Partida Rol por web

Harry Potter y la Nueva Generación

(4) Gran Comedor: "El Baile de Halloween"

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29/07/2014, 19:44
2ºH - Mircea Padurearu

¿Fue Perry, Daphne o él mismo? No podía saberlo, pero al menos consiguió recuperar el control de su cuerpo. Llegaron a él los gritos, la visión carmesí de la sangre aviar compitiendo con los negros y naranjas del gran comedor, el olor ferroso de sangre y el ácido de vómito que parecía superar los hedores humanos.

Buscó a sus hermanas, que en un pequeño grupo parecían ir como un grupo de salvamento junto a la pequeña rubia Gryffindor y la jovencita Ravenclaw con cabellos del color de las espigas. Buscó a aquellos que conocía, fuera por coincidir  en clase o por haber hablado alguna vez con ellos y no se extrañó ver que salvo la Gryffindor que solía perderse por los pasillos, ninguno más se dignaba a hacer nada salvo agruparse sobre los caídos, como buitres sobre la carroña; o peor aún, quedándose quieto, incapaz de reaccionar, como había hecho él... Estaba claro que los nuevos alumnos eran mejores que sus semejantes de un año más, o quizás fuera la escuela que sacaba lo peor de sus alumnos...

No pudo despedir a Perry, que se marchó antes de saber que se había recuperado de su abstraimiento. Le iba a haber recomendado que fuera con su hermano, pues cuando le pidió ayuda con el regalo que hacerle, le había relatado lo ocurrido a Edward y lo débil que era. No era de extrañar que el chico de primero no pudiera protegerse a si mismo, que tuviera que recurrir a un muñeco para practicar sus conjuros de duelo en vez de contra un amigo y que además su hermano estuviera siempre pendiente de él. Perry no se había explayado sobre el accidente, así que Mircea tampoco sabía qué pensar.

Daphne, se fijó en la chica, que tenía los ojos enrojecidos y lágrimas aún resbalando por sus mejillas. Iba a alargar una mano para secar sus lágrimas cuando se fijó que tenía un breve bulto plumífero entre los brazos, la sangre goteando por sus codos y resbalando por todo el frontal de su vestido. Lo siento, murmuró, incapaz de tocarla, de ofrecerle un contacto humano que quizás pudiera paliar parte de su congoja.

Pensó fugazmente en Ferenc, que estaría perdido por entre los restos de aquel particular genocidio estrigiforme y se planteó usar un Accio para recuperarle. No, si estaba muerto como suponía que estarían todas las aves, no tenía sentido sentir el dolor de verlo.

Cuando los profesores actuaron, motivando a los prefectos de las casas a erguirse como líderes de la desbandada de alumnos, Mircea sacó su sombrero de mago de una de sus mangas; no iba a simplemente dejarlo en el dormitorio para que cualquiera pudiese encontrarlo. Con un golpe seco de mano terminó de desarrugarlo y le ofreció la abertura a Daphne. Hizo un breve asentimiento con la cabeza, para que la cría lo hiciera si así quería.

La llegada de Helen Green fue el apoteosis, como si un profesor cualquiera llegase gritando troll en las mazmorras antes de desmayarse.

Agarró a Daphne de la mano, ensangrentada, pegajosa y caliente, sin importarle, y se marchó a por sus hermanas y Maxwell, para que no tuvieran la más mínima oportunidad de escaparse a buscar la criatura que había dejado fuera de juego a la profesora de encantamientos.

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29/07/2014, 20:54
2ºH - Daphne Relish

Daphne apenas escuchó el revuelo que se había formado con los profesores ni las palabras de los prefectos. Seguía demasiado preocupada por Mircea, que no se movía ni decía nada. Toda esa sangre le habría afectado de una forma que ella no comprendía. Se despidió de Perry en cuanto se marchó con su hermano-. Tranquilo, lo haré -. Estaba muy agradecida por el apoyo del Ravenclaw. Se había mantenido a su lado en todo momento. En cuanto pasara todo, le daría las gracias. Ahora, tenía que centrarse en Mircea. Poco a poco, comenzó a vislumbrar vida en sus ojos, que rápidamente la enfocaron. La tejona seguía llorando y estaba casi al borde de la histeria, pero al menos uno de sus problemas se había solucionado.

Bajó la cabeza cuando su amigo le dio el pésame-. Yo también lo siento –dijo con un hilo de voz. Vio entonces cómo sacaba su sombrero, donde siempre guardaba sus libros y lo abrió ante ella. ¿Le estaba ofreciendo lo que creía que le estaba ofreciendo? Dudó unos segundos. ¿Cómo podía hacerlo? Pero entonces escuchó a la prefecta de Hufflepuff, que se paseaba por todos los alumnos de su casa, recordándoles que debían dejar a sus lechuzas en el suelo, que ya se encargarían los elfos domésticos de recogerlas y darles sepultura. A la tejona no le hacía gracia dejar a Nimu ahí, para que acabara perdido en un mar de aves destrozadas y seguramente enterrado en una fosa común lechucil. No, eso no podía permitirlo. Con una última mirada a los azules ojos de Mircea, buscando confirmación, echó cuidadosamente a su diminuto amigo en el sombrero del rumano- Gracias.

