Partida Rol por web

El rotor del helicóptero es el único sonido que les envuelve mientras sobrevuelan las ruinas de la ciudad que una vez llamaron hogar. Ninguna ha vuelto a saber nada de Topeka desde que lograron escapar, pero lo que contemplan ahora es de lo más desolador. Barrios enteros han desaparecido por efecto de las bombas y el fuego. No es difícil adivinar que los lugares más afectados, son justo donde el ejército había establecido los campamentos de supervivientes y por tanto, el lugar hacia donde atraía a los hostiles. ¿Cuantas vidas sacrificaron con la esperanza de detener el avance del virus? ¿Cuantas vidas se perdieron por nada? Nadie se atreve a hablar de cifras y el ejército no ha sido capaz de proporcionar datos concretos. 

No todo ha sido consumido por el fuego, aunque las oscuras marcas del humo están presentes por toda la ciudad. En la lejanía incluso, aún se puede apreciar algún que otro pequeño fuego. Cuatro días han pasado desde que las bombas cayeron y Topeka aún sigue ardiendo. 

Pero no son las calles desiertas, ni las zonas derruidas lo que congela sus corazones, sino más bien la fina capa de ceniza que cubre la ciudad y que aún sigue presente en el aire. Es como si el tiempo se hubiese detenido y estuviesen contemplando el inicio de fin. El aciago destino de Topeka es tan solo un ejemplo de lo que sucederá si no logran detener el avance del virus. Las ciudades se derrumbarán y los muertos poblarán la tierra, lo único que ahora se alza contra ellos, son un puñado de desconocidos que a riesgo de sus propias vidas, han decidido hacer lo que sea necesario por encontrar la cura contra el virus.

Chipper, el piloto, es un hombre muy hablador que se ha unido a OneWorld recientemente. No es un Z-Corps, al menos no como ellos, pues su misión consiste en transportar y recoger a diversas unidades de OneWorld. Durante el vuelo apenas pronuncia palabra alguna, salvo para amenazar a Silver indicándole de que si no quita la canción de la cabalgata de las valquirias, lo arrojará de su helicóptero. En la base Chipper es un hombre dispuesto a compartir con todos sus teorías sobre el origen extraterrestre del virus y sobretodo, de la función del gobierno a la hora de ocultarlo. 

El helicóptero desciende finalmente hasta casi posarse sobre la azotea de uno de los edificios. El lugar es uno de los menos afectados por las bombas, aún así deberán de tener cuidado con la estructura pues puede que esté dañada y se produzca algún derrumbamiento. La jefatura de policía a la que deben acudir no está lejos y aunque apenas se ven hostiles por los alrededores, han creído conveniente no tentar a la suerte dejándolos directamente en la jefatura, pues temían que el ruido del helicóptero los atrajese. 

Silver es el primero en bajar y lo hace realizando una voltereta mientras alza su arma cubriendo todos los ángulos de la azotea. La escena quedaría bastante bien si se tratase de una película de acción para adolescentes, pero aquello no es ninguna maldita película de Michael Bay, aquello es la vida real y cualquier error puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte...

Uno tras otro, todos terminan por descender del helicóptero, momento en el que Chipper les desea buena suerte y alza de nuevo el vuelo. Abajo, en las desérticas calles, una figura emerge de los restos de una casa. Su cuerpo muestra quemaduras de tercer grado en más de la mitad de su torso y rostro. Uno de sus brazos se alza hacia el cielo como si tratase de atrapar el helicóptero mientras camina dando tumbos, arrastrando una pierna sin pie.

El edificio en el que se encuentran parece estar en buen estado, todo es silencio allí arriba. Aquella es su primera misión, un trabajo sencillo que solo debería de llevarles dos o tres horas. Deben recuperar el cuerpo de Joe Doe y llevarlo de regreso a la zona de recogida, que es precisamente aquella misma azotea.

La imagen que ofrecen sin duda es impresionante. Ataviados con los uniformes y armados hasta los dientes, ya no son aquel grupo de supervivientes que debían de correr por sus vidas. Ahora son Z-Corps y están preparados para lo que sea o al menos, eso es lo que les han hecho creer.

Una vieja y oxidada puerta de metal cerrada es lo único que hay en la azotea, eso y unos pocos tiestos con plantas marchitas. Es hora de elegir cómo van actuar y cómo van a comportarse desde ahora, después de todo ahora son una unidad de combate.

Sophie, bajo el nombre en clave de Lady Violet, se encarga de hacer un resumen del informe recibido para la misión 0007:

EXP/EXT-KS-TOP-PXT2QH1-28080007

La unidad Z-Corps (Gorgonitas) será depositada en el tejado de uno edificio cercano a la jefatura de la policía de Topeka (KS-TOP). Su misión consiste en localizar (EXP) y extraer a Joe Doe (EXT), uno de los primeros infectados que aparecieron en Topeka. Fue abatido por la policía y se presupone que se encuentra en la morgue de la comisaría.

Se desconoce la existencia de supervivientes (PX) Se han producido bombardeos. Muchos edificios han sido derruidos, mientras que otros muestras graves daños estructurales. Existen zonas donde pueden conservar electricidad y agua. (T2). La zona está contaminada por productos químicos tóxicos (Q). Muy pocos hostiles. Menos de 50 que vagan dispersados por la zona (H1).

