Partida Rol por web

Andrea sonrió y recogió lo que Leticia hubiera dejado por medio, se quitó las placas y lo dejó todo más o menos ordenado, ya que no queria hacerla esperar. Se metió en la cama y sonrió cuando se abrazaron. Tal vez hoy sí podría dormir tumbada. Abrazó y acarició a Leticia maternalmente. Andrea adoraba a los críos, y ahora tendría un hermano de 11 años. Se removió incómoda con el siempre doloroso recuerdo, pero a poco se centró en relajar y mimar a Leticia para reconfortar su sueño, y recordó que hablaba de sentirse humana.
Andrea también quería sentirse humana, pero se aceptaba como medio demonio que era, y era algo muy duro de hacer. Era más fácil elegir entre creerse humana o creerse monstruo. Si te crees monstruo, encierras tu corazón, y por supuesto nada ni nadie puede hacerte daño. Como siempre, la forma más rápida es la peor. Creerse y quererse humana es una forma dura, y probablemente estéril. Podrías pretender vivir como una humana, pero no te verían como humana, por lo que sería frustrante, llevandote quién sabe a donde.
Por el contrario, saberse y aceptarse como diferente era el camino. Intentar convivir con tus limitaciones: Horas de sueño necesarias, régimen de comidas, aspecto y limitaciones sociales que formaban parte de una misma. Tal vez Leticia lo tuviera más fácil, era de buen comer y podría poner sus ojos azules y su cabello negro, pero vivir una vida humana de autoengaño tampoco era la solución.

Y como siempre, el camino mejor era el más duro. Había que aceptarlo pronto. No somos humanas y no podemos vivir como humanas.
Cuando quiso hablar de ello con Leticia, ya dormía como un ángel, apoyada en su pecho. Andrea sonrió y la rodeó fuertemente con sus brazos.
-Serás fuerte... Tienes buen espíritu...

Pensó que de todas formas, después de hablar de las ayudas a Mary y James, deberían tener un debate al respecto, como dos mujeres maduras, y contrastar ideas... y si era necesario, explicarle sus vivencias y su filosofía sobre el camino que debe seguir una Claymore para aceptarse a si misma. La verdad es que no tenia demasiado sueño, pero se obligó a dormir... y durmió felizmente, abrazada a Leticia, cubierta con las sábanas, tumbada, como duermen las humanas... como hacía mucho que no dormía. Que bello era sentirse como en casa.

Cuando se despertó, lo hizo con una gran sensación, la sensación de haber dormido increíblemente bien. Sonrió y acarició a Leticia. Su bello rostro parecia el de un ángel, durmiendo felizmente. La acarició suavemente y se separó de ella. Apenas acababa de salir el sol, si es que lo  habia hecho. El dia anterior le habia parecido muy bonito, así que cogió su laúd, tapó a Leticia, y salió por la ventana, a sentarse en el tejado. Era alto, así que podia terminar de ver salir el sol de aquella mañana, en una apacible soledad: solas ella y su laúd, al que acariciaba para extraer una dulce melodía, inspirada por la feliz noche anterior y el esplendor de un nuevo amanecer, sobre las igualmente impresionantes montañas.

Cuando hubo salido el sol, bajó de nuevo a la habitación, sin hacer ruido, y se vistió igualmente en silencio, se arregló el cabello tal como se lo habia dejado Leticia, y bajó a la calle. Estaba por ponerse a entrenar en algún lugar apartado, sería bueno si Rubel la veia así, entrenando como una guerrera, en lugar de holgazaneando como una humana, pues estaba segura de que no tardaria en llegar. Por mucho que dijera que simplemente venia dos dias después, Andrea sabia que no era así. De ser así, hace mucho que estaria muerto, si no por bandidos, por fieras, o por Yoma que hubieran sobrevivido a las Guerreras que mandó. Nada de eso, Rubel tenía alguna manera de saber cuando habian terminado, pero lógicamente no se le pasaria por la cabeza preguntárselo.
La otra opción era pasar un agradable rato paseando por la ciudad, tocando algo, y tal vez ir a visitar a Deus. No por chincharle, si no por informarle del resultado de la misión... y si estaba de humor como para tratarla con respeto, tal vez, y solo tal vez, disculparse por su comportamiento de la noche anterior. No tenia muchas esperanzas, pero igual que ella merecía una segunda oporunidad para ser vista como alguien grata, él también tenia la oportunidad de haber pensado por segunda vez y haber llegado a una conclusión mejor sobre ella.

