Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 4] Laberinto de misterios

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15/09/2020, 21:46
Trish

Al subir las escaleras Trish parecía pensativa. Estaba dándole vueltas a las preguntas sin respuesta, y a cómo tomarse las cosas que contestaba por lo que sentía dentro y no por la evidencia. No estaba acostumbrada a eso. Pero había cosas que no podía negar.

Al llegar arriba se dirigió directamente a Macbeth mientras Daniel hacía aquel resumen.

—¿Cómo estás? —le preguntó—. ¿Te duele? ¿Crees que puedes caminar bien para volver? Si prefieres parar en el médico, podemos hacerlo. —La chica miró a Morgana un instante—. Nos conoce.

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16/09/2020, 23:37
Clementine

Clementine observó a sus compañeros, al verlos subir. No pareció extrañarse del olor que emanaba del sótano, aunque sí pensó que habría estado bien poder compartir ese momento con los demás- Sí, el médico nos conoce.-convino, antes de escuchar la pregunta de Daniel y negar, con la cabeza- No lo sé. Salió, y no ha vuelto.-aquella cuestión parecía haber ensombrecido su expresión, para llevarla a suspirar, acto seguido. 

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17/09/2020, 01:18
Axel Montenegro

Así como de seguro Morgana olería los porros, Axel ya se olía la colleja que le caería. Su única duda, realmente, era que tan inmediata sería, pero tampoco pensaba evitarla. Adelantándose un poco, subió las manos a la altura de los hombros, en señal de haber sido atrapado, y dibujó una leve sonrisa en sus labios.

Era un alivio que lo de Macbeth no fuera permanente, y así se lo hizo saber con unas suaves palmaditas amistosas en la espalda al mayor mientras Daniel resumía, esperando la respuesta a las preguntas de tanto de él como a las de Trish. - Lo que necesites para sentirte mejor antes de marchar - le aseguró a Macbeth, apretando un poco su hombro para reconfortarlo. Tampoco le parecía buena idea llevarlo de regreso a ciegas.

La actualización del paradero de Kane le hizo entrecerrar los ojos a Axel, confundido. No sabía como funcionaban en ese aspecto en el grupo, pero no le parecía tan normal no saber donde se había ido alguien en una salida grupal - ¿Quieres que vaya a echar un ojo, a ver si lo encuentro? - preguntó directamente a Clem. Habría salido sin más, pero si era por pelea de pareja que se estaba tomando un segundo, quizás era mejor idea dejarlo tomar aire tranquilo.

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17/09/2020, 08:09
Cassandra (Cass)

Cassandra se acercó también al profesor, pero se quedó en segundo plano viendo y escuchando las interacciones pero sin querer atosigarlo, bastante debía ser no distinguir casi nada para que esas formas difusas te fueran acribillado a preguntas. Con la pregunta de Axel decidió dejar atrás su silencio y decir algo por fin.

—Mejor no salir de la iglesia si no lo hacemos todos. —no era plan de empezar a perder a miembros por buscar a otros, Kane sabía cuidarse muy bien —Sin presión Macbeth, cuando te sientas preparado.

La buscadora no añadiría nada más allí si no era preguntada.

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17/09/2020, 08:51
Morgana Whiterocks

Morgana observó a sus compañeros subir. Los vio y los olió. Apretó los dientes, de súbito cabreada, un chispazo que encendió su mala leche. Miró a Axel, y no le devolvió ninguna mirada risueña ni sonrisa alguna. La expresión de la militar solo denotaba decepción y cólera. Luego observó a Cass, como preguntando, ¿tú también?

Por los breves comentarios no parecía que hubiesen sacado nada en claro, o no lo compartían, cosa que no tenía sentido.

-De noche. Claro. Que alguien vaya a comprar algo y nos esperamos aquí dentro, en esta puta iglesia mientras montamos una hoguera, nos fumamos la mierda que queda y contamos historias. ¿Qué coño os pasa, solo se os ocurre fumaros unos petas? ¿A ver si se os abre el tercer puto ojo del culo? Iros a la mierda. No tenéis remedio.

