Partida Rol por web

Me adelanto hasta situarme junto a Parriwimple, y miro intensamente a la frutilla que se ha desmayado a su pies al recibir dos certeros porrazos por parte del forzudo Burgomaestre.

- "No, Herr Parriwimple. Yo os protegeré. Vos debéis llevaros a esta frutilla para que no puedan usarla en su maligno ritual. Sólo vos sois lo bastante fuerte para cargar con su peso." -

-A la carrera ¡YA! -ordenó Helene expeditiva-. No hay tiempo que perder.

Y fiel a su palabra, echó a correr a la mayor velocidad posible. Llevar una armadura no era la mejor de las ayudas en aquel sentido, pero no había otra posibilidad. "Muerto el burro, la cebada al rabo", pensó la clérigo, lamentándose de no haber dejado la armadura a buen recaudo. Pero claro, ¿y si la pelea hubiera sido inevitable? No, nunca exisitía una solución óptima y todo tenía sus pros y sus contras. Era ley de vida.

¿Popopor qué corremos? ¿No hemos gaganado ya?

Ada salió al patio, apurada. Ni siquiera tuvo tiempo de fijarse en que una de sus ex-compañeras estaba, quizás inconsciente, quizás muerta, junto al hombre que le había robado el corazón.

Todos los niños y mujeres que habían ayudado a Ivalic y a Helene salieron huyendo del dormitorio y empezaron a bajar la colina, unos cien pies por detrás de Melinda, pero Helene se quedó descolgada por culpa de su armadura, y no llegó a salir del perímetro de las ruinas.

La entrada del edificio estaba destruída, y ya no había una puerta que Ivalic pudiese cerrar, pero después de dejar pasar a todos, arrastró la litera hasta el umbral, estorbando el paso. Entre la cama de arriba y la de abajo, Ivalic vió a la frutilla Adele levantarse e ir hasta su compañera Ada para comprobar su estado.

En eso, Parriwimple y Urik se reagruparon en el centro del patio...

-¡Sigue corriendo Ida! ¡No queremos seguir luchando con tus amigas ni que salga Baba Zelenna, es mejor marcharse lo más lejos posible!

El niño echó a correr tras sus amigos después de haber puesto una litera en el camino de Adele, aunque esta optó por mirar el estado de su compañera en vez de perseguirlos, el niño esperaba que pudiera curarla y que no les diera más guerra. Enseguida se puso a la altura de la Señora Helene.

-¡Corra Señora Helene! De momento no nos sigue nadie, pero podrían salir en cualquier momento. Debemos llegar con Parriwimple y Herr Urik.

-Ya quisiera pero esta armadura pesa lo suyo y yo ya no soy una jovencita -jadeó Helene que pese a todo sonrió al muchacho-. Y tú Ida, acelera el paso. Si permanecemos aquí, habrá una lucha y es lo que queremos evitar. Si te quedas, sabrán que les has traicionado y eso no será bueno para ti. Si vienes con nosotros, Parriwimple cuidará de ti -dijo entre ufs y arfs tras coger a Ida del brazo y obligarla a correr con ella.

- Entonces correr- dice Parriwimple al ver que ya están todos saliendo, habiéndoselas arreglado para ponerse al hombro la frutilla inconsciente, y saliendo afuera... aunque siempre evitando que nadie vaya detrás de él.- Todos correr delante Parriwimple.

- "¡Vayamos, pues!" - Me apresuro a correr en la misma dirección en la que vaya Herr Parriwimple con su presa, y me extraña que no me adelante, pues es mucho más fuerte que yo y no lleva armadura.

En el tiempo que Adele curaba a Ada y juntas apartaban la litera para poder salir, los asaltantes estaban demasiado lejos como para ser alcanzados por un rayo abrasador.

Corrieron ladera abajo, y no fueron perseguidos. O eso le dijo mentalmente Hack al Caballero del Cuervo. Y eso que Urik y Parriwimple no iban demasiado rápidos. Ellos dos llegaron los últimos de nuevo al camino, junto a los prisioneros Hurn y la nueva frutilla. Allí, Vjelkus ventilaba como un fuelle, mientras Natalija agitaba un pañuelo para abanicarle.

¡Vjelkus! Vjelkus, ¡¿estás bien?! No te mueras.

Ja-ja. ¡El gordo pájaro dodo nunca corrió más rápido!-se burló, desde el interior de su jaula.

Firan e Ida también recuperaban el aliento. Melinda, sin embargo, ya no estaba. La gitana siguió corriendo por el camino en dirección a la Encrucijada, para volver al campamento gitano. Ni siquiera les dió las gracias por liberarla.

