hecho.

 No hacia mucho tiempo desde la última vez que sonrió pero la alegría no tenía cabida en su figura. No tomaba aquella decisión sin haberla meditado, seguía siendo fría, cuando serlo, no resulta necesariamente negativo.

 - Pero me bastará con saber donde puedo encontraros. - Que fue una forma de decir que regresaría para hacerlo.

 No volvió a retroceder. Les otorgó su flanco derecho y caminó hacia los cadaveres de James y Raynor.

  Es hora de partir. Sola.

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19/05/2010, 12:58
Andrea

Andrea suspiró y miró a Catalina con tristeza. Tomó mucho aire y le dio un fuerte abrazo.

La... libertad como la que tenemos no es demasiado cara, porque mientras haya vida... puedes volver a vivirla. Sonrió un poco, con los ojos algo vidriosos. Y... para apreciarla quizá debas estar sola, pero no te olvides que la vida es para vivirla... y la vida se disfruta más en compañía, eh...?

No pudo reprimir otro abrazo.
Vuelve pronto Catalina...

Se separó y se quitó el lagrimón. Te esperaremos y nos contaremos historias, de acuerdo...?

Cogió aire y miró al cielo de nuevo, cerrando los ojos. Estuvo unos segundos así, y luego miró alrededor, a todas las compañeras.
Bueno... yo me marcho a Rabona. Hasta la vista a las que tomen otros caminos... Dio el primer paso, algo cabizbaja y pensativa. Le hubiera gustado acompañar a Catalina al menos hasta dar entierro a sus amigos, pero si prefería hacerlo sola, no le quedaba más que respetar su decisión. Admiraba a Galatea y deseaba conocerla mejor, pero si también queria tomar otro camino, supuso que ella sabría lo que seria mejor para su felicidad.

Si quedaba de camino, pasaría por su viejo hogar.

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22/05/2010, 15:05
Galena

 

Galena miraba en silencio escuchando las palabras de Catalina y Andrea, no entendía muy bien qué era lo que pretendía la ventiseis pero le bastaba con que volvería a reunirse con ellas.

Bueno... pues como punto de referencia: Rabona—miró de reojo a Galatea—para todas.

Ahora que había recordado finalmente a la guerrera qué menos que (re)conocerla de nuevo. Había dicho que quería vivirla vida pero cuando quisieran siempre podrían encontrarse todas allí, a fin de cuentas, serían los únicos yokis de la ciudad. Y para la vuelta de Catalina siempre podían ir juntas a buscar aquella "verdad" que mencionaba el pergamino.

Andrea habló con Catalina y se le cayeron algunas lágrimas, la gemela había pasado mucho tiempo con ella y ya conocía bien la extrema sensibilidad de la oteadora. Normalmente "llorar" significaba "triste" pero como estaba sonriendo aquella parecía ser una de esas extrañas veces que  la treinta había descrito en las que era posible llorar estando contento.

......

Galena pensaba cumplir la promesa que se había hecho antes de nada: darle el lugar de descanso que merecía a Verónica en la ladera de aquella montaña por la que ella, su hermana, y Galatea habían descendido trayendo consigo el aliento de esperanza a la batalla. La misma montaña que había presenciado la contienda más importante quizá de la historia. Allí clavaría el claymore de la Inmortal, en una tumba normal, una tumba como la de los humanos en cuya lápida tenía bien claro lo que grabaría... y pese a que ahora la gemela llevaba "sus" dos claymore a la espalda, el de la número 28 y el de la número 3, sería con el que había luchado en aquella batalla con el que firmase:


Aquí descansa Verónica "La Inmortal"

"Porque ser humana es amar; porque ser humana es ser libre; porque ser humana es decidir; porque ser humana es luchar, sufrir, perder y ganar; porque ser humana, es vivir"

Y tú vivirás por siempre:

 

No dijo nada y se acercó un par de pasos despacio para no tirar a Flora, luego repitió un gesto que ya había hecho anteriormente: plantó la palma de la mano libre encima de la coronilla de Andrea chafándola aunque con suavidad lo que hizo que encogiese la cabeza entre los hombros.

