Partida Rol por web

Durante unos minutos siguieron buscando leña para hacer un pequeño fuego, aunque se separaron un poco por abarcar más terreno durante la busqueda. Thorgüs volvió hacía donde tenían el campamento, si aquella palabra podía dar significado a lo que allí había. Era algo precario donde no pasar demasiado frío durante la noche.

-A ver si esta gente llega pronto con algo de comida y abrigo, se que tú no necesitas ninguna de las dos cosas pero a mi se me están empezando a congelar los bigotes. Habló en un tono que abarcaba unos diez metros a la redonda esperando que Socar pudiera escucharlo.

El enano se encaminó hacia donde estaba tumbado y hecho una bola el lobo.

-Sabes que esto no me gusta, pero quizá tenga que atarte, le dijo mientras lo acariciaba para tranquilizarlo, no sabemos todavía que es lo que puede hacer ese Mago y a la distancia que abarca con su poder.

    El paladín pasó por alto el comentario del enano, nunca se le había dado bien aquellas labores de supervivencia y le molestaba admitir que pudiese llegar a necesitar ayuda para algo tan insignificante como prender un fuego, por ello, sin alejarse demasiado de los alrededores siguió por más tiempo que el enano hasta lograr acumular una cantidad lo suficientemente generosa como para alimentar la fogata por toda la noche.

Thorgus y Socar consiguieron algo de leña para pasar la noche mientras esperaban a sus compañeros que no tenían pinta de que fueran a llegar. Habían confiado en que les llevarían algo de abrigo, pero a juzgar por el tiempo que había pasado, se les había olvidado.

Cuando el enano le dijo a su compañero que quizá tendría que atarle, éste le devolvió un gruñido muy poco habitual en él.

El enano se sorprendió de la reacción de su compañero, pocas veces lo había visto así, pero no era extraña esa reacción en cualquiera al que le sugirieses pasar la noche atado. Aunque quizás aquel sitio también tuviera algo que ver. 

La noche pasaba tranquila y parecía haber leña para pasarla sin notar demasiado el frío, aunque echaba de menos las mantas, que parecían haber caído en el olvido. Esperó hasta que Darko empezó a respirar fuerte, incluso a hacer pequeños ruidos que se asemejaban a ronquidos, Thorgüs sabía que su compañero dormía plácidamente, incluso así se dirigió en voz baja a Socar por precaución. 

-Creo que tengo algo que nos podría dar una pequeña ventaja en un posible combate, pero que no salga de aquí, por el momento no me fio de esa gente, exceptuando a Moris. Retiro un poco las brasas buscando un poco de luz y calor a la espera de la respuesta del paladín. 

    Socar observó con detenimiento al enano al amparo de las llamas, le extrañó aquella clase de afirmación ¿Qué clase de ventaja creía que podría tener frente al brujo? De momento ni si quiera habían contemplado muestra alguna de su poder más allá de las habladurías de los pueblerinos y la experiencia entrecortada de algunos de los aventureros que los acompañaban. -Comprendo que lo veáis así, en verdad no me ha pasado por alto que varios de ellos tampoco acaban de fiarse de nosotros. De todos modos, qué clase de ventaja crees que podría prestarnos ese as, de momento tampoco sabemos mucha información del supuesto brujo al que nos enfrentamos.-

Thorgüs se aseguró, una vez más, que Darko estaba profundamente dormido antes de continuar. Entonces se dirigió a Socar. 

​​​​-Creo que puedo conseguir que ellos, dijo señalando hacia Darko, no puedan verte durante un período de tiempo. Eso podría darnos una ligera ventaja en el combate. No quiero hablar más sobre el tema ahora, no confío en ese mago, pero si llegado el momento lo necesitamos te avisaré. Solo dispondrás de un golpe, aprovéchalo. 

    Socar atendió en silencio, abrir una apertura en un momento tan vital podría resultar determinante, no acababa de comprender a través de que clase de artificio sería capaz de logar algo así pero no lo cuestionaría tampoco por lo que se limitó a asentir en silencio y seguir la advertencia del enano de no seguir preguntando acerca de ello por el momento. Ahora les quedaría establecer la guardia durante la noche y atender por si el lobo mostrase cualquier señal de estar siendo controlado por el brujo.

-¿Como quieres que hagamos las guardias? preguntó el enano , poco acostumbrado a estos menesteres. En tu guardia es importante que me despiertes si Darko también lo hace, no podemos fiarnos de nada de lo que suceda ahora mismo. Recordó a Socar con un tono que demostraba una pequeña preocupación si eso llegaba a suceder.

Espero la respuesta del paladín mientras calentaba las palmas de sus manos en el fuego que habían conseguido encender con la leña encontrada y que crepitaba a un buen ritmo, el enano miraba el fuego y la leña restante calculando si habría suficiente hasta, al menos, el alba. Parecía que tendrían la suficiente para no pasar mucho frío en esa noche.

Era tontería quejarse a la mañana siguiente de que no les habían traído lo prometido, así que no le quedó otra que resignarse y esperar que el sol saliera en unas horas.

