Partida Rol por web

Le acaricié primero el pico, y luego poco a poco iba tocándole la cabeza. Sonriendo miré a Diana. - Bueno, debe llevar dentro a la leona feroz y movidita que llevas tu. - Le dije riendo. - Ya verás como poco a poco conseguirás domarla.

El profesor paseó por la clase observando los conjuros que ibais realizando. Habíais elegido con cada conjuro a un solo objetivo, pero tal y como os dijo el centauro, cuanto mejor fuera vuestro conjuro más animales podríais abarcar. Así que, con cada rayo rosado que se materializaba en vuestra varita, varias lechuzas, o varios gatos iban quedándose relajados.

El conjuro era poderoso y tras terminar la clase la muchos de los animales habían quedado completamente relajados.

Melem se dirigió hacia el lado de los chicos de Gryffindor, se acercó principalmente a Diana. - ¿Sabes por qué has fallado? Has estado muy distraída con tus amigos y jugando con los animales. Recuerda que la clase es un lugar serio y como tal, tienes que estar concentrada o sino te volverá a pasar. Después de esa suave reprimenda se acercó a Noah. Mira chico, tú lo que has hecho mal ha sido el gesto este. Dice moviendo la varita hacia un lado. Ves, era así y no de esta forma, hace un gesto muy parecido al de Noah, por eso no te salió bien. Practica junto a Diana y tus compañeros de Gryffindor y seguro que para el domingo lo tendréis perfectamente dominado.

Luego miró a los alumnos de Ravenclaw. La verdad que vuestro trabajo ha sido un éxito. Después lanza una mirada asesina hacia Perry, a pesar de que el lugar huela a cuadra, parece que lo habéis hecho muy bien. ¡En especial tú Selena! Si os fijais bien en ella, a su alrededor ha logrado tranquilizar a al menos siete lechuzas de un gesto. El conjuro os permite abarar a más de un animal, y a pesar de que solo habéis hecho objetivo en uno, si os fijais bien, la mayoría habéis llegado a tranquilizar hasta tres animales más. Por eso os dije que era muy poderoso.

Después Bastet contempló como Arthur se acercaba a la profesora para formular su pregunta:

- Profesor, ¿este hechizo funciona con humanos o con... semihumanos?

El profesor parecía hablar con desgana a Perry, al principio había hecho como si no le hubiera oido, pero como vio que Nikolay también le hacía una pregunta se dio cuenta de que estaba obligado a responder. Y así lo hizo.

- Me temo que no, Perry. Este conjuro solo funciona con animales o bestias mágicas. Pero si la criatura es suficientemente inteligente el conjuro no valdrá de nada. Tan solo transforma el estado de criaturas menores, nada más.

-Profesor Melem ¿solo funciona si mantienes la concentración?

¡Efectivamente! Cuando dejas de estar concentrado el animal sigue relajado, pero si sufre un nuevo estímulo es posible que vuelva a alterarse, por lo que tendrías que realizar de nuevo el conjuro. El conjuro sirve para tranquilizar a los animales cuando se están viendo afectados por algo que los altera. Se notaba una clara diferencia entre tu respuesta y la que le había dado a Perry.

Tras responder las dudas, el centauro se dirigió a la pizarra del aula y comenzó a escribir vuestros nombres, seguidos del número de animales que habíais amansado.

He decidido puntuar más a los alumnos que escogieron los gatos, pues las lechuzas estaban nerviosas, pero los gatos estaban en una aptitud agresiva y hostil, por lo que tranquilizarlos a ellos era una tarea mucho más complicada y por eso no han logrado tranquilizar a tantos.

De todas maneras tengo que reconocer que habéis hecho un buen trabajo. Así que, el domingo solo tendré que ver a Diana, Noah y Tabatha, por favor avisádselo.

Por lo demás, muchas gracias por vuestra atención y nos vemos el viernes. Dice mientras lanza nuevos rayos rosados sobre las criaturas y todas ellas la siguen cuando abandona la clase, dejando aquello completamente vacío a excepción de las plumas, los pelos y algún que otro excremento.

Y justo cuando estaba a punto de salir, giró su cabeza y lanzando una mirada asesina a Perry gritó: ¡Ahm y 20 puntos menos para Ravenclaw, porque parece que las "cuadras" no les gustan!

