Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 2: Aun hay esperaza

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13/03/2019, 12:48
Gwalin

Turno 203

Tras cargar los bártulos, meter los caballos en la gabarra y dejar las pertenencias bien amarradas por si la cosa se ponía fea, era hora de ponerse otra vez en manos del río, cosa que no gustaba en absoluto al enano. Miraba con desconfianza a las barcazas, esta vez mucho más pequeñas que la gabarra en la que hicieron el primer tramo hasta las cascadas. Eso le parecía peor, pues se moverían mucho más que la gabarra anterior, lo que hacía que Gwalin estuviera mucho más enfadado y furioso que de costumbre.

Cada dos por tres estaba gruñendo y maldiciendo en bajo mientras cargaba las cosas. Y por si esto fuera poco, sus tripas gruñían la falta de comida que se habían saltado. 

-Ggggrrrrrrrrmmmmmm, esto va a acabar mal...ggrrmmmmm...si se ve que son unos cascarones de nada....ggrrrrmmm...y seguro que el río se los traga y a nosotros con ellos....ggrrrmmmm...y encima tengo más hambre que el perro de un ciego...GGGRRRRMMMMMMMMM -rumiaba el enano antes de subir a las barcazas.

Pero era hora de partir, así que subió a la barca que le tocaba, una bastante pequeña que solo cabían tres personas, compartiéndola con Egorant y Hallfrid. Una vez arriba, buscó la forma de aposentarse lo mejor posible para no caerse. 

-Bueno, espero que no me tiréis al agua, porque sino, como salga vivo os mato -amenazó el guerrero dejando claro que no le gustaban las bromas que pudieran acabar en un baño en el medio del río.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Al quitarme la cota de malla también me quito grebas, brazales y casco con lo que recupero todos los penalizadores y así tengo MM sin armadura = 0

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13/03/2019, 16:30
Grimbeorn

Turno 203

El animista se alegró al comprobar que sus sospechas iniciales estaban infundadas y porque eso también implicaba que la gente de aquel embarcadero no había sucumbido a un posible ataque de los orientales. Asi que, tan pronto como los esgarothianos salieron de la nave próxima, en la que estaba cobijada la gente, e indicaron qué embarcaciones habían alquilado, ayudó lo mejor que pudo a cargar los pertrechos. Pensó en aliviar un poco la tensión que se apreciaba en el enano ante la perspectiva de volver a embarcar, pero el humor del naugrim quizás no fuera el ideal para encajar una broma en aquel momento. El norteño si que se recordó a sí mismo preguntar a Gwalin sobre esa aversión al agua la próxima vez que acampasen en tierra firme.

Por fin se dispusieron a zarpar y, por azar, acabó compartiendo barca con el eothéod Edan, al que saludó con un cabeceo. Bien era cierto que no habían estado tan lejos durante el camino ni la comitiva se había separado, pero le pareció una forma de reconocer la mayor familiaridad que tenía con el rohir desde su primer encuentro. - Quién diría que echaría de menos el lomo de un caballo al subir a otra embarcación. - Cabalgar y nadar no eran actividades que se prodigasen mucho en el bosque pero, puestos a elegir, Grimbeorn prefería la primera. En el caso del caballo, la caída terminaba en el suelo; en el agua, era más difícil determinar a qué profundidad estaba el suelo.

- Tiradas (1)
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13/03/2019, 23:43
Leofred

Turno 203

Las naves no parecían gran cosa, pero por las ropas de los marineros el negocio debía de ser próspero, a pesar de que su puerto se encontraba inmediatamente después de la cascada. Las idas y venidas de las barcas se alargaron lo que parecieron horas hasta que finalmente se pusieron en camino, apenas habiendo comido un par de fríos bocados de sus provisiones.

El río estaba tranquilo, pero aun así para Leofred que la embarcación se inclinaba para uno u otro lado, tal vez por estar excesivamente cargada. Tras unos cuantos amagos de caerse contra el suelo, se aferró a la baranda y allí se quedó, esperando que el viaje se desarrollase sin problemas.

