Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

28. El Ensueño Profundo

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15/04/2013, 18:41
Gaia

-Para no saber conducir, lo estoy haciendo bien, ¿eh? -dijo Gaia sin dejar de sonreír, entusiasmada-. ¿Dónde estabas?

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15/04/2013, 19:24
Shyam

Shyam despegó los labios, pero las palabras se quedaron amontonadas en su garganta. Se volvió en busca de alguien que no estaba, esa voz incriminatoria que hizo saltar la duda, la chispa.

-¡He cambiado! -gritó, queriéndose enfrentar al que había lanzado aquel doloroso puñal. Se volvió hacia Rose-. Claro que lo digo en serio. Soy un hombre de palabra.

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15/04/2013, 20:31
Calandra

Calandra volvió a su forma natural con un estallido. Se atragantó con el agua que aún tenía en la boca, y tosió un chorro sobre Stevron y Meredith. Con lágrimas en los ojos, debido tanto al atragantamiento como al estado de Stevron, cogió la mano que le quedaba libre a su señor y la apretó entre las suyas. Asintió, más preocupado por el estado del Fiona que por apreciar su agradecimiento.

-Se va a poner bien, ¿verdad? -le preguntó a Meredith.

Seguro que estaba fingiendo. Era una broma, y arruinar una broma iba en contra de su naturaleza. Por eso sentía tanta angustia, porque le seguía el juego a Stevron, y cuando por fin se descubriera el pastel se enfadaría y luego se reiría.

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16/04/2013, 18:03
Madame Van Doren

Van Doren frunció el ceño y separó la cabeza del pecho de Eddie.

-¿Qué ha sido eso?

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16/04/2013, 20:00
Rose Morrison

-Voy a confiar en ti -dijo Rose-. Así que, por favor, no me mientas. No podría soportarlo otra vez...

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16/04/2013, 20:18
Lord Stevron

-Sí, voy a ponerme bien -dijo él con una sonrisa débil-. No te preocupes. Has hecho lo que te pedí. Has encontrado las aguas. Ahora sólo tienen que hacer efecto...

Stevron alargó la mano y cogió la de Calandra, apretándola tanto como podía. No era demasiado.

-Me alegro de haber confiado en ti, Calandra. Eres un buen súbdito y siempre lo has sido.

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16/04/2013, 20:22
Narración

-No todo el mundo es capaz de entrar en el santuario y no todo el mundo quiere hacerlo. Ve, pues.

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16/04/2013, 20:23
Eddie Castle

-Como sueño lúcido esto me está decepcionando bastante -dijo Eddie a media voz.

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17/04/2013, 19:24
Shyam

-Por supuesto -dijo el sidhe, plenamente convencido de sus palabras. Acompañó el gesto con un beso suave y conciliador-. Vámonos. Tengo que encontrar algo.

Incorporándose le ofreció la mano.

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17/04/2013, 22:04
Calandra

El débil apretón de manos y las palabras amables hicieron nacer en el Calandra el temor de que no fuera una broma después de todo. Intentó aferrarse a esa idea, pero ahora no podía quitarse de encima la idea de que Stevron sabía que se iba a morir, y simplemente quería dedicarle unas palabras de consuelo antes de desaparecer. Cogió la mano de Stevron entre las suyas y la apretó con suavidad, con lágrimas en los ojos. Si todo aquello... mejor dicho, cuando se descubriese que todo aquello era una broma del Fiona, todos coincidirían en que las lágrimas habían sido un buen toque por su parte.

-No habléis más -rogó, y levantó la vista hacia Meredith, suplicante.

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18/04/2013, 19:13
Dama Meredith

-No llores, Calandra -dijo Meredith en tono suave-. Nada malo va a pasar. Después de todo, vas a traer las Aguas.

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18/04/2013, 19:15
Narración

El paisaje cambió y regresaron a la habitación de hospital. Calandra seguía sosteniendo la mano de Stevron entre las suyas, pero ahora estaba fría y húmeda. La luz titiló y una sombra poco clara se formó a la diestra del Barón. Entrecerrando los ojos, Calandra alcanzó a ver que se trataba de un rostro conocido.