Perry no supo qué es lo que le había sentado peor, si el abuso de autoridad del profesor o el que quitaran puntos a todo Ravenclaw por su culpa. Su cara se tornó roja como un tomate, mezcla de la ira y la vergüenza que sentía. Se levantó con la varita en la mano y soltó una sonora queja.

-¡¡ Pero...yo no...!!- Tuvo que morderse la lengua para no soltar sapos y culebras por la boca. Llegó a controlarse y se sentó de nuevo a recoger sus cosas. Su mente le aislaba del alrededor, mascullando en murmullos ininteligibles. Ya había visto cómo funcionaba Howarts. El profesor tenía una autoridad contra la que Perry no podía luchar.  Daba igual que fuera un centauro salvaje y rencoroso. Además Perry siempre obedecía sin rechistar, no entendía muy bien qué es lo que le había pasado. Su comentario no había ido con mala intención. ¿Y qué si no le gustaban las cuadras? ¿Qué tenían que ver el resto de alumnos de la casa? Qué le hubiera puesto un castigo individual. Finalmente la vergüenza pudo más que la ira y con la cabeza gacha se dirigió a sus compañeros.

- Lo siento chicos. No era mi intención perjudicaros.- Al menos había conseguido puntos por realizar bien el conjuro, y gracias a todos, en especial a Selena,  se habían llevado una buena cantidad.- ¿Seguís queriendo ir a la bilblioteca?

- Tranquilo Perry...- le dio unas palmaditas en el hombro- no se puede ganar siempre, pero me sorprende que esto te haya pillado de sorpresa... YO voy a ir a la biblioteca, vosotros podéis hacer lo que queráis...  

Diana miró con gesto raro a Colin cuando le dijo eso de que llevaba dentro una leona... más que una leona Diana se consideraba una chica sin remedio,le perdía la curiosidad y por eso los estudios los llevaba como podía...

- Yo no soy una leona... soy un trasto, últimamente no doy una...¿Has odio al profe? esto me pasa por tener al mente dispersa, como me dice mi abuela... a este paso repito primero... Bueno- dijo levantándose del suelo y sacudiéndose la suciedad de la túnica- me esforzaré por aprender este conjuro para el domingo... Colin... voy a ver si estudio- le sonrió y se dirigió hacia Eli- Eli eres una máquina, lo has hecho genial... creo que deberíamos ensayar varios conjuros ahora... ¿Vamos a la Sala Común?- les dijo a sus compañeros de casa.

Asiento a las palabras del Profesor cuando me corrige la posición de la mano para coger la varita y hacer el movimiento de la misma en el momento de lanzar el hechizo.

- Gracias Profesor Melem. - le digo.

Esta clase había sido desastrosa para Gryffindor. Ravenclaw se aleja más en la Clasificación de la Copa de la Casa.

- Esto no puede seguir así. - me digo a mi mismo. Tendré que hablar con el resto para enderezar el rumbo.

Con este pensamiento en la cabeza decido ir a la Biblioteca para buscar información sobre el trabajo que tengo que presentar.

- Yo iré a la Biblioteca. - le digo a Diana. Voy a ver que encuentro para el trabajo que tengo pendiente.

Eli se ruborizó cuando Diana le dijo que era buena. Ella solo había hecho lo que le habían pedido. Pero no siempre le habían salido bien las cosas.

-Gracias... y no te preocupes que seguro que luego te sale bien- se dirigió a la sala común, como le sugirió Diana- ahora ensayamos lo que no sabemos y ya verás qué bien lo hacemos.

Sabía que Diana no quería repetir curso, y ella tampoco... así que debían ponerse las pilas.

-Tranquilo Perry. A veces los centauros son un poco... sensibles al respecto. Dijo la pequeña. -Venga, vamos a buscar libros en la biblioteca, seguro que te animas. Le sonrió.

-Vosotros también venís, verdad? Preguntó a Colin y a Marcus.

Al parecer no le sentó muy bien mi comentario a Diana. La miré cómo se iba alejando, y me sentí un poco mal. Algo triste vino Selena. Intenté animarme un poco y asentí con la cabeza. - Vamos pues.

Por supuesto, Selena - le dije.

Salí tras ella...