- Es como si nos acunaran unos brazos gigantesos - bromeó el bardo aún adaptándose al movimiento de la barcaza.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Debo agradecer el no tener ningún tipo de armadura que ponerme, si mi MM fuera solo un poco más baja ya me habría caído por la borda un par de veces.

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14/03/2019, 01:32
Ional

Turno 203

Ional llegó también ayudó a cargar las mercancías y las monturas en los botes. El dunadan estaba feliz por volver a montar en una embarcación y se le notaba en el rostro de felicidad mientras hacía el trabajo. A su lado el enano parecía refunfuñar todo el rato sobre éste hecho, cosa que le hacía más gracia aún al joven Ional.

No te preocupes Gwalin que seguramente este viaje será más tranquilo que el anterior.

Tras montarse en el bote junto con sus compañeros, Ional miró al río siguiéndolo con sus ojos el recorrido que tenían que hacer.

Venga, pongámonos en marcha cuanto antes. Que siga la aventura. Cuanto antes salgamos antes daremos con nuestro objetivo.

- Tiradas (1)
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15/03/2019, 23:29
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 203

Edan levantaba la cabeza en busca del calor que les traian los fugitivos rayos de sol que bañaban el rio. La comida le habia sentado bien. No habia sido muy abundante y echó de menos tener algo caliente para llevarse al estomago. Pero cumplió sobradamente su función. Sació su hambre y confirió renovadas fuerzas al grupo para continuar su viaje. Tan solo unos minutos atras se había planteado depojarse de su armadura, cuando vio a algunos de sus compañeros hacer lo propio antes de subirse a la nueva gabarra. Lo cierto es que las nuevas embarcaciones distaban mucho de la robustez y confianza que proporcionaba "el madero", pero Edan supuso que aunque tuviesen que soportar algo más de movimiento, sus vidas no corrian peligro. Aquellos hombres estaban acostumbrados a realizar aquel tipo de viajes a diario y el tiempo parecía acompañarles. No había razón para preocuparse, al menos mientras no se levantase una súbita tormenta que provocase que las aguas se agitasen mas de la cuenta. Hasta donde el Rohir conocía, despues de los saltos del Rauros, la pendiente de aquellas tierras se relajaba sensiblemente en su largo camino hasta el Belagaer, además el caudal del rio grande se habría incrementado ya lo bastante al recibir las gemerosas aguas de los afluentes de las tierras llanas, y por tanto, el río discurriria más lento y apacible. Edan sonrió al comentario de su conpañero Grimbeorn. ¿No te gusta montar amigo? replicó algo sorprendido. Porque yo estoy deseando salir de esta jaula de maderos para volver a la seguridad y comodidad de nuestras monturas Se le hacia raro pensar que al hombre de los bosques no le gustasen los equinos. Por otra parte, Grimbeorn era un hombre peculiar. Edan asi lo había percibido desde un principio, y no le cabía duda de que escondia todavia muchas rarezas, y tal vez, alguna que otra sorpresa. De cualquier modo, se alegraba de compartir Gabarra con él.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de MM No estaba seguro si marcar a todos. Asi que teniendo en cuenta que vamos en Gabarras diferentes. En principio solo marcaré a Grimbeorn Nagre, aunque supongo que no habría problema en marcar a todos esta vez.^^

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16/03/2019, 02:10
Director

RESOLUCION TURNO 203
 

 

La corriente bajaba ferozmente, aunque la anchura del rio hacia parecer que se trataba de una balsa de agua. Las barcas eran recias, y lo suficientemente amplias para ir con comodidad en ellas. Cuatro remeros imprimían aún más velocidad, les tenían que haber pagado muy bien para semejante esfuerzo. Podrían haberse dejado llevar por la fuerza del agua, pero por sus remadas bien parecía que estuviesen en una competición. La barca solo se tambaleaba cuando los meandros del rio creaban algunos remolinos que originaban cierto oleaje. El bote se sacudía mientras los poderosos bogadores corregían la dirección y seguían dando rápidas remadas. La gabarra había desplegado sus velas y avanzaba incluso más raudo que los botes.