Recogió la mochila y enfiló el camino hacia la salida, pasando del resto de comentarios. Se detuvo a los pocos pasos, dio media vuelta, y tomó a Macbeth por debajo del brazo, ayudándole a ponerse en pie. -Vamos, te llevaré a que te vea Nicolás. ¿Vienes, Clem? Los demás podéis hacer lo que os de la puta gana.

Tal vez a otro ojos Morga era en exceso intolerante e intransigente, pero ella no reparó en eso un solo segundo. 

 

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18/09/2020, 22:41
Narradora

Nueva York, sábado 11 de diciembre de 2037, 19.05.

Después de la visita a la cripta la vida en el antiguo centro de salud continuó desarrollándose con relativa normalidad. El huerto seguía necesitando cuidados diarios, las risas de Shamira y Lincoln seguían llenando los rincones, Bentley seguía agujereando el patio sin orden ni concierto y Trish por fin había logrado terminar los walkie talkies en los que llevaba meses trabajando. 

Hacía exactamente una semana desde que Kane se había marchado, como bien había intuido Clementine, unos días después de la visita a la cripta. No había dado muchas explicaciones al grupo, ni siquiera se había despedido de la mayoría. Simplemente un día cuando se levantaron, él ya no estaba y sus cosas tampoco. Axel y Daniel escucharon algunos rumores en el mercado, alguien le había visto cruzar el puente hacia el Bronx, pero ahí se perdía su rastro. 

Fue en el siguiente jueves, en el que Cass y Morga habían ido a ver el concierto de Clem en el Trafalgar Tavern cuando Macbeth aprovechó para pedirles que se reuniesen con él en la tarde del sábado, ellas y todos los miembros del Morris adultos que quisieran ir. Esperaba poder darles algunas respuestas, dijo, aunque el lugar en el que las citaba era extraño: en el cementerio de la Iglesia de la Intercesión, que estaba apenas a unos quince minutos andando del Major Morris. 

Cuando atravesaron la verja él ya estaba allí, sentado en un banco de piedra en una especie de plazuela asfaltada. El césped del cementerio había crecido salvaje durante casi dos décadas y la maleza invadía los caminos desde el borde. Era un lugar tranquilo, protegido por los setos y los cipreses que ya nadie podaba y que bordeaban la verja. 

Junto a él, en el asiento del banco, tenía varios libros con aspecto antiguo. Los que se hubieran interesado por él en esa semana y media sabrían que había ido recuperando la vista y que ya hacía días que veía perfectamente. Sin embargo, parecía algo más taciturno de lo habitual y los que hubieran estado en el Traf podrían haber notado alguna mirada pensativa por su parte. 

El hombre los repasó con la mirada al verlos llegar, como comprobando quiénes habían acudido. Los niños se habían quedado en el Gregorio Luperon donde los de McAvoy podrían tenerles un ojo encima y quizá aprendieran algo. Pero ahí estaban los seis adultos que quedaban en el Major Morris tras la marcha de Kane. El lugar empezaba a ser un poco grande para la cantidad de habitantes que tenían, quizá fuera hora de aumentar su número, pero aún no habían hablado en serio de ese tema. 

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18/09/2020, 22:41
Narradora

A Morgana ya le quedaban pocas dudas sobre su estado. El retraso ya era de más de dos semanas y notaba su cuerpo raro. Sus pechos estaban más tensos de lo habitual, como cuando le bajaba el periodo, pero sin que este llegase nunca. Su vientre seguía plano, pero cuanto más lo pensaba, más se convencía: había una pequeña vida gestándose dentro de ella. 

En los últimos días había empezado a sentir náuseas, sobre todo por las mañanas. Los olores le resultaban más intensos y la idea de comer algo al levantarse era suficiente para revolverle el estómago. Ese mismo día había vomitado dos veces antes de descender a la planta baja. 

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19/09/2020, 02:32
Narradora

Kane sí se había despedido de alguien: de Clementine. La última noche que había pasado en el refugio había acudido a su cuarto, febril y con la mirada perdida. La había buscado, como lo hacía siempre que su fe o sus fuerzas se tambaleaban, y tras encontrar cobijo en su cuerpo le había confesado que iba a marcharse. 

