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El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 8: Primavera

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22/02/2019, 16:21
Sara Carrión

Con el cabreo - injusto - que arrastraba Krista con ella, dejarla salir para recibir una tunda le iba a sentir el doble de mal. Sara había visto que por ahora lograban contener el derrumbe del logar, solo que no lo podían detener, se terminaría cayendo todo por lo que había que sacar a la insecto como fuera.

- Yo la saco, a la vez Didac puede intentar atraparla con sus creaciones de luz.

Indicó mientras tocaba la cúpula de hielo para tratar de abrirla.

- Ya con ella podremos marcharnos.

No quería anticipar nada pues a los superhéroes siempre se les complicaba todo en el último momento. Hizo el gesto para despejar la cúpula cuando los demás estuvieran preparados.

- Todos alerta porque nos escupirá ácido.

Ya había salvado su vestido una vez, esperaba que siguiera indemne por más tiempo.

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22/02/2019, 23:43
Dídac Castelló

- Wait a second .- Exclamó el chico llamando la atención de Sara -. Si no estás muy cansada sería mejor que ambos la mantuviéramos encerrada, no queremos que fallen los escudos de uno de los dos y acabemos desfigurados, ¿no? .- Dijo con una sonrisa socarrona, aunque lo que decía fuera realmente alarmante -. Si es posible, mejor que ambos mantengamos nuestros poderes y que el musculitos levantatechos se ocupe de transportar la esfera.

Aquella última frase la había dicho en voz muy alta y mirando a Rudy con una ceja levantada, esperando que el chico lo viera, para luego sonreírle. A veces le gustaba picarle. Pensó durante unos instantes ir a preguntarle a Juanjo si se encontraba bien, ya que se le había visto cansado, pero no creyó que fuera el momento, e ir arrastrándose no era normalmente su modus operandi.

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24/02/2019, 21:41
Sara Carrión

La joven asintió, ya habían usado ese truco antes. Volverlo a hacer era lo mejor.

- Tienes razón, tratemos de hacerlo así. Si sacamos a Krista de aquí creo que ya estarán todos a salvo, pudiendo buscar el verdadero propósito de este desbarajuste.

Era necesario seguir investigando, quizá la clave estaba en el ponche como pensaban los demás.

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25/02/2019, 02:48
Moussa Dakar

El elegante traje que con trato mimo portaba al principio de a fiesta, mostraba ahora un aspecto bastante diferente. La chaqueta ha desaparecido, la corbata se ha aflojado y la camisa la mantiene remangada. Si eso no es suficiente pista del estado en el que se encuentra, las manchas de sudor que adornan su camisa y la dificultosa forma en la que respira, despeja toda clase de dudas.

La mera presencia de un Salamandra desbocado ha servido para casi consumirlo. Lo cual unido a las rápidas y numerosas teleportaciones que se ha visto obligado a librar para sacar a los estudiantes de las zonas más peligrosas, han dejado a Moussa en una sombra de lo que es.

La llegada del resto del equipo le permite tomarse un momento de respiro, si algo ha aprendido en su tiempo allí, es en confiar en ellos. Por lo que se toma unos preciados segundos para recuperar el aire y permitir que sean sus compañeros quienes salven la situación.

Con un gesto de la mano niega la ayuda ofrecida por Saga. De hecho, alza el vaso con el ponche para indicarle que lo tiene en su poder. Ahora solo falta alguien que sea capaz de analizarlo, pues él no se siente capaz de ello. Quizás con tiempo y sin el cansancio que recae sobre sus hombros, podría intentar algo. Pero en su actual estado, prefiere que sea otro quién se encargue de ello.

-¡Tengo el ponche! ¡Solo necesito a alguien que lo analice, he teleportado a casi todos a la entrada de la escuela! ¡Iré a buscar ayuda para eso! ¡Que averno se lleve a Reina lejos!

La idea de suministrarle un sedante se le pasa por la cabeza, pero no tiene ni idea de la anatomía de la reina Alien y podría causarla algún tipo de problema médico. Así que lo mejor es que Averno la lleve a un lugar desde donde no pueda hacer daño a nadie.

