Partida Rol por web

La clase de Artes Quiméricas es una de las asignaturas de primer año que se imparten por la Profesora Lance en una de las salas del colegio.

Las Artes Quiméricas te permitirán engañar a los sentidos y mentes de los demás. Hacen que la gente vea cosas que no están presentes, ignoren otras que tienen delante, escuchen ruidos imaginarios o recuerden cosas que nunca han sucedido.  Este tipo de artes puede dividirse en cinco grandes grupos.

Las artes del engaño, cambia la forma en que los sentidos perciben al receptor, haciendo que parezca distinto a la percepción de los sentidos o incluso hasta que parezca que desaparecen.

Las fantasmagorías, son imágenes mentales que normalmente solo puede ser percibida por el lanzador y receptor.

Las pautas, imágenes que otros pueden ver pero que afectan también a las mentes de aquellos que las vean o se encuentren en su interior. 

Las Quimeras, crean sensaciones falsas, y son útiles para confundir o retrasar a los enemigos.

Y por último las artes de las sombras, unas artes algo más ocultas pues traen energía de otras dimensiones y pueden llegar a hacer hasta daño puesto que producen efectos reales.

Este tipo de conjuros muchas veces dependerán del receptor y de lo crédulos que son o de su capacidad de voluntad para sobreponerse a este tipo de magia.

Aquella sala estaba situada en una de las primeras plantas del castillo dejaba clara el tipo de clase que se impartía en ella, pues las imágenes que se podían ver eran dignas de las mejores ilusiones. Pequeños dragones sobrevolaban la estancia, unicornios galopagan entre los alumnos mientras iban entrando. De vez en cuando algunos sonidos fantasmales sonaban de entre los rincones oscuros de la habitación pero en ningún momento daban ningún tipo de miedo.

En el estrado, una extraña mujer estaba situada de pie sin moverse contemplando como ibais sentandoos uno tras otro.

Cuando todo el mundo estuvo en pie, la misma mujer que estaba frente a vosotros entraba por la puerta y se situaba junto a la imagen.

- Bienvenidos, hablaban ambas imágenes a la vez, esta es vuestra primera clase de Artes Quiméricas y yo soy la Profesora Lance. No vamos a perder mucho más el tiempo, así que por favor, colocaos en parejas y cuando esteis listos abrid el libro "Fantasmas y Quimeras" por la página 1. Hoy vamos a hacer un truco muy sencillo y que quizá en algún momento os pueda ayudar a distraer a algún enemigo vuestro. 

Como podéis ver en el libro, este conjuro mejorará a medida que practiquéis con él. Podréis hacer creer a alguien que una habitación está ocupada por alguien fingiendo una conversación, podréis hacer que alguien escuche sonidos de pasos, el rugido de un león, el chillido de una rata. Recordad que vuestra magia se ve limitada a vuestra imaginación y en el caso de las artes quiméricas más aún. Moved de esta forma la varita dice haciendo un determinado gesto y decid:"Sonitus "

Bien chicos, practicad el conjuro, aquel que ofrezca el sonido más original y el otro que lo haga con mayor perfección recibirán, ambos, 10 puntos.

¡Comenzad!

Colin, tras estar de pié allí junto con sus compañeros y los de Slytherin. Cuando la señorita Lance terminó de la introducción, miró a Marcus y con una voz baja preguntó.

Marcus, ¿quieres ir conmigo de pareja? - Tras decir eso los otros niños ya iban haciendo las parejas.

Al cabo de poco, Colin se fue a coger sitio. A primera fila. Su madre siempre le había dicho que era mejor caer bien que mal a los profesores. Hay que ir a las clases con entusiasmo de aprender mucho. Tras segundos después abrió el libro Fantasmas y Quimeras por la página que dijo la profesora y empezó a leerlo. Cuando terminó el capítulo miró a la profesora y le asintió convencido. ¡Vamos Colin demuestra lo que vales! - Se animó ya que no sabía como le podría salir eso. Tras eso agitó la varita.

Escuché muy pero que muy atento a lo que la profe nos estaba diciendo, y cuando terminó no quise elegir a nadie de pareja, era una chico bastante tímido y reservado al principio, por lo que normalmente no solía tomar la iniciativa.

Entre la clase había alguien que conocía del vagón en el que vine a Hogwarts, era Gwen. Cuando la ví, la saludé, pues me alegró volver a verla.

Tratando de recordar el movimiento preciso de varita de este conjuro, levanté el alto la mía de arce y pluma de fénix y dije suavemente:

Sonitus...

