Partida Rol por web

Aunque no conectaba de forma permanente con los sentidos de sus soldados, Daniel tenía la sensación de que el soldado al que había ordenado traerle a Malina estaba teniendo dificultades para llevar a cabo su misión.

Daniel mantenía una mano ante él, poniendo todo su empeño en que Juno no siguiera comportándose de forma violenta. No fue hasta que su soldado de arena regresó y se arrodilló ante él esperando órdenes, que no cayó en que sus compañeros habían llegado.

—Si me decís qué ha sucedido, me ayudaría a entenderlo —respondió —Estaba fuera con Juanjo cuando escuchamos una explosión, y nada más entrar Juno se abalanzó sobre él. Según he podido ver alrededor, parece que algunos compañeros están descontrolados, ¿sabéis algo? He enviado a Juanjo a los despachos y la sala de profesores, a ver si hay algún tutor que pueda ayudarnos.

Ve con el otro, necesito a Malina aquí, ordenó al Siervo ante él.

─Vale, Laura, te voy a sacar de aquí, pero no te asustes, ¿de acuerdo? ─aseveró el nativo americano con decisión.

Acto seguido Ignatius Brightnight se transformó en Cuervo Loco (Crazy Crow), o, mejor dicho, en su forma espiritual, lo que sus compañeros de instituto probablemente relacionarían con tal apelativo, por mucho que en realidad aquel fuera el nombre con el que había nacido y no su forma "Wakan", de espíritu. Fuera como fuera, la transformación fue casi instantánea y sin dar tiempo a nada más los chicos se encontraron con un humanoide completamente oscuro, sin boca, orejas o pelo, con ojos rojos y el cuerpo surcado de brillantes escritos carmesís que danzaban por su piel... que avanzó aún con la barrera activa, sin en el menor problema. Acto seguido aquella cosa tomó de la mano a una desprevenida Lux y la levantó en volandas por los aires, rumbo al exterior, donde probablemente haría mucho menos daño y donde, eso sí estaba claro, no habría raíces tratando de estrangularla.

─¡Vuelvo en seguida!

De veras a veces la respuesta más sencilla era la mejor. Al ver al ser de arena con aspecto egipcio había pensado algo diferente a lo que al final ocurrió. Tenía tantas ganas de saber lo que estaba pasando en realidad, y no era la única pues al llegar hasta Daniel encontró que les hacía esas mismas preguntas.

- Daniel, varios alumnos se han descontrolado. Reina Alien empezó a lanzar ácido por doquier, Glamour lo está llenando todo de ilusiones, Salamandra empezó a arrojar fuego. No parecen seguir unas órdenes en concreto, de hecho Reina Alien pareció quedarse sin voluntad.

Al final, no tenían claro a lo que se enfrentaban.

- Traté de notar rastros sobrenaturales pero no encontré nada especial aquí. Pienso que nos hacen perder el tiempo para lograr algo fuera.

Se fijó en Moussa, quien podía llevarles a cualquier parte, solo que no sabían a donde.

- Puede tener que ver con el retraso de Averno, o puede estar relacionado con Omnis. Peor sería lo segundo.

Sara miró alrededor, quería saber si los demás estaban por allí.

La figura egipcia formada por arena es finalmente revelada como una manifestación del propio poder de Saga. En otro momento lo felicitaría por el gran avance que ha logrado respecto al control de su poder. Pero la situación es un caos y necesitan lograr resolver todo aquel asunto cuanto antes.

-Yo estaba con Reina en la sala de control de la fiesta. No hemos logrado ver absolutamente nada que delate lo que está pasando. No solo algunos han perdido el control de sus poderes, sino que otros simplemente los han perdido, como es el caso de Faro y puede que de Augurio, pues en las grabaciones no le vimos anticiparse a lo que estaba por llegar.

Tal y como sospechaba, Juno no era un problema para Saga y Averno. Desde la sala de control, pudo ver cómo les atacaba, pero tuvo que priorizar sus acciones y decidió acudir a tratar de ayudar a Sara a controlar las llamas de César.

