Tras aquella revelación, en donde Mimo ciertamente estaba seguro de que iba a darse en algún momento aunque probablemente no hacia las personas correctas, este se quedó sin palabras, quizás por primera vez en mucho tiempo. Sea como fuere, el caso era el mismo... seguir metiéndose con Kimiko.
-Aún estás a tiempo de serlo... -Comentó Mimo con los brazos cruzados mientras se giraba y se dirigía hacia Dyron- Tal y como había dicho, teníamos un traidor entre nosotros, Anlin era la bruja y Ryuu tiene un pacto con ella. Al parecer a medida que eliminabamos esos generales ella los iba absorbiendo para ganar poder. Y ahora está completamente recuperada. Así que...
No quería decir nada al respecto que fuera contra el, contra sus sentimientos, la traición a pesar de haberla visto venir dolía, por lo que este espero a que los otros del grupo decidieran qué era lo que debían de hacer, cual era el siguiente paso en toda esta contienda...
Al entrar en la sala del dragón, Sterling se preparó a analizarlo. Era enorme y aunque habian derrotado al gusano que era incluso mas grande, tenia serias dudas de poder contra un oponente tan poderoso.
Pero sus dudas se quedaron sin resolver pues Anlin, casi con un gesto desdeñoso eliminó ella sola al dragón. - Pero que...? - El Cyborg no entendia nada.
Luego soltó un discurso de preguntas, y Ryuu la respondió. Esa chica resultó ser la Bruja a la que andabamos buscando todo el tiempo. Y Ryuu tenia alguna clase de pacto con ella. Al parecer tambien fue sirviente suyo de alguna manera. De alguna manera parecia resignado... Como si no le quedase otra opción.
Entonces desaparecieron.
Al momento entró el otro grupo pidiendo explicaciones, pues Lenore habia sentido el poder de la Bruja.
- Es como dice Mimo... - Corroboró. Habian estado ayudando a la bruja en lugar de debilitarla. Era demasiado para poder procesarlo todo de una vez, incluso con la capacidad de procesamiento de Sterling.
- Vamonos. Recojamos a Ikku y larguemonos... - Propuso. - No tenemos nada mas que hacer aqui.
Antes de salir, al cyborg se le ocurrió recoger la espada oscura de la bruja. Tal vez les serviria de algo.
Los ojos de Lenore, habitualmente brillantes y llenos de curiosidad, se entrecerraron con una expresión de sombría confirmación al escuchar las palabras de Mimo y Sterling. Su rostro, pálido bajo la tenue luz del salón del trono, reflejaba una mezcla de frustración y remordimiento.
Ya decía yo que tanto Ryuu como Anlin olían mal... - mustió Lenore, su voz cargada de un tono de culpa apenas contenido. - Tendría que haber insistido más. Esa frialdad... esa aura extraña que a veces los envolvía... Debí haber confiado en mi instinto. Pido disculpas, me dejé llevar por la fraternidad que ambos desprendían y no vi lo que estaba justo delante de nuestras narices.
Dyron, aún con la adrenalina de la llegada repentina corriendo por sus venas, escuchó las revelaciones con el rostro desencajado. Su habitual jovialidad y optimismo se habían desvanecido, reemplazados por una incredulidad sombría.
¿Anlin... la Bruja? ¿Ryuu... trabajando para ella? No... no puede ser verdad - balbuceó Dyron, negando con la cabeza como si intentara deshacer la realidad de lo que acababan de escuchar. - Luchamos juntos... compartimos tantas experiencias... ¿cómo es posible? ¿Todo este tiempo...?
Naden, habitualmente observador y analítico, permaneció en silencio, su mirada fija en el suelo polvoriento. Su rostro, normalmente animado y expresivo, mostraba una profunda consternación. Parecía estar procesando la información, intentando encajar las piezas de un rompecabezas siniestro que acababa de revelarse. La traición de alguien tan cercano la había afectado profundamente, dejándolo sin palabras por el momento.
