Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 2.5] Mucho se ha perdido

Cargando editor
26/10/2018, 23:06
Morgana Whiterocks

Escuchó las explicaciones de Daniel y las dos hermanas. Algo seguía sin encajar, era absurdo. ¿Sólo ella se daba cuenta? Le extrañó la vehemencia de Cass, aunque no le molestó su tono, no precisamente a ella. La vio entera y decidida tras ese supuesto trance, con su visión habitual  de aceptación o resignación. Demasiado, extrañamente serena en contraposición a Clem. Morga no se creía del todo las explicaciones. Frunció la boca hacia Trish- Eso no es así, Trish. Si buscan esa puta cruz pueden encontrar a Hope, a Robin. Y en menos de lo que dura una meada los tendrás aporreando tu puerta. –De largo conocía como llevar a cabo una incursión, una razzia de limpieza, rápida, efectiva. ¿Pero matarlos a todos por una cruz? Algo más había. Negó con la cabeza- No busco jodida venganza, sino información para tomar decisiones. Y la vuestra es confusa –miró a Daniel- No estoy alterada, ¿tú sí? Siéntate y come –el estado de nervios a flor de piel y las sensibilidades alteradas no se le pasaban por alto. Su vista fue hacia Cass- ¿Y ya está, Cass? He olvidado mi capucha. Yo no he tenido putas visiones, no he visto ese fuego ni a los muertos. Y no tengo problema en ponerme en marcha ahora mismo. Quiero comprender. Creo que todos aquí lo necesitamos. Y no entiendo una mierda. No confundas mis preguntas con mis intenciones.

Pero después llegó un aluvión de aclaraciones, críticas, reproches. Encontró una información que la dejó, primero muda, perpleja, luego abrumada, confundida, por su contenido. El sin sentido de las palabras de Skyler. La clave del tiempo estaba ahí. Incomprensible, irreal, imposible. Su vista se balanceó hacia la chica, Hope, y a Skyler. A Trish. La miró como si no la conociese. A la peliazul y después a su hermana. 

Un cúmulo de sensaciones y memorias provocaron que guardase silencio, en apariencia procesando y analizando la información.

La voz serena y firme de Kane le llegó en ese momento, distante, apagada, "siempre el mismo sermón cansino",  y sin querer se dibujó una mueca siniestra en su boca, “los muertos se lloran después”. Morgana fue consciente, de una manera angustiosa, de lo extremadamente lejos que se encontraba de todos los presentes. “Una extraña” . Sus ojos se estrecharon, su mirada se enturbió. Se mordisqueó los labios. La humedad viciada y el polvo antiguo  de la cripta se colaron de nuevo en su nariz. 

Emergió de su ensimismamiento con una tibia sonrisa y un encogimiento de hombros leve- Trish, ¿también le pregunto al puto Dima sobre lo que ha dicho Skyler? -miró a esta, a su primo; luego a Cass- Hay mucha mierda aquí. Necesito aire -se giró para salir de la estancia hacia las escaleras no sin antes dedicarle otro saludo jovial a Áxel- Me alegro la hostia de verte, violinista.

Cargando editor
26/10/2018, 23:18
Morgana Whiterocks

Morga estaba habituada a estas situaciones; caos, confusión, ira, despropósitos. Sin embargo lo que dijeron ambas muchachas, Skyler y Hope, se entremezcló en su cabeza con otros momentos y lugares: la autoridad enigmática en la voz de Clem, su alucinación,  “ha sucedido antes”,  la visión de Cass…Le zumbaban los oídos al recordar y visualizar sus propias experiencias aterradoras y todo ello provocó que se bloquease en esos pocos segundos.

Se quedó sin palabras como pocas veces en su vida, como aquella vez tras el oscuro discurso del viejo tuerto. Le subió desde el estómago la agitada y revuelta sensación del desconcierto, del engaño, de haber vivido rodeada de secretos. 

Aunque quizá era solo su mente ofuscada que no soportaba respirar en una habitación llena de secretos de familia. Y de Kane.

Notas de juego

Esta parte es una breve descripción de los pensamientos de Morga. Solo para ella.

Cargando editor
27/10/2018, 00:17
Clementine

Nick creía en Dios.- dijo, encogiéndosele la voz en un inicio, al notar que había hablado en pasado- Estaba enfadado con Dios. Pero no negaba Su presencia. -corrigió, en una suerte de suspiro trémulo- Y yo... No puedo negar a Dios. No puedo no desearle a nadie que su alma quede a buen recaudo. No puedo no desearles la paz de espíritu. Dios es mi vida, consagrada a la fe. -añadió, con un gesto de profunda disculpa- No puedo negar a Dios, negándome a mí misma. No seré Pedro, en este, mi hogar. Lo siento, Trish. No puedo no rezar por Nick. No puedo no querer que encuentre la paz, a la manera en la que yo la entiendo. ¿Supone una diferencia realmente que lo haga en privado, o que lo haga delante de otros, si al final igualmente, lo haré? - preguntó, con tristeza- Y a pesar de todo, Nick me respetaba. Compartimos momentos, confesiones, en esa capilla en la que fruncía el ceño y en cambio abría su espíritu. -comentó, apretando los labios en una fina línea- Su fe era complicada. Quebrazida. Pero no inexistente. Y de nada sirve que oficie una ceremonia en la que Dios no se muestre en mis labios y permanezca en mi mente. Desde allí en donde esté... Nick entenderá que tal cosa no nace de mí. Entenderá que estoy siendo hipócrita y que en realidad rezo por él, en pensamiento. -respondió, aún con lágrimas en los ojos, fruto del desasosiego que aún sentía a causa de la noticia, y de la desazón que le producía presenciar, escuchar, el resonar de las pisadas del jinete bayo a galope, emanando de aquellos que ahora eran su familia, sus hermanos. Una desazón en la que su único consuelo resultaron ser las palabras de Kane, cargadas de sensatez, de prudencia, de entereza y comprensión. 

Miró hacia el pistolero, profundamente agradecida, dedicándole un asentimiento a modo de reconocimiento, antes de que Morgana comenzase a abandonar la sala común, alargando la mano entonces, haciendo un gesto a Bentley con el que pretendía que acudiese a ella, para acariciarlo y tranquilizarse, antes de hablar- Kane tiene razón. Debemos emplear la mesura y la cautela en todo esto. Debemos recordar lo que nos une, y no aquello que puede separarnos. - indicó, tragando saliva- El Mal está presente en este mundo y de eso no cabe duda. El Mal ya se ha cobrado suficientes vidas hoy como para que sigamos alimentando su lumbre. -afirmó, en lo que casi sonaba como un ruego.