Las primeras horas del viaje fueron movidas, a excepción de Leofred y Freagulf, que incluso disfrutaron del viaje, el resto se mantuvo tenso y bien agarrados a donde sus manos encontraron un buen asidero. Los vaivenes de la navegación hacia peligrar la estabilidad de los botes, al menos a los ojos de los neonatos en aquello de los viajes fluviales. Los marineros ni se inmutaban ante las bruscas sacudidas. Continuaron adelante, aprisa y recuperando el tiempo perdido.

El sol comenzó a bajar, el día llegaba a su fin, y antes de la última luz se vieron obligados a parar. Aunque el plan era continuar hasta su destino, y pese al empeño puesto por hacerlo lo antes posible, ni los remeros se atrevían a desafiar las fuerzas de la naturaleza. Llegado el momento, no había más remedio que desembarcar. Lo hicieron en la ribera oeste, la contraria era un auténtico cenagal, y no hubieran podido encontrar un solo lugar seco en el que dormir. La orilla elegida no es que fuese el mejor lugar, era el delta del Entaguas, que descargaba sus aguas en el Rio Grande formando multitud de brazos, y de islas. La Bocas, como eran llamadas, ofrecían sitios alejados de la civilización. Un lugar húmedo, rodeado de agua por todos lados pero que ofrecía lugares acotados en los que resguardarse. Habían ido a dar a una isla de buen tamaño para montar un pequeño campamento, hacer algo de fuego con los frondosos matorrales que en ella había, y sobre toda rodeada de riachos naturales difíciles de atravesar.

Los caballos se quedarían en la gabarra, a buen resguardo de la corriente. Un par de tripulantes quedarían a bordo, como era su costumbre, vigilando la embarcación y sus anclajes. El resto tomo tierra y se preparó para pasar la noche. Montaron algunas tiendas, y prendieron un fuego en el que calentarse. La leña húmeda, no había nada seco, hacía que una gran columna de humo subiera hacia el cielo. Con la luz casi desaparecida, poco importaba el humo que podía producir, se perdía en la oscuridad creciente. No hicieron ningún reconocimiento, en realidad no era necesario. La isla estaba rodeada de agua, y el terreno a cubrir no era mucho. Aquella noche pudieron hacer una rica sopa de vegetales, y comer algo de carne convenientemente ahumada y cocinada en la hoguera, y algo de vino caliente para reconfortar el cuerpo. Después llegó el momento de irse a dormir.

Pese a que poco peligro podía haber allí, de nuevo Larrid propuso realizar guardias. Se repitieron las parejas de guardia, salvo que Ional y Freagulf no descansarían esa noche, Larrid y Leofred serían los afortunados en hacerlo esa jornada. Poco a poco se iba instaurando una especie de sistema, en el que lo primeros en hacer la guardia, serían los que descansarían la siguiente noche y los turnos irían corriendo de aquel modo. Gwalin y Grimbeorn se encargarían de la primera guardia, seguidos de Hallfrid y Edan, que realizarían la segunda, y los que habían descansado la noche anterior, la última de ellas.

Todos se fueron a dormir…

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

 ► Anotad el próximo turno como “Turno 204

► Tirada de Percepción para los que hacen guardias (recordad, siempre oculta)

► Estais en una isleta, en las Bocas del Entaguas

 

► Resolución del próximo turno: martes 19-03-19

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16/03/2019, 11:03
Gwalin

Turno 204

Par desgracia de Gwalin el descenso de ese tramo del río no fue un paseo de rosas. La barca en la que se encontraba al ser más pequeña estaba más a merced de las serpenteantes corrientes que bajaban por el río esquivando rocas y haciendo meandros. Si a eso se le suma la inexperiencia de, por lo menos, el enano, daba como resultado una barca que iba donde la corriente decidía, no donde querían los tripulantes.