Escuchó entonces los gritos de Helen Green y la noticia que trajo la dejó helada. ¿Más animales muertos? ¿Con qué clase de ser estaban tratando? La gnoma no tardó en echarle la culpa a la profesora Bastet. Así no se solucionaban las cosas. En lugar de apuntar con el dedo, los profesores debían buscar una solución rápidamente. Cuando cayó desplomada, Daphne no se inmutó. Le daban mucha más pena los pobres inocentes masacrados que esa profesora. Aun así, tenía curiosidad por lo que sabía la mujer.

Recibió la mano de Mircea y la apretó. Necesitaba ahora mismo el apoyo de su amigo. Fueron a reunirse con los demás antes de partir a la sala común- Mir... ¿Crees también que ha sido alguno de los profesores? –Si no podían sentirse seguros con ellos, ¿con quién iban a hacerlo? No se imaginaba a un alumno con ese tipo de poder, ni siquiera a uno de sexto o séptimo. Tampoco era mejor pensar que había sido alguien del exterior, pues eso significaba que las defensas de esa escuela eran pobres y que ahora estaban en el punto de mira de fuerzas oscuras. Cualquier respuesta angustiaba a la niña.

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30/07/2014, 00:55
1ºR - Willow Brontë

Tras intentarlo una y otra vez, la pequeña vio que tanto sus esfuerzos como los del resto que habían intentado ayudar a las lechuzas fueron en vano. Se levantó y dejó escapar un suspiro mirando a su alrededor, preguntándose quién habría podido hacer aquello.

Cuando los profesores y los Prefectos se pusieron en acción, Willow hizo lo que habían ordenado y se acercó a sus compañeros de casa. Movió la cabeza de forma afirmativa ante lo dicho por Edward y se limitó a quedarse callada, sin opinar sobre la profesora Green, aún no tenía la cabeza para aquello.

Cuando se pusieron en marcha, fue con el resto al dormitorio.

Notas de juego

Al dormitorio.

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30/07/2014, 18:07
2ºG - Elisabeth Henman Suarez

Se hacía tarde y ya poco se podía hacer. Además, no parecía que fueran a recibir ningún consuelo ni explicación por parte de los profesores. Los niños que se quedaban para llorar a sus lechuzas muertas solo se harían daño a sí mismas. Los muertos no volvían a la vida que ella supiera... aunque tampoco es que supiera mucho de magia.

-Será mejor que nos vayamos- dijo intentando hacer que Diana se levantase y la siguiera- sé que será difícil pero hay que descansar. Mañana nos ocuparemos de los entierros y las explicaciones.

Se sorprendió a sí misma hablando como una adulta. No le pegaba en absoluto, y tampoco quería hacerlo. Quería volver a ser una niña cuya máxima preocupación era una mala nota. Pero no creía que pudiera volver a ser una niña inocente. Al menos no como antes. Le gustara o no, había madurado de golpe y a las malas.

Por otro lado, aunque no se lo dijera a Diana, tenía prisa por ver a su gato. Al parecer todos los animales  habían muerto menos los gatos, o eso había dicho la señorita Green.

Notas de juego

Al dormitorio.

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30/07/2014, 18:25
1ºH - Matthew Williams

Lo que la profesora Green dijo le preocupó. ¿Bestia? No le gustó esa palabra... todo apuntaba a que esa criatura o lo que fuera era la responsable de la muerte de aquellas mascotas y a la propia profesora.

Pero no fue lo peor de todo. No se limitó a hablar de la bestia si no que se dirigió a Bastet. ¿Era realmente cosa de ella? Matt no entendía nada, no se decía que ocurrieran cosas como esas en los folletos sobre Howarts. Pero no estaba tranquilo. Se iría a acostar, por supuesto... pero no se tranquilizaría hasta saber más del asunto.

Cosa que no sabía si era posible.

-Hasta luego- dijo retirándose. No le apetecía hablar de la fiesta ni de lo bien que se lo había pasado. Porque ese último hecho anulaba todo lo bueno que ocurrió antes, y aunque él no hubiera perdido ninguna mascota sabía que muchos estaban dolidos. No, no había nada de lo que hablar.

Notas de juego

Al dormitorio

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30/07/2014, 21:10
1ºG - Ithan Trace Rosier

Ithan aun trataba de buscar la mejor forma de tumbar a Asterope, de que estuviera bien, cuando esta despertó. Un largo suspiro, aliviado, salió de sus labios al ver que al menos su amiga estaba bien. - ¿Cómo estás? - Fue su primera pregunta, sin contestar a la de ella. Fue a ayudarle a ponerse en pie, sujetando a Mazda envuelta en su capa con la mano derecha, y estiró la mano izquierda para que se pusiera en pie.

