Partida Rol por web

Selena llegó a clase por fin a tiempo, esta vez sonreía de oreja a oreja. Se quedó muy sorprendida, aquella si iba a ser una clase de verdad, con acción y diversión. No había libros y eso significaba que no tenía que memorizar más párrafos. Sacó su varita y dejó la mochila en su lugar. Luego se separó de la gente y buscó unas cajas que ofrecieran una pequeña protección.

Miró a su alrededor y vio como la gente iba cogiendo ya compañeros con los que hacer la prueba. Vio a Kelly - Kelly quieres practicar con migo? Se posicionó tras la caja y miró al profesor como hacía la demostración. Luego se giró hacia aquella chica que tan buena persona parecía.

- Preparada? - Espero paciente a que ella también estuviera lista y comenzó a mover los brazos como el profesor había hecho. - Crystallus Fulminis- y un chorro de frío salió de su varita con dirección a la muchacha. Se asustó un poco y esperó que ella pudiera detener el hechizo, no soportaría hacerla daño. 

Lincoln sonrió al ver el gesto de Ithan y le dio las gracias con el mismo movimiento de cabeza y manteniendo esa sonrisa, se giró de golpe y fue corriendo hacia Asterope, puso una rodilla en el suelo - ¿Estas bien? Espera que te ayudo... ¿Cómo se te ocurre mover la varita así...?  vaya golpe te has dado ¿Eh?- Intentó hacer parar a tiempo, se había preocupado por ella y la vena protectora de Linc, que jamás se había visto, salió por unos instantes, para que Asterope sonriera -Va, no importa, sigues siendo la mejor en encantamientos, por mucho puntos que les dieran a los demás- Le guiñó el ojo y la ayudó a levantarse.

Una vez los dos de pie, se acercó a ella y le susurró algo en el oído, Linc le sonrió y le devolvió su varita, la cual la había recogido del suelo cuando se había agachado a por ella y finalmente le dio un golpecillo cariñoso en la frente con el dedo índice al ver que realmente no había sufrido ningún golpe -Te voy a tener que enseñar jaja, al fin y al cabo, te la debo-

Linc se acerca a Asterope y le susurra al oído -Por un momento pensaba lo peor, joder, que susto me has dado, he sacado la vista de Ithan y todo... no vuelvas a hacerme ésto ¿Vale? Debes vigilar... Va tonta, si te pasara algo no sabría que hacer... Recuerda que eres tu la que debe protegerme jeje...- Lincoln le sonríe mientras se aleja de ella.

Asterope se levantó del suelo gracias a Linc con más vergüenza que daño. Estaba enfadada consigo misma por haberse tropezado en un momento tan crucial y no dejaba de resoplar mientras se limpiaba la túnica. Tenía la cara también algo sucia y con un pequeño rasguño casi invisible bajo la barbilla, pero de eso no se dio cuenta. ¡Dios, qué torpe soy!, se dijo a sí misma. ¡Torpe! ¡Torpe!

Se le iluminó la cara tras escuchar las palabras que le susurraba su amigo, al que dedicó una sonrisa mientras se le subían los colores a las mejillas. Muchas gracias por ayudarme, le dijo mientras recogía la varita que le pasaba. Sí, más vale que luego me ayudes a practicar... Por lo menos que me ayudes a saber mantenerme en pie mientras digo mis hechizos.

Se fijó entonces en que Linc no era el único que había acudido a ella. Varias personas la rodeaban, lo cual hizo que pasara incluso más vergüenza. Se estiró, mirando a Kendra e Ithan y respondiendo a sus preguntas. Sí... sí, estoy bien. Gracias. Bueno, menos mi orgullo. Añadió con una sonrisa, aunque por dentro pensó: Ese está por los suelos ahora mismo y no se levantará tan rápido como yo. Nunca había fallado un hechizo, nunca. Y que ahora no lo consiguiera por sus malditos pies...

