Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 2] No hay lugar como el hogar.

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07/03/2018, 17:25
Robin

Robin se encontró una mazorca a medio comer en la mano sin estar muy seguro del momento en el que había llegado a ella. De hecho llegó a dudar de si era la suya y se había olvidado de seguir comiendola por creerla abandonada en el camino.

Pero aquel misterio no rondó lo suficiente por su cabeza como para rascar la obvia respuesta del caso, simplemente lo desplazo al pasado con más facilidad de la que Añil pasaba de los demás.

Significa —dijo con el peso de la rotundidad casi enfadado por el cinismo de su tío—. Joder si significa —terminó de tragar la sanguijuela de la adolescencia al mostrarse el edificio ante ellos—.

Apartó los ojos al sentir los de la mujer más larga y al no saber dónde meterlos los devolvió a la mazorca a la que dio un último mordisco antes de hacerla colgar junto a su cuerpo primero para luego dejar que se escuriera de sus dedos y cayera al suelo.

Reacomodó la mochila en su espalda con un ligero bote de la misma y miró a Nick: «¿Vamos» preguntó con las pupilas dispuesto a pasar a ser su sombra pero no tanto a esperar. Cuanto antes terminasen, antes estatían en camino y antes llegaría a su padre.

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08/03/2018, 21:24
Nick Bennett

Nick registró con la mirada a las dos mujeres, constatando que no las conocía de otras veces, aunque le sorprendió darse cuenta de que a la alta la había visto el día anterior en Sugar Hill, bastante lejos de allí. Notó la mirada de Robin y asintió. Era la hora de sacar la careta. «Show must go on» y esas mierdas que ya no le importaban a casi nadie. 

Colocó una sonrisa cordial en sus labios y se adelantó, un paso por delante del chico, dispuesto a hacer el paripé de tío simpático e inofensivo que era su especialidad. 

Hola, soy Nick Bennett —se presentó lo primero. Si su nombre iba a abrir alguna puerta que lo hiciese desde el principio—. Vengo a ver a Vadim. 

No tenía cita, pero hacía mucho que no se preocupaba por eso. Pase VIP y vuelo directo a la oficina de los capos. En eso se habían convertido sus privilegios. 

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08/03/2018, 21:31
[Big Dima] Sveta Kloscova

La mujer estudió a los dos visitantes de arriba a abajo antes de asentir con la cabeza hacia el escritor. Parecía que a pesar de no conocerlo de antes, sí que había escuchado su nombre. 

—Tú sí, Nick Bennett —dijo, con un deje eslavo en su acento, antes de hacer un gesto con la barbilla hacia Robin—. Él te esperará aquí. 

Su mirada se desplazó hacia la chica —¿o chico?— que estaba a su lado y que tan sólo les contemplaba en un discreto segundo plano. 

—Motya, vigílalo. 

Y con esa escueta instrucción se dio la vuelta para meterse en el City Hall, esperando que todos la obedeciesen, Nick siguiese sus pasos y Robin se quedase allí con a quien se había referido como Motya.

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08/03/2018, 21:42
Nick Bennett

La sonrisa de Nick se amplió un poco al ver la rapidez y efectividad de la Catwoman aquella. A pesar de todo seguía sintiéndose satisfecho por ser reconocido. Era patético y lo sabía, pero le provocaba cierto remusguillo placentero. 

Antes de seguir a la mujer hacia el interior, buscó a su sobrino con la mirada. 

Intentaré tardar lo menos que pueda —prometió, aunque con esa gente nunca se sabía. 

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11/03/2018, 20:44
Robin

Robin repiró através del nudo instalado en su pecho y creyó que por primera vez en todo el día el aire le llegaba a los pulmones.

Giró la cabeza a la niebla cuando Nick arrancó el paso, con los pies del chico cosidos como su sombra, con el resultado de empezar un camino hacia el que no miraba. Sus tripas se removieron por aquella divergencia de cuerpo y mente y aun sabiéndolo parte del camino no pudo evitar sentir que se alejaba de su destino.