Tomando una nueva bocanada de aire, abre un portal que mantiene abierto en todo momento (Por si sus compañeros tienen que salir del gimnasio a toda prisa) que conecta con la entrada al Liceo, lugar donde ha teleportado a todos los estudiantes que ha podido. Espera encontrar allí a alguien del club de inventores, para poder entregarle el ponche.

 

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25/02/2019, 12:37
Rudy Vergara

-Ughh... -gruñí mientras sostenía el edifico.

Estaba un poco asustado, podría haber salido mucho peor. ¡Menos mal que Dídac había protegido a Daniel y Malina!

-¿Estáis todos bien? -pregunté, asegurándome que los inconscientes estaban bien.

Poco a poco, dejé caer como pude el tejado, intentando que no se montase una gorda.

Parecía que todo estaba bajo control. Aunque seguía la situación de Krista. Iba oyendo lo que decían mis compañeros mientras me acercaba a Moussa. Le puse una mano en la espalda y le dije:

-Good Job. -apenas nadie más lo oyó, pero quería decírselo. Sabía el sobreesfuerzo que había hecho el senegalés.

Luego me acerqué al ponche y lo olí, aunque no esperaba descubrir nada.

-Supongo que el sabotaje al ponche es la teoría principal ¿No? Martí tenía el vaso en la mano cuando sus poderes se descontrolaron. -le comenté a Moussa.- ¿Qué tal está Ana?

Escuché de refilón que Didac se refería a mi como musculitos. Levanté una ceja y sonreí. Pero Moussa propuso que fuese Averno.

-Entonces... ¿Cuanta gente ha sido afectada? -pregunté al grupo. Me puse un poco nervioso.- ¿Ha habido alguna baja? ¿Y les ha pasado a todos los que han bebido? ¿Habrá sido sin querer? ¿Quien podría hacer algo así?

¡Había tantas preguntas!

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26/02/2019, 23:45
Moussa Dakar

Antes de poder cruzar el portal, Rudy desciende hasta situarse a su lado. Hasta aquel momento nunca se había dado cuenta del verdadero portento físico que era su compañero. Acaba de sostener sobre sus espaldas parte del techo del gimnasio y ni tan siquiera parecía cansado. Él en cambio, un poco de calor y unas cuantas teleportaciones y estaba para el arrastre.

-Saga cree que pudo ser algo relacionado con el ponche. Aquí la cosa estuvo complicada, Salamandra perdió el control de sus poderes y casi prende fuego al gimnasio. Lo teleporté a la piscina para contrarrestar su poder, después Estigia se hizo cargo de las llamas. Saga contuvo a Juno hasta pudimos teleportarla a la sala de entrenamiento, espero que allí E.S.T.H.E.R pueda contenerla hasta que vuelva a recuperar el control.

Volviendo la mirada hacia Crow, dirige entonces sus palabras hacia él, después de todo, ahora toca hablar sobre su acompañante.

-Glamour* también había perdido el control de sus poderes, estaba creando toda clase de ilusiones por el gimnasio. Saga la localizó con sus guerreros de arena y con la ayuda de Estigia, la suministramos un sedante y la teleportamos a la enfermería. ¡Ah! Marina fue expuesta a las llamas de Salamandra y estaba inconsciente, Estigia la refrescó y la enviamos también a la enfermería. Tenía algunas quemaduras leves, pero nada grave, se pondrá bien.

Algo inquieto por no haber cumplido aún con su parte, cambia el peso de un pie a otro, a la vez que lanza miradas rápidas al vaso con el ponche. Quizás temiendo que por el mero hecho de tenerlo tan cerca, pudiese caer infectado por algo realmente malo.

-Ana está bien, está en la sala de control del gimnasio. Está tras aquella puerta, desde ahí se controlaba todos los efectos del baile, la música y demás cosas. Estará revisando las grabaciones, aunque en un primer vistazo no vimos nada raro. Bueno, será mejor que me largue con esto y ver si Saga tiene razón.

Notas de juego

* Herrian: corregido por mí. Lux es la pareja de baile Ignatius, proyecta láser. Glamour es la que crea ilusiones. Lo sé, ¡muchos personajes!

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27/02/2019, 00:35
Narrador

Gimnasio del Liceo

Reuniéndose junto a la cúpula de hielo que contenía a Reina Alien, el Grupo 4 se dispuso a encargarse de la última amenaza que había en el gimnasio.