En aquel breve impás para descansar, Helene revisó las heridas de la frutilla que había tumbado Parriwimple. Se pondría bien, pero no despertaría hasta el amanecer. Ni siquiera tendrían que atarla.

Pero el sol se acaba de ocultar, y el camino hasta el pueblo resultaba más tenebroso y amenazante que durante el día...

Parriwimple miró un instante hacia atrás, y luego miró la comitiva que ahora dirigía, con gesto preocupado. ¿Cuantos eran exactamente? Empezó a contar, pero se equivocó. Luego volvió a hacerlo.

El grupo corrió sin descanso, unos más ligeros que otros eso si, hasta que no pudieron más y se aseguraron que los frutos rojos no los seguían. Ivalic se paró unos instantes a tomar aliento, aunque se acercó a donde estaba su madre intentando darle de aire a su amigo Vjelkus.

-Mama. ¿No está demasiado rojo? Si parece una frutilla, dale más aire. Vjelkus ¿Te encuentras bien? -Se volvió hacia su madre para tranquilizarla.- No se preocupe Señora Helene, creo que solo es el esfuerzo de haber corrido tando. Los últimos días estamos haciendo mucho ejercicio.

Y es que aquello de hacer el bien era muy cansado. En los libros y novelas que leía siempre se escribía sobre que los buenos perseguían al mal, pero en su caso eran ellos siempre los perseguidos. ¿Acaso no serían tan buenos? Ivalic miró al paladín que llegaba rezagado junto a Parriwimple.

Vamos con un paladín, tenemos que ser los buenos...

Y mientras él y el resto del grupo recuperaba el aliento, decidió que era hora de hacer balance, al menos esta vez había merecido la pena.

-Bueno, pues no ha salido mal del todo ¿Verdad? Ahora si que no podrán invocar ningún demonio, ya solo son dos frutos rojos. Tenemos a Ada, Ida, Katta está con nosotros y también mi madre y Helene. Firan, Vjelkus, Parriwimple, Herr Urik y yo somos hombres así que tampoco servimos. Y la vistani estará ya casi en su campamento. ¿La habéis visto? ¡Eso si que era correr! Ahora solo tenemos que ir al pueblo, porque ya se ha hecho tarde, mirad que oscuro se está volviendo todo... Menos mal que somos un grupo numeroso, nadie se atreverá a molestarnos. ¿Verdad Herr Urik?

- "¿Seguro que no podrán intentar el ritual incluso sin tener todos los frutos rojos necesarios? Quiero creer que hemos hecho todo lo necesario para frustrar por completo toda posibilidad de invocar al demonio, el Señor del Verdor. ¿Qué opináis?" -

Trato de recuperar el aliento mientras hablo, preocupado por si hemos calculado algo mal y Baba Yelena puede de todos modos llevar a cabo el ritual.

El niño sacudió la cabeza, no porque tuviera la certeza de que aquello no sería así, si no más bien porque se negaba a pensar que después de tantos esfuerzos y de conseguir rescatar a su hermana e incluso traerse otro de los frutos todo fuera en vano.

-No creo, si pudieran invocarlo igual no se habrían molestado en secuestrar más mujeres. -Ivalic se volvió hacia Ida, si alguien sabía la respuesta debía ser ella.- ¿Que dices Ida? ¿Podremos dormir tranquilos sabiendo que mañana no habrá un demonio suelto por estas tierras? Por favor di que si, di que si...

Regueros de sudor caían bajo la armadura de Helene. Cuando cocluyera todo aquello, debería buscar una buena bañera y darse un fregado en condiciones.

-La muchacha está bien. Dormirá hasta mañana pero no tendrá más problema que algún moretón y quizá dolor de cabeza. Sigamos adelante. Oscurece y cuanto más permanezcamos aquí, más riesgo corremos. Pronto se darán cuenta de lo ocurrido y saldrán en nuestra búsqueda -lanza en mano, murmuró un hechizo de luz para que esta brillara como una antorcha e iluminara su camino-. Rápido. Esto no aguantará más de cuarenta minutos.

- Parriwimple no seguro- dijo respirando pesadamente y sonriendo para luego poner su mano sobre Ida, un instante- Pero Parriwimple contento. Rescatar amigos, y no matar nadie. Eso siempre bueno. Pariwimple no enfadarse porque gitana ordenar con mente a amiga de Ida atacar a Parriwimple. Así haber podido traer también amiga de Ida. A lo mejor amiga de Ida también comprende lo que hacer mal Baba y volverse amiga. No como Ida porque Ida especial, pero sí amiga.- al chaval había que reconocerle que le costaba razonar. De hecho llevaba todo el camino pensando en qué decir. Pero lo intentaba- Parriwimple muy contento todos bien. Muy contento Ida ayudarnos y todos poder escapar. Sigamos pueblo. ¿No hacer daño a Katta cuando capturarla?-  preguntó, repentinamente preocupado, mirando a Ivalic y a Natalidja.

