Partida Rol por web

Cuando empezaron a reubicar a los prisioneros de las otras celdas, Skreek permaneció junto a los barrotes, observando agazapado los grupos que iban formando.

—Cuidado con ese, ese es peligroso. Si, si, si—. Dijo cuando los guardias pasaron frente a su celda escoltando a un humano con cara de pocos amigos. —Hay celdas en las que solo ha ganado/sobrevivido un prisionero/gladiador, eso es que son tipos duros/fuertes, o muy afortunados, ambas cosas les hacen peligrosos.

El enano contemplaba con mirada especulativa a los prisioneros que iban entrando en las otras celdas, calibrando a unos y a otros. La mayoría de los que habían llegado hasta allí debían de ser peligrosos, pero dada la facilidad insultante con la que habían acabado con los orcos, sin duda ellos debían de tener las bendiciones más poderosas de todos los allí presentes. 

- No podrán con nosotros. - sentenció. - Comed y descansad. Recuperemos fuerzas. - 

Se sentía exultante, aunque sus piernas habían adquirido una rigidez anómala y le costaba más que antes desplazarse, también era verdad que ahora la piel de las mismas era mucho más dura que la piel normal. Parecían hechas de cuero rígido, pues apenas sentía el paso de sus dedos por encima. Si golpeaba sí que sentía el golpe, pero un mero roce prácticamente era como inexistente para él. 

Calibrando las posibilidades y él porqué, meditó profundamente sus siguientes pasos. - Nunca mejor dicho. - murmuró, arrancándose a sí mismo una carcajada. 

Celda 1, Combate 2. Finalizado.

El dúo volvió vez feliz a su celda, estaban satisfechos con su victoria. En este día y en el siguiente, por fin vieron algunos cambios que los guardias hicieron, cambiaron prisioneros de lugar, haciendo que las celdas estuvieran espaciadas entre los diferentes grupos y se fueron moviendo a los que iban quedando menos a otros donde había algún miembro faltante. Si esos movimientos de unificación de miembros restante seguían algún patrón, les era desconocido.

Entre los movimientos que se hicieron, al dúo de humano y enano, le llegaron  miembros más sobrantes de otros grupos sobrevivientes. Al parecer eran una elfa oscura y un humano del imperio (como la mayoría de los que había).

La desconfianza era normal dado las razas, pero al menos sabían que no morirían mientras dormían en la celda dado que les supondría perder nuevos miembros y menguar la posibilidad de supervivencia, solo quedaba que esta nueva unión resultara beneficiosa y pudieran medrar y sobrevivir a próximos enfrentamientos. 

Entre los movimientos que hubo de diferentes grupos y celdas, se reconoció a los que estaban en la celda de enfrente que había quedado vacía. Se habían vito cuando estaban hacinados en el barco, pero se había dedicado palabras algunas...pero siempre era mejor una cara conocida que el careto de un orco.

1 enano por celda, 1 hombres por cada celda, y hasta ahí eran las similitudes pues un grupo contaba con otro hombre y una elfa oscura, y el otro tenía un ogro y una rata gigante procedente de los cuentos de viejas, muy real por cierto, al igual que su olor corporal y sus constantes gruñidos y repetitivas palabras.

Ambos grupos se escrutaron mutuamente, buscando las debilidades del otro en caso de que tuvieran que enfrentarse en un próximo combate.

Grogg les echó un vistazo a los de la celda de al lado y luego pinchó a Skreek con uno de sus regordetes dedos.

- ¿Cuál de esos estará más rico? - Grogg se llevó una mano a la barbilla y se rascó, babeando mientras imaginaba comérselos a todos. Tuvo que limpiarse la baba de los ojos. Aquel cambio había sido incómodo en buena parte - creo que la elfa y los hombres... los enanos son correosos - repasó los dientes con la lengua, buscando restos de comida, por el recuerdo que le provocaba el que se le quedara la piel enana entre los dientes. Era molesto. Si podía evitarlo, prefería no comerse a ese.

Lo dijo en voz alta, para que lo escucharan todos, ya que le daba exactamente igual infundir miedo o moral en los de al lado. Iban a morir igualmente e iban a acabar en su panza. Solo era cuestión de tiempo.