-Teletransportaré a Juno a la sala de entrenamiento. Allí E.S.T.H.E.R podrá distraerla sin que cause más daño o pueda salir lastimada. César ha sido enviado a la piscina, espero que eso contenga sus llamas o que lo ayuden a volver en sí.

¿A qué explosión se refiere Saga? En las grabaciones no había indicios de ninguna, salvo cuando todo se descontroló y los poderes comenzaron a manifestarse. ¿Se referiría a eso o había algo más? Bueno, lo importante por el momento es impedir que Juno dañe a alguno de sus compañeros. Así que alzando su mano, crea un portal dispuesto a trasladarla hasta la sala de entrenamiento.

-Estigia...¿Cuando todo esto empezó estabas aquí o estabas fuera como nosotros? Necesitamos saber si no hemos sido afectados por eso o si el resto han sido "infectados" de alguna otra forma. También vendría bien localizar a Glamour y sacarla de aquí, así sus ilusiones dejarían de volvernos locos.

Algo aturdido y mareado aún por el tremendo golpe de calor que ha sufrido al llegar al gimnasio, se tambalea y a punto está de caer al suelo. Por suerte logra apoyarse en Saga y recuperar el equilibrio a tiempo.

-Uff, maldito salamandra. Casi me cuece vivo je,je. Estigia, cuando hablas de sobrenatural...te refieres a...¿La magia? ¿O entra dentro de ese grupo todo? Es decir, poderes mutantes y eso...Por cierto ¿Donde está Averno?

—Buena idea, Moussa —asintió, ayudando al joven a que no perdiera el equilibrio —Debemos evitar que se hagan daño a sí mismos o a los demás.

Actuando al unísono con el portal de Atajo, se las apañó para que Juno pudiera entrar dentro sin que se hiciera daño.

—Malina también está por aquí, aunque no sé si ha resultado afectada. Reina Alien se está liberando de tu caparazón de hielo —le dijo a Sara —Debemos tener cuidado por si se libera. Glamour está por allí, es quien está generando estos campos aleatorios de imágenes.

No había esperado que Reina Alien se estuviera liberando, había creído que se quedó quieta dentro del bloque de hielo. Sin embargo, la gente ya se habría apartado de ella y no correrían peligro.

- Podríamos ir a hacer algo con Glamour, para que podamos ver con claridad. Me gustaría saber dónde están los demás. A Marina la dejamos acostada porque el calor la había dejado inconsciente.

Constató aportando lo que sabía de su amiga. Luego contestó la pregunta de Moussa.

- Con sobrenatural... me refiero a cosas místicas. La actividad mutante no la puedo notar. Y cuando empezó yo estaba dentro, hablando con Reina Alien. El aura de Alberto dejó de funcionar mientras hablábamos con ella.

¿Qué podíamos hacer? La cosa se estaba descontrolando. Lux parecía que podía llegar a herirse a si misma. ¿Estaba sufriendo una sobrecarga de su poder? ¿Era lo mismo que el pasaba a Silvano?

Al ver como Ignatius se transformaba en Crazy Crow para llevarse, solté un "¡Uuf!". Esa formaba me parecía guay y me daba miedo a partes iguales.

-Hey, Martí. -dije sosteniendole la cara con delicadeza. Cogí la flor que me había tendido Didac y se la enseñé.- ¿Sabes que es esto? ¿Puede tener algo que ver?

No podíamos permanecer en ese sitio más tiempo, tendríamos que hacer lo mismo que Ignatius y salir de ahí.

-Deberíamos sacar a Silvano de aquí, y de paso ver si alguien necesita más ayuda. -me callé durante un segundo.- ¿Lo llevamos a la Sala del Peligro?

En la sala de entrenamiento podríamos poner una simulación que pudiese dar espacio para las plantas de Martí. ¿Y era a prueba de todo, no? ¡Si aguantaba mis puñetazos, aguantaría unas plantas!

