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El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 8: Primavera

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10/02/2019, 14:54
Dídac Castelló

Después de comenzar a evacuar a sus compañeros hacia la sala del peligro, los chicos pudieron "quedarse un poco más tranquilos" sabiendo que éstos estaban contenidos. Aún quedaba la incógnita de si sus poderes querrían dañar directamente a su poseedor, porque a fin de cuentas las raíces de Martí iban a atraparle, y los poderes de Lux eran bastante dañinos, incluso para ella.

- Bien, aunque un poco harto de que siempre pase lo mismo... no podemos tener un evento tranquilo .- Respondió el metamorfo a la doctora con una leve sonrisa en los labios, de verdad sentía todo aquello, pero ya empezaba a parece una broma -. Debemos encontrar a los demás, y ayudar a los que sus poderes de se hayan descontrolado... tenemos que terminar de contenerlos a todos.

Se dispuso a comenzar a buscar a los compañeros más peligrosos, aunque algo le hizo pararse. Se dio cuenta de que si aquello era un veneno quizá ella supiera si aquella flor podía ser la causante.

- Por cierto, Doctora Pujol, ¿conoce usted ésta flor? .- Preguntó mientras se la mostraba, no quiso acercársela mucho por lo que pudiera pasar -. Es algo que me regalaron días antes de la fiesta, y que me lleva escamando unas horas la situación. Lleva en nuestra habitación desde entonces, pero nosotros estamos bien .- Dijo señalando a Ignatius y a sí mismo -. Pero no sé... hay que agotar todas las posibilidades en estos momentos.

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11/02/2019, 10:08
Rudy Vergara

Al final mi intuición fue correcta, estaban evacuando a los alumnos afectados, que parecían haber más, en la Sala del Peligro. Al final era lo más obvio, una sala que absorbiese los poderes de adolescentes cada día.

Seguía un poco preocupado por Silvano, después de haberlo dejado en la Sala del Peligro. Me habría gustado quedarme con él, pero sería más útil fuera. Tenía que asegurarme de que los demás estaban bien.

-Sí... -contesté a la Doctora Pujol con preocupación.- Pero.. ¿Martí se pondrá bien?

Al final parecía que alguien había saboteado el ponche, pero no como se esperaba. ¿Tendría que ver con la flor que llevaba Dídac? ¿Sería cosa de un villano?

-Ignatius tiene razón. Tenemos que contactar con los demás, quizás están teniendo problemas. -me iba a llevar una mano a la sien, acostumbrado a la comunicación que usábamos con Aitor.- Ugh. Llamaré a Sara, que ella seguro que estará atenta al móvil.

Saqué mi móvil y seleccioné a "Sara-Kun FroSt QuEen!".

 

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12/02/2019, 21:25
Narrador

Dídac, Ignatius y Rudy se encontraban frente a la Doctora Pujol, en el pasillo que llevaba a la Sala del Peligro.

- Haré lo que pueda por los estudiantes - respondió a Rudy, muy seria, aunque con voz suave -. No os preocupéis, están en buenas manos - dijo, esbozando una tranquilizadora sonrisa.

Al ver que los tres estudiantes se encontraban bien, la doctora se dispuso a seguir su camino. Pero Dídac la detuvo, mostrándole una extraña flor luminiscente.

- ¿Qué…? - preguntó en voz alta la doctora, curiosa -. ¿De dónde la has sacado? No parece de aquí

Frunciendo el ceño y acercándose un poco más a la flor, la Doctora Pujol examinó el extraño ejemplar que Dídac le mostraba.

- Jamás había visto una igual. No tengo ni idea de si sirve para algo - admitió, separándose del metamorfo y encogiéndose de hombros -. ¿No crees que Hécate podría ayudarte mejor? - sugirió la Doctora -. Lo siento, chicos, pero me necesitan.

Mientras la doctora se alejaba apresuradamente, Rudy sacó su teléfono móvil y buscó el número de Sara en la agenda.

“El número marcado está apagado o fuera de cobertura” fueron las únicas palabras que respondieron a su llamada.

Tenían varias opciones. Explorar la escuela, en busca de algo sospechoso. Acudir al gimnasio a ayudar al rescate de los estudiantes descontrolados.

Una nube de bruma carmesí apareció junto a ellos con un estallido. Era Averno, acompañado del Director Richmond y de E.S.T.H.E.R. Los profesores se encaminaron hacia la Sala del Peligro, sin reparar en el pequeño grupo que estaba en el pasillo.

Averno comenzó a envolverse en su bruma roja. Estaba de espaldas a ellos, no los había visto.