Pero por fortuna no cayeron al agua y llegaron más o menos indemnes, que no secos, a la orilla de una de las isletas que formaban la boca del Entaguas. Al bajarse el enano realizó el mismo ritual que en las otras ocasiones. Se arrodilló y dio gracias a Aullë por llevarle a tierra sano y salvo.

-Gracias creador por dejarme pisar nuevamente tu reino sólido y alejarme de los líquidos elementos sano y salvo, para poder morir como un enano debe, con una buena batalla y no ahogado en un sórdido río -rezó Gwalin sin importarle si le miraban o no.

Tras sus rezos, ayudó a bajar los bártulos y meter las barcas dentro de la isleta y amarrar las más grandes que se quedarían en el río. Y después llegó la cena. Con los temores por volcar no tuvo tiempo de acordarse que no había probado bocado en varias horas. Pero el olor de la sopa de verduras y la carne abrieron el apetito del enano que devoró el primer plato tan rápido como tardaron en servírselo, pese a lo caliente que estaba. El guerrero repitió rancho y ya se quedó saciado y sus tripas tranquilas.

Era hora de dormir y nuevamente le tocó con Grimbeorn. Esta vez les tocó hacer la primera guardia. Sin discutir, el enano se preparó una pipa, dispuesto a pasar su parte de la noche en vela. 

- Tiradas (1)
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16/03/2019, 16:22
Grimbeorn

Turno 204

Mientras las barcas se deslizaban corriente abajo, impulsadas tanto por la corriente como por el vigoroso movimiento de remo de los tripulantes, Grimbeorn tuvo tiempo de intercambiar algunas palabras con Edan. - Los caballos y las barcas no son algo muy frecuente en el bosque. Me siento más cómodo cuando mis pies están en contacto directo con el suelo. O con un tronco enraizado al suelo. - Añadió aquel matiz rápidamente para notar la diferencia entre la madera viva de un árbol y la muerta de los tablones con que estaban hechos la barca en que viajaban.

El descenso, si bien movido, no supuso mucha diferencia con el viaje hecho a bordo de El Madero, por lo que no hubo que lamentar chapuzones inesperados y la jornada concluyó con relativa calma. De seguro, los esgarothianos hubieran apostado por seguir viajando, pero los barqueros no confiaban mucho en navegar aquellas aguas bajo la luz de la luna, algo bastante sabio por su parte, asi que desembarcaron en una de las muchas islas que salpicaban el delta del Entaguas para montar campamento. El norteño se iba a ofrecer para buscar algo de comida pero, a la vista de que usarían las raciones para el viaje, ayudó a montar el campamento y a preparar algunas de las provisiones. En un par de ocasiones, incluso tuvo que advertir a Gwalin de que moderase su apetito, pues el enano engulló su cena con ansía, sin importar que apenas hubiera sido retirada del fuego para servirla. Pero el naugrim no pareció verse afectado, asi que todo quedó en una anécdota graciosa con la que rieron alrededor de la hoguera.

Algo más tarde, al repartir los turnos de guardia, mientras el resto se acomodaba en el suelo, entre mantas o sacos, para dormir, Grimbeorn se sentó junto al enano, con quien volvía a compartir ronda, pero encarado en otra dirección para cubrir lo que el enano no veía. Aun asi, el norteño no confiaba en que sus ojos pudieran rasgar el oscuro velo de la noche más allá del círculo iluminado por la fogata. - No pretendo ofenderos, maese Gwalin, sólo deseo satisfacer una curiosidad. La particular aversión al agua, - Lanzó un vistazo rápido a la masa de agua que corría y cuyo rumor constituía casi el único ruido ambiental. - ¿es una fobia personal o es algo más común entre los hijos de Durin? - Si entre la gente del bosque nadar o montar era actividades poco frecuentes, quizás la vida en los tuneles subterráneos bajo las montañas hacían que nadar o navegar fueran algo inusual y, por tanto, una particularidad cultural de los naugrim. Ésa era su suposición pero sólo el testimonio del enano podía afirmarle en esa teoría o sacarle de un error.