Apartemos la desconfianza. Respondamos nuestras preguntas. Compartamos el pan, y las vivencias, en esta noche que se presenta especialmente oscura.-pidió, tragando saliva- Predicaré con mi propio ejemplo y comenzaré confesando que ya temía aquello que me habéis contado al llegar, desde antes de que emprendiésemos el camino de vuelta desde El Barrio.-indicó- Y es que... Recibí una Señal. Perdí el contacto con todo aquello que me rodeaba, y de repente, me encontré a mi misma en ese campamento. -explicó, mirando hacia unos, y hacia otros, acongojada- Y vi el fuego. Vi los cuerpos. El campamento y los árboles ardiendo... Vi a Nick, y a Nathaniel, tendidos sobre el suelo, ensangrentados, sin vida. Y escuché la voz de una mujer.-indicó, realizando una pausa breve pero necesaria.

Se llamaba Marjolein. Y no dejaba de repetir que aquello no debía haber ocurrido. Que no debía ocurrir... -dijo, abrazándose a si misma- Me dijo, que la treceava aún no había despertado. Que era demasiado pronto. Que debía proteger la cruz...-miró entonces hacia Robin, aquel que había hablado primero sobre aquel símbolo- Me dijo que Robin sabía. -indicó, con una mirada significativa, que quizá hacía referencia a algo que sólo ella y el joven pelirrojo podrían entender.

Cuando desperté, me encontraba en la cripta de una iglesia abandonada, en medio de la zona Latina. -apuntó- No sé cómo, guié a Kane y a Morgana allí. El altar, al parecer, se podía deslizar de alguna manera... Y bajo él había una escalera que llevaba hacia la cripta. -explicó- En la cripta encontramos una inscripción. Morga la lleva apuntada en su cinturón. No supimos leerla. -confesó. 

- Quizá os sentís tentados de poner en duda lo que os cuento.- dijo, mirando a cada uno, diáfana y honesta- No tengo necesidad de mentiros. Menos en este momento tan... Complejo. -añadió, contrita- Si no queréis creer que Dios me ha permitido ver todo aquello, podéis cambiar Su nombre. Llamadlo Destino, o símplemente, creed en mí, como lo podréis haber hecho en otras ocasiones. 

 

Cargando editor
28/10/2018, 09:52
Cassandra (Cass)

Cuando Skyler reventó soltando mierda por la boca, los ojos de Cassandra se clavaron en ella con un brillo extraño para muchos, pero no para unos pocos. Si alguien se fijó en ella pudo ver como su cuerpo temblaba ligeramente, aunque no parecía que fuese por debilidad ni por miedo ni por frío, más parecía que estaba tratando de controlar su cuerpo para no moverse.

Así pasaron distintas intervenciones, mientras unos y otros hablaban la buscadora apretaba los brazos contra su cuerpo y hundía un poco más las manos en los bolsillos, mirando a un punto indefinido de la pared. Hasta que Clementine contó lo que había visto y Morgana empezó a irse.

-¡Morgana! -elevó la voz más de lo que había querido, pudiera ser que la tensión de su interior tenía que salir por algún lado y lo hiciera por lo único que había movido, dándose cuenta recuperó su tono habitual cuando siguió -Las unicas intenciones que he podido transmitir sin querer, son las mías y sé que no debo seguirlas. Si buscas respuestas creo que es mejor que no te vayas. -su vista se paseó por todos antes de empezar a hablar de nuevo -Ya que queréis la versión larga seguiré la estela de Clem, y al igual que ella me da igual si lo creéis o no, es la verdad que yo conozco. No tengo epilepsia ni estoy falta de vitaminas, de vez en cuando puedo ver destellos del pasado o del futuro. Yo soy la "amiga anónima" de Trish que sabía información sobre el bebé y su madre, no podía quedarme sin hacer nada por él. Creía que ya lo controlaba y sólo me pasaba cuando yo quería, pero hoy... -por un instante su máscara se deslizó un poco y se atisbó parte de lo que sentía, dolor y culpa, volvió a ponérsela de inmediato para poder continuar -La visión de hoy no ha sido buscada, siento que ha sido un aviso, una llamada, un grito de impotencia. No debería haber pasado. -sus ojos miraron a Clem dándole la razón -Algo se ha torcido cuando estaba en proceso de arreglarse y quizás, si nosotras hemos sido avisadas, será por algo.

Negó con la cabeza, como si ni ella misma acabase de creerse sus propias palabras pero no encontrase otra razón, al menos no una que encajase con su sentir. Miró a la ex militar, su rostro era el de siempre: relajado y sincero -Que nadie sepa mi sufrir-.

-Si nos muestras lo que dice esa inscripción, puede que entre todos resolvamos esto.

Y por "esto" ella se refería a mucho más que al momento actual, porque su mente inquieta le había dado muchas vueltas a todo lo que pasaba y la conclusión a la que había llegado la llenaba de esperanza tanto como la aterraba, pero eso era algo que todavía no había compartido con nadie.

Notas de juego

Editado por arreglar negrita, la tablet me odia   u_u

Cargando editor
28/10/2018, 12:30
Robin

El pecoso rescató sus pupilas del fondo de la sopa de Skyler para agarrarse a la nariz de Cassandra y tirar del resto de su cabeza hasta exponerse a las miradas de todos.

Le costó salir de la seguridad de un monólogo privado para plantarse en la palestra y antes de poder responder a la buscadora se dió de bruces con un alud de preguntas que no dejaron a nadie sin enterrar.

Sus labios se abrieron buscando un poco de aire pero en su lugar tragaron más de lo que quería con el estallido de su prima.

No la temía, pero su cuerpo se contrajo con cada grito de la rubia como si lo hubiesen llenado a latigazos. Su mano tembló un par de veces y en un intento de disimular se encomendó a las cucharas que empezó a repartir como si fueran cartas en una timba.

Para cuándo ella acabó de gritar, el pelirrojo, encogido, buscó atrapar su mano en la suya robándole para sí la paz que ella no encontraba y devolviéndosela traducida en compañía, apoyo y pesame.

Aguantó callado incluso cuando Trish puso en alto su intención de aclarar lo de Dima pues una vez señalado tuvo la suerte de poder resumir con un asentamiento. Le vio.

Lo siguiente que dijo su amiga desligó sus dedos de Skyler, eso mismo creía desde que había empezado a correr entre el fuego. Su trabajo quedaba en sobrevivir e ir a por la cruz era hacer todo lo contrario. Era absurdo, arriesgado y plantarse una diana en toda la frente.

Quería encontrar a Alec y quería obedecer a su padre, pero ni lo primero era seguro por ir a la capilla, ni el segundo estaba ya en ese mundo. Cuánto más lejos estuvieran de esa cruz maldita, mejor les iría.

Se aprovechó del jaleo para soltar a Skyler definitivamente y fundirse en el contorno mientras los más fuertes y mayores hablaban. Incluso estuvo tentado a desertar del equipo de adultos y volver al de los niños que pueden llorar y alienarse a la azotea. Quería pero algo en él ya había dado el paso de no retorno a la madurez por lo que en su lugar empezó a preparar los vasos.

Hasta que Clementine llamó a Marjoline y sus rodillas perdieron toda la fuerza sin previo aviso precipitándose al suelo. El pelirrojo temblaba como una hoja, devastado y lleno de culpa que sentía como largas uñas arrancándole la piel a tiras desde el interior. Le había dicho que corriese, le había dicho que lo evitase, se lo había dicho y él había vuelto a fallarle, como llevaba haciendo desde que había nacido.

