Partida Rol por web

Skyler puso su cara de sabidilla habitual cuando Morgana le dio la razón. Sus párpados cayeron hasta la mitad en un gesto que parecía decir «pues claro». La mayoría que se alzaba a favor de conservar la calavera de carnero no le gustó tanto, claro. Frunció la nariz y el ceño mirando el objeto que Shamira estudiaba por dentro y por fuera y resopló entre dientes, pero no protestó más.

A lo que sí protestó fue al comienzo de desbandada. Echó una mirada torcida a Trish, no le hacía mucha gracia estar de acuerdo con ella. 

—Joder, la hermana de Cassandra tiene razón por una vez. Nunca va a ser buen momento para tomar decisiones si os escapáis cada vez que nos juntamos todos. A ver si os creéis que a mí me gusta estar aquí escuchando todo ese rollo del tuerto y el techo y el bicho ese que seguro que está maldito por el demonio. Pero habrá que esperar a que todos acaben antes de largarnos.

Sacudió la cabeza y apretó los labios. 

—Muy bonito lo de la pizarra y todo eso. Yo voto a favor. ¿Pero quién se va a encargar de guardar la cabeza chunga? ¿Quién más quiere venir a ver las pintadas del techo? 

Suspiró quedamente.

-Lo de la pizarra me parece una excelente idea -afirmó Daniel subrayando dicha afirmación con un asentimiento de cabeza-. Y marcar allí las guardias, las salidas y el destino de quien vaya a marcharse. Y si además se pone la razón de la marcha, estaría genial, sin entrar a cotillear sobre las cuestiones privadas. En cuanto a lo de la visita a la cripta, creía que... Bueno, da igual -dijo encogiéndose de hombros. No tenía sentido entrar a discutir quién había dicho qué y cuándo. Era hora de sumar y no de restar-. A mí me gustaría ver la cripta en persona, siempre y cuando se decida que es oportuno hacer una nueva visita. Cassandra, ¿tu portátil puede grabar imágenes? Porque en ese caso no harían falta dibujos. O tú, Trish, ¿cuentas con algo que pudiera servir en ese sentido?

Por extraño que pareciese, Morgana se sintió en sintonía con las personas que la rodeaban. Fue un momento, un par de latidos de corazón. Tal vez algo había cambiado en ella, en el ambiente del Morris, en el mundo. Fue breve, pero suficiente para sentirse bien, para calmar esa furia interna, esa caldera hirviendo que siempre y constantemente abrasaba sus entrañas.

-Anotaremos salidas, movimientos, disponibilidad. Guardias, deberes. Cualquier puta cosa que queramos apuntar que pueda resultar de interés a los demás. –Su mirada se paseó por la estancia, conciliadora, dejando rastros de un jade brillante sin mota de desprecio o burla. Se detuvo en Dani, confirmando y reforzando lo que el chico acababa de expresar, por mucho que le jodiese a Morgana. Regresó a su origen, Trish, a la que dedicó una sonrisa afectuosa- Respetando la privacidad. –Eso era una línea muy delgada, ¿qué entendía cada uno por los límites de su libertad y la de los demás?