Aunque de pronto, lo hizo. Los miró con sus penetrantes ojos carmesí. Y creyeron ver cierto alivio en su rostro.

- ¡Eh! - los saludó mientras alzaba la mano -. Voy al gimnasio, a ayudar. ¿Venís? - les ofreció con una mano tendida.

Miró a Dídac, y su expresión se volvió más seria.

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12/02/2019, 21:25
Narrador

Daniel, Moussa y Sara dividieron sus fuerzas para poder encargarse de varias cosas al mismo tiempo. Daniel se encararía con Malina, en un intento de reducirla sin tener que emplear la fuerza.

Sara se dedicaría a asegurarse de que Krista no causaba más problemas con su ácido.

Moussa debía encargarse de analizar el ponche, en busca del agente que había causado todo aquel alboroto. Aunque el senegalés no creía poder enfrentarse a aquella tarea.

Mientras los tres se separaban, Malina, convertida en una de las amenazas más grandes del gimnasio, comenzó a emitir enormes arcos voltaicos que lo abrasaban todo a su paso. Las paredes, el suelo y el techo comenzaron a crujir ante su poder, haciendo que el tejado comenzase a desmoronarse hacia el interior.

Sara actuó rápidamente, alzando un pilar de hielo para reforzar la estructura del techo. La escarcha se concentró entorno a sus dedos, se posó en el suelo y comenzó a crecer con rapidez, hilando la estructura de una columna. Rápidamente alcanzó el techo que comenzaba a hundirse, dándole un nuevo punto de apoyo.

Aquella maniobra dio tiempo a Moussa para teletransportar a unos doce estudiantes lejos del peligro, justo antes de que un enorme pedazo del tejado cayera contra el suelo de madera del gimnasio.

Sara llegó hasta la gran cúpula de hielo, cuyas paredes humeaban intensamente. Su hielo se estaba derritiendo rápidamente, como cuando se enfrentó a Reina Alien en los Juegos Heroicos. Era cuestión de tiempo que su cúpula cediese.

Una voz amortiguada llegó desde el interior.

- ¡No me dejes…! - gritó entre gruñidos -. ¡No me dejes salir…!

El hielo comenzó a humear más rápidamente. Se derramaba sobre el suelo, en forma de agua. La cúpula se deformó y comenzó a expandirse mientras su techo descendía.

De mientras, Daniel corrió hacia el frente, hacia el extremo del gimnasio donde se encontraba Malina. Por el camino tuvo que evitar varios de los arcos voltaicos que emergían sin control de su pareja de baile, barriendo secciones enteras del gimnasio, cortándolo como si fuese un pastel.

Cuando estuvo a una distancia prudencial, alzó la voz para hacerse oír.

Malina no hablaba, tan solo gruñía. Parecía estar haciendo un gran esfuerzo, apoyada contra el escenario, luchando por mantenerse en pie. Tenía una mano sobre los tablones del escenario, la otra en su abdomen.

Su vestido humeaba, calcinado por el intenso campo eléctrico que envolvía a la muchacha.

Al ver acercarse a Daniel, Malina alzó una mano hacia él.

- ¡NO TE ACER… - comenzó a gritar, pero un rápido y cegador relámpago surgió de su cuerpo, dirigiéndose contra Daniel.

Mientras pasaba todo aquello, algunos pedazos del techo seguían precipitándose hacia el interior. Quedaban pocos estudiantes el gimnasio, pero Moussa tenía tiempo para sacarlos a todos de allí, si se esforzaba.

- Tiradas (1)

Notas de juego

El relámpago descontrolado de Malina impacta a Daniel. Te dejo a ti hacer la salvación de Dureza (dificultad 21). A no ser que falles por 15 o más (creo que imposible) seguirás en pie. Aunque un fallo por 10 o más será una herida grave!

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12/02/2019, 21:37
Daniel D´aeth

Que Malina pudiera articular algunas palabras mientras se esforzaba por no liberar su poder era buena señal. Eso significaba que la teoría del ponche cobraba fuerza y que no era alguna suerte de control mental. ¿Cómo podía ser que alguna sustancia hubiera afectado a tantos estudiantes de tan diversas constituciones. O cubría un espectro abrumadoramente amplio o era algo fabricado deliberadamente. Eso si se trataba del ponche, claro.

Uno de los arcos eléctricos de la rubia muchacha salieron disparados hacia Daniel, que antepuso su mano para bloquearlo. La corriente recorrió todo su cuerpo en apenas un segundos, pero afortunadamente su fisiología era suficientemente resistente como para aguantarlo. Y aún así, dejó entumecido el brazo del aprendiz de héroe. Qué poder.