-Extiende tus alas. -le dije a Didac y le guiñe un ojo.- Te espero allí.

Cogí a Silvano, sosteniéndole la cabeza contra mi hombro y el resto del cuerpo con mi otro brazo, y salí volando.

Mientras Dídac sostenía la barrera que los protegía de los láseres y de las raíces, Ignatius y Rudy actuaron con rapidez para poner a salvo a sus respectivas parejas.

Primero Ignatius, haciendo uso de las facultades más “sobrenaturales”, adoptó su forma intangible y tomó a Laura en volandas. Inmune como era a la luz de Lux y a las raíces de Silvano, Ignatius voló rápidamente por el interior del baño, sacando a Lux de allí.

La muchacha, al menos durante los primeros segundos, no dejó de gritar. Luego pareció calmarse, aunque no así su poder. Laura seguía emitiendo láseres de intensa luz blanca, aunque sus haces no lograban herir a Ignatius.

Tras volar a toda velocidad durante unos treinta segundos, Ignatius logró sacar a Laura a los terrenos de la escuela. Su poder seguía representando un peligro para la fachada y los jardines de la escuela, pero al menos parecía que no había nadie a la vista.

Una de las Palomas de E.S.T.H.E.R. los sorprendió en ese momento, zumbando por el aire a gran velocidad.

- ¡Los estudiantes descontrolados serán contenidos en la Sala del Peligro! - anunció el dron blanco con la voz de la propia profesora de tecnología.

Rudy, por su parte, sacó a Martí de allí. Antes de hacerlo le mostró la extraña flor que llevaba Dídac consigo. Pero Martí seguía en un estado demasiado cercano a la inconsciencia. Con los ojos entrecerrados, apenas parecía ser consciente de lo que pasaba a su alrededor. No hubo suerte, al menos de momento.

El colombiano se dispuso a sacar a su pareja de allí, volando rápidamente por el Liceo mientras cargaba a Martí sobre sus hombros. Se dirigió a la Sala del Peligro, donde creía que Silvano podría ser contenido. Para sorpresa del colombiano, las raíces se precipitaron con fuerza hacia él, siguiendo su estela mientras volaba por los pasillos. Las plantas parecían seguir a Silvano allá donde iba, pero tras ganar cierta distancia acabaron por detenerse, quedando tendidas en los pasillos de la escuela.

Unos minutos más tarde, los tres jóvenes se reunían de nuevo frente a las puertas de la Sala del Peligro. Tanto Martí como Laura habían sido puestos a salvo. Siguiendo las indicaciones de las Palomas de E.S.T.H.E.R. que habían ido encontrando por la escuela, los habían terminado llevando a la Sala del Peligro, que estaba funcionando como una especie de “prisión” en aquel momento.

Los tres vieron cómo una ajetreada Doctora Pujol corría por el pasillo, en dirección a la Sala del Peligro. Por lo que sabían, la mayoría de los estudiantes seguían atrapados en una especie de ilusión visual dentro del gimnasio. El rescate estaba siendo un caos.

- ¿Estáis bien vosotros tres? - preguntó la Doctora nada más pasó junto a ellos, deteniéndose por unos instantes.

Tras encontrarse en medio de aquel caos, Daniel, Moussa y Sara lidiaron con la enloquecida Juno como pudieron. Gracias a las ataduras de arena de Daniel, la bestia rosada fue contenida mientras Moussa creaba un portal hacia un lugar donde Juno no pudiese hacer daño a nadie.

Sara les informó de lo que había averiguado. La amenaza no era de naturaleza sobrenatural.

Aunque no conocían el origen de todo aquello, decidieron abordar los problemas uno a uno. Habiendo neutralizado a Salamandra y a Juno, quedaban las ilusiones visuales de Glamour.