Habían hablado largo y tendido, le había contado sus intenciones. Iba a buscar a los Niños Perdidos. Iba a buscar a Jeff. Y no iba a parar hasta encontrarlo. Le prometió que volvería a su lado algún día, cuando hubiese hecho lo que debía hacer. Sabía que ella estaría a salvo en el Morris, pero él no podía continuar allí parado, esperando, necesitaba ponerse en movimiento y seguir el camino que le había marcado Claire. La besó, trémulo, mientras susurraba una despedida para su serafín, y la acunó hasta que Clem se durmió en sus brazos. 

Cuando se despertó, él ya no estaba, tampoco sus cosas. 

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19/09/2020, 02:49
[McAvoy] Macbeth

Me alegro de veros —dijo, con su expresión seria y tranquila que solía lucir, pero repasándolos con aire pensativo—. Hay algunas cosas de las que hablar, eso creo. Tenéis preguntas y puede que yo tenga algunas de las respuestas. No todas, eso se escapa de mis capacidades, pero trataré de poner toda la luz que pueda. Poneos cómodos.

Hacía frío en la calle, debía faltar una hora para que anocheciese como mucho. Pero el hombre parecía preparado, pues en el suelo tras el banco había una pila de mantas de estilo militar, ásperas pero gruesas y limpias. También tenía un termo y un par de lámparas de cristal con una vela en su interior. Por el momento solo les ofreció las mantas. 

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20/09/2020, 01:59
Narradora

Las búsquedas de Cass sobre «la treceava» no la habían llevado demasiado lejos, pero sí encontró algo relacionado con la luna y su décimotercera encarnación. Alguien le habló sobre una especie de secta oriental, japonesa, las 110 Katanas.

Al parecer, su existencia se remontaba muy atrás en el tiempo y también era conocida como la secta de las Trece Lunas. Estaba formada estrictamente por mujeres y quien le habló de ellas dijo que estaba seguro de que algunas de esas mujeres estaban en Pequeño Tokio. Por lo que se decía de ellas, todas las soldados tenían una excepcional forma física, un gran coraje y una envidiable habilidad con la espada samurai. Según le dijo, la secta estaba consagrada a la Luna y buscaba el equilibrio entre el orden y el caos. Para lograrlo, debían proteger a la decimotercera encarnación de la Luna, permitiendo así el cambio de ciclo y la entrada de la era de Acuario.

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20/09/2020, 04:26
Trish

A pesar de que el camino fuese breve, Trish no dudó en llevarse los walkies. Ahora que al fin los había terminado esperaba aprovechar cada oportunidad en que fueran útiles. Las pruebas con sus compañeros más cercanos haciendo el idiota habían terminado, aunque sólo fuese por ahorrar batería, y llegaba el momento de darles uso en una situación de verdad.

Aquel cementerio, como cualquier otro, no erizó demasiado la piel de la chica. Los años le habían enseñado que no era a los muertos a quienes debía tener miedo. Además, no había vivido ni una sola de las ceremonias que solían tener lugar en un cementerio. Eran otros tiempos.

Al llegar y atravesar la verja buscó de inmediato a Macbeth con la mirada, para después acercarse a él. Mientras lo hacía escrutó desde lejos los libros que le acompañaban. Una vez que estuvo cerca lo saludó con la cabeza antes de hacer caso a sus palabras y sentarse en el suelo, mirando alrededor. No supo decir si lo de que se alegraba de verlos tenía un doble sentido, pero aún así le sacó una sonrisa.

—Mola el sitio —dijo, asintiendo, mientras se cruzaba de brazos para retener el calor. Seguramente no duraría mucho sentada—. Supongo que es por algo, ¿no? —preguntó al hombre—. ¿Vas a enseñarnos algo aquí?

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20/09/2020, 09:01
Cassandra (Cass)

Cassandra avanzaba envuelta en capas y embozada, el frío de ese diciembre se notaba incluso por el día no quería ni pensar en la noche, muerte por congelación no sería un buen final después de haber sobrevivido tantos años pero con su poca masa muscular no había otra cosa que pudiese hacer que embutirse en ropa.