Se acercó a los barrotes para escrutar mejor a los que fueran sus compañeros de barco, eran un grupo interesante, la mirada se demoró un largo rato en la elfa oscura.

-Cuentan las leyendas-pensó- que son maestras en el placer, a niveles que los humanos apenas concebimos e incluso ahora con la gran revelación que he tenido seguro que podría aprender mucho de ella, en vida o en muerte. Estaría bien que sobreviviera, aunque desde luego el señor de los placeres tendrá sus propios planes y quien servirá mejor a sus designios.

Escucho al ogro a medias e hizo una mueca.

-En algún caso sería un enorme desperdicio Grogg, que no te quitaría el hambre si quiera, en cambio hay posibilidades más interesantes. Aunque me temo que no me dejaran explorarlas, además, quien sabe cuántos pasaremos a servir a los dioses.

Luego dio un vistazo mas general buscando obvios desafíos, la elfa lo seria, seguro, pero le preocupaba mas criaturas como el ogro, en ese caso si estarían en graves aprietos.

Luego esbozo una sonrisa muy muy desagradable volviendo a pensar en la elfa.

-Veremos…-dijo en voz baja.

Tras el último combate, nos separaron en parejas. Yo me mantuve al lado de Oghun por lo que agradecí seguir compartiendo celda con el enano, ya que nos coordinabamos bien. Tenía un ogro y un skaven en la celda del frente y que nos estaba devorando con la mirada:-(Reikspiel)Eso pasará si eres capaz de matarme, ogro.-le espeté ante el comentario que hizo sobre comernos. 

No hablábamos el mismo idioma pero mi entonación y mi mirada fría dejaban claro que no iba a dejarme comer. 

Los cambios eran bienvenidos, dolorida y con algunas heridas había salido de aquel despropósito. " Espero salir de esta de una pieza" Me levanté para apoyarme en las rejas de la celda y poder ver a los otros, entre ellos quien hablaba de comernos. - (Reikspiel)No creo que sacases de mi, soy todo huesos y aquí no dan bien de comer- comenté como quién está apoyada en una terraza tranquilamente sin ocultar el símbolo de slanesh alrededor de mi ombligo. Revise que no hubiese guardias escuchando para hablar. (Reikspiel)-¿ Alguno tiene un plan para escapar?. Si estamos aqui aún vivos es por que somos más fuertes. Seguramente los dioses nos vigilan aunque sea por el rabillo del ojo-comente tranquilamente. Observe con tranquilidad a los demás, sobre todo por qué no había visto ogros antes y mucho menos ratas. No sabía si era voluntad de los dioses, pero en grupo podríamos salir de allí en lugar de solos.Eso o me aburría en demasía y quería conversar para pasar el tiempo hasta el próximo suceso.

El skaven miró pensativo hacia la celda de enfrente ante la pregunta del ogro, el que al parecer le había tomado por experto catador de carnes humanoides. Aunque aquel era el tema principal de conversación del ogro y claramente, con el único que podía hablar de ello era el rátido.

(Reikspiel) —No, no, no. Nunca he probado la carne de cosas elfas, diría que es jugosa/tierna, pero tienen poca carne.

Ladeó la cabeza ante las bravuconadas que el humano respondió al ogro, parecía alguien bastante belicoso, aunque estaba claro que no iban a dejarse comer por las buenas. Pero era la mujer élfica la que llamaba su atención, la cual parecía tener ganas de hablar e incluso de confabular con ellos, pero aunque su gente era poco de fiar claramente había captado la atención de Skreek.

No sabia demasiado sobre aquellos elfos, salvo que eran enemigos mortales del resto de los elfos y a veces compraban esclavos a su clan. Pero cuando pensaba en los elfos oscuros lo que se le venia a la mente eran las historias que circulaban en el clan Eshin sobre un asesino, uno tan letal que era incluso respetado entre los asesinos del clan de las sombras, obviamente no podía compararse con el Maestro de la Muerte Snikch, pero eso era algo a tener en cuenta.

