Partida Rol por web

Gruguer escuchó atentamente las palabras de sus compañeros. Con 14 años seguro que ellos tenían más experiencia que él en estas lides.

Aún así se aventuró en dar su opinión.

Podemos descansar esta noche y a primera hora de la mañana ir a visitar al tal Alberic y a su primo, quizás nos puedan ofrecer algo más de información que pueda sernos de utilidad

-Estoy de acuerdo con el chico.-Expresó Khrirm.-De noche es peligroso caminar, no solo por lo que pueda acechar en etre las sombras, también por que sin antorchas nos meteríamos en agujeros, tropezaríamos con raíces y demás cosas.-  

Pues decidido entonces, hoy dormimos aquí y mañana temprano nos vamos a ganarnos el pan- dijo Eylune con firmeza.
Tras eso, Eylune se quedó mirando a Khrim, especialmente sus musculosos brazos.

Advirtiendo el gesto, el guerrero comenzó sonrojarse.-Emm..será mejor que vayamos a dormir. Mañana temprano comenzaremos a buscarles. Gruguer y yo mismo dormiremos en un cuarto y vosotras en otro.-Al momento Khrirm habló con el posadero de sus intenciones de quedarse a dormir y qué habitaciones estaban disponibles. Cuando hubo acabado, deseó las buenas noches a las señoritas y abandonó el salón para ir a su cuarto.

Eylune se sorprendió tanto al oír a Khrim decir que iba a dormir con otro hombre que no le dio tiempo a contestar. Sólo vio como se iban los dos y se rascó la cabeza confundida.
¿Cómo puede ser que dos hombres...? Son dos piezas que no encajan pensó para si.
Al final se decidió por esperar al día siguiente para explicarle a Khrim lo que quería hacer con él, entendiendo que las sutilezas con él no funcionaban, debería plantearse una técnica más directa.
Quizás por la noche...

Gruguer se sintió contrariado tras las palabras del guerrero. Estaba acostumbrado a compartir cama con otro hombre, pero hasta ahora ese hombre había sido su padre. Y obviamente Khrirm no era su padre.

Había oído hablar de hombres que se acostaban con hombres, e incluso algunos viejos que les gustaba chavales jóvenes. Aunque el crío esperaba que Khrirm no fuera de estos y simplemente quisiera ahorrarse unas monedas. 

Aún así podría haber elegido a Eylune. Daba igual, si se proponía algo más que dormir ya le había derrotado una vez en combate, y no dudaría en volver a hacerlo.

Yo iré en seguida, puede que me tome otro de este dulce brebaje

Milkahá no pudo evitar notar que a Eylune le era atractivo el guerrero, se sintió un poco incomoda pues a ella también le agradaba, pero nunca había sido del tipo de chicas muy arrojadas. - Creo que también iré a descansar, mañana tendremos mucho trabajo - dice, pero trata de no cruzar miradas con nadie, se levanta de la mesa, toma un pedazo de pan y le entrega 10 piezas de plata a Eylune.

- espero que esto sirva para pagar el alojamiento, no es mucho pero es casi todo lo que me queda, gracias.  - luego va con el dueño del lugar para que le indique en donde puede llenar el odre con agua fresca. Después dirige sus pasos hasta el cuarto que quede vacío y se dispone a dormir.

Eylune miró a Milkaha y observó cómo la daba el dinero y se marchaba. Se despidió con cordialidad
Ya sólo quedaban en la mesa Gruguer y ella, así que le miró, manteniendo su cara de asombro.
El tabernero se cobró lo que debía y Eylune se terminó la cerveza.
Bueno Gruguer, creo que será mejor que nos vayamos a dormir todos, o mañana no habrá quién nos levante.- dijo con una sonrisa. Se despidió del joven muchacho y observó en su rostro que él también parecía contrariado, así que se le acercó y le apoyó una mano en el hombro. Si... avísame, iré enseguida y te protegeré- dijo, expresándose más con la mirada que con las palabras. Dicho esto se fue a dormir.

Gruguer asintió a las palabras de la dama. No tenía miedo pero quizás ella durmiera mejor creyendo que sí.

Al quedarse el último en la taberna decidió levantarse e ir a su cuarto donde el enorme Khrirm roncaba como un oso pelirrojo hibernando. 

Gruguer se acurrucó a un lado y se dispuso a dormir

El olor a pan tostado junto con el café de la mañana hicieron que los aventureros se despertaran temprano. Habían llegado hasta Puente Brandon con un objetivo, y ahora que los primeros rayos de sol despuntaban al alba, había llegado el momento. Debían bajar a desayunar, si es que tenían hambre y encomendarse a la misión que habían decidido cumplir.

Puente Brandon necesitaba ayuda, y Eylune, Khrim y los demás estaban dispuestos a ofrecérsela.

Milkaha se levanto y arreglo un poco su cabello luego busco al dueño del lugar para preguntarle por el costo que tenia aquel lugar por un poco de agua tibia para tomar un  baño. La chica había viajado mucho y ya no tenia mas que una pieza de plata y unas pocas de cobre, ademas de un buen desayuno nada le caería mejor que un baño, tendría que saber para que le alcanzaría ese día.

-Buenos días, disculpe, ¿cuanto me costaría tomar un baño en su posada?- le preguntó un poco apenada por el hecho de tener que rechazar en caso de que no le alcance la plata. 

El crío se despertó y abrió un ojo para mirar al pelirrojo disimuladamente. Aliviado vio que apenas se había movido de su sitio, después de todo puede que hubiera sido imaginaciones suyas.

Ehhh Khrirm, vamos que ya amanece. 

Bajó de la cama de un salto, se puso la armadura y bajó. 

Buenos días Milkahá, ¿qué tal has dormido?

Gruguer estaba contento, no en vano se presentaba delante de él una nueva aventura

-ÑñmmGrr..-Era una especie de bostezo, gruñido lo que salió de su boca cuando el chaval lo zarandeó para que se levantara. Khrirm seguía cansado a pesar de descansar pero se puso en pié y comenzó a vestir la armadura y preparar su equipo.

cuando se hubo cerciorado de haber recogido todo, bajó a la posada para desayunar donde encontró a Milkaha y a Gruguer conversando.-Ah... parece que la señorita Eylune no se a levantado todavía. Si a mitad desayuno no se ha levantado, tendrás que despertarla.-Le dijo a la chica mientras se servía varias rebanadas de pan tostado y un tazón de café. 

Buenos días Gruguer - le saludó con una sonrisa - dormí de maravilla, y que tal pasaron la noche ustedes, este... hem no quise decir, bueno.... tú, digo- se sonroja al caer en el descuido que había cometido al incluir a ambos en, bueno... ya sabemos lo que paso anoche, pero no era tal la intención de Milkahá. Ella desvió la mirada y luego agrego tratando de dejar eso atrás. -Buenos dias Khrirm. Eylune, dormía profundamente y no quise molestarle, creo que tomare un baño, tal ves debas de despertarle tu Khrirm, creo que hay más confianza entre ustedes, disculpen no tardo- luego salió en busca del cuarto de baño un tanto avergonzada.