No te voy a dejar —dijo, avanzando a paso rápido hacia ella, inclinando el cuerpo para ofrecer menos volumen. Era una táctica básica de avance en combate —Averiguaré qué ha pasado. Pero mientras tanto, tengo que reducirte, Malina.

Un metro. Otro. La distancia entre ambos se acortaba.

No voy a hacerte daño. Pero no puedo dejar que sigas consciente —pie izquierdo. Derecho. Izquierdo nuevamente. Un violento impulso hacia delante acortó la distancia entre ambos a apenas centímetros. En el rostro de Daniel se veía que no estaba cómodo con lo que iba a hacer, pero era necesario. Como dormir a un animal salvaje que tiene una zarpa atrapada en un cepo. Sólo que ese animal podía proyectar electricidad suficiente para calcinar un ser humano en un parpadeo —Lo siento. Te compensaré.

Un golpe seco, con sólo una fracción de su fuerza, dirigida a la base del estómago. Vaciaría sus pulmones el tiempo suficiente como para que el cerebro se quedara sin oxígeno, produciendo un desmayo. Mínimo la tendré que invitar a cenar.

- Tiradas (2)
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14/02/2019, 17:58
Rudy Vergara

-¡Aaah, mierda! -dije guardándome el móvil en el bolsillo.- Si Sara no me coge el móvil, es que algo gordo esta pasando.

Íbamos a ponernos en marcha, pero la distintiva nube roja de Averno apareció. Traía consigo a Esther y al director, me habría encontado preguntarles que estaba ocurriendo, pero sería mejor verlo con nuestros ojos.

-Claro. -dije secamente, adelantándome a lo que hiciese Dídac, y cogí de la mano al demonio.

Le agarré con la suficiente fuerza como para que notase que estaba cabreado, pero no con tanta como para hacerle daño.

-Sea lo que sea, espero que tengas una buena excusa para haberle hecho esto a Dídac. -le susurré a Averno.

 

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14/02/2019, 17:48
Sara Carrión

No estaban encontrando momentos de calma, menos cuando el techo estaba amenazando con ceder. Los rayos de Tesla lo debilitaban por momentos lo que podía terminar por enterrarlos.

- ¿Y dónde están los demás? Si no están aquí ha de ser porque pasa otra cosa en otro lugar.

Estaba claro que algo más sucedía fuera, por suerte pronto podrían salir de allí. El problema, que Krista estaba atrapada, no la podían mover.

- Voy a hacer un domo a tu alrededor. Moussa debería de poder teleportarte enseguida.

Se preguntó si lo estaría haciendo bien, todo dependía de lo que aguantara el techo.

- Lo voy a reforzar todo después, espero que dé tiempo.

Se dijo a sí misma, confiando en tener esos segundos de margen. Iba a tener que controlar toda la presión que estaba sintiendo ahora mismo, sin saber si podrían salvar a Reina Alien, temiendo además por Alberto que estaba allí mismo. Un poco más, sólo había que aguantar un poco más.

- Vamos, lo vamos a conseguir.

Cayó en la cuenta ahora de que empezaba a hablar como efecto de ese nerviosismo. Sus ídolos no se pondrían a parlotear en una situación así, por lo que se mordió un poco el labio, pretendiendo controlarse.

Notas de juego

Creo un domo alrededor de Krista.

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15/02/2019, 21:54
Moussa Dakar

Una vez más, Estigia,  demuestra de lo que es capaz al crear una especie de hermoso árbol de hielo que le otorga el tiempo que necesita para reunir el poder suficiente como para sacar de allí a una docena de estudiantes.

-¡Bien hecho rubita! ¡Ostras! ¡Cuidado Saga!

La intensidad de la descarga proyectada por Malina hacia Saga, pilla totalmente desprevenido a Moussa, quién apenas tiene tiempo de apartar la mirada. El drástico cambio entre la oscuridad reinante y el resplandor del rayo, provocan que de sus ojos surjan varias lágrimas y empiece a ver lucecitas por todas partes.

-¡Mierda! Y eso que no me ha dado, espero que Saga esté bien. Aunque ahora que lo pienso, nunca le he visto sangrar, seguro que es indestructible, así que estará bien. ¡Mierda Moussa, deja de hablar contigo mismo en voz alta y concéntrate!

El ponche es una prioridad, pero lo es también sacar a todos los estudiantes de allí. Saga ha confiado en él para dar con la cura o al menos, para analizar el ponche y descubrir si es el culpable de lo que les está pasando a los estudiantes. Por lo que poniéndose en marcha, corre hacia la mesa donde se encuentra el ponche. En un par de ocasiones se detiene en seco evitando así que un trozo del tejado le caiga encima. Pero mucho se teme que suerte se agotará antes o después, por lo que se apresura para hacerse así con la bebida. Todo ello claro, mientras trata de localizar con sus ojos llorosos al resto de estudiantes y se prepara para teleportarlos a la entrada del Liceo.