- Tiradas (1)
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17/03/2019, 04:05
Larrid

Turno 204

 

- Mañana llegaremos, ahora será mejor descansemos - dijo algo abatido Larrid, que pensaba que podrían haber llegado donde querían esa misma jornada.

- Hagamos guardias, como la ultima vez - propuso - Solo por si acaso, aunque dudo que aquí corramos algún peligro - se encogió de hombros antes de irse a dormir

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17/03/2019, 12:34
Freagulf

Turno 204

El Burh Ailgrés no se extrañó lo más mínimo de continuar, dejando atrás una comida caliente. Incluso lo prefería. - Cuanto antes los pillemos, antes podremos limpiar el mundo de esos desgraciados. Había hecho más cosassobre un caballo que en el suelo. Incluso había pasado más horas pelándose el culo sobre una silla, que ensuciándose las botas con el barro. Incluso en aquellos momento se preguntaba que si había hechado más polvos sobre la montura, que enroscado entre pieles, sobre el suelo.

Lo que más le extrañó fueron unas extrañas miradas que el Hombre del Bosque le había dedicado en más de una ocasión. No se podía imaginar lo que era, pero no tenía ganas de importunarle. Además, tampoco le preocupaba. Él era un soldado que tenía una misión, una resposabilidad con los compañeros perdidos .... y con Ulfer. Incluso había dado su palabra a un viejo amigo, Agranil, y no faltaría a ella en ningún momento. - Ya hemos trabajado antes, y así será en el futuro.

Silente, habían transcurrido las horas desde el inicio del descenso, y más que algún que otro escupitajo, para sacarse el polvo de la nariz y garganta, por caminar tras el resto, nada más salió de su boca. Ya no le venían pensamientos funestos. Ya no sufría por la pérdida de compañeros y amigos ... pero no los olvidaba en ningún momento. - Esto es por vosotros chicos. Ya no su lealtad como soldado, sino esa hermandad que se genera con los que comparten penurias a tu lado. Camaradería.

De todas maneras ... no le hacía gracia alguna tener que separarse de su vigilancia. De las monturas. Aún así, siguió con los labios cerrados. Les dejó separarse de su lado, pero no sin antes echar un ojo a sus patas y cascos, para evitar problemas futuros. Siempre lo había hecho, desde que era crío, con su padre y los rebaños. - Es complicado dejar las viejas costumbres. Se decía a si mismo. Es que no lo lo hacía, no se sentía bien consigo mismo.

Miró a Grimbeorn de solayo. - ¿Este hombre es bobo, verdad? Todos los enanos odian el agua. Se consideran hijos de la piedra, y lo son. Y las piedras se hunden, así que ellos piensan que se hundirán. Aún así, se mordió el labio con sus pensamientos, y durante unos segundos apretó fuerte los ojos. No tenía que decir nada. Algo le pasaba a ese hombre ... y parecía que estaba dispuesto a romper el grupo de manera extraña. 

- Primero me mira raro a mi. Ahora le toca los bigotes a un Hijo de Durín. Incluso nos ha estado retrasando en el descenso ¿No tendremos al enemigo entre nosotros?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Corregido. 

 

THX

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18/03/2019, 18:40
Gwalin

Turno 204

Gwalin escudriñaba los alrededores del campamento atento a cualquier cosa que se moviera en las cercanías del mismo o por los botes, mientras daba grandes bocanadas de su pipa. Cerca del fuego y apoyado en un enorme tronco que el agua había depositado en aquella orilla, Gwalin estaba mucho mejor que hacía unas horas, en la barca que surcaba el río.