Daniel, Moussa, Sara y Alberto se dirigieron hacia el lugar donde se encontraba Glamour, guiados por Sara. Al mismo tiempo, el soldado de arena de Daniel se alejó de ellos, poniendo rumbo hacia el extremo más cercano del gimnasio, allí donde se encontraba el escenario.

Después de atravesar varias ilusiones visuales de lo más confusas - en varias ocasiones creyeron que estaban a punto de chocarse con enormes troncos o a caer por un abismo - llegaron hasta el punto donde convergía toda aquella amalgama de hologramas.

Glamour se encontraba tendida en el suelo, convulsionando mientras se llevaba las manos a la cabeza. Junto a ella, arrodillada en el suelo, estaba Eureka, la ex de Rudy. La joven rubia miraba a su compañera con una expresión de desesperación en el rostro. No sabía qué hacer.

Al lado de las dos jóvenes, manteniéndose en un segundo plano, había otra de las figuras de arena de Daniel. El soldado se mantenía quieto como una estatua.

Eureka, tras verlos llegar, se encaró hacia ellos con lágrimas en los ojos.

- ¡Ayudadla, por favor!

Con César en la piscina, con Marina en la enfermería y con Juno en la sala de entrenamiento, la cosa iba mejorando. Pero aún quedaban otros problemas por resolver, aunque lo que más le extraña a Moussa es el no encontrarse con Rudy, Didac o Igna ¿Donde se han metido? ¿Estarán bien? Por desgracia no tiene tiempo para buscarlos, pues primero deben de neutralizar a Glamour y así revertir sus creaciones holográficas.

-Vaya marrón...

Indica al descubrir que Sara no puede detectar los efectos de poderes mutantes y escuchar que reina Alien se está liberando. No está seguro de si es por su aspecto, pero la verdad es que le da un pongo de miedo enfrentarse a ella. ¿Y si le pone huevos dentro o algo así? Maldita sea su imaginación y sus largas horas viendo películas de ciencia ficción.

-¡Ey! ¡Ahí está glamour!

Llegar hasta ella no ha sido sencillo, pues a punto está de desvanecerse por un portal al contemplar un gran vacío bajo sus pies o cuando una bandada de pájaros casi lo arroyan. Por suerte, la seguridad de Sara y Daniel logran otorgarle el valor necesario para aguantar y atravesar los espejismos, hasta que por fin dan con la muchacha.

-Está sufriendo un ataque. Debemos colocarla de lado, así respirará mejor... -Indica mientras se quita la chaqueta y la dobla, para finalmente colocarla bajo la cabeza de Glamour.   -Eureka, necesito que me ayudes...   -En el estado en el que se encuentra la ex de Rudy, sentirse útil es algo que la vendrá bien. Por lo que abre un portal junto a ella, que conecta con la habitación que comparte con César.    -En mi armario hay una caja, dentro hay una especie de mochila metálica. Es mi nuevo aparato de curación, necesito que me lo traigas. Intentaré ayudar a Glamour y si eso no funciona, la suministraremos un sedante.

Tras hablar con Eureka y permanecer junto a Glamour, Moussa se vuelve hacia Sara y Daniel. Las capacidades de ambos están siendo de gran ayuda. Sara siempre fue increíble con sus poderes, pero ahora gracias al duro entrenamiento al que se ha sometido, se ha vuelto asombrosa. Daniel no se queda para nada atrás, de dominar la arena ha pasado a crear un ejército de estatuas que algo le dice, que son realmente peligrosas en combate.

-Me haré cargo de Glamour, si os parece bien. Si no puedo curarla, el sedante debería de ser más que suficiente como para neutralizarla. ¿Hay alguien más en peligro, Daniel? Sara, ¿Podrías volver a encerrar a Reina Alien? si la dejamos suelta escupiendo ácido, la cosa se va a poner muy mal.