La zona de recogida, en la misma azotea. Duración estimada de la misión entre 2 y 3 horas.

- Este es el resumen de nuestra misión: Aterrizamos, supervisamos y controlamos la zona, nos dirigimos a la jefatura de policía, entramos con cautela, nos llevamos a Joe Doe de la morgue y regresamos para la recogida. Tenemos 3 horas de margen. - dice a través de comunicador de su casco al resto del grupo que llega directo a los auriculares integrados del resto, algo amortiguados por el zumbido constante del helicóptero. Mira a Ryan esperando un gesto de aprobación. Él era el militar y había demostrado estar sobradamente preparado. Sophie haría las funciones de intendente y portavoz en el grupo, pero una vez estuvieran sobre el terreno, contaba con toda su experiencia.

Todos saltaron del helicóptero lo mejor que pudieron. Tal y como les habían enseñado, flexionando las piernas para amortiguar el impacto. A Sophie le costó un poco recuperarse del salto y tomar aliento, pues no era lo mismo moverse como hasta ahora lo había hecho que con varios kilos de equipamiento militar sobre los hombros.

Una vez retomado el aliento y recuperada de la impresión de bajarse de un helicóptero en marcha, su mente fría y calculadora volvió a tomar el control.

- Grey y Red asegurad esa puerta de acceso a la azotea. Blue y Silver, conmigo. - ordenó a los suyos para tomar posiciones y controlar la zona de descenso. 

Sophie se asomó con cuidado a la cornisa de la azotea. Estaban sobre un edificio que superaba las 20 plantas de altura según el informe que había recibido. Peligroso si dabas un mal paso, pero ideal para poder observar toda zona de la jefatura de policía gracias a la mira telescópica de su rifle francotirador, el cual se había empeñado en aprender a utilizar durante sus días de entrenamiento. Ahora era el momento de poner en práctica lo aprendido...

Montó la mira telescópica de tres aumentos y enroscó el silenciador en el cañón del arma. Apoyó el rifle sobre la cornisa y simplemente observó en dirección a la comisaría. Primero con un aumento para ver el área circundante, luego el segundo para ver la fachada y la situación de los distintos accesos y finalmente el tercero para captar detalles clave.

La visión de esa ciudad le encogió el corazón. Apenas reconocía algo en toda esa destrucción, cualquier referencia se había perdido, quedando solo un cascaron vacío y gris. Apenas pudo contener una solitaria lagrima que amenazaba con desbordarse, recordando a su familia, a sus amigos. Por suerte su férrea convicción le permitió controlar sus emociones, concentrándose enteramente en la misión que tenían.

Bajó del helicóptero con facilidad, dedicándole una mirada a Silver con el ceño arrugado. No sabía si se lo estaba tomando en serio o qué, pero si veía algún otro comportamiento ridículo, le daría a conocer su opinión sobre ello si es que Lady Violet no lo hacía antes. Por lo pronto, se concentró en lo que había a su alrededor, siguiendo las órdenes de su líder, se aproximó hacia la puerta de la azotea, con la pistola por delante. Llevaba silenciador y creía que de momento era más efectiva que su hacha, sobre todo en un pequeño pasillo. Esperó que Grey estuviera en posición, antes de comprobar la puerta y pasillo. El ruido del helicóptero debería atraer a cualquier zeta del edificio, así que esperaba encontrarse al menos a uno.

Veo la ciudad destruida desde el helicóptero y no puedo dejar de pensar en los días que pasé escondiéndome de los infectados,.. y ahora aquí estoy con un arma en la mano, han cambiado las tornas, qué más cambiará? Mis pensamiento se interrumpen parece que vamos a aterrizar. Presto atención, hay que salir del aparato y no quiero meter la pata.

Dejo escapar una sonrisa al ver la pirueta que Silver hace al bajar, esta tarado!!seguro que le cae una broca de la jefa. Respiro profundamente al alejarme del helicóptero puede que me acostumbre algún día a volar, pero creo que hoy no es ese día. Estoy algo nerviosa es la primera misión y quiero estar a la altura, no estoy acostumbrada a que dependan de mi, suelo depender yo de todo el mundo. Y eso me preocupa más que encontrarme a un zeta en la escalera.

Obedezco las ordenes de Lady Violet. Sigo a Red, me dirijo hacia la puerta, intento actuar de la forma más profesional que puedo. No voy a tener más remedio que copiar todos sus movimiento, detesto eso, no me gustan los copiones y ahora me convierto en uno. Respiro profundamente de nuevo y me concentro utilizo el subfusil con un cargador subsónico para apuntar a esa puerta. Si tenemos suerte no habrá que disparar.

Mientras el helicoptero nos lleva por el desolador paisaje, miro con ojos tristes el resultado del paso de los infectados y la respuesta del Ejército. El ejército que aún pertenezco. Me niego e pensar que esto fue una acción que representa a la totalidad del mismo, pero es un escaso consuelo.