El peso curvó su espalda y la angustia, la culpa y el desazón terminaron de apretar el llanto que empezó a gotear fuera de él. Y avergonzado por el mero hecho de dejarse ver sentir, agachó la cabeza intentando esconderse.

Desplomado sobre sus piernas, se fue haciendo pequeño, comprimiéndose en una avellana cuyas manos dudaban entre cubrir su tez o abrazar su torso.

Mamá, mamá, mamá —lloraba y suplicaba su dolor una y otra vez—. Lo siento. No llegué. Lo intenté. No llegué. Lo siento. No llegué...

Cargando editor
28/10/2018, 19:09
Daniel Green

Siéntate y come.

Solo alguien como Morgana sería capaz de transformar la realidad para adaptarla a sus necesidades y además intentar que los confundidos fueran los demás. Se abstuvo de seguirle el juego, de darle explicaciones que parecía negarse a entender, de aceptar sus juicios tras un par de minutos de conversación. Si el mundo era la puta mierda que era, lo era gracias a personas como ella. De lengua y gatillo fáciles, capaces de mandarlo todo a tomar por culo tan solo porque tenían que demostrar que sus huevos eran los más grandes, no porque estuvieran convencidos de estar en posesión de la verdad.

La vio marchar en lo que parecía ser una demostración de lo que ella considerara necesario demostrar pero que tan solo era la huída de alguien con miedo, incapaz de proporcionar serenidad o calma a un grupo roto por la muerte de unos de sus miembros, alguien que solo sabía añadir crispación como respuesta.

Negó con la cabeza. Morgana sería probablemente la próxima líder del Morris y aquello no sería algo bueno. Se acabarían convirtiendo con el tiempo en un grupo paramilitar que, quizá algún día, acabara asaltando a otra comunidad por algo tan insustancial como una cruz, un cucharón de sopa o la pata de una mesa. No sería inmediato pero sí acabaría ocurriendo.

Pero su marcha se vio interrumpida por las declaraciones de Trish, Clem y Cass. ¿Qué era todo aquello? ¿De qué estaban hablando? La muerte de Nick, la llegada de Thiago, Robin... Nada era casual y nada era normal. ¿Visiones, augurios, teletransportación? Daniel se enderezó en su posición, confuso ante todo lo que oía, sin saber qué quería decir todo aquello.

Cargando editor
28/10/2018, 23:44
Trish

Después de las palabras que ya había dicho Trish se quedó en silencio de nuevo, escuchando cómo Hope empezaba a explicar un poco más de lo que había pasado. La escuchaba con los ojos en la mesa, imaginando todo lo que decía pero sin intervenir. Sin embargo, los ojos de la chica de pelo azul se levantaron de golpe hacia Skyler al escuchar el golpe que esta daba en la mesa. Al parecer la chica tenía enfado suficiente para varios de los presentes. Con las palabras que le dedicó a Trish esta simplemente se dejó caer en la silla, decidida a no contestar por el momento. Hope después no mejoró las cosas. Trish apartó la mirada, tomándose un momento para intentar pensar, cuando llegó el discurso de Kane.

Las palabras del hombre hicieron que Trish volviera a bajar la mirada. No se sentía avergonzada, pues ella no creía haber hecho nada realmente mal ni había querido correr a buscar venganza, pero sí se sintió reprendida. Cuando el pistolero guardó silencio ella se tomó un instante para valorar hasta qué punto iban a hablar algo productivo esa noche o si no sería mejor que cada uno se fuese por su cuenta —respetando los turnos de guardias— y hablasen las cosas con más calma al día siguiente.

Lo que rompió aquel momento de reflexión fue la voz de Morgana, cómo no, exigiendo respuestas o quejándose por no haberlas tenido, Trish no lo tuvo del todo claro. No contestó a la pregunta que le hizo directamente: la mujer ni siquiera parecía haber escuchado su respuesta anterior y había malinterpretado su respuesta, así que decidió que no merecía la pena el esfuerzo.

Después de eso, con el discurso de Clementine, Trish frunció un poco el ceño. O bien no se había explicado en condiciones o bien ella no había querido entender. Y además de eso estaba claro que tenía una imagen bastante distorsionada de lo que Nick creía o dejaba de creer. Trish tampoco se molestó en negarlo por el momento y dejó que ella hablase. Seguramente no tendría que haberle pedido aquello. Si se hubiera parado a pensar probablemente se lo habría callado, consciente de que Clem no lo entendería. Era una de las mejores personas que había conocido, pero en ocasiones la cegaba su fe. Quizá precisamente por eso era de las mejores. Pero cómo fuese la despedida de Nick era algo que en ese momento carecía de importancia, y Trish no se había dado cuenta hasta el momento. Ni siquiera tenía por qué hacer que todos se despidieran de Nick como ella creía que a él le hubiera gustado: era problema de cada uno. Además, conforme avanzaba la explicación de Clementine quedaba más claro que tenía cosas importantes que decir.

Trish miró a la chica interesada con sus palabras. Cuando oyó el nombre de Marjolein sus pupilas buscaron de inmediato a Robin, formando en su rostro a través de la sorpresa una expresión que se parecía más a la cara que Trish solía llevar. Aguardó un instante con la mirada en el pelirrojo, como esperando por si él decía algo, y al ver cómo caía al suelo se puso en pie para dirigirse a él. Se agachó a su lado, pasándole una mano por encima del hombro y le susurró algo. Un momento más tarde al oír cómo Clementine decía haber guiado a Kane y a Morgana los miró a ellos, en espera de que dieran algún tipo de explicación sobre cómo había sucedido aquello.

Al final, cuando Cass empezó a hablar, los ojos de Trish la buscaron, mostrándole discretamente su apoyo. Sabía que era un paso difícil que ella se sincerase con los demás hasta ese punto, y aún tan hundida como se encontraba sintió una pizca de orgullo al oír cómo su hermana avanzaba en esa dirección. Asintió cuando dijo ser la amiga anónima de Trish y miró a Morgana, con la que había discutido al respecto la noche anterior.

Al final ella suspiró, sintiendo que le había llegado un turno que no había pedido. Se puso en pie, ayudando a Robin a hacer lo mismo si se dejaba ayudar o dando un paso para servirle de cobertura si no.

—Si esperáis que os explique cómo he hecho lo que he hecho vais apañados, porque no tengo ni idea —les dijo, mirando luego a Skyler—. Enfádate lo que quieras, pero es lo que hay. Cuando estábamos saliendo creí que iba a poder hacerlo, lo intenté y funcionó, fin de la historia. No sé más.

