Partida Rol por web

Derrotado por las palabras de Calandra, sin que tengan especial valor por desconocer si son verdad o mentira, salgo con paso firme del lugar. "Terminaremos lamentando ésta parsimonia, ya tocarán las lágrimas". Bajo al salón de té donde estaban mis cosas, pongo la tetera al fuego, me hacía falta una taza. Vacío mi mente de lo ocurrido y trato de volver a mi investigación. Tras un rato de absoluta imposibilidad de concentración decido escribir una nota para Shyam. Después escribo otra para Bernardette por si estaba interesada en la tarea de sastre. Las dejo en sus cuartos por debajo de la puerta y salgo del feudo. Necesitaba aire fresco.

La boggan cerró la puerta como Meredith decía y se frotó las manos.

-Bueno, ¿quién quiere galletas?

Y sin decir más se dirigió a la cocina.

Van Doren se levantó del diván y se aproximó a la sátiro andes de que Nadim se acercara.

-Meredith, cuando Nadim se haya ido me gustaría hablar contigo con reservas.

El Fiona salió de la sala de reuniones, aunque no se alejó mucho de allí. Le dijo a Bernardette que luego robaría algunas galletas y después le chistó a Calandra para que se quedara. Cuando salieran Nadim y Van Doren tenía intención de hablar con Meredith, y no quería que se diese a la fuga.

Shyam tomó asiento en una de las butacas que había y esperó a que el pooka hiciera lo mismo.

-¿Qué sabes de las quimeras? -preguntó, sabiendo que era una muy mala pregunta.

El contenido de la nevera de Calandra consistía en un par de naranjas, una bandeja de comida precocinada para compartir y esmalte de uñas verde, así que lo de las galletas le había sonado estupendamente. Un tentempié antes de empezar con las quimeras. Quería quitarse ese asunto de encima cuanto antes, porque tenía cosas que hacer.

Sin embargo Shyam se interpuso entre Calandra y la comida, lo que le hizo fruncir el ceño. Revoloteó hasta sentarse en el respaldo de una butaca y cruzó las piernas, sin preocuparse de estar pisando el tapizado.

-Todo lo que tengo que saber. -Recordó entonces una cosa, y se inclinó hacia Shyam-. Cuando terminemos con esto hay algo en lo que necesito ayuda. Es indispensable. No puede ser otro.

-Lo que voy a pediros me gustaría que quedase entre nosotros -dijo Meredith cruzando los brazos-. Es un asunto confidencial y si os lo pido a vosotros dos es porque creo que podréis hacerlo. Hoy Garin tampoco ha asistido a la reunión, como viene siendo habitual desde que Lord Stevron enfermó. Creo que él puede estar enfermo también y debería ir al médico para prevenir más contagios. Y para ver a Su Gracia. Ni siquiera eso ha hecho.

La sátiro apretó la mandíbula. No era un secreto que no le gustaba el sluagh.

-Tengo sospechas de que Garin se ha cambiado de Corte. Vosotros sois Oscuros. ¿Podéis encontrarle y hacerle entrar en razón?

Shyam se rascó la perilla. Una afirmación absoluta seguida de un cambio de tema: no tenía ni idea del asunto o, al menos, no más que él. Frunció el ceño y se quedó ausente unos segundos. Se dio cuenta de que se rascaba el sarpullido de forma inconsciente, así que entrelazó las manos sobre el regazo.

-Hum... Vamos a necesitar un sanador a mano, si es que esto se cura -Miró las brillantes alas de Calandra. Siempre le habían parecido fascinantes-. ¿Qué necesitas?

-En casa tengo una pomada estupenda para esas cosas -dijo, señalando el sarpullido.

Se rascó el cuello y se movió hacia el borde del respaldo, hasta que su trasero apenas se sostenía sobre el sillón. Le hizo un gesto a Damara para que se acercara también.

-Verás. Se trata de Lord Stevron. Por lo que me han contado -dijo, y su tono dejaba insinuaba que hablaba de Meredith-, Garin hizo algo antes de desaparecer, no sé el qué. Lord Stevron no ha querido decir nada para no meterle en problemas, pero oficialmente debería estar en búsqueda y captura.

Van Doren se temía que algo así pudiera haber pasado. No era difícil sumar dos y dos para darse cuenta de que uno de ellos tenía que haber contagiado al otro, y saberse enfermo debía ser algo realmente difícil. La pooka no podía dejar de pensar en Craig y en como de horrible iba a ser su semana.

-Tenía pensado mirar los hilos tras esta conversación, así que puedo preguntarles algo más a ver que me cuentan. Encontrarle no será nada difícil, pero hacerle cambiar de opinión... Eso depende del Ensueño.

-Quizá le haya contagiado algo. O tal vez sea la causa de que esté así de mal pero le tenga tanto aprecio que no quiera ponerle en peligro -se cruzó de brazos, apoyándose en el respaldo-. Luego quiero hablar con Meredith. Veré qué puedo sacar.

-No. Meredith no sabe nada más. Esto lo sé por Lord Stevron.

Nadim asintió

Veré qué puedo hacer, pero no prometo nada

-Confío en vosotros. Al menos saber que os estáis ocupando de ello me alivia. Eso es todo. Puedes irte, Nadim. Van Doren, ¿querías decirme algo más?

Van Doren se despidió de Nadim.

-Cuando sepa algo de Garin enviaré un mensajero a informarte para ir juntos. No me gustaría tener que salir corriendo detrás del Sluagh.

El eshu se apresuró a salir de la habitación, intentando pillar a Shyam antes de que este se fuera del feudo o desapareciera como aquella mañana

-Si. ¿Cómo te encuentras, Meredith? -preguntó la pooka una vez Nadim se hubo alejado-. Ninguno estamos echando confeti a nuestro paso, pero a ti te encuentro especialmente apagada y es algo que nos está afectando a todos.

-Bueno, veré qué puedo hacer. -se giró para mirarle-. Voy a esperar hasta que salga de hablar con Nadim y Van Doren. Puedes ir a por galletas, si quieres, o quedarte. Ah, y preferiría esperar a ver si se van los síntomas antes de salir de caza.

Nadim salió del salón de audiencias y se encontró a Calandra hablando con Shyam mientras Damara escuchaba en silencio.

-Hay otra cosa. -Miró de reojo a Damara, pero debió decidir que su presencia aún era bienvenida porque siguió hablando-. ¿Conoces al troll este de la clínica?