Mientras nos vamos acercando, Chipper el piloto, sigue hablando sin parar, y Silver le replica animado. Me recuerdan a ABC, él tambien es muy hablador... como hecho de menos ese capullo.

El caso es que debería integrarme y unirme a la conversación, pero aún me hago a la idea de que ahora mismo no estoy entre militares, pero una parte de ellos debe convertirse en tal.

Siento la mirada de Sophie, es decir, Violeta en mí. No hacen faltas palabras, pide que la ayude en silencio con la parte que domino. Asiento casi imperceptiblemente, mientras les miro uno a uno. Tienen el rostro de los vírgenes, especialmente Silver.

Los otros han visto muertes, pero no han tenido que matar a tantos... pero Silver, tiene la alegría de quien duerme tranquilo. Pobre chaval, no sabe la que le espera.

Dada que la primera misión es extraer un cuerpo advierto a los compañeros...

-Haced como yo y colocaos guantes, sin dejar apertura con la manga del brazo. Si el virus se transmite por sangre y saliva, y hay que tocar carne infectada, es mejor evitar contactos innecesarios, por si acaso. Especialmente si os arañais con sus uñas, que estarán largas, y cabe la posibilidad de que arañara un infectado o a sí mismo.

Espero que me hagan caso con mis precauciones, un médico sabe bien de que habla con estas cosas. Cuando por fin veo la azotea, observo, siendo el último en saltar, como se tiran todos, y el que peor lo hace es silver. Salto, con el rifle en horizontal, y las piernas abiertas, para que la caida sea compacta y evitar daños.

-Silver, escucha. Ésta vez has tenido suerte, pero debes saltar como hice yo, con el rifle en vertical para distribuir el impacto por el cuerpo y evitar roturas. Y las piernas abiertas, claro. Haciendo volteretas tras saltar, podría provocarte daños, incluso que te quedaras en silla de ruedas con un mal movimiento. -le doy una palmada en el hombro, quitándo hierro al asunto, tampoco quiero que la tome conmigo, sólo que piense en eso y vean todos que esto ya no es un juego.

Durante el viaje, les he tratado de enseñar la jerga de signos. No creo que hayan aprendido todos tan rapido, pero espero que los más vitales sí, ya que nos jugamos el tipo, y los hostiles són sensibles al ruido.

- Grey y Red asegurad esa puerta de acceso a la azotea. Blue y Silver, conmigo.

-Si, señora.

De momento, cuelgo el rifle a mi espalda, y saco la pistola que lleva el silenciador. Cuanto mas tardemos en generar ruido, mayor será la probabilidad de éxito. Me dirijo al lado de Violeta y Silver, y vigilo los alrededores mientras ella inspecciona.

Pese a los nervios, las dudas y los miedos, todos saben el motivo por el que están allí. Son la última línea de defensa entre el virus y la humanidad. Fracasar significa perderlo absolutamente todo y abandonar el mundo a un lugar de desesperación y muerte. Quizás por eso todos tratan de actuar con la mayor profesionalidad posible.

Red y Gray se deslizan hacia la puerta con las armas preparadas por si deben de abrir fuego. Con cada paso que dan, los detalles de la puerta se vuelven más y más claros, llegando incluso a grabarse en sus mentes. Las marcas de óxido de la puerta, los dibujos casi borrados realizados por algún joven con un rotulador e incluso, los chicles pegados en ella a modo de ritual será algo que tardarán en olvidar. Pues esa puerta posee un gran significado para ambos, es lo que marcará el antes y el después en sus vidas. En el momento que abran esa puerta ya no habrá vuelta atrás, dejarán de ser Thomas y Mary, para convertirse en Z-Corps.

Gray se detiene a unos pocos metros de la puerta, clava la rodilla en el suelo y apunta con su arma. Se asegura de quitar el seguro y de sostener el arma con fuerza. Tan solo ha sido adiestrada durante tres días, pero han sido más que suficientes como para que los concepto más básicos sean aprendidos.

Thomas posa la mano sobre la manilla de la puerta, mientras mantiene la pistola en alto en todo momento. Con  gran cuidado baja la manilla y abre la puerta, la cual resuena con un estridente chirrido. Tan solo dura unos meros instantes, pero durante ese tiempo, la incertidumbre domina a Red y Gray. ¿Qué habrá al otro lado de la puerta? ¿Un hostil? ¿Diez? ¿Cien?

La respuesta es...ninguno. Unas simples escaleras metálicas aparecen ante ellos, las cuales descienden hasta el nivel más alto del parking en el que se encuentran. Pues el edifico donde les han depositado, no es más que un parking cubierto. Acercándose hasta la puerta para tener una mejor visibilidad de las escaleras, pero sin llegar a cruzarla, se mantienen en silencio afinando sus sentidos.

Gray no está segura pero cree escuchar en la lejanía el sonido de un quejido o al menos de algo parecido. Un sonido muy similar al que producen los hostiles o zetas. ¿Habrá alguno allí o estará jugándole una mala pasada su imaginación?