Notas de juego

Todo sea por salvar vidas, si hay que esforzarse, Moussa se esfuerza.

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16/02/2019, 00:01
Dídac Castelló

- Oh, pues será cuestión de preguntarle a Hécate .- Contestó el chico a la pregunta de la Doctora Pujol, que en realidad tenía sentido -. Será mejor que nos pongamos en marcha.

Justo cuando el chico terminó aquella afirmación fue cuando surgió la nube de humo rojizo característica de Averno, y - quizá sin motivo- Dídac se pudo realmente tenso. Quizá su "presunta" pareja para el baile no había tenido nada que ver en todo aquello, y quizá y solo quizá, toda aquella trama que se había montado era solo fruto del resentimiento. Obviando la seriedad en el rostro del chico demonio cuando lo miró, se acercó a Averno y puso su mano sobre el mismo brazo que Rudy.

- Sí, será mejor que vayamos .- Decidió dejar las rencillas a un lado, si en algún momento Averno quería aclarar aquello, adelante, pero no era el momento.

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17/02/2019, 19:40
Averno

Con una mueca, Juanjo asintió leve y rápidamente mientras la bruma rojiza comenzaba a envolverlos.

Tenía que hablar con Dídac, después de ayudar a los demás.

Todo cambió entorno a los cuatro estudiantes. El espacio se deformó a su alrededor, pero, a diferencia de cuando viajaban con Moussa, no sintieron ingravidez ni náusea.

Pareció que, efectivamente, ellos no se movían. Sino que el mundo cambiaba a su alrededor. Cambiaba de sitio por ellos.

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17/02/2019, 19:40
Narrador

El gimnasio del Liceo era un lugar espectacular. No sólo estaba equipado con todo tipo de equipamiento de entrenamiento, escondido de forma práctica y discreta tras paneles móviles en las paredes y en el suelo, sino que estaba construido con materiales capaces de resistir las especiales características del alumnado al que albergaba.

Y, sin embargo, no parecía estar en su mejor momento aquella noche.

La decoración del baile había desaparecido por completo. Tan solo quedaban unas pocas mesas y sillas tiradas por el suelo, el escenario al fondo, y restos de comida y bebida. El suelo y paredes del gimnasio estaban agrietados, derretidos, calcinados y abollados por el caos de poderes desatados que había tenido lugar durante el baile.

Sumido en la oscuridad como estaba, tan solo aportaba algo de luz al lugar el hechizo que había usado el Comité Organizador de Fiestas para crear un cielo nocturno en el techo. Un cielo nocturno que ahora se fundía con el cielo verdadero, ahora que el techo había comenzado a venirse abajo.

Unos cuantos pedazos habían caído ya hacia el interior, grandes y pesados bloques de hormigón que habían aplastado todo a su paso. En aquel momento, tan solo un enorme pilar de hielo hacía un intento por sostener lo que quedaba de la estructura del techo. Su cristalina estructura se agrietaba y se caía a trozos por la presión.

Todavía había gente en el gimnasio, tanto estudiantes descontrolados como aquellos que intentaban huir. Algunos yacían inconscientes, otros trataban de defender a sus compañeros de aquellos que no podían controlar su poder.

Poblando el suelo de todo el gimnasio había Palomas blancas de E.S.T.H.E.R. Pero no funcionaban, habían caído al suelo, inertes, desprovistas de energía.

Frente a la puerta de entrada, una nube de bruma roja se arremolinó, formando un pequeño torbellino. De éste surgieron cuatro figuras. Juanjo, el chico demonio, que traía consigo a Dídac, Ignatius y Rudy, los compañeros que quedaban el Grupo 4. Llegaron a tiempo para ver cómo sus compañeros trataban de salvar a la gente que quedaba en el gimnasio.  

A un lado del gimnasio, una cúpula de hielo se deformaba y humeaba. Sara se encontraba junto a ella, reforzándola con sus poderes gélidos, recubriendo su superficie con más capas de hielo. Intentaba que algo del interior no se liberase. Parecía que estaba ganando tiempo, aunque si se dedicaba a aquello de forma indefinida el pilar que había alzado para soportar el techo no resistiría mucho más.

Al otro lado, Moussa había corrido hacia una de las pocas mesas que todavía quedaban en pie. Parecía estar investigando el ponche. Con rapidez, el senegalés había llenado un vaso de plástico con el problemático líquido rojizo.