Cuando tanto la Gryffindor como la Slytherin preguntaron, el rubio negó con la cabeza y en silencio. Movió la mano lentamente, sintiendo la sangre deslizarse por ella con cierto asco. Pero lo que estaba pasando, cuando y donde lo mantenía más atento y centrado que la aquella extraña y desagradable sensación. - Los profesores aun no han dicho nada. Algunos alumnos están buscando sus lechuzas y otros... No sé que están haciendo. Miró hacia el techo durante un segundo. Han caído desde muy alto y ninguna se mueve... están todas muertas... - ...creo que están buscando alguna lechuza viva. - Entonces miró a Linc. No tardó en darse cuenta de que aquella lechuza estaba muerta. Así que debía estar mirando otra cosa. - ¿Ves algo? - Le preguntó, dando un par de pasos hacia el Slytherin y mirando la misma lechuza que él miraba.

Aun estaba intentando averiguar algo, cuando los prefectos hicieron su entrada en escena, intentando poner orden. Pero no pudo dar crédito a lo que estaba escuchando. Dejad vuestras mascotas. Mañana será otro día. Conjuro desmayador. Obedeced y nadie saldrá herido. Miró a Enya, y no fue hasta que esta accedió a dejar allí a la lechuza, que Ithan la dejó con cuidado en el suelo. Notó entonces la mano de su hermano mayor al hombro y lo miró de reojo durante unos segundos, sin abrir la boca. Sentía rabia, sentía pena. Y sobretodo sentía el deseo de devolverle el favor al responsable.

- Déjame un segundo... - le pidió a su hermano mayor, dispuesto a acercarse a sus amigos para despedirse de ellos cuando un estruendo resonó por todo el Gran Comedor, y las puertas se abrieron. Instintivamente, se puso delante de sus compañeros con la varita preparada para defenderse.

No pudo evitar mostrar una mueca de sorpresa en cuanto vio allí a la profesora de encantamientos. Aquello no se lo esperó, y se quedo quieto, sin moverse aun apuntándola con la varita sin acabar de creerse que era ella. Necesitó de algunos segundos para reaccionar y bajar la varita lentamente.

Y no fue hasta que bajó la varita, que se dio cuenta que la pequeña profesora estaba apuntando a Bastet con su varita. Pero fue una frase la que hizo que Ithan negara con la cabeza, palideciendo. Todos los animales están muertos.

Iorek.

- No.... -  Susurró, mientras dejaba escapar el aire de sus pulmones. No puede ser verdad. No puede ser verdad... No... Apretó la mandíbula, apretó los puños y tensó todo su cuerpo. Se negó a aceptarlo. Se negó a que eso fuera verdad. Miró entonces a Kendra, a quien se le acercó para susurrarle algo.

Estaba preocupado. Estaba impaciente, sentía la necesidad de salir corriendo y ver si Green decía la verdad. - Chicos.... tenemos que irnos... - Le pidió con un hilillo de voz a sus compañeros, los Gryffindor de primero. Y tras decir, eso, marchó tras el prefecto hacia el dormitorio con la cabeza agachada.

Notas de juego

A la sala común.

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30/07/2014, 22:03
1ºG - Ithan Trace Rosier

- Tengo que verlo con mis propios ojos... no puede ser verdad.... pase lo que pase... estaré pensando en ti. Mañana nada más levantarme iré corriendo a buscarte a la mesa del Gran Comedor. - Y tras susurrarle eso, le metió un trozo de papel en el bolsillo de la túnica, antes de separarse de ella y dejarle un beso en la mejilla.

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30/07/2014, 22:05
Out(S) - Cassius Johnson

Parecía que Diana estaba tranquilizandose cuando los prefectos entraron a calmar a los chavales de primero y segundo. Miró a su alrededor. No solo eran los de primero y segundo, había algunos de los mayores que estaban llevandolo realmente mal. Se cruzó de brazos, mientras los mayores se encargaban de todo.

Cuando el prefecto los llamó, miró a Gwen dedicandole una media sonrisa. - Mañana nos vemos. - Le comentó, dispuesto a marcharse de allí cuando las puertas se abrieron y la jefa de su casa hizo aparición, herida y aparentemente agotada. Cuando dijo que todas las mascotas habían muerto, él pensó en Noah, la Rata. Pero inmediatamente se encogió de hombros. Le daba igual, ya cogería otra rata y le enseñaría. Quizás a esta la llamara Joey, la Rata.

Pero entonces reparó en algo y miró a Gwen. La serpiente. Recordó, acercandose a ella y dandole un abrazo antes de decirle nada. - Gwen... lo siento. - Le susurró al oido, preocupado por ella. Lanzó un largo supiro, esperando su respuesta y consolandola lo mejor que pudo, hasta que el prefecto le obligó a marcharse hacia la sala común.

Notas de juego

Al dormitorio.