La respuesta llega pocos segundos después, cuando una criatura, un hombre quizás, aparece escaleras abajo caminando de forma torpe y lenta. Su torso desnudo, muestra síntomas de haber sido torturado o devorado parcialmente, pero eso no le impide seguir moviéndose. Gran parte de su cara ha desaparecido, junto con un ojo. La criatura no les ha visto, tampoco parece saber con exactitud de donde procede el ruido que ha escuchado, pero quizás solo sea cuestión de tiempo que se atreva a subir por las escaleras.

Ajeno a las miradas de Red, Silver parece bastante orgulloso consigo mismo por su espléndida forma de aterrizar en la azotea. Claro que cuando Blue le muestra el gran error que ha cometido, no puede evitar quedarse con la boca abierta.

-No jodas, tío...no quiero quedarme en una silla de ruedas. Tendré más cuidado.

Silver va armado con una Uzi con silenciador, pese a que Instructor opinaba que era mejor que llevase una pistola de agua para no herir a nadie. Claro que la política de OneWorld es que todos sus controladores vayan perfectamente armados.

Blue y Violet se acercan hasta la cornisa para disponer de una mejor visibilidad de los alrededores. Silver por su parte, avanza agazapado y tras llegar a la cornisa, se pega a ella y se levanta lentamente hasta asomar tan solo los ojos.

-Está muy lejos ¿No? Quizás podamos conseguir algún coche de aquí. Esto es un garaje después de todo. Además he preparado un pendrive con música que podemos escuchar para el camino. Hay un poco de todo, así que seguro que damos con algo que os guste.

La comisaría no está tan lejos como asegura Silver, aunque parece que el muchacho se siente más seguro a bordo de un vehículo que cubriendo la distancia caminando. Las calles están desiertas y cubiertas por una mezcla de ceniza y agente gris. OneWorld ha solicitado al ejército que gasee todo la zona para ayudarles durante la misión. Se  les ha ordenado que porten en todo momento las máscaras para evitar posibles contagios. El agente gris es inocuo contra los vivos, al menos a corto plazo. Pero la corporación prefiere no arriesgarse.

El consejo de Blue sobre seguridad es también recibido por todos. Aunque es dicho sobretodo a modo de recordatorio, pues los uniformes de los Z-corps son completos y cuentan con guantes. De hecho son de uso obligatorio para los controladores.

Al comprobar que Blue está revisando los alrededores y que Violet está oteando el horizonte con la mira de su fusil, Silve toma su tablet y comienza a teclear en ella.

Violet, a través de la mira de su arma revisa bien los alrededores de la comisaría, así como el propio edificio. Las calles están desiertas y nada con vida (o sin ella) se mueve por ellas. Respecto a la jefatura de policía, lo que ve resulta de lo más extraño. Una de las entradas ha sido completamente fortificada y sellada. La otra en cambio, parece estar aún en uso (pese a que está fortificada también). Al rededor de la entrada, se han colocado diversos vehículos, junto con carros de la compra y otro tipo de materiales, para formar una barrera que protege la entrada.

En medio de aquella barrera, cuatro cuerpos se mueven entre espasmos. Caminan sin rumbo allí encerrados, tratando de saciar un hambre infinita. Sus cuerpos están cubiertos por los trajes antidisturbios usados por la policía, por lo que Violet no puede apreciarlos bien. Aunque por la forma en la que se mueven, sin duda están afectados por el agente gris.

Me alegra ver que Silver ha tomado mi advertencia muy en serio, y que probablemente la próxima vez no haga el tonto a la hora de saltar. Eso podría salvarle la vida, sin embargo, mientras nos asomamos y le veo asomar sólo los ojos...

Bueno, mejor, no es que estemos ahora mismo en un entorno de guerra y varios francotiradores nos quieran abatir... pero si quiere pecar de precavido, es mejor eso a que se lo tome cómo si fuera inmortal y luego se lleve una decepción.

Así pues, me centro en lo mio, mientras Sophie inspecciona a través de la mirilla.

Parece que por la azotea todo anda bien, sólo queda esperar la conclusión de qué vio la jefa, y las órdenes.

-Por aquí está todo despejado, Lady Violet. -a dejo unos minutos mientras observo al resto (Red y Gray) por si necesitan ayuda o andan apurados, y viendo que no, vuelvo a dirigirme a ella, sin quitarles la vista- ¿Cómo pinta el asunto jefa? ¿instrucciones?

Aunque no puedo ver tan bien como ella, con la simple vista desde tan lejos, puedo hacerme una idea general de la estructura del edificio. Así que afino la vista, antes de que ella me cuente, por si viera entradas alternativas, ya fuera pegando saltos desde edificios colaterales, hasta escaleras de incendio, o contenedores que poder acercar a un segundo piso.

Solo pudo prestar atención a lo primero que dijo Blue, asintiendo a sus concejos sobre el cuidado y precauciones a tomar cuando trataran con los infectados. Y pensar que Thomas había usado su hacha durante todo el ataque, pudiendo infectarse mil veces… Ahora veía lo afortunado que fue. Ya no contaban con la suerte, ahora debían confiar en el escaso entrenamiento y sus compañeros. Se perdió los consejos hacia Silver, pues su concentración se fijó en lo que pudiera haber detrás de esa puerta en apariencia inocente. Contuvo la respiración al oírla rechinar, al estar todos en silencio el ruido provocado pareció mucho mayor. Por suerte solo uno de los zetas había reaccionado, que pudiera ver, al ruido. De momento no les veía.