-Tu corazón y tus intenciones son puras -dijo una voz grave que provenía de todas partes y ninguna.

¿Acaso era...

-Entra en el Santuario y recoge las Aguas.

...Suri?

Todo se desvaneció en un parpadeo. Calandra vio una burbuja enorme flotando hacia el cielo, llena de colores irisados como una mancha de petróleo en el mar. Las imágenes que se sucedían en ella contenían a Stevron, la playa, el hospital y todo lo que había visto. Frente a él se levantaba la Fuente de las Aguas de la Vida, una construcción de piedra cubierta de musgo por donde discurría el torrente cristalino hasta perderse en un agujero.

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18/04/2013, 20:00
Calandra

Quizá la mejor parte del descreimiento más absoluto es que una vez que había aceptado que todo lo que le rodeaba era, al menos en parte, falso, no había motivo para mostrarse incrédulo ante las cosas más inverosímiles. Aún sentía la angustia aferrada al pecho, como si se hubiera tragado un hueso de melocotón y lo notase descender muy despacio por la garganta. Cualquier oportunidad para huir de ese sentimiento era bienvenida.

Por eso, después de seguir con la mirada la burbuja durante unos momentos, se puso en marcha. Suri, o quien fuese, podía estar simplemente prolongando su sufrimiento después de haberle gastado aquella broma tan cruel. Podía meterle en una burbuja tras otra, cada una con una oportunidad de salvar al falso Stevron. Aquello era otra ilusión, pero mientras pudiese mantenerse activo, mientras pudiese hacer algo o al menos intentarlo, no le importaba ser engañado una y otra vez.

Recordaba vagamente que Silveth les había dado botellas y otras cosas en las que podrían transportar el agua, aunque quizá también aquello hubiese sido una ilusión. En cualquier caso, Calandra no tenía más que sus manos.

En sus recuerdos afloró el salón de un hombre muy extravagante que le había llevado a su casa alguna vez. Tenía todas las habitaciones llenas de muebles, esculturas y cachivaches espantosos de los cinco continentes, entre ellos un gran cenicero que, según le había dicho, venía de Japón. Era una columna dorada, que representaba a una tortuga con manos y pies palmeados, y una cara reptiliana de aspecto malévolo, como un demonio. En la cabeza, entre los mechones de pelo, tenía un hueco, como un cuenco, que estaba lleno de ceniza y colillas apagadas. En eso se convirtió Calandra. Era una criatura horrible, del tamaño de un niño y la fealdad de un redcap, pero no le importaba. Se inclinó para llenar la calva cóncava de agua y partió en busca de Stevron, o de sus amigos, si es que era cierto que le habían acompañado en aquel viaje, y no se habían escapado en otra burbuja llena de mentiras.

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18/04/2013, 20:02
Narración

Pero cuando Calandra se inclinó para recoger el agua, ésta le atravesó. Por más que trató de tomarla no hubo manera, ni siquiera con su propia boca.

-No, no puedes alcanzarla tú mismo -dijo la voz de antes. Esta vez venía de su espalda, de un hombre de barba gris y capucha negra que sostenía entre las manos un cáliz de plata-. Sólo esto puede contener el Agua de la Vida, sólo una vez para cada persona. Sabe que no eres el único que ha podido alcanzar la Fuente. Tus compañeros pueden haberlo hecho ya, pero quizá no para lo mismo que tú.

El anciano le puso la copa en las manos.

-No se derramará a menos que lo desees o sea bebido. No temas y apresúrate.

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18/04/2013, 20:08
Narración

De la mano de Rose, Shyam buscó la Fuente hasta que todo se desvaneció de nuevo. Solo, el sidhe vio una burbuja enorme flotando hacia el cielo, llena de colores irisados como una mancha de petróleo en el mar. Las imágenes que se sucedían en ella contenían a Rose, la casa en el jardín, el callejón y todo lo que había visto. Frente a él se levantaba la Fuente de las Aguas de la Vida, una construcción de piedra cubierta de musgo por donde discurría el torrente cristalino hasta perderse en un agujero.