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30/07/2014, 22:26
1ºG - Enya Wood

Enya iba empezando a reaccionar poco a poco. En su colegio muggle, cuando se hacían simulacros de cosas como incendios o ataques terroristas, siempre recomendaban mantener la calma. En las simulaciones era realmente fácil, aunque incluso a veces parecía muy realista. Sin embargo, en este momento... Hay que mantener la calma, porque si todos nos ponemos histéricos va a ser peor. Intentó ir reponiéndose. Ella siempre había tenido iniciativa para guiar a otros muchachos en esos simulacros. El problema es que eran animales, criaturas inocentes que no habían hecho nada a nadie. No sufría tanto por su lechuza como por la situación en general.

Reaccionando poco a poco, vio como Ithan dejaba su lechuza en el suelo, cuando empezó a escuchar que se les daría un funeral digno. No se merecen menos estos seres de la naturaleza que tan bien nos han querido y trabajado para nosotros. Mientras pensaba en ello, contenía malamente las lágrimas. Asterope, que era la que más había preocupado por su desfallecimiento, parecía que volvía en sí, como si las cosas fueran volviendo a su sitio. Tras la tempestad siempre llega la calma. Se le pasaron otras muchas cosas por la cabeza y, fugazmente, la idea de hacer un dibujo de Mazda, su lechuza,  tal y como la recordaba antes del día de hoy. Siempre era mejor recordar a las personas o animales como eran en su plenitud y no a la hora de su muerte, menos siendo tan sangrienta como había sido.

De repente se abrió la puerta estrepitosamente junto con la llegada de otra mala noticia: todos los animales, salvo los felinos, habían muerto. Pensó en su sapo, el pobre, de corta vida. Las malas noticias nunca vienen solas. Decidió que ella enterraría al sapo personalmente. O quizás lo dejaba en el lago. No había nada más natural que el sapo sirviera de comida para otro animal, paradójicamente. Al menos serviría de algo. También haré un retrato de él y colgaré a ambos en la habitación. Nadie muere del todo mientras se mantiene su recuerdo. Consiguió sacar una especie de sonrisa trágica.

Respecto a la actitud de los prefectos, parecía que la de Gryffindor estaba bastante estresada y gritaba dando órdenes.  Esa no es la actitud que un prefecto debería tener en estas situaciones. En cualquier caso nadie es perfecto.
Bueno, vamos, no podemos hacer nada. Iré a recoger a mi sapo. Dormid bien, mañana tenemos que dar un digno funeral a nuestras mascotas. Dijo con una sonrisa forzada aunque con la mirada caída a los compañeros que se irían ahora a otras casas. Pasó la mano por el brazo de Kendra y Asterope como señal de ánimo y salió del Gran Comedor, que se había convertido en la Gran Morgue.

Notas de juego

A la Sala Común antes de ir al dormitorio.

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30/07/2014, 22:48
1ºS - Kendra Lestrange

-Aste... ¿estás bien?

Estaba inclinada sobre ella, al igual que Ithan, Linc y Enya, cuando por fin la chica desperto. Y estaba a punto de sugerir sacarla de alli e ir a un lugar más tranquilo cuando, de repente, las puertas del comedor se abrieron de par en par.

Me giré, sobresaltada, pensando que seria alguien que por fin habia decidido abrir las puertas y salir de alli, antes de que aquel horrible olor y aquella imagen de muerte y dolor siguiera haciendonos daño a todos.

Sin embargo no fue asi. En su lugar, fue Green quien apareció, herida, y apuntando a Bastet por algun motivo. Un motivo que pronto quedó claro.

Todas las mascotas está muertas, menos los gatos.

Me quedé helada, y fue como si el corazón dejara de latir. El tiempo se dilató y fui incapaz de reaccionar. Sócrates. Sócrates estaba muerto.

Miré a Ithan, con los ojos muy abiertos, blanca como la pared. Escuchaba su sususrro amortiguado, como si estuviera lejos, muy lejos de alli. No, no.... repetia una y otra vez, al pensar en Albo.

No podia moverme. No podia reaccionar. Ni siquiera podia lamentarme. Mis ojos se rasaron en lagrimas que no llegaban a aflorar, que decidieron quedarse en mi interior, en lugar de acabar virtiendose. Y la tristeza, la impotencia y la incredulidad fueron apoderandose de mi poco a poco.

Aquel era nuestro primer baile. El primer baile de mi vida. El primer baile con Ithan. Y en teoria debiamos recordarlo como uno de los dias mas felices de nuestra vida, no como el dia en que ambos enterrariamos a nuestras mascotas.

No podia ser verdad. Ithan llevaba razon... ¿Como iba a serlo? Tenia que verlo. Verlo con mis propios ojos. Ithan se acercó a mi y me susurró algo. Y me limité a asentir, mirandolo fijamente, con aquellos ojos vidriosos y aquella expresion perdida. Si, yo tambien tenia que ir a buscar a Socrates. Correspondi su susurro, y meti la mano en el bolsillo de mi disfraz, despues de que el lo hubiera hecho previamente, agarrando algo con todas mis fuerzas.