Durante esa semana se sintió mal cuando se enteró de la marcha de Kane sin una palabra al respecto, no es que nadie tuviese que dar explicaciones de sus cosas pero se esperaba un mínimo de comunicación para no poner en peligro al refugio, se dijo que si hubiese estado Nick eso no le habría pasado y pasó varios días diciendo poco más que monosílabos, haciendo sus tareas asignadas y encerrada en Conector. Menos mal que llegó el jueves y la excursión que hizo con la ex militar para ver tocar a Clem la distrajo. Aprovechó la salida, pues no se había movido del Morris en todos aquellos días, para hablar con Macbeth y preguntarle por su estado; ya se había enterado por otros miembros que progresaba bien pero quería hacerlo en persona, se sentía responsable de esa ceguera transitoria y verlo tan recuperado la tranquilizó. Aunque cuando les dijo de reunirse el sábado, para hablar de lo que había encontrado, otra clase de nervios se instalaron en su estómago.

El lugar escogido se veía tranquilo, incluso agradable, piedras y naturaleza reclamando lo que era suyo. Saludó al antiguo profesor, tomó una de las mantas que les ofreció y la desdobló lo justo para cubrir su culo del frío del suelo y dejar un trozo para luego hacer lo mismo con su espalda y piernas.

Las palabras de Trish hicieron que la buscadora mirase alrededor, no se le había ocurrido que el lugar del encuentro podía tener algo que ver con lo que les iba a contar y no se había informado sobre él, después de ese barrido y como era normal no ver nada, se encogió de hombros a la espera de la voz del hombre; seguro que Macbeth sabía más de lo que ella pudiese encontrar por lo que quedaba de la Red.

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20/09/2020, 12:07
Morgana Whiterocks

Respiró hondo después de lavarse aquella mañana, fría como todas las que se sucedían desde hacía un mes. La situación era completamente nueva para ella, y su primera reacción, tras ser definitivamente consciente de lo que se cocía, había sido gritar. Un aullido de rabia feroz descargando en él su frustración. ¿Cómo había podido ser tan estúpida?

No sabía tratar el asunto. Debía enfocarlo desde un punto militar, casi la única forma que conocía de afrontar el mundo. Se mordió los labios, colérica consigo misma. Cerró los puños con fuerza, clavándose las uñas en la palma de la mano. Tuvo un fugaz pensamiento para el maldito portorriqueño. Pero no podía echarle la culpa. Sucedió. Y ya está.

Las cosas suceden y hay que encararlas. Aunque todavía no tenía idea de cómo.  

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20/09/2020, 12:27
Morgana Whiterocks

-Macbeth. ¿Nos vas a asustar con un cuento de fantasmas? –saludó bromeando al “erudito” , después de un detallado vistazo a los alrededores de la plazuela.

Escuchó a Trish. Morgana pensó lo mismo, el lugar tenía algo que ver, o quizá simplemente Macbeth buscó un lugar lejos de cualquier mirada curiosa. Ella creyó que sería esto último. Se mordisqueó el labio superior, miró al cielo abriéndose a la noche. Llevaba su gorrito de lana y la chaqueta con el cuello subido. Mostraba cierta palidez en el rostro, aunque el mismo brillo feroz en su mirada de jade moteada de distintos tonos de verde.

Se quedó de pie, acercándose al banco, observando los libros para coger uno de ellos con su mano enguantada. Leería el título y lo abriría si su conferenciante no ponía pegas, con intención de echar una ojeada distraída.

De soslayo  sus ojos repasaron al grupito que quedada. No estaba contenta con la fuga de Kane. Ni siquiera a Clem le explicó los motivos. No era la manera habitual de actuar del pistolero. ¿Tuvo, finalmente, miedo? ¿Fue en busca de Jeff el Tuerto? Kane era un puto desgraciado, pero lo necesitaban a pesar de que ella lo detestase.