Ve con los otros dos, proteged a Malina

Glamour estaba donde su soldado de arena la había encontrado, junto a Eureka. De alguna manera, su poder se había descontrolado, pero parecía que a la exnovia de Rudy no le pasaba nada. Daniel no entendía por qué no todo el mundo había sido afectado, o por qué la intensidad de la afectación era mayor en unos que en otros. En cuanto llegaron el soldado hizo una leve reverencia y se marchó corriendo en otra dirección.

—Tengo localizada a Malina —dijo, ayudando a poner a Glamour de lado para que Moussa pudiera tratarla mejor. Si su dispositivo de curación no funcionaba y era necesario un sedante, eso evitaría que se ahogase en su propia saliva o si vomitaba. El senegalés había tenido una muy buena idea —Natalia, ¿puedes decirnos algo sobre lo que ha sucedido? Nosotros estábamos fuera cuando todo sucedió.

─Sí, gracias por preguntar ─contestó el nativo americano a la Doctora.

Rápidamente, tras poner a salvo a Laura en la Sala del Peligro, Ignatius recuperó su calma habitual. Normalmente era de esos que disfrutaban de un buen reto, incluso tenía muy buen perder, pero eso era cuando el peligro no incluía a otras personas.

─Chicos, ¿os habéis dado cuenta de que es mucha casualidad que precisamente cuando se celebra el baile hay una suerte de envenenamiento que crea el caos? ¿Creéis que alguien podría beneficiarse con la confusión? A lo mejor podríamos echar un vistazo por el instituto buscando algo que no encaje... ─sugirió el indio americano al quedarse a solas con los chicos del Grupo 4─ Por cierto, ¿habéis visto a los demás? ¿Les llamamos para ver cómo les ha ido con el descontrol de poderes?

Lo cierto era que allí sólo había una parte del grupo, faltaban César, Daniel, Marina, Moussa y Sara. Algunos de ellos, por no dercir todos, tenían el potencial para ser muy peligrosos si se les descontrolaban los poderes...

Al llegar al lado de la joven la pudo ver en aquél estado penoso.

- No sé si la podemos ayudar, la deberías de llevar a la enfermería.

Sara se concentró para atraer el espíritu de un médico, alguien que le aportara conocimientos sobre medicina. Sus ojos se tornaron blancos de nuevo accediendo a ese saber.

- Si fuera un ataque habría pasado ya. Podría ser necesario sedarla hasta que pasara esta situación de emergencia.

La alicantina trató de encontrar un patrón entre los que habían sido afectados pero no caía en nada.

- Ahora intento atrapar otra vez a Krista.

Gracias a su aprendizaje con la Doctora Pujol, Moussa fue capaz de evaluar rápidamente la situación y de decidir el mejor curso de acción.

Natalia, visiblemente nerviosa, se metió rápidamente por el portal que Moussa había abierto. Volvió segundos después, con el dispositivo de curación que el Club de Inventores había diseñado para el joven senegalés.

Se lo tendió a Moussa, que no tardó en comenzar a trabajar.

Sara, por su parte, usó su conexión con el mundo de los espíritus para tratar de obtener la habilidad y experiencia de un médico. Aunque no disponía de equipo o herramientas para realizar un diagnóstico más detallado, estuvo de acuerdo con la rápida valoración de Moussa. La alicantina se agachó junto al senegalés para ayudarle a tratar a Glamour.

Daniel, mientras ayudaba a colocar a Glamour, preguntó a Natalia sobre lo que había pasado.

- No sé… - respondió la joven, más tranquila que instantes antes. Aunque hablaba con Daniel, Natalia observaba cómo Moussa y Sara hacían lo posible por ayudar a su amiga -. Estábamos bailando y… y yo estaba bebiendo fanta… y ella ese ponche tan dulce que no me gusta nada. Recuerdo que ella no tenía hambre. ¡Estaba nerviosa porque se había presentado a Reina del Baile! - explicó rápidamente, conectando ideas -. Así que no le puede haber sentado mal nada de la comida, ¿no?