No sé qué ha pasado, creo que me he puesto la zancadilla a mí misma. Claramente ese no era su día. No estaba centrada ni para caminar como es debido. ¡Pero vosotros seguid con vuestro duelo!, les dijo a los chicos. No paréis por mí, que estaba muy interesante. 

Aiden observó fascinado la "clase" de Duelo al subir a una de las últimas plantas. La ambientación era idónea para la asignatura, y seguro que ayudaría bastante a que los hechizos salieran bien. Después de la introducción del Profesor Knower, el joven dejó su mochila en un rincón y buscó a algún compañero con el que practicar. A su lado vió a Anthony pedirle a una chica de Gryffindor ser su pareja y como esta rechazaba su petición.

- ¿Que tal Anthony? ¿Dónde estuviste la clase anterior? Espero que no faltaras porque te haya pasado algo malo. ¿Quieres practicar conmigo? Le dijo con una sonrisa sincera en la cara

Ludmila entró a clases luego de Aideny el resto de los chicos de Slytherin. La sala constituía prácticamente un campo de batalla, con el terreno evidentemente herido. Dejó su mochila a un costado junto con las del resto de los Slytherin, mientras que sólo portaba su varita, una larga y oscura que tomaba delicadamente entre sus dedos.

Le resultaba interesante aquella materia, sentía que sus músculos se congestionaban con solo pensar en el ejercicio. Dió un par de vueltas en la estancia, evaluando el terreno. La blonda caminaba casi sin hacer ruido, en puntas de pie. Estiró sus piernas en un costado demostrando una flexibilidad increible, y luego los músculos de la nuca.

Saludó con un breve movimiento de cabeza a Ithan que parecía un felino al acecho, rondando. Se notaba a la legua que sus nervios estaban a flor de piel.  A un costado alcanzó a ver a Anthony que lucía más apático que lo normal. Le hacía acordar el primer día que se sentó en un sillón solo, cavilando por lo bajo. Se acercó a él al tiempo que Aiden. He pensado un nombre para tu lechuza Anthony...luego. Y me dirás que te parece...dice sonriendo al ruso. Habría querido batallar con él, pero Aiden se había ofrecido. Dejaré a los chicos que jueguen entre chicos...

Luego el profesor dio las explicaciones del funcionamiento de las clases y la blonda lo escuchó atentamente. Interesante, muy interesante.

Miró en derredor y vio a una chica de Gryffindor con un color extraño de cabello que parecía mutar. Ludmila se acercó con con su porte cadencioso y su mentón en alto. -Hola...mi nombre es Ludmila. Quieres que practiquemos juntas? con una breve sonrisa.

- Yo soy Enya, encantada. - Contestó Enya a Ludmila intentando parecer lo mas agradable posible. Su pelo ya volvía a ser negro poco a poco. Ya estaba mas calmada cuando cogió firmemente su varita y se posicionó cerca de unas cajas. Parecía que todo el mundo ya había empezado con los duelos y no parecía tan malo como se imaginaba. Una vez asegurada la zona Enya preguntó a Ludmila. - ¿Estas preparada? -

Ludmila se coloca enfrente de Enya, y emite una suave reverencia. Sus movimientos eran suaves y delicados. -Lista...y no te contengas por favor...En puntas de pie apunta con su varita a la Gryffindor, mientras que su su otro brazo balanceaba de manera delicada su cuerpo. Su pose era la de una bailarina clásica. 

Enya asintió con un gesto y se preparó para empezar. Enya sabía que el ataque no era su punto fuerte, y en en ese instante le preocupaba mas el simple hecho de que el hechizo funcionara a recibir el conjuro de Ludmila. Enya respiró hondo un par de veces para concentrarse, alzó su varita y gritó. - ¡Crystallus Fulminis! - Apuntó a Ludmila y sonrió durante una fracción de segundo cuando notó que la varita estaba reaccionando. Un rayo de hielo salió directo hacía Ludmila.

¡Lo he hecho! Bueno, espero que no hacerle daño... ¡Ahora eso no importa! Concéntrate en la defensa Enya.