Que la pantera le impusiera quedarse fuera como un animal de carga no le sorprendió y sabiendo lo que había dentro incluso lo agradeció. Había tenido suficiente con Estrella. Y las armas que exhibían las guardias ayudaron a que no abriera la boca para nada.

Sus ojos empequeñecieron con la promesa de su padrino rogando al universo que no mintiera, supiendolo o no, y todas sus pecas cayeron en sus comisuras alargando su semblante.

Había algo en el ambiente, en la niebla, en su separación y en su instinto que no dejaba de escribir por tu cabeza «no me gusta» una vez tras otra como si las repeticiones le fueran a dar tiempo de encontrar una justificación racional y lógica a esa agitación en sus sentimientos.

Tragó amargo cuando la puerta se cerró engullendo a Nick, y con ánimo de romper el suspiro de todos sus males capturó el centro de su labio inferior con las palas. Se tomó un segundo para distribuir por el cuerpo su ansiedad y solo después sonrió a la chica en un golpe formal y sin más buscó asiento en las escaleras.

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13/03/2018, 02:45
[Big Dima] Motya Gelman

Al fijar su mirada en el rostro de su guardián, Robin pudo notar que sus ojos eran verdes y que un arete plateado no demasaido grande colgaba de su nariz. Su sonrisa tan sólo fue respondida con una larga mirada algo melancólica, una de esas que parecen esconder un pasado entero en su fondo. No se curvaron sus labios en respuesta antes de que el muchacho se sentase en las escaleras. 

El frío de la piedra traspasó con facilidad la tela de sus pantalones y, durante varios segundos de silencio, el mundo entero pareció suspenderse de los zarcillos de bruma que rodeaban el edificio y que no parecían tener intención de abandonar las calles de esa nueva Nueva York. 

Finalmente Robin escuchó un par de pasos a su espalda, el frufrú de la ropa al moverse, y el sonido metálico de un arma al chocar con alguna cremallera. Después llegó la voz, demasiado grave para pertenecer a una mujer, demasiado fina para ser de un hombre, como si sus cuerdas vocales fueran las de un adolescente encontrando su lugar en el mundo, como si sólo fuese una parte más de esa persona indefinida que se encontraba a medio camino. 

Él es Nick Bennett —dijo, con cierta indiferencia hacia ese nombre y un acento que marcaba las consonantes—. ¿Pero y tú? ¿Quién eres?

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14/03/2018, 19:34
Robin

El movimiento a su espalda añadió un par de espasmos al tiritar del cuerpo de Robin. Tenía frío como probablemente toda la ciudad y los nervios no ayudaban a controlar los golpes de su cuerpo.

Al escuchar a la chica hablar se planteó por primera vez haber juzgado mal el genero de la persona que se quedaba de guripa y mandó a sus ojos como exploradores, curioso, antes de entornar el rostro hacia ella.

Su mayor fan —dijo con una medio sonrisa agria que intentaba ser amable pero no llegaba a enmascarar lo estrangulado que tenía el corazón—.

A continuación, empujó para levantarse apoyando las manos a lado y lado de sus caderas sobre la fría escalera con la que fácilmente podría fusionarse si se quedaba sentado un minuto más y terminó de darse la vuelta para mirar a quién le hablaba.

Me llamo Robin. Soy su sobrino pero no soy un Bennett —dudó impresionado por el arma que ella -casi seguro ella- cargaba pero terminó por tenderle la mano—. Encantado Motya.

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15/03/2018, 22:50
[Big Dima] Motya Gelman

Un par de arruguitas curiosas aparecieron entre las dos cejas de Motya con aquella primera respuesta. Lo miró con interés mientras se levantaba, como si el pelirrojo tuviese algo que le intrigaba, y soltó la mano derecha del arma que quedó medio colgando de la cinta, sostenida por la zurda. El estrechón fue fuerte, no tanto como para que los huesos crujiesen, sí para transmitir la calidez que faltaba en el ambiente. 

Un placer, Robin no-Bennett —dijo, dejando que la mitad de sus labios se curvase en una sonrisa que seguramente se evaporaría en cuanto apareciese la mujer.