»Soy la primera a la que le hubiera gustado hacer más, o hacerlo antes. Pero joder, Skyler, no puedes culparme —afirmó antes de hacer una pausa—. ¿Preferirías que hubiera dejado a Robin y a Hope allí? —preguntó antes de mirar a la mentada un instante—. ¿O que hubiéramos atravesado todo el maldito Queens para a lo mejor ni siquiera encontrarlos? Hice lo que tenía que hacer, y lo que pude —explicó con un tono cargado de una impotencia que no solía habitar en el pecho de Trish. Sus siguientes palabras resultaron más dolorosas por todo lo que implicaban—. Soy la primera a la que le jode no haberlo sabido antes.

Cargando editor
29/10/2018, 02:22
Axel Montenegro

Por un momento le pareció ver que Morgana le dedicaba una mirada, como si estuviera a punto de decirle algo, pero la militar enseguida desvió su atención hacia los niños para darle una orden. Pensando que quizás había cambiado de opinión no le dio demasiada importancia, y supuso que se trataría del mismo favor que le había encomendado a los menores. Sinceramente, no le habría molestado en absoluto tener una excusa para salir de ahí, pero él también prefería que fueran los niños los que tuviesen una razón para mantener sus mentes ocupadas en algo más que la muerte de alguien que conocían. 

Al escuchar a Daniel pedirle a Morgana que fuera un poco más discreta con sus palabras, o por lo menos más empática, una sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios recordando el día que había conocido a la militar. No había tardado más que unos minutos en lograr que la detestara por su desatino, y en ese momento lo había considerado un defecto que le haría bien corregir, pero con el pasar del tiempo había logrado concebir esa misma cualidad como parte del encanto de la mujer. Una vez uno entendía que no era una mala persona, que quisiera demostrarlo o no se preocupaba del resto y que sus métodos solo eran consecuencia de sus propias experiencias como los eran los de todos, lo bocazas que era hasta se hacía entrañable. Al menos para Axel, que parecía tener un particular cariño por un par de personas con esa peculiar característica. 

Pero no fue solo eso lo que le llamó la atención de ese reproche, sino también la reacción que tuvo Trish. Como si ante el desafío algo en ella se encendiera considerando inaceptable que intentaran protegerla. Hasta entonces había estado callada, tranquila, pero había bastado eso para que la joven chica de pelo azul se apresurara en contestar. Y eso realmente le alegraba. Desafíos se encontraría millones, así que si eso necesitaba para superar su tristeza saldría rápido de ella y volvería ser la niña feliz que siempre había sido. 

La interrupción de Skyler le tomó por sorpresa, pero ya ni siquiera fue el que gritara o su tono, sino que lo que dijo lo que le llamó la atención. ¿Su padre? ¿Ese era el Cratos del que había hablado Hope? ¿Y había llamado a Hope Irene? Su ceño se frunció confundido. El único Kratos que conocía era el de God of War, y estaba claro que la chica no estaba hablando de un videojuego previo a su nacimiento. Y ya si eso le tenía medio mareado, lo que Skyler acusó de Trish le dejó alucinando. Sabía que el que volvieran en quince minutos no había sido normal, y se había hecho el idiota mientras nadie sacara el tema, pero escuchar explícitamente en un contexto serio que alguien se teletransportaba tampoco era algo de cada día. Pero dejando de lado eso, y si intentaba con todas sus fuerzas dejar de cuestionarse la física del asunto y concentrarse en el resto de lo que exponía la rubia, Skyler no dejaba de tener razón cuando decía que lo que debería preocuparles ahora no era buscar un artefacto perdido sino mantenerse a salvo. 

Kane trajo algo de sensatez al asunto intentando calmar los ánimos y Axel admiró su intención de liderazgo, pero a todas luces ambos objetivos eran sencillamente imposibles. Era un buen intento, y podía notar que le preocupaban sus compañeros, pero había demasiado fuego cruzado ahora mismo como para que la batalla cesara espontáneamente. Al menos, si no lograba una tregua absoluta, pareció ser suficiente para que Morgana quisiera tomarse un tiempo a solas y dejar de discutir. Consideró ir con ella, y en otro momento lo habría hecho, pero ahora mismo necesitaba saber exactamente donde estaba parado y la mejor opción para ello era aprovechar que todo el mundo estaba empeñado en sacar los trapos de los demás al sol para enterarse que pasaba. 

Y yo de verte a ti, Marine - respondió con una sonrisa, observándola marcharse. 

Las palabras dulces de Clem, envueltas en su religiosidad extrema que no llegaba a ser fanatismo, lograron lo que Kane no había conseguido del todo unos minutos atrás. Algo de sensatez, de llamar a la unión. A la locura. Porque si bien en todo su previo discurso sobre la complicada relación que Nick tenía con Dios Clem le había traído recuerdos nostálgicos relacionados a su propia familia, lo que estaba diciendo ahora era sencillamente desquiciado. Ahora, en este mundo donde había gente alada y otras maravillas increíbles, ya no sabía que tanto podía dudar realmente, pero primero lo de Trish, ahora lo de Clem y unos segundos más tarde lo de Cass, y a eso sumándole que ahora Robin colapsaba en llanto... más que centro de salud aquello parecía un manicomio.

¿Puedo ver la inscripción? - preguntó, a Morgana si volvía y si no a Clem, pensando que al estar en la zona latina quizás tendría suerte suficiente y estaría en español. Si no, quizás entre español y el italiano que sabía podía improvisar un aproximado de latín, que suponía era la siguiente opción en una iglesia abandonada. - Dependiendo del idioma quizás puedo ser de ayuda. 

Y no, no acababa de convencerse de todo aún, pero si algo sabía era que si Morgana lo había anotado era porque le parecería importante o valioso de forma objetiva, así que al menos podrían sacar algo útil y práctico de todo ese lío. 

Cargando editor
29/10/2018, 08:20
Morgana Whiterocks

Clem fue la primera en salir de la caja de Pandora que Morga creía que se acababa de abrir. "Lo que coño sea esa caja y esa Pandora". Contó su historia sin faltar a la verdad. Luego Cass. Trish. Solo cuando Skyler se rebotó y ella comenzó a ponerse borde. Reafirmó una vez más su idea de que la gente, el mundo, funcionaba a hostias. Mostró el dedo pulgar alzado en dirección a la rubia- Skyler, te veo como nueva directora del Centro Morris. Enhorabuena.

Giró la sonrisa tenue hacia Cass. Contrastaba su expresión con su afilada mirada; el jade de sus iris rezumaba reflejos de un intenso mosqueo. Escuchó su confesión. Y no dudó de lo que decía. La creyó. Quería creerla,  porque conocía la frustración y la ira consecuentes a que negaran tu testimonio y te tratarán como a una desquiciada. Sin ir más lejos ayer mismo William insinuó que se había pasado con la bebida cuando cometió la estupidez de mencionarle sus experiencias.