'Empuñando' su laúd, caminó practicando melodías por las calles de la ciudad, de camino al cuartel, a un ritmo de paseo realmente tranquilo, pues no tenia prisa.
Admiraba a los humanos y les sonreía, observaba tanto sus trifulcas por la mejor esquina en la que colocar la parada, como los tiernos abrazos de dos amantes. Tal vez habia asumido de tal forma que no era humana que los veía como distantes, como si nunca pudiera llegar a hacer tales cosas con naturalidad. No podía enfadarse un día con cualquiera y al día siguiente seguir tan amigos, pues por sus ojos era temida, y por supuesto tampoco podría tener un 'novio'. En lugar de envidiarles malsanamente, se contentaba con ver que su esfuerzo hacia posibles tales cosas. Los guardas de Vincent podrían abrazar a sus esposas y enfadarse entre ellos, y Mary pudo abrazar de nuevo a James, quien tendría que seguir lidiando con el 'qué dirán'.

Una vez en el cuartel, colgó su laúd e hizo una reverencia a los guardias.

-Muy buenos días soldados. ¿Puedo ver al Capitán Deus? Vengo a informar.

Los soldados dieron las indicaciones necesarias para llegar al despacho del capitan, que en ese momento estaba sin la armadura reglamentaria, sentado en su escritorio ordenando papeleo.

-¿Mmhh? Ah eres tu....

Dijo no muy animado...

-Por lo que nos han dicho la otra criaja mató a los yomas en el barco de James y tu cumpliste tu palabra de traer de vuelta al pescador, asi que estamos en paz. ¿Algo mas?.

Su tono seguía sin sonar bien, pero almenos ya no había ningun reproche, al fin y al cabo todo había salido bien, no había yomas en Leto y James estaba a salvo, la claymore había cumplido lo acordado.

De momento durante la mañana Rubel no había dado señales de vida, si bien es cierto que no suele tardar, puede que ya estubiese en Leto y los sus caminos no se hubieran cruzado aun, al fin y al cabo Rubel siempre aprovecha los viajes para disfrutar de las peculiaridades de cada rincon del continente. En su momento Rubel mencionó que Leticia estaba tambien bajo su tutela, pueden dar escalofrios solo de pensar lo bien que se lo pasaría el astuto mensajero con alguien tan inocente.

Le habia sorprendido encontrarle de buen humor, ciertamente. Bueno, o algo parecido. Lo de criaja había sobrado, pero imaginaba que es toda la amabilidad que se podría esperar de él, de modo que, valorando su 'esfuerzo', más que la educación en sí, le respondió, comenzando por una educada inclinación de cabeza.

-Realmente venía a informar de los detalles, pero veo que ya está al corriente, y, por favor ¿Porqué no iba a cumplir mi palabra? Sonrió También quería disculparme por mi actitud ayer, no fue respetuosa, pero la situación era crítica. Si hubieramos tardado más no les habríamos encontrado con vida. Espero que lo comprenda... y ciertamente, tampoco quería herir a sus hombres, solo continuar mi investigación.
Un último detalle: ¿Oficialmente se ayudará económicamente a James? ¿O de algún modo? Su barco ha quedado hecho un campo de batalla y no podrá salir a faenar. Hizo una pausa A las víctimas mortales del Yoma no les podemos ayudar, pero James no deja de ser una víctima... y a él si se le puede ayudar. ¿Qué opina?