Se giró hacia Skyker, se mordió el labio inferior- Yo puedo guardar esa mierda, si queréis. Y os acompañaré a la Comunidad a ver de nuevo la puta cripta si os empeñáis. Pero esperemos unos días. Ya hemos dicho que solo hay que ir en caso muy preciso. –Miró a Kane, con expresión neutra, sin dejar que ninguna emoción o sentimiento la traicionase- Entonces puedes quedarte en el refugio, si te parece bien. –Sus ojos volaron a la peliazul, endurecidos, serenos- No irás sola a ver a ese gilipollas. Nada de andar por ahí en solitario, ¿la acompañarías, Kane? –si el pistolero no aceptaba, lo haría ella misma, a pesar de que tenía otros planes. Su tono se hizo más tajante,   más firme y autoritario - Eso va para todos, se acabó eso de largarse a cualquier maldita hora en solitario. No lo voy a permitir. –se mordió de nuevo el labio- El asunto de Las tres Cruces es distinto. Es mi terreno. Puedo manejarlo. Apuntad en esa jodida pizarra lo que hemos hablado. Esto es un puto nuevo comienzo en nuestras relaciones y convivencia. Yo…-aquí se paró un momento, dubitativa-…yo me voy a esforzar…en mi humor. Os aseguró que lo intentaré.  Tenemos mucha mierda encima, es cierto. Sin embargo ha quedado claro que aquí hay personas muy especiales, diferentes a cuanto he…hemos conocido. Algo se cuece, no seamos imbéciles. Pero insisto, no os dejéis arrastrar por el río de mierda y desperdicios –se fijó con intención en Cass- Lo estás haciendo bien. No te rajes. –Continuaba sin confiar como antes en ella, pero le había dado su palabra de colaboración. Con sus límites.

Para Morgana no era una situación peor que otras. Diferente. Rara. Lo malo es que tenía con ella una tropa de novatos y no una compañía de rudos marines. Lo bueno es que, por ejemplo, había quien podía teletransportarse, o ver el futuro. O dominar la mente de otros. Putos XMen, bromeó para sí misma.  

Kane escuchó la propuesta de Triss sin mostrar ningún desacuerdo, simplemente asintió a lo que proponía. No le veía problema a ello, tampoco tenía mucho que contar sobre nada, y como se había comentado posteriormente, los asuntos personales quedaban ahí, en la esfera personal.

—No me parece mal —respondió con un encogimiento de hombros al comentario de Morgana, su respuesta fue tan contenida como siempre. Estaba claro que, a pesar de todo, la cabeza del pistolero estaba distanciada de lo que ya se trataba. Una nueva petición de Morgana hizo que la mirada de Kane volvieran a ella, tuvo un ligero arrebato de alzamiento de ceja por el tono empleado de la militar. Miró a Trish a continuación —. Si ella no tiene inconveniente, yo tampoco.

No se extendió mucho más, las palabras de Morgana acerca de su intento por templar su carácter no recibieron respuesta por parte de Kane. Si le convencía o no esa predisposición seguía empecinado en no exteriorizar nada, aunque, una vez más, otros pensamientos estaban aferrados en la mente del pistolero y no le abandonaban. Pensamientos suficientemente densos como para dejar en segundo plano todo lo demás.

Trish se sorprendió al oír que Skyler le daba la razón. Eso sí era una novedad. No le contestó directamente por no estropear ese momento, y al oír lo que Daniel dijo sobre la pizarra, se sintió bien. Asintió cuando él enumeró cosas para anotar, aunque luego negó con la cabeza.

—No tengo nada así ahora, no. Y no sé si me arriesgaría a sacar el portátil de aquí sin que sea necesario. Es demasiado valioso. Pero si alguien va a ir, un buen dibujo debería valer. Además —hizo una pausa mientras conectaba las piezas—, las linternas se estropearon al entrar en la sala, y aún no sabemos por qué. Seguro que hay algún tipo de campo electromagnético, o algo así. Como le pase lo mismo al portátil, estamos jodidos.

Después de eso escuchó lo que dijo Morgana y luego Kane y cambió el peso de pierna, pensando cómo responder.

—Tampoco hace falta exagerar tanto —contestó—. No voy a salir de Sugar Hill. Y en mi caso, si pasa cualquier cosa, sólo tengo que querer volver. —Hizo una pausa antes de intentar sonar un poco más firme y menos negociadora—. Con Jimmy prefiero hablar a solas. —Entonces buscó a Axel—. Y si no, mejor que me acompañe él. Igualmente tenía que presentarlos, por una cosa que Axel le quiere preguntar.