    El yelmo del paladín se fijó en el rostro del enano y luego pasó a buscar con la mirada la entrada de la aldea y los alrededores del bosque justo antes de responder a su petición. -Tan solo necesitaré unas pocas horas de descanso, nada más. Luego podréis dormir todo lo que necesitéis pues no tengo esa necesidad, así que si te ves con fuerzas puedes hacer la primera guardia y yo me encargaré del resto o hacer la última antes del amanecer y descansar ahora.- Realmente deberían de preocuparse por el lobo, era una duda que aún no acababa de tener del todo clara, pero lo que si que tenía claro era que deseaba avanzar de una vez por todas con aquella trama.

-Entonces será mejor que encuentre alguna distracción para pasar unas horas despierto. 

El enano prefería estar despierto ahora para poder vigilar a Darko, sería menos probable que intentaran dominarlo de camino al alba, o eso pensaba. 

-Avisame cuando hayas descansado lo suficiente. Tras esto Thorgüs se puso a revisar sus armas para ver que estaban en buenas condiciones, una distracción que le ayudaría a pasar un tiempo. 

    Socar asintió en silencio y se dispuso a iniciar su meditación, debía de entrar en comunión con su deidad y completar su ritual,dispuso frente a él sus armas y escudo arrodillado frente al suelo mientras posaba su mano diestra sobre el blasón de Hextor que había sido grabado en él recitando el rezo de su credo mentalmente, pronto entraría en el trance dejando de lado aquellas nimiedades en busca de la guía del único y verdadero Dios.

Antes de que tan siquiera pudieran empezar a descansar, Darko empezó a gruñir y a agitarse. Era como si algo no fuera bien en su interior y el animal empezó a aullar. Algo no andaba bien.

Después una gran cantidad de pájaros sobrevolaron la zona en la que se encontraban, provenían del bosque donde supuestamente estaba el Castillo. Parecía que hoy no iban a tener una noche tranquila.

    Finalmente parecía que la magia de aquel brujo se mostraba, Socar estaba hasta cierto punto satisfecho por ello, tal vez por fin lograría su oportunidad de ponerse a prueba, dejando el mangual pesado en el suelo pasó a alzar su maza y escudo y preparar su guardia contra la amenaza que estuviese por venir, quizás Thorgus fuese capaz de contener a su lobo pero parecía bastante claro que no sería lo único de lo que preocuparse en esos momentos.

Aún no había acabado el enano de revisar sus armas cuando Darko empezó a hacer ruidos mientras dormía, nada fuera de lo común, a veces lo hacía. Cuando empezó a aullar entonces Thorgüs se alzó rápidamente y se dirigió hacia su compañero preocupado, esto no era nada normal. 

No prestó atención a los pájaros, bastante tenía con averiguar que le pasaba a su compañero. 

-¿Estas bien? ¿Que te pasa? Preguntaba nervioso al lobo, como si este fuera a contestarle como un humano. Socar, Socar, ayudame. Creo que él nos ha encontrado, ¿tienes algo para inmovilizar a Darko hasta que sepamos realmente que pasa? Nunca ha Estado tan nervioso. 

La situación sobrepasaba a Thorgüs y no sabía que hacer, no quería hacer daño a su compañero, y él no era lo bastante grande como para retenerlo físicamente. 

    Socar habría sonreído ante la pregunta del enano de haberle sido posible pero, por fortuna para el enano, su anatomía le impedía que algo así fuese posible, en su lugar se limitó a mostrarle la maza que blandía, a sabiendas de que se refería a métodos de inmovilización más "temporales". De otra manera lo único que habría podido ofrecerle era su propia fuerza bruta pero sería algo complicado si aún desconocían lo que podría echarseles encima desde el bosque.

Thorgüs pensó rápidamente que podía hacer en esa ocasión. Quizá todavía tenían suficiente tiempo para avisar a sus compañeros. 

-Socar, ¿Tardarias mucho en ir en busca de ayuda? Creo que tenemos algo de tiempo. Intentaré ocuparme de Darko, así que por favor date prisa. 

Seguidamente se dirigió hacia Darko para intentar calmarlo, al menos que dejar de aullar para no delatar su posición a lo que quisiera que se acercara. 

Un oso de aspecto fiero salió del bosque que estaba a varios metros de ellos. 

Con su boca arrastraba el cadáver de algún ser humanoide y se quedó mirando a los dos individuos que estaban frente a la muralla. Se acercó unos pasos más hacia ellos con calma y sin parecer una amenaza salvo por el hecho del cuerpo que arrastraba consigo.

Darko continuaba agitado y aullaba nervioso. Gran cantidad de cuervos se posaron sobre el oso y sobre el muerto. 

El mamífero lo agarró una vez más y con fuerza se lo lanzó a Socar y a Thorgus y se dio media vuelta. 

Tras aquello, Darko se calmó, los pájaros volaron y todo pareció volver a la normalidad.

El cuerpo del humanoide había quedado a pocos metros de ellos.