Partida Rol por web

Oliver miró a Eli cuando echo a correr de aquella forma tan irracional, sonriendo ampliamente- ¡Si! ¡Lo he conseguido! ¡Gracias Eli! - exclamo, a pesar de que la chica seguia corriendo de un lado a otro.

Sin embargo, en cuanto se calmó, se acercó a ella, aun sonriente- Claro que te lo puedo enseñar... Espera, mira... Fijate... -dijo, enarbolando su varita, mucho mas animado ahora que las cosas iban saliendo. - Tienes que coger la varita asi y entonces giras asi y... Pronuncias el conjuro con claridad... - dijo el chico, enseñandole el conjuro sin problemas.

Se alegró al ver que el alumno al que ella había ayudado podía ayudarle a ella. Si lo conseguía, aún seguirían quedándole pendientes, pero menos cada vez.

-Así que se hace así- dijo imitando los movimientos de Oliver- Asetate Grassium et Solem.

De su varita surgió un hechizo que llenó el suelo a su alrededor. Quedó resbaladiza... había funcionado.

-Tened cuidado al pasar por aquí... resbala. Gracias, Oliver, seguro que la recuperaré cuando toque.

- Ettamálf. - digo protegiéndome del ataque de Sara.

- Muy bien Sara. - comento. ¿Has visto como se hace? Pues ahora te toca a tí.

- Venga que tú puedes. ¿Preparada?

- Flámatte. - digo apuntando nuevamente a Sara.

Eli miró a Noah cuando enseñó a Sara el conjuro. Era otro de los que había fallado en clase, y le venía bien aprenderlo. Así que miró a Noah con ojos de cordero degollado.

-¿Me lo enseñarías a mí también, Noah?

Supuso que su compañero no se negaría en ayudarle, pero aún así puso cara tierna para ayudarle en la decisión.

- Claro Eli. - le digo con un guiño de ojo.

- Mira, para el Ettamálf tienes que coger la varita así y hacer estos movimientos. - le indico. El resto ya has visto como se hace.

- ¿Preparada?

- Flámatte. - digo apuntando esta vez a mi compañera de casa.

Observó los movimientos de Noah, y sabía que el conjuro sería difícil aún con ayuda. Pero intentó concentrarse, esforzarse.

-Ettamálf.

Al principio, parecía que la varita iba a romper el Flámatte de Noah, pero solo sonó un ligero Puf. El conjuro le impactó, cegándole. Y demostrándole que aún le quedaba mucho para ser una buena maga.

- Te ha faltado realemente poco. - le digo a Eli llegando hasta ella mientras apoyo una mano sobre su hombro.

- ¿Como llevas el resto de hechizos? - le pregunto. ¿Necesitas ayuda en algún otro?

- ¡Muy bien, Gabi! ¡Así se hace! - La felicitó con una amplia sonrisa, levantando el pulgar cuando se acercó a ellos. Se alegraba muchisimo de ver que por fin le habían salido lso conjuros a sus amigas, y aun estaban a tiempo de recuperarlos. También vio a Aiden que le salía el conjuro, e Ithan sonrió, asintiendo con la cabeza.

- De nada, tío. Me alegra ver que te salió el conjuro. Y nada de estar en deuda ¿eh? - Acabó por sonreirle, animandolo por lo bien que lo había hecho. Esperó a que Enya hiciera el último conjuro que le faltaba tal y como le había enseñado y acabó por sonreirles - Aun estais a tiempo de recuperar los conjuros con el profesor ¡Daos prisa! - Los animó, para que marcharan hacia el despacho del profesor. - Ya nos veremos, Aiden. Y a vosotras, chicas, os veo después en la sala común. Mucha suerte a los tres. - Y dicho esto, se despidió de los chicos de segundo. - ¡Hasta luego tíos, nos vemos después! - Dijo a Noah y Eli.

Y tras despedirse de los demás con un gesto de la mano, se marchó de allí con Kendra hacia el exterior del castillo.