-¿Tú crees que me tragué, que nos tragamos, el absurdo cuento de Trish? Conversé con tu hermana, le di una oportunidad. No soltó prenda. Tú tampoco fuiste capaz. Debí parecerte una puta gilipollas cuando te hice el reconocimiento -desvió la mirada con un punto de desprecio y burla a su hermana- La confianza es la base de la amistad. ¿Pero que coño sabéis vosotras de eso? -Aunque también la creía en esta ocasión. Debería haberse sorprendido, pero no fue así, ni siquiera un poquito, ya no. Regresó a Cass. A su memoria llegaron retazos de la conversación en la azotea. No quiso pasársela por la cara, no quiso preguntarle cuánto había de verdad y mentira en sus palabras; sería ruín delante de todos. Sin embargo, Cass seguro que podía leerlo en sus expresivos ojos.

Cuando Áxel también se interesó por la inscripción, se mordisqueó el labio, compuso un mohín de falsa reflexión interior- No es momento. Se intuía su significado, me acuerdo perfectamente: "Iros a tomar por culo". No, no era eso. Ah, sí. -Sus ojos se movieron hacia Cass- "Somos una puta familia llena de putos secretos -volvió a Áxel- Nah. Creo que me confundo. Quizá el santo varón la anotó en su libreta de rezos y oraciones. Pregúntale a él.

Reparó en Robin. El chico era otro que tenía historia que contar, él y su prima. No lo veía en condiciones, aunque Robin nunca parecía estarlo. Sus ojos reptaron fugaces hacia Skyler. Morga no sabía como decirle a ambos "lamento tu pérdida", en su caso le sonaba a falso, a frase de envoltorio de galletita. "Ha sido una putada, Robin, Skyler, vuestros padres, Nick. Una grandísima putada". No le salieron las palabras, no le pareció el momento adecuado. Otras personas sabían como mostrarles el aprecio y cariño que necesitaban ahora. Quizá luego, mañana, superada la primera tormenta.

Cargando editor
29/10/2018, 18:33
Cassandra (Cass)

El desplome de Robin consiguió que Cassandra se despegase de la pared, pero al ver que ya Trish se acercaba prefirió mantenerse en su posición. La explicación que su hermana dio fue tan lógica como escueta y esperó que todos la entendieran, que entendieran que habían guardado silencio por no encontrar un buen momento para decir algo así antes. Pero la última frase que dijo se le clavó en mitad del pecho, ella era la que tenía que haberlo visto venir, era su culpa que estuviesen muertos, si solo lo hubiese visto un poco antes... Las palabras de Morgana buscando gresca llamaron de nuevo a la morena, y su mirada acabó por romper la mesura de la buscadora.

-Claro, porque tú le vas diciendo a todos que eres un bicho raro y si no les gusta les cierras la boca a hostias, y a otra cosa. Perdona si antes de que fueses la segunda persona en saberlo, yo tenía que aceptar la posibilidad de ser echada por peligrosa o por loca. Y lo gilipollas me parece que es creerse siempre con la razón y no aceptar que no todo el mundo tiene tus mismos tiempos. -a pesar del ímpetu de sus palabras y de su mirada furiosa, mantenía las manos en los bolsillos negándose a gesticular o señalar -Si tanto te joden las mentiras déjate de mierdas y sácate el cinturón.

Cargando editor
29/10/2018, 19:55
Skyler

Skyler miró a Kane cuando habló hacia ella y cuando él terminó, asintió a sus palabras. Pero enseguida la voz de Clementine atrajo su atención y a medida que iba hablando, los labios de la rubia se iban entreabriendo por una mezcla entre sorpresa y confusión. Sus ojos buscaron de inmediato a Robin al escuchar el nombre de la mujer de la que la predicadora hablaba. Contuvo el aliento y empezó a mover la silla para levantarse e ir junto a su primo cuando Trish se le adelantó. Apretó los dientes y se levantó más despacio para acercarse a él y sentarse en el suelo a su lado. Le cogió la mano y no dijo nada, pero no le soltó aunque él tirase o protestase. 

Desde ahí terminó de escuchar a Clem y luego a Cass y frunció el ceño, con una evidente molestia por algo de lo que había dicho la buscadora. O tal vez lo que le escocía era que las dos se atribuyesen el mismo milagro cuando la morena ni siquiera era creyente. Pero otros hablaron tras ella y su mirada terminó por volver a Robin cuando Trish se levantó. Apenas le echó un vistazo con el ceño aún fruncido a la inventora cuando se dirigió a ella para seguir luego con Robin. Ella no había soltado su mano y en ese momento tiró un poquito de ella, intentando atrapar su mirada y su atención. 

Y mientras intentaba que su primo la mirase, llegaron aquellas palabras que le dirigía Morgana y alzó la mirada hacia la exmilitar. 

—Y una mierda —soltó, sin que quedase claro del todo si había entendido aquello como una broma o como una propuesta en serio—. Ahora que no está Nick la única que puede ocupar su lugar es Clementine. —Lo dijo sin duda alguna en su voz, como si ni siquiera pasase por su cabeza otra posibilidad—. Con todas las cosas raras que estáis contando es la única que puede manejar esta situación. Y cuanto antes lo votemos, mejor.

Apretó la mano de Robin y lo miró de nuevo, directamente. 

—Robin, eh. ¿Tú sabes algo de eso que dice Clem? —preguntó, con el poco tacto que la caracterizaba. Aunque su voz vaciló un poco, como si estuviese algo insegura sobre cómo tratar las emociones del muchacho al que quería con locura, pero que le parecía tan frágil como el cristal. 

Cargando editor
29/10/2018, 23:37
Trish

—No sé qué está pasando, ni por qué ha dicho el nombre de Marjolein —reconoció Trish en su susurro al chico—, ni puedo prometer que lo descubramos. Pero saldremos adelante tan bien como podamos.

Notas de juego

Se me había olvidado el susurro. xD

Cargando editor
29/10/2018, 23:42
[Titans] Hope

Tras sus últimas palabras Hope se había dedicado únicamente a escuchar a unos y otros, con los ojos bien abiertos y expresión de no estar entendiendo muchas de las cosas que se hablaban. Todo aquello parecía ir demasiado rápido para ella. Dio un pequeño respingo al ver a Robin caer, pero al ver que ya iban otros en su ayuda, se quedó quieta en la silla donde estaba sentada. No había tocado aún la sopa, que seguía delante de ella mientras sus ojos iban de uno a otro. 

Pero a medida que los ánimos se iban calentando cada vez más, poco a poco ella parecía estar haciéndose más pequeñita, como si quisiera quedar en un segundo plano y pasar desapercibida. Y al final terminó por coger la cuchara y empezar a comer despacio. Aún seguía escuchándoles, se notaba por su mirada que se iba moviendo cuando uno u otro hablaban para regresar a Robin o a Daniel una y otra vez, pero parecía estar más concentrada en sus propios pensamientos. 

Cargando editor
30/10/2018, 11:40
Daniel Green

El ambiente se enturbiaba más y más. A la realidad que los había reunido allí se sumaban revelaciones inexplicables, y de ese modo lo ya de por sí complicado entraba en un bucle ascendente que Daniel temía fuera a acabar mal. Y no tenía ni idea de cómo podría solucionarse aquello, al menos de un modo temporal, o siquiera de cómo intervenir para que las cosas se apaciguaran y no llegaran a un punto de no retorno en el que se dijeran cosas imposibles de borrar.