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20/09/2020, 15:59
Daniel Green

Kane se había ido. Sin más. Con la misma naturalidad con la que el sol salía cada mañana. Nunca había llegado a tener mucha relación con él, pero no por ello dejaba de echar de menos su taciturna presencia y no tenía ni idea de cómo su marcha influiría en Clementine. Ignoraba las razones por las cuales se había dado el piro, pero entendía que quizá, todo aquello le superaba o no le importaba. Los rumores lo situaban camino del Bronx. Era posible que las desapariciones de los niños le pareciera más importante que unos frescos en una cripta subterránea. Y él, desde luego, no era quién para criticar tal pensamiento.

Y ahora estaban allí. Un cementerio. ¿Acaso era necesario un lugar tan tétrico? Ni siquiera los dados al cancaneo hubieran elegido un lugar como aquel. 

-Y a mí me alegra que nos veas, Macbeth -dijo en respuesta a su saludo. Miró a un lado y a otro y buscó un sitio donde sentarse. Se fijó en los libros y guardó silencio. Era hora de escuchar. 

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21/09/2020, 00:58
Clementine

Clementine no habló de la marcha de Kane, pero no había que ser demasiado observador para percatarse de la pesadumbre que había arrastrado desde su marcha. Pasaba largos ratos en la capilla, a solas, donde ya no la acompañaban ni Skyler ni el pistolero. Solía salir de allí con los ojos enrojecidos, y durante días, a penas se la escuchó hablar, durante las comidas que compartían todos juntos. 

La noche del concierto en la que había acudido al Traf con Cass y Morga, había cantado de una manera diferente. Normalmente había un regusto esperanzador, en las canciones que pudiera cantar Clem. Solía llenar el bar de un sentimiento de plenitud que esa noche había sido sustituído por el sabor amargo de una despedida. Por una tristeza casi palpable, que en un momento dado hizo temblar su voz, en lo que fue un quiebro de breves instantes del que se recuperó a fuerza de práctica y tablas. 

Había acudido junto a sus compañeros al cementerio de la Iglesia de la Intercesión, con la chaqueta bien cerrada y las manos en los bolsillos. Ver a Macbeth hizo que sonriese, aunque fuera momentáneamente. Clementine se sentó, al lado del antiguo profesor- Yo creo que prefiero escucharte. Te conozco y sé que habrás pensado en cómo explicarnos lo que sea que hayas descubierto. Después de todo, será tu pequeña lección de hoy.-dijo, con un suspiro- Luego, preguntaré mis dudas. O los detalles que no hayas mencionado. - dijo, sin cuestionar por qué se encontraban en el cementerio. Si Macbeth los citaba allí, sus razones tendría. 

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21/09/2020, 01:12
Axel Montenegro

Él no era nadie para juzgar a alguien por marcharse sin despedirse. No era lo que él haría, a pesar de haberse marchado de mil lugares (o quizás justamente por eso), pero entendía que cada uno tenía sus procesos y razones. Lo único que realmente lamentaba de que Kane desapareciera, pues definitivamente el hombre tampoco era santo de su devoción, era ver a Clem pasarlo mal a causa de ello.

Tampoco era que se pudiera hacer mucho por la religiosa. Si la muchacha sufría de corazón roto como lo había hecho él en su momento, no había palabra, gesto o intento que pudiera consolarla. No dejaría de doler. Sin embargo, procuró hacerle saber que estaba ahí para hablar si lo necesitaba, llevarle infusiones de menta con pimienta y una sonrisa amable de vez en cuando, y aparecerse en la capilla ocasionalmente. Se persignaba, se sentaba a su distancia, fingía que rezaba en silencio, y luego de un rato se iba. Al menos así no se sentiría tan sola ahora que no estaban Skylar, Robin ni Kane para acompañarla en sus rituales.

En otros temas, había que apreciar la ironía de sus circunstancias. Ni dejando de vivir con Madre Laura había podido evadir las misas, y ahora además se pasaba de iglesia en iglesia. Si es que al final vivir en el Morris lo hacía parecer más pechoño que cuando lo hacía con la monja, pero valía la pena. No solo por descansar la rodilla o por el maravilloso huerto, que ya era bastante, sino por lo tranquilo que estaba últimamente. No tenía un Dauntay que lo sacara de quicio, podía dormir con luz encendida en el taller de Trish, y sinceramente, se sentía muy a gusto con la gente que le rodeaba. No llevaba mucho, pero a Axel nunca le había hecho falta demasiado tiempo para encariñarse con alguien, y entre las bromas de Trish y los piques y altibajos de Morgana era difícil pasar un minuto amargado o aburrido. 