Cassius llegó junto a Gwen poco antes que Kendra e Ithan se marcharan. Saludó al dos, más por educación que otra cosa, y observó lo que estaba pasando allí. La rata enseñando conjuros, y los demás fallandolos... ¿Por que no me sorprende? Ah... si... claro... Pensó, con esa media sonrisa. Estaba allí para acompañar a Oliver, que también había marchado y a Eli. Y esta última se había puesto a practicar con Noah.

Y cuando tomó esa decisión, fue cuando Cassius tomó la suya de no ayudarla. Por lo que se puso a hablar con Gwen. - Parece que aquí también terminó la fiesta... - Comentó, con cierta decepción fingida. - Bueno... de lo que ibamos hablando. ¿Cómo te apetece ir vestida al baile? Tendremos que prepararlo con antelación... ¿Recuerdas el año pasado cuando nos vimos en la biblioteca, que estuvimos mirando disfraces? -

El tiempo pasaba y el despacho era un "festival" de hechizos de un lado para otro, algunos con éxito (la mayoría), otro fracasando. De nuevo Enya prestó atención a cómo hacía los movimientos Ithan, memorizándolos de nuevo como si tratara de entrenamiento teatral. Venga, si he podido con uno, puedo con los dos.

- Gracias Itha por todo. Te debo una. Nos vemos luego. Se despidió del león y se concentró en las cajas a las que había lanzado el hechizo Ithan, apuntando a una que todavía no estaba rota. ¡Eleccella Fulminis! Y salieron unos maravillosos rayos contra las cajas que impactaron contra las cajas, saliendo un poco de humo. ¡Yuju! Dijo levantando los brazos. No lo pensó. Simplemente le salió. Después de tantos fracasos, había aprendido conseguido aprender dos hechizos.
 

Voy al Gran Comedor, tanto ejercicio me ha dado hambre. ¡Hasta luego! Enya se fue con una sonrisa de oreja a oreja.

Sara vio cómo Noah se defendía de su Flámatte y pensó que lo había entendido. Se colocó en posición y Noah atacó...

La muchacha terminó otra vez tirada en el suelo, deslumbrada.

Jope... Ahora si que no veo nada de nada.

Gwendolin sonrió cuando Cassius le recordó el baile del año pasado, aunque ella había quedado en ir con Perry... la pelirroja no pudo evitar volver a sonreir con cierta ironía ante el recuerdo de que una vez ella y el empollón de Ravenclaw fueron amigos... el caso es que aquel baile fue el incio de la amistad con Cassius.

- Ir disfrazados... Hmmmm la idea es tentadora... pero lo cierto es que ahora no se me ocurre nada en especial, si quieres- lo miró con complicidad- podríamos hablarlo en la biblioteca mañana, después de la primera clase... Bueno creo que va siendo hora de ir al comedor... ¿Nos vemos mañana Cass?- le dió un beso en la mejilla y salió de la clase rumbo al comedor

Ahora que sabía cómo realizar el hechizo, Aiden sólo tenía que ir a la clase de recuperación y mostrarselo al profesor. Por desgracía se le había hecho un poco tarde, así que lo único que podía hacer era ir al Gran Comedor, ya que era la hora de cenar y sentía el estómago vacío.

-Creo que hoy ya no podría aprender nada más, estoy exhausta- le dijo a Noah, dejando su proposición de enseñarle conjuros para otro momento- gracias, pero es hora de irse.

Tras decir ésto, se fue de allí.

Gracias Noah por intentar enseñarme, pero no soy muy buena intentó sonreír la muchacha mientras se levantaba. Se sacudió el polvo que había cogido su túnica y se guardó la varita.

Creo que es hora de irse a dormir. Buenas noches, chicos.
 

Junto a Gwen, Cassius saludó a los presentes, lamentando no poder disfrutar más del lamentable espectáculo que estaba viendo allí, con Noah de profesor. Era evidente el resultado de sus alumnos. No se le podía pedir más. Asintió a las palabras de Gwen.

- Mañana nos vemos. - Se despidió de Gwen, y se marchó hacia la sala común.