Perru acompañó a sus compañeros a la biblioteca.

ya habían salido sus compañeros de clase. Así fue que Joey cogió su hurón y salió de la misma. Sin embargo en mitad de camino hacia las habitaciones, Spyke volvió a hacer de las suyas y saltó de los brazos de Joey y salíó disparado hacia la sala común de Gryffindor.

Una vez más la sala de prácticas era un lugar diferente, a pesar de seguir encontrándose en el mismo sitio. Esta vez toda la sala era de fría piedra, algo que no ayudaba en nada a apaliar el frío del duro invierno que estabaque estaba apunto de entrar en Hogwarts.

El aula de fría roca estaba completamente desértica a excepción de un montón de leña que estaba esparcido en el centro. No había ni rastro de pupitres, ni tampoco un altillo donde el profesor pudiera dar clase. Al fondo de la sala estaba Sarth Melem mirando uno por uno a cada alumno

Entre sus manos tenía ya preparada su varita y cuando vio como alguno de vosotros trataba de buscar un sitio donde sentarse, éste os negó con un gesto de su cabeza.

El profesor quería que os quedaráis de pie para que observaras con mayor atención lo que estaba apunto de suceder.

Con un gesto de su varita, la pila de leños que había en el centro de la sala prendió una gran llama que comenzó a calentar el aula. En apenas unos escasos minutos la sala ya tenía una temperatura similar a la del resto del castillo, algo que era de agradecer con la que estaba cayendo fuera. Y entonces os habló:

Buenos días, clase. ¿Qué tal estáis llevando este frío? ¡Espero que bien! Dice mientras contempla la gran columna de fuego que había en el centro. Lamento que os hayáis hecho una idea equivocada para la clase de hoy, pero hoy no os voy a enseñar a transformar la madera en fuego, eso podría ser un poco peligroso. Hoy lo que vamos a aprender es un conjuro que más de uno habrá visto hacer a sus padres o tutores en las cocinas de vuestras casas.

El conjuro se llama Extendio, y sirve para apagar cualquier tipo de llama. Es cierto que no vale para un fuego de esos que siempre suceden en las zonas muggles, y que los bomberos no llegan a poder apagar hasta que no interfiere el Ministerio de Magia. A tanto no llega este conjuro, pero si varios magos se unen, si podrían lograrlo.

Pues bien, la clase de hoy va a consistir precisamente en eso. Hoy entre todos, ambas casas juntas, vais a tener que aprender a colaborar y trabajar en equipo. Ante vosotros se alza una poderosa llama de fuego que tendréis que lograr extinguir.

Si lo lográis obtendréis puntos extras para vuestras casas.

Mirad, tenéis que apuntar bien en el origen del fuego, nunca a las llamas sino a su origen, es decir, la madera.

Apuntad bien y sujetad la varita con fuerza, notaréis una ligera presión hacia arriba, si esa presión os puede es que el fuego es demasiado poderoso para vosotros y necesitaréis ayuda. Pero si lo intentais entre todos y os mantenéis firmes vereis como poco a poco el fuego va menguando hasta desaparecer.

Es un conjuro bastante sencillo e imagino que todos deberíais lograrlo hacer.

El profesor fue el primero en iniciar la clase, apuntó bien con su varita al centro de la leña y gritó "¡Extendio!"

Perry entró en la clase con la firme idea de expresar un total desinterés hasta que el profesor se disculpara con él.  Sin embargo lo primero que reflejó su rostro fue la sorpresa de que no hubiera síllas. Lo bípedos como él no aguantaban mucho de pie y necesitaban sillas donde posar su culo.  ¿El profesor se creía que todos tenían 4 patas como él o qué? Perry resopló por el frío.

- Prfff.

Luego, al menos, la temperatura mejoró, pero Perry siguió escuchando las indicaciones del profesor con fingido desinterés. La sangre le hervía cuando escuchaba hablar así de los muggles al profesor.  Su actitud cambió cuando el profesor explicó que lo importante del trabajo de hoy era que formaban un equipo. Perry no podía evitarlo. La idea de ganar puntos para Ravenclaw era superior a él, y esperaba no defraudar a sus compañeros.  Un fuego intenso brilló en sus ojos, como un reflejo de la hoguera situada en el centro de la clase. Sacó la varita, apuntó a la madera  y trató de realizar el conjuro.

- ¡Extendio!

