Partida Rol por web

Harry Potter y la Nueva Generación

Dormitorio Femenino: Hufflepuff

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04/10/2014, 11:50
2ºH - Daphne Relish

Daphne entró a la habitación al tiempo que salía de ella un enorme bostezo. Había sido un largo día y su cuerpecito ya necesitaba un buen reposo. No estaba ni para pensar qué iba a hacer con las cenizas de Nimu. Aún las tenía guardadas en la mochila y debía buscar un lugar apropiado donde esparcirlas. Guardó la bolsita en su mesita de noche y ahí seguiría hasta saber qué hacer con ella.

- Buenas noches, Morgana –le dijo a su nueva compañera de habitación, que ya se echaba a dormir. Ella también se metería pronto en la cama, pero antes tenía que pasar por el baño. Casi se queda dormida cepillándose los dientes y tenía tanta pereza encima que ni siquiera se molestó en recoger la ropa sucia de ese día. La dejó a los pies de la cama, desordenada, a la espera de que un laborioso elfo la llevara a lavar.

Se metió entre sus mantas, acurrucada al calorcito. Justo en ese momento volvió a pensar en Sara, a la que apenas había visto a lo largo del día. ¿Qué habría estado haciendo? Y, mientras se imaginaba a su amiga reclamando una capilla al director para rezar más a gusto por las almas de las mascotas, fue cayendo en un profundo sueño- Que durmáis bien, chicas –dijo a las gemelas, con la voz arrastrada, antes de desaparecer del mundo de los despiertos.

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04/10/2014, 12:25
2ºH - Sara Lago

Sara llegó evitando hacer ruido al dormitorio. Dejó la mochila sobre su baúl y se fue al baño para lavarse antes de dormir. Volvió con el camisón puesto y se arrodilló ante la cama. Rezó una rápida plegaria a Dios y se santiguó antes de levantarse. Miró entonces a la que fue la cama de Ardeen, que ahora la ocupaba Morgana, y suspiró. Por suerte, tanto para las navidades como para el verano podría ir a su casa, pues sus padres la habían invitado. Con las lágrimas a punto de caer por sus mejillas, Sara se metió en la cama, y se quedó dormida.

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05/10/2014, 20:17
H - Director

Amanecer del Día 10

Miércoles

¡Quince días después de Halloween!

Es decir, mediados de Noviembre.

Notas de juego

Se han dormido: Nadie

- Post primero del día. (Alba)

El primer post del día corresponderá al de la primera clase del día.
Al iniciar el nuevo día os pondré un post en la clase que os corresponde, esto indica que debéis de  postear en la clase como muy tarde 4 días después del post hecho por mi. Por regla general suelo poner los post de madrugada. Es decir, si os pongo el post el día 4 de septiembre de vuestra clase, como muy tarde el día 3 deberíais haber puesto post, al menos en la clase. Si no hay post en la clase eso significa que no os habéis presentado y que os la tendréis que ingeniar para recuperar la clase en vuestro tiempo libre. 
Antes de este post, tenéis la opción de postear en:
*La escena de vuestro dormitorio.
*La escena de La Sala Común.
*La escena del Gran Comedor (en donde estará servido el desayuno) si no desayunais no habrá otro momento más que ahora y tendréis que rolear que tenéis hambre.
*La escena de la clase que corresponde. En la clase podéis hablar, pero como os paséis es muy probable que el profesor os ponga alguna sanción e incluso que os quite puntos en vuestra casa.

Las clases permancerán cerradas para aquellos que se hayan dormido. Si quieres que te la abra, pídemelo por la escena de dudas, en cuanto hayas hecho la tirada.

Para despertaros debéis hacer una tirada de Atención: Dado bajo si no repartiste rangos, dado medio si sí que lo hiciste, y dado alto si tienes alguna dote. La CD es de 15.

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06/10/2014, 00:07
2ºH - Daphne Relish

Daphne se despertó con un gran bostezo. Ya había recuperado gran parte de su alegría, aunque a veces se sumía en periodos de nostalgia y tristeza al recordar a Nimu. No obstante, hoy estaba mucho mejor, presagiaba un día bueno y se había levantado optimista. Ya había encontrado un lugar perfecto para esparcir sus cenizas y pensaba hacerlo en alguna hora libre.