Entro en clase junto a mis compañeros. Dudo un momento sobre dónde sentarme. A mí me gustaba ir atrás, pero no me iba a ir sólo allí. Quizás podría pedirle a alguno de mis amigos que se viniese conmigo, pero todos parecían muy aplicados. Finalmente Colin me llama para que vaya a hacer el trabajo con él y no me lo pienso dos veces.

- Claro. - digo mientras me muevo para colocarme a su lado. - Vamos a demostrar de lo que somos capaces.

Imito a mi compañero y abro el libro antes de intentar el hechizo. Lo mejor sería leerse la teoría primero. Antes de entrar a clase no sabía ni lo que eran las artes quiméricas, aunque ese hechizo en concreto sí me sonaba. Lo utilizaba mi madre para añadir efectos especiales cuando me leía de pequeño. Aunque nunca se me había ocurrido que pudiera utilizarse para engañar a personas. Seguro que mis padres me habían ocultado la magia quimérica para que no la utilizase para meterme en líos...

- Sonitus. - digo de manera clara y firme, mientras repito el movimiento de muñeca que hacía mi madre al lanzar el hechizo (el mismo que había hecho la profesora), intentando producir la música de Star Wars, lo primero que se me había ocurrido.

Corría para alcanzar a Amon, al llegar pude ver con claridad su posición, por lo que fui a su lado y pregunte -¿Me puedo sentar con tigo?- se me veía algo sudado y con aspecto algo agitado.

Al sentarme escuche atento las palabras de la profesora y sin pensarlo mucho realice la magia cuando esta la autorizó, haciendo que se escucharan los cantos de aves, como si del patio de mi casa se tratare.

-Corre, Víctor, por aquí. Dijo con inusual prisa la chica. Se sentó por la parte media de la clase e hizo gestos al chico para que se sentara a su lado .

Abrió el libro por la página que indicaba la profesora y estuvo atenta a toda la explicación.

Cuando tocó el turno de probar el hechizo, Selena le dijo a su compañero de casa. -Te gusta la música? Probemos a hacer sonar un grupo de instrumentos.

Agitó su varita tal y como tocaba y ejecutó el hechizo, emitiendo una suave melodía de flauta.

Victor corrió atrás de Selena y se sentó a su lado.

Aquí estoy!

Victor estaba sorprendido por la mágia e iba a ser la primera vez que iba usar su varita, esuchó la explicación siguiendo con los ojos la lectura atenta del libro.

Primero fue el turno de Selena quien logró hacer el hechizo con una grán facilidad.

¿Musica? Muy bien! Ahora me toca a mí.

Victor miró el libro un par de veces, y agarró la varita.

Bueno ahora vamos a hacer un honor a nuestra casa Selena.

Victor movió la varita, pero cuando se suponía que iba a sentirse el ruido de un águila no se escuchó nada, al parecer era el único que no le había salido el hechizo.

Rápidamente dejo la varita a un lado y volvió a releer el libro buscando que había hecho mal.

Al llegar a clases escucho atentamente las cosas que decía la profesora, aunque me parecía una señora extraña, pero con cosas interesantes para decir. Realmente tenía un cierto talento para estas cosas, pero desconfiaba yo misma de mí, y eso era algo lamentable, pues tenía varios talentos que me había dicho la gente que fácilmente veía en mí, pero yo solía negarlos, cuando fue mi turno al no haber escogido a alguien que me acompañe, la profesora me junto con un chico de mi casa, su hechizo fallo en mi, y me sentí un poco aliviada.

-So… -Digo tan despacio que no ocurrió nada.

La profesora me quedo mirando, y al ver las miradas de toda la clase me sentí terriblemente presionada, por lo que trago saliva y digo en voz alta mientras me temblaba la mano.

-Sonitus.

El chico pareció sorprenderse un tanto, pues le estaba haciendo ver todo al revés, callo al suelo y yo me apure en levantarlo y llevarlo a su asiento para así no sentirme culpable. Después de esto volví a mi puesto y me escondí detrás de mi libro.

-No te ví en el comedor -dije a Edward mientras se sentaba a mi lado- ¿venías corriendo?

No pude evitar una sonrisa, al menos no estaba solo como se podría decir... y aunque la profesora estaba hablando no pude evitar preguntarle en un susurro- ¿has visto a Nikolay o a Daphne? me da un poco de rabia que no estemos todos juntos, pero aun así podremos seguir siendo amigos, ¿no? -pregunté mientras abría el libro por la pagina mencionada.