Su mano viajó hacia la correa de su hombro para afianzar la automática junto a su cuerpo y su mirada curiosa volvió a recorrer el rostro pecoso del chico antes de que se atreviese a lanzar su pregunta.

—¿Sois de la Irish Mob?

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18/03/2018, 09:13
Robin

Al pelirrojo no le sorprendió la fuerza del encaje de mano, le sorprendió la amabilidad que sintió en él. Y al ver aparecer la tenúe sonrisa en Motya lamentó conocerla -sí, la- en ese momento. Desearía haberse encontrado antes de que ella encontrara la Big Dima. Parecía esa clase de persona que ya no existía fuera del Morris. Parecía.

Al quedar su mano libre la dejó caer pero antes de llegar a su cadera rectificó el movimiento influenciado por el de la tomboy y acabó agarrándose a la tira de la mochila.

La pregunta que llegó a continuación le sorprendió tanto que ni se molestó ni pensó en ocultar la sorpresa y extrañeza por esa relación.

No ¿por qué? —dijo de carrerilla— Somos del Major Morris, pásate alguna vez si puedes. Tenemos tarta.

En el fondo Robin no contaba con que ella fuese libre para ir, pero si lo fuera, sí le daría tarta y aunque lo había pensado poco pues su cabeza estaba con su padre, al escuchar su invitación creyó que a Skyler le gustaría conocerla y a Morgana también pero aquello le daba más igual.

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19/03/2018, 11:50
[Big Dima] Motya Gelman

Por el pelo —respondió, señalando con un gesto de su índice hacia los cabellos rojizos de Robin—. Viene tu tío pidiendo audiencia y ni siquiera le hacen esperar un minuto... así que debéis ser de algún grupo importante. Por eso y el pelo, parecéis irlandeses. 

Se encogió de hombros como si quisiera dejar atrás su razonamiento fallido con ese gesto y su barbilla señaló al chico cuando siguió hablando. 

¿Pero tarta? Qué banda más rara la tuya —añadió con una risa breve, para después negar con la cabeza—. No había oído hablar de ese Morris. ¿Es un militar? ¿De las Tres Cruces? —Sus ojos repasaron a Robin de arriba a abajo y sus labios se torcieron en una pequeña mueca—. No tienes pinta de esos.

Motya hablaba con más comodidad una vez pasado el primer momento de timidez y liberados sus hombros de la vigilancia de la mujer que se había marchado con Nick. Aún así, su mirada echó un rápido vistazo hacia la puerta del City Hall, como si en el mismo momento en que se abriese la puerta fuese a recuperar la seriedad y volver a su mutismo anterior.

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20/03/2018, 08:11
Robin

Robin subió una mano hasta la cima del gorro negro con el que ocultaba el naranja de su cabeza solo para asegurarse de que seguía ahí y al notar el mullido de la lana asintió para sus adentros.

Se había acostumbrado al calor del gorro tanto que había dejado de sentirlo pero pensó que de no llevarlo seguro que notaba la diferencia y ahí fue una parte de su pensamiento rozó la analogía de su gorro con su amor y temió que Alec no fuese un cigarrillo apagado como decía Daniel, sino que se hubiese acostumbrado tanto a él, a su ausencia y a su perdon que hubiese dejado de apreciar que estaba ahí, abrigandole.

Ajustó los extremos del gorro sabiendo que su color de cabellos iba a ser chivado por las cejas pero al menos debías estar cerca para verlo. Luego se descolgó la mochila para darle un respiro a la espalda que durante unos segundos sintió el frío que apartaba las capas extras de ropa que era su equipaje.

Sonrió tomando el punto final del asunto irlandés para no encogerse de hombros. No sabía por qué Nick era vip ni quería saberlo.

La confusión en las preguntas de la chica le hicieron tanta gracia que no supo ofenderse por el mal comentario a su cuerpo ni quiso escuchar el murmurro de prudencia con voz de Morgana que nacía detrás de su oreja. Esa chica tenía cabeza de militar, la habían marcado en el látigo de la supervivencia por escala de fuerza y poder y hablarle de su Morris se sentía casi como darle el chivatazo de un territorio apto para invadir; si no fuera por el corazón candido que movía toda la maquinaria.