Aburrirse en el Morris habría estado bien para esa noche, pero el destino había querido que estuviera en medio de un cementerio, muriéndose de frío, acurrucado como un pollo escondiendo la cabeza entre sus plumas pero con sus mil capas de abrigo. No se moriría de un disparo, ni de un corte a la garganta, se moriría de una neumonía un día de estos. Lo veía venir. De todas formas, ya vivía en tiempo prestado, así que le parecía un buen trato. Y si de paso se sacaba un poquito la espina de los retratos, si entendía algo más de lo que habían visto, muchísimo mejor.

Joder, Macbeth, te amo - dijo con una amplia sonrisa al ver la pila de mantas. Si pudiera, se enterraría bajo todas y cada una de ellas, pero por el momento solo tomó una de esas maravillas gruesas. Lo ásperas que fueran le daba igual, pero luego de haber pasado al menos una década con "mantas" que en realidad eran sábanas, una gruesa y calentita le conquistaba automáticamente.

Viendo que Trish se sentaba en el suelo y se abrazaba muerta de frío, le tiró una y le advirtió con la mirada que se cubriera. No fuera a ser que por cabezota se enfermase. Por un segundo pudo escuchar la voz de su abuela regañándolo por lo mismo, y un escalofrío que poco tenía que ver con la temperatura le recorrió la espalda al pensar que se estaba convirtiendo en ella. Para su desgracia, además, no pudo desligarse de esa semejanza muy rápidamente, pues al ver que solo Cass recogía manta enseguida se autoasignó el deber de ofrecérselas a Clem y Dan cuando tomaron asiento, esperando a pasárselas o no antes de sentarse él también. Incluso le extendió una a Morgana, ignorando que siguiera de pie, y aunque pensó en hacerle una señal para que fuera a sentarse a su lado se decidió por lo contrario. Seguramente prefería mantener el control de la situación desde donde estaba.

Tras asentir a las intervenciones del resto, excepto por supuesto a la de la marine que más bien le sacó una sonrisa tonta, se decidió a confirmar él también su opinión al respecto.

Creo que en este punto somos todo dudas, Macbeth, así que parte por ilustrarnos con lo que quieras. - reafirmó a lo dicho por Clem. Además, ciertamente él no tenía idea ni por donde comenzar a preguntar. - Espero que vengas preparado para ser acribillado a preguntas luego - sonrió, pues al menos esa verdad era ineludible. Si acababan de sentarse y ya le habían caído unas cuantas, a las que por lo demás ansiaba escuchar respuesta, era de esperar que la información causara una avalancha de ellas.

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21/09/2020, 02:35
Trish

Al recibir una manta por parte de Axel, Trish la tomó y le dedicó una sonrisa. Se la echó por encima de los hombros y dejó que colgara lo suficiente para echarse un poco hacia atrás, levantando el culo para sentarse encima de la propia manta. Pronto era casi un capullo del que sólo sobresalía una rodilla y la cabeza. Y la verdad es que estaba mucho mejor que antes.

—Gracias —le dijo a Axel, antes de centrarse en Macbeth.

Lo cierto era que el hombre les había dado pie a preguntar, y al ver que ninguno de sus compañeros esperaba hacerlo ella se movió un poco, impaciente. Había algo a lo que llevaba semanas dándole vueltas. Algo sobre lo que no había querido preguntar a Macbeth antes por temor a su silencio, y al dolor que este le traería, pero aquello parecía la oportunidad perfecta.

—Cuando murió Nick, me dijiste algo de una Hermandad —enunció sin pedir permiso de palabra, ni dar oportunidad al hombre de empezar a contar a saber qué historias—. ¿Tiene que ver con todo esto? —Y después de eso torció un poco la boca antes de volver a hablar—. Hay... Cosas que algunos podemos hacer. Está claro que Nick nos guardaba secretos. ¿Sabes si él también podía, Macbeth? ¿Qué relación hay entre eso y las pinturas? ¿Sabes quién es Jeff, el tuerto?