- ¡Buenos días a todas! –dijo mientras buscaba sus calcetines gordos y se ponía la bata incluso antes de salir de la cama. Los elfos mantenían las chimeneas encendidas, pero hacía demasiado frío. Se bajó envuelta en mil capas, como si fuera un bollito, y se fue al baño.

Allí se pegó la ducha más calentita que pudo y se vistió rápidamente antes de que se fuera el vapor. Cuando salió del baño, se sentó en la cama, cogió todas sus cosas, incluida la bolsita con las cenizas de su lechuza, y las metió en la mochila. La gata de Morgana, que se había acercado a curiosear, casi se le cuela dentro también. Pero Daphne le tiró una bola de pergamino lejos y rápidamente Nimue, perdiendo todo interés en la tejona, corrió al acecho de la bola para juguetear con ella.

- Venga, ¡arriba! –les dijo felizmente a sus compañeras mientras se abrochaba la capa de invierno-. Que hoy es un día estupendo –afirmó con una sonrisa. Buscó la bufanda, los guantes y el gorro de invierno y los guardó en el bolsillo interior de la capa. Acto seguido, salió de la habitación.

Notas de juego

A la sala común.

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06/10/2014, 22:16
2ºH - Sara Lago

Sara estaba enroscada bajo las mantas de su cama, abrazando su almohada. Escuchó la voz de Daphne a lo lejos y sólo fue capaz de despertarse cuando escuchó la puerta cerrándose. Sara sonrió por lo agusto que estaba, y una parte de ella se negaba a salir de debajo de la cama. Estaba tan calentita, y fuera hacía tanto frío... Pero la conciencia de la muchacha la tiró de las orejas. Había que ir a clase.

Y como ella había supuesto, al salir de la cama empezó a tiritar. Jope que frío murmuró, mientras se abrazaba y salía corriendo al baño. Allí, con el agua ardiendo, se duchó tranquilamente. Pero al salir, se dio cuenta de que se había olvidado la ropa fuera, sobre su cama. Abrió la puerta un poquito y miró. Todas seguían durmiendo, así que no podía pedir que se lo llevaran.

Refunfuñando, salió corriendo y empezó a vestirse mientras tiritaba. Cuando se puso la capa de invierno, se sintió agusto. Cogió los libros y salió del dormitorio.

Notas de juego

A la sala común

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06/10/2014, 23:20
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Al grito de ¡arriba!, las gemelas despertaron sin saber donde estaban. Hacía escasos segundos habían estado comiéndose una casa hecha completamente de caramelos, galleta de jengibre, nubes de malvavisco y demás cosas saturadas en sacáridos. Aunque parecía abandonada, con huesos largos dentro del horno de piedra -única cosa no comestible, y no porque no lo hubieran intentado- y con señales de haber habido pelea en el interior, lo cierto es que las paredes de crema de cacahuete y las tejas de glaseado estaban sabrosísimas.

Erzsébet saltó de la cama tropezándose primero con el edredón y tirando el calentador lleno de piedras que por la noche había terminado por enfriarse tras haber cumplido su labor. ¿Qué?, ¿donde?, ¿quién quiere robarnos la comida?, gritó tratando de ponerse en posición defensiva y tropezando con la pata de la cama. Daphne ya había cerrado la puerta tras marcharse.

¿Qué haces, E?, dijo Orsolya tras bostezar. Se restregó los ojos y saltó al suelo, cayendo en sus zapatillas de andar por tejonera. Se acercó a un peluche de oso, de color rosa al que le faltaba un ojo y que había aparecido en el dormitorio hacía semana y media, el domingo después del Lunes Sangriento. Acercó la nariz y sonrió, oliendo el aroma de fresa y recordando así a Aggie. A veces tenía la sensación de verla por el rabillo del ojo siempre que se juntaban más de cinco niños del grupo de A, cosa que en dos semanas apenas había ocurrido, salvo cuando las clases de los tejones coincidía con el grupo de Kelly y Gabriela.