Sus ojos descendieron a las manos armadas un breve segundo en el que juzgó que probablemente aun estaban limpias de sangre.

Vaya gracias —protestó con broma—. Es que la parca engaña mucho. Debajo es todo fibra —rió mudo con una sonrisa que mostró sus dientes y que clavó en su corazón como un castigo de su consciencia por divertirse en un momento como aquel en el que su padre le esperaba—.

Soy médico —aclaró sin querar entrar a hablar de los demás—. Pero sé hacer tartas y tengo las manos inquietas así que hago bastantes —se encogió de hombros—. Además, las pintas no siempre nos definen —habló con claras segundas por ella— ¿Verdad? —le lanzó la pregunta con la punta de la nariz — ¿De qué querrás tu tarta?

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22/03/2018, 20:31
[Big Dima] Motya Gelman

Motya contempló con cierta diversión cómo Robin escondía bajo el gorro los mechones rebeldes que habían escapado de su prisión y cuando él siguió hablando por un momento su sonrisa titubeó, como si en ese instante se estuviese planteando si podría haberle ofendido por su comentario. La sonrisa del chico terminó por disolver esa duda y sus labios se curvaron en reflejo. 

¡Médico! —repitió, dando algunos pequeños pasos hacia un lado para desentumecerse mientras volvía a repasarlo con la mirada para después volver a su lugar—. ¿Pero cuántos años tienes? —preguntó, como si a su edad fuese mucho más normal cargar con una automática que curar a otros.

Había ignorado la pregunta sobre las pintas, aunque era difícil decir si lo había hecho de forma deliberada o había quedado apartada ante la sorpresa por tener delante a alguien con el don de curar. Quizá por ello no llegó a esperar una respuesta a su propia pregunta antes de seguir hablando. 

Uf, si pudiera elegir una tarta... Sería de chocolate —declaró sin duda alguna—. ¿Has comido chocolate alguna vez? Yo lo he hecho dos veces y es una pasada. —Había cogido carrerilla y siguió hablando al tiempo que cambiaba el peso de una pierna a la otra—. Vadim dice que antes se podía comprar chocolate en los supermercados y todo el mundo tenía en sus casas. Dice que él comía tarta de chocolate todas las semanas. 

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25/03/2018, 10:24
Robin

Robin creció ante la sorpresa de la chica y la boba sonrisa de recibir elogios se escondió bajo aquella que portaba como manos al aire, bandera blanca o declaración de no-enemistad.

Deliberadamente omitió responder sobre su edad. Por vanidad. Le gustaba ese trato de iguales, esa ilusión por conocerse y curiosear sin que ninguno pudiera ser un metomentodo ni elevar sus ojos por encima del hombro del otro y no quería cargarselo con la rapidez con que se da un número, y especialmente el 17.

La parte del chocolate se le antojó un déjà-vu, tal vez una parte de su cabeza había jugado a adivinar la respuesta y la había acertado, tanto que incluso le había puesto la voz de Motya y ahora sabía encajarlo a la perfección; o tal vez ya le había preguntado y no lo recordaba y ella -ella- estaba siendo tan amable de repetirselo cómo si nada; o tal vez era su madre adelantándole acontecimientos para que se dejara de charla y se pusiera en camino cuanto antes.

A veces tenemos —dijo apuntando chocolate en su lista mental debajo del licor para Cassandra que a su vez estaba debajo del nombre subrayado de su padre—. De pequeño mi padre tenía pero solo me daba por mi cumpleaños y a finales de octubre. Mi madre le hizo prometer que no serían unos de esos padres que hinchan a sus hijos a azúcar como si no hubiese un mañana. Y aunque ella no lo dijo con el sentido que ahora pueda tener supongo que mi padre se lo tomó con un poco de superstición, aunque no lo sea. Supersticioso, digo.