La intervención de Skyler hizo que girara la cabeza hacia ella con el ceño fruncido.

-No, para nada. Y no me refiero a que considere o no a Clem apta para ese puesto sino a que no es el momento, Skyler. Hay muchas cosas de las que hablar y que resolver antes de decidir quién va a estar al frente del Morris. Y tenemos entre nosotros a algunas personas ajenas a todo esto, personas que han venido por motivos personales -miró a Axel en ese punto- y otras que lo han perdido todo y que no creo que necesiten de nuestras broncas y malas hostias -dijo con las manos sobre los hombros de Hope-. Reconozcámoslo. Estamos jodidos con todo lo que ha ocurrido y cada uno hará frente a la pérdida de Nick como pueda, pero ninguno de nosotros es culpable ni responsable de su muerte, así que toda esta mierda, este echarse cosas en cara, todo lo que se está diciendo aquí... ¿Creéis que es lo que Nick se merece? ¿Qué diría de todo este espectáculo? -dijo seriamente a quien quisiera escucharle-. Que somos gilipollas, simple y llanamente. Así que por qué no hacemos las cosas bien por una puta vez. Tenemos una mesa con una cena servida que se está enfriando. Sentémonos y si tenemos que hablar, hagámoslo de Nick. Recordemos cómo era, su historia, de dónde vino... cualquier cosa. Si hace falta llorar, lloremos. Si hay que reír, riamos porque él así lo querría. Pero si a alguien todo esto le parece ñoño e infantil y prefiere andar tocando los cojones a los demás, o considera que es mejor entretenerse en clavarse cuchillos mutuamente, mejor que se retire. Hoy ha muerto un amigo de esta casa. Y han muerto padres y madres y todo un pasado que ya no volverá. Respetad eso al menos y dejad el veneno para otro momento.

Notas de juego

NdM. Porfis, no me hagáis citas literales de lo que dicen otros, que me explota el TOC :P.

Cargando editor
30/10/2018, 15:08
Robin

Robin no supo en qué momento Trish había llegado a él, pero el hecho de que siempre aparecía ya había quedado constatado así que tampoco le dio mucha importancia.

Su cuerpo detuvo el temblor en el susurro de la chica como si durante la melodía de sus promesas los demonios se tomaran un descanso en atizarlo.

Y entonces llegó la mano de Skyler que no necesitó mirar para reconocer, la apretó de vuelta con la misma necesidad con la que se aferraba tras una pesadilla en mitad de la noche y en ese gesto agradeció y se disculpó por más de lo que nunca le confesaría.

Creyó tener fuerzas para dejar de llorar y aprovechando ese espejismo de calma apretó su cabeza contra el lateral de las costillas de su prima e intentó levantarse con Trish pero ni sus fuerzas ni sus piernas ni los vectores colaboraron y acabó por tan solo sentarse en sus tobillos y sujetar ambas manos de Skyler con sus garras.

Las voces de unos y otros martilleaban en sus sienes gravando las palabras en braille de modo que más tarde pudieran ser descifradas por Robin, cuando tuviera la cabeza más despejada y el alma apaciguada.

Su mirada seguía cavando en el suelo el poso en el que pensaba enterrarse, vivir y morir. Y tan solo se detenía para llegar a las rodillas de Skyler cuando ella tiraba de su mano.

Negó con la cabeza a la pregunta de su hermana, no creía saber nada y aquello le estrangulaba aún más.

Intentó hablar tantas veces como le gritaron sus propios pensamientos que se recomponiera y contestara pero por más que lo intentaba no conseguía hilar su voz.

Negó una vez más con disculpa y dejó una de las manos de Skyler para frotarse ojos y nariz.

Mi madre vino anoche —musitó entre turbulencias tan flojito que probablemente la rubia tendría que volver a hablar por él—. Ella me avisó de que mi padre tenía problemas. De que debía correr. Pero esperé a Nick...

Levantó un poco la cabeza para llegar a mirar a su prima. No tenía excusa para Elijah, ni él le había llevado hasta Unhood, ni le habían avisado del peligro que corría. No tenía forma de llevarse su responsabilidad y lo sentía en el alma, no por él, por ella.

La desgraciada promesa que le había hecho a Cass volvió a él y esperó que llegado el momento supiera elegir.

No tendría que haber pasado. Mi madre vino desde otro mundo, me pidió una sola cosa y yo... Yo... Dejé que pasara.

Sin darse cuenta presionó con su mano sobre la muñeca Skyler en dirección a la puerta, suplicando salir de ahí pues por más que Trish le hiciera de pantalla, podía imaginar que le habían visto, incluso Kane.

Ella... —sin pensar levantó la cara y buscó a Clementine con un ímpetu de fuerza que salía de alguna parte que ni él mismo dominaba— Dijo que había que poner la cruz a salvo. La puta cruz. Está en el Pequeño Tokyo.

Finalizó mirando a Dan por sus palabras, luego bajó a las manos de éste, recogió sus labios uno con el otro y volvió al suelo.

Cargando editor
30/10/2018, 23:31
Morgana Whiterocks

 

Morga se quedó tan tranquila con la respuesta de Cass. Si ya de por sí la Buscadora le caía simpática, aquel rebote que pilló de pronto hizo que le gustara más. Para Morga significaba que había dado en el clavo, y Cass respondía con un ataque a la defensiva. Eso daba más carbón a la locomotora a toda máquina de Morga. La sonrisa burlona en su boca se adelantó a su respuesta y su mirada encaró la ferocidad de los ojos de Cassandra- Yo suelto hostias, tú tienes visiones. Y si te paras a pensar, ahora te podemos echar, a ti y a la mentirosa de tu hermana. -El mundo alrededor desapareció y solo permaneció Cass delante de ella- La noche pasada nada en mí fue falso. Te abrí la puerta a mi mundo. ¿Pensabas que estaba majara y me seguiste la corriente? Tus ojos decían otra cosa. -O eso fue lo que vio ella. “O fue una puta alucinación”. La sala regresó, se materializó. Ninguno comprendía el mosqueo de Morgana. No podían, desconocían lo sucedido durante la mañana, el volcán interior que abrasaba sus tripas, el significado de la desconfianza, los secretos o el engaño para ella, peor que un hierro ardiente que le marcase la cara. El hecho de que no podía soportar a Kane a su lado- Pero si quieres jugar a lo dura y borde que puedo ser cuando tengo visiones, adelante, juguemos. Muéstrame esa faceta tuya. 

Skyler decía chorradas y cuando Daniel habló de la cena pensó que aceptaba su sugerencia, pero luego soltó más tonterías imposibles de digerir. Morgana hizo un esfuerzo enorme por contenerse, seguro que se le notó. Para ella sería muy fácil controlar esta situación en un ambiente militar, solo era preciso ladrar órdenes salpicadas de insultos y juramentos y todos saltarían al escucharla. “Los putos civiles son jodidamente complejos. ¿Qué se me escapa? ¿Por qué no entienden”. El fantasma cabrón de Benjamín le susurró invisibles palabras a su oído. El Benjamín en quien confió, no el otro. La antigua marine emergió para adoptar la postura de la militar profesional. Alzó un punto su suave voz, con firmeza y determinación. 

