Partida Rol por web

Entro en clase de Duelo con entusiasmo, animado con la idea de tener clases prácticas de magia de verdad y no tanto libro, tanta letra y tanto escribir que está acabando con mi mano y mi cerebro. Escucho al profesor con una atención que no me verás en Historia de la Magia a menos que repita "lanzar conjuros contra personas" tan bien como el profesor Knower. Miro a Dariel con cara de haber recibido Navidades adelantadas.
- Va, practiquemos juntos. ¿Piedra, papel o tijeras para ver quién comienza? 1, 2, 3, piedra, papel o tijeras -Saco papel y él piedra, yo empiezo. Con una ancha sonrisa de satisfación en la cara, saco mi varita y me aparto de él unos pasos, apuntándole: - ¡Rictusempra!

Llego muy justo de tiempo a clase y con la comida en la boca prácticamente. Nos ha ido de un pelo. Entro en el aula y el profesor Knower ya está esperándonos, como siempre. Es el tipo más raro del universo, pero me cae bien, no es un cenizo como el resto de adultos. Enarco una ceja cuando dice que hoy podremos lanzar conjuros contra los demás y casi voy a dar un grito de entusiasmo cuando caigo en una depresión total al saber qué hechizo íbamos a practicar. Jum. Cuando me alcanza el rictusempra lanzado por el profesor no puedo parar de reír, aunque tampoco es que cueste mucho provocarme que me revuelque por el suelo de la risa, sinceramente.

Cuando consigo levantarme del suelo y secarme los lagrimones me coloco delante de Nick, dispuesto a hacerle morder el polvo. Pierdo contra él en el piedra, papel, tijeras, lagarto, Spock. Para variar. De reojo veo que James se ha arrimado a la china, últimamente está muy raro. Luego hablaré con él, pero primero he de conseguir que Nick me declare Rey de la Montaña! Y como siempre, me distraigo con el vuelo de una mosca enfrente de un Nick demoledor como una locomotora en marcha sin frenos ni paradas. Y así acabo, tirado en el suelo descojonándome yo solo de la risa. Tardo un buen rato en conseguir recuperar el aliento y poder levantarme sin que mi boca parezca la del Joker. A mi turno lanzo el hechizo lo mejor que puedo aunque me cuesta controlarme aún por el ataque de risa...

-Rictusempra Nick!

Llegando a clase con la pieza de fruta que había cogido del comedor, se la terminó al instante.

Notaba caras largas, como sin ganas de practicar nada, simplemente estaban por estar, por obligación. Ése no era su caso, por consiguiente advirtió que el profesor se mostraba muy cercano y con un conjuro propio para aquellos a los que la pérdida de un ser querido les había dejado con un disgusto notable.

Cuando nos lanzó el conjuro, no pude sino reirme, contra mi voluntad, eso sí.

Pasado el efecto y con ciertas agujetas en mi tripa, elegí a la persona con la que practicarlo.

Miré a Sam:

Tú misma.

¡Rictusempra!

James se encogió de hombros ante la pregunta retórica de Lì. Cuando se fijó en Dariel y Nick les dedicó una de sus típicas pícaras sonrisas seguidas de un guiño cómplice y un gesto para avisarles de quedar más tarde.

Las damas primero - le dijo a Lì con una reverencia cuando ambos ya estaban listos. El hechizo de Lì salió de su varita pero James logró resistir la risa. Con la misma empuñó su varita de 17 cm de madera de saúco y pronunció el hechizo.- ¡Rictusembra Lì! -Tristemente su varita simplemente chisporroteó un poco pero nada más. Pensó que luego lo practicaría con el otro dúo que estaba al lado que a los dos les había salido perfectamente.- Profesor, practicaré en cuanto tenga un momento libre y se lo iré a demostrar a su tutoría.- Miró a Lì esta vez.- Un placer Lì, pena que sea tan malo jeje.- Ahora se volvió hacia sus otros dos amigos, uno que ya lo era desde la infancia.- Chicos, no me se aún el horario de este curso, ¿hay algún rato libre después? Si no quedamos mañana.

Miro a Eli.

- Parece que nos toca practicar juntos. - le digo. ¿Preparada?

- ¡¡Rictusempra Elisabeth!! - digo apuntando hacia mi compañera de casa.

Tras frustrarme un buen rato con Nick, que es una mole inamovible, me siento en el suelo, harto de lanzarle el dichoso hechizo y que se quede igual. Entonces oigo la voz de James. Levanto la cabeza para mirarle. Aún estoy algo enfurruñado por no haber conseguido ser el Rey de la Montaña.

-Eh ¡volviste al mundo de los vivos!- esbozo una sonrisa pícara -Tú no tienes rato libre- afirmo taxativamente -Estarás demasiado ocupado colándote en cierto lugar con nosotros- sonrisilla malévola -¡Será divertido!- añado como si ese fuera el mejor argumento del mundo. Tampoco es que pueda decir mucho teniendo al lado al profe. Si se enterase de lo que vamos a hacer, probablemente nos convertiría en comadrejas y nos encerraría en alguna jaula para gatos, o algo peor, para impedírnoslo.