Cuando tuviera la respuesta del Capitán, no le insistiria más ni le robaría mas tiempo. Habia sido un poco más amable de lo que esperaba, eso es que estaba de buen humor.
De camino a casa de Mary y James, con el dinero que tenía recaudado por Jonathan compró algo que hubiera visto que Mary necesitase, a modo de detalle. Lo que fuera: una funda para el sillón, una olla o una alfombra nueva... y se dirigió hacia allí, Leticia ya debia estar despierta y tenia que hablar con ella. Si es que Rubel no estaba hablando con ella ya. ¿Eran todas las 'alumnas' de Rubel como Leticia y ella misma? Eso diría mucho bueno del misterioso personaje. Al fin y al cabo, no solo su voluntad la habia llevado hasta aqui, lo que era como guerrera se lo debía también a él, al menos en parte, y si hubiera querido una asesina desalmada lo habría conseguido de la niña Andrea.
O tal vez él se encargaba de las que eran como ellas dos, y los tenian más o menos divididos. No le sorprenderia de una organización tan estricta y extraña como la suya.

El capitan contesto de forma desinteresada.

-Yo me encargo de la seguridad, claymore, no de ayudar a pescadores sin barco, eso es cosa de su gremio, tengo entendido que cuando uno lo necesita los demas se ayudan como es normal, ademas, es un marinero experimentado puede embarcarse en cualquier tripulación hasta que su nave esté a punto.

Ahora si me disculpa...

Era, en efecto, una invitación a irse, no hizo nignun comentario respecto a lo demas.

Como bien había predicho Andrea Leticia ya se había levantado, y la encontró en el mercado en un pequeño puesto donde servían pescado frito instantaneo muy barato, su pelo era blanco de nuevo y sus ojos plateados, vistiendo todo el uniforme al completo, como una mas, eso si, tenía los dos carrillos llenos y un picho de pescado frito en cada mano, cuando vió a Andrea intentó saludar, pero no pudo.

-¡Ah..anfhg..hhggarl... quefhtafhls!

Lo mas en claro que se podía sacar es que estaba saludando. A vuestro alrededor hay multitud de puestos, muchos de pescado pero tambien de mas cosas...

Vaya, habia sido una pérdida de tiempo y saliva hablar con Deus, debía haberlo supuesto. Se marchó de camino al mercado, y al mirar a Leticia y escucharla, levantó una ceja, sorprendida.

-Umh.... Aquél aspecto le pareció tronchante ¡¡¡Jajajajajaja!!! ¡¡No tienes fondo!! ¡Comes como una humana! Rió a carcajadas de forma natural, sin pensar en la posible repercusión de su frase, aunque como iba con toda la buena fé, tampoco le dio importancia. Se acercó y sonriendo y pidió un pez, pero pequeño, para ella, y que pagó.

Rodeó los hombros de Leticia con un brazo y le habló con cierta privacidad
Eh, creo que tengo que enseñarte unas pocas cosas a tí también sobre etiqueta eh?, jeje, ¡A veces lo que cuentan son los modales finos! Además.... Dijo en un tono algo más serio tenemos que hablar de otra cosa, sobre James. ¿Te parece si me acompañas a buscarle un detalle a Mary, mientras hablamos? ¡Antes de que revientes! jajajajaja

Sonrió a Leticia, esperando una respuesta afirmativa. Quien sabe, si el tiempo libre acompañaba, podrían hablar del barco de James, de filosofía existencial... y de paso devolverle el favor, enseñándole alguna otra cosa útil. Le pellizcó la mejilla y guiñó un ojo, masticando su pescadito frito.

Miro con curiosidad a Andrea mientras trago el rico pescado.

-¿Ehm? ¿Un regalo? ¿Por que? ¿Nos dejó dormir en su casa para que la hicieramos un regalo? hay que ver que enrevesados son estos humanos, si queria que le comprasemos algo solo tenía que pedirlo.

