-Hemos logrado saquear algo, aún a costa de algunos decretos:
+1 Oro +2 Decretos
Teatro | Orgullo | Especial (3) | 3 Madera / 1 Gema / 1 Roca | Ganas 1 de Oro por cada Subordinado Especial. | |
Tienda | Productora | Común (1) | 1 Gema / 1 Roca | Gana 1 de Alimento. Por cada Granja gana 1 de Alimento adicional. |
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
Shumu estiró su larguísimo cuerpo sobre el tejado curvo de jade de su pabellón principal. El sol descendía perezoso sobre los bosques de Beariz, pintando las copas de los árboles con tonos que ni los mejores pinceles arlandianos sabrían imitar.
A su alrededor, su diminuta corte de esbirros, constructores y guardianes una mezcla de changuitos encantados, espíritus del té y armaduras andantes con bigotes se inclinó al unísono. Algunos lagrimeaban. Otros agitaban pañuelos bordados con su cara. La Gran Siesta Final del maestro estaba por comenzar.
Las construcciones estaban terminadas y en el centro de todo, su Nido del Sueño Supremo: un camastro de terciopelo con respaldo de dragón, rociado con perfume de mandarina y con cojines bordados por monjes ciegos de las Montañas Sagradas. Shumu respiró hondo, inflando su pecho como si fuera el dragón más grande del mundo... y en alma, ciertamente lo era.
Entonces, con la gracia teatral de un actor de ópera, Shumu se metió en su camastro, se envolvió con su propia cola como una bufanda y soltó un gran bostezo que olía a canela y mentol. Sus ojillos se cerraron. Su nariz humeó suavemente.
Y así, entre sueños de gloria, de canciones, y de algún que otro banquete imperial donde él era el invitado de honor, Shumu el Legendario se durmió.
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
26 (Decretos en Territorio) + 12 (Oro) + 6 (Nacido para Reinar) + 3 (Granjera) + 2 (Rey) + 2 (Refugiado) + 10 (Teatro/Escuela)