La cosa está divertida: Dariel pierde y yo gano sobradamente. Así es como debe ser y así es como me gusta, aunque sea sólo para ver cómo mi amigo se desternilla de risa en el suelo. Verlo levantarse y apuntarme con la varita, entre carcajadas, intentando lanzar el conjuro de vuelta hace que sonría por lo bajo.
- Venga ya Dariel, ¿eso es todo? No me hace ni cosquillas. -Le digo, apuntándole con la varita otra vez aunque sin lanzar el hechizo. -Va, si logras hacerme reír aunque sea solo una vez, no te coseré a calmantes hasta los 16. Pero como no lo consigas, te voy a estar dando collejas hasta que me canse... y ya sabes que nunca me canso de darte collejas.

Si algo la irritaba a Sam, es que alguien la hiciera reir de esa forma. Era la forma que sus padres usaban para castigarla. Así que sus carcajadas la supieron a rabia y frustración. Con buena gana le hubiera lanzado algo a la cabeza a ese imbécil para que ella pudiera reirse con razón.

Pero el agravio no acababa ahí. Sin poder dejar de odiar a Knower, Morpho la atacó, y casi no pudo reaccionar.

Casi.

Notó como el muchacho le había pillado con la defensa baja, pero había algo que ella podía hacer. Miró a Morpho y abrió mucho los ojos. Sus manos, ya abrazándose la tripa, se apretaron, agarrando con fiereza su túnica. La boca, aunque abierta por las carcajadas, mostró una expresión de horror y de dolor. Si hubiese podido moverse, se hubiese tirado al suelo para fingir más todavía el daño... Pero no era necesario.

Morpho perdió la concentración* y la muchacha, recuperando la normalidad, aprovechó para atacar.

Rictusempra

El profesor decía que lo mejor para un momento de luto era un hechizo que hiciera reír. Por supuesto, Eli no compartía ese extraño sentido del humor que hacía ver que reírse en un momento así era lo que "viene perfecto" para el luto. Tampoco es que se esperara que los profesores estuvieran tan deprimidos como sus alumnos, pero un poco de seriedad tampoco hubiera estado mal.

Además, tocaba hacerlo por parejas, y Noah dijo de practicar con ella. No se opuso, él era el compañero de su casa con el que más había coincidido.

Su compañero empezó a lanzarle el conjuro y acertó. las cosquillas se apoderaron de ella y aunque era lo último que le apetecía, rió como la niña que era el día anterior.

-No.... vale- decía entre carcajadas mientras intentaba intimidar a Noah- déjalo ya o te vas a enterar de lo que es bueno.

Viendo que el conjuro perdía intensidad, contratacó. -Rictusempra.

Se sorprendió al ver que funcionaba su hechizo. Intentó concentrarse para darle cosquillas a Noah, mordiéndose la lengua como solía hacer.

Entre tanta risa, Knower también se contagió y sus carcajadas sonaban más que ninguna. Después se acercó a Venom, el único niño que lo había hecho mal* y le corrigió los movimientos para que el próximo día en la recuperación fuera capaz de sacarlo. La pronunciación, las ganas y el entusiasmo lo has hecho bien, pero te han fallado los gestos, Morpho. Es así, dijo colocándole bien la mano. ¿Entiendes?

En cuanto a los demás, hay que reconocer un excelente trabajo por parte de todos. Especialmente por parte de Sam, cuyo conjuro ha sido un absoluto éxito. ¡50 puntos para ti! Y eso que le había lanzado una mirada de odio al profesor, pero éste ni se había inmutado. Además, Noah y Nick, recibien sus 10 puntos, más otros 10 extras por haber superado la fortaleza de sus compañeros. Y el resto, salvo Morpho, reciben 10 puntos por el conjuro bien hecho. ¡Buen trabajo a todos!

¡Morpho, nos vemos el domingo! ¡No te olvides que luego en seguida son los exámenes!

Li observa al profesor cuando este les dice que les ha salido bien el conjuro, se siente contenta porque le ha salido a la primera, sin embargo parece que a su compañero no, se iba a ofrecer a ayudarle, pero el parece que ya tiene con quien practicar, así que simplemente lo deja pasar. Cuando el profesor reparte los puntos esboza una pequeña sonrisa, bien era cierto que otros niños habían tenido mas puntos, pero para ella eso no era lo mas importante ya que le interesaba o mejor dicho tenia que mejorar ella por si misma, es lo que le pedian en su familia y era lo que ella haria.

Se acerca a Sam, la chica que lo había hecho mejor, lo cierto es que para Li las personas que hacen muy bien las cosas se merecen el reconocimiento, se acerca a ella y le dice:

- Felicidades..umm.. ¿Sam? por haber sido la mejor de la clase

- Buen trabajo. - digo a los de mi clase.