Dökar observó al otro grupo que tenían enfrente, sopesándolos con la mirada. Los cuatro parecían formidables enemigos, y sin duda lo tenían que ser si habían llegado hasta allí, al igual que ellos. Pero sin duda, la más interesante para él era la elfa, esas sinuosas curvas, esa belleza ultraterrena... al menos para la vista, lo era. Uno de los muchos vicios de Dökar era acostarse con cuantas más mujeres pudiera, mejor, y le daba igual si era con su consentimiento o no. Si juntamos alcohol y alguna droga, ya sería feliz, y si además podía realizar algún sacrificio a su Dios, ya sería el acabose. 

- (Norse) ¿Crees que tenemos alguna posibilidad de montarnos algo, elfa? - le preguntó con clara doble intención. Tanto le preguntaba con intención de saber qué pensaba hacer para escapar, como lo obvio. - ¿qué tenéis pensado? No parece que nos vayan a abrir las celdas para dejarnos salir a donde queramos. Se puede aprovechar cuando vengan a abrirnos, pero ellos irán armados, y nosotros no. ¿Estáis dispuestos a jugaros la vida contra ellos? - 

Tras unos momentos, añadió - aunque claro, la alternativa es enfrentarnos entre nosotros, y desde luego, nosotros somos muy muy duros de pelar. Puede que alguno caigamos, pero al menos a dos de vosotros nos llevaremos por delante seguro. Y creo que al revés, también. Tendremos que decidir qué queremos. - 

La mirada de Dökar repasó de arriba a abajo al otro enano, pero en esta ocasión, con una mirada claramente especuladora. - ¿Por qué estará este aquí? ¿Le habrán pegado la patada como a mí? - 

 (Khazalid) Hermano, salir de aquí solo será posible con la ayuda de los dioses, si quieren que peleemos es lo que deberemos hacer, ya he tenido que deshacerme o otros enanos sureños antes.

(Norse) Creo que no te entiende la elfa. ¿Alguno más ahí habla norse? aquí solo hablan Reikspiel. Creo que los 2 humanos no habían salido antes del imperio.

Le dijo primero al enano en la lengua natal enana y luego habló de una manera más general en norse. Oghum no había tenido mucho tema de conversación con Gawain, y además era un enano directo y algo pesimista, pero no por ello se dejaría matar fácilmente como ya le había demostrado a su compañero humano.

Ahora solo quedaba testar en combate a la elfa y al otro humano que les habían colocado en esta celda y rezar para no tener que enfrentarse a un grupo con un ogro, y no precisamente porque se lo fuera a comer, ya que parecía más dado a carne menos seca que la enana. 

Dökar miró al otro enano cuando éste le habló. Por la jerigonza que los otros soltaban, estaba claro que no se estaban entendiendo entre ellos, sin embargo, el enano era harina de otro costal. - (Khazalid) Saludos, hermano. - dijo, aunque el tono al decir "hermano" fue bastante irónico, como si le hiciera gracia que el otro le llamara así. - (Khazalid) No soy uno de esos debiluchos del sur, si por mi forma de hablar no lo has adivinado ya, dicho queda. - lo sopesó con la mirada de arriba a abajo. - (Khazalid) Lamentaría tener que acabar con otro enano del norte como yo. No somos muchos, y menos aún los que han sido arrancados de su tierra por esclavistas. Quizá deberíamos pensar más en apoyarnos y salir de ésta...aunque si pelea quieres, te daré de sobra. - comentó, dejando claro que estaba dispuesto a una alianza con uno de los suyos, pero que no dudaría en vender cara su vida si el otro le atacaba.  - (Norse) Creo que esta lengua la entienden unos pocos, al menos la rata cornuda - dijo señalando a su compañero de celda - la entiende. Diles al resto que si ideamos un plan de escape, soy todo oídos. Podríamos intentar acabar con los guardias y salir, ya sabemos dónde están las armas y armaduras. O podéis confiar en que los dioses serán misericordiosos con vosotros...y derrotarnos. - por la sonrisa que exhibió, estaba claro que pensaba que esto último no iba a ser posible. Su mirada se dirigió elocuentemente al ogro, y se encogió de hombros mirando de nuevo hacia el miembro de su raza. - (Norse) Lo siento por tí, me ha tocado una buena mano. Es una mala bestia. De momento todos sus adversarios le han durado un golpe, y luego los devora...a todos. - 

Grogg se acercó a los barrotes y examinó a la elfa y los humanos de la celda de al lado.