¿A dónde crees que vas tú sola?—dijo levantando mucho una ceja en un gesto exagerado de escepticismo y con su habitual expresión serena—si mal no recuerdo... tu vigilas yomas y yo vigilo lobos, ¿No? Ahora no hay yomas así que andando, no te librarás de mí.

Ella y su hermana irían con la número 30 a Rabona, allí bien podrían tomarse un respiro, descansar sin tanta misión que las separara, recuperarse, y de paso, por supuesto, dedicarse luego a la propuesta de Andrea que era terminar con los resquicios yoma del continente o ir a bsucar esa "verdad" al regreso de Catalina.

 

Al fin podían hacer lo que quisieran, al fin eran libres para sentirse del todo humanas.

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22/05/2010, 19:02
Catalina
Sólo para el director

  Había hecho bastantes suposiciones, y aún quedaban tantas o más preguntas sin responder como corazonadas. Ella daría entierro a James y Raynor como dos soldados más, pero se aseguraría de que sus tumbas no tuvieran nada que envidiar a la de los generales que comandaban aquel ejército. No aceptaría ayuda y lo haría en la discrección de la soledad...nadie los conocía como ella, no almenos entre las guerreras de la organización.

  La despedida de Galatea sería tan fría o tan cálida como siempre. Según se viese eran parecidas o completamente diferentes, la veintiseis la consideraba una hermana mayor, pero como en todo momento en la vida de dos hermanas...llega el día en que lo mejor es continuar separadas. No era así el caso con Lilith, a ella la llevaría a partir de ahora consigo.

 EL plan parecía alentador, descansar por fin, hacer aquello para lo que se habían transformado, pero sin ataduras, no arriesgar la vida por la voluntad de otros, como mucho...por la propia. Aquello era la libertad, era el libre albedrio de sus almas, de sus decisiones...Andrea finalmente se había convertido en aquello que Catalina había visto en ella, en una guía para otras personas...y sin duda aquello mejoraría con el tiempo, se había ganado la confianza de muchas personas, aliados y también, algo más que eso. Sólo hacía falta ver a Galena.

  Mentiría si dijese que no iba a echarlas de menos, pero estaba acostumbrada a caminar solas.

 De la bolsa donde guardaba todo lo que había ido recogiendo a lo largo de sus viajes, armada con la brújula, que aún, estimaba, le sería útil, sacó el ángel que Andrea le había regalado. No, Catalina no creía en los dioses, creía en si misma..y en sus compañeras, por eso lo colocó en la empuñadura de su espada.

 Luego se acercó a Andrea, y le tendió unos pergaminos enrollados, pero en su mano izquierda no había nada, tendida del mismo modo parecía exigir algo.

  - Toma esto. Te será útil. Más que los que llevas. Yo cuidaré de ello mientras estemos alejadas.

 Era un intercambio, posiblemente...justo.

 Cuando la treinta aceptase, si lo hacía, Catalina se retiraría, no sin antes dedicar su silencio ante la tumba donde reposara desde entonces la claymore de nombre Verónica.

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23/05/2010, 00:58
Director

Galatea se despediría, almenos temporalmente de todas salvo de Catalina, a la cual acompañó hasta los puertos desde donde partiría al viaje mas largo por mas que un humano originario de ese continente había hecho jamas siguiendo la eterna guía de las estrellas, nadie sabe si realmente en la lejanía del horizonte maritimo estaba la verdad que tanto anhelaba, para las que la vieron partir, una cosa estaba clara, no solo se trataba de descubrir si había mundo mas alla de lo conocido, sino de partir en busca de aquello en lo que creía, aquello que le dictaba el corazón.