Aunque barajaron varias opciones, al final decidieron que lo más práctico era mantener la cúpula, con la ayuda de los campos de fuerza de Dídac, y permitir que Rudy la cargase hasta un lugar seguro. Moussa estaba demasiado cansado como para ejecutar más teletransportes complicados, y Juanjo argumentó que, además de estar fatigado, él requería tocar a aquellos que se llevaba con él en el teletransporte. Acercarse ahora a Reina Alien era un peligro.

Una vez recogida la esfera combinada de hielo y energía azulada, y con Malina siendo cargada por Daniel, el Grupo 4 se encaminó hacia la salida del gimnasio. Los soldados de arena de Daniel cargaban con los estudiantes inconscientes que habían rescatado del gimnasio.

A la salida del gimnasio, se toparon con una oleada de Palomas que irrumpieron en el gimnasio. Los drones blancos escanearon el lugar, localizando a sus hermanas derribadas. También comenzaron a reforzar la estructura de lo que quedaba del gimnasio, impidiendo su derrumbe absoluto.

Allí encontraron también a Ana, que había salido de una sala cercana al gimnasio.

- ¡Moussa! - gritó la muchacha mientras se acercaba a ellos, buscando con la mirada al senegalés -. Chicos, ¿estáis todos bien? Estaba revisando las grabaciones, pero de pronto todo se apagó.

El pasillo, de hecho, estaba a oscuras. Lo iluminaban con una tenue luz azulada las Palomas que iban de un lado a otro. Uno de los drones se acercó al grupo de estudiantes. Les habló con la artificial pero serena y melodiosa voz de Esther.

- Los estudiantes descontrolados están siendo llevados a la Sala del Peligro. Aquellos que estéis heridos dirigíos a la Enfermería.

 

Enfermería del Liceo

Tras dejar a Reina Alien en la Sala del Peligro, a cargo de E.S.T.H.E.R., el Grupo 4 se había dirigido a la enfermería con tal de atender a los heridos e inconscientes, así como de ponerse en contacto con la Doctora Pujol.

La doctora de la escuela cogió la muestra de ponche que Moussa le había traído, y se retiró durante unos minutos antes de seguir atendiéndolos.

Daniel, debido a su fisiología sobrehumana, no necesitó recibir cuidados. Había comenzado a sentirse mejor antes de llegar siquiera a la enfermería. Dídac, Ignatius, Moussa y Juanjo estaban simplemente fatigados, por lo que la doctora les pidió que descansasen debidamente aquella noche. El resto del grupo estaba bien, a pesar de todo a lo que se habían enfrentado.

Marina descansaba flotando en una especie de pecera, con los ojos cerrados. No parecía haber despertado. César, Martí y Laura seguían en la Sala del Peligro, aislados de los demás dado al descontrol de sus poderes. Malina, que había quedado inconsciente, fue atendida en la enfermería, aunque en una habitación aparte.

Según lo que les había dicho al Doctora Pujol, la situación estaba ya bajo control. Todavía estaban tratando de averiguar qué había causado aquel descontrol, y estaban buscando la forma de revertirlo, si es que era permanente.

- Vuestra teoría del ponche tiene sentido - reconoció la doctora, reunida con ellos en la sala de espera de la enfermería -. Pero hasta que no terminemos los análisis y las pruebas de los afectados no podremos estar seguros del todo. Parece que Malina ha freído los circuitos de media escuela, E.S.T.H.E.R. está tratando de recuperar las grabaciones de las Palomas derribadas…

> En todo caso… - dijo la doctora, llevándose una mano a las sienes - necesitáis descansar, ha sido una noche larga. Habéis sido de gran ayuda. Os informaré del progreso de vuestros compañeros. Tengo que seguir atendiendo a los heridos.

La enfermería estaba, de hecho, llena de estudiantes que habían salido malparados del incidente. Se notaba que la doctora estaba desbordada, aunque había tratado de dedicarle todo el tiempo posible al Grupo 4. Ahora se retiraba, con la bata ondeando furiosamente con su rápido andar.

Los jóvenes quedaron solos en la Sala de Espera. La fatiga ya había hecho mella en varios de ellos. Quizá lo que más les convenía era descansar. 

Alberto estrechó la mano de Sara. Ana se quedó junto a Moussa, y le preguntó si se encontraba bien. Juanjo miró a Dídac con expresión culpable.

