Partida Rol por web

Vaya, que divertido. Los enanos de las montañas cortaban las manos a los ladrones, aunque a mí nunca me dejaron hacerlo. ¿Me dejaréis hacerlo la próxima vez?

Mientras sus compañeros se pelean por un botín que no le interesa mucho, aunque piensa exigir su parte solo para que no le tomen el pelo como tantas veces le han hecho de más joven, el goliat se para delante de la nota y se tira un buen lato leyendo en voz alta, sílaba a sílaba, siguiendo las reglas que Lanfear pudo enseñarle en sus viajes de forma bastante rudimentaria.

Cuando por fin termina, tarda un poco en asimilar lo leído, pero al final concluye: Nosotros llegar tarde, Asaltantes Sangrientos vender ya prisioneros. Dice mientras señala la fecha de la carta con el dedo. Parece entristecerse, pero se anima cuando afirma decidido: Eglath vengar prisioneros y luego buscar a Murkelmor.

Uhm... el mago toma la carta en su mano y se sienta en una silla tranquilo... a analizar el escrito...

Mulkelmor... no he escuchado de él...

Cita:

Exactp Eglath!... ya los han vendido... se queda un rato más pensando y finaliza... supongo que ahora tendremos que hallar a este tal Mulkelmor...

¡Eso suena bastante bien! -Es evidente, que ya he descansado, pues me pongo en pie de un salto, bastante exaltado- ¡Ya estoy cansado de golpear a esos sucios trasgos!... -Cuando digo esto último, me detengo unos instantes, en mi dura cabeza, ha saltado una pregunta, que podría ser interesante.

Y yo pregunto... ¿Por qué había enanos con los trasgos? ¿No se supone que se llevan como el perro y el gato?. Quizás los enanos tengan algo que ver en todo esto... Una cosa está clara. No son enanos de las montañas... Estos eran demasiado blanditos para serlo...

Cita:

Garra mira de reojo al temerario gnomo. No hace mucho el mismo había hecho la misma pregunta y nadie le había prestado especial interés, entre ellos el pequeño bárbaro.

-Creía haber aprendido a hablar bien el común cuando hice la misma pregunta… -No puede evitar comenta el cambiante. -Confieso que a mi tambien me intriga.

Ya bueno, pero yo estaba bastante centrado en jadear y descansar. No te escuche...

- Duergars, siempre en busca de beneficio y cualquier piedra que brille, escoria. Los enanos de las montañas son apenas algo mejores, siempre avariciosos. No creo que les haya sido dificil reclutarlos si podían sacar tajada, aún cuando fuera con la venta de esclavos - La actitud de la elfa es arrogante y sus palabras cargadas de desprecio. La avaricia de los duergar es para ella explicación suficiente.

- Quizás podriamos terminar de explorar ésto, por si encontramos alguna otra pista y después tratar de hablar con el mediano. Estoy seguro que regentando su familia esa taberna habrá oido hablar del tal Mulkelmor.

Tras revisar las salas, guardar la carta y permitir que Terble se cambie la armadura vais hacia la puerta que habíais ignorado hasta el momento. Al llegar no os cuesta trabajo oír un ruidito estrepitoso, seguido de una explosión de carcajadas fuertes y un balbuceo iracundo. Después de unos instan­tes, se oye más estrépito, y voces graves y guturales.

Lanfear trata de ver si hay trampas en la puerta, cuando se da por satisfecha se gira para mirar al tifflin - Fraxtra todo ¿ok? - dice esperando la confirmación del mago de que no haya ninguna magia perjudicial. Tomando forma de pantera se queda mirando al goliath, esperando.

- Parece que todo está ok, Fraxtra, tu que dices...

¡Eh! ¿Te estás metiendo con los enanos bárbaros de las montañas? ¡Que impertinencia, que... -Antes de terminar la frase, escucho las carcajadas, lo que hacen que deje de hablar- Shhhhh... ¿Habéis oído eso? ¿Qué podrá ser? ¿Más cosas a las que machacar?

Dicho esto último, preparo mi hacha, por lo que pueda pasar... Parece que este lugar está plagado de acción... ¡Viva!