Llenó los pulmones con el frío de la ya entrada mañana y llevó parte de su atención a la espalda para buscar la presencia de Lilith.

De chocolate entonces—volvió a encarrilarse frotándose los brazos para darse calor—. Eres nueva ¿verdad?

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27/03/2018, 12:26
[Big Dima] Motya Gelman

Mientras Robin hablaba los pies de Motya volvieron a repetir ese pequeño baile, dando unos pocos pasos hacia un lado para luego regresar, como si tuviese interiorizado ese mecanismo para combatir el frío. Cuando volvió a estar delante de él, se encogió de hombros.

Más o menos —respondió, echando un vistazo por encima del hombro al enorme edificio del City Hall, a su espalda—. Soy nueva aquí, en esta puerta. Con Dima llevo toda la vida. —No sonaba a eufemismo o a exageración, sino que parecía estar diciendo que, literalmente, llevaba en la organización toda su vida. 

¿Tu padre es el Mayor Morris ese? —preguntó de vuelta, mirando al chico con renovada curiosidad pero esquivando el tema de su madre, tal vez por intuir que el pasado usado al hablar de ella no era gratuito—. Debéis estar forrados para tener tanto chocolate.

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29/03/2018, 16:12
Robin

A Robin le costó hacerse a la idea de que esa chica fuera una hija de Dima. No le cuadraba su carácter con lo que él conocía de los mafiosos. Buen era cierto que uno de los hombres de Estrella había sido amable hasta dejar de serlo para volver a serlo después pero esa muchacha no parecía de falsa sonrisa, sino más bien de simpatía en el armario.

Iba a responder con su asombro pero al mover los labios intentó responder a la pregunta sobre su padre y ambas quedaron trabadas en un sonido sin significado alguno que a su vez mutó en una carcajada al escuchar lo de la riqueza.

Apretó el reverso del puño contra los labios para acallarse avabzando una disculpa con la mirada.

Ay perdona, perdona —dijo entre respiraciones cortadas buscando la calma—. Tuvimos mucho cuando aun era conservado del otro tiempo, ahora tenemos cuando sale —dejó de contextualizar la parte del cultivo por creerlo obvio por costumbre—. Y mi padre... No, él se llama Nathaniel y tiene problemas, justamente voy camino de verle. Vive en otro lado.

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31/03/2018, 21:49
[Big Dima] Motya Gelman

Motya no pareció ofenderse por la risa del muchacho, pero una sombra de curiosidad pasó por sus ojos evitando que diese otro de esos paseos para quedarse mirándolo con un interés expectante. 

Ah —dijo cuando llegó la explicación, como si de repente lo hubiese entendido todo—. Claro, teníais un aprovisionamiento de esos. 

Después negó la cabeza. 

Nathaniel, no me suena. —Sus labios se torcieron en una leve mueca cuando siguió hablando—. Siento que tenga problemas.

Su mirada se desvió hacia la puerta a su espalda, comprobando que la mujer siguiese sin aparecer por allí, y la cicatriz de su nariz palideció cuando la frunció, en un gesto pensativo. 

Como tu tío tarde te vas a quedar congelado —comentó, cambiando el peso de una pierna a la otra en un gesto que parecía desvelar que proyectaba su propio frío en el pelirrojo—. ¿Quieres pasar al vestíbulo? Le diré a Sveta que no eres un peligro. 

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01/04/2018, 20:27
Robin

Que el nombre de su padre no fuera conocido por la mafia de la Big Dima solo pudo ser interpretado por Robin como algo bueno y su pequeña sonrisa se abrió tras ese sentimiento de Motya para vocalizar un "gracias" cuyo sonido debió quedar congelado pues nunca llegó a salir del pelirrojo.

El ofrecimiento de entrar hizo que tanto sus pupilas como su peso bailara oscilando de puerta a escalera, de puntas a talones.

Tenía frío aquello no se podía negar y su nueva amiga también lo tenía, así que esperar dentro era lo más lógico si el raciocinio quien tomaba las riendas pero su parte emotiva se oponía con la misma fuerza con la que el instinto había puesto el nombre de su madre a ese sueño que le tenía en ruta.

