Partida Rol por web

- Buenos días, me alegro que hayáis podido descansar al menos unas horas.
Hoy os puedo ofrecer un suculento asado con guarnición de piñones y ciruelas. Pero todavía es pronto y lo tengo en el horno. Quizá cuando baje un poco más el sol podáis probarlo. Sé que estaréis hambrientos, pero por el momento tendréis que esperar. Es muy temprano aún para poder ofreceros algo de comer.
 

"Buen dia, srta posadera. Muy amable sus atenciones... Nos habia mencionado sobre un tema que queria hablarnos. Quizas podemos serles de ayuda, si no es muy metido, jeje!" comenta el gnomo energicamente interesado en la charla anterior al descanso.

Esta bien, esperaremos. De momento, no tenemos nada mejor que hacer, ¿verdad?

Tras las palabras de Lumpabel, Ialdabode se quedó en silencio, esperando la respuesta de la posadera

- ¿Un tema del que yo quería hablaros? No especialmente, quería que vinierais a verme para que me contarais con más detalles todo lo que sucedió en el Salón de Anmeh. Soy una amante de las historias y esta parece una de las buenas.

En ese momento el sonido de la puerta os interrumpe. Un hombre vestido con ropas extremadamente variopintas entra en la taberna. Cuelga un cartel en un tablón y se marcha de allí sin decir nada más que un ligero saludo silenciado por los murmullos de la taberna.

Yo no soy muy buen narrador, pero estoy convencido de que mi amigo Lumpabel lo sabe contar muy bien. Voy a acercarme a ver ese cartel, me muestro intrigado.

Yo seguiré la historia, aportando pequeños datos que a Lumpabel puedan pasarle por alto

"Bueno, Srta Posadera. Hemos escuchado unas explosiones y nos acercamos al edificio mas cercano. Ese edificio era el Salon de Rareza Anmeh. Yo he registrado con mis habilidades magicas y era un fuego que venia de una fuente de poder mucho mas poderosa que apenas un aprendiz como yo no podria comprender.
Buscamos unas entradas y era casi imposible, por lo que recuerdo entramos por una ventana. Una vez adentro hicimos lo que pudimos para apagar ese fuego, hasta habia una criatura traviesa que queria salirse de su jaula. Ese fuego en un momento como que desapareció, lo cual es muy sospechoso.
El pobre Anmeh recibio mucho calor, ademas del gran disgusto, seguramente un gran espasmo que lo llevo a desmayarse aquel pobre hombre. Luego lo llevamos a La Catedral de Pelor, donde lo dejamos descansando." cuenta el gnomo con interes y entusiasmo.

"Ah y eramos un grupo de mucha gente como entre 7 a 10 personas, muchos de ellos unos muchachos musculosos que conocí en las entradas en la ciudad...! Ay, y yo que justo pensaba ver cosas en aquel Salon de Anmeh... Seguramente tedre que dirigir mis atenciones hacia otros lugares. Hay algo relacionado con magos, biblioteca cerca o algo por estilo, srta Posadera?" comenta otra vez el gnomo entre gestos que van desde la afirmación terminando en una duda

En el cartel pone:

A la atención de todos los aventureros interesados. Se ofrece trabajo en la ciudad de Mereklar. Recompensa negociable superior a 500 m.o. Interesados dirigirse a la consejera Lady Sheeva.

- Oh, pequeño gnomo. Que historia tan interesante. Y yo metida en esta taberna y no me entero de nada. Ais.. dice frotando el muñón que tiene en lugar de su brazo, cuanto añoro la vida de exploradora, de aventurera... ahora solo puedo desquitar mis ganas escuchando las historias que me cuentan los escasos aventureros que se dejan caer por mi posada. ¿Verdad que sí, Lengua Pegajosa? 

- Bueno, pues si lo que quieres es magia, pequeño amigo, por qué no haces una visita al templo de Boccob, allí en una de sus torres está el gremio de magos, pregunta por Mylor y quizá el pueda ayudarte. Es un tipo un tanto huraño, la verdad, pero si le demuestras tus habilidades quizá te ayude.

O también dijo Ialdabode al ver que terminaba la muchacha Podemos hacer caso del cartel e ir a buscar aventuras. Dice que preguntemos por la consejera Lady Sheeva. ¿Sabe usted quién es y dónde podemos encontrarle?

- La verdad, nunca he oído hablar de esa mujer. Supongo que tendrás que ir a la ciudad que indica el cartel. La verdad que no queda muy lejos de aquí, quizá a unas cuantas horas, pero no mucho más...

Entonces un niño de poco más de cinco años interrumpe la conversación que estáis teniendo con la tabernera os coge de alguna arruga de vuestros ropajes y os dice:

- Vosotros dos sois magos, verdad? ¿Bueno, tú eres algo parecido, no? Dice señalando a Ialdabode. ¿Aceptaréis al trabajo que os ofrecen?