Mientras lo hacía, una gran sección del techo se desprendió, amenazando con aplastar a un par de estudiantes que todavía no habían podido escapar. Extendiendo una mano y llevando su cuerpo al límite, Moussa abrió un portal bajo los pies de ambos, llevándolos a un lugar seguro antes de que, milésimas de segundo después, el pedazo de hormigón se estrellase contra el suelo, hundiéndose en los paneles de madera.

Al fondo del gimnasio, junto al escenario, una figura luminosa destacaba entre todo lo demás. Una chica rubia, con un vestido medio calcinado. Era Tesla, del Club de Inventores, que emitía un poderoso campo eléctrico, friendo todo lo que había a su alrededor. Sus poderosos rayos, sumados a la destrucción que habían causado el resto de estudiantes, eran los que habían conseguido que el gimnasio comenzase a desmoronarse.

Hacia ella se acercaba Daniel, avanzando a través de una tormenta de arcos voltaicos que lo golpeaban todo a su alrededor, como zarcillos luminosos que trataban de atraparlo. Con una disculpa y conteniendo su fuerza, el londinense se dispuso a dar un único y poderoso golpe para noquear a Malina.

Esperaba que fuese suficiente.

Con lágrimas en los ojos, la joven cerró los ojos y no se movió de su sitio.

A medida que su puño se acercaba a Malina, Daniel sintió como todo su vello se erizaba. Cuando entró en contacto con ella, un poderoso chispazo recorrió todo su cuerpo.

La electricidad de Malina recorrió su brazo, furiosa, extendiéndose por su torso y entumeciendo todas sus extremidades. Sintió dolor, pero lo más problemático era la dificultad con la que su cuerpo respondía a sus deseos.

Malina cayó, inconsciente, en sus brazos, apagándose el poderoso campo eléctrico que la rodeaba. Su proximidad todavía erizaba el vello, pero ya no proyectaba sus poderosas descargas.

Por alguna razón, el techo y paredes al fondo del gimnasio no se habían desprendido sobre Malina, a pesar de la destrucción que había causado a su alrededor. Daniel advirtió que el escenario, de hecho, se había desplazado hacia un lado, alejándose de la muchacha.

Pero justo tras caer inconsciente Malina, las vigas sobre la cabeza de Daniel comenzaron a crujir, incapaces de resistir el peso del techo. Éste comenzó a desmoronarse sobre la pareja.

Apenas había tiempo para actuar.

- ¡Os puedo llevar al fondo! - gritó Averno rápidamente mientras flexionaba las piernas, advirtiendo el peligro y preparándose para un nuevo teletransporte.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Moussa queda Exhausted tras conseguir la muestra de ponche y salvar a un par de estudiantes.

Daniel recibe 1 Herida y queda Dazed (1 acción por turno) y Hindered (mitad de velocidad) por el contacto con Malina. Ella cae inconsciente.

Esquema de situación:

Las zonas azules son donde el techo ya estaba cayéndose. Los bloques negros representan los escombros.

Las zonas marrones representan las zonas que están comenzando a caer ahora. La que está sobre Malina y Daniel está precipitándose ya y, sin ayuda o gran esfuerzo, Daniel no tiene suficiente velocidad para salir a tiempo.

La zona bajo el pilar (rombo azul) aguanta por muy poco, y si no se refuerza el pilar o se pone otro tipo de soporte va a caer en el próximo turno. La cúpula es el círculo azul, que sigue humeando (aunque con menos intensidad que antes).

Moussa ha salvado a la mayoría de los estudiantes que estaban en peligro bajo la zona de derrumbe, pero quedan un par inconscientes en las zonas de peligro, los puntos negros.

Hay algunos estudiantes más, que al no estar en peligro inmediato no están representados.

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18/02/2019, 23:44
Ignatius Brightnight

─¡Id a ayudarles! ─exclamó el indio americano.

Seguro que le resulta más fácil teleportarse allí y sacarlos de ahí que teleportarles a todos y tener que preocuparse.

Además, Ignatius había hecho una evaluación de la situación y había decidido que podía emplear su poder  en algo mucho más constructivo. Nunca mejor dicho. Él creaba cosas pequeñas a menudo sin demasiado esfuerzo, cosas útiles a escala humana, pero lo de ahora era diferente, era convocar algo mucho más grande, a mayor escala. Necesitaba un soporte para un techo pesado.

─¡Sara! ¡Yo me encargo del techo! ─le gritó a la chica mientras corría hacia una posición más central en la sala, bajo el techo inestable.

Tú encárgate de la cúpula de hielo, que lo que hay dentro parece bien chungo; en seguida voy a ayudarte ─añadió mentalmente.