Mientras trabajaban, Moussa se dio cuenta de que su aparato de curación no podía arreglar aquella situación. Al menos no en aquel momento. Tras un asentimiento de Sara, decidieron que lo más factible era sedar a la ilusionista.

No con gran experiencia, pero sí con pulso firme y entrenada habilidad, Moussa administró el sedante a Glamour que, poco a poco, comenzó a dejar de dar espasmos. Su cabello, siempre coloreado, se tornó de un oscuro y apagado tono negro. Al mismo tiempo, las ilusiones visuales y sonoras que llenaban el gimnasio comenzaron a remitir, disipándose en el aire como si no fuesen más que humo, como si jamás hubiesen estado ahí.

Lo que antes era un caos absoluto se volvió algo más llevadero a medida que el escenario del gimnasio volvía a aparecer ante sus ojos. Advirtieron que otros estudiantes habían ayudado a contener a aquellos cuyos poderes se habían visto descontrolados.

Muchos de los estudiantes habían huído, saliendo del gimnasio. Daniel, Moussa, Sara y Alberto eran de los pocos que se habían quedado a ayudar. No vieron a sus compañeros de grupo.

En el suelo, repartidas por todo el gimnasio, yacían inmóviles las Palomas de Esther. Advirtieron en ese momento que el gimnasio ya no estaba disfrazado por los hologramas que habían estado emitiendo los drones antes. La iluminación tampoco funcionaba y, en aquel momento, la poca visibilidad de la que disponían provenía del estrellado techo - que Sara identificó como mágico.

Parecía que la situación se había solucionado en su mayor parte, a excepción de una única estudiante que todavía estaba dando problemas.

A sus espaldas, junto al escenario, un sonido de electricidad estática invadió por completo el gimnasio. O quizá ya estaba ahí desde antes, y tan solo había sido enmascarado por las ilusiones de Glamour.

Daniel sabía bien de dónde provenía aquel sonido, y aquellos grandes arcos voltaicos que arañaban el suelo y las paredes del gimnasio, chamuscándolo todo a su paso.

En la lejanía escucharon el gruñir de Tesla.

Aparte del dispositivo de curación de Moussa, parecía que nada electrónico funcionaba allí.

Dos figuras de arena, los soldados de Daniel, trataban de acercarse - sin éxito - a Malina. Sus relámpagos los rechazaban.

Un relámpago especialmente potente impactó contra el techo, que comenzó a derrumbarse sobre los estudiantes que todavía estaban en el gimnasio.

¿El ponche? ¿Podría ser que les hubieran envenenado? —Moussa, ¿podrías llevar el ponche a laboratorio y analizarlo? Creo que eres el que mejor puede encargarse ahora mismo. Has trabajado con el Club de Inventores y te las arreglas bien con los temas médicos.

Él, por su parte, tenía algo que gestionar personalmente. Malina estaba descontrolada, y era quien mejor de los presentes estaba preparado para afrontar sus peligrosísimos ataques voltáicos— Yo me encargaré de ella. Sara, ¿podrías asegurarte de que Krista sigue controlada?

Se apretó el nudo de la corbata — horas después, cuando recordara lo sucedido, no sabría explicar por qué lo había hecho. Parecía a todas luces un gesto adquirido — y se dirigió hacia donde Malina se había convertido en una bobina tesla a toda potencia.

—Malina, soy yo —se acercó con las manos alzadas, a sabiendas de que no serviría de nada hablarle. Pero quería agotar todas las posibilidades antes de llegar a tener que reducirla —Daniel. Por favor, tienes que escucharme.

Poco a poco se acercaba más y más a ella. Sus soldados de arena se hicieron a un lado, observando la situación expectantes. Si no reaccionaba o intentaba atacarle, tendría que dar el todo por el todo.