En general, Axel estaba de acuerdo con todo lo que decían, así que se mantuvo callado, escuchando con atención las ideas y puntos de vista del resto. Al oír que Trish había quedado con Jimmy una fugaz sonrisa se dibujó en su rostro, pero tampoco dijo nada en primera instancia. 

Asintió de acuerdo al escuchar la idea de la pizarra, pues especialmente para él era una genial idea, dado que no sabía mucho de lo que hubiese pasado ahí antes de su llegada ni de información relevante que pudiesen haber recolectado hasta entonces. Además, el tener apuntado donde se iba todo el mundo era útil... siempre y cuando no lo leyera quien no debía, así que la ubicación de la pizarra en cuestión también era importante si recibían visitas. 

A continuación, se vio gratamente sorprendido por la asertividad en las palabras de Morgana. Estaba hasta orgulloso de ella por no camuflar sus palabras y preocupaciones con insultos, y hasta sonrió feliz al oír que se esforzaría en mejorar su humor y sus felicitaciones a Cass. Ciertamente, en esta reunión la posibilidad de convivencia armoniosa se veía mucho más real que en la anterior. 

Además, yo ya tengo práctica de niñero con Trish, ¿cierto, pequeña? - contestó con un guiño amistoso a la peliazul, para luego mirar a Morgana y Kane alternativamente - Me iría bien preguntarle un par de cosas a Jimmy, esperaba verlo pronto para ver si me podía ayudar a conseguir algunas cosas. - confirmó las palabras de Trish - Y si voy con Trish, la cojera importa más bien poco, porque como ella dice en cualquier caso solo tiene que pensar en regresar. - mencionó antes de que alguien pudiese usarlo de excusa para que fuera otro con ella - De todas formas la rodilla no me jode hasta que le doy mucho uso, así que tampoco es impedimento para cuidarla. - y quisieran o no, no había llegado vivo hasta ahora por obra y gracia del espíritu santo, sino porque sabía mantenerse en una pieza. 

Cassandra oyó a Skyler y frunció el ceño, pero entonces recordó lo que le había pasado con ella y se puso a contar mentalmente hasta que se le acabasen los números. Mientras tanto la conversación siguió y se propusieron buenas ideas, por lo que la buscadora permaneció en silencio, más cuando su hermana se le adelantó para dar una buena respuesta a la propuesta de Daniel sobre llevar su portátil a la Cripta, que fue la única interpelación directa a su persona.

El que Trish dijese que prefería ir sola a verse con Jimmy hizo que los dientes le rechinaran, aunque menos mal que acto seguido propuso al violinista como su acompañante y éste aceptó, así la morena pudo permanecer más tiempo en ese silencio que adoraba.

La intervención de Morgana asumiendo su parte de "culpa" en el enrarecido ambiente del centro y proponiéndose el intentar corregir su actitud, abrió un poco el cielo de negras nubes que la morena llevaba días vislumbrando, pero no fueron si no las palabras que le dedicó las que lograron que levantase la cabeza del todo enfrentando su mirada. Una sonrisa torcida acudió a sus labios, recordando la caña que la ex militar le daba cuando ella intentaba tender puentes entre las dos pero se dijo que, aunque no fuese cuando ella había propuesto, al menos parecía que esos puentes estaban ahí. Asintió casi imperceptiblemente y esperó por si había algo más que aclarar.

El nombre de Nick había vuelto a salir y Robin había encontrado en esas cuatro letras más nombres de los que podían componer por ellas solas. Había tantas cosas que se habían ido con sus mayores que le costaba entender cómo se iba a sujetar el mundo sin ellos.

Y, de hecho, fue ese pensamiento lo que lo sujetó en el salón a pesar de ese inicio de retirada que seguía marcando al estar de pie. Quería irse y olvidarse de que el mundo aun giraba, de que el reloj seguía presionándolos y de que los problemas les comían. Quería, sí. Pero no podía. 