Lo cierto es que tan bien como Leticia entendía ciertos aspectos para infiltrarse entre humanos, otros absolutamente basicos eran un mundo desconocido para ella.

-Bueno y que quie.... ¡AAAHHH!

Mis ojos se iluminaron al ver el puesto que estaba detras de Andrea, cortando la conversación por completo y derrapando al llegar al puesto.

-¡Pulpo con especias!

Alzo la mano con el puño cerrado salvo el indice y el corazón en forma de V

-¡Dos raciones!

Deliciosooooo....

-Yohgf nunfhca le ue comfhpradhof nadafg a nadiffheh... -Trago- Le podríamos llevar unas raciones de este pulpo, seguro que le alegra el dia.

Perdía seriedad por momentos, pero que demonios, raro es el tiempo libre que tenemos, y difrutar de la comida y no necesitarla son dos cosas ditintas.

-Por cierto, ¿Que es etiqueta?

Leticia parecía mas feliz que nunca, no era una claymore normal y sin duda su mente había sufrido alguna especie de flash back en el momento de su transformación, posiblemente adoptando permanentemente su personalidad de cuando tenía apenas 13 o 14 años. Aunque ver su bella sonrisa, reblandecería hasta el corazón mas duro y frio.

Tras la respuesta de Leticia, Andrea se quedó verdaderamente sorprendida ¿Es que no la habían enseñado más que a pelear en la Organización? viendo el hambre, o más bien la gula absolutamente anormal que exhibía, Andrea tendría un empacho de campeonato y primer puesto, solo con una cuarta parte de eso, estaba claro que no era una Guerrera completamente "normal"

¡No no! Se trata de un 'detalle', ella nos ofreció dormir en su casa, nos dio de cenar... y nosotras como agradecimiento le haremos un regalo, para que no piense que somos desagradecidas... No estaba muy convencida de si tenia que explicarle eso o Leticia estaba tomándole el pelo.

-Por cierto, ¿Que es etiqueta?

Andrea se la quedó mirando con infinita sorpresa unos segundos
¿Pero qué habéis hecho con esta niña, bastardos...?

Aquello tenía pinta de ser un 'fallo', pero pensándolo solo un segundo, la teoría del fallo se hundía y resquebrajaba por todas partes: La organización no permitiria una Guerrera 'defectuosa', no solo porque podría convertirse en un monstruo letal, si no porque si solo son cuarenta y siete, deben rendir al máximo siempre, y si la permitiera, no llegaría al número 35... y en caso de hacerlo, posiblemente la dieran por muerta felizmente. Eso tenia que haber sido deliberado. ¿La espía perfecta? Con el tiempo una guerrera letal, de apariencia inofensiva, que puede tornar sus ojos azules y su cabello moreno, y que era demasiado inocente como para cuestionar a la Organización. Sonrió a Leticia como respuesta a su pregunta, pero cerró un puño con rabia.

Si no os equivocáis, ¿Qué habéis hecho...? Tenéis menos moral que una maldita piedra...

Tenia que pensar rápido. Rubel llegaria en cualquier momento y tenia que aparentar normalidad ¿Qué haria si no me hubiese percatado de esto? Posiblemente lo que esperaba Rubel es que estuviera perdiendo el día con Leticia, demasiado ocupada en disfrutar de su maravillosa compañía como para arruinarme el día pensando.
Y si echar una mano a James causaba problemas a alguien, no se los queria causar a Leticia. La idea no habia sido suya, y era demasiado infantil como para valorar por sí misma los problemas que podría causarle donar una cantidad moderadamente importante a James. Respecto a su disertación sobre filosofía, esperaria a conocerla mejor, pues las palabras podian calar muy hondo en alguien tan infantil, y debía sopesarlo con prudencia. Al fin y al cabo, su inocencia tal vez fuera su mejor baza contra el Yoma. O su debilidad. Estudiaría a Leticia antes de intentar decidir nada por ella. Puede que fuera más joven, pero al no ser exactamente como Andrea, no queria arriesgarse a que sus palabras la hicieran hacer nada erróneo. Tras unos segundos pensando, dijo:
Etiqueta es... bah... normas de comportamiento para ser tan educada como una princesa, si alguna vez lo necesitas, no puedes entrarle a alguien noble con los modales con los que tratas al resto.
Le hizo un breve rapapolvo a Leticia
¿Y cómo piensas regalarle pulpo a un pescador? jajaja, aquí tienen que estar hasta arriba de pescado y pulpo, mujer! jejejeje, tenemos que pensar otra cosa.