Luego me comencé a fijar en los compañeros de clase que tendríamos en esas asignaturas, eran solo de otra casa, creía que estaríamos todos los de primero juntos, pero me equivocaba

Tras eso hice el hechizo en cuestión y salió el rugido de un puma, siempre me habían gustado los grandes felinos.

-No creo tengamos problemas en encontrarlos, ya que en algún momento compartiremos clases y/o les veremos en los pasillos y comedor- dijo luego de ejecutar el ejercicio.

-Lo del comedor, no me viste por que cuando entre ya habías salido y prácticamente tome algo y salí corriendo con ello en la boca...- se interrumpió para sonreír un poco y luego continuar -No es bueno llegar tarde al primer día de clases...-

Sin mediar mas palabras, ejecuto el hechizo nuevamente -¡Sonitus!- en el cual emitió el sonido de una tormenta eléctrica a todo dar, a lo largo y ancho del aula.

-Si, bueno, tienes razón, además puede que coincidamos con ellos en alguna clase- dije sonriendo

Entonces empezó a sonar la tormenta y no pude más que aplaudirle en bajito, mas para nosotros, como si aprobara el hecho de que pudiera hacer algo así.

Mmm creo que me han engañado, esta parece la clase de Conocimiento de Criaturas Mágicas.

O así debe ser, a juzgar por los unicornios campando a sus anchas en el aula.

Aunque me parece que ese de ahí es Mark... y allí está Morgan.

Aquel debe ser el lugar correcto. 

Un ruido extraño suena en ese momento junto a ella, sobresaltándola, así que decide sentarse lejos de allí. Entonces ve a Morpho, uno de los chicos con los que compartió vagón, y responde a su saludo. 

La profesora es... bueno, igual de extraña que todo cuanto se ha encontrado desde que se despidió de sus padres. Aun así, no puede evitar quedarse mirándola con los ojos como platos.

Los chicos de Ravenclaw que han llegado ya tienen compañero , mientras que Morpho está solo. Además, le gustaría poder relacionarse con alumnos de otras casas, y aquel muchacho le pareció simpático en el viaje. Por lo que se sienta con él. 

—Espero que no te importe que me siente contigo. Como ya nos conocemos y hay que ponerse por parejas, podríamos ser compañeros, ¿qué te parece? —pregunta, sonriendo con amabilidad.

Escucha atentamente las instrucciones de la profesora, mientras abre el libro por la página indicada. Se pone las gafas y lee las instrucciones.

Cualquier sonido, ¿eh? ... Probaré con el sonido del mar.

—Sonitus  —recita con voz firme, mientras mueve la varita.

Me agradaría, la verdad - le respondí a Gwen.

Al fin y al cabo compartimos clase, ¿no?, compartamos también pupitre - sonreí tras decirle esto último.

Sam entró en la clase y se sentó en una silla vacía. Escuchó a la profesora con una gran sonrisa, y después se puso a leer el libro. Cuando estuvo preparada para realizar el conjuro, habló a Cassius

¿Te pones conmigo para realizar el conjuro?

Cuando Arthur entró en el aula, tras Cassius y Sam, se quedó instantáneamente petrificado en el umbral maravillado con las criaturas que por ella campaban libremente. Aquello era sumamente extraño, tratándose de la clase de artes quiméricas. Cuando un pequeño dragón verduzco (un Hocicorto Sueco, creía recordar de alguna de las lecciones de su tía) sobrevoló su cabeza y trató de cogerlo con la mano, quedo revelado el engaño. Arthur esbozó una sonrisa, aquella era la magia que más le fascinaba. El arte del engaño.

Ocupó un asiento junto a un muchacho con los colores de Ravenclaw, saludándole discretamente, y puso atención a las palabras de la profesora, quien lo maravilló con una réplica exacta de si misma. Cuando les ordenó ejecutar el echizo de sonido ilusorio Arthur abrió el libro por la página indicada. En principio parecía bastante sencillo, no esperaba tener dificultades...

-¡Sonitus! -exclamó realizando una seca floritura con la mano como les había sido indicado.

Al instante el eco del estruendoso y escalofriante chillido de una Banshee reverberó por toda la estancia, despertando el temor de quienes lo escuchaban. Arthur sonrió satisfecho después de que el hormigueo dejara de recorrerle la espalda. Había salido a la perfección, como esperaba.