Una voz me sobresaltó. Era Aiden, que buscaba compañero. Parecía que sus palabras eran sinceras. ¡Por fin alguien quería practicar conmigo o saber algo de mí! aunque seguía en mente la idea de abandonar la escuela, no era su lugar.- Hey tío. ¡Claro!.- Se me veía una sonrisilla en el rostro. Ese Aiden si era un buen compañero.

Acto seguido entró Lumidla, ella también había hecho grandes esfuerzos por integrarme desde el principio, y nunca se había enfadado o reprochado algo. Esos serían realmente mis dos verdaderos compañeros, los que me aceptaban tal y como yo era. Mi cara se iluminó.- ¿Has pensado un nombre para mi lechuza?.- ¿Cuál sería ese nombre? estaba intrigado. Ese apoyo por parte de mis dos amigos hizo que me recuperara. Me puse en pie de un salto y dije.- Vamos Aiden, demuéstrame lo que sabes.- Y desenfundé mi varita.

Linc pasó por delante de él y Kendra, y ayudó a Asterope. Había hecho bien en no ofrecerle su mano, y quedar en segundo plano mientras el Slytherin, mucho más preocupado por ella que cualquiera de los presentes, la ayudaba. Y que interrumpiera algo tan importante y sagrado como un duelo, le hizo pensar que quizás, lo había hecho por algo -o alguien- más importante para Linc. Lo sospechaba, pero aquella confirmación le hizo sonreir. Y lo mejor fue que por el rubor de las mejillas de Asterope, no era cosa solo de Linc. Fijate tú que cosas. Pues hacen buena pareja y todo.

La llegada de nuevos compañeros le hizo desviar su atención un momento. La primera, Selena, quien no había ni saludado a los demás. Ni siquiera a sus compañeros de casa que ya estaba allí. Resopló, negando con la cabeza decepcionado, aunque no dijo nada. Y entonces vio a Ludmilla, saludandolo. Le devolvió el saludo, con el mismo cabeceo, el mismo gesto amable y la misma media sonrisa que llevaba pintada desde hacia un rato. La siguió con la mirada unos segundos, hasta que se puso con Enya. Se alegró de ver que se ponían juntas, y sin más intención, les dejó hacer el duelo juntas.

No te preocupes, Asterope. Solo ha sido un traspies. Quedará entre los aquí reunidos. Comento, con una sonrisa, intentando animar a la chica, para que el mal trago para su orgullo no fuera tan grande. Y sugirió que siguieran con el duelo. Ithan miró de reojo a Linc, y se encogió de hombros. Creo que me enfrié... Seguiremos esto en la próxima clase, o en otro momento. Vamos, lo sucedido había interrumpido su concentración, y con Kendra allí, le apetecía hablar con ella.

¿No? Preguntó a Linc, esperando saber si quería seguir o no. Si él quería seguir, no sería el rubio quien se negara a ello. Y tras eso, miro a Kendra, dedicandole una sonrisa. ¿Cuando has llegado? Le preguntó, sin ser cosciente de ello. La pregunta solo fue la antesala para acercarse y susurrarle algo al oido. Un par de frases, antes de separarse.

¿Te gusto la carta? Le preguntó, con una media sonrisa. Aun tenemos una cita pendiente, espero que no te olvides. Y sí, uso la palabra "cita" en su frase. Y me gusta mucho como te queda la palestina, diga lo que diga Linc. Acabó por guiñarle el ojo, disimulado, cuando se apartó de ella.

Kendra observo, satisfecha, como sus previsiones se cumplian, y Lincoln acudia al "rescate" de Asterope. Sin embargo, lo que le arranco una sonrisa sincera fue ver cómo Asterope parecia sonrojarse ante el acercamiento de Lincoln.

No, si el rubio va a tener suerte y todo. Tengo que hablar con ella luego...

Vio a Ludmila entrar por el rabillo del ojo, y alzó una mano, dedicandole una mirada curiosa al ver que se habia puesto a practicar con la otra chica de Gryffindor que estaba alli cuando ella llegó.

