Partida Rol por web

Un jinete se descuelga de la caravana que se detiene en el horizonte y se dirige al galope hacia Adreim.

Los que estais en el pozo veis como se acerca al elfo albino y parece que hablan a lo lejos entre los dos.

El jinete detiene a su briosa montura (un magnifico caballo del desierto) y te habla a pocos metros de ti.

Quien eres extranjero, y que haces en el desierto de los muertos? Acaso no temes a los demonios de las ruinas prohibidas?

Ante las palabras del llevador de antorchas, no digo nada y solo gruño, que se habra creido. Empiezo a subir con cuidado por las paredes resbaladizas del tunel...

El elfo se pegó la carrera, aunque no sentía que le faltase el aliento. La sensación de cansancio era diferente ahora? Un jinete se le acercó y le habló.

Bienhallado viajero, mi nombre es Adreim. Soy el líder de un grupo de aventureros: el célebre Sindicato Saja y Raja. Mis ropas están manchadas de los restos de los muertos que nos han atacado. Hemos llegado lejos, pero queremos regresar para reponernos. Sin embargo, necesitamos víveres y monturas. Podemos comerciar si así lo queréis. Aunque, decidme, a dónde os dirigís? Quizá tengamos el mismo destino.

El monje Azrael sale sin demasiada dificultad, aunque un poco sudoroso por la boca del pozo trepando por la cuerda.

Una vez fuera del hoyo ve a varios de sus compañeros (el mago sire, el clerigo ariminden y a un druida (quizas un recien llegado al grupo) que esta con ellos oteando el horizonte. En la lejania hay una caravana y alguien se ha acercado a caballo hablando con Adreim.

Aparte de eso y un camello cargado de utiles y tesoro esta el portaantorchas Xuuan, qque se afana en volver a recoger la cuerda.

Trás quitarme el sudor un poco y darme unas palmadas para quitarme el polvo. Me acerco al resto del grupo y les saludo:- Parece que al final escogisteis el camino bueno, el resto del grupo anda perdido en el laberinto- Señalando a la caravana les pregunto:- ¿Quien son esos?-

Oh,..si,.... nuestro destino. Nos dirigimos a la ciudad mas cercana con un cargamento de esclavos.

Dice observando atentamente tu expresion mientras lo hace.

Si quereis comprar algunas cosas tambien nos acompañan varios mercaderes. Os cobrare cien monedas de oro por mostraros el camino del desierto y daros de beber de mi agua.

Esclavos? Y esclavas no? Jejeje. Somos un grupo aguerrido y podemos daros escolta de los peligros del desierto. Quizá os seamos útiles como guardias. Eso compensaría las cien monedas e incluiría el agua y la comida? Creo que os salimos baratos, pues sepas que nuestro grupo es sumamente competente. En concreto a qué ciudad marcháis?

El felpo quería asegurarse que iban a ir a un lugar adecuado.

JAJAJA!!!! eres habil embaucador!!!

Me dices en contraoferta que si os llevo y os doy de comer y beber nos dareis proteccion.

Si no os llevo continuare mi camino sin vosotros. Y si os voy a recoger algo me tendreis que ofrecer a cambio, pues en el desierto no necesito vuestra proteccion.

Luego te vuelve a mirar atentamente...

Nuestro destino es la ciudad de los muertos.

Adreim no sabía muy bien lo que significaba embaucador. Se lo escuchó una vez a una señorita de placer hace tiempo, así que supuso que era algo bueno. La cuestión es que la meretriz le llamó así porque le había dicho que el tamaño de su "espada" no hacía daño, pero luego resultó que sí o eso decía. Gritaba mucho, pero también la pilló tosiendo y mordiéndose las uñas.

Jejeje, ya veo que eres un duro negociador. Está bien, pero sepas que sobrevivimos al encuentro con la santa compaña y no somos un grupo cualquiera. Te daremos 100 piezas de oro por la comida y bebida. Pero si hay un peligro inesperado, sólo actuaremos en defensa propia. Trato hecho?

Dijo con buen humor mientras pensaba en lo apetitoso que debía estar el cerebro de un viajero del desierto.

Bienhallado, Azrael - saludo inclinando la cabeza, aunque con un cierto tinte de desaprobación en la voz - Podríamos haber evitado estos inconvenientes simplemente con un poquito más de disciplina..., pero qué se le va a hacer - añado respirando profundamente como si tratara de tranquilizarme - Afortunadamente, Geonea me da fuerzas...

Eso que parece una caravana acaba de aparecer, y como ves Adreim ha ido a negociar, supongo, pues andamos escasos de comida y monturas. Al salir de la primera sala encontramos un verdadero desastre, y este estúpido animal por añadidura se había comido al resto... - comento señalando a Chini, que enseña los dientes como si sonriera al oír mis palabras - A este de aquí le acabamos de conocer, estaba aquí plantado esperándonos - añado hablando de Noctuleon como si no estuviera delante - Parece que es sordo, aunque al menos habla y es capaz de leer y escribir...

Adelantándome de repente como si hubiera tenido una gran idea, tomo la tablilla de manos del druida y tras borrar lo escrito en ella mi mano comienza a trazar signos elegantes y bien ordenados, una bella obra de arte comparada con el chapucero intento de nuestro líder:

¿Qué te trae por aquí, de donde vienes? - escribo - Mi nombre es Ariminden Galimatias, amigo al servicio del Dios de los Seis Nombres. Adreim trataba de decirte que es nuestro líder, y estamos aquí por una misión de gran importancia.