Cassius sonrió al entrar en la clase, sin duda era magnifico lo que la magia podía lograr.

Será un placer.-Contesto a Sam y se emparejo con ella. Tras la explicación de la maestra, leyó también el libro un par de veces, y practico el movimiento con la varita hasta que creyó que le saldría bien. De repente, un horrible chillido lo asusto, y al darse la vuelta, vio que Arthur sonreía.

Sin duda es bueno… Me costará superarlo. Pero ahora que están todos en silencio quizas…

¡Sonitus!.- Dijo con toda la firmeza que pudo.

Una suave melodía empezó a escucharse desde todos los rincones del aula, con Cassius en el centro moviendo la varita a modo de Director de Orquestra y sonriendo levemente.

Sam escuchó a sus compañeros mientras sonreía. Aunque sabía que lo más probable es que los puntos se los llevara su casa, ella quería ser la causante de ganarlos. Al menos alguna en alguna de las dos opciones.

Levantó la varita, hizo el gesto al tiempo que decia ¡Sonitus!

A pesar del silencio inicial, el sonido de un terremoto comenzó a sonar por toda la clase. Pocos instantes después, lo acompañó el ruido de un edificio al derrumbarse

La señorita Lance estaba sentada mientras echaba un ojo y escuchaba el desarrollo de vuestros conjuros. De cuando en cuando os corregía alguna postura o algo que no había sido hecho con corrección. Después os fue mirando más concretamente y uno a uno os fue diciendo algunas palabras, Colin, Morpho, el conjuro no está mal, aunque no os veo muy inspirados, ¡5 puntos para Ravenclaw y otros 5 para Slytherin! Mirad, veis a Marcus*, él si que ha sabido impresionarme y ser más original, 15 puntos para ti, 15 puntos para Ravenclaw! Luego echó un ojo a Edward, el trinar de las aves, eh? ¡No está mal tampoco! 10 puntos para Slytherin. 

Después continuó mirando a los estudiantes y escuchando los sonidos que iban produciendo, escuchó esta vez a Selena y su flauta dulce. Que bonito sonido, señorita Green, ayude a su compañero a practicar, y también a la jovencita Rootsorrow, el miércoles tendrá que venir a mi despacho para enseñarme el trabajo hecho, ayúdales a practicar. ¡10 puntos para Ravenclaw gracias a Selena! Víctor, Morgan, estos días escuchad a Selena, ella ha hecho bien el conjuro y os podrá echar una mano para enseñaros a hacerlo. ¡El miércoles nos vemos!

Después echa un vistazo a Edward y Amon, hace un gesto de aprobación ante el sonido del puma y sonríe ¡10 puntos más para Slytherin! y tú Edward, no por hacer más veces el conjuro te lo voy a dar más puntos. 

Los cuatro ojos de la profesora Lance de pronto parpadearon una y otra vez en diferentes momentos y segundos después salieron varios brazos de ella para taparse los cuatro oídos que tenía en su cabeza, el sonido de la Banshee creada por Arthur logró impactar a todos los allí presentes y cuando cesó, la profesora se puso en pie y aplaudió, sin lugar a dudas es lo mejor y lo más impresionante que he escuchado hoy ¡se te da bien esta clase muchacho! ¡50 puntos para Slyherin! ¡Bravo!

Cuando aquel grito cesó la Profesora Lance se levantó para acercase a Cassius, mira muchacho, tienes que sentir el peso de la varita y hacer así el gesto, lo ves, así es mucho más sencillo. Dile a Arthur si quieres que te eche una mano con el conjuro, a él parece que se le da realmente bien esto, y a Sam también, dice mientras observa a la única chica de Slytherin, ¡muy bien muchacha 10 puntos más para tu casa! Cassius, pídeles ayuda a cualquiera de ellos y el miércoles vente con Víctor y Morgan para presentarte y mostrarme lo que has aprendido. ¿De acuerdo? A los demás, ¡buen trabajo! ¡Nos vemos la semana que viene! Ah, y decidle a ... dice echando un ojo a su lista de alumnos,. ... al sr. Ward que o se presenta el miércoles por mi despacho o tendrá una muy mala puntuación para vuestra casa. No presentarse es obtener una amonestación, si se lleva tres amonestaciones tendrá un castigo, y me veré obligada a informar al Director Lupin.

Después la profesora Lance comienza a recoger todas sus cosas y os deja allí con todo el despliegue de magia pero con la imagen de su doble allí presente, estática y sin moverse, aunque con sus cuatro ojos vigilantes.