Y, acto seguido, eche a correr, sin esperar a nada, ni a nadie. En busca de Sócrates. Notando como, por el camino, mis lagrimas comenzaban a vertirse por el.

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30/07/2014, 22:56
1ºS - Kendra Lestrange

-No... no te preocupes. Nos vemos mañana... Yo... también pensare en ti. Toda la noche. - dijo la chica, correspondiendo aquel beso en la mejilla, mientras miraba a Ithan, llena de dolor. No queria separarse de el, y, si por ella hubiera sido, lo habria acompañado. Pero no podia entrar. Ni ella en la habitacion de el ni el en la de ella.

Y se dio cuenta de que, en aquel estupido colegio, ni siquiera les permitirian compartir su dolor por una noche, que ni siquiera podrian pasar juntos un momento tan duro como aquel.

Y asi lo despidio, dando un ultimo apreton a su mano, cariñosa., dejandolo marchar.

Era hora de irse.

Notas de juego

A la sala comun.

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30/07/2014, 23:03
2ºS - Sam Seeworth

Sam observaba a las lechuzas detenidamente. Todas y cada una de ellas tenían las mismas marcas. No parecían haber tenido ninguna oportunidad. ¿Quién o qué criatura podía tener tanto poder? Miró al techo, donde esos agujeros oscuros seguían allí. ¿Caería algo más? Parecía que todas las lechuzas del colegio estaban allí... Incluso las que no eran del colegio.

Qué agradable pensó mientras se movía haciendo caso a los profesores y prefectos. Y Sam cambió el rostro al ver a la profesora caída en el suelo, inconsciente.

Vaya pensó, negaba con la cabeza. ¿Qué había hecho? Al pasar por su lado, se fijó en los mordiscos que tenía en el cuerpo. Igual que las lechuzas... susurró mientras se alejaba.

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30/07/2014, 23:11
2ºH - Sara Lago

Sara dejó de gritar y se llevó las manos a la cabeza. La sangre parecía haberse extendido por todo su pelo, y estaba sucio y asqueroso. Le entraron ganas de vomitar, pero se contuvo.

El Señor es mi pastor, nada me falta.
En verdes praderas me hace descansar,
a las aguas tranquilas me conduce,
me da nuevas fuerzas
y me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su nombre.

La muchacha rezaba, intentando encontrar la paz en su interior. No veía a sus compañeros, sólo había gente y más gente, pero no distinguía sus rostros. Sara empujaba a los que tenía delante, quería llegar cuanto antes a la sala común, ¡no quería estar ni un segundo más allí! Ni siquiera se atrevió a mirar su vestido. ¡Su precioso vestido rosa! No, no podía, no quería asimilar aquello.

Y mucho menos ver a una profesora desmayada. La desagradable Helen Green estaba allí, tirada en el suelo. Sara no pudo mirarla. Pasó corriendo a su lado, como si el diablo la persiguiera. No podía estar allí ni un segundo más.

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30/07/2014, 23:17
1ºS - Asterope Bletchley

Asterope respondió mecánicamente a Ithan y Kendra, como si no hubiera escuchado bien y su cerebro, acostumbrado a esa pregunta, hubiera actuado según era lo normal en ella-. Estoy bien –No lo estaba. Pero no era ni consciente de lo que decía. Apenas se fijó en Linc agachado frente a una lechuza. Quién sabe lo que estaba haciendo.

La niña miró con aversión a los prefectos encargados de poner orden. ¿Me estáis ordenando que deje aquí a mi búho? Esperaba despedirse de él en privado, pero así le resultaría imposible. Miró el lugar donde estaba, bajo su capa rosa. Esos idiotas a los que honraron inmerecidamente con el título de prefectos no tenían por qué saberlo. Así que recogió su capa, hecha un bulto, con su amigo dentro.

Se colocó detrás del prefecto de Slytherin para dirigirse a la sala común, cuando la profesora Green entró en el comedor armando alboroto y anunciando una nueva desgracia. Todos los animales han muerto, todos menos los gatos. Otro escalofrío volvió a recorrer a la pequeña. Las lechuzas no habían sido las únicas víctimas del sádico o sádica que rondaba el colegio. Si su cuerpo ya estaba lleno de rabia, ahora la emanaba por cada centímetro del mismo. Temblaba, pero no de miedo como antes, sino de ira. Pensó en sus amigos. Ahora todos habían perdido a un ser querido.

Y, lo más increíble, los gatos habían sobrevivido. Asterope se alegraba por ellos. Pero era extraño. Estaba claro que esos mordiscos los había hecho alguna clase de animal, pero detrás de todo había una mano de mago o de bruja. Alguien que hubiera dirigido a “la bestia” contra las inocentes mascotas y cuya varita hubiera logrado que estas cayeran del techo. No le sorprendió que la jefa de su casa culpara a Bastet, pues a ella también se le había venido el nombre en la cabeza. Bastet. Le había parecido una profesora entrañable. La miró con ojos de suspicacia, casi con odio. No, casi no. Con odio. Ahora mismo necesitaba odiar a alguien y se lo habían puesto en bandeja.