¡No es Ada! ¡Es Idalecia, la que vigilaba encicima del tejajado! Ada se quequedó en los dordodormitorios-corrigió a Ivalic, indignado por que las confundiese-. Ya no se puede convovocar al Dios del Verdor hasta por lo menos dentro de muchos años.

Ida enmudeció cuando Parriwimple dijo de ella que era especial, pero la chica solía sonrojarse con frecuencia cuando estaba cerca del Burgomaestre. Quizás se tratase de algún problema circulatorio, o algo.

Ahora que estaban más quietos, Parriwimple pudo terminar de contarlos...

Dos cuervos, Hurn y Hack.

Dos frutillas rojas, una de ellas especial, Ida e Idalecia.

Dos niños hermanos, Ivalic y Katta.

Dos niños no hermanos, Vjelkus y Firan.

Dos adultas mamis, Natalija y Helene.

Dos adultos no mamis, Parriwimple y Urik.

¡Somos doce! Arf, arf...-dijo Vjelkus al ver a Parriwimple esforzarse en contar-Ya... ya me encuentro mejor. Vamos.

Se pusieron en marcha en dirección al pueblo. Normalmente, tocaría volver a correr por la Encrucijada antes de que los fantasmas se levantasen de sus tumbas atraídos por las auras de Helene y Urik. Sin embargo, al llegar al desvío vieron que los fantasmas ya habían salido de sus tumbas, sin provocación previa. Cosa de la noche, que hace que salgan de parranda. Seguramente salgan todas las noches, pero ellos no están allí para verlo.

En el descuidado cementerio de la Encrucijada vieron a una cara conocida extendiendo un aceite por su cimitarra, acorralada entre un puñado de espíritus.

¡Es Melinda!

Sí. Melinda. La gitana no había tenido tiempo de llegar a su campamento, y ahora trataba de defenderse de los fantasmas para poder volver con Madame Eva.

Arf, arf... Id vosotros. No os preocupéis-dijo, aún visiblemente cansado-, yo me ocupo de defender a las chicas.

Vjelkus, Katta, Natalija y una inconsciente Idalecia se quedaron más retrasados en el camino, mientras que Parriwimple, Helene, Urik, Ivalic, Firan e Ida corrían para tratar de salvar a Melinda. ¿Lo merecía? Tal vez debiesen dejarla morir...

-Bueno... es que con esas túnicas parecéis todas iguales. ¿Idalecia? Que nombre tan... -El niño iba a decir feo, pero seguramente su madre, la Señora Helene o la misma ida le riñeran, así que tuvo que cambiar la palabra en el último momento.- original, si, eso original.

Cuando Vjelkus recuperó el aliento el grupo siguió el camino hacia el pueblo, hasta que llegaron a la encrucijada donde se encontraba el cementerio. Allí los fantasmas ya había salido a pasear y aquello sería un problema pues ahora eran un grupo grande y les resultaría más difícil esquivarlos. No tardaron en darse cuenta que estaban ocupados atacando a la vistani.

-¿Crees que es lo mejor Vjelkus? Esa mujer ha intentado matarnos dos veces ya y mientras los fantasmas están entretenidos con ella nosotros podríamos pasar sin problema. Píensalo bien, ni siquiera tendrías que correr ¿No te gusta la idea? -Sabía que su amigo vería con buenos ojos todo lo que no fuera tener que salir corriendo escapando de los fantasmas, pero también sabía que no era él el que tomaría la decisión final- ¿Que opinas Parriwimple? ¿Herr Urik? ¿Señora Helene?

- "Lo que dices muy cierto, Ivalic. ¿Pero acaso no es nuestro deber ayudar a los vivos contra los no muertos?" -

Preparo la Espada de Frau Ashlyn y mi escudo, mientras observo con intensidad a Herr Parriwimple y a Frau Helene, esperando su decisión antes de cargar de cabeza a la refriega.

Parriwimple iba a actuar pero...

- No querer hacer daño gitana que atacarnos. Confundida. Pensar nosotros malos y hacer mal a gitanos, aunque no querer. Fantasmas malos seguros. Dejarla sin ayudar malo. Natalidja ir con Katta mientras peleamos. Vjelkus, Firan e Ivalic haber ayudado, pero ser niños. Ellos tener que elegir. Parriwimple no dejar mujer viva sola para confet.. condet... vonvertira en fantasma también.