Soltó el aire de sus pulmones con lentitud, para luego hacer una señal a sus compañeros. Señaló escaleras abajo y luego hizo el característico gesto de “enemigo” para a continuación su mano cerrada con solo el dedo índice levantado. Parecía una tontería, pero lo que Blue les había enseñado era sumamente útil, aunque esperaba recordar todo eso en momentos de más tensión.

De ser por él, atraería al zeta hasta la puerta, para poder despacharlo con su arma de mano, sin disparar. Era uno solo, aunque no veía si fue afectado por el Agente gris*, pero no deberían tener problemas. Esperó a que Violet le diera alguna instrucción, sin dejar de mirar los movimientos del Zeta.

- Mierda. No veo nada que pueda ser de ayuda desde esta posición. Los accesos están bloqueados y en la entrada principal incluso han montado una cerca con 4 Zetas embutidos en equipos de antidisturbio...

- Silver hecha un vistazo a la fachada norte desde tu OWpad. - le pidió al chico que apenas tardó unos segundos en encontrarlo.

- Lo que pensaba... - murmuró mientras guardaba su rifle a buen recaudo y observaba la imagen. - Al parecer hay una cornisa desde la que podemos subir a la azotea entre la 3ª y Quincy.

Se giró hacia Blue para ver qué opinaba acerca de lo que iba a plantear.

- ¿Me lo prestas? - le pregunto retóricamente a Silver mientras le tomaba el OWpad de las manos. - Bajamos los aparcamientos vamos por la 6ª avenida y subimos por la calle Monroe para no alterar a ese grupo de zetas de la barricada. - explicó proponiendo una ruta de aproximación a la jefatura algo más lenta pero más segura.

A todo esto, mientras espero te respuesta del militar, pienso en como irán Red y Grey al otro lado de la azotea...

Muevo la cabeza de un lado a otro justo después de que Red abriera la puerta. Qué es eso? Hay un zeta!! Escucho algo parecido al familiar gruñido de un infectado. Dirijo mi mirada hacia donde se encuentran Blue y LadyViolet , no podemos hacer ruido, yo dispararía directamente a la cabeza de ese ser pero tengo que esperar, así que observo como Red se comunica con los demás con ese lenguaje de gestos de Blue , mierda!! creo que no presté suficiente atención cuando lo explicaba y me temo que no me acuerdo , menos mal que ya se lo que hay , asomo la cabeza para confirmar mis sospechas.

Vuelvo a mi posición y no puedo evitar decirle a Red en susurros—Creo que ellos tampoco entiende esas cosas que haces, menos mal que no soy la única, prueba a tirarles un guijarro a ver si así...-- sin cambiar de posición busqué por el suelo y lo único que encontré fue un pequeño trozo de cemento desprendido de no sé donde. Se lo enseño a Red con una ligera sonrisa en la cara. Tal vez así llamemos la atención de los compañeros.

Por pura mala suerte, el zeta comienza a subir las escaleras dando tumbos de un lado a otro. Su maltrecho cuerpo, unido a los efectos del agente gris lo han transformado en un ser con grandes dificultades para moverse. Pero no es aspecto que muestra, que le hace parecer un muerto recién levantado de la tumba lo que resulta tan perturbador, sino el sonido, el chasquido que producen sus tendones o sus músculos con cada movimiento.

Los Z-corps apostados en la puerta, aguardan órdenes de Lady Violet, pero la verdad es que ella junto con el resto del equipo, se encuentra planificando cuales serán los pasos a seguir a continuación. No ven los gestos y tampoco se percatan del trozo de cemento que arroja Gray.

Durante los tres días que han pasado en instrucción, les han enseñado que seguir órdenes es vital, pero también que cada Z-corps debe de pensar por sí mismo en situaciones de riesgo. En aquella operación, atraer enemigos tan solo dificultará cumplir con su objetivo. Así que lo mejor sin duda es eliminarlo de la forma más sigilosa posible.

Ambos lo saben, pero resulta complicado aún tomar esa clase de decisiones y mucho menos, no apretar el gatillo y llenar el lugar de proyectiles. Pero estudiando la situación con sangre fría, llegan a la conclusión de que la mejor opción es acabar con él con las armas cuerpo a cuerpo. Será algo silencioso y ahorrarán munición (algo en lo que les han insistido también durante la instrucción)

Situados a ambos lados de la puerta, no tienen mucho más tiempo para pensar qué es lo que van hacer. El zeta se mueve de forma lenta, pero no son muchos los peldaños que los separan y antes de lo que deseasen, su mano aparece aferrándose al marco de la puerta.

El hedor que desprende es algo que no logran a sentir gracias a sus máscaras, sin ellas lo más probable es que hubiesen terminado vomitando. Ahora que por fin lo ven mejor, pueden apreciar como lleva las tripas colgando, como parte de su cráneo está aplastado y que la mitad derecha de su cuerpo, está inutilizada. Su piel muestra un tono grisáceo y las venas de su rostro se ven marcadas con una tonalidad oscura, sin duda por el efecto del agente gris.