El indio americano cerró los ojos y dejó vagar su mente, permitiendo que su poder "cogiese" lo que hacía falta. Pronto localizó algo y trató de traerlo consigo. Era grande, pero era apropiado. Ignatius apretó los dientes y asumió la tensión resultante. Fue como un mazazo. El resultado, eso sí, fue espectacular: una columna corintia de sólido mármol se había materializado junto a la columna de hielo. Era una columna griega, de mármol, con basa y todo, con fuste circular con ligero éntasis, acanalado por 24 estrías y con el característico capitel en forma de campana invertida con hojas de acanto acabadas en volutas. No era una imitación. ¿Cómo había llegado eso allí? Muy buena pregunta.

Notas de juego

Utilizo esfuerzo extra. Tengo la dote Untapped Potential, que me hace incrementar en 3 el rango de un poder en vez de en 2, con lo que paso de 125 cft (pies cúbicos, unos 3,5m3) a 1250 cft (unos 35m3), suficientes para crear una columna corintia (cuyo diámetro es 1/9 su altura) de 15 metros de alto.

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19/02/2019, 11:29
Dídac Castelló

Al ver todo lo que estaba pasando en el Gimnasio del Liceo a Dídac le costó nada y menos saber lo que debía de hacer.

- ¿Y a qué estás esperando? .- Preguntó tras la afirmación de Averno -. Llévanos cerca .- Exclamó con urgencia, agarrándose a Averno y a Rudy -. Conque me dejes cerca de Daniel y Malina me vale, vosotros ayudad a la gente que está allí, yo me encargo de proteger a tus compañeros.

Quizá se notaba algo de dolor en las palabras de Dídac, aquello le había afectado más de lo que quería admitir, pero antes que nada estaba el salvar a sus compañeros. Ya tendría tiempo de lamentarse más tarde.

En cuanto Juanjo los acercó el chico se soltó y corrió hacia donde estaban Daniel y su pareja y se colocó justo a la espalda de estos. Adoptó su forma de piedra por si acaso su plan A fallaba y generó un escudo de Luz Sólida que los protegería de los cascotes que cayeran del techo. Y en caso de que éste fallara, protegería con su cuerpo a sus compañeros, bien era sabido que los golpes contundentes no eran muy efectivos contra el chico en forma de piedra.

- Vaya... veo que entre vosotros saltan chispas .- Añadió con un tono de humor, intentando quitarle algo de hierro a la situación que estaban viviendo -. Hay que llevarla a la sala del peligro, en cuanto esto esté un poco más tranquilo. Estará bien, y a salvo en un santiamén, no te preocupes.

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19/02/2019, 14:19
Rudy Vergara

El caos se había desatado en el gimnasio, y era bastante peor de lo que esperaba.

Para sorpresa de nadie, los que seguían en buenas condiciones eran los del Grupo 4, aunque faltaban César y Marina.

Todo pasó tan rápido... Moussa salvaba a unos compañeros mientras analizaba el ponche. Daniel y Malina, estaban al fondo, en peligro. Sara mantenía a ralla parte del tejado que se les echaba encima y, a parte, retenía a alguien dentro de una cúpula de hielo. ¿Quién podría ser? ¿El propio César? ¿Fusión?

¡Teníamos que actuar rápido! Ignatius se lanzó a reforzar el problema central, así que Averno nos teleportó a la zona donde estaba Daniel.

Por su parte Dídac se lanzó a proteger a la pareja, pero el peligro seguía estando ahí.

¡No podía dejar que el techo cayese sobre nuestras cabezas! Y yo no era lo suficientemente rápido para salvar a los civiles, perdón, a los compañeros inconscientes. La caída de los escombros podía causar demasiados daños, debía detenerla y si no, aguantar hasta que todos estuviesen fuera.

Me lancé como un rayo hacia el techo.

Utilicé mi Visión de Rayos X para intentar divisar en que parte de la estructura vendría mejor aguantar. Esto lo aprendí en la clase de Rescate Civil. "Hay que tener en cuenta el daño estructural del edificio. Escoge mal el punto y adiós".

Pero aun así... ¿Sería capaz de aguantar lo suficiente? Nunca había ejercido tanta fuerza en medio vuelo, siempre que había cargado con algo había sido en tierra firme. El esfuerzo era cuádruple.

-¡Aaaah! -grité.- ¡Sacadlos de ahí!

 

 

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19/02/2019, 16:41
Sara Carrión

Había reforzado aquella cúpula de hielo para contener dentro a su presa, a Krista. Quien seguía debatiéndose buscando liberarse.