Escuchó en silencio y aceptó las ideas casi como si se trataran de indicaciones más que de propuestas. Buscó a Kane cuando se habló de dibujar y sintió su admiración por el talento oculto de ese hombre pellizcarle la lengua para que dijera algo para que avisara de que no necesitaban más que el ojo y la mano del pistolero para tener una replica de la cripta en papel, pero entendió que si Kane no decía nada, menos debía hacerlo él. 

Apartó los ojos del hombre sin ser capaz de dedicarle ni siquiera esa sonrisa que tantas ganas quería darle en agradecimiento eterno por el dibujo que le había regalado pues sentía la pena temblar de nuevo en sus comisuras. Todo estaba yendo demasiado rápido y el funeral de poco le había servido para borrar la sangre del interior de sus parpados.

- Yo voy a quedarme por el refugio. Lo digo para que sepáis que sí habrá alguien por aquí. Y cuando acabe de ordenar el almacén, puedo encargarme de la pizarra. 

- Yo necesito ir a la cripta. Cuando creáis que sea adecuado ir, pero necesito hacerlo. Acabé allí... Os guié hasta allí, sin saber cómo. Sólo sé que recibí aquella señal. Y que desperté y ahí estaba. Al lado, sin saber que al otro lado del arco existía esa cámara. -dijo, suspirando, tras escuchar a los demás, habiéndose levantado, caminando hacia un lado y otro, despacio, pensativa. Las palabras de Morgana hicieron que sonriese, y encontrándose en ese momento a su espalda, le pasó un brazo por los hombros, delgado y sin mucha fuerza, como era el brazo de Clem, pero cálido, apretando en un abrazo amistoso que concluía con un beso en la mejilla que agradecía la buena voluntad de la ex-militar- Todos podemos cambiar cosas, para contribuir a mejorar nuestra situación. -puntualizó, soltándola antes de que pudiera gruñir ante su gesto, acercándose entonces a Shami. 

- En cuanto al objeto, no creo que sea buena idea que te lo lleves si vas a ver a esos de las Tres Cruces. Creo... -dijo, mordiéndose el labio inferior, nerviosa, pero determinada- Que si alguien quisiese buscarlo, iría a por los más fuertes del grupo porque pensaría que es lo lógico. Que alguien fuerte guarde el objeto. Y en ese caso, debemos adelantarnos a lo que otros puedan pensar. Quizá sea mejor idea que yo lo guarde. Soy la última persona a la que alguien en su lógica daría el objeto. Débil, e incapaz de usar un arma. Pero tengo fe. Si ese chisme es capaz de corromper a alguien... Yo tengo algo a lo que aferrarme. Algo, que creáis en lo mismo que yo o no, cuenta, cuando se trata de conservar intacto el espíritu y la voluntad-concluyó, alargando la mano, con intención de tomar el objeto de manos de Shamira, con delicadeza. 

Shamira abrió los ojos enormes y redondos al escuchar a Clementine y cuando la rubia alargó la mano hacia la cabeza, se la dio de inmediato.

—¿Crees que esta cosa puede corromper a alguien? —preguntó, fascinada y horrorizada a partes iguales por aquella posibilidad—. Guau.

Los ojos de Skyler fueron registrando quiénes se apuntaban a la excursión para ir a ver la cripta: Daniel, Morgana, Clementine. Y ella misma, claro. Asintió con la cabeza para sí.

Después le dedicó una pequeña sonrisa a Robin al escuchar que estaba dispuesto a quedarse en el refugio. Desde luego saber que su primo estaría a salvo entre las paredes del Morris la dejaba más tranquila. Aunque su ceño se frunció ligeramente con algo que dijo, pero antes de que ninguna idea llegase a tomar forma de palabras, fue el debate sobre quién guardaría el objeto lo que atrajo su atención. 

Cuando Shamira habló Skyler miró a la cría y bufó por lo bajo. 