Le sorprendió que algunos alumnos siguieran apuntando a Green. ¿Estaban locos o qué? Ella misma había resultado herida enfrentándose al ser que había atacado a los animales y había traído nueva información sobre lo ocurrido. Pero todos la detestaban por ser una mujer estricta y por ser la jefa de Slytherin. Prejuicios. Lo único que había hecho era intentar defender al colegio. Esperaba que se recuperara pronto para que pudiera contar mejor lo ocurrido.

Kendra no aguantó más y echó a correr sin una palabra. No la culpaba, era lógico que quisiera comprobarlo con sus propios ojos cuanto antes. Se despidió de Ithan y Enya con un gesto seco. Miró a Linc y le hizo un movimiento de cabeza para que se uniera a ella de vuelta a la sala común. No sabía si le haría caso o no, pero ella salió de allí. Pasó al lado del grupo de Hufflepuff, pero no pudo ni mirarlos. También al lado de unos Ravenclaw. El niño de ojos azules olía a vómito. Pero había cosas más importantes de las que preocuparse como para que le molestara lo más mínimo ese olor asqueroso.

Volvió a la sala común, siguiendo mecánicamente la fila de alumnos liderada por los prefectos de su casa y apretando el bulto rosa contra su pecho. No dijo ni una sola palabra por el camino.

Notas de juego

A la sala común.

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30/07/2014, 23:18
1ºR - Christopher Jamal

Se limpió la boca con la manga una y otra vez, pero el regusto no se iba. Le hubiese gustado escupir, pero ya era demasiado por un día.

Lo... siento repetía una y otra vez, pero al menos podía pensar otra vez con normalidad... O toda la normalidad posible dada la situación. A diferencia de muchos de sus compañeros, él no pensó en profesores como culpables. Algún tipo de criatura se había colado en el colegio. ¿Qué criatura podía ser? Sería muy poderosa para haber burlado todas las defensas... ¡O quizá era una criatura maligna, que tenía poderes oscuros!

Y sus pensamientos cobraron fuerza al ver a la profesora de Encantamientos en el suelo, medio muerta. El muchacho no pudo dejar de mirar el cuerpo de Helen mientras pasaba por su lado. Quiso acercarse, pero uno de los alumnos mayores tiró de él para que regresara a la fila, con sus compañeros de primero.

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30/07/2014, 23:47
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Con la ayuda de Kelly, Willow e incluso alguno de los alumnos mayores como la pareja de baile de Mat, que se unió a ellas y a quien agradecieron su ofrecimiento, fueron reconociendo a todas las aves hasta llegar a la conclusión que las pobres ya estaban muertas antes de caer por los portales oscuros. Algunas lechuzas habían caído desmembradas y otras fue el golpe con el suelo lo que terminó de destrozarlas. Arrodillada frente a la última y con los ojos fijos en sus manos ensangrentadas, Orsolya pensaba en el factor común, que no solo era la saña con que habían matado a las pobres criaturas ni tan siquiera las mordidas; no, había algo más, pero se le escapaba.

Erzsébet ayudó a Maxwell a retirar a los alumnos que no querían moverse cuando obstruían el paso de la comitiva de salvamento. Pensó brevemente en los ciempiés que habían dejado en el baúl; en el último momento habían decidido no usarlos como colgantes. Bueno, daba igual, las siamesas estarían velándolos, a ellos y al amigo invisible de Sara, que seguramente se hubiera quedado en el dormitorio molesto porque su amiga asistiese a una fiesta pagana.

Esperando a que su hermana se levantase, la niña de ojos azules, se permitió cotillear y fijarse en lo que ocurría a su alrededor. Los profesores parecían finalmente organizados, de forma tardía, y los prefectos, adalides de la ignorancia adulta, demostraron que su selección como apoderados resultaba risible. Con un Gryffindor, líder de la valentía diciendo que cada cachorro debía marcharse a su cobijo; con un Slytherin, cabeza de la arrogancia demostrando que los elfos bien valían para un roto que para un descosido y que los amigos de lechuzas bien podían olvidarse de despedirse de sus mascotas; con un Ravenclaw, epítome del raciocinio, soltando posibilidades sin haberlas analizado correctamente y creyendo que un simple conjuro evitaría que alumnos curiosos tratan de escabullirse; y finalmente con un Hufflepuff, paladín de la mediocridad, aprovechando las palabras de los demás inútiles y deseando de forma ñoña que los profesores tuvieran cuidado. No era de extrañar que la escuela tuviera a semejantes prefectos, solo había que ver a muchos de los alumnos que admitían curso tras curso.

La entrada de Green, precedida por un retumbo que parecía anunciar la llegada de un gigante, dejó algo desilusionadas a las gemelas, que esperaban una bestia formidable con al menos veinte cabezas con dientes afilados. Además la gnoma se atrevió a acusar a Bastet, ¿pero como sabía que habían muerto todos los animales? Solo había una forma para que supiera eso, que ella hubiera dado la orden. Aquello era mucho más plausible a que Bastet fuera la culpable.