Mientras tanto, Silver localiza en su tablet cómo eran las cosas en los alrededores de la comisaría gracias al google maps. Tras un rápido vistazo, localizan un lugar desde donde poder acceder al tejado...siempre y cuando los contenedores de basura continúen allí. Aún así, siempre pueden tratar de colocar otro objeto que les ayude a subir hasta allí arriba.

Mientras Lady Violet traza el plan a seguir, Blue se percata de la llegada del hostil a la azotea. Red y Gray están ya en posición por lo que es más que probable que acaben con él sin necesidad de ayuda. Además, si van a actuar como un equipo necesitan comenzar a confiar los unos en los otros. No obstante, antes de que Blue pueda tomar la decisión de ayudarlos o no, un sonido le hace volver la mirada de nuevo hacia las calles.

Se trata de una furgoneta azul, en cuyo lateral han dibujado el rostro de Jesucristo junto con las palabras, Jesús te aguarda, ten fe. El vehículo que finalmente atrae la atención también de Lady Violet y de Silver, se detiene en el cruce entre SE monroe st y SE 4th st. Del asiento del copiloto se baja un hombre que ha pasado ya por muchos inviernos.

El hombre va armado con un winchester y va mascando tabaco, el cual escupe en ocasiones. Tras adelantarse al vehículo, echa un vistazo hacia los alrededores y llevándose una mano a los ojos, mira hacia el cielo como si buscase algo. Finalmente, allí en medio del cruce, se baja la cremallera y comienza a orinar.

La verdad que no sirve de nada hacer señas si no le ven. Ese tipo de cosas había que ir puliéndolas. Al menos ahora que estaban en “calma” y no tenían a la muerte echándoles el aliento al cuello. Le asintió a Gray, cuando le mostró una roca y con la cabeza señaló a sus compañeros. A través de la máscara podía ver como sonreía por las arrugas alrededor de sus ojos. Sonrió sin quererlo, liberando un poco de la tensión de su cuerpo. De todos modos sus compañeros tampoco notaron el guijarro.

Red guardó su arma y sacó el hacha. Luego esperó. Apenas pudo ver al infectado a salir de las oscuras escaleras y antes de poder reaccionar a la presencia de los otros Z-Corps, el arma se estrelló con fuerza a mitad de su cabeza, casi partiéndola en dos. Con el pie la desprendió y comprobó que no hubiera más hostiles por ahí.

-Voy a bajar y comprobar el lugar- le dijo a Gray-. Cúbreme.

No sabía si habría más allí abajo, pero no quería hacer bajar a todos y darse de bruces con una horda de zetas. Por lo menos el agente gris hizo efecto incluso en los que estaban encerrados en edificios, aunque siempre existía la posibilidad de que alguno estuviera más aislado que otros, por lo que se tenía que tener precauciones al entrar en cualquier lugar.

Cuando Soph... lady Violet, me cuenta el plan asiento aprobando la idea general, aunque no puedo evitar darles algunos consejos por si acaso.

-Igual, antes de ir, deberíamos comprobar vías secundarias y planes B, por si las cosas se tuercen. De esa forma minimizamos el riesgo del desastre. Por ejemplo, Silver podría verificar si hay tiendas cercanas de mobiliario o cualquier otra cosa servible, por si resulta que ya no hay contenedores, poderlos usar para entrar. También, la posición del alcantarillado, por si hay que escapar de una horda, saber que calles tienen acceso. Espero que no sea necesario, pero no nos vendría mal un estudio en ese sentido, ¿que opinas jefa?

Mientras andamos en ello, veo al infectado asomando hacia ellos. Mi primer impulso es gritar "al suelo" y abatirlo antes de que les pueda hacer daño... pero recuerdo bien por el Ejército, que no se hace ningún favor al soldado haciendo eso si no tiene la posibilidad de aprender, pues a veces estará en situaciones que nadie más que uno mismo podra ayudarle. Tengo que aprender a confiar...

-Lady Violet, los chicos se estrenan...

Antes de que pueda añadir algo más, veo una furgoneta sacada de una iglesia ultrareligiosa, dónde sale un tipo armado y se pone a mear. Por unos instantes, me quedo descolocado, pero pensándolo bien, quizás espera a alguien. Miro hacia Lady Violet.

-Con tu mirilla, sería buena idea, averiguar si en los edificios de alrededor, hay algun rostro asomando por alguna ventana. ¿Vino solo a orinar o espera contactar con alguien? Me sorprende verlo aquí, pero igual hayan más civiles supervivientes. Es bueno estar informados de eso.

Otro pensamiento, no tan bueno, me asalta y me siento con el deber de comunicarlo.

-Me pregunto si un fanático religioso vería con buenos ojos que nos llevemos un cadáver. Sugiero discreción para no tener problemas con cíviles. Prefiero tener la conciencia límpia.

Sin embargo, me limito a dejar lo que pienso, pues es lo que se me pidió. Pero soy un buen soldado, así que asumiré lo que diga la maestra controladora. Espero que encaje bien mis conocimientos y consejos, aunque creo que si lo hará. Se la ve responsable y madura.

