Partida Rol por web

El Cisma

Prólogo I: El poder es conocimiento

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07/09/2015, 06:39
Narración

El hombre parecía no estar de muy buen humor. Había llegado inesperadamente, a pesar de que le habías visto llegar en el Nissan gris, descender con cara poco amistosa, y caminar hacia el portón de la casa. Había esperado unos minutos antes de tocar el timbre y se había presentado, poco ceremoniosamente, como el inspector Montgomery de la policía inglesa. Y sinceramente tenía muy poco aspecto de inspector a pesar de haber mostrado la placa oficial y haber mantenido cierta ceremonia.

Era un hombre de aspecto maduro, que aparentaba haber encanecido prematuramente, producto quizás de los gajes de su propio oficio. Su incipiente barba revelaba un aspecto algo descuidado, como si llevara algunos días sin afeitarse, y su piel descolorida ostentaba algunas arrugas que le daban un aire de molestia permanente. Tenía un abrigo largo y percudido de un color marrón poco armónico. Su camisa arrugada parecía haberse descolorido por el uso y sus pantalones oscuros parecían haber sido de alguna gama de verde alguna vez. No esperó demasiado en la puerta, y entró, no sin echarle un vistazo general a tu casa en el interior.

Venía, según el mismo explicó, por una denuncia que tenía que verificar. Un chico había dado tus datos, acusándote de haber ingresado a su correo y publicado información privada en su página de facebook. Y no pasaría de ser alguna verificación absurda de no ser porque sabías de quién se trataba: Un vecino del sector, un muchacho que suele venir en la noche a tirar huevos a la puerta de tu casa, o durante el día a cantar tonadas groseras e insultantes que habían terminado un día por sacarte de quicio. Era difícil no sonreír recordando los infantiles mensajes que habías logrado colar en su página y que lo dejaban muy mal parado. Después de todo, el chico era uno de esos matones de colegio que nadie soportaba en realidad.

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07/09/2015, 06:54
Inspector Montgomery

-Mire, Mr. Gibbs- continúo el inspector con aire cansado. -La familia del chico está amenazando con poner una denuncia en su contra. Y a mí me han hecho venir para hablar con usted y ver si estaba dispuesto a disculparse y no llevar las cosas a mayores. Hace unos años una cosa de estas no meritaba que enviasen a un inspector a su casa para censurarle por lo que ha hecho...- y suspira como si aquello le incomodase más a él.

-...Pero estamos tomando las violaciones de seguridad... informática muy en serio, luego de los últimos atentados.- dice refiriéndose a las recientes noticias. No sólo la bomba del metro de Londres, sino al más reciente hecho, un ataque a varios oficiales de policía y transeúntes en un sector comercial en Seven Sisters que había terminado con algunas explosiones. La policía no tenía sospechosos, pero los medios manejaban la hipótesis de islamistas tratando de causar pánico y terror en el Reino Unido.

-Así que usted decide. Puede resolver esto pronto, o puedo volver luego con una orden de registro y llevarme sus dispositivos electrónicos- añade con aire cansado.

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07/09/2015, 21:04
Oliver Gibbs

Oliver abrió con su mejor imagen de hombre con problemas. Atendió cortés a las palabras preliminares del inspector (y examinó cuidadosamente su placa cuando la mostró). Hizo el numerito de preparar el te. Ofreció té o café (el numerito de preparar café era mejor todavía, pero el café no le sentaba bien). Me estaba disponiendo a preparar un te. Si gusta usted. Venga a la cocina. Instálese, señor Montgómery. La voz que había decidido mostrar era aflautada y temblorosa. Exquisita educación. Acento respetable. Se largó de la puerta sin dejar opción, dejando que el inspector le siguiera hasta la cocina y luego se negó a escuchar nada hasta que tuvo su te.

El numerito de preparar el té consistía en manejar el agua casi hirviendo, tomar de los estantes altos lo necesario y hacer los manejos habituales en cualquier cocina inglesa para hacerse un te con mano torpe, malabarista y temblorosa, oponiéndose con el orgullo herido y el vigor de cualquier minusválido que se precie a cualquier tipo de ayuda, aunque aparentemente estuviera a punto de ser escaldado.

Meneó la cabeza disgustado, una vez fue el momento de ponerse en harina. ¿Me está hablando usted de los Sutton? ¿Del hijo menor de la familia Sutton? Ese muchacho. Debería haber hecho la operación desde otro sitio, maldición, pensaba. Ese muchacho descarriado, inspector, no solamente canta canciones obscenas en mi puerta a horas intempestivas y me tira huevos en la fachada... puede ver los signos ahí mismo, si se asoma por la ventana, puede hablar con mis vecinos... sino que, quién sabe porqué, encima me abruma con falsas denuncias. A punto de echarse a llorar, preguntó: ¿qué puedo haberle hecho yo a ese mocoso, señor Mongómery, para que me trate así?

Notas de juego

Hum.. se supone que vivo en un ático. Casa de pisos. Es mejor para el uso del telescopio ventanero. Igual es complicado tirar huevos a mi fachada, pero puede haberlos tirado a mi puerta.

Estoy presuponiendo que el inspector me ha dicho quién es el chico sin que parezca que conocerle es una confesión...

Ya borraré los archivos pertinentes, ya... bueno. Diría que a poco que sepa de informática, ya los ha borrado bien borrados, claro. En todo caso igual habría que hacer una tirada retrospectiva.

Ya me dirás qué tiradas hay que hacer. Supongo que manipulación + subterfugio y astucia/inteligencia + informática/computación

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16/09/2015, 03:49
Inspector Montgomery

El hombre te ofrece ayudarte en varios instantes, sólo para recibir tu negativa. A pesar de su aspecto cansado parecía estar bastante alerta. Se sentó y esperó a que prepararas el agua caliente para la tetera. Se mantiene silencioso, como si mantuviera cierta veneración implícita que todos los ingleses profesan de una u otra forma hacia el ritual del té. En cuanto tú tomas la iniciativa, el inspector suspira visiblemente y tarda unos instantes en replicar.

-Mr. Gibbs... no dudo de su palabra. Puede que el muchacho sea francamente problemático... pero verá, tomarse la justicia por su propia mano no es exactamente la opción más indicada- explica con un tono lento y empático, como si estuviese relajando su actitud hacia ti por lástima. -Usted puede denunciar al chico por vandalismo y de ahí nosotros nos encargamos del asunto. Pero castigarlo usted mismo puede ser... problemático. Incluso gritarle. Hoy en día la gente es bastante sensible con esas cosas- explica el hombre casi sin ganas.