- Podríamos hacer una sopa. Necesitamos un caldero. Grogg sabe hacer sopa de sangre - sonrió, de una forma poco agradable para quien mirara su desfigurado rostro. Skreek parecía ser el único que se comunicaba con él, y ya que estaban encadenados y habían comido juntos, se podían considerar compañeros, aunque la rata fuera de una raza inferior. Grogg era listo, sabía que no podía confiar en nadie, pero todos iban a sentirse igual... Si le temían, le respetarían, y su ferocidad en combate se había demostrado superior a la de cualquier otro.

 (Khazalid) Perdona si te confundí con un sureño, pero desde luego eres más sureño que yo, me he pasado toda la vida de esclavista en esclavista hasta que me quedé con un ingeniero del caos que me enseñó lo que se. Desgraciadamente, cuando este murió en vez de ganarme la libertad, el resto del clan me vendió. 

Aunque sabía que no le importaría, le contó algo de su vida, dejando claro que a pesar de todo había sobrevivido entre esclavos y los esclavistas más crueles y a día de hoy seguía vivo, por lo que no le tenía miedo a estar encerrado con quien fuera o enfrentarse a lo que fuera afrontando la situación cuando se daba sin pensar en un antes o un después. 

(Norse) Este humano también es una mala bestia.

Dijo señalando al humano que se hacía llamar Gawain entre los suyos.

(Norse) Y seguro que por el camino que va poco le importa derramar su sangre o la de sus enemigos con tal de contentar a su dios, así que estoy seguro que si se carga al ogro recibirá un buen incentivo.

Miro al enano con sorpresa y como si estuviera volviéndose loco por momentos.

-(Norse) Mira Dökar, la huida es imposible, bien lo sabes, de aquí al infierno, de un tipo o de otro. Pero puestos a escoger escojo mi infierno, tengo más opciones en la arena que en eso. Además, tú también has sido agraciado con dones, los dioses consideran que tenemos una oportunidad aquí e incluso un futuro, quizás incluso la grandeza. A mí se me han abierto los ojos a los dioses y no podría vivir de otro modo, no puedes ni imaginarte las promesas de los poderes ruinosos, lo que pueden hacer. El mundo es suyo y solo ellos tienen algo que ofrecer. Por otra parte, has sido un buen compañero y un gran guerrero, te mereces escoger tu muerte y si así lo deseas no impediré que huyas, por más que vea que sería un desperdicio de potencial. Yo, por fin, tengo un objetivo en la vida y un patrón al que puedo respetar. Y sus recompensas alcanzan lo que jamás imagine. El destino me ha traído aquí o bien moriré buscando mi sitio entre los campeones del caos  o seré uno de ellos.

Le dio unas palmaditas en el hombro dándole ánimos y se sumió en el silencio y el descanso.

(Reikspiel).-Yo soy Gawain y este es Oghun.- le dije a la pareja de recién llegados. Una elfa oscura y otro humano:-Parece que habéis podido sobrevivir hasta ahora. Bien por vosotros.-dije al final y esperé a que los nuevos se presentaran. 

No terminaba de entender lo que hablaba Oghun con el otro enano pero sabía que hablaban de mi y del ogro, eso de no saber idiomas iba a ser un problema para mi si quería comunicarme con alguien más, el tiempo que estuviera allí. Pero por ahora poco importaba si lo que ibamos a hacer era pelear entre nosotros y tenía todos los números de ser así. 

(Reikspiel).-Entiendo que estáis hablando de nosotros.-le dije a Oghun refiriendome a mi y al ogro al ver hablar a los dos enanos:-Dile que no pienso dejarme comer por el ogro, pienso cortarle la cabeza antes de que lo intente.-comenté en el único idioma que conocía.