Solo si no es un problema para ti —preguntó dejando que la oportunidad de entrar tuviera a su vez su oportunidad de escaparse entre sus dedos helados que recogió bajo las axilas—. Tampoco puede tardar mucho más, ¿no es así? —se sintió irlandés sonriendo para sí agachando la mirada para ocultar el baile de sus pecas— ¿Me van a registrar?

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02/04/2018, 23:15
[Big Dima] Motya Gelman

—Nunca se sabe —Motya respondió así con incertidumbre a la primera de las preguntas de Robin—. A veces tardan cinco minutos y a veces horas. Depende también de si Vadim estaba ocupado con algo y de lo que tu tío quiera de él. 

Se encogió de hombros con un gesto tan vago como imprecisa era su estimación del tiempo que le quedaba de espera al pelirrojo, pero enseguida siguió hablando. 

—Si no te mueves del vestíbulo no me dirán nada por dejarte entrar —aseguró, llevando la mirada una vez más a la puerta acristalada para luego mirar al muchacho—. Sólo tienes que ponerte donde te pueda ver desde aquí. 

Desvelaba así que la invitación era sólo para él y que no incluía su compañía, sólo algo menos de frío que el de aquel pórtico. Entonces hizo una pequeña mueca frunciendo los labios antes de apartar los ojos de él con lo que parecía un leve azoramiento.

Sí que tendría que registrarte antes de entrar —reconoció, volviendo a mirarlo después de hablar—. Pero no me voy a aprovechar ni nada, ¿eh? Puedes estar tranquilo. 

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05/04/2018, 12:46
Robin

El chico se figuró la situación que Motya planteaba: entrar en el vestíbulo mientras ella seguía pasando frío en el exterior. Y no le encontró sentido.

Si debía quedarse dónde ella pudiera verle, él también la vería a menos que llevara la vista a otro lugar y en ambos casos sería una espera más larga e incómoda que fría estaba siendo.

No entendía por qué ella debía quedarse a pasar frío, no era como si ahora, hablando, le permitiera vigilar demasiado y puede que la presencia en el exterior fuera más disuasoria que unos ojos tras un cristal pero a Robin no le parecía bien dejarla sola.

Bajó las manos para dar más credibilidad a su respuesta que inició con una negativa de cabeza y quedó pospuesta al chocarle las últimas palabras de Motya.

Su frente se arrugó como si hubiese tragado el ácido de un limón preguntándose de dónde venía aquella respuesta y sobretodo dónde llevaba escrita la pregunta.

¿Cómo? —preguntó confundido pero no esperó a que tomara importancia— Estoy bien aquí.

Sonrió metiendo las manos en los bolsillos.

Y, ¿Vadim es tu padre? —aprovechó que lo había mencionado para devolver aquella pregunta que ella le había hecho sobre el suyo por ser un poco recíproco.

Notas de juego

Perdona, no lo tenía marcado en novedades y se me pasó.

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05/04/2018, 20:37
[Big Dima] Motya Gelman

Los ojos de Motya volvieron a escapar cuando llegó la extrañeza de Robin y sus pies repitieron ese pequeño baile de dos pasos para un lado, dos pasos para el otro, antes de aprovechar la pregunta del pelirrojo para dejar atrás la posibilidad del cacheo y cambiarla por una risa breve.

Qué va —dijo, con diversión por aquella idea—. Yo no tengo padre. Nunca he tenido, ni cuando mi madre estaba viva. Pero si tuviera que tener uno, no me importaría que se pareciese a Vadim —añadió, con un leve brillo de admiración hacia aquel hombre bailando en sus ojos. 

Su mirada entonces se centró de nuevo en Robin y parecía contemplarlo como si se preguntase de dónde había salido alguien como él. 

¿No sabes quién es Vadim? —preguntó, sin disimular su curiosidad antes de explicarlo directamente, sin esperar que el chico hubiera podido responder—. Es el primo de Dima. Manda mucho por aquí.