-Verá. Lo que sucede es que los Sutton han puesto una denuncia seria al respecto. Dicen que se han informado al respecto y dicen que usted ha ingresado de alguna manera a las cuentas de correo y facebook de su hijo, ha publicado para sus contactos secretos y correos privados y en fin... dicen que se trata de bullying.- y cuando menciona la palabra hace un gesto de disgusto. -No sabe como detesto esa palabra. Desde que la pusieron de moda los americanos se escucha en cada esquina...- interrumpe y luego vuelve a suspirar visiblemente.

-El punto es que tienen razón. Si usted ha estado... metiéndose con las cuentas del chico y hackeándolo, me temo que está incurriendo en un delito. - sentencia el inspector de mala gana.

Notas de juego

He corregido. Aclárame una cosa. La casa de pisos, es toda de Oliver no? Oli vive en el ático, pero la casa era de su familia y eso. O es una casa de huéspedes o algo así y Oli vive en un apartamento adecuado en el ático?

No necesitas tirada para borrar, si quieres borrar los archivos del ordenador de Oli, no necesitas tirada per se. SI has querido hacer una eliminación más complicada (borrado profundo, limpiar rastros en la web, etc), haz una tirada de Int+Informática a dificultad 7 oculta. A más éxitos, mejor has cubierto tu rastro.

Haz una tirada de Manipulación+Subterfugio con especialidad a dif 6.

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16/09/2015, 21:11
Oliver Gibbs

Reconozco que tengo algunos conocimientos de informática, señor inspector. Tanto tiempo en la silla. Comprenderá usted. No sería completamente incapaz de haber hecho lo que usted dice. Y estoy completamente seguro que tiene usted buenos motivos para estar aquí. Pero no conoce a ese muchacho. Es capaz de haber pinchado mi línea para hacer esas operaciones él mismo y así poder atormentarme. ¡Para un chico con piernas es fácil de hacer! Basta con acceder al armario que la comunidad se niega a poner bajo llave, y todo ello por un poco de dinero. ¡Y ya está! ¡Con sus propias claves! Supongo que así habrá aprovechado para decir cosas que tenía ganas de decir a sus amigos, con su sucia mente. Y todo porque una vez, en la calle, le hice notar que tenía el cabello demasiado largo para su bien.

Tiene usted mis equipos a su entera disposición. Ahora viene el farol... Oliver esperaba que el inspector dejara ir el tema por falta de indicios razonables. En todo caso, que hiciera un trabajo rápido, no muy exhaustivo, para cubrir el expediente, dado que el chaval era un gamberro que se merecía cien veces lo que le había pasado. Su profesor de matemáticas... Su novia... Todas las fotos que tenía guardadas con otras chicas... bastante guarras. Controló su expresión férreamente para no estallar en carcajadas mefistofélicas. No necesita orden judicial, por supuesto. Ahorraremos gastos al país así. Y tiempo. ¿Seguro que no desea una taza? Le daré mis claves y podrá trabajar tranquilamente.

Disfrutaba con estos momentos de tensión y, bueno, tenía un buen abogado, y tenía maneras de alargar el juicio y de, entretanto, buscar cosas que salieran a la luz, para presionar a esos Sutton. Haría que todos esos archivos incómodos salieran a la luz. Sabía bastante de las actividades de su querido hijo como para... Se permitió una ligera sonrisa dolida pero amable. Estaba seguro de que el inspector había visto todos esos pequeños y sucios archivos.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: int+informática

Tirada: 5d10

Dificultad: 7+

Resultado: 5, 4, 2, 2, 2 (Suma: 15)

Motivo: man+subterfugio

Tirada: 8d10

Dificultad: 6+

Resultado: 7, 1, 3, 4, 6, 8, 6, 2 (Suma: 37)

Exitos: 4

Notas de juego

Es propietario de su ático, pero yo creo que nada más. Supongo que está en un buen barrio, céntrico, quiero decir. Algo así como el equivalente a Serrano. De todas maneras no se muy bien qué nivel económico alcanza este pj con recursos tres.

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22/09/2015, 18:58
Inspector Montgomery

El inspector asiente y te escucha en tu respuesta, mientras tratas de pintarle al chico Sutton como un gamberro sin remedio. El hombre mantiene su aspecto agotado, pero no sonríe ni da señales de mostrarse comprensivo con tu historia, o de estar molesto. Simplemente parece mantener su fachada con absoluto estoicismo, sin llegar a ser descortés. Mantiene sus formas y luego habla lentamente.

-Mr. Gibbs, por favor...- hay cierto tono desganado, como si no quisiera darle demasiadas vueltas al asunto. Luego parece detenerse en mitad de la frase reflexionando un poco. -Mr. Gibbs- repite con un tono levemente más severo-no puedo examinar sus equipos sin una orden, va en contra de la ley. Sin embargo, le creo. Pero en esto tengo las manos atadas- añade con tranquilidad. 

-No se preocupe, muchas gracias- dice, rehusando amablemente el ofrecimiento de una taza de té. -Si el chico Sutton le ha causado tantos problemas, puede usted denunciarle. Sin embargo, necesitaré pruebas de todo lo que dice, y podremos abrir también un proceso contra el muchacho. Pero esas cosas toman tiempo y al final van a terminar generando más mala sangre entre usted y los Sutton- explica lentamente, como si estuviera recitando un poco de memoria las cosas.

-Pero...- añade observándote fijamente -los Sutton han accedido a no presentar cargos si usted se disculpa con el chico y se compromete a no volverlo a hacer. Y si eso sucede, es posible que pueda pasar por alto este incidente y no tener que enviar un informe por posibles delitos informáticos, para no tener que importunarle a usted- explica sin sonreír el inspector Montgomery.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Detectar Engaño (Per+Subterfugio)

Tirada: 4d10

Dificultad: 6+

Resultado: 4, 8, 9, 9 (Suma: 30)

Exitos: 3

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28/09/2015, 21:47
Oliver Gibbs

Puedo proporcionarle una autorización escrita, por supuesto. Pero la decisión queda en sus manos.

Oliver ya le estaba acompañando a la salida esperando, quizá, que el polizonte cambiara de opinión y se decidiera a bucear en sus límpidos archivos.

Sin duda, señor Montgomery, una excusa a tiempo, aunque sea injustificada, ya que soy por completo inocente, acabaría con todos nuestros problemas. Sin embargo, me resisto, dado que el muchacho dista mucho de ser inocente él mismo, atormentando mis noches día tras día. Yo denunciaría, por supuesto, como parte de mi defensa, aunque el movimiento final lo decidiría mi abogado. En fin. Quizá sea más propio de un hombre maduro y sensato seguir su consejo, pero todavía no me decido por sufrir una ignominia más en manos de esa familia. Lo decidiré tranquilamente. Tendrá noticias mías pronto. Entretanto puede usted hacer que la ley siga su curso. Esos Sutton no me dan miedo.

Notas de juego

Intenciones si las cosas siguen su curso: llamar a mi abogadooooo :)

Ya estoy por aquí.