Escucho atentamente sobre que ha pasado afuera del laberinto, a pesar de ese comentario de que no tengo disciplina... como si fuera un acolito de a pelo pufff, decido ignorar eso último y decir:-Veamos que podemos hacer para rescatar al resto, no estaria mal tener algo de material para no ir a ciegas de nuevo, que creo que las ansias de aventuras me pudo- Al ver que se va a hablar con el extraño druida, decido ver que tal le va a al elfo albino con la discusión con el cavaranero.

Adreim regresa junto a los que se habian quedado al lado del pozo tras hablar con el caravanero, que se acerca a caballo tambien pero se detiene a una distancia prudencial encima de su caballo, observandoos mientras hablais (aunque sin oiros)

La caravana se ha detenido a lo lejos y espera vuestra decision y el regreso de su guia para continuar.

El felpo lechoso se acercó al grupo con paso acelerado, lo que no impidió que pudiera escuchar lo último que hablaban entre ellos.

Bien, camaradas del Sindicato y... tú, ejem, (refiriéndose al sordo) es una caravana de esclavos y tienen comerciantes. Nos ofrecen viajar con ellos hasta la ciudad de los muertos por 100 monedas de oro. Nos darían agua y comida. No necesitan nuestros servicios como guardias, por lo que dice, así que le he dicho que sólo lucharíamos en defensa propia. Tal vez, incluso, lo haga.

Hola Raztamel, veo que estás vivo. Qué ha sido de los demás? De qué hay que rescatarlos? No sé si la caravana esperará mucho tiempo. Así que dónde están?

Por lo que parece, metidos en el pozo sin luz y sin orientación... - respondo, echando una mirada divertida hacia Noctuleon - Espero que tenga más tablillas, va a ser largo de explicar todo esto...

No creo que la caravana espere, y no podemos dejar a ningún miembro del grupo ahí abajo, por más que posiblemente se lo merezcan... - añado, severo - Debemos bajar a buscarlos...

Cuando termino, me pongo a escribir en la tablilla a buen ritmo, tratando de informar al druida de nuestras inquietudes.

-Yo como lo veo, es que van a tener más esclavos y encima cobraran 100 monedas por ello...- Comento sarcasticamente, no me gusta demasiado eso de viajar con esclavistas, puede que sean legales, pero preferiria que no existieran.-Compremos alguna montura, comida y bebida, y dejemonos de viajar con esos tipejos-

Ante lo que dicen de los compañeros atrapados les digo:- Se metierón más al interior, yo subí por una grieta, mientrás me atacaba el guerrero de armadura negra, que me parece que me tiene un poquito de ojeriza cuanto menos. Podría indicaros donde están para intentar rescatarlos...-

Adreim comprendió la situación. Sus compañeros estaban dando vueltas por el laberinto y encontrándose con monstruos y muertos vivientes para nada. Pero Xhu´kel tenía la espada del caballero y no se podía perder.

Umm, entonces ellos prefirieron adentrarse por su cuenta? Si es Xhu´kel el que toma las decisiones, no me extraña que hagan lo peor posible. Jejeje. Está bien, por mi parte volveré a negociar para ver si se esperan o si nos venden monturas, agua y comida. Tal vez, incluso, podamos comprar alguna cosa que nos convenga. Juntad todo lo que recogisteis del tesoro y separar las monedas y gemas. Con eso haremos las compras. También pensad en qué podemos necesitar.

Adreim no estaba para pensar en comida ahora mismo. Se volvió hacia el jefe de la caravana y le dijo.

Viajero del desierto, tengo varios compañeros abajo en el laberinto y debemos encontrarlos. Puede que no tardemos mucho, pero puede que sí. No te puedo obligar a que nos esperéis, pero si lo hicierais os daría 25 monedas de oro por día adicional. Sea como sea, con gusto haremos negocios con los comerciantes pues necesitamos algunas cosas. Qué me dices? Te interesa lo que te digo?

El caravanero atiende al trato que le ofrece Adreim.

De acuerdo, montaremos campamento en el oasis que hay a un par de quilometros, pero no esperaremos mas de tres dias.

Tenemos que llegar a tiempo para las celebraciones de la noche del cosechador de las almas.

Luego espolea su caballo y vuelve con la caravana que se dirige al oasis que ya conoceis donde comienzan a desmontar el tinglado.

Gracias, viajero del desierto, iremos a comerciar pronto y luego bajaremos a por nuestros compañeros.

Estaba bien todo pues. La fortuna les sonreía esta vez. Se acercó a sus camaradas y les habló.

Vamos a comerciar, antes de que se larguen. Sólo perderemos una hora. Habéis reunido las monedas del tesoro? Las gemas también pueden servir. Adelente.

No acabo de ver con claridad los designios de nuestro líder, pues informando a la caravana de que descenderemos al pozo, dejando aquí nuestras pertenencias... - filosofo en voz alta, mientras contemplo en la lejanía cómo comienzan a montar el campamento - No veo por qué no podrían venir y llevárselas, sencillamente, sin oposición. No creo que cuando salgamos estén aquí, excepto que exista algún "Código de honor del Esclavista" que me sea desconocido... - añado con sorna - En cualquier caso, la suerte está echada, y no se me ocurre razón alguna por la que no podríamos salir airosos de esta situación contando el grupo como cuenta con el más valioso servidor de Geonea, El de los Seis Nombres...