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18/04/2013, 20:14
Jime

-Me usaste y me tiraste -Jime se limpió la mejilla con el dorso de la mano. Los colores seguían recorriendo la oscuridad, furiosos, brillantes-. Ni siquiera tuviste en cuenta lo que podrías estar haciéndome. No te preocupaste por mis sentimientos ni por mi salud.

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18/04/2013, 20:49
Calandra

Calandra se volvió hacia el hombre con desconfianza, abriendo y cerrando el pico de tortuga sin dejar de mirarle. Sabía que Stevron estaba muy enfermo, y no había tiempo para dudar. Aunque aquel hombre intentara distraerle diciéndole que Shyam y los otros ya habían llegado hasta allí, sabía que su señor no tenía mucho tiempo. Agarró la copa con sus manitas membranosas y la sumergió en la corriente.

-Gracias -le dijo, y tras comprobar que si era cierto que la copa no se derramaba, se convirtió en un lobo grande como un caballo y salió corriendo con el cáliz en la boca.

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20/04/2013, 11:41
Narración

¿? - ¿?

A lomos del dragón vio ir y venir el día mientras seguían la Senda de Plata. Las alas escamosas batían con fuerza y velocidad, pero ni siquiera eso podía superar la inmensidad del Ensueño Lejano. No se encontraron con sus compañeros en el avión de la piloto, lo que era un alivio: el dragón había manifestado deseos de venganza y no habría dudado en atacarlos de inmediato.

Ante el portal que llevaba al Ensueño Profundo, el dragón plegó las alas y permitió a Silveth bajar para atravesarlo, tras lo cual volvió al aire. Silveth pasó al Ensueño Profundo y cruzó las Nieblas. El conocimiento y la sabiduría de seis mil años le golpearon el cerebro. Su esencia se volvió etérea y luego tangible de nuevo. Era tan hermoso que mirarlo fijamente podía matar. Flotando en el aire, nadando en la inmensidad del Ensueño, Silveth supo a dónde tenía que ir. Nadó a braza entre las nubes y se posó en el suelo, cerca de la Fuente.

La Fuente de la Vida fluía en lo alto de una montaña, cayendo en cascada hasta lo más profundo de un pozo. Hasta llegar a ella debía atravesar un bosque en pendiente salpicado de un antiguo sendero más allá de la Senda de Plata. Conforme subía, se dio cuenta de que el resto se difuminaba. El bosque se difuminaba...

Notas de juego

  • Eres guapo +8. Para que se resistan a tus órdenes tienen que ganar un punto de FdV por escena.
  • Reluces y das mucho miedo.
  • Los plebeyos son esclavos. No tienes por qué maltratarlos, pero no los consideras nada iguales a ti. +6 a la dificultad para entender sus sentimientos.
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20/04/2013, 11:50
Nadim
Sólo para el director

No Nadim negó con la cabeza, acompañando a sus palabras Eso es mentira. No... No te utilicé

A pesar de su negativa, algo comenzaba a romperse en su interior. ¿Había jugado con Jime? Le faltaba el aire, apenas podía hablar. ¿Por qué no le ofrecía su ayuda, por qué no le decía que todo iba a salir bien, que estaría a su lado? Porque no estaba dispuesto a estarlo. Porque tenía sus propios problemas, o porque...

¿Tan malo soy?

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20/04/2013, 12:02
Silveth
Sólo para el director

-Hemos llegado. - Una parte de mi se resistía a creer que en el pasado hubiera conocido el camino. ¿Tan viejo era? A diferencia de la plebe no me reencarnaría, una sola y longeva continua vida. Había tantas cosas de mi pasado que no quería olvidar cuando volviera a las tierras del Otoño, que solo podía cruzar los dedos porque lo que escribiera en el anverso de las hojas que llevaba conmigo, que las anotaciones sobre la tela de mis ropas, sobre la piel de mi cuerpo, sobre el cuero y el forro de mi mochila se conservasen al volver. Me tome mi tiempo sentado frente a la fuente, disfrutando el momento, el paisaje, y la sensación de sentirme en un hogar hace tiempo abandonado.