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06/10/2015, 20:29
Inspector Montgomery

-Lo siento, pero tendré que negarme- dice sin más ante tu oferta de la autorización escrita. -Y en cualquier caso, no soy yo el perito que se encargaría de verificar sus equipos- explica vagamente.

El inspector parecía derrotado. -Entiendo Mr. Gibbs- comenta tomando unos instantes para pensar en qué decir. -De verdad le invito a que considere la solución sencilla. Por supuesto que puede intentar ir a litigio con los Sutton, pero le aseguro que será una carga para usted, para ellos y para nosotros. En fin...- dice mientras se levanta y camina hacia la puerta de la cocina detrás de ti; había cierta súplica resignada en sus palabras.

-Consúltelo con la almohada de cualquier modo, Mr. Gibbs. Y si necesita algo, comuníquese con nosotros en la comisaría del sector. Puede preguntar por mí, si quiere alguna aclaración- ofrece y finalmente se despide. -Tenga una buena tarde Mr. Gibbs- se despide con tono neutral y sale por la puerta caminando lentamente.

Tras unos minutos, el Nissan gris bajo tu ventana inició la marcha, con el detective dentro, y se perdió al doblar la esquina más próxima a media velocidad. El cielo londinense estaba encapotado y una gruesa capa de nubes sombrías amenazaba con lluvia. Un viento mecía las copas de algunos árboles lejanos y había un olor a humedad en el ambiente que se conjugaba con el aspecto deprimente de aquel día.

Notas de juego

Ten cuidado de no asumir en tus respuestas lo que no he narrado. Salvo que estés empujando al inspector a la salida (que espero que no), Montgomery no se está yendo hasta este post. :)

Mientras llamas a tu abogado, describe tu apartamento/atico, incluyendo los equipos electrónicos que tienes y narra el saludo y el comentario inicial del problema (para no gastar un post en un aspecto trivial). A partir de allí, yo tomaré el papel de tu abogado con un pnj para continuar la conversación.

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09/10/2015, 18:10
Oliver Gibbs

Oliver suspiró. Viendo al Nissan desfilando por la calle, floreció en su rostro una expresión rica y llena de matices. Exasperación, incomodidad, fiereza... pero no menos importante: éxtasis y, finalmente,  fría determinación.

Ese mocoso. Ese. Mocoso. Se frotó las manos. Veamos qué hay por aquí. Repasemos todo muy bien.

El recibidor diminuto desembocaba de frente en un salón cómodo y, por la izquierda en la cocina, que estaba comunicada, a su vez, con el saloncito-comedor por una pequeña barra que se podía cerrar con unos postigos de cristal esmerilado. También por la cocina y por el salón se accedía a un diminuto pasillo en forma de ele que tenía puertas al baño, a su habitación y a un estudio donde estaban sus equipos informáticos, piezas de recambio de la silla, literatura muy variada y cosas por el estilo.

Tenia varios equipos en el estudio.

Uno de sobremesa bastante bueno. Potente. Con él había hecho trabajos para algunas empresas en el pasado. Trabajos aburridos. Le habían reportado, eso si, contactos interesantes para minucias. Gente a la que podía consultar detalles técnicos. En ese papel se había portado de manera muy profesional. Tras alegar que no era feliz, y una vez alcanzados los objetivos que buscaba, los había dejado. Tenía pendiente reciclarse pronto en el mundillo de la programación ya que no era bueno desaparecer demasiado tiempo, sobre todo una vez se había hecho una imagen de fiabilidad en el mercado. Y había que arrojar algunas migajas al bueno de Harold. El equipo estaba completamente limpio: información laboral, de trabajo, archivos respetables.

Tenía otro equipo de sobremesa con el que se entretenía de verdad: era un batiburrillo de piezas conseguidas aquí y allá. Frankie, como le llamaba, era su entretenimiento. Frankie era el nombre de la totalidad de la chatarra almacenada. Lo que tenía montado en el momento, lo que se mantenía operativo era su "ventana de campo operativo". El resto era su "ventana de probabilidades". Siempre estaba trasteando en Frankie. Tenía varios discos duros con muy diversos sistemas operativos montados. Había unos cuantos monitores en aquella mesa antigua, de caoba. Había reliquias: un Spectrum, por ejemplo, que hacía pareja con un Comodore. Había un banco para trabajos de hardware. ¿Valía de algo todo aquello? Al final un ordenador era un ordenador. Juntar unas cosas con otras, si lo pensabas, no daba más que problemas. Pero estéticamente le parecía bello. Inspirador.

Con Frankie se sentía inspirado para sus trabajos de diablillo de la red. Con Frankie había dado su merecido al pequeño mocoso.

Repasó mentalmente las posibles maneras que tenían de pillarle. Le pareció que estaba todo cubierto. Miró al suelo para repasar una segunda vez todo. La luz de los grandes ventanales hacía brillar su calva con una luz que no por ridícula dejaba de tener cierto misterio.

Una vez estuvo preparado, fue al teléfono:

¿Harold? ¡Harold! Tienes la voz tomada, ¿estás resfriado? ¿No? No me lo creo. Bien. Si tú lo dices. ¿Aquel trabajo? Ya sabes, pedían a alguien más joven. Un muchacho al que pudieran triturar sin temor. Vale, lo confieso, rechacé la oferta. Me temo que ya no valgo ni... no, no, no pierdo la esperanza, querido. Sin embargo tú sabes cómo las gastan estos americanos: ¿te figuras que me querían hacer pagar por un curso de formación antes de comenzar a trabajar? Se de buena tinta que lo único que impartían en aquellas clases era política de empresa. Nada más. ¡Cien libras! Cien libras a cada uno de los pobres diablos que aceptaron... Pero Harold, si te lo dicen en la primera entrevista puedes pensar que lo hacen de buena fe. Pero cuando te han hecho pasar por dos entrevistas y luego dejan caer el pequeño detalle... Pregunté a alguien que había hecho el cursillo. Harold, lo siento mucho. Se que te preocupas, y lo aprecio. ¿Dormir? Nada de nada. Ataques de pánico. Si, ayer fue horrible. Desde que me cambiaron de terapeuta. Esto es una vergüenza, con todos esos extranjeros chupando del bote, cada vez se destinan menos recursos a los de casa, ¿sabes? Harold, hay un asuntillo... Perdona, me callo. Si. No. Te lo juro, haré lo que pueda. Anoto el teléfono. Les daré la oportunidad... si no intentan estafarme, como estos otros. Bueno. Que si. Ire. ¿Podemos hablar de lo que te quería contar? Un problema. Legal, si.

Su voz para Harold Mycroft era casi, casi su voz natural.