Sin mirar a su compañero, el enano escuchó su pregunta y gruñó levemente.-Ggrrmm. Había sido cortés formulándola y parecía que era simple curiosidad humana, así que decidió contestarla.

-Ambas. Pero más por nuestra razá que por fobia personal-. Dijo tras dar una bocanada de su pipa-. No creo que haya enano que le guste el agua como elemento por el que viajar o moverse...pero reconocemos que el agua es fuente de vida...con ella se crea la cerveza y demás bebidas que tienen alcohol, indispensables para la vida.

Dicho esto se calló y permaneció callado y vigilante.

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18/03/2019, 23:59
Leofred

Turno 204

Cuando por fin tomaron tierra Leofred se bajó de un salto, tan feliz como cualquiera de estar en tierra firme, aunque probablemente no tanto como el bienhallado de Gwalin. En su caso el navegar por el río no suponía un problema, pero en un espacio tan limitado para moverse se sentía atrapado en cierta medida; se sentía más a gusto allí donde podía estirar las piernas.

Solo habían pasado unos días desde su partida de Tir Anduin, pero desde entonces no habían tenido muchas oportunidades de comer caliente; aquella noche disfrutaron de una cena revigorizante, casi tanto como las historias compartidas alrededor del fuego. Hacía ya un tiempo que Leofred no ponía en práctica sus aptitudes de cuentacuentos y aquella parecía una noche propicia para ello.

- No deberíamos relajarnos demasiado en este islote ¿No conocen la leyenda del barquero del colmillo? - y poniendo su mejor voz de circunstancias inició un relato, medio inventado, medio formado a partir de otras historias que había ido recopilando en sus viajes. - Se cuenta que hace más de una edad, cuando no solo había un único rey de los hombres y estos estaban diseminados por sus territorios, un cruel contrabandista que comerciaba con individuos de todas las razas como si fueran animales tenía su guarida en los marjales que conectan con este río, hasta que los hombres libres lo encontraron y quemaron su choza hasta los cimientos con él aún en el interior -

- Desde entonces un rumor recorre estas tierras, la figura de un fantasmal barquero encapuchado, navegando sobre nada más que unas tablas ennegrecidas, siempre de pie apoyado en un único y largo palo con el que guía su destartalada embarcación incluso a través de las corrientes más innavegables del río. Si no tienes cuidado, el barquero se acerca sigilosamente hasta la orilla, te atrapa en una red y te arrastra sobre su tabla, solo para que el cadaver de su víctima se encuentre semanas después flotando en el río, ahogado, con grilletes en sus manos y una marca en su cuello. Los únicos que han llegado a mirar bajo su capucha dicen que no hay más que una calavera con un único y largo diente asomando. Por eso le llaman el barquero del colmillo. -

El propio Leofred se rió de sus ocurrencias una vez terminada la historia. Gwalin parecía particularmente perturbado por la historia, pero el autoproclamado bardo no había podido resistirse a una historia de fantasmas a la luz de la hoguera; se decía que aquellas historias de hecho ahuyentaban los malos espíritus. Aquella noche la pasaría sin pensar en preocupaciones.

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19/03/2019, 11:10
Hallfrid

TURNO 204

En esta ocasión, HALLFRID no había podido disfrutar demasiado del viaje en bote. Pues aún cuando el muchacho parecía empezar a tomarle la mano a los constantes bamboleos de las embarcaciones, aquellos cascarones resultaron bien distintos al "Madero", y al joven le llevó un buen tiempo adaptar sus recién adquiridas destrezas a la fragilidad de las naves.

De modo que apenas si consiguió, de tanto en tanto, echar alguna mirada por sobre la borda para apreciar el paisaje. Y las afamadas "Bocas del Anduin" continuaron siendo para el muchacho poco más que parajes misteriosos y fantásticos, apenas esbozados en alguna canción semi-olvidada o en un cuento narrado a la luz de las hogueras.