—Desde luego, lo mejor es que lo tenga Clementine. —Sus ojos se fueron hacia la predicadora—. A lo mejor deberíamos bendecirlo o algo así, ¿no? Para asegurarnos de que no es un objeto del demonio y que no corrompe a nadie ni nada. —Suspiró—. Espero que no nos caiga una plaga o una maldición o algo chungo de la muerte por tenerlo aquí.

Con los comentarios sobre corromper almas, el demonio y bendiciones la joven habitualmente encapuchada, que seguía sin llevarla puesta desde que se la había bajado hacía ya un rato, quizás demasiado para los cánones de ella, soltó el aire con un suspiro e intervino.

—No creo que sea necesario llevarlo encima siempre, con guardarlo a buen recaudo sería suficiente. —dijo intentando no meter el dedo en la llaga y levantar susceptibilidades —En cuanto a las salidas, yo dije de ir a ver a Macbeth y sigo queriendo estar presente cuando se hable con él, además de que creo que la salida a la biblioteca debería ser cuanto antes para estar lo mejor informados posible antes de movernos más.

No lo dijo con palabras pero no hacía falta, no creía que fuese buena idea ir hasta pequeño Tokio a la Capilla, con los riesgos que comportaba, sin saber más antes.

—También puedo acompañar a quien quiera salir para que no lo haga solo.

Sus ojos buscaron a aquellos que había dicho de ir a algún lado sin acompañante.

Hubo cruces de miradas. Asentimientos de cabeza. Sonrisas torcidas. Miradas de complicidad. Una de esas reuniones donde se terminaba con buen rollito, buenos propósitos y ganas de emprender todo mejor dejando atrás el pasado. Energías vitales que se movían en derredor de todos los presentes. Morgana casi lo sentía a su alrededor, y quería confiar en que no fuese pasajero, que de verdad esta vez iniciaran un camino juntos que, si bien no falto de escollos y baches, pudieran sortearlos apoyándose mutuamente.  

Para eso ella misma debía confiar. A Morgana le iba a suponer un enorme esfuerzo. Era un buen comienzo que Kane, accediese sin discutir a sus peticiones. Increíble.

No sabia como...

Fue sorprendida en ese momento. Sumida en sus reflexiones no se dio cuenta del acercamiento de Clem. No reaccionó. Más alucinada se quedó con el beso en la mejilla. Su único movimiento fue ajustarse los guantes. Perpleja, extrañada, no le soltó un bufido ni palabra malsonante. Se enfrentó a sus ojos, se mordió los labios, y maquilló sus cicatrices con una ligera capa de estupor. 

-Sí, eso. Todos. -luego surgieron unas palabras en su boca, que no supo quién las expresaba ni de donde le venía esa necesidad de verbalizarlas - Gracias, Clem.-Incluso le devolvió el apretón en el delicado antebrazo de la predicadora.

Le daba un poco igual quien guardase la cabeza maldita. Podía ser Clem. No iba a objetar nada en contra. Desde luego tampoco ella pensaba llevarla encima cuando se ofreció a conservarla. Eso mismo pensaba Cass. Una vez más su mirada fue hacia la jefa provisional del Morris. Morga endureció la mirada. Después levantó la vista hacia Axel, un tanto molesta si él iba con Trish. Habían quedado para tomar algo. Sin embargo casi que era mejor, la militar no se encontraba en condiciones de salir, quería descansar antes de la guardia.  Negó con la cabeza en dirección a Shami- Esa mierda no va a corromper a nadie, Shami. Aparta esas putas supersticiones de tu cabeza. 

Desvió una vez la mirada hacia Cass. No sabia si lo decía por ella en particular...No podía dejarla que le acompañase. Menos ahora que era la voz principal del Morris. A pesar de que una malsana intención se reflejó por un instante en sus ojos entrecerrados.