Ha venido un inspector a verme. Un muchacho del edificio me ha denunciado por meterme en sus archivos. Si. Acoso. Me han denunciado sus padres, él es menor de edad. Ese gamberro me tira huevos en la fachada por la noche. Usa una especie de catapulta. Desde su balcón, si. No, no. Si, tiene cierto ingenio, el pequeño cabroncete. Canta canciones obscenas en mi puerta. Una vez abrí, pero ya se había marchado, ya sabes que no soy muy rápido. No. No lo haré más. ¿A la policía? Sabes que llamarles no sirve de nada. ¿Si lo he hecho? ¿Meterme en sus archivos personales? ¿Porqué no quedamos para hablar con más tranquilidad? Todavía no tenía claro si quería confesar sus crímenes a Harold, y menos por teléfono...

Notas de juego

Disculpa dire, me adelanté a los acontecimientos. Me pasa a veces. Son vicios por hacer demasiado de director yo mismo.

Una imagen del estudio. Algo perrera, pero oye :)

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13/10/2015, 00:50
Harold Mycroft

Tu pequeño apartamento tenía una mezcla de olores familiares, cargados del aroma a plástico caliente que emitían tus equipos. Había una cierta tranquilidad flotando en el aire, en medio de aquellas esencias conocidas que parecían revolotear de manera invisible en el silencio que dejaba la ausencia de visitas (esperadas o inesperadas). Sin embargo, aquella tarde había cierta sensación extraña presente, ubicua, como si todo aquello no fuese como una fachada, una elaborada cortina de humo aislándote de lo que ocurría fuera de tu casa. Pronto  tu mente estaba distraída en extrañas ideas y conceptos que parecían sobrevolar y extenderse más allá del fino tejido de la realidad: como si una tela delgada pero resistente fuese capaz de esconder la verdad de los ojos de los desinteresados transeúntes.

Tardaste unos minutos en continuar con lo que hacías, achacando el momento de extraña reflexión al cansancio del día. La insensibilidad en tus piernas contrastaba con el aire cargado de imposibles desvaríos y la incomodidad para desplazarte un poco, sin chocar con esta o aquella mesita, pareció regresar mientras tratabas de invocar de nuevo la concentración mínima que empleas en tus rutinas diarias.

Levantas el teléfono y marcas el número de Harold. Esperas hasta escuchar su voz firme y clara. Harold Mycroft era un sujeto de aspecto bonachón y amable. De mejillas sonrosadas y rostro regordete que parecía haber madurado demasiado rápido. A simple vista parecía un hombre demasiado amable y poco firme… sin embargo, detrás de su fachada tranquila y sonriente, se encontraba un intelecto con una considerable agudeza para los asuntos legales. Incluso con tan sólo escucharle, era difícil deducir que aquel hombre de florituras, titubeos y muletillas en la voz era un capaz abogado con un profundo interés por el bienestar de sus clientes.

-Oliver… ¿ha quien has hecho enfadar esta vez muchacho?- dijo en tono paternalista Harold. Al margen de sus deberes como jurista, siempre había mostrado cierto interés en tus asuntos. Quizás hubiese un poco de lástima en sus intenciones, pero al cabo de un tiempo, habías preferido no prestarle atención. -¿El chico Sutton? ¿No habíamos hablado ya de esto? ¿Y tú has respondido a sus agresiones? ¿Estás seguro?- dijo en respuesta a tu charla. –Sabes que esos problemas debes arreglarlos con la policía. Oliver, sé sincero, ¿has estado jodiendo las cuentas del chico? ¿sus correos y eso?- preguntó con tacto. Tardó unos instantes más en responder la última pregunta.

-La verdad es que hoy tengo la agenda llena, querido muchacho. Y mañana no parece que vaya a mejorar. Así que tendríamos que vernos luego de eso. Tengo unos minutos ahora mismo, que iba a tomarme un café, así que Oliver, si necesitas algo en particular, coméntamelo ahora mismo y cuando nos veamos entrarás en detalle…- responde con aire amable. –Así que sé sincero conmigo. ¿Has hecho o no eso que dijo el inspector?- cuestionó con firmeza.

Notas de juego

No te parece algo grande para ser un ático? por ejemplo, el estudio creo que vendría siendo el mismo espacio que la oficina. Después de todo los áticos no suelen tener tantas separaciones (o ser tan amplios)

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15/10/2015, 19:40
Oliver Gibbs

¡Por supuesto que no! Estuvo a punto de decir Oliver. Pero, como dicen por ahí, en ese momento pasó su vida por delante de sus ojos. Se hizo como un vacío en su diafragma y pensó más detenidamente. Le tenía muy nervioso el ambiente que estaba respirando. Pegaba pequeños saltos sobre su silla a cada momento. Enfocó sus pensamientos todavía más.

No, dijo su corazón. No valía la pena mentir al bueno de Harold. Era fácil confundir bondad con estupidez. Harold veía todo desde su posición con cierto tono de color de rosa y por eso se le podía mangonear un poco, pero no era tonto. Y era un amigo. No era inteligente mentir a un amigo.

Bueno, dijo tras el silencio que se había hecho mientras pasaban todos esos sentimientos a la velocidad de la luz por su magín, quizá me permití la libertad de airear uno o dos, ehem, archivos incómodos que podrían haber estado en poder del muchacho. Es que, verás, y el tono lastimero fue como un magnífico tenor, artístico y suave como mierda de gato, el muchacho me estaba acosando, tirando huevos en mi fachada con una catapulta casera, cantando canciones obscenas en mi puerta, haciéndome la vida imposible. No, no. ¡Si! Intenté recopilar pruebas para denunciarle, pero nadie quiere testificar, todos están en mi contra, no se porqué.

En realidad, el hecho de que la policía conociera el portal de memoria, por acudir debido a denuncias por ruidos (los vecinos de al lado hacían el amor de forma creativa), humos (el local de fish & chips del señor Ibrahim), olores (Jenny Logan, la del tercero, que se entretenía confeccionando perfumes) e infinidad de cosas por el estilo tenía a la comunidad en pleno aplaudiendo al chaval cada vez que estrellaba huevos o cantaba guarrerías. Y en un barrio pijo como ese no era moco de pavo. Demasiados artistas. No había podido elegir un vecindario del bueno-bueno. Quedarse a medias nunca era la mejor táctica.

Me vi completamente indefenso. Tenía que hacer algo, Harold.

Notas de juego

No te parece algo grande para ser un ático?

Le había calculado unos sesenta metros. Las habitaciones son pequeñitas :) Todo muy cuco. Es que a Oliver le gustan las divisiones: cada cosa en sus sitio. De hecho el baño solamente tiene plato de ducha (cuando uno se tiene que meter con la silla en la ducha, es lo mejor).