Sin embargo, cualquiero pensamiento se vio interrumpido cuando Ithan se acercó a ella- Pues... llegué después de Linc y Asterope... Me entretuve... leyendo tu carta. - le confeso, con una media sonrisa, mirándolo de reojo.

Para cuando iba a decir algo más, el Gryffindor ya se le habia acercado  para susurrarle al oido. Y, fuera lo que fuera lo que le dijera, lo cierto es que fue capaz de hacer que las mejillas de Kendra comenzarán a arder. Miró al chico unos segundos, intentando contener una sonrisilla, acercándose tambien al oido de él, para susurrarle.

-Gracias... -dijo, ante su ultima frase, algo más cortada que de costumbre ante sus palabras. Y a continuacion negó, ladeando una sonrisilla nerviosa en los labios- Y claro que no me he olvidado... Despues de esta clase. - le recordó, con la mirada clavada en el, y una media sonrisa en los labios, cargada de una buena dosis de ilusion.

Y cuando le preguntó por su carta, Kendra lo miró de reojo, con ciertas dosis de vergüenza preadolescente- Si... Me... Me ha gustado mucho... Yo... Me ha hecho mucha ilusion. - acabo por confesar, antes de apartarse de él, manteniendo su mirada en él aun durante algunos segundos, con aquella eterna sonrisa dibujada en sus labios.

La muchacha de Gryffindor había sido más rápida que ella. Se percató rápidamente que el hechizo había funcionado antes de observar la escarcha que se dirigía hacia ella. Emitió un giro sobre su propio eje hacia la izquierda y realizó movimiento brusco con su varita -Fulminis Finite... neutralizando fácilmente el hechizo. 

Ahora era su turno...Apuntó con su varita a Enya realizando un firulete -Crystallus Fulminis Enya...su voz era tranquila, acaramelada aunque algo dura. Un rayo de escarcha salió hacia la niña...

Lincoln miró a su alrededor, parecía que todos estaban consiguiendo compañeros... "Está bien eso, por ahora...", cuando Asterope sugirió que continuaran Linc sonrió "Ése duelo solo podría haber acabado de una manera, Ithan iba a ganar a la larga, a la mínima que se pusiera las pilas y lanzara un buen hechizo yo habría acabado por el suelo..." -Cierto, yo también me he enfriado ahora...- Se paró un segundo y pensó de nuevo -Pero alguien tendrá que ir a comer y cenar a la mesa del otro... Ésto no acaba aquí- Sonrió, pues no quería parecer mas borde, pero una cosa estaba clara, ése duelo no había acabado.

Se paró un segundo y miró a su compañera -Ey ¿Estas bien ya?... ahora que se que no te has hecho daño puedo decirlo sin problemas... vaya culazo te has dado jajajaja, no te enfades, no te enfades, volveremos a clase en la hora libre y practicaremos el hechizo ¿Vale?- Le sonrió esperándo que Asterope no soltara toda su rabia sobre él, cuando se enfadaba, daba miedo y así de paso le quitaba peso al asunto, que al fin y al cabo, solo había sido mala suerte, él sabía que Asterope era buena, lo pasado hoy no importaba.

-Por cierto Ithan- Se giró hacia el Gryffindor -¿Y el resto? ¿Tu casa siempre ha pasado tanto de las clases?- Se sorprendió, desde la época del señor oscuro, Gryffindor y Slytherin habían sido las mejores casas... no entendía que pasaba.

Asterope, ya más calmada, se fijó en el resto de gente, que seguían lanzándose hechizos. Y todos parecían conseguirlo. Ithan y Linc no quisieron continuar con su batalla personal. Asterope miró al Gryffindor y entendió por qué. Estaba claro que el muchacho había parado el duelo para pasar un rato con Kendra y que ella se hubiera tropezado le había servido de excusa perfecta. La niña sonrió pensando que, al menos, su caída traía algo bueno a alguien.