Moussa agradece a Eureka que le traiga su nuevo dispositivo de curación con un asentimiento de la cabeza y una sonrisa. A diferencia del pequeño dispositivo que usaba antes, este es mucho más grande. Aunque no lo recuerda, pues fue algo que vio hace ya bastante tiempo en la televisión, el diseño del nuevo dispositivo está inspirado en el traje de Yellow Jacket.

Tras colocarse el dispositivo a la espalda, la nanotecnología hace su magia al extender decenas de finas láminas de metal que se van uniendo alrededor del pecho y abdomen de Moussa. De esa forma queda sujeto al senegalés, pero aquello no es todo. Con un simple pensamiento, cuatro extremidades se extienden del dispositivo las cuales puede modificar a su gusto, para recrear toda clase de utiensilos médicos.

Al evaluar a Glamour, no tarda en darse cuenta de que efectivamente, su dispositivo es incapaz de ayudarla. La opción del sedante es entonces la única vía que pueden seguir.

-Hay que calcular bien la dosis del sedante, no quiero que pasarme y liarla...

La duda le envuelve al no estar seguro de cual sería la dosis ideal para su compañera. Pero entonces Sara, haciendo gala de unos conocimientos médicos que dejarían a House a la altura del barro, le indica la dosis adecuada.

-La leche, meses de duro esfuerzo estudiando y aquí todos con un chasquido de dedos, sois capaces de volveros genios en cualquier campo. No sé si alegrarme, sentir envidia o pegarme un tiro jeje

Uno de los brazos mecánicos se transforma en una aguja, a través de la cual le inyecta el sedante a Glamour. El efecto es casi instantáneo y la muchacha no tarda en sumirse en un profundo sueño. Con ella neutralizada las ilusiones también terminan, mostrando por fin el gimnasio.

-¡Funciona! ¡Eres la mejor, rubita!

La información que Eureka les otorga mientras atienden a Glamour le resulta de lo más interesante. Aunque antes de poder decir nada, Daniel se le adelante y por la cara que pone Moussa, está claro que no esperaba algo así.

-¿¡Qué!? ¿¡Yo!? No sabría ni por donde empezar. Estudio medicina, pero lo que me pides sería más bien química o algo así. No sé tío, también he visto Stargate mil veces y eso no significa que sea capaz de pilotar una nave espacial. Bueno, algo se me ocurrirá, tranquilo. ¡Mierda! ¡Cuidado!

Extendiendo ambas manos hacia adelante, concentra una vez más su poder para usar el martillo de Thor y sacar de la zona de peligro a los estudiantes que se encuentran bajo el techo que comienza a derrumbarse. Espera poder alcanzarlos a todos y en caso de no ser así, usará cada pizca de su poder para ampliar el área de efecto de su poder, para tratar de salvarlos a todos.

Ella había creído que estaban mejorando la situación pero por doquier habían alumnos fuera de control y eso les impedía marcharse. Si había un plan detrás de este caos, que seguramente sí, estaría resultando de maravilla. Lo que deseaba la joven ahora era que no tuviera que ver con Omnis.

Habían atendido a Glamour, había que sedarla pues no habían muchas más opciones.

- Habría que sedar a más gente, Moussa. Intenta ocuparte de eso, que yo voy a haber qué puedo hacer ahora. Me acercaré hasta Krista, si no se cae todo encima.

Lo que había indicado Daniel venía a significar que llegó el momento de separarse.

- Faro, ayuda a la gente a salir, el techo puede ceder.

Sara aprovechó para levantar una columna de hielo, tocando el suelo permitió que se elevara hacia arriba, simulando ser un tronco de árbol que esperaba contuviera parte del destrozo. Tenía que ir a por Krista, pero cómo sacarla de allí... no la podía mover con facilidad. Estigia echó a volar hasta la alienígena.

- ¡Krista, estás bien!

Sí que tenía una forma de alejarla del lugar, aunque necesitaba que rompiera el hielo antes de hacerlo. Por eso, prefirió preguntarle primero no fuera que su mente estuviera ahora bajo su control.

- ¡Krista, me oyes!