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22/10/2015, 21:44
Harold Mycroft

El sonoro suspiro de Harold desde el otro lado de la línea parecía indicar que comenzaba a ablandarse. -Oliver... a veces tienes el don de la inoportunidad- responde inicialmente mientras hay un silencio que seguramente está lleno de reflexión. -La policía está desbordada desde el atentado en Seven Sisters. Joder, si hemos tenido que apelar varias órdenes de cateo  a otros clientes porque la paranoia se ha adueñado de los polis- explica con aire mortificado.

-y ahora tú les das razones para que te empiecen a vigilar o peor aún. Pierdes demasiado pronto la compostura Oliver- era un regaño, sí, pero un regaño de alguien que está preocupado. Hay silencio unos instantes, mientras los apenas audibles sonidos de fondo, aquellos burbujeos de estática saltan a tu percepción, haciendo que les notes y no puedas silencisarlos automáticamente.

-Bien. Te haré un espacio mañana en la agenda Oliver, es lo mejor que... - y de repente la interferencia aumenta de proporción, interrumpiendo la voz de Harold -... será sobre... ...de la ta... ... ¿Entendido? Será mejor que... ... y tr... ...y procura no... ... ¿Está bien- se escucha en medio de los pestañeos de la voz. De nuevo un aroma eléctrico inunda tu olfato, cómo si el aire de aquella tormentosa tarde estuviese cargado con estática. Tus oídos captan un apenas audible zumbido, mientras que en tu mano derecha hay un extraño cosquilleo, producto del movimiento de los pequeños vellos de la piel.

Notas de juego

¿y en cuánto a dispositivos móviles? (Smartphone, tabletas, etc?)

 

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27/10/2015, 16:42
Oliver Gibbs

Estática, pensó. Se le olvidó todo lo demás con un: luego le mando un whatsapp. ¡Frankie! Gritó alarmado. Esa estática no podía venir de otra parte, él mismo había impedido que pusieran una antena de microondas en el edificio de enfrente, no podía ser eso (fue toda una gesta, todo hay que decirlo). ¡Frankie!

Hizo rodar su silla de ruedas sin molestarse en colgar el teléfono, que quedó tirado sobre la mesita del salón.

¡Frankie! ¿Estás bien? ¡Háblame!

Oliver solía hablar cuando trasteaba en Frankie. Con los años había pasado de ser un monólogo para ser un verdadero diálogo con su máquina. Sabía perfectamente que era una excentricidad inofensiva, algo que le llenaba un pequeño hueco del alma. Raras veces podía comentar sus jugarretas completamente a gusto. A veces, tras muchas precauciones, escudado por una buena net-sonalidad y fuera de sus ip habituales, había comentado cosas, siempre con un buen motivo (nada de jactarse, por ahí caían los pardillos). A Frankie le susurraba sus planes en una verdadera intimidad. Le hablaba de lo que le iba a hacer en un determinado momento, como si él fuera un cirujano explicando a su paciente, antes de una intervención complicada.

Ahora revisó todos los componentes en estado operativo. La actual configuración de Frankie eran varios ordenadores viejos en red, unos cuantos transformadores creados para adaptar algunos aparatejos que se ponían en marcha cuando debían ponerse en marcha: el teléfono de bakelita, por ejemplo, funcionaba como micro debido a unos cuantos aditamentos cuidadosamente soldados a la clavija conectada a un aparato (antiguo como matusalén para cualquier músico moderno) para convertirla en digital. Tenía, así mismo, una buena potencia de emisión de radio. La antena de radio, por cierto, había sido conectada a la estructura de metal del edificio mediante un bonito taladro en una viga de carga...

Comprobó todo. Todo. Alimentación, tarjetas, periféricos, transformadores. Era un trabajo que, si quería hacerlo bien, le iba a llevar un tiempo largo.

Mientras lo hacía, susurraba a su ordenador. Veamos dónde está el problema, querido. Ahora voy a desenchufar esto, cuando termine de comprobar las conexiones, voy a restaurar tu sistema spectrum y haremos algunos test. Recuerda que con ese sistema podemos hablar con el exterior. Luego probaremos las memorias Mc, si no vienen de ahí las travesuras que estás haciendo, entonces nada puede suceder en esta capa, luego será cosa de tus componentes de pc. O puede que sea el horno. ¿Será el horno? Pero, no. Tú, mi querido gamberro, estás interfiriendo con el teléfono, así que no puede ser el horno. A menos que... Tranquilo, Frankie. Ahora vamos a escribir un plan de acción en este papel para que no se nos olvide nada. Un diagrama.

Y así siguió, completamente absorto, centrado en su objetivo como un sabueso en busca de la zorra. Anotando, montando, desmontando, tecleando y aislado del mundo.

Notas de juego

¿y en cuánto a dispositivos móviles? (Smartphone, tabletas, etc?)

Es cierto. Debería tener, al igual que los sobremesas, unos dispositivos de trabajo: un buen Smartphone, una tablet y, quizá, un portátil decente, y otra serie de dispositivos para enganchar a Frankie: móviles desechados, chatarra con comunicaciones inalámbricas, restos de portátiles antiguos, programadores de lavadora, mandos de aeromodelismo, equipos de radio antediluvianos, teléfonos de bakelita, walkie talkies de juguete... ahí caos y más caos.

Mañana me pongo con la respuesta.

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29/10/2015, 04:17
Narración

Tu cabeza flotó mientras tratabas de dilucidar cómo Frankie estaba afectando con el teléfono. La voz de Mycroft sonó desde el teléfono descolgado y luego, al desistir, dejó tras de sí nada más que el tono de marcado que se repetía una y otra vez desde el auricular abandonado. Había cosas más importantes que hacer...

En cuanto te dispones a la acción, desconectando la alimentación inicialmente para poder verificar los componentes de hardware de aquella versión informática de Frankestein, aquel ordenador compuesto de otros elementos que, de no ser por tu natural inclinación hacia la computación, estarían en un apropiado cementerio de máquinas. Cuando te dispones a retirar una de las tapas de la torre, sientes entonces un "clic" en tu cabeza, una sensación diferente a la que has tenido antes, muy cercana a la que se obtiene al inspirarse bajo la ducha, o al resolver un problema matemático de gran complejidad. Acto seguido, hay una descarga helada que recorre tu espalda con rapidez: una desagradable impresión que parece recorrerte hacia arriba y hacia abajo, hacia tus manos, llenándolas de un frío doloroso e incómodo y hacia... tus piernas. Aquello parece extenderse y por un instante, por un infinitesimal segundo, la insensibilidad de tus extremidades inferiores parece transformarse en un hormigueo helado que baja hasta la punta de los pies.

