Partida Rol por web

Lana aguardó un momento más, la mano sobre el pomo. Asintió aceptando el gesto con un pensamiento barruntando en su mirada que tenía que ver, de forma ligera, con todo aquel intrigante secreto que la rodeaba. Y es que acaban de caer en la cuenta de que, si Caroline era su hija y su preocupación como madre la llevaba hasta el extremo de la locura, algo muy parido tenía que ser educar a los Centinelas. El muchacho asiático no parecía tener mas edad que Caroline, y no estaba segura desde cuando estaba allí. De modo, que de alguna manera extraña, Spencer, James y el científico eran como sus padres y mentores... Y si ella moría de angustia de solo pensar lo que le podría pasar a Caroline por hacer el tonto con un disfraz, apenas podía acercarse al estado de ánimo de Sepencer tras casi ver morir al otro Centinela.

-Los niños son más fuertes de lo que parecen -comentó, no muy segura de lo que quería expresar-. Se recuperará. Ya lo verás.

Spencer asintió pesaroso mientras Lana se iba, para quedarse allí sentado unos minutos más.

Por su parte, Fedora consiguió colar en el sistema de citas de la Penitenciaría de Lighthouse Rock. Móvil llevó a Número 8 y a Lana Rowen a la prisión estatal donde estaban presos todos los criminales que habían sido atrapados en Betlam. Construida sobre un antiguo faro, el enorme complejo incluía tres centros penitenciarios diferenciados.

Al que ellos se dirigían era al Bloque B de la zona de presos comunes: el lugar donde se encontraba Cable encerrado. Lejos de la zona de máxima seguridad de la prisión (totalmente fortificada, como si de otra cárcel se tratase), la masificicación de la cárcel era patente, aproximadamente un 150% de la capacidad de ésta.

No tardaron en llegar a la zona de las visitas, andando, mientras la centivan esperaba escondida algo apartada de la prisión, por lo que pudiese ocurrir. Aun así, el hecho de que fueran como civiles y Troy no llevara el traje hacía todo muchísimo más sencillo.

En el mostrador de recepción se encontraron con un guardia con cara de pocos amigos, que levantó la cabeza de un bloc de notas como si acabaran de negarle el Nirvana.

- Qué queréis. -

Sin mucha preocupación por la terrible intromisión que acaban de hacer en la vida de aquel hombre, Romy se dispuso a presentarse apoyando los codos sobre el mostrador imponiendose claramente.

-Tenemos cita con un preso. Soy Lana Rowen y él mi acompañante -dijo, firme, haciendo un gesto hacia número 8 para que se diera los datos restantes, como su nombre y el de Cable.

Troy no había dicho nada en todo el trayecto, sino que había mantenido la vista gacha de manera que parecía que estaba examinando minuciosamente las alfombrillas. Sin embargo, ante el guardia se cruzó de brazos y puso cara de pocos amigos.

-Troy Sanders.

Le señaló con la cabeza el ordenador de la recepción para animarle a comprobar la lista.

- No salís en la lista. - dijo de mal humor, mirando al papel que tenía delante. Observó a Lana, a Troy, a Lana de nuevo, y cuando Número 8 le hizo el gesto hacia el monitor bufó y comenzó a teclear en el ordenador. Tras un interminable minuto, el guardia pareció decepcionado - Visita concertada con Gary Clark. Thomas, abre la 42. -

Una especie de bocina sonó anunciando que una de las celdas se estaba abriendo. El guardia les indicó una sala donde se encontrarían con Cable.

Una vez dentro se sentaron en la mesa con sillas y esperaron al rubio, que no tardó más de un minuto en llegar. Al entrar y ver a Troy se quedó con los ojos abiertos y pareció querer darse la vuelta, pero el guardia que le acompañaba cerró la puerta antes. El hacker se quedó mudo y de pie ante la puerta, con la vista clavada en Troy.

Troy se había sentado y estaba fracasando estrepitosamente en su intento de parecer tranquilo y relajado. Cuando entró Cable le dirigió una mirada llena de promesas de violencia.

-Siéntate. No hagas que me levante a buscarte -dijo en un tono demasiado neutro y diplomático para no estar ocultando ira.

Lana, considerablemente más tranquila que los dos varones, aguardó sentada rebuscando algo en el bolso. Sacó un estuche donde tenía sus gafas de sol y una pluma muy elegante que colocó cuidadosamente sobre la mesa, junto a una pequeña libreta abierta. Después se inclinó hacia Troy para susurrarle algo.

-Tenemos media hora sin grabaciones de audio. Todo tuyo.

El hombre tragó saliva y se acercó para sentarse en la silla al otro lado de la mesa, mientras juntaba las manos. Por fin separó la vista de Troy para fijarse en Lana, frunciendo ligeramente el ceño.

- ¿Quién diablos eres tú? ¿Y qué queréis de mi? -
 

-¿Te parece que estoy aquí para contestar a tus idioteces? No. He venido porque hoy he tenido una charla con tu amigo Mayhem. Y por lo que me ha contado, has gastado tu última oportunidad. -Troy se apoyó en el respaldo de la silla, cruzó las piernas y volvió a descruzarlas de inmediato-. No va a haber más cárceles. Vas a salir de aquí metido en una bolsa y con una etiqueta en el pie, y va a ser muy pronto.

Lana esbozó una leve sonrisa mirando al hacker con suficiencia, dando crédito a las amenazas de Troy. Por supuesto, ignoró las preguntas y se inclinó sobre la mesa para escribir algo en la libreta.

-Te recomiendo, por tu seguridad, que le hagas caso. Empezaremos por algo fácil: ¿Qué tienes que ver con Mayhem?