Clementine dedicó un guiño a la ex-militar, al recibir su agradecimiento. Era bastante, que hubiera dicho aquello, conociéndola como lo hacía, y creía que no haría bien en incidir en aquello. Y ella también agradeció que le devolviese el apretón. Sintió calor, en el corazón. Aquellas eran las pequeñas cosas que reflejaban lo bueno que había en los hombres. 

Miró entonces a Shami, con el objeto entre las manos- No lo sabemos, Shami. No tiene por qué. Pero tampoco se puede descartar. -dijo, a pesar de la mirada de Cass y las palabras de Morgana- Tampoco os alarméis. Es sólo una precaución que me gustaría tomar. ¿Podéis permitírmela?- pidió, escuchando a continuación.

- Puedes venir conmigo a hablar con Macbeth. -dijo, tras escuchar a Cass- Tendremos que ir organizándonos, para ver cómo nos movemos y quienes. Va a ser buena idea lo de apuntar las cosas, sin duda. 

Trish asintió con una media sonrisa a la pregunta retórica de Axel, aunque no sin añadir algo a sus palabras.

—Y yo de hacerte de niñera a ti —señaló antes de dejarle seguir hablando.

Después de eso la muchacha se mantuvo en un segundo plano, viendo cómo las cosas se desarrollaban. Las palabras de Morgana le habían parecido sorprendentes, y más aún se lo pareció la forma de aceptar el abrazo de Clementine. Aquello debía ser un buen signo.

—No creo que tengamos motivos para pensar que eso puede corromper a alguien —comentó al final, intentando poner los pies sobre la tierra, aunque esta fuera resbaladiza—. Tampoco los tenemos para pensar que le pueda hacer mejor persona. Pero Clem, por mí no hay problema en que te lo quedes tú.

Trish hizo una breve pausa.

—Aunque siendo parte de algo, deberíamos pensar en qué haremos cuando tengamos otros pedazos. Lo más seguro para que nadie más los reúna sería dividirlos entre nosotros, pero también lo que nos complicaría más las cosas si a alguien le pasase algo. De todas formas —dijo luego, en un tono que parecía aplazar aquella decisión—, ya lo hablaremos cuando llegue el caso.

En ese punto, Trish daba por hecho que se harían con otras partes de aquella máquina, o lo que fuese. No tenían pista de dónde podrían estar las otras partes, pero hasta ese día ni siquiera sabían que aquello existiera o fuese posible.

—Otra cosa sobre la que podríamos informarnos, es la capilla. Quien construyera ese sótano quizá construyó también los otros lugares, si es que existen.

Kane amagó un bufido ante el rodeo de palabrería que se marcó Trish para acabar diciéndole que no quería que la acompañara. Se encogió de hombros sin responder mientras mantenía su silencio, sentía cierta descongestión generalizada tras el anuncio de Morgana, aunque el pistolero seguía igual de serio de siempre. No tenía mucho más que añadir salvo escuchar. El destino de la famosa cabeza sí llamó su atención, se fijó en Clementine y su decisión. Un automático fruncimiento de ceño afloró en su mirada, aunque no se quejó. No era un secreto que confiaba en el criterio de la predicadora.

Compartió una mirada con Robin a quien asintió ligeramente, un sutil gesto de apoyo y reconocimiento. No dijo más, para variar, no fuera a decir algo que Kane rompiera su aura cutre-misteriosa de tipo duro.

La puntualización de Trish, bastante acertada si era honesto, le sacó una sonrisa de medio lado antes de seguir hablando. era una buena chica, especialmente con el caos en que había crecido. De haber sido él, seguramente no sería ni la mitad de tranquilo y bueno que ella.

La idea de aquel cráneo de carnero como horrocrux le hizo sonreír divertido mientras miraba la mesa, aunque apenas brevemente. No era lo suficientemente creyente para siquiera considerar razonable que un objeto pudiese corromper a alguien o echarle plagas encima. Si podía llegar a pensar que algo podría tener un espíritu atado, porque la existencia de malos espíritus no la había negado jamás, aunque él mismo nunca hubiese presenciado ningún evento supernatural. 