¿No me digas que has hecho otra apuesta? le preguntó a Linc cuando escuchó lo de que alguien tendría que comer y cenar en la mesa del otro. Ten cuidado o acabarás cambiándote de casa permanentemente... Y no querrás abandonar a las serpientes, ¿no?

Le dirigió una mirada asesina de broma al tiempo que sonreía cuando Linc se rió de su caída. Sí, sí, muy gracioso... Aunque tengo que decir que el porrazo que tú te metiste el otro día con el pedrusco fue mil veces mejor. Aún recordaba ese gran momento que, ahora, le parecía de lo más divertido. Sí, claro, en cuanto pueda lo practico. Luego hablaré con el profesor, a ver qué me dice.

Quería apuntar cuanto antes la fecha de la recuperación, así como preguntarle cuándo podría pasarse por el aula para practicar. Si podía quedarse allí después de clase, mucho mejor para ella, así lo dejaba hecho. Ahora Karl Knower parecía ocupado, por lo que prefirió esperar al final de la hora para abordarle.

¿Entonces nos has visto... Pelearnos? No acabó la frase señalando a Linc y luego a si mismo. No sabía como se tomaría todo aquello, desde que comenzaran a duelar desde el principio, pasando por el hecho de que ninguno de los dos pudo imponerse sobre el otro y acabando por aquel final prematuro del duelo, a pesar de lo elegante y honorable que había sido. Y del gesto que ambos habían tenido.

Se la quedó mirando, devolviendole la sonrisa, complice, sin decirle nada ante lo último que le susurró. Fue a decirle algo más, cuando Linc intervino, diciendole que aquello no había terminado. Sonrió, mirandolo de reojo, encogiendose de hombros. Claro que no acaba aquí.  Dijo, con una amplia sonrisa. Vendremos más adelante a practicar, a terminar la apuesta y todo eso. Propuso. Él tenía ganas de acabar aquello. Y de repetirlo.

Cuando Asterope preguntó por la apuesta, acabó por sonreir, gracioso. El que pierda, comerá Y cenará Remarcó el "y" en la mesa del otro. Le tengo reservado el sitio ya. Bromeó con Asterope sobre el futuro de Linc. Y cuando ella habló de la caida de Linc, Ithan simplemente lo miró de reojo, esperando ver como reaccionaba, aguantando la risa.

Cuando mencionó al resto de Gatos, Ithan miró a su alrededor, estudiando el entorno. Es verdad, Faltan Gabriela, Arnold y Kelly. ¿Dónde se habrán metido? Se encogió de hombros, volviendose hacia Linc. Arnold y Kelly no suelen fallar a las clases, aunque siempre llegan... en el último momento. Seguro que vienen. Gabriela... no se donde se habrá metido hoy, las chicas tampoco la vieron, no se si debería preocuparme. Acabó por decir, cruzandose de brazos, pensando.

Linc se tocó la frente cuando Asterope habló sobre el golpe que se llevó -Joder Aste... ¿Tenías que decirlo?- Sonrió un momento antes de continuar -Mejor no recordar éso, y tu no te rías que la tenemos...- Dijo mirando al Gryffindor, pero al acto empezó a pensar sobre aquella piedra "Era como si una fuerza sobre antinatural, un poco tonta, todo hay que decirlo, hubiése puesto ahí una piedra, apareció por arte de mágia y no pude utilizar mi astucia y grandiosas habilidades para evitarla... era como si algún ente divino me estuviera castigando por algo..." -Bueno... pues sí, lo dicho, hemos hecho esa apuesta, así que felicidades Kendra, verás a Ithan mas de lo que pensabas- Sonrió a su compañera y miró de reojo a Ithan "Pronto te tragarás tus palabras jaja".

-Oye Ithan, ¿sabes que se hará en vuelo? porque si nos dejan hacer una carrera podríamos continuar la apuesta ahí... y hasta subirla, si no tienes miedo, claro- Lincoln sonrió, tenía algo pensado, pero no era el momento de soltarlo.