Inmediatamente Perry empezó a notar una fuerte tensión que empujaba hacia arriba. Le costaba aguantar por lo que pronto empezó a sudar pro el esfuerzo así como pro el calor de las llamas.

- ¡Ayuda!

Llegué a la clase de transformaciones, con un frío horrible, estaba Perry ya sentado, así que me senté a su lado. - Buenos días Perry, ¿todo bien? - Dije saludándole. Luego atendí al profesor intentando taparme con lo que podía.

Luego había que apagar un fuego que hizo el profesor. Con lo bien que se está y tenemos que apagarlo? Maldita sea... - ¡Extendio! - Dije señalando mi varita a la madera, tal y como dijo el maestro. - Venga chicos, no podemos aguantar mucho más.

- Buenos días - dijo educadamente mientras entraba en la clase cruzado de brazos por el frío, si en el exterior corría un viento helado allí dentro tampoco se quedaba atrás hasta que el profesor hizo incendiar la madera que había en el centro cosa que agradeció relajando los brazos escuchando sus indicaciones. 

El primero que probó el conjuro era Perry que pedía ayuda, Colin fue el siguiente, Marcus miró de reojo hacia el resto de alumnos de las diferentes casas esperando que ahora no les dieran por liarla como en la clase de duelo, allí tenían que colaborar.

Apuntó con su varita con firmeza hacia la madera y pronunció el hechizo.

- ¡Extendio!- dijo quedandose en silencio pero mirando de reojo al resto esperando impaciente que ayudasen.

Era el Primero de Gryffindor en llegar a clase, en la cual, todo sea dicho de paso hacía un frío tremendo, tanto que tengo que restregar mis brazos durante un rato para entrar en calor

Al parecer los de Ravenclaw habían despertado antes pues ya había allí tres de ellos.

Saludo al Profesor y me dispongo a atender a las expliciones de la clase de hoy.

Asiento a las palabras y gestos para lanzar el hechizo.

- Bien. No parece demasiado difícil. - pienso.

En cuanto el Profesor da las indicaciones oportunas me pongo en pie e imito las palabras y gestos del Profesor.

- ¡Extendio! - digo apuntando a la Madera.

Diana entró en la clase saludó a Colin y al resto de los chicos de Ravenclaf y se acercó a Noah, escuchó atentamente al profesor y sacó la varita con entusiamo, aquello parecía divertido y además siempre era útil saber apagar un fuego, en una ocasión soplando las vela de una tarta de cumpleaños estuvo a punto de prenderle fuego a la mesa del comedor de su casa, afortunadamente su tía Angeles estuvo atenta... ahora gracias a lo que estaba aprendiendo en Hogwarts seguro que su familia estaría más tranquila... o no...

- ¡Genial Noah!-felicitó a su compañero con alegría, entonces escuchó a Perry-vaya.. EXTENDIO-pronunció la chica apuntando en dirección a Perry que no había realizado bien el conjuro-¿Estás bien Perry?-le preguntó acercándose a los chicos de Ravenclaf.

Gwendolin llegó a tiempo para ver como debía realizarse el conjuro y como Perry se metía... para variar en un pequeño apuro al fallar el conjuro. Entonces el resto de los asistentes se puso a ayudarlo, incluido la chica de Gryfindor, la muy confiada una vez que lanzó el conjuro se acercó alegremente a interesarse por Perry, sin ser consciente de que el fuego aún no había sido apagado y una llama descontrolada comenzó a acercarse a Diana.

-Extendio... niña...antes de ponerte a ayudar a los demás deberías preocuparte por ayudarte a ti misma, los Ravenclaf no necesitamos de tu ayuda, somos mejores...sobretodo yo-le dijo sonriéndole de forma mordaz, ya que su conjuro había sido más potente que el de Diana.

Diana sólo fue consciente de la proximidad de la llama cuando Gwen lanzó el conjuro.

-Vaya... gracias....mmmmm?-dijo cuando Gwen le soltó su fanfarronada-sí, eres mejor con los conjuros que yo, pero estoy esforzándome para mejorar. Por eso cada vez que un amigo mío necesite ayuda, haré todo lo posible por ayudarlo aunque pueda salir chamuscada... te tenemos a tí para salvarnos a todos, así que no hay porqué preocuparse-le sonrió-llevamos mucho tiempo en el colegio y aún no nos hemos presentado, me llamo Diana-le dijo con una radiante sonrisa.