"Uhm, bueno el Templo de Boccob llama mi interés pero tambien lo del cartel Lady Sheeva... Si quiere, podemos ver ese asunto, ya que parece interesarle. De ultima, si no nos sentimos seguros podemos optar por ir donde nos plazca y nos sea mas util... Vamos con La Consejera Lady Sheeva, de seguro sera de mucha utilidad para darle vida a nuestras habilidades" Dice Limpabel mirando a su alrededor, quizas haya alguno mas interesado.

"No se preocupe, srta Kailee. Sus labores seguramente son importantes en esta ciudad y quizas pueda de serle de ayuda a muchos. Quizas, en algun tiempo libre, puede almenos administrar los avisos y necesidades de su alrededor. Hasta lo mas seguro que le den mas fama e interés a El Bote del Lagarto. Aun asi, quizas en algun momento podriamos hacer algo que ud necesitara, almenos yo si... De primeras, lo dicho antes, iriamos a ver a Lady Sheeva. ADEMAS, ud fue la que mejor nos ha tratado y eso es muy importante" dice con amabilidad y tirando alguna idea aquel gnomo tan especial a la posadera.

Bueno, algo parecido a un mago. Mis poderes derivan de mi mente dijo tocándose la sien con leves golpes. 

Así es, mi pequeño amigo, vayamos a ver qué nos ofrecen. No se tu, pero el dinero escasea, y debemos recurrir a trabajos para poder seguir viviendo en esta ciudad. Yo me siento atraído por cualquier cosa que requiera estudio, soy un ser ansioso por aprender más.

Señorita, ha sido un placer. Y como ha dicho Lumpabel, estaremos aquí si lo necesitas. Vamos, la aventura nos espera

"Uhm, no es por gran cosa pero... esa elfa no esta demasiado atenta a lo que decimos? quizas quiera venir con nosotros" comenta susurradamente con dudas el gnomo a su compañero de magias mentales.

¿Crees que nos ha estado escuchando? No la hemos oído decir nada...

- ¿Pensáis viajar los dos solos? En mis tiempos no nos organizábamos en ninguna aventura si al menos no éramos un grupo de cuatro. Aunque creo que ahora las cosas han cambiado y los jóvenes optan por vivir sus vidas más a su aire, no es verdad?

Entonces el niño vuelve a tirar de la manga y dice:

- ¿Entonces, eso es un sí?

Instantes después una mujer de cabellos oscuros entra por la puerta.

Un intrincado letrero, tallado para representar un velero en llamas, pende sobre la entrada de esta taberna y posada. Media docena de pequeños lagartos cuelgan sobre el letrero. Los lagartos han aprendido que las diminutas "llamas continuas" que parecen quemar el velamen del barco atraen a las mejores polillas. Los lugareños creen que los lagartos dan buena suerte , y a menudo les arrojan insectos o trozos de carne cuando entran al local.

El Bote del lagarto es un establecimiento bastante limpio y acogedor, popular entre los visitantes y la clase media de Tormentos Cristalinos. La decoración a basa de lagartos se extiende por toda la taberna, con estos seres tallados en la barra y las paredes o pintados en platos y mesas.

La taberna sirve un amplio abanico de bebidas alcohólicas (incluida la cerveza Rana azul) y todo tipo de panes y mariscos.

La propietaria de la taberna es una elfa cuya mano izquierda perdió hace años y se encuentra charlando amigablemente con un gnomo y un extraño hombre. No lejos de allí hay una elfa sentada en una mesa en una esquina.

Un varano al que todo el mundo llama Lengua Pegajosa actúa como portero y mascota de la taberna.

Ialdabode se agachó para estar a la altura del niño.

Tenía el puño cerrado y lo puso a la altura de sus ojos

Observa

Abrió la mano, y de ella empezaron a formarse pequeños cristales que giraban entre ellos. Dejó que el chaval disfrutara un rato y después los hizo desaparecer.

Sí, aceptamos el trabajo. Tenemos que encontrar a esa mujer, pero si es interesante, lo haremos. Y si encontramos a alguien que pueda ayudarnos, mejor

"Uhum, dos jovenes aventureros mas? bueno, como sea, creo que debemos irnos... Vayamos por Lady Sheeva, señoras y señores"dice el gnomo saliendo de la posada, ya decidido.

Se sentía algo abarrotado ahi dentro, si bien es un mago y alguien pensante, es necesaria la accion justa.

Raelia sentada en la zona mas alejada de la barra veía a los presentes, parecían hablar de una tal señora Sheeva, para ser aventureros no parecían tener pudor en que otros supieran que dirección tomaba su rumbo, una presa demnasiado fácil para que fuera divertido.

La joven pidió cerveza enana bien servida, le encantaba esa cerveza, era algo exquisito, algo que hacía tiempo no degustaba, y deseaba deleitar sus papilas gustativas con aquel dorado liquido que embriagaba cuando tomabas mas de la cuenta.

Sus ojos rojos como la misma sangre, determinantes y frios detallaban el lugar en su mente, sellandolo en fuego en sus recuerdos.

Su voz no fue audible a nadie, las palabras no salieron de sus labios. Estaba descansando de un larguisimo viaje, y lo mejor estaba por llegar.