Cuando por fin bajaron a tierra, HALLFRID ayudó al resto a preparar el campamento, y tras ello, consiguió relajarse lo suficiente como para disfrutar de la comida y la compañía de sus camaradas.

No esperaba mayores sorpresas en aquel lugar olvidado. Así que ni siquiera se molestó en volver a calzarse su armadura. Aunque la historia del bardo lo dejó sumido en un sueño molesto e intranquilo, poblado de toda clase de monstruos y criaturas oscuras.

Fue toda una suerte que lo despertaran para hacer su guardia...

- Tiradas (1)
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19/03/2019, 11:16
Hallfrid

En cierto momento de la guardia, cuando la noche parecía tranquila y apasible, su silencio solo interrumpido por el manso discurrir de las aguas, el joven se dirigió a su compañero con un susurro. Como si no se atreviera a romper con sus palabras la quietud del ambiente.

- Disculpa... ¿Edan, verdad? - el muchacho no recordaba haberse dirigido antes al rohir - Cuando bajábamos la escalera, en la caída del Rauros... ¿me preguntabas algo? No alcanzaba a oíros. Pero me pareció que intentabas decirme algo.

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19/03/2019, 15:25
Freagulf

Turno 204

Estaba especialmente agradecido que el enano respondiese amigablemente al bosquimano. Sonrió y siguió con los cascos de los caballos. No se podía imaginar que siendo un gruñoncete, respondiera tan afable, y no sintiera mancillado su honor al parecer que le está insinuando que un naugrim le tiene miedo a algo. Y más aún a su raza.

Estaba satisfecho. Maese Gwalin se estaba "amansando". Rió para si y se dijo: - A ver si ahora no va a pelear, y va a ser un "gatito". Y rió otro poco por la broma que se acababa de "autocontar".

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19/03/2019, 16:47
Grimbeorn

Turno 204

Grimbeorn asintió ante la respuesta del enano. Le pareció suficiente y no estimó oportuno indagar más en motivos o razones que, tal vez, pudieran molestar a una raza orgullosa. Permaneció unos minutos más en silencio, vigilante, allí hasta donde alcanzaba su vista. Pensó en el relato que el bardo les había contado durante la cena; un cuento sobre espectros rencorosos para ¿asustar? a hombres adultos... Incluso en aquello existían diferencias entre la gente civilizada y la del bosque: las narraciones sobre la astucia, ferocidad y voracidad de las arañas gigantes eran lo habitual entre su gente para infundir miedo. Y si eso fallaba, sólo había que mencionar historias de orcos reunidos bajo la siniestra sombra de Dol Guldur. Sin duda, pasaría algún tiempo antes de que pudiera volver a oir aquellas cosas.

- ¿Cómo es ver en la oscuridad, maese Gwalin?¿Hay alguna diferencia a hacerlo bajo la luz del sol? - Habló en voz queda para no despertar a los que dormían, ni para atraer atenciones indebidas aun más, pero lo suficientemente alta para que el naugrim le escuchase.

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19/03/2019, 18:10
Gwalin

Turno 204

El enano escuchó una nueva pregunta de Grimbeorn, pero esta vez se giró y le miró serio.

-¡¿Qué clase de  pregunta es esa?! -dijo algo molesto. Al ver que había elevado la voz miró a su alrededor para ver si alguno se había despertado. Pero parecía que todo estaba en calma-. ¿Cómo es tener algo que has tenido toda la vida y que toda tu raza tiene? ... gggrrrrrmmmmmmm... y la luz del día, ¿no te molesta a ti?, pues igual....gggrrrrmmmmm

El carácter enano por excelencia salió a relucir en aquella contestación, aunque realmente Gwalin era un enano diferente pues había convivido con otras razas durante casi toda su vida y su carácter se había dulcificado según el estándar de su raza. Pero eso no sucedía siempre, había ocasiones en las que se disparaba la rudeza y se hacía notar.