Luego me acerco a Sam.

- Sin duda eres de las mejores en esta materia. - le comento apoyando la mano en su hombro. Siempre es un placer compartir estas clases contigo.
 

Sam no entendía el comportamiento de esos dos. Ella siempre había demostrado ser la mejor ¿Por qué se sorprendían? Pero sabía que no era ek momento de ser borde. Sonrió con dificultad a Li, y lo mismo iba a hacer a Noah. Pero la tocó. Sam giró la cabeza para mirar como la mano del león se había apoyado en su hombro. Muchas escenas pasaron por su cabeza, en las que Noah siempre acababa mal. Pero tenía que controlarse, no podía atacar a todos... De momento.

Sí, ya, bueno... Gracias intentó tranquilizarse, así que desvió el tema. Oye Noah, ¿Sabes que tu amigo Cassius ha sido uno de los primeros en salir corriendo de Hogwarts?

- Si. - respondo a Sam. Algo he oido. Y la verdad es que no me extraña nada. Era una rata cobarde.

- Ahora sin su lastre será más difícil daros caza en la clasificación. - comento. Pero todo es posible. - añado sonriendo para quitarle hierro al asunto.

Sonrío satisfecho con los 20 puntos que he ganado para Gryffindor, además de la "paliza" dada a Dariel, aunque no puedo evitar sentirme algo humillado porque una Slytherin (¡¡SLYTHERIN!!) haya sacado más del doble de puntos que yo. En fin, no siempre se puede tener todo, ¿verdad? Ganar a un francés, ganar a un Slytherin... a veces hay que elegir. Veo cómo Noah se acerca a felicitar a la Slytherin con cara de incredulidad, pero paso de hacer ningún comentario no vaya a ser que me vuelvan a tachar de insensible o cualquier otra tontería.
- Hay tiempo hasta la hora de cenar, vamos a hacer algo divertido antes de que me entren ganas de vomitar o peor... de abrazar a algún Slytherin. Sin ofender, James.

Enarco una ceja cuando Noah felicita a Sam. Antes muerto que felicitarla, debería dar gracias de que no le tire cacahuetes a la cabeza como a un mono, que es lo único que se merece. Bueno, en realidad debería dar gracias de que no tenga cacahuetes a mano para desperdiciarlos tirándoselos al pelo (nota mental: conseguir cacahuetes). O quizás debería lanzárselos a Noah, igual capta el mensaje y todo. No sé si Sam fue una de las disfrazadas de mortifagos o no, pero no me sorprendería que lo hubiera sido, tiene toda la pinta de tener un disfraz completo metido en algún rincón oculto de su armario. Desde el primer día que siempre me ha dado mal rollo, nadie que sonría de ese modo puede ser buena persona. Como diría Soleil, "me desequilibra los chakras".

-Sí, será lo mejor. Vámonos- me levanto del suelo, me sacudo la ropa un poco y me dispongo a irme de clase con mis amigos.

Totalmente de acuerdo contigo, una rata cobarde... ella hubiera definido a Cassius de otras formas, pero quizá no era el momento de explicarlo. Ella había sido testigo de cómo el muchacho había mutado varias veces hasta llegar a la mediocridad en la que se había convertido.

No pudo evitar soltar una carcajada ante los comentarios de los compañeros de Noah. Totalmente distinta a lo que habían oído durante la clase, ésta era tétrica y siniestra. Pero no hizo ningún comentario, no merecía la pena. Era la mejor de la clase. Hasta su compañero lo había reconocido

Li escucha los comentarios de los chicos sobre los Slytherin, para ella realmente no eran comentarios lógicos, bien era cierto que llevaba ya un curso a sus espaldas, pero nunca lo había entendido, esa rivalidad entre las casas, a ella le dijeron que la suya era la mejor algo así como que los chicos de las grandes familias iban a esa casa, pero no mucho mas. 

Se queda observando mientras piensa:

- A lo mejor no entendí todo bien el año pasado, posiblemente no terminaba de entender el idioma

La realidad podría ser esa ya que el curso anterior lo paso casi todo el tiempo sola estudiando, tenia muchos problemas con el idioma y no quería suspender por lo que practicamente no interactuo con nadie, pero este año se había propuesto lo contrario, mira a Sam como se ríe suponiendo que es por el asunto de los niños que se han marchado y dice:

- Yo creo que si se han ido es porque no son suficientemente....Shìyòng..como se dice... ¿buenos?, ¿adecuados?, si, si no pueden Huīfù de cosas asi...malas...seguro que no podrán ser buenos Móshù shī.. perdon magos

Dice tratando de participar en la conversacion con su marcado acento e intercalando palabras en chino sin darse realmente cuenta

La risa de Sam casi hace que me estremezca.

- Esta tampoco está muy cuerda. - pienso.

- Sam, en la próxima clase de Duelo quiero que practiquemos juntos. - le digo. ¿Que me dices? Los mejores de Duelo de cada casa. Un entrenamiento intenso.