El profesor Karl Knower parecía más sonriente de lo que se esperaba en un día como aquel. Su rostro no estaba tan cansado como el de otros profesores, y parecía estar de mejor humor que otros. ¡La verdad que los Knower siempre estaban de buen humor!

¡Buenas tardes, queridos alumnos! Dijo con un tono de jovialidad sorprendente. Como veis, o la clase es un lugar normal. ¿Qué aburrida, verdad? Dijo sonriente. Esto se debe a que hoy no vamos a usar ningún tipo de objeto, ni nada de nada. ¡Hoy los conjuros no se pueden lanzar contra objetos, ni contra nada! ¡Solo contra personas!

¡Pero no temais!

Creo que este conjuro viene perfecto para un momento de luto como se está viviendo en la escuela. Continuó sin cambiar su alegre rostro. Hoy vamos a aprender un conjuro que cuando lo lancemos sobre un enemigo le hará desternillarse de la risa. Vale, sé que no es muy agresivo, ni tampoco mortífero. Pero creo que os vendrá bien reiros un rato después de lo que pasó anoche. Dijo tratando de animar a los alumnos.

¡Lanzadlo siempre sobre alguien, porque si lo lanzais sobre algo será como si lo empujarais levemente y no tendrá efecto alguno!

Y entonces, estiró el brazo, apuntó hacia arriba y comenzo a moverla de un lado a otro a gran velocidad. Y entonces gritó:

¡Rictusempra alumnos! Y todos empezasteis a sentir un ataque de cosquillas que os hizo partiros de risa. Cuando el profesor dio por finalizado el conjuro, los alumnos se calmaron en diferentes tiempos. ¡Seguro que os ha venido bien! ¡Así que quitad esas caras tan largas!

¡Animaos muchachos y poneos a practicar! ¡Escoged una pareja y a darle caña! Gritó más animado aún.

Si lograis traspasar la fortaleza de vuestro rival, lo tendréis a vuestra merced. ¡Pero siempre y cuando mantengais la concentración en vuestro conjuro!

Li entra en la clase caminando tranquilamente, lo cierto era que no era una de las mejores en duelo mágico, pero su padre le había dicho que tenia que aprender esas clases por lo que decidió tomarla cuando tenia que elegir. Li observa al profesor, lo cieto es que no era una persona normal, en cierta forma se preguntaba como podía estar tan animado. 

- A lo mejor se ha aplicado a si mismo el hechizo y por eso esta tan contento, no se, que extraños son los occidentales mostrando tanto sus sentimientos.

Ella procuraba no mostrar demasiado sus sentimientos, no solo por su cultura, sino porque tenia que mantenerse mas seria por su posicion familiar y en cierta medida era como le habian criado. Cuando el profesor les hace reirse con el conjuro Li trata de resistirse todo lo que puede, incluso se coloca la mano en la boca, pero no es capaz de aguantar mucho tiempo sin reirse. Una vez que ha terminado el efecto el profesor dice que tienen que practicar por parejas, Li realmente no sabe muy bien que hacer porque no conoce a nadie en la clase, asi que timidamente dice:

- Esto...alquien quiere practicar conmigo el conjuro...

James llegó con ganas a su primera clase de duelo. Sentía un dolor grande en el estómago, la falta de alimento se notaba, pero no podía comer. No pudo contener la risa con el hechizo. Cuando Lì pidió un compañero James dio un paso al frente un tanto tímido y dijo:
¿Crees que yo te puedo valer Lì?

Li asiente a lo que dice James y dice:

- Si claro, porque no? podemos practicar el hechizo los dos.

Se queda observando a su compañero, entonces saca su varita, una varita de unos 30 cm de color rosado, no era muy comun ver ese tipo de varitas ya que era de cerezo y no es una madera muy comun al menos en occidente, Li bastante animada con la idea de poder practicar aunque sabedora que no es una buena duelista se coloca y dice:

- Bien, vale intentemoslo, a ver como lo hacemos

Se coloca en posicion apuntando a su compañero con la varita y con un tono de voz segura dice:

-Rictusempra James