Los ojos de Ashter se inyectaron en sangre, sus puños apretados temblaban visiblemente. - ¡¿Pero qué coño estáis diciendo?! - rugió Ashter, su voz quebrándose por la incredulidad y la rabia. - Anlin es muchas cosas, una inútil cabezahueca, ¡pero también la nieta de Yindal, joder! ¡Nos hemos criado con ella! ¿La Bruja? ¿Ryuu un traidor? ¡Estáis completamente locos! No... no me creo ni una sola palabra de esta mierda.
Era evidente que el mejor amigo de Anlin, su compañero de la infancia, se negaba a creer todo lo que estaba sucediendo.
Finalmente, con paso vacilante y la mirada aún algo perdida, Ikku hizo acto de presencia en el umbral del devastado salón del trono. Aferraba con ambas manos un libro de aspecto antiguo y encuadernación desgastada, como si fuera un objeto frágil y valioso a la vez. Su voz, aunque aún tímida, resonó en el silencio tenso de la estancia.
Disculpad... he encontrado algo... quizás pueda ser útil - murmuró Ikku, acercándose lentamente al grupo. Detuvo sus pasos a una distancia prudente, observando los rostros sombríos y la atmósfera cargada de incredulidad. - Es... un libro sobre el despertar del potencial oculto. Podría... podría usarse en todos vosotros... si queréis.
Por su parte Mimo no tenía muchas palabras más que comentar al respecto de lo ocurrido, si decidían no creerle allá ellos; una cosa estaba clara y esto era que todo se habia vuelto mucho más difícil de manera repentina pero que, aún así, esto no implicaba que habia que perder la esperanza.
-Lo que esta claro es que nos ha costado mucho derrotar a los otros Generales, y si ahora su poder esta todo combinado en la bruja esto... -El joven cambiaformas miro hacia abajo tan solo para volver a levantar la cabeza lleno de convicción- ¡Eso significa que si la derrotamos podremos acabar con ella para siempre!. ¡Un último esfuerzo más!.
Cuando el recien rescatado comento de aquello, este aceptó sin dudar.
-¡Eso!. ¡Eso!. -Exclamaría Mimo- ¡Toda cosa que nos pueda acercar a derrotar a la Bruja es bienvenida!. ¡Excepto las drogas!. ¡Los campeones no toman drogas!.
Sterling entendia a los compañeros.
- Conocia a Anlin desde hace menos que vosotros, y aun asi me cuesta creer que fuera ella... - Le dijo a Ashter. Las traiciones dolian, precisamente porque llegaban de gente en la que confiabas mas. No se le ocurria nada mas que decir.
Entonces Ikku apareció con información y una suerte de buenas noticias.
- Todo lo que pueda ayudar es bienvenido. - Le dijo al joven recien rescatado. - Gracias.
Ikku se adelantó unos pasos, el antiguo libro abierto en sus manos temblorosas. Cerró los ojos por un instante, como si buscara las palabras adecuadas en su memoria recién recuperada. Luego, con una voz suave pero firme, comenzó a recitar una serie de frases en un idioma arcaico, desconocido para la mayoría de los presentes.
Las palabras resonaban con una extraña melodía, llenando el aire del salón del trono con una sensación tenue pero palpable de energía. A medida que la recitación avanzaba, una ligera calidez se extendió por la estancia y a pesar del desánimo que aún pesaba sobre ellos, una sutil sensación de renovada esperanza y determinación comenzó a florecer en el grupo. Sus rostros, antes sombríos, se iluminaron ligeramente, como si una pequeña chispa se hubiera encendido en su interior.
Cuando Ikku terminó el conjuro, un silencio expectante llenó la sala. Fue Lenore quien rompió el silencio, su voz aún teñida de preocupación. - ¿Y bien? ¿A dónde vamos ahora?