Notas de juego

Con esto iremos cerrando el capítulo. Es el momento para vuestras últimas acciones de la noche. Los profesores os informarán más adelante de los resultados de la investigación.

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27/02/2019, 06:41
Daniel D´aeth

Por primera vez desde que había empezado todo, Daniel necesitaba sentarse. No estaba cansado, pero sí necesitaba reorganizar sus pensamientos y escuchar lo que sus compañeros y amigos tenían que decir. Si es que había algo que decir.

Ya les había felicitado sutilmente. Nada de grandes muestras de aprecio o reconocimiento, él no era así. Un asentimiento, un apretón en el hombro, un toquecito amable seguido de una sonrisa... todos pudieron recibir algo por parte del inglés en mayor o menor medida. También se le vio comprobando el estado de salud de Malina y preguntando a la Doctora por ella, visiblemente preocupado. Al fin y al cabo, era el responsable de que terminara inconsciente.

Le agradó saber que su teoría del ponche era acertada, pero restaba que los análisis confirmaran la teoría. Lo importante es que todos estuvieran a salvo, y relativamente sanos. Ya habría tiempo de las respuestas. Por ahora, Daniel se aflojó el nudo de la corbata y empezó a juguetear con el brazalete carmesí de su muñeca, permitiéndose un momento de respiro. 

Ahora tocaba esperar.

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28/02/2019, 22:38
Sara Carrión

Con los instintos alerta, creía que habían terminado con el primer paso y que le seguiría otro. Después de salir les esperaría un supervillano, mas no fue así, todo retomó al menos un poco de tranquilidad. Sus amigos fueron hacia la enfermería.

- Están todos bien, que es lo que importa.

Nadie tenía nada grave, se acabarían recuperando así que eso le reconfortaba. Sara miró a sus compañeros.

- Me pregunto qué estará pasando, me gustaría poder hacer algo.

Sus intentos de encontrar una causa sobrenatural a lo sucedido fallaron por lo que entendió que la amenaza era nueva o que se trataba de Ratchet. Ponerse a suponer cosas no llevaba a nada.

Notó la mano de su novio y le dedicó una sonrisa.

- ¿Bebiste ponche? No sabemos si fue eso lo que te quitó los poderes. Lo mejor será que nos hagamos unos análisis todos, por precaución.

Dejó caer a todos ellos, pues había que ser previsores.

- Krista y yo habíamos acordado enfrentarnos en un partido de baloncesto con poderes. Me pregunto qué pensará cuando se recupere.

Lo otro a lo que le daba vueltas era si la alienígena habría bebido ponche.

- Lo último que me dijo era que tenía sed, quizás fue directa a beber.

Visto aquello, fue pensando que era una gran casualidad que las cosas hubieran sucedido así. La teoría de la bebida ganó algunos enteros para ella. La joven entonces se cansó de especulaciones, aprovechó para dar un suave beso a su novio, en la mejilla. Estaba cansada también, más por los nervios que por el esfuerzo. Las cosas no salieron tan mal pero el estrés fue enorme y tanto ella como los demás lo habían soportado muy bien, se felicitó mentalmente, creyendo que habían estado a la altura de la situación.

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01/03/2019, 01:40
Moussa Dakar

La rápida intervención de sus compañeros ha logrado salvar la vida de gran parte de los estudiantes presentes en el gimnasio. En otro tiempo (uno no muy lejano) ya estaría pidiendo una recompensa al director. Pero ahora en lo único que puede pensar, es en la suerte que ha tenido por formar parte del mejor grupo de todos. Sigue echando de menos de Zenitram y a Vent, pero Crow y Saga han sido los perfectos relevos para el equipo y han sabido adaptarse rápidamente a la dinámica del grupo. 

Si algún día logran graduarse (Sin morir en el intento) será mejor que se preparen los megamalos del mundo, pues el grupo 4 les pateará el culo. Pero hasta entonces, Moussa tiene otras prioridades.

En un primer momento, trata de servir de ayuda a la doctora Pujol. Pero está tan sumamente cansado, que finalmente admite que es mejor no seguir molestando. Por lo que la cede su nuevo aparato de curación y regresa junto con sus compañeros. Todos parecen más o menos afectados por lo sucedido, aunque supone que quizás Ingantius sea el que menos, así que acude a él para pedirle ayuda.