-Y que conste: esto puede ser una oportunidad para salvar el cuello. Ya tenemos su versión. Más te vale que no intentes mentir.

Ambos pudieron notar como Cable tragó saliva cuando Troy dijo 'tenemos su versión'. Apretó una mano alrededor de su muñeca y pareció alarmarse, como si no pudiera defender su versión.

- No... no tenéis ni idea... no sabes lo que hay detrás de todo, Troy. Wayland nos engañó durante muchos años y creo que nadie más lo sabe. Yo solo... yo... quería evitar que ocurriera una catástrofe... - empezaba a ponerse más nervioso de lo que Sanders le había visto jamás tras los monitores de Control - Ahora que el viejo ha muerto será una desgracia si alguien descubre lo que Wayland tenía preparado para todos. Era un psicópata, Troy, un psicópata. -

Troy se volvió hacia Felina. No tenían tiempo para los desvaríos de un traidor.

-¿Podría hacerme un favor? Si este hombre vuelve a decir algo que no sea la respuesta a una de nuestras preguntas, ¿podría levantarse para bloquear la cámara de vigilancia? Me gustaría romperle una mano.

-Ningún problema -dijo mientras se desabrochaba la chaqueta y la dejaba perfectamente plegada en el respaldo de la silla. Miró fijamente a Cable. Sonrió-. La pregunta era, por si necesitas hacer memoria, que qué relación tienes con Mayhem. Aceptamos información adicional siempre que respondas a lo que se te pregunta.

El hacker llevó las manos al borde de la mesa, apretándolas con tensión. No dejaba de mirar alternativamente a uno y a otro. - Yo... yo sólo le ayudé por interés. Le conocí en un programa para acercar presos a la ofimática cuando me contó su plan. Quería que el secreto de Wayland se fuera al garete y le di toda la información que pude. Pero juro que no quise haceros daño, sólo que alguien destruyera el proyecto. -

Troy se puso rojo y después contuvo la ira hasta quedarse pálido. Le dolían los dedos de agarrar el borde de la mesa, y tenía los nudillos blancos.

-¿No? Porque hoy a número Nueve le ha explotado una bomba en la cara. Mayhem le ha matado. Y tú también. ¿Qué crees que vamos a hacer al respecto? Mayhem se ha escapado, pero de tener oportunidad le habría matado ahí mismo. Tú... tú no puedes escaparte. Sabemos dónde estás. -Se puso de pie y apretó los puños, y señaló a Cable-. Así que más te vale dejar de tartamudear y buscar la manera de que me apiade del asesino de Bates. Qué información le diste.

Lana arqueó las cejas gratamente sorprendida de nuevo por el arrojo que tenía el muchacho. No le hubiese gustado para nada estar al otro lado de la mesa y ser el centro de atención de aquellos ojos.

El hombre también pareció descolocarse cuando Troy le contó lo que le había ocurrido a Bates. Se quedó clavado en la silla y abrió la boca un par de veces para hablar. Tras tragar saliva fue capaz de articular palabra.

- Mayhem quiere acabar con el Centinela, pero no de esa manera. Sabe que si mata a alguien con el traje otro ocupará su lugar. Él busca acabar con el equipo desde dentro, es lo que siempre me dejó claro... - dijo, mordiéndose el labio - Yo le di un dossier con vuestras identidades y la lista de Centinelas del pasado. Wayland, Goldfield, Spencer, todos los que le interesaban. No le di la ubicación de la base, de verdad. Si lo hubiera hecho el Centinela ya no existiría. -

Cable bajó la cabeza, callándose un instante, pero antes de que Troy o Lana pudieran intervenir la levantó de nuevo para decir algo, más resuelto. - Me informaron de la desaparición de Goldfield. Mayhem no planeaba secuestrarle... de verdad. Tiene que haberse metido en algo gordo. -

La mención de Goldfield hizo que Lana empezase a perder los papeles. Un poco. Se pasó la lengua por los dientes con mucha flema y miró directamente a Gary.

-Mira, chiquillo. Yo no sé si es que naciste con ese defecto congénito o que los años entre rejas te han hecho perder la perspectiva, pero si pensabas que podías regalar información a un villano y librarte de la Justicia es que eres imbécil y debería dejarte con este amable señor en una habitación cerrada. ¿No sabía lo que iba a hacer? ¿De verdad te crees que nos vamos a tragar esa excusa? Tienes medio minuto antes de que me vaya de aquí, así que dinos qué mierdas se traía Wayland entre manos y por qué se han llevado a James. Goldfield. ¡Ahora!

Apretándose de tal manera contra el respaldo de la silla que parecía que iba a romperse la columna vertebral. - Wayland... Wayland creó durante la Guerra Fría lo que llamó el 'Protocolo Terminus'. Se encargó de construir una serie de robots de alta tecnología, o lo que era alta tecnología entonces, y los dividió en ciertos sitios clave de la ciudad. - dijo, bajando la cabeza y mirando al suelo - Al activarse, los robots saldrían de sus escondites y cumplirían una serie de órdenes programadas, tomando por la fuerza la ciudad, a la policía y a los militares, así como demoler los puentes de Old Betlam para dejar el centro de la ciudad totalmente aislado. El mismo sitio donde se encuentra la Torre Wayland. -

Alzó un poco la vista y en sus ojos se reflejaba una dureza que no habían visto hasta entonces en el hacker. Era verdadera repulsión por lo que estaba contando. - Ese viejo hipócrita estaba esperando su oportunidad para conquistar la ciudad. No quise trabajar con un monstruo así y me encargué de intentar dinamitar su proyecto. Por eso  le conté a Mayhem todo eso... Y si seguís apoyándole haréis como todos, bailaréis su danza de la muerte hasta cuando ya está enterrado bajo tierra. -