¿Bestia, ha dicho bestia?, quiso asegurarse Erzsébet.

Sí, eso ha dicho, contestó Orsolya, quedándose ambas un momento quietas y madurando una idea que empezaba a formarse en sus cabezitas.

Despidieron a Eli y a Willow, cuando se marcharon a alistarse en sus respectivas filas. Las dos chicas se habían comportado mucho mejor que la mayoría de adultos. Miraron a Kelly que aún permanecían con ellas y a Maxwell. Buscaron a Matthew y a Neil, pero les habían perdido de vista.

Olvidándose en aras de la aventura que Helen Green era la culpable, se decidieron a ir a buscar a la criatura. Green era un ser de palabras grandes y poder pequeño, solo había que ver su actitud para saberlo. Solo hacía falta dos niñas de su mismo tamaño para derrotar a la bestia y si eran cuatro mejor que mejor.

Se agacharon tras unos alumnos mayores para esquivar a Mircea y Daphne que venían en su dirección. Asumían que Kelly y Maxwell irían con ellas, ¿qué podía haber más divertido que darle una paliza a una criatura que se atrevía a meterse con animales dóciles?

Erzsébet propuso el mejor plan de actuación, mientras se movían escondidos entre la muchedumbre. Tendremos más suerte si nos separamos, cada uno a la fila de una casa, vamos disfrazados así que no saben de qué casa somos. Nos reuniremos en la sala de las recompensas, detrás del cuadro de Vindi.

Orsolya tras haber tratado lo mejor posible de revivir a alguna lechuza, seguía con la cabeza entre las nubes por culpa de la cerveza de mantequilla. Debió ser el paso cerca de los alumnos de Ravenclaw y la llegada del olor ácido y nauseabundo que desprendía uno de los que iban vestidos de funeral que la hizo quedar a la vista de aquellos de los que trataban de esconderse.

- Tiradas (2)

Motivo: E: Esconderse

Dificultad: 0

Habilidad: 0+9

Tirada: 3 6 7

Total: 6 +9 = 15 Éxito

Motivo: O: Esconderse

Dificultad: 0

Habilidad: 0+8

Tirada: 1 1 2

Total: 1 +8 = 9 Éxito

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31/07/2014, 01:00
Out(H) - Oliver Blackwood

Oliver asintió a Cassius y acabó alejandose de ellos, sin soltar a Gabi, a quien seguia abrazando, intentando que se sintiera protegida. A él aquellas cosas no solian dársele bien, pero dejandose guiar por la lógica lo cierto es que aquello le parecía lo más logico y lo que quizás la chica necesitaria en aquel momento.

-Vale, Cass... Gracias... Os veo luego, ¿vale? Cuidad de ellas... - dijo, mirando a Joey y a Cassius alternativamente, refiriendose a Diana y a Gwen, aunque tenia claro que sus dos amigas estaban en las mejores manos posibles.

Entonces el mismo se dispuso a poner a Gabi a salvo, o al menos a llevarla a un lugar mas tranquilo en el que poder calmarse y respirar.-Venga Gabi, vam... - pero la puerta se abrio de golpe, y entro Helen Green, herida, hablando de no se qué bestia y diciendo que... ¿¡Que todas las mascotas del colegio estaban muertas?! ¡¿Menos los gatos?!¡Pero aquello era horrible!

Oliver palidecio, a pesar de el enorme alivio que le suponia saber que el Señor Bigotes estaba bien, a menos a priori. Pero entonces miró a la chica que tenia entre sus brazos, y se preguntó si ella habria tenido tanta suerte- Gabi... tu... ¿Cual es tu...?- mascota. fue lo que no llego a decir.

Y, durante unos segundos contuvo la respiracion, esperando a que contestara mientras, a aquellas alturas, los prefectos comenzaban a organizar a todo el mundo para que salieran de alli.

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31/07/2014, 02:05
Out(S) - Lincoln Siral "Linc"

Lincoln estaba de rodillas observando una de las lechuzas cuando Ithan se le acercó a preguntarle, éste se levantó y miró a Asterope una vez mas antes de volver a abrir la boca -Nah, ni idea macho...- No había pasado ni 1 segundo y la profesora Green entró por la puerta, herida y medio arrastrándose como podía "¿Que coño pasa?" Se preguntó Linc mientras se acercó a ella, igual que el resto de alumnos en la fiesta.