-¡Ey, Crow! Este ataque no tiene mucho sentido, creo que podría ser una cortina de humo. Necesitamos hacer un recuento en la escuela, por si falta alguien. ¿Puedes encargarte de ello? Lo haría yo mismo, pero tengo calambres en músculos que no sabía ni que tenía jeje.

No sería extraño que alguien desapareciese en medio del caos reinante y que no fuese hasta mucho después que alguien se percatase de su desaparición. Así que es mejor asegurarse de que están todos y que nadie corre peligro. Tras su petición a Ignatius, se sienta junto a Ana y se acurruca a su lado.

-Me alegro que estés bien, ahí dentro fue un caos. Cuando César se recupere, le tendré que dar una buena tunda, casi me quema las cejas.

No mucho después, Moussa se queda dormido, algo muy habitual en él cuando se esfuerza demasiado con sus poderes.

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01/03/2019, 11:16
Dídac Castelló

En aquel momento ya solo faltaba que los afectados consiguieran recuperarse y pudieran descansar, y que E.S.T.H.E.R. descubriera quién estaba detrás de aquella estupidez... si era una broma, podía haber costado muy pero que muy cara.

- Muchas gracias por todo, Doctora Pujol, no sé qué haríamos sin usted .- Concedió con una preciosa sonrisa de agradecimiento.

Miró a Juanjo y pudo ver la culpabilidad en su rostro. Lo más probable es que no fuera la persona que había generado todo aquel caos, a pesar de los primeros pensamientos de Dídac, pero sí que era culpable de que aquella noche la velada del metamorfo hubiera sido un completo desastre al margen del altercado.

- Lo siento .- Se disculpó ante el chico demonio ante la sorpresa de muchos -. Con lo mal que me sentía por como había terminado esta noche para mí, y lo raro que estabas cuando llegaste, lo único que se me ocurrió es que tú estuvieras detrás de esto. Siento haber pensado así, hablaba el resentimiento... Creo que debería irme a descansar, hoy no ha sido mi mejor día.

El chico puso un par de dedos en su frente y saludó a sus compañeros mientras se giraba y comenzaba a desvanecerse en el aire.

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03/03/2019, 11:10
Rudy Vergara

Hice un estiramiento con los brazos y los puse detrás de mi cabeza.

En realidad había pasado todo super rápido, hace como veinte o treinta minutos estábamos todos pasándolo bien en el baile y de repente... Pum. Todo se vuelve a liar. Y con cada experiencia, se notaba más que cada vez lo hacíamos mejor. Tardamos cero en movilizarnos y actuar.

Al principio había pensado que el único descontrolado era Silvano. Eso me había asustado bastante, pero al ver que era un estado generalizado... ¿Quién podría hacer algo así? Pronto tendríamos noticias. Pero por el momento solo nos quedaba esperar.

-Yo no sé vosotros. -dije mirando a mis compañeros.- Pero con la tontería del baile y los nervios, no hemos cenado. Y tengo un hambre que flipas.

Dentro de lo que cabía no había pasado ninguna tragedia. Había heridos, sí, pero cero bajas. Los ánimos estaban un poco bajos, pero nada que buena comida no pudiese arreglar.

-Me paso a ver como están Martí y los demás. ¿Y nos vemos en el comedor? -comencé mi marcha y me despedí.

 

 

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04/03/2019, 00:04
Narrador

Ahora que llegaba un momento de calma, algunos decidieron esperar, mientras que otros decidieron irse.

Dídac se levantó, despidiéndose de sus compañeros tras disculparse con Juanjo. La figura del adolescente se desvaneció en el aire, a medida que abandonaba el espectro visible de la luz. Tras “verlo marchar”, Juanjo se levantó. Se acercó a Daniel y le puso una mano en el hombro.

- Cuida de Malina, voy a hablar con él - dijo con un tono bastante más serio y sereno del que acostumbraba a adoptar.

Rudy se levantó también, se dirigiría a la Sala del Peligro, donde seguían retenidos los estudiantes descontrolados mientras se estudiaba una solución al problema. Ignatius, cuya pareja de baile se encontraba también allí, decidió acompañarlo.

Quedaron en la sala de espera Daniel, Moussa, Sara, Ana y Alberto.