Entretenida con el lanzamiento de guijarro, casi no me dio tiempo a reaccionar al escuchar que ese engendro subía por la escalera. Mierda! Me acababa de dar cuenta de que había fallado.

Aunque no dije nada a Red, me alegré de que llevara la iniciativa. Al ver que preparaba el hacha para utilizarla me quede en un segundo plano, si el fallaba sería mi turno, pasé el subfusil a la mano izquierda y tomé mi cuchillo, estaba lista para lanzarlo.

Respiré profundamente al ver al zeta rodando por el suelo, todo fue rápido, efectivo y sin provocar ningún ruido,-- prefecto-- dije al ver que con un golpe había acabado con él. Ante el apremio de mi compañero bajé por las escalera con el cuchillo en la mano y con la intención de que fuera mi primera opción, en el caso de encontrarnos con alguno más. Así que eché un rápido vistazo a aquel lugar para comprobar que no hubiera rastro de ningún infectado.

Mientras terminaba de trazar el plan de aproximación Ryan acertó con aquello de buscar una segunda alternativa, un plan B. Sophie asintió, era una mujer precavida y tener una segunda opción siempre era mejor que avanzar a ciegas. Mientras bajaban los aparcamientos Silver podría tiendas de muebles para poder montar una plataforma improvisada desde la que subir al tejado y luego a la azotea. Lo que no le hizo tanta gracia fue lo de las alcantarillas...

- ¿Y si el agente gris no ha llegado a afectar a los zetas que pueda haber en el subsuelo? No. No nos arriesgaremos a meternos en una ratonera. Ni siquiera sabemos si los que están dentro de la jefatura se han podido ver afectados.

No sabía cuan contagioso y expansivo podía ser el agente gris. Puede que sólo afectara a los zetas que había en las calles y eran directamente fumigados y que como mucho algunos respiraderos dejara colar esa sustancia al interior de ciertos edificios... pero nada era seguro hasta llegar al lugar.

En ese momento una furgoneta bastante llamativa hace acto de presencia llamando la atención de los controladores. Un tipo que se baja como si nada y se pone a mear en medio de la calle, genial. Bueno, podría ser interesante observarle durante un par de minutos a ver que hacía. Como reaccionaban los zetas a su presencia y si venía solo de pasada o era para quedarse ahí por alguna razón en particular.

Pero de nuevo algo hizo que dejara la mira de su rifle y tuviera que girarse. Un zeta había asomado por la puerta que Red y Grey tenían que controlar. Y efectivamente eso habían hecho con solvencia. Sin hacer ruido, el ex-bombero le había hundido el hacha en medio del cráneo.

De nuevo, viendo que se las arreglaban de sobras y Blue les dejaba hacer sin tensarse más de lo necesario preguntó - ¿Qué hacemos con ese civil? Aguardaría un par de minutos para ver cuales son sus intenciones y dependiendo de lo que veamos actuar en consecuencia. Es posible que coja y se marche sin más.

Las objeciones de lady Violet tienen sentido, podría ser que tuviera razón, aunque me cuesta imaginar cuantos civiles habrán ido a refugiarse o a morir en una alcantarilla. Diría que pocos o ninguno, pero la humanidad siempre tuvo la capacidad de sorprendernos, por lo que no quiero tentar a la suerte más de lo necesario.

En cuanto a la pregunta y lo que ella haría, asiento. Esperemos a ver.

Aunque no estaría de más que hubiera comprobado las ventanas como le comenté, no quiero forzarla, ni tratar de hacerlo, en algo que ella no sienta que debe. Debe aprender a su ritmo, y yo al mio a no dar por seguro que todas mis ideas son buenas, correctas o pausibles en un momento puntual.

La combinación del agente gris, la fuerza de Red y el propio mal estado del cuerpo del hostil, permiten al controlador cortar la cabeza del hostil con un único y elegante movimiento del hacha. El cuerpo se desploma pesadamente bajo el umbral de la puerta, mientras que la cabeza cae rodando a dos metros de distancia. Su mirada, dos pozos oscuros carentes de cualquier tipo de emoción, contemplan el cielo, mientras mantiene aún la boca abierta.

Silver contempla la escena desde el otro lado de la azotea mientras siente como se le revuelve el estómago. Aquello es algo que ha visto mil veces en los videojuegos y en las películas, pero todo cambia cuando sucede en la vida real. Así que apartando la mirada, se vuelve hacia Lady Violet y Blue.

Red y Gray no pierden el tiempo y comienzan a descender por las escaleras para explorar la siguiente planta del garaje. Mientras tanto, Violet, Blue y Silver se centran en trazar el plan de acción.

El sonido de su respiración se torna más ruidoso al tomar profundas bocanadas de aire. Gracias a la máscara, no tiene que percibir el hedor que el hostil ha traído consigo. De haberlo hecho, su estómago ya estaría vacío. Así que tras tomarse unos segundos para recuperarse, se centra en la aparición del civil, mientras escucha las ideas y pensamientos que sus compañeros comparten.

-Helicóptero...   -Logra decir finalmente, resistiendo una arcada.   -Creo que ese civil ha escuchado nuestro transporte y por eso estaba oteando el cielo. ¿No deberíamos de hacerle alguna señal? Nuestra misión es rescatar civiles y ponerlos a salvo. ¿No os parece?