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20/03/2019, 00:17
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 204

El alto en el islote cayó bien en el grupo. Edan también se sentiría a gusto allí, de no ser por el frio. La humedad y la exposición de aquel lugar lo convertian en el centro de un remolino de gélidas corrientes de viento a las que apenas el fuego de la hoguera, y una pequeña barricada improvisada con los bartulos del equipaje podian hacer frente para buscar un pequeño recoveco do calma donde resguardarse.

Por lo demás, todos pudieron disfrutar de una cena caliente, que como guinda, se vio aderezada por una rimbombante historia de trovador cantada por Leofred.

Edan disfrutaba desde la seguridad que les aportaba su singular campamento. Era difícil pensar que ningún oriental fuese a visitarles en medio del río. Sin embargo, hizo un esfuerzo por mantenerse despierto y ojo avizor cuando le llegó su turno de haver guardia junto a Hallfrid.

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20/03/2019, 00:25
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 204

El silencio de la noche se sentía por doquier, pero no se trataba de un silencio absoluto, solemne, como el de las noches carentes de luna. El rumor de las aguas del río grande permanecía como telon de fondo, salpicado aquí y allá por "los quejidos de la noche", como solía denominarlos el joven Rohir. Los insectos, el vaiven de los juncos mecidos por el viento. Y más lejano, el rumor de las copas de los arboles y el chapoteo de los habitantes del río.

Su turno de guardia junto a Hallfrid discurría sin interrupciones. Ambos eran hombres callados y apenas un par de gestos y voces quedas sirvieron para ponerse de acuerdo durante la noche.
En un momento de la guardia, Hallfrid se dirigió a Edan.
Este hizo un gesto de no comprender a que se refería al principio, pero enseguida se puso en situación y asintió con un leve movimiento de mentón.
Nada de importancia respondió mientras trazaba una panoramica en dirección a la orilla este....tan solo me preguntaba como os ganabais la vida...apenas nos conocemos y no estaría de más poner en común nuestros talentos si vamos a enfrentarnos juntos a esos salvajes.
Tal vez antes del futurible enfrentamiento tuviesen tiempo para practicar un poco con la espada y de ese modo desentumecer un poco los huesos. Edan ya no recordaba las sensaciones de la última vez que habia esgrimido un arma. Habia perdido "el toque" y no le importaría recuperar algunas de las sensaciones que hacian de un hombre, un guerrero.

La luna jugaba al escondite con algunas nubes pasajeras, y "los quejidos de la noche" seguian orquestando la vigilia de los guardianes. Para Edan, aquello eran buenas noticias

- Tiradas (1)

Notas de juego

Percepción.

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20/03/2019, 00:40
Ional

Turno 204

El viaje por el río no fue igual que en la barcaza llamada "el madero" en el que montaron antes de llegar a las cascadas del Rauros. Ahora viajaban en unos botes bastante más pequeños, tanto que solo cabían tres personas. Eso hacía que el manejo de las mismas fuese más dificultoso que con la gabarra, quien la manejaban a la perfección los tripulantes y el dueño.

Pero por fin llegaron a las bocas del Entaguas. Cada paso que daban llenaba de emoción al joven dunadan. Nunca antes había estado allí y ver aquel lugar era emocionante. No era tan bonito a los ojos del montaraz, pero si que era un sitio singular que tenía su propio encanto.

Cuando llegaron Ional ayudó a montar el campamento en una de las islas y comió gustoso lo que hicieron de cena. Luego, cogió un poco de tabaco que ofreció el enano y fumó con él, mientras escuchó la historia de Leofred.

Gracias amigo. Creo que este es un gran momento para descansar y fumar un poco. Y mucho mejor si alguien cuenta una historia de miedo delante de un fuego. Y muchísimo mejor después de cenar tras un largo día sin probar bocado. Esta noche dormiré como un tronco, espero que no me coja el barquero del colmillo. Despertadme cuando me toque hacer guardia.

- Tiradas (1)