Miró alrededor, tanto buscando algo útil como a Rubel, con una sonrisa que ahora no sentía completamente.
¡Mira! ahí hay un pintor, a ver si tiene alguno bonito!

Entre las dos eligieron uno bonito, moderadamente grande, y con algún motivo marinero. En aquella ciudad, el mar era la pasión de las gentes, sería apropiado.

Sin más pérdida de tiempo se dirigieron a casa de Mary. Por el camino, Andrea preguntó a Leticia
¿Se lo quieres dar tu? Sonrió Seguro que le hace ilusión. Por cierto... ¿Cuantos años tienes? ¿Y cuanto hace que eres una guerrera?

Miro con ojos de plato a Andrea, parece saber mucho acerca de la sociedad, ¡Y yo aprendería!

-¡Eso es! Entonces le llevaremos un cuadro...

Escojo el cuadro que mas colores tiene y lo miro con una sonrisa.

-Creo que este le gustará, vamos vamos, quiero darselo yo, pero vamos juntas ¿si?

Parecía realmente contenta, faltaba poco para que me quedara yo con el cuadro, pero al fin y al cabo no tenía donde colgarlo para verlo cada dia. Vo ycorriendo por las calles sin perder de vista nunca a Andrea hasta la casa de Mary. Justo antes de entrar derrapo a la entrada, Andrea es una lenta...

-Mañana cumplo 14 años jijijiji....

Sin mas entro en la casa para que Mary vea el cuadro conmigo y con Andrea....

Vaya, iba con tanta prisa cuadro en mano que ni se ha dado cuenta de mi presencia, no ha cambiado nada. Tras ella viene Andrea, parece que han conjeniado muy bien, miro hacia la entrada con una sonrisa.

-Es adorable, ¿no crees?.

Ajusto el sombrero satisfecho.

-Su mente se detubo en el momento de la transformación, la cual se llevó a cabo el dia de su cumpleaños, los viejos querían desacerse de ella, decían que con una mentalidad asi no podría llevar a cabo misiones, sin embargo decidieron darla una oportunidad, y hasta ahora, salvo por este pequeño incidente ha ido bastante bien.

Mis ojos se desvían para mirar a Andrea, aunque ella no pueda apreciarlo.

-Veo que no solo la rescataste, sino que tambien parece estar feliz, me alegro, si sigue cumpliendo bien sus encargos puede que algun dia los sabios dejen de fijarse en ella.

No procedería a contarle su nueva misión tan rapido, al fin y al cabo ambas aprecen pasarlo bien, y personalmente, me encanta el pescadito frito de esta ciudad.

Andrea estaba muy contenta de verla tan feliz, y cuando estaba a punto de entrar, un cosquilleo en el cogote pareció advertirla de que estaba siendo observada. Tan pronto se giró, allí estaba Rubel. Estaba preparada, y le sonrió con naturalidad, saludándole con su acostumbrada y respetuosa reverencia.

 -Buenos días, Rubel.

 -Es adorable, ¿no crees?.

Andrea asintió y sonrió mirando a la casa. Sospechaba que iba a darle una de sus explicaciones no solicitadas, y debidamente meditadas.

-Su mente se detubo en el momento de la transformación, la cual se llevó a cabo el dia de su cumpleaños, los viejos querían desacerse de ella, decían que con una mentalidad asi no podría llevar a cabo misiones, sin embargo decidieron darla una oportunidad, y hasta ahora, salvo por este pequeño incidente ha ido bastante bien.