Silver no parece comprender las reticencias que sus compañeros muestran. Encontrarse con civiles es algo bueno ¿No? Eso significa que no todo el mundo ha muerto por culpa de los hostiles o del fuego. ¿No deberían de ponerse en contacto con ellos y evacuarlos? ¡Son Z-corps! ¡Ese es su trabajo! o al menos, parte de él.

-En lo referente a entrar en la jefatura, no creo que necesitemos muebles. Creo que bastaría con acercar algún coche hasta la zona. Hay varios aparcados y tirados por ahí, bastaría con quitarle el freno de mano y empujarlo hasta allí. ¿No os parece? Aunque podríamos revisar algunos de los comercios cercanos, quizás alguno tenga una escalera que podamos usar. Por otro lado, el banco de alimentos está al otro lado de la jefatura. Puede que aún esté operativa alguna de las carretillas elevadoras.

Mientras Silver comparte sus ideas, Violet y Blue mantienen la mirada sobre el civil, quién finalmente regresa a la furgoneta. Su reacción hacia los hostiles es algo que no pueden comprobar, pues no hay ninguno por los alrededores. Tampoco observan movimiento en las ventanas cercanas ni en las calles. Aquel lugar es una tumba.

Los civiles finalmente avanzan por la calle, doblando por SE 3rd St y avanzando hasta un lejano edificio. Silver comprueba la localización desde su tablet y expone lo que encuentra.

-Catholic Charities, la quinta organización benéfica más grande de EEUU. Parece que tienen ahí su cuartel o algo así. No parece una mala elección, además si tienen suerte, el almacén de alimentos les puede proporcionar comida para una larga temporada.

De la furgoneta no solo desciende el primer civil que han visto, sino dos más. Todos ellos visten de forma similar al primero y también van armados. Aunque lo más perturbador de todo, es que arrastran con ellos a dos mujeres, que tienen una capucha sobre la cabeza y las manos atadas a la espalda. Todo ellos entran en el edificio.

Al descender por las escaleras, Red y Gray se adentran en un mundo de penumbras. Del exterior les llega algo de claridad, pero las cenizas y el polvo, otorgan al lugar una visión triste y oscura. Con la seguridad que les otorgan sus armas, ambos se adentran en aquel nuevo escenario.

Si lo que esperaban era encontrar un parking, no tardan en llevarse una gran sorpresa. Apenas hay vehículos en aquella planta y la gran mayoría de ellos, se encuentran bloqueando las rampas de acceso de los vehículos. El resto del lugar, ha sido usado como un improvisado campamento. Usando las columnas como anclajes, diversas cuerdas mantienen al menos una decena de tiendas de campaña, aunque existen varias más completamente destrozadas.

El campamento debió de ser grande, quizás para treinta o cuarenta personas. Pero lo único que queda de ellos, son algunos cuerpos en descomposición, sangre seca y la amarga sensación de la desolación. El campamento ha sido saqueado y aunque aún permanece un hostil enredado entre las cuerdas de una de las tiendas, todo parece indicar que no fueron los muertos los que asaltaron el lugar.

Las marcas del agente gris están presentes en el cuerpo de la mujer que permanece atrapada por las cuerdas. Viste con ropa de deporte, pero tiene la apariencia de una ama de casa de bastante edad, que sale únicamente para caminar con sus vecinas mientras despotrican sobre sus maridos y todos los incautos que se cruzan en su camino. Resulta difícil saber cuanto tiempo lleva ahí, pero no parece que vaya a irse a ningún sitio, por lo que puede llevar días.

Otro hostil, este sin verse afectado por el agente gris, se encuentra atrapado entre dos vehículos que bloquean las rampas de acceso al nivel. Por lo que pueden apreciar, alguien debió de atropellarlo con uno de los coches y lo dejó ahí atrapado, con las piernas aplastadas y sin posibilidad de escapar.

En otra vida debió de ser un hombre de negocios, uno de esos que visten un elegante traje con corbata, que acude al gimnasio para estar en forma y que usa gomina para mantener su cabello perfectamente fijado. Pero ahora no es más que un ser de ropas rasgadas, cabellos desaliñados y cuerpo cubierto de sangre.

El resto del lugar no posee nada realmente interesante. En un rincón del parking, en la zona más alejada de donde se encuentran las tiendas, pueden ver para su desgracia, el lugar que los supervivientes usaban para realizar sus necesidades. Está oculto tras un par de sábanas colgadas, la máxima intimidad de la que podían hacer gala.

Existen tres formas de descender a los niveles inferiores. Los ascensores están sin energía, por lo que no son una buena opción. La puerta que da acceso a las escaleras están bloqueadas desde el interior, quizás con cadenas o algo por el estilo. Aún así, escrito con un spray hay un claro mensaje: ¡No abrir!

El último camino que les queda, es pasando por encimad e los vehículos apilados en las rampas. Aunque al revisar aquella zona, perciben el sonido de varios hostiles en el nivel inferior. Aunque sin superar la barrera y descender por la rampa, poco más pueden saber.