Recuperándose del susto, Erzsébet se llevó las manos al estómago. Por alguna razón lo sentía lleno. Solo había tenido aquella sensación una otra vez y fue cuando en el internado la castigaron tras pillarla robando las galletas de la cocina; el castigo al principio había parecido más un premio que algo malo, pero tras acabarse tres cajas, estaba segura de no poder acabarse el resto que llenaban el almacén. ¡Esa cocinera sí que sabía poner castigos! Estuvo odiando las galletas de chocolate casi hasta fin de curso.

Mientras Erzsébet rebuscó en el arcón de la ropa para sacar los trajes de duelo de ambas, Orsolya abrió el baúl de los ciempiés. Aún no habían eclosionado, pero no debía quedar mucho. Si sus pronósticos se cumplían esta tarde debían nacer y ella estaría allí para verlos. Reordenó las piedras, las ramitas, las hojas y todo lo que conformaban aquel terrario, que ella había empezado a llamar ciembaulario, antes de dirigirse con su hermana al baño.

Con gritos de "ay", de "déjame", de "llevas mucho tiempo", las crías terminaron de asearse compartiendo un único chorro de agua caliente. Abrir un segundo implicaba que la temperatura y la presión se redujesen y aquello por la mañana no era de recibo. Por la tarde, que hiciera todo el frío que quisiera, que ellas quemarían las calorías suficientes para no quejarse, pero recién despiertas y a punto de irse a la cama, calor, por favor.

Admiraron el único lunar que compartían en el pecho, algo raro, de forma estrellada, y se vistieron con prisa, teniendo dificultad en abrocharse los pantalones ajustados y en cerrarse los chalecos. Tras peinarse los largos cabellos, se los levantaron en una cola de caballo alta y ataron sendos lazos, completando así los atuendo de duelo.

Ya en la cama de las gatas, donde Brândusha y Viorica habían dejado sus huellas calientes tras haberse despertado y marchado en busca de alimento, las gemelas sacaron las cosas de las mochilas que no necesitarían para el día y metieron lo que sí. Además se acordaron meter los calentadores de lana para cuando se cambiaran luego con el Artifficus. Aún no dominaban el hechizo para saber cuantas prendas podían conjurar y si habría algún límite de chulidad con el que la varita de Orsolya implosionaría. Como los calentadores eran las prendas más guays tras los pololos, era una simple precaución llevarlas físicamente guardadas en las mochilas.

Las crías salieron corriendo del dormitorio, despidiéndose de Morgana. Morghie, el desayuno, gritó Orsolya. El estómago de Erzsébet se quejó con un sonido extraño, pero no dejó que su hermana la ganara en su carrera al comedor.

Notas de juego

/Al comedor

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08/10/2014, 00:16
2ºH - Morgana LeFay

Aunque había oido voces y algún que otro grito, me negaba a salir de la cama, y, de no haber sido por el hilillo de baba que me caía por la comisura de la boca y que acabó mojándome la cara y por tanto dándome frío, seguramente habría llegado tarde a la primera clase, y a la segunda y... ¡Hacía mucho frío, leches!

Aún medio dormida, me levanté de la cama, sufriendo así de repente el frío típico de aquél mes. Cogí el uniforme y la ropa de abrigo y corrí al baño a asearme, el agua caliente de la ducha me esperaba. Tardé, vaya que si tardé, pero era necesario.

Cuando salí del baño, ya vestida y con la capa de invierno sobre los hombros, tomé la mochila junto a los libros y tras insistirle a Nimue varias veces -por alguna razón tenía bastante interés en el baúl de las gemelas- para que me hiciese caso, me despedí de ella con unas caricias detrás de sus orejas.

Notas de juego

Al comedor.

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27/10/2014, 14:02
2ºH - Morgana LeFay

Dejé rápidamente la mochila sobre la cama, chinché un poco a Nimue, acaricié a las gatas de las gemelas y bajé a la Sala Común. Me apetecía apoltronarme un poco en el sillón antes de ir al lago, y ya no tenía demasiado tiempo para ello, así que mejor aprovechar todo lo que pudiese.

Notas de juego

A la Sala Común.

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29/10/2014, 00:40
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Poco antes de que comenzara la hora de la cena, hora que las gemelas tenían muy interiorizada gracias a los relojes naturales que eran sus estómagos, las chiquillas entraron corriendo en el dormitorio.