-Yo no estoy aquí para llorar a los muertos ni consolar a los vivos ni dar besos en el puto culo de un bebé. Estoy para ofrecer un mínimo de seguridad y protección a este puto refugio y, si puedo, y me dejáis, cuidar de vuestros traseros. Nick sabe…conocía qué y quién soy, de donde vengo -miró a Cassandra de nuevo- No hay nadie aquí que no lo sepa. Esa es la diferencia, Cass. Nick quería a una cabrona hija de puta para que mordiese a los capullos que aporrearan su puerta. Y esa soy yo. Esa es mi función. Por eso nos entendíamos y nos llevábamos bien. No soy una puta hermanita de la caridad regalando cariño y caramelos rellenos de mierda de empatía, Daniel. Quien piense otra cosa es un puñetero idiota. 

Se mordió el labio superior. Sus ojos reflejaban fuego, llamas llenas de vida, aunque ahora limpias, sin mácula de bilis alguna. Ocultándola y enterrándola. Quizá era su forma de honrar a Nick. 

-Podéis no estar de acuerdo conmigo. Ni comprenderme. Pensad lo que queráis, me importa una mierda. Pero creedme que hago mi maldito trabajo -Morga ya había encajado muchas de las piezas del puzzle, no las suficientes todavía. Su mirada fue a Skyler y su primo. Robin iluminó un poquito la escena. Más visiones-. Estoy hasta el coño, ahora os lamentáis de haber ocultado toda esa puta mierda. Y yo soy la que toca los cojones, por supuesto. -Se contuvo-Escuchad. Necesito información de los Titans, sus enemigos, sus relaciones. Qué tiene de particular esa puta cruz. Si sospecháis de alguien. Qué sucedió con Dima. Alec. Cuando tengáis fuerzas y ánimo para ello. Cuanto antes mejor. Plantadle cara al maldito desaliento. Y de los que habéis estado en el ataque, intentad recordar cualquier detalle, lo que sea, más allá de lo que habéis dicho -Se giró hacia las dos hermanas y luego a Áxel- Vosotras, ¿qué coño habéis obtenido sobre el niño? ¿Y tú, violinista, qué haces aquí? -Paseó la vista de unos a otros- Necesito todo esto para hacerme cargo de la situación, para elaborar un plan de acción; juntos. Incluso con quien detesto. Después recordad a Nick, reíd, contad putas historias, lo que os salga de los cojones. Me dejáis con mis mierdas -hizo una pausa, hastiada-. Si no queréis colaborar os podéis ir a tomar por culo. Así de simple y sencillo. 

 

Notas de juego

Cargando editor
31/10/2018, 00:43
Kane

Kane había visto como sus palabras, en su mayoría, habían sido engullidas por el remolino que pretendía evitar. Se sintió defraudado, pero, ¿cómo no imaginar que podía pasar? El pistolero suspiró largamente con una creciente resignación, escuchaba las revelaciones que se iban dado de unos y otros, pero sumergido en el alud de crispación que rasgaba más y más la convivencia. Escuchaba a los presentes ya hablar del sucesos de Nick, el nombre de Clementine salió a la palestra y Kane arrugó un poco la frente. Aunque la voz de Daniel se había unido al coro de los que trataban de apelar a la calma.

Gracias, Daniel —asintió al chapero lentamente, aunque su enojo no hacía más que crecer según seguía escuchando a Morgana ignorando a todo y a todos en pos de su cacareado trabajo. Quizá fuera eso lo que le hizo no callarse como tantas otras veces, dejándose llevar por la situación o, simplemente, por otras circunstancias.

Quizá sea ese el problema, Morgana —dijo proverbial —. Que eres la cabrona hija de puta para que mordieras a los capullos que aporrearan la puerta, pero que te has olvidado de lo que significa inspirar lealtad, confianza o simpatía. Sí, cierto. No quieres nada de eso. Sí, es cierto, eres muy buena en lo tuyo. Pero mientras te has agarrado como un clavo ardiendo a Nick, a su confianza, has ido cargándote las relaciones con los demás aferrada a esa idílica excusa de que "solo haces tu trabajo" —respiró profundamente, acerado —. ¿Y sabes qué? Quizá te importa una mierda lo que los demás piensen de ti, pero a los demás no les importa una mierda la forma en cómo tratas a los demás, ¿entiendes el matiz? Estoy seguro que sí. No eres imbécil.

Se acercó a la mesa, recogió un par de platos algo tenso, esa era la verdad. Estaba ceñudo, enojado.

Te emperras a ver el mundo desde tu punto de vista. Anulas cualquier otro imponiendo tu mirada, lo insultas, te ríes de él y vuelves a escudarte con el que te la suda lo que digan de ti. Pero el mundo no da vueltas a tu alrededor, no da vueltas alrededor de nadie —suspiró mirando a Robin y a Skyler, sintió una punzada de tristeza al verlos y reconocer ciertos sentimientos —. Crees que con toda la mierda que has vivido tú eso te autoriza a juzgar y menospreciar a los demás, pero a lo mejor todos los que aquí están han tenido que vivir una vida de mierda, tener unas experiencias de mierda o hacer cosas de mierda. No eres la única que sabe como funciona el mundo, Morgana. Te equivocas —se encogió de hombros, puso cara de circunstancias —. Así que si quieres ayudar, si realmente quieres ayudar, deja de presionar a los que están aquí. Deja de imponer tu criterio por encima de los demás. Si quieren llorar esta noche, que lloren. Tú no eres nadie para decirles qué han de hacer y cuándo han de hacerlo. Ni tú, ni nadie.

Tomó dos platos con firmeza, aunque su mirada era torva, molesta por haber tenido que reducirse a eso cuando no tocaba. Hecho esto, se dirigió dispuesto a salir por la puerta hastiado de la situación.

Ya hemos dado suficiente espectáculo esta noche. Lo siento por la parte que me toca.

Cargando editor
31/10/2018, 19:38
Cassandra (Cass)
Sólo para el director

Las palabras de Daniel rebajaron un poco la tensión de Cassandra, miró hacia la mesa puesta por el pelirrojo y dejó escapar el aire suavemente tratando de volver a su ser tranquilo. Pero entonces Robin rompió su mutismo y habló de una visita de su madre -¿Pero no estaba muerta?- fue el pensamiento que acudió a la mente de la morena, duda que rápidamente fue resuelta y que llenó de más resolución a la buscadora. 

Resolución que siguió en su interior y que ayudó a que las palabras de Morgana no la hiciesen saltar de nuevo, en vez de eso se la quedó mirando con toda la franqueza que su cara podía reflejar. Escuchó a Kane y ladeó la cabeza sin dejar de mirar a la ex militar. Sus ojos estaban un poco fruncidos, como si intentase ver algo que se le escapaba por momentos, y las comisuras de sus labios se inclinaban ligeramente hacia arriba.

