+Hemos construido un Palacio. (-2 madera -3 gema -3 roca)
+Historiador nos da:
Profesor | Productora | Común (2) | 2 Alimento | Saca 2 Decretos, quedate con uno y dale el otro a otro Dragón. | Escuela |
+Carcel nos da: +1 Roca
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
En las postrimerías del otoño, cuando los helechos palidecen y la bruma se adueña del amanecer, los ecos de la Frontera de las Cavernas anunciaron un suceso que solo los sabios esperaban: T’xuku, el Dragón Silente, se ha retirado a su última siesta estacional.
Nacido en los pozos más antiguos del subsuelo, allí donde el agua canta himnos primigenios a la roca, T’xuku ha sido durante siglos un enigma viviente. Su cuerpo, largo y húmedo, con branquias como coronas de aguamarina y escamas que cambian de color según el rumor de las emociones, lo convierte en una criatura fuera del tiempo.
Donde otros dragones entonan discursos de fuego o encantan a los mortales con palabras melifluas, T’xuku ha elegido el voto del silencio total. Se comunica sólo a través de ondas en el agua, vibraciones que hacen estremecer los estanques subterráneos, o mediante los patrones caleidoscópicos que recorren su piel como un lenguaje viviente.
Hoy, bajo los techos húmedos de la Guarida, los pocos que lo veneran observaron el rito sin atreverse a intervenir: T’xuku descendió a las aguas oscuras, su lomo reflejando los tonos del ocaso: ambar, añil, púrpura, y finalmente un negro insondable. Su cuerpo se acurrucó entre las corrientes, y en silencio… se durmió.
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
Con aquellos primeros movimientos aquel Dragón puso en marcha el juego de estrategia y engaño que esperaba poder ganar para así vencer a sus otros tres dragones con los que estaba compitiendo con aquel territorio. Ciertamente los recursos eran bastante escasos, pero quizás pudiera hacer algo o bien ahora o bien en breves antes de su siesta inevitable.
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30 (Decretos Territorio) + 4 (Oro) + 3 (Granjera) +4 (Rey) +8 (Castillo y Palacio) +4 (Garra de Hierro) +6 (Nacido para Reinar)