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Dyron se encogió de hombros, con el rostro sombrío. - Sin Galiana... no tengo ni idea. Ella siempre parecía saber donde ir, después de todo, ya había tenido toda esta experiencia en el pasado... - el ambiente se volvió algo tenso otra vez. Galiana, una de las cuatro heroínas del pasado, había desaparecido junto con Anlin y Ryuu, lo cual generaba una pesadez enorme en el grupo.
kku, aún sosteniendo el libro con cuidado, levantó la mirada. - En el pasado... la Bruja tenía su hogar en una pequeña isla al norte del Bosque Zinalid. Se llegaba cruzando parte del mar.
Con la máquina voladora podríamos llegar sin problemas. Pero... Chispa no está aquí... - La mención de la ausencia del piloto generó una inmediata inquietud en Naden, quien hasta ahora había permanecido en silencio, observando la escena con una mezcla de shock y preocupación. - ¿Quién va a pilotar la nave?
Sterling se sintió vigorizado por las palabras melodicas de Ikku. No entendia como funcionaba nada de aquello, pero ya hacia tiempo que habia renunciado a tratar de entender la magia de aquel tiempo. Aceptó la magia y sonrió.
- Gracias Ikku.
Al parecer iban a perseguir a la bruja. Y tal vez recuperar a Ryuu. Por cargante que fuera, le tenia aprecio.
- Yo pilotaré. Soy quien mas familiarizado con esa tecnologia estoy. - Cierto que a la venida, Chispa habia hecho casi todo el trabajo, pero Sterling habia estado aprendiendose los controles y los mandos de vuelo. Creia que podia conseguirlo.
Heal...
Empecé a curarme oyendo hablar a unos con otros en silencio estaba impactada por lo que acababa de pasar. Aún noe lo podía creer... Jamás esperé eso de ella.
Mimo... Ese colgante que me diste hace tiempo... ¿Me puedes decir cómo funciona? Quizá podíamos ir al pasado para descubrir algo importante para derrotarla de una vez por todas.
Revisan el medallón, pero parece que no haberlo usado durante tanto tiempo lo ha descargado totalmente. Si hubiera tenido un flujo de magia constante y hubiera sido usado varias veces, seguramente su carga mágica habría ido en aumento, permitiéndole al usuario viajar cada vez más atrás o más adelante en el tiempo... Pero ahora solo era un adorno bonito.
En el castillo flotante, la decisión se tomó con una mezcla de urgencia y sombría determinación. Tras un breve y sentido adiós a Ikku, quien prometió seguir investigando en la biblioteca cualquier pista que pudiera ser útil, el grupo se dirigió hacia donde la máquina voladora aguardaba. Sterling, a pesar de su preocupación por la ausencia de Chispa, tomó los controles con una resolución tensa. Miveil, aunque aún visiblemente afectada por la traición de Anlin, se esforzó por mantener la compostura, su mirada fija en el horizonte. Lenore, con una determinación silenciosa, revisó mentalmente sus artes mágicas, mientras que Dyron y Naden se aseguraban de que todo estuviera seguro para el viaje.
Con un zumbido creciente, la máquina voladora se elevó suavemente sobre el castillo, dejando atrás la desolación flotante. El avión parecía estar crepitando mientras se dirigían hacia el norte, hacia la ubicación que Ikku les había proporcionado, la isla donde la Bruja había tenido su hogar, parecía que iba a ser un viaje solo de ida.
La silueta oscura de la mansión, aunque aún lejana, se grabó en sus mentes como el destino final de su desesperada misión. La ausencia de Chispa se sentía como un vacío palpable en la nave, añadiendo una capa extra de incertidumbre a un viaje ya de por sí peligroso. Sin embargo, la necesidad de enfrentarse a la Bruja y de alguna manera, salvar a la Anlin que conocían, los impulsaba a seguir adelante, surcando el cielo crepuscular con la esperanza tenue de encontrar una respuesta en el corazón de la oscuridad.