-Lo siento. -parecía que se hacía eco de la disculpa del pistolero, pero

Cargando editor
01/11/2018, 04:30
Trish

Trish alzó una ceja con incredulidad al oír de boca de Morgana aquello del supuesto cuento que ella había contado. Decidió no decir nada al respecto, aunque esa misma ceja se elevó aún más al oír lo que la militar decía sobre la amistad y sobre que ellas no sabían nada. Era curioso que dijese aquello quien probablemente menos amigos tenía de entre los presentes, tanto dentro como fuera del Morris.

En cuanto a lo de después, se sorprendió un poco cuando dijo que no era momento para lo del cinturón. Era momento de que ella pidiera todo tipo de respuestas, claro, no de dar ninguna de ellas. Probablemente lo de Nick también estaba afectándole a ella, porque al menos solía ser un poco más coherente que eso.

Trish siguió escuchando a todos, y cuando el enfado de Skyler mentó a Clementine miró a esta última, esperando su reacción. Sí, tendrían que elegir un nuevo líder. Pero ¿de verdad tenía que ser YA? Como solía decirse, el cuerpo de Nick ni siquiera se había enfriado. Y además, en ese caso y con el incendio, seguro que era literal.

Por suerte Daniel puso en voz alta sus pensamientos, aunque finalmente derivó hacia algo que a Trish le costaba imaginar. Lo de hablar todos de Nick como si hubiera algo bueno en ello... Quizá la chica lo necesitaba, desde luego, pero no era lo que quería. Antes podía haber creído que sí, pero por una noche al menos prefería respetar la memoria de su Nick en silencio. Trish sabía que cada uno tendría una imagen del escritor... Incluso tenía claro cómo el hijo de puta se amoldaba a unos o a otros siempre para conseguir algo. No quería oír historias que no fueran del Nick que conocía ella. No entendía, por supuesto, que todo eso formaba parte precisamente de la persona a la que ella había querido. De la que aún quería.

Al escuchar a Robin hablar todos los pensamientos se interrumpieron para estar pendiente de lo que decía el muchacho. La respiración de Trish se cortó durante un instante al tomar sus palabras como algo casi literal. Finalmente le dio al chico un suave puñetazo amistoso en el hombro.

—La próxima vez avisa, melón —bromeó a medias en voz baja antes de suspirar. Iba a decir algo más, pero de nuevo vio a Morgaba enzarzándose, y en aquella ocasión y a pesar de haber llamado un minuto antes a la concordia también vio a Kane dándole su propia medicina. Trish negó con la cabeza antes de contestar.

—Hemos estado con la madre del niño —accedió a explicar—. Al parecer lo trajo aquí después de oír a unos nómadas hablar de nosotros. En su comunidad están despareciendo niños continuamente, y quiso asegurarse de que Thiago estaba a salvo. —Trish tragó saliva. A salvo, visto lo visto, era decir mucho—. En resumidas cuentas, es eso. Al parecer los niños allí desaparecen desde hace mucho tiempo, más de veinte años, tanto en grupos grandes como pequeños y nadie sabe nada. Y su comunidad es grande, más como Sugar Hill que como el Morris. Tienen mercado propio y todo.

»La madre se dedica a hacer cosas de tela, nos ha dado algunos pañales. También nos ha dicho que es algo temporal, hasta que piense qué hacer o encuentre adónde irse de forma segura con el chaval. No nos ha dado más cosas para ser discreta, porque no quiere que nadie se dé cuenta de que Thiago está aquí y de que está bien.

Trish hizo una pausa tras dar su explicación. Después de eso miró a Robin.

—Pero esa cruz, ¿qué es? ¿Es en plan un monumento de tres metros, o como un colgante o un crucifijo?

Cargando editor
01/11/2018, 12:34
Clementine

Clementine sintió que se le encogía el pecho al escuchar el llanto de Robin, comprendiendo entonces quién debía ser aquella mujer. Notó que se le empañaban de nuevo las pupilas, mientras el impulso de levantarse surgía, levantándola pero dejándola aún junto a su silla, al contemplar que Trish y Skyler atendían al muchacho.

Lo siento... Lo siento mucho, Robin. No sabía... De haberlo sabido habría esperado a hablar primero contigo.-confesó, suspirando hondamente, temblorosa. Asistió a la confesión de Cassandra sin ponerla en duda en ningún instante, y asintió, cuando buscó su mirada para confirmar lo que ambas habían conlcuído: que lo que había ocurrido era algo que no debía haber pasado. Que no era parte del plan.

La cuestión más importante para la predicadora, teniendo aquello en cuenta, era si aquel plan truncado era realmente el Plan. Una cuestión que meditaba, y que respondía para si con la certeza de la fe, pero que aún le suscitaba dudas que trataba de digerir, cerrando los ojos, con fuerza, a medida que las voces se alzaban. La de Daniel, la de Morgana, la de Skyler, que la llevó a abrir los ojos al designarla de aquella manera como aquella que debía llevar la voz cantante en aquella tesitura- Yo...-alcanzó a decir, antes de que a aquella algarabía de intervenciones se sumase la de Morgana, y posteriormente, para su sorpresa la de Kane, que había aguantado durante prácticamente la totalidad de la jornada las embestidas de la ex-militar de manera estoica, y finalmente, cedía ante uno más de sus aguijonazos. 

Vio al pistolero coger dos platos y alejarse. Supo a dónde iba. O al menos lo intuyó. Y exhaló, por la nariz, cogiendo su propio plato, rezando durante un instante, en silencio, y comenzando a probar la comida. Los demás se habían esforzado en hacerla, aún en aquellas circunstancias- Hacedme el favor de probar la comida.- dijo, de pronto, empleando el tono que emplearía una madre. Seria, determinada, aunándose con ello a la petición de Daniel- Nadie es capaz de pensar con claridad con el estómago vacío, y otros se han esforzado en preparar ésto para todos. -indicó.

Morgana. Ya basta por hoy.-dijo, a continuación, fijando la mirada sobre la mujer- Tu practicidad te ayuda a sobrellevar algo que también te duele. Pero no todos son capaces de gestionar lo que ocurre de la misma manera. No presiones. Ya basta. Por favor.-pidió, endureciendo el tono, sin llegar a elevarlo- Resolveremos esto entre todos y con calma. No tienes por qué prodigar cariño y empatía si no lo deseas. Pero respeta a los demás. Respeta su dolor. Respétanos, en general. - determinó, exhalando el aire por la nariz, escuchando a continuación a Trish. 

Hoy hemos hablado con una chica, en El Barrio, que podría amamantar al bebé. No sé si la hemos convencido del todo. Creo que en algún momento ha podido sentirse bastante intimidada, pero... Perdió a un bebé, recientemente. Falleció.-aclaró, con cierta tristeza- Cuando tenía a Thiago sobre el pecho sonreía. Nos preguntó qué pasaría cuando el bebé dejase de necesitarla. Creo... Que se sentía como una madre con él en brazos.