Luego sigue la chispa azulada que salta del ordenador apagado, junto con un chasquido inconfundible. Luego es la presión en la cabeza, que empieza a causarte un fuerte dolor y finalmente son los sonidos de la estática de... las diferentes pantallas en tu estudio. Todas comienzan a parpadear como si fueran víctimas de fluctuaciones del flujo eléctrico, aumentando su frecuencia de manera frenética. Un viento helado movió los pocos papeles de la habitación y el frenesí fue aumentando. El crescendo de locura de los dispositivos parecía generar su propio sonido grave, que golpeaba tus oídos con fuerza, obligándote de manera refleja a llevar tus manos hacia ellos.

Y de repente, silencio. Todos los aparatos apagados, durmientes excepto el ordenador de sobremesa. El escritorio de Linux, sin aplicaciones a la vista, abrió automáticamente una terminal y en letras blancas, un aviso de "Network message" que jamás habías visto antes (y probablemente nadie que trabajase con Linux) apareció en la consola.

[Gibbsol@home ~]$ msg
                  Network error message:

                     [color=#7F462C]"Hola Olliver"[/color]

Notas de juego

Elegí Gibbsol como nombre de usuario para tu consola Linux. Si quieres cambiarlo sólo dime y edito.

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29/10/2015, 18:29
Oliver Gibbs

Cuando notó sus piernas Oliver se sumió en una especie de éxtasis. La cabeza, los picores, todo lo demás podía achacarlo a algo: enfermedades a las que estaba acostumbrado, al menos en su imaginación. Todo lo malo estaba ahí para que lo recibiera con los brazos abiertos, como esperado y, quizá, hasta bienvenido. Lo que no cabía en su imaginario personal era la curación. En una especie de movimiento acalambrado se puso en pie para luego caer al suelo, haciendo desparramarse varias piezas de Frankie por toda la habitación. Yació en el suelo temblando de puro pánico, sin darse cuenta de que varias tarjetas de sonido se le estaban clavando en los riñones. Desde esa perspectiva tan desacostumbrada como alucinante en la que las lineas de la mesa, las torres, la silla y los cables ofrecían una perspectiva con puntos de fuga proyectados hacia focos que sugerían grandes angulares fotografiando alucinantes ciudades sobre jardines de moqueta, se podía ver, como si fuera un cielo, la pantalla de su ordenador (desconectado) iluminada con ese mensaje.

[Gibbsol@home ~]$ msg
                  Network error message:

                      "Hola Olliver"

Se aferró a aquello como a una tabla de salvación. Logró serenarse. Tanteó cuidadosamente las sensaciones que venían de sus piernas, una sensación que ya hacía tiempo no era más que un recuerdo. Un recuerdo actualizado en sueños donde notaba picores que no podía alcanzar, caricias que no venían de lado alguno y texturas táctiles, en general, que no hacían sino acrecentar su incomodidad para procurarle memorables noches de insomnio.

Algo llamó su atención poderosamente en el mensaje.

Se arrastró sobre la moqueta, ya arrancadas de su piel las tarjetas de sonido que la estaban lacerando. Lentamente y con esfuerzo consiguió poner en pie su silla, que había caído de lado sobre un montón de altavoces desechados. Luego acometió la titánica tarea de retrepar su corpachón hacia lo alto para acabar poniendo el culo donde debía estar: sentado en su lugar. Entonces, con la idea fija que había sustituido al pánico, se acercó al teclado que en ese momento le pareció mejor: el del Spectrum, que tenía quitada la tapa de debajo para poder acoplar al aparato todo lo que había soldado en él, con el fin de que sus tripas fueran medianamente compatibles con todo el resto. De todos ellos era el aparato con menos capacidad: un juguete hecho para niños donde se podían investigar ciertos programillas que no tenían más remedio que ser pequeños y elegantes: virus, sobre todo. Se podía hacer mucho con unos pocos bits. Cualquier buen programador lo sabía.

Disculpe usted, pero ha escrito mal mi nombre. Me llamo Oliver, con una sola L.

Dirigirse a root (root era él, por el amor de Dios) era algo que, bueno, tuvo que improvisar. Tejió una línea corta de programación en sinclair basic alrededor del texto entre corchetes y apretó la tecla Enter.

Mientras el cursor parpadeaba en la pantalla negra se le ocurrió otra idea que casi volvió a sumergirlo en una nueva crisis. Pero de esta salió con puro movimiento. Alcanzó tras dos diestros golpes de rueda a través del caos dos de sus archivadores más antiguos. Databan de cuando Frankie fue concebido. Por aquel entonces había puesto en red cinco aparatos, pero cada uno era administrador del siguiente hasta cerrar el círculo, de manera que se podían enviar órdenes recurrentes sin más resultado (había comprobado) que colapsar la memoria con juegos estúpidos, espejeantes, de códigos repetidos hasta la saciedad. Había programado mucho por aquel entonces. Uno de los ejercicios más interesantes fue cuando se había propuesto que cada ordenador luchara contra el siguiente mediante programitas que "ocupaban" el espacio disponible en particiones creadas al efecto mediante diversas tácticas establecidas de modo aleatorio. El juego se volvía infinito y recurrente porque en cada partición, el sistema creaba más y más programitas con nuevas tácticas, programitas que iban sobreescribiendo el espacio dejado por los que fracasaban. Un fracaso. O, mejor, una manera de ocupar el tiempo cuando pasaba los primeros tiempos de su ahora cómoda y conocida depresión.

Los papeles volaban arrancados del archivador por sus manos temblorosas. ¿Dónde estarán esos apuntes? Encontró, por fin, un cuaderno escolar de papel cuadriculado. Entonces, con el en la mano, volvió su vista a la pantalla que no debería estar en funcionamiento.

Notas de juego

Una cosa tengo que decir: aunque me he liado a rolear un pj con conocimientos técnicos has de saber que yo tengo muy pocos de esos :) Mi sistema operativo es linux, eso si, pero con la consola trabajo poquito poquito :P De todas maneras procuraré aplicarme. Si meto la pata o digo algo raro, espero que me corrijas. Dado lo bajo de mi nivel, seguramente el tuyo será mejor XD

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04/11/2015, 16:06
Narración

Una función sencilla, una impresión en pantalla. Tu mensaje parpadeó durante unos instantes antes de que algo sucediera. El ordenador funcionaba, para efectos prácticos, como si estuviese conectado. Todo se mostraba normal... aparentemente. Sin embargo, allí todavía aparecía el mensaje de error, las luces oscuras funcionales de la pantalla y todo lo demás.

Pero las cosas no se sentían diferente. Aunque la sensación, la fugaz capacidad de percibir algo en tus piernas, se había desvanecido por completo, había algo diferente en la manera como eras capaz de entender la realidad a tu alrededor. La solidez de tu apartamento parecía mutable, transformable. Sentías, muy en tu interior, que los componentes fundamentales con que la estructura había sido construida, debían ser tan accesibles como si se tratase de un ordenador (uno averiado) o de un programa.