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04/03/2019, 00:04
Narrador

La espera fue larga, pero finalmente la Doctora Pujol le permitió ver a Malina. Al parecer, la joven se encontraba fuera de peligro, por lo que a su estado respectaba. Caer inconsciente le había permitido dejar de usar su poder, lo cual había ayudado a evitar todavía más daños a todos los circuitos electrónicos de la escuela.

A diferencia de otros estudiantes, Malina se encontraba en una habitación apartada de los demás, Daniel supuso que por lo peligrosa que podía resultar si sus poderes se descontrolaban de nuevo.

Tumbada en la camilla y con los ojos cerrados Malina mostraba una apariencia mucho más frágil y tranquila de lo que representaba cuando estaba despierta. Casi parecía otra persona. El sonido de una pantalla que registraba los signos vitales de Malina era lo único que se escuchaba en algún momento.

Daniel advirtió que el pecho de la muchacha se movía suavemente, como si durmiera. Pero cuando él entró en la sala, la respiración de Malina se interrumpió.

Abriendo ligeramente los ojos, Malina lanzó una pregunta al aire.

- ¿Daniel?

El joven notó cómo se le erizaba levemente el vello de la nuca, al mismo tiempo que Malina sonreía, alegre por verle.

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04/03/2019, 00:05
Narrador

Al no haber sido heridos y, en principio, no haber bebido el famoso ponche, Alberto y Sara quedaban exentos de los cuidados médicos de la Doctora Pujol. Cuando ésta tuvo un momento para hablar con ellos así se lo hizo saber. No parecían mostrar los mismos síntomas que los demás, aunque Alberto había perdido aquella aura que le caracterizaba. Quizá aquello se debía a otra cosa.

- Al final no han coronado a ninguna reina… - dijo Alberto, mientras paseaban por los pasillos juntos, el brazo de él rodeando los hombros de ella, estrechándola contra si -. Pero yo creo que no hace falta.

Ambos se detuvieron junto a un gran ventanal, la luz de la luna se recortaba contra ellos, formando alargadas sombras que se extendían hasta cubrir unas taquillas cercanas. A pesar de todo, Alberto sonreía mientras la miraba.

Las sombras se fundieron la una con la otra, en un beso tierno y esperanzador.

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04/03/2019, 00:05
Narrador

Una agradable sensación envolvía a Moussa, como si estuviese flotando en un estanque de cálidas aguas. ¿Estaba soñando? No lo sabía, la sensación parecía muy real.

Cuando alzó una mano, vio su propia mano, recortada contra un cielo estrellado. Era una visión preciosa, miles de estrellas blancas llenándolo todo. Entre ellas, cinco destacaban de forma especial, por su color.

Naranja. Verde. Amarillo. Rojo. Púrpura.

Le parecían familiares, pero a la vez increíblemente lejanas. Hasta que comenzaron a caer.

Caían hacia él, cinco estrellas fugaces que se hacían cada vez más y más grandes.

Cuando alzó las manos para protegerse, vio su propia piel agrietada por una extraña energía azul que crepitaba, como luchando por salir de su cuerpo.

*****

Moussa abrió los ojos de pronto, estaba todavía en la Sala de Espera, pero todo el mundo se había marchado. Todo el mundo menos Ana, sobre cuyo regazo reposaba su cabeza. La muchacha lo miraba con curiosidad.

- ¿Estás bien, Moussa? Pareces alterado, tranquilo… - dijo mientras posaba su delicada mano sobre el pecho del senegalés -. Como te has dormido no quería molestarte… - se excusó, sonrojándose levemente -. Hoy te has esforzado mucho, tienes que descansar…

> ¿Te acompaño a tu cuarto? - se ofreció, cándida.

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04/03/2019, 00:06
Narrador

Amparado por su invisibilidad, Dídac volvía a su cuarto. Andaba rápidamente por el pasillo, deseando descansar al fin.

Pero una voz lo sorprendió a sus espaldas, resonando por el pasillo.

- Lo siento.

Era Juanjo, que lo había seguido desde la sala de espera de la enfermería. Andaba apresuradamente por el pasillo, mirando al frente sin fijarse en ningún sitio concreto. No parecía estar viéndole, simplemente suponía que estaba ahí.