Bien, su instinto no la fallaba. Curioso, era lo primero que le dijo en cuanto la habló. ¿Porqué? No era momento de pensarlo, se lo notaria enseguida

 -Vaya.... ¿Pero puede aprender, no? Y recordar. Es más, mejor que ninguna otra, pues los niños aprenden bien rápido... ¿Qué clase de problema tiene exactamente, entonces? Deberia recordar que los dias pasan, ¿no? Se le puede enseñar de todo y será una esponja de alga. Además... Su inocencia infantil podría ser un poderoso baluarte contra su Yoma. Si no fuese tan calmada se habria estremecido de pensar en alguna matona ejecutando a Leticia porque algún físico o alquimista falló en la creación de Leticia.

-Veo que no solo la rescataste, sino que tambien parece estar feliz, me alegro, si sigue cumpliendo bien sus encargos puede que algun dia los sabios dejen de fijarse en ella.

Andrea asintió. Por supuesto, era eso. Andrea no podía dejar pasar la oportunidad de enseñar muchas cosas a Leticia antes de separarse, por su propio bien, eso redundaba en beneficio no de Leticia, si no también de Rubel, que habría hecho algo útil con una Guerrera 'defectuosa'. Andrea tenía un gran corazón, pero la molestaba que se lo utilizasen.

-Está bastante floja en asuntos sociales... acordes a su edad actual. Si querías que le echase una mano solo tenias que decirlo, y si he de marcharme ahora, sabes que debias habértelo ahorrado, Rubel Dijo con un cierto rintintín molesto.
Hizo una reverencia de nuevo.
Si no he de partir inmediatamente, discúlpame, hay una 'niña' que está pasando un dia magnífico y quiero aegurarme de que siga así...

Miro con cierto aire de resignación a Andrea, ella aun debe aprender tambien.

-¿Y crees que una niña de catorce años será capaz de frenar sus instintos tan bien como tu llegado el momento?

Aquella pregunta se respondía sola.

-Adelante, ve y disfruta de este dia "en familia"....

Hago una pausa, y cuando aprece que ahí quedaría todo, vuelvo a hablarla, mi tono sigue siendo tan amable como siempre.

- ... o eso es lo que me gustaría decir, pero lamentablemente si, tienes que partir enseguida, al parecer hay un pueblo que tiene prisa por que un yoma deje de comerse a sus habitantes, es una situación que conoces de sobra, asi que cuanto antes partas, mejor, a por cierto, dile a Leticia que la espero en el mercadillo, le compraré dulces, supongo que ya te habrás dado cuenta de lo glotona que es.

Comienzo a caminar sin esperar respuesta... al fin y al cabo no necesita mas.

-Sigue el camino principal hasta la aldea de Sarca, ¡ah! Andrea, cuidate de tu parte yoma, te salvará la vida en muchas ocasiones, pero tambien puede arrebatartela... lo mismo pasa con tu parte "humana".

Si es medianamente inteligente, sabrá sacar un consejo de mis palabras. El pescadito frito me espera...

Suspiró. No, claro. Aunque su inocencia podría evitar que hiciese acciones crueles que precipitasen su Yoma, si éste se precipitaba por cualquier otra razón, tal vez no pudiera pararlo. Miró hacia la casa con tristeza.

Cuando Rubel mencionó otra misión, a Andrea le cambió completamente la expresión y se irguió enseguida, cuadrándose, y asintió. Por supuesto, era mucho más prioritario una aldea en peligro que un día de relajación, que un año de relajación, y estaba contenta de emprenderla.