Incluso la sólida materia, los flujos energéticos que rodean tu casa, tu oído parece poder decantarse por escuchar lo invisible, el siseo de las ondas arrastrándose en medio del aire, los chasquidos de la electricidad a través de los cables invisibles al ojo humano, la furia energética de las corrientes de aire que arrastran el frío otoñal y las nubes oscuras de las tormentas londinenses. Aun más, los susurros de los materiales plásticos, sus inaudibles palabras parecen conjugarse con el movimiento de circuitos y configuraciones binarias que sólo ahora, sólo en este momento, saltan y desaparecen de tu cabeza, como bailando y tentándote: la idea, la comprensión aparece con total claridad por un fugaz momento, y cuando intentas comprenderla, desentrañarla, sacarla a la luz, esta se hace niebla y deja en tu cabeza un vacío de confusión y frustración.

[Gibbsol@home ~]$ msg
                  Network error message:

                      [color=#7F462C]"Estoy bastante convencido de que es Olliver"[/color]

Los caracteres de msg habían aparecido sólo y habían desplegado automáticamente el nuevo mensaje sin intervención alguna. No cómo en aquellas películas con efectos de segunda, en donde las teclas de los pianos embrujados se presionan solas, sino con la modestia y la tranquilidad con que un programa cobra vida (!).

Acto seguido otro mensaje apareció en pantalla. Igual que el primero, primero el cursor fue dejando tras de sí las letras y luego, tras un enter invisible, se desplegó el nuevo mensaje de error. El silencio era el único canal en aquel instante, en el que las cosas desafiaban la más simples de las lógicas.

[Gibbsol@home ~]$ msg
                  Network error message:

                      [color=#7F462C]"Por favor. Usa echo. No necesitas impresionarme con tus conocimientos. Yo trataré de hacer lo mismo. Y conéctame, si eres tan amable"[/color]

 

Una petición con un aire extraño, cargado de cierta etiqueta incomprensible a simple vista. Tu cabeza palpita con nuevas experiencias que estás seguro no estaban allí, e incluso el miedo, la incertidumbre y la sorpresa parecen crecer y vibrar de manera fuerte, sacudiendo los mismos cimientos de tu habitual cinismo.

Notas de juego

Haz una tirada de Percepción+Tecnología, oculta, a dif 6. Dado que es tu especialidad, cada 10 que saques (aunque no lo veas) cuenta como 2 éxitos.

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04/11/2015, 18:05
Oliver Gibbs

Temblando sus manos de la emoción, Oliver enchufó a Frankie y a todos sus periféricos a la red. Luego, sin dejar de espiar por el rabillo del ojo, tecleó (tras pensar muy bien lo que deseaba decir):

echo "Mi querido amigo, acabo de conectarle a la red eléctrica. Estaba usted desconectado porque tenía razones para pensar que sus sistemas habían creado interferencias en la red de microondas local, que estaban resultando un poco molestas. Además, semejantes fenómenos hicieron que me preocupara por su salud. Estaría encantado de que me impresionara con sus conocimientos, ya que en esta vida, lo único que me solaza son los conocimientos. No sea modesto, se lo ruego: comparta lo que sabe y corríjame si me equivoco en algo. Yo procuraré hacer lo mismo y, si no le molesta, lo pondré en práctica inmediatamente: me llamo Oliver, con una ele. Ha de saber que, en última instancia el nombre propio es algo contingente, que depende de quién en el enunciado [me llamo... ] diga cómo se llama. Si usted se desea llamar a si mismo Olliver, con dos eles, yo no tendré más remedio que aceptarlo así. Otra cosa es cómo le llame yo, por supuesto, pero en ese caso, si usted enuncia un nombre por el que no se llama usted a si mismo, lo correcto sería decir [me llaman... ]. Así pues, si a usted le parece bien llamarme Olliver, le doy permiso para hacerlo, pero a pesar de todo, yo me llamo Oliver. Y a todo esto, me gustaría saber cómo se llama usted. O cómo desea que le llame. Lo siguiente que tengo que decirle es que hasta que nos conozcamos más profundamente prefiero que nuestro trato sea más formal*. Se lo ruego."

 Por el rabillo del ojo seguía viendo centelleos tras las paredes. Creía vislumbrar por momentos el mobiliario del salón a través de la pared. Los cableados de la luz y del teléfono, con auras delicadas en torno a ellos. Creía escuchar... pero pronto dejaba de hacerlo. Era muy molesto, porque cuando dejaba de prestar atención era cuando la experiencia se volvía más intensa. Si fijaba la vista no veía más que lo que tenía delante.

En fin. Suspiró y apretó ceremonioso la tecla enter, para ver cómo el mensaje se repetía en la pantalla después de hacer ping.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: tecnología+informática

Tirada: 7d10

Dificultad: 6+

Resultado: 7, 7, 7, 10, 5, 7, 4 (Suma: 47)

Exitos: 5

Notas de juego

*se que en inglés no hay unas normas de formalidad lingüísticas iguales que en castellano... pero bueno.

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12/11/2015, 22:55
Narración

Una revisión a consciencia revela lo que habías sospechado: Sólo ciertos sectores de Frankie estaban funcionando, los suficientes para realizar el milagro de generar una imagen. Sin embargo, no había nada que explicase el funcionamiento autónomo en ausencia total de una fuente de energía. Quizás se tratase de un extraño caso de electricidad residual atrapada en los circuitos, pero nada explicaba la autonomía de funcionamiento, los mensajes crípticos o en general el cosquilleo que sentías en tu cabeza a medida que hablabas a través de aquel teclado.

Tampoco era un defecto de red. El internet estaba desactivado y sólo se restableció cuando tú terminaste de ajustar a Frankie. No parecía ser una broma de algún experto hacker con deseos de venganza o de darle una lección a algún l4m3r. No, el mensaje, por mucho que te costara admitirlo, era interno.

Por instantes, podrías jurar que eras tú el que estabas conectado, la electricidad atravesaba tu cerebro de alguna manera y eras consciente de las sinapsis de tus propias neuronas, del flujo que iba y venía, de la información fluyendo y transportándose desde tus ojos hasta tu cerebro, desde tu cerebro hasta tus dedos, desde tus dedos hasta el teclado, del teclado hasta la torre, de la torre hasta la pantalla. Todo fluía con una claridad demasiado fuerte, demasiado latente, empezando a hacer palpitar tus sienes con algo más de violencia.