- Es Reina Alien. Está soltando ácido por doquier, Moussa, ¿puedes hacer algo con ella?

Ya había construido una columna para ralentizar la caída del techo, mas no podía hacer nada en ese instante para cubrir a Daniel. Rudy y Didac habían ido hacia allí, por lo que confiaba en que impedirían que sucediera nada malo. Sara tomó de la mano a Alberto.

- Vamos a por Marina, la hemos dejado en el suelo.

No quería que se les olvidara allí tendida. Podría ser que necesitara más agua para hidratarse. Contaba con que si Krista rompía el domo podrían manejarla entre todos, de hecho pensaba que Atajo no tardaría en llevársela, si es que había un lugar seguro al que llevarla pues de lo contrario ya se imaginaba que iba a recibir una pequeña tunda.

- Entonces, ¿sabéis si sucede alguna anomalía en otra parte? Tiene que haber algo detrás de este ataque. Hemos de salir y asegurarnos de que todo está bien, quizás usando las cámaras de seguridad para revisarlo todo.

No sabía si seguían activas mas de estarlo eran la mejor opción. Sara trató de aprovechar esos segundos para alcanzar a la atlante elevando a su lado otra columna, para no llevarse ningún susto.

Notas de juego

 

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19/02/2019, 17:29
Daniel D´aeth

Había sido lo más suave que podía, e incluso después de incapacitar a Malina supo que quizás las cosas entre ambos cambiarían después de aquella noche. Sin embargo, no podía preocuparse por aquello. Su cuerpo humeaba por la oleada de electricidad que había recorrido su cuerpo, capaz de calcinar a un ser humano normal y corriente, y aún así seguía en pie... por poco. Necesitaba unos segundos. Segundos que no tenía.

Puf. Con un característico y ahora familiar sonido, Juanjo, Diana — Didac — y Rudy aparecieron ante ellos. El inglés sujetaba a una ahora inconsciente Tesla en sus brazos, la joven respirando con dificultades y con lágrimas en los ojos. En la mirada de Saga se apreciaba la urgencia de la situación y sonrió levemente ante el comentario de la metamorfa —Gracias.

Rodeándoles, había cuatro figuras de arena, soldados que recordaban a aquellos que habían visto en Heliópolis, inmóviles y observando a la pareja. Parecían expectantes. Entonces, Daniel alzó la mirada y al unísono corrieron en direcciones opuestas, buscando a aquellos compañeros del Liceo que habían quedado inconscientes o malheridos y que aún no habían sido rescatados.

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21/02/2019, 23:58
Narrador

El Grupo 4 se organizó rápidamente, repartiéndose las tareas para conseguir salvar a todo el mundo.

Ignatius se adelantó a sus compañeros, dirigiéndose al centro del gimnasio mientras se concentraba en usar su poder. Traer algo tan grande junto a él le costó esfuerzo, y el propio uso del poder castigó su cuerpo con una dolorosa fatiga.

Pero ahí había aparecido de pronto. Sin ningún aviso ni efecto especial para anunciar su llegada, una enorme columna griega se materializó para soportar la carga del techo que se hundía en el centro del gimnasio.

Su aspecto era impresionante, mucho más que la translúcida columna de hielo que había levantado Sara momentos antes.

Sara terminó de reforzar la cúpula que mantenía atrapada a Reina Alien y, girándose hacia Alberto, se dispuso a ir a buscar a Marina.

- ¡Moussa la teletransportó antes! - respondió apresuradamente, aunque sin separarse de ella -. ¡Tenemos que ayudar a salvar a la gente que todavía está aquí! - la animó mientras tiraba de ella en dirección a la zona llena de escombros.

Al fondo del gimnasio la situación era más peliaguda. Daniel se encontraba junto a la pared, con Malina en brazos, incapaz de escapar del techo que se derrumbaba sobre su cabeza. Pero entonces, una nube de bruma roja se materializó en la zona llena de escombros.

De ésta aparecieron Juanjo, Dídac y Rudy.

Juanjo aguardó junto a los escombros, apoyándose sobre un gran trozo de hormigón. Parecía fatigado.

Dídac corrió hacia ellos, adoptando su forma de piedra y situándose frente a la pareja. Alzando ambos brazos hacia arriba, creó una cúpula de translúcida energía azulada.

Rudy, por su parte, voló hacia el techo con intención de detener su caída. Pretendía dar algo de tiempo a sus compañeros para sacar de ahí a los estudiantes inconscientes. Estudió con su visión de rayos X el mejor punto para soportar la estructura, pero descubrió que las vigas de hierro que sostenían el techo habían quedado destrozadas, retorcidas y agrietadas. Era un milagro que hubiesen estado aguantando el techo hasta aquel momento, pues no parecían capaces de sostener nada en aquel estado. El techo se derrumbaba a pedazos.