Las palabras que siguieron a las instrucciones no acabó de entenderlas, pero pensaría en ellas.
El Yoma puede salvarnos la vida, usando sus poderes, y acabar con nosotras... por la misma razón, hasta ahí bien. ¿Pero la Humanidad? Nos puede salvar la vida, deteniendo a nuestro Yoma, ¿Pero cómo puede acabar con nosotras? Andrea no le encontraba sentido. Habia quien 'convivía' con su Yoma y se aceptaba más como monstruo cazador que como humana, y las que eran como Andrea... o al menos Andrea, preferían sojuzgar a su Yoma con su voluntad humana, tal como esaba comprobado que podía hacerse, incluso por los Yoma que, supuestamente, no tenían 'de eso'.
¿Cómo puede la humanidad acabar contigo? ¿Tal vez se refiriese a que por su causa incumpliera las normas a la organización? Andrea no querría hacer tal cosa. Grande tendría que ser la monstruosidad que causase obedecer las normas en lugar del corazón, para que las rompiese. ¿Porque la Humanidad podría ponerla en peligros innecesarios por y para el prójimo? Tal vez fuera eso. Pues así sea. Su vida estaba dedicada a los que no pueden defenderse, así como su muerte si era necesario.
Andrea no imaginaba una muerte mejor que protegiendo a los inocentes e indefensos. Si tenia que llegar de ese modo, y no se la ordenaba expresamente sobrevivir, de buen grado la aceptaría, si eso les salvaba.

Tomó aire y miró hacia la casa, que aún tenia la puerta abierta. Iba a darle una gran decepción a Leticia, pero se trataba de causas de fuerza mayor. Andó hacia la casa y al entrar, vio la algarabía de la 'niña' ofreciéndole el regalo a Mary. Se acercó a ella, Leticia podia ver que estaba triste. Andrea la abrazó y le dijo:
Leticia... me tengo que marchar. Hay otro Yoma actuando en Sarca. Y tú debes ir a hablar con el contacto, en el mercadillo... Dejó deliberadamente el asunto de los dulces. La pequeña sorpresa le alegraría el dia tras esa decepción. Luego tendió la mano a Mary, con un buen dinero en una bolsa, y le sonrió Muchas gracias Mary. Espero que James mejore... y que le haya gustado el cuadro. Esto es para que puedan reparar el barco lo antes posible. Lanzó el dinero para que pudiera cogerlo, y aunque se negara, ya lo tuviera en las manos, con lo que lo único que tenia que hacer Andrea era no cogerlo si se empeñaba en devolverlo. Miró a Leticia y le sonrió, separándose de ella ¿Hasta la vista, vale?

Andrea no queria alargar la despedida, pues ella también sentía que se le encogia el corazón. Leticia era entrañable, y necesitaba compañía, y Mary se habia comportado increiblemente bien con ellas dos.

La mujer sonrió e hizo una reverencia, profundamente agradecida, desde luego ambas guerreras habían demostrado que no por ser mitad yomas fueran malas invitadas, o simplemente malas personas, no iba a discutir respecto al dinero, lo cierto es que les haría falta, solo se limitaría a ser debidamente agradecida.

-Mary- Muchisimas gracias, por favor, no olvideis venir a visitarnos si volveis a Leto, que tengais mucha suerte las dos y gracias otra vez.

Colgó el cuadro presidiendo la cocina sin pensarlo dos veces y se quedó en el marco de la puerta para ver partir a las claymores, sin embargo, algo impidió de forma precipitado la marcha de Andrea. Lo cierto es que la escena hizo mirar a todos los que pasaban cerca de la casa de Mary.

¿Porque? ¿porque me tiene que dejar tan pronto? ¿Y si no vuelvo a verla, ella es... mi unica amiga.

-Nooo, noooo, nooooo hermana noooooo.

Me aferro cual gato desesperado a su pierna para no dejarla marchar...

-No te vayas, quedate conmigo, vamos a hacer misiones juntas, no quiero comer duces sola.

Rompo a llorar cual alma destrozada, ¿se tiene que ir tan pronto?

-Estaré solita otra vez, yo no quiero que mi nueva hermana se vaya para siempre....