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22/09/2020, 00:46
[McAvoy] Macbeth

Macbeth había sonreído con la respuesta de Daniel, con una ligera diversión por el chiste compartido. También había asentido levemente a la primera pregunta de Trish y negado a la segunda. El libro que Morgana había ojeado estaba escrito a mano y las hojas parecían tan antiguas que daba algo de respeto pasarlas, como si pudieran desprenderse con facilidad. Tenía mucha letra y también algunos dibujos, jeroglíficos egipcios, símbolos y algunos retratos. 

Le devolvió el saludo a Cassandra y la sonrisa a Clem. Cuando se sentó a su lado, estiró una mano para apretar la de ella y sus ojos se quedaron algunos segundos en la predicadora, estudiando su rostro en silencio. Hasta que la declaración de amor de Axel atrajo su atención, soltó a Clementine y liberó una risa breve.

Una vez estuvieron repartidos por el lugar el hombre en un principio se quedó en silencio, a la espera de preguntas que parecían reacias a salir de las gargantas del grupo. Paseó su mirada entre ellos, expectante, y frunció un poquito el ceño con las intervenciones de Clementine y Axel. Saltaba a la vista que había esperado otra cosa. Seguramente algo más parecido al bombardeo que soltó Trish a continuación a quien dejó hablar hasta que terminó antes de tomar él la palabra.

—Os explicaré lo que pueda de lo que he ido averiguando —dijo entonces, mirando a la predicadora, a la que parecía estar preguntando algo en silencio—, pero podría estar hablando durante horas sin que lo que dijese os sirviera para nada. Necesito que vosotros hagáis las preguntas, para poder responder a las que pueda. Decid qué queréis saber y así sabré qué explicaros. 

Dicho aquello, su mirada se centró en la más joven del grupo. 

—Sí, os he citado aquí por algo. Y este algo tiene que ver con la Hermandad de la que te hablé. —Repasó a todos con la mirada al continuar—. Esto que os voy a desvelar es un secreto, así que os agradecería algo de discreción al respecto. Nick pertenecía, al igual que yo mismo, a la Hermandad Blanca Osiríaca. No sé si alguno habéis oído hablar de ella1. Es una agrupación de eruditos, sabios interesados en el conocimiento, en el misticismo y la mitología —dedicó una mirada a Clem, a quien ya había comentado algo a ese respecto—. Nos reunimos cada cierto tiempo para compartir nuestro conocimiento y esta noche va a tener lugar una reunión en este lugar. He hablado con ellos sobre vosotros y estáis invitados a asistir. Los que quieran, podrán quedarse cuando terminemos de hablar, los que prefieran no hacerlo, podrán marcharse. Por eso estamos aquí.

Volvió a mirar a Trish al seguir hablando.

Jeff, el Tuerto. Lo conozco de vista. Alguna vez ha estado en el Traf y he hablado con él. Pero nunca en profundidad. Sólo sé de él lo que se dice, hay quien lo acusa de estar loco, otros creen que es un iluminado, hay quien piensa que es un profeta. No sabría deciros. 

»En cuanto a Nick. ¿A qué te refieres con «cosas que podéis hacer»? Clem me ha contado algo de su... —Miró a la mencionada, esperando algún gesto por su parte antes de terminar la frase— su visión. Pero no sé nada de los demás. 

Sin embargo, no esperó respuesta antes de agregar una última cosa.

—Y sobre las pinturas... ¿Habéis oído alguna vez hablar de los precursores?

- Tiradas (1)

Notas de juego

1Tirada de Cultura si queréis comprobar si vuestro personaje ha oído hablar de la hermandad alguna vez. Si no lanzáis o no la pasáis, es la primera vez que lo oyen. La especialidad Nueva York os sirve para esto. Con 2 éxitos os suena el nombre muy remotamente, pero no sabéis qué es. Con 3 éxitos o más, sabéis de qué se trata. 

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22/09/2020, 07:16
Cassandra (Cass)
- Tiradas (1)

Notas de juego

Casa está congelada, hasta su cerebro   XD