Escogiendo rápidamente el mal menor, Rudy se desvió hacia la izquierda, soportando la porción del techo que estaba precipitándose sobre los estudiantes inconscientes. El techo y las vigas crujieron y chirriaron, pero Rudy logró mantenerlo alzado durante unos segundos.

De mientras, a sus espaldas, varios cascotes se precipitaron sobre Dídac, Daniel y Malina. Los escombros chocaron violentamente contra la cúpula del metamorfo, haciendo que su estructura se estremeciese. Los escombros martillearon la cúpula, rebotando hacia los lados o quedándose encima. El escudo no cedió ni un centímetro.

Tras aquel impacto inicial, Daniel ordenó a sus soldados que rescatasen a los estudiantes que quedaban todavía allí. Aprovechando el valioso tiempo que les estaba dando Rudy, los soldados de arena corrieron entre los escombros que caían, llegando hasta la zona segura que el colombiano mantenía desde el aire.

Recogieron a los estudiantes, cargándolos entre varios para poder sacarlos de allí en cuanto antes. Los soldados se movían en perfecta sincronía, con eficiencia y disciplina. Rápidamente sacaron a los jóvenes inconscientes de la zona que Rudy sostenía, transportándolos hacia la zona soportada por los pilares de Sara e Ignatius.

Todavía quedaban unos pocos estudiantes en el gimnasio, pero no parecían correr peligro inmediato. Daniel, Dídac y Malina ya podían salir del escudo para ponerse a salvo. Aunque Rudy todavía sostenía parte del techo del gimnasio, confiaba en poder dejarla caer sin que nadie saliese herido.

La única amenaza que quedaba ahora era la cúpula de hielo de Sara, que encerraba a Reina Alien. Al parecer, la extraterrestre no podía dejar de regurgitar aquellos fluidos corrosivos de los que hizo gala durante los Juegos Heroicos. La cúpula de hielo la contenía, de momento.

- Tiradas (1)
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22/02/2019, 00:10
Daniel D´aeth

Con un asentimiento, reconoció la inestimable ayuda de Didac, y una vez que el peligro pasó y que Rudy descargara sobre el suelo del gimnasio el pesado fragmento de techo, dejó cuidadosamente a Malina junto al resto.

Moussa, ¿necesitas ayuda con ese ponche? ─no felicitó a sus compañeros, no les dijo que habían hecho un buen trabajo: sería condescendiente decirlo. Todos sabían que habían trabajado como un equipo. Como héroes. Ahora sólo quedaba Reina Alien y descubrir qué había sucedido ─Aparte de "todo se ha ido a la mierda de repente", ¿alguien sabe algo de lo sucedido? ¿Algún motivo para que sólo hayan sido afectados unos compañeros, y no todos?

Los soldados de arena se reunieron en torno a su señor, y sin mediar palabra, tras un leve cabeceo, se desvanecieron en una nube de arena que empapó el suelo, uniéndose a Daniel a cada paso que éste daba hacia la cúpula de hielo─ Aquí están los refuerzos, Sara. Muchas gracias por el esfuerzo. Dejémosla salir: la inmovilizaré y la trasladaremos con el resto.

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22/02/2019, 10:03
Ignatius Brightnight

─Joder, una puñetera columna Corintia, ¿os lo podéis creer? ¡Me he acordado del estilo! Por las volutas y tal... ─dijo un sonriente pero cansado Ignatius, reuniéndose con el resto del grupo junto a la cúpula de contención de Reina Alien.

Ufff, no sé si a esta se le ha descontrolado el poder o si está simplemente cabreada. Es lo que tiene tener cara de bicho, que es difícil acertar sus expresiones. Nah, si fuera una chica mala no estaría en el Liceo, ¿no?

─¿No sería mejor que la transportara Moussa? Así no habría ni que sacarla de la cúpula de Sara. Sería super-cool. Así nos ahorramos lo de tenerla que dejar sin sentido y transportarla a toda prisa...

Una cosa es que a uno le guste un poco de riesgo y otra muy diferente es que te echen un escupitajo de ácido a la cara. Vale que el británico parecía tener la cara bien difícil de partir, pero aún así parecía preferible el método Atajo.

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22/02/2019, 10:04
Daniel D´aeth

Sospechamos que el ponche ha podido ser alterado ─explicó el inglés ─y Moussa se está encargando, después de haber teletransportado a varios compañeros al mismo tiempo. Prefiero dejarle respirar.