Decidió no abrir la boca mientras estuviera por ahí, pero escuchó todo atentamente y ahí empezó la peor parte de la fiesta... "¿Todos los animales muertos? ¿Todos menos esos sucios gatos?" Linc retrocedió un par de pasos incrédulo como él solo "Es imposible, mi serpiente lleva generaciones en mi familia... no puede haber muerto ni de broma, es mas fuerte que cualquier puto animal" Se quedó parado, sin abrir la boca, ambos puños cerrados y los ojos bien abiertos, los dientes dolían de tan apretados que estaban, el cabreo de Lincoln se le notaba de sobras -Mas vale que mi serpiente siga viva...- Se le escapó, acto seguido los prefectos llamaron a los alumnos para ir a la habitación  y no hacía falta que lo dijeran dos veces, Linc tenía unas ganas locas de llegar y descubrir si lo que había dicho Green era verdad, quiso evitarlo, pero solo podía pensar en lo mucho que odiaba a la profesora Bastet en ese mismo instante "Gatos de mierda..." pensaba al mirarla con rabia.

Mientras se alejaba sin despedirse de Ithan vio la señal de Asterope y pasó por al lado de ésta sin mediar palabra alguna, pero le supo fatal por lo ocurrido con su pájaro -Va... vamos Aste- Dijo sintiéndolo por su amiga pero sabiendo que su serpiente podía estar muerta, sin esperar un segundo, se pusieron todos en marcha dirección al dormitorio, a paso rápido y por parte de Linc, sin esperar a nadie.

Notas de juego

A la sala común

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31/07/2014, 14:16
1ºG - Kelly Doherty

Willow, de Ravenclaw y Elisabeth, se unieron en su inútil búsqueda, mientras Maxwell y Erzsébet cuidaban de que nadie las pisoteara mientras trataban de hacer algo por las aves.

No había nada que hacer por los pobres animales ya que las heridas con las que habían caído de los agujeros parecían mortales, aunque tan solo estuviesen moribundas el fuerte golpe que habían sufrido al caer desde el techo las había terminado de rematar.

Kelly se incorporó, se encontraba muy apenada y además tenía miedo por su gata. Los prefectos empezaron a hacerse cargo de los alumnos y estos empezaron a moverse y amontonarse, un repentino olor a vómito proveniente del grupo formado por Christopher Jamal y Edward Ward  hizo que arrugase la nariz. A la niña el olor a vómito no le extraño, pues, aunque era asqueroso, el espectáculo que habian presenciado no era para menos.

La acumulación de los alumnos hizo que Kelly perdiese la pista a sus acompañantes durante la fiesta, miró a su alrededor buscándoles con la mirada pero finalmente decidió que lo mejor sería volver a su dormitorio, había sido una noche muy larga y deseaba ver si Blackie se encontraba bien.

De pronto la puerta se abrió y Kelly se encontró en el umbral con quien menos se esperaba, la desagradable profesora Green. La hubiese gustado pensar que ella era la culpable de todo, pero la maestra presentaba unas heridas muy parecidas a las de las lechuzas. La diminuta maestra apuntaba a la profesora Bastet como si fuese la culpable de aquella matanza animal y Kelly quiso pensar que la profesora que mejor le caía de la escuela no había sido la culpable, pero las lechuzas mostraban signos de haber sido atacadas por un animal y lo peor era que todos los animales habían muerto, todos menos los gatos. La profesora-gato, sin embargo, había estado todo el tiempo con ellos, ¿o no?.  

De pronto escuchó que alguien la hablaba en susurros y dio un respingo,  Erzsébet y Orsolya habían dado con ella y planeaban investigar por su cuenta, Kelly había visto las heridas de Helen Green, aquello era muy peligroso.

-No vayáis –susurró, Erzsébet había conseguido mimetizarse entre la muchedumbre pero Orsolya era claramente visible-  Ya habéis visto las heridas de la profesora ¿no queréis saber si vuestras mascotas se encuentran bien? Dejémoslo, mañana será otro día –dijo la niña. Que alguien de las casa Gryffindor aconsejase algo así solo podía significar que hacer lo contrario era un verdadero acto de temeridad. Kelly estaba  cansada y aunque habia escuchado que los gatos habian sobrevivido, estaba deseosa de encontrar a Blackie aquella noche.

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31/07/2014, 14:40
Out(G) - Diana Salcedo García

Diana sintió a sus compañeros a su lado, sabía que estaban tratando de ayudarla y de apoyarla, pero aquello era demasiado duro para ella, quería corresponderles, sonreirles, decirles que estaba bien, que no apsaba nada... pero si que pasaba, era sólo una niña de 11 años, jamás había visto nada parecido, jamás había sentido el dolor de la muerte de un ser querido y Vicky, aquella lechuza idiota había sido muy importante para ella, ella sabía que los animales no duraban tanto como una persona, sabía que la vería morir... pero no de aquella forma, no de aquella manera, había sido un ensañamiento sin sentido.

Cuando llegó a Hogwarts le apreció el lugar más extraordinario del mundo, allí descubrió su magia, conoció a sus mejores amigos, soñó con convertirse en una gran bruja... sin embargo después de todo aquello dudaba de que aquel colegio siguiese siendo su hogar, ya no deseaba estar allí...

Con los ojos fijos en la nada abanzó lentamente hacia la sala común de Gryffindor, sus amigos la rodeaban, le daban animos... pero ella estaba lejos. Diana no volvería a ser jamás la misma.