La gente nos mira extraño, pero me da igual, ella es mi unica amiga y quiero seguir con ella.

Andrea habia estado aguantando, esperando no llegar a ese momento... pero debia haber imaginado que llegaría. Miró a Leticia y la abrazó con fuerza mientras unas lágrimas caían de sus mejillas.
No estaba muy segura de qué decir... en realidad, Andrea también queria viajar con Leticia, protegerla y acompañarla, ser entre las dos tan fuertes como tres... pero si Rubel lo hubiera querido así, ya lo habria dicho.

Leticia... Dijo separándose ligeramente y mirándola a los ojos, mientras la acariciaba el cabello He de marcharme. Hay gente en otro lugar que podría morir si me retraso. Y seguramente el contacto también tenga una misión igual de importante para tí. Entiende, hermana... que tenemos una responsabilidad muy grande... que está por encima de nuestros... Sollozó y más lágrimas brotaron de sus ojos De nuestros deseos y nuestros anhelos... 
Hemos de proteger a gente como Mary, como James, y como otros que ya habrás conocido antes... Se secó unas lágrimas y continuó Somos las únicas que podemos salvarles... Le acarició las mejillas, mirando sus ojos de niña Esforcémonos por los demás, y los dioses sabrán recompensarnos en la paz y en la guerra, tanto reencontrándonos como venciendo a los Yoma y permaneciendo viva.
Hizo una pausa apoyándola contra su pecho maternalmente, acariciándola la espalda Sé fuerte, pequeña... sé que eres fuerte, y que serás más fuerte aún, algún dia serás una poderosa Guerrera, y tendrás un corazón de oro La dio un beso en la frente
Hizo una pausa y la abrazó muy fuerte Leticia... el contacto te espera, y los Yoma también. Volveremos a vernos... puedes estar segura... Siempre puedes pedirle que nos junte en alguna misión que podamos hacer conjuntas, no? Sonrió, con lágrimas en los ojos. Va... he de partir... pero no iré tan rápido como pueda, por si no tuvieras ninguna misión y te permiten acompañarme, para que me puedes alcanzar, ¿Vale?

Lenta y tiernamente, se separó de ella, y le dio dos palmaditas suaves en el hombro
Vamos...

Leticia quedó en el suelo secandose las lagrimas mientras veía como Andrea partía, no dijo mas, no podía, su llano no la dejaba.

Cada ciudad, cada persona y cada claymore tiene su propia historia, en muchos casos tremendamente peculiares, anegdóticos o tragicos, sin embargo dejar estas historias atras o no involucrarse en ellas era decisión de Andrea, muchas veces las consecuencias escapan a la comprensión del mas sabio.

La ruta hacia Sarca era sencilla y el camino no muy largo, Andre pronto dejaría atras el olor a mar y pescado, dejando paso a la brisa fresca del interior.

Andrea se detuvo antes de seguir, y se giró hacia Leticia. Suspiró, llorando, y la miró.
Leticia... yo tampoco quiero separarme de tí, pero es el deber... siempre nos han inculcado eso, y no cumplir nuestro cometido supone... dolor para los demás, o castigo para nosotras. Se quitó su pequeño ángel y lo acarició, despidiéndose de él.
¡Leticia!
Se lo lanzó al regazo
Es tuyo. Sé digna del ángel justiciero que representa, y cuando creas que no puedes más, recuerda que yo esperaré a encontrarte de nuevo, para pasar otro dia juntas. Cuando flaquees, recuerda nuestra amistad y que te dé fuerzas. Seamos fuertes, y volveremos a vernos. Justicia, Bondad, Humanidad y Virtud nos llevarán lejos, y nos harán libres. No olvides esas palabras, hermana...

Miró a Mary, con los ojos colmados de lágrimas, y asintió como pidiéndole que se ocupara de ella, que la consolara. Se despidió con la mano de Mary y lanzó otro beso a Leticia. Tocando una triste melodía, se marchó de Leto, con la esperanza de volver a verla.