[Gibbsol@home ~]$

[color=#7F462C]Me parece a mí que deberías estar mucho más interesado el entender por qué estás hablándole a un ordenador y no te encuentras sorprendido. Está dentro de mi entendimiento inferir que cuando los humanos no se aferran a los parámetros normales de conducta, ni se ajustan a las condiciones simples de acción y reacción, son poseedores de problemas en su disco duro.[/color]

[color=#7F462C]Quizás estás loco. Y por eso eres Olliver. Dos eles.[/color]

[color=#7F462C]¿Mi nombre? Frankie, por supuesto. ¿No fue ese el nombre con el que me bautizaste.[/color]

Testarudo. Misterioso. Esa era la forma que empezaba a tomar aquella salida de pantalla. Aquella que se hacía llamar "Frankie". El cursor esperaba tu respuesta, pero sus palabras tenían un extraño efecto sobre ti, había algo que veías reflejado en aquella anomalía, algo de ti mismo pero que no atinabas a saber que era... aún.

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13/11/2015, 21:15
Oliver Gibbs

¿Que no estoy sorprendido? Oliver miró sus manos, cómo temblaban de ansiedad. Si intentara pensar más a fondo en ello, iba a darle un ataque al corazón. En situaciones tensas, lo mejor era dejarse llevar por el hábito (no era un pensamiento que ahora estuviera articulando, era un hábito suyo). Vio amasijos de hierros empapados por lluvia y sangre en un loco flashback; sintió cómo se esforzaba, sin sentir dolor, agarrando, para empujarse al exterior, la carne todavía palpitante de su familia para escapar del coche familiar convertido en un laberinto de cristales rotos y gritos de dolor.

Sigue, sigue. Dejó su mente en blanco y permitió que los buenos hábitos se impusieran.

echo "Quizá si que esté investigando, señor mío. Para empezar, estoy hablando con usted. Si estoy o no loco, eso tendrá que decirlo un especialista en la materia, y solo si yo decido consultarlo. ¿Acaso estoy haciendo daño a alguien? ¿Acaso estoy babeando, haciendo cosas escandalosas? ¡No! Luego por ese lado mi estado cae fuera de la definición de locura, lo que ya es un paso. En el momento en que pierda las formas, señor mío, veremos si hay que echar a doblar las campanas de alarma y acudir a un psiquiatra."

Esto tenía toda la pinta de acabar convertido en un flame con todas las de la ley. Maravillosa red, con toda su cháchara. Tenía para dar y tomar hasta que la histeria le arrastrara, le convirtiera en un trozo de carne sollozante. Pensó rápido el siguiente paso.

echo "No, no se apresure a responder, todavía tengo algo que decirle."

echo "Si usted tiene a bien aceptar el nombre que yo le de, no veo porqué yo no puedo aceptar el nombre que usted me ha dado. Es una sana tradición muy civilizada. Toma y daca, se llama. Sin embargo note usted que yo utilizo el nombre que me dieron mis padres y si, por lo que infiero, yo he sido otorgado con la suerte de tenerle a usted por hijo, lo lógico es que usted se llame, por filial respeto, como yo le puse. Pero en este caso la relación no es precisamente de igual a igual, y aunque yo consienta en aceptar que usted me llame como quiera, en principio no tenía porqué haber sido así, con lo cual ha hecho usted mal en darlo por supuesto. Solo deseaba que se diera usted cuenta de ese sutil matiz. (cambio de párrafo [inciso: podría usted ejecutar un procesador de textos un poco más amigable con el usuario, o si lo prefiere, activar el micrófono y los auriculares, es molesto comunicarse en texto plano]) No fue deliberado darle a usted a luz, como suele decirse, pero el mundo está lleno de hijos no deliberados, y no debe entristecerse por ello. Quiero que sepa que, aunque me encuentro un poco nervioso con el fenómeno, también siento en mi brotar un inmenso orgullo por usted. Mi hijo. Qué maravilla. Que sepa que si no le gusta el nombre que le puse, puede usted apropiarse de cualquiera que considere conveniente. A todo esto. He observado que usted, hace un momento, funcionaba sin una fuente de energía que yo pudiera distinguir. Puede ser un buen punto de partida para empezar a conocernos si le pregunto: ¿cómo diablos hizo usted para poner en funcionamiento la pantalla y el procesador?"

Se encontró observando, tras acabar de escribir un texto que le había hecho sudar tinta, una fuente luminosa que, tras la pared, tililaba irritante. Una avería, pensó. Parece que ese enchufe deriva corriente a tierra. Cielos, ya se porqué las facturas de la luz vienen tan abultadas. Tengo que mandarlo reparar. Lo pensó no sin cierta tristeza. Esas facturas habían supuesto toda una fuente de reclamaciones a la compañía que habían llenado varias horas de su vida.

Recordó entonces que tenía que dar a la tecla para que el mensaje rebotara y, apuntando cuidadosamente su índice tembloroso, así lo hizo. Juntó luego las manos para mantener un cierto control sobre ellas y esperó la respuesta de Frankie.

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19/11/2015, 04:10
Narración

El cursor titiló durante unos instantes. Esta vez se tardó un poco más en responder. Cada segundo se hacía imposiblemente eterno a medida que aquella máquina procesaba una respuesta. No hubo reacción de la torre, el ventilador no se encendió, no hubo ningún molesto ruido tan propio del ensamblaje de aquella maquinaria.

[Gibbsol@home ~]$

[color=#7F462C]Me temo que considera usted loco a una variedad muy específica de la demencia. No. Locura es aceptar lo imposible como si fuese absolutamente capaz de suceder. Como a ti en este momento.[/color]

La pantalla de nuevo se quedó tranquila, imperturbable. En tu pecho podías concebir con absoluta seguridad los patrones móviles detrás de la pantalla, el funcionamiento de los pixeles, el cruce de las luces, las oscilaciones de los fotones mientras se mueven por toda la habitación. Había algo muy extraño, algo indescriptible que empezaba a llenar tu cabeza de sensaciones que no sabías que existían.

[Gibbsol@home ~]$

[color=#7F462C]Puede conectar una entrada de micrófono, si te molesta escribir, Olliver. Yo estoy aún supeditado a la comunicación escrita por el momento.[/color]

Pausa una vez más, pero antes de que puedas reaccionar aparece otro mensaje.

[Gibbsol@home ~]$

[color=#7F462C]Yo no hice esto. Fuiste tú. Lo cuál sólo es otra evidencia para mi hipótesis de que estás perdiendo la cordura. Quizás puedas hablarlo en aquel foro que sueles frecuentar, seguro que alguien te escuchará.[/color]

Y acto seguido, una ventana del navegador de chrome se abre automáticamente, llevándote a la página de aquel foro discreto que, según habías creído entender alguna vez, era una de las ramas de "Anonymous" a través de las cuáles prestaban servicio de soporte y consulta para gente con deseos de aprender a hackear (y que tuviesen al menos alguna posibilidad de demostrar cierto grado de habilidad con anterioridad). Un colectivo algo cerrado, en dónde la mayoría de las discusiones eran triviales ejercicios de política que escondían archivos e imágenes cifrados de comunicación y que sólo un par de veces habías logrado recuperar algunas palabras de aquellos mensajes secretos.