Las ultimas palabras de Galatea en su despedida fueron "Volveremos a vernos, hermana". Y fue asi como Catalina zarpó y su antigua mentora dejó finalmente las armas para hayar la paz que ansiaba su corazón, se fue a vivir a un pueblecito en las parederas del Este, cerca de Sontera.

Andrea, Galena, Kumiko y Flora, se fueron hasta Rabona, donde aun encontraron reticencias para entrar, pero se terminó aboliendo la ley que imposibilitaba su entrada gracias a al influencia del padre Vincent, el cual las acojió en al ciudad donde pudieron llevar una vida mas o menos apacible entre humanos. Recibieron avisas de algun yoma, pero con el paso de los años, estos fueron desapareciendo hasta que solo restaban historias sobre ellos en los cancioneros de los trovadores, entre los cuales había muchas composiciones de la propia Andrea, pues pocos sabrían narrar mejor aquello que sería leyenda para las generaciones futuras y los interminables años que estaban por venir.

Flora ya nunca se separó de su gemela, ambas tenían la oportunidad de recuperar el tiempo perdido, de recuperar la vida que se les fue arrebatada. Tenían muchos relatos que contarse y tiempo ilimitado para hacerlo.

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Y aqui termina este relato, en nuestra memoria restará por siempre el recuerdo de las grandes guerreras que dieron su vida en esta oscura era, entre ella cabe destacar a Veronica, cuya filosofía de vida nos recuerda lo mas importante, que vivir no significa solamente no morir, que la vida, que ser humano tiene un valor incalculable, que algo tan minio como una promesa, puede cambiar el curso de la historia, que mientras no olvidemos el pasado, por doloroso que sea, siempre habrá un futuro en tanto no nos rindamos, que la voluntad humana es capaz de abrirse paso incluso ante los mayores horrores que nos depara el mundo.

Nana, la pequeña Nana, nos enseñó con su eterna inocencia, que no importa la edad, que no importa si una claymore es joven o eternamente vieja, todos tenemos el poder de luchar por lo que queremos, que no importa con que se mezcle tu sangre, o el poder que poseas, un niño será siempre será un niño, y llorará como tal, se alegrará y se ecariñará como tal, y su muerte, al igual que la de Veronica, representa a todos aquellos que son fieles a sus principios, que luchan por lo que creen, y por aquellos a los que aman.

James y Raynor, nuestros heroes mas carismaticos, representando a la humanidad de primera mano, no poseian ningun poder, sangraban, sufrían, pero tras cada caída siempre se levantaban, jamas se rendían, jamas mostraron temor ante ningun yoma, y no tardaron en aceptar como valiosas aliadas a aquellas que todos despreciaban y temían, e incluso llegaron a amarlas mas allá de cualquier prejuicio. Representantes de la mas ferrea voluntad y valentía, heroes que dieron su vida como la mas gloriosa de las guerreras por los que amaban, por defender un modo de vida honrado y sencillo al servicio de otros.

Muchos mas son los dignos de mención, pero su historia quedará siempre en la memoria de las inmortales, y los eternos guardianes de la tierra, cuyo nombre esta presente a lo largo de cada uno de los milenios, ya sean conocidos como Dioses, Angeles, Dragones, o como cualquier leyenda cantada y transmitida de civilización en civilización desde que el mundo es mundo.

Si quereis que os cuente mas, venir hasta la posada, os invitaré a un té y unas deliciosas pastas.

Hasta siempre.

Notas de juego

Gracias a todos los que habeis hecho posible esta gran historia, y los que a pesar de los contratiempos habeis aguantado hasta el final con una gran interpretación, e de reconocer que esta partida narra las mejores escenas que jamas he leido en cualquier libro o partida de rol, y esto ha sido gracias al esfuerzo de todos. De nuevo gracias a todos por compartir vuestro tiempo y ayudar a crear historias tan bonitas.

Hasta siempre.