- Sé que hoy ha sido un desastre, lo sé - admitió mientras seguía andando, hablando en voz alta con la esperanza de que Dídac estuviese ahí y lo oyese.

> Déjame hablar contigo, por favor… - pidió -. Explicarme…

Pasados unos segundos, el chico demonio agachó la cabeza y se envolvió en una nube de bruma carmesí, preparándose para marcharse.

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04/03/2019, 00:06
Narrador

En la Sala del Peligro, a pesar de las horas que eran, E.S.T.H.E.R. trabajaba sin descanso para acomodar a todos los estudiantes descontrolados. La enorme cúpula se había dividido en pequeñas cámaras especiales, aptas para evitar que los diversos poderes de los estudiantes fuesen un problema.

La de Martí no tenía nada de especial, simplemente no había nada de plantas o madera en el interior. El joven permanecía tumbado en una camilla, aunque ahora parecía completamente inconsciente.

Tras pedir permiso para verle finalmente, uno de los drones blancos le permitió entrar.

Cuando Rudy estuvo junto a él, pudo ver como Martí abría lentamente los ojos.

- ¿Rudy? - preguntó el joven, mientras trataba de agarrarlo con la mano -. Lo siento, he perdido el control antes… - dijo con debilidad, arrepentido -. No sé qué me ha pasado, de verdad… Me sentía mal y…

Las lágrimas comenzaron a agolparse en los ojos de Martí, que se llevó la otra mano al rostro para ocultar su llanto.

- Lo siento…

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04/03/2019, 00:06
Narrador

En la Sala del Peligro, a pesar de las horas que eran, E.S.T.H.E.R. trabajaba sin descanso para acomodar a todos los estudiantes descontrolados. La enorme cúpula se había dividido en pequeñas cámaras especiales, aptas para evitar que los diversos poderes de los estudiantes fuesen un problema.

La sala que contenía a Laura estaba hecha de un extraño material que parecía absorber las proyecciones lumínicas de la muchacha, amortiguando su poder sin causar mayor problema. La joven se encontraba todavía en su interior, consciente, sentada en un rincón. De vez en cuando su cuerpo se iluminaba en un intenso blanco radiante, y un láser salía despedido contra algún punto de la sala, donde era absorbido por completo.

Ignatius veía esto a través de una ventanilla, custodiada por una Paloma. Todavía no habían encontrado la forma de revertir aquel descontrol de forma segura, por lo que era un peligro estar cerca de Laura.

- La ayudaremos, Ignatius, como a todos… - dijo E.S.T.H.E.R. al joven a través de la Paloma -. Confía en nosotros.

Ver a Laura allí encerrada, sin embargo, era suficiente para encoger el corazón a cualquiera. No estaba tan asustada como antes, pero tampoco parecía a gusto con la situación.

- Ve a descansar, Ignatius… - le instó la profesora.

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04/03/2019, 00:56
Daniel D´aeth

Era hora de que cada uno lidiara con lo suyo y tuviera su parcela de intimidad. Didac y Juanjo tenían que hablar, de eso no cabía duda, pero él tenía otros asuntos de los que preocuparse. No sólo estaba Malina, sino ser el primero en enterarse del motivo de que sus compañeros se hubieran vuelto los unos contra los otros. Era una forma despreciable de atacarles, y una parte de él bullía, ansioso por ajustar cuentas. Cuando todo terminara, si la parejita no había solucionado lo suyo, quizás debía mediar. 

Eso hacían los líderes.

El asunto de Malina le tenía inquieto. No sabía qué sentir por la joven. Siquiera sabía si debía sentir algo. La apreciaba, sí, pero no albergaba sentimientos distintos a los que tenía por cualquier otro compañero del Liceo. Sí que les unía algo más ─ Maelstrom ─ pero poco más. También se sentía incómodo por cómo había tenido que reducirla. Aunque Malina enarbolara un poder inmenso, físicamente no era rival para el semidios, y nunca había sido una rival, ni un enemigo. La garganta se le secó al preguntarse qué le diría cuando despertara.

Ey... hola ─se acercó y se sentó en la cama, junto a ella. E inmediatamente se sintió estúpido por tratarla como a un recién nacido. No era frágil, ni una doncella indefensa ─Tendrás que decirme tu secreto. Has conseguido tu propia habitación, menudo enchufe. ¿Cómo te encuentras?