Subiendo la mirada al grupo, su sonrisa se tornó un poco más tierna y sincera al ver la interacción entre Clem y Morgana, feliz de ver esas muestras de verdadero cariño y comprensión. Por otra parte, al notar cierta molestia hacia él en la mirada de la marine, Axel se encogió de hombros muy sutilmente, en un movimiento limitado y fugaz, disculpándose con la mirada. Suponía que tenía que ver con el repentino cambio de planes, porque ni siquiera le había preguntado antes de ofrecerse, pero ya encontraría la forma de compensar el plantón. 

A mi me da igual quien se quede la calaverita, así que por mí bien, Clem. - le sonrió a la chica, conforme con su oferta. No valía la pena entrar a discutir creencias. - Cuando vayan, a mi también me gustaría echarle un ojo a la capilla... Si coinciden los tiempos, claro. - si al final no podía ir cuando al resto le convenía, entendía que no lo esperaran - Lo mismo con la biblioteca. Quería ir a ver unas cosas ahí de todas formas, así que me vendría bien aprovechar el viaje. 

Skyler escuchó a unos y otros, pero tenía cara de que alguien había dicho algo que se había quedado revoloteando en su cabeza. No parecía interesarle demasiado la visita a Macbeth de la que hablaban, ni tampoco la de la biblioteca. Seguramente no querría ir a ninguna, sólo había mostrado interés por ir a ver la cripta.

Cuando Axel terminó de hablar, se decidió a sacar lo que le rondaba la mente.

—Eh, ¿y si en lugar de guardar aquí la cabeza la escondemos en otro sitio? Eso es lo que hizo Nate con la cruz esa, ¿no?

Su ceño se frunció al recordar aquello, su mirada buscó a Robin. Parecía no estar segura de si podía hablar de eso delante de él, como si temiese que el pelirrojo se rompiese en mil pedazos de cristal por mencionar lo que había pasado con su padre. 

Daniel no tenía nada que decir ni que añadir. Las cosas parecían ir por buen camino y parecía que la mayoría de las decisiones ya estaba tomadas. Quizá quedaran colgando pequeños detalles pero estos se perfilarían con el tiempo. Y en cualquier caso, lo importante es que todo aquello acabar cuajando y que no se quedara en el bote de las buenas intenciones.

Ante el último comentario de Skyler, miró a Clem, teórica depositaria de la cabeza de carnero. De algún modo, aquel objeto de apariencia demoníaca no le pegaba.

-Se esconda donde se esconda o se guarde donde se guarde, ¿creéis que todos deberíamos saber su localización?

Cassandra sintió la mirada de Morgana pero no hizo nada, tan sólo siguió escuchando y asintió a la intervención de la bardo.

—Claro, Clem haz lo que gustes... menos destruirla.

Una medio sonrisa bromista apareció en su rostro mientras trataba de dejar el tema del poder de corrupción de la calavera atrás, entonces escuchó a su hermana hablar de informarse y asintió de nuevo.

—Si somos muchos los que queremos ir a la biblioteca, podríamos hacer un par de grupos e ir lo más pronto posible, para poder decidir mejor el resto de salidas y como encararlas.

Paseó su mirada por todos, había confianza en sus ojos pero no imposición, se dejaba ver un claro "por favor". Y entonces la voz de Skyler volvió a taladrar su cerebro. Tendría que habérselo dicho al doctor, que de vez en cuando le entraban ganas de estrangular a cierta rubia y que recientemente esas ganas eran más a menudo, pero respiró profundamente y trató de ignorar lo que se le comenzaba a hinchar.

—No. —Negó con seguridad ante la pregunta de Daniel —Con dos o tres sería más que de sobra y si hay más partes  a guardar, que no fuesen los mismos los que lo supiesen.