Tiraron las mochilillas en la cama y mientras Erzsébet se iba a hacer cosas de niña mayor al baño, Orsolya abrió el baúl y confirmó que los huevos estaban a punto de eclosionar. Lamentó no tener el sombrero de su hermano a mano y así trasladar con cuidado los futuros recién nacidos y se conformó con un joyero que previamente vació y que había contenido hasta entonces baratijas. Madre aún creía que eran demasiado jóvenes para llevar joyas, ¡ya, claro!, así que tenían que conformarse con aquellas cutreces de poco valor que nunca usaban. Ojala fueran como Kelly, cuyo padre joyero la permitía llevar joyas de calidad.

Metió con cuidado los dos huevos en el joyero e incluyó ramitas pequeñas, hojas de distintos árboles y algo de musgo para impedir que lo que había ahí dentro se moviera.

Cuando salió Erzsébet del baño, con cara de tener el estómago vacío, llevaba su varita de repuesto en ristre. ¡En garde!, gritó, dirigiéndose a su hermana. Como sabía que el flámatte se le daba bastante mal y que con esa cutrez de palo de madera no sería capaz de sacar nada decente, optó por su conjuro predilecto. Agarró algo de lana de un vestido que había por ahí tirado y que ni se preocupó en mirar a quién pertenecía y gritó: Agotattem Nada surgió de su varita, pero eso Orsolya no lo sabía; al momento que Erzy había gritado su conjuro, Orsi había sacado su varita y había tratado de poner en práctica lo aprendido en clase: Protego Pero ni ataque ni defensa funcionaron. Orsolya sonrió, pues no le importaba haber fallado, pero Erzsébet volvió a enfadarse, parecía encadenar los fracasos y todo por culpa del inútil de Ollivanders.

Soltando sacos y culebras, Erzsébet se marchó del cuarto. Orsolya se demoró un rato más, sacando las cosas de las mochilillas, metiendo todo lo necesario en los bolsillos de su túnica y guardando con cuidado el joyero, para así después llevárselo a la sala de las recompensas.

 

- Tiradas (2)

Motivo: E: Agotattem

Dificultad: 10

Habilidad: 7+13

Tirada: 1 9 9

Total: 1 +7 +13 = 21 Éxito

Motivo: O: Protego Erzsébet

Dificultad: 15

Habilidad: 1+7

Tirada: 1 2 6

Total: 2 +1 +7 = 10 Fracaso

Notas de juego

/a la sala común

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05/11/2014, 23:27
2ºH - Daphne Relish

Daphne tenía algo de miedo de que acabara ese día. Le había ido todo tan bien y había estado tan contenta, que temía que al día siguiente ya no siguiera igual. Fue al baño y cambiarse y a pensar en todo eso. Al día siguiente le tocaba duelo y eso le iba a afectar al ánimo, seguramente. Mejor no pensar en eso ahora, que luego no duermo bien de los nervios y me despierto con dolor de estómago, pensó mientras se miraba al espejo.

Salió ya con el pijama gordito y se metió de un salto en la cama. Las gatas de sus compañeras pululaban por ahí, cazando pelusas, buscando comida, limpiándose... Daphne se quedó un par de minutos mirándolas hasta que sus ojos decidieron que era hora de cerrarse.

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05/11/2014, 23:46
2ºH - Morgana LeFay

Llegué al dormitorio arrastrando los pies y con gesto de fastidio porque al final se me había hecho tarde en un santiamén y ni siquiera había podido echarle el conjuro a Dariel.

Saludé a Daphne, aunque lo hice en bajini, por si acaso se había quedado ya dormida. Me metí en el baño a asearme y ponerme el pijama. Cuando acabé, salí y me metí en la cama. Busqué a Nimue con la mirada y estuve a punto de llamarla para que viniese a dormir conmigo, cuando vi que estaba ocupada lavándose. El culo. Aparté la mirada de ella rápidamente, temiendo el posible contacto visual. A mi nunca me lo había hecho, pero a Dariel, en varias ocasiones y sin que él se enterase de lo que había estado haciendo -básicamente después de lavarse el culo, tal como hacía ahora- iba a lamerle. Nunca sabía por dónde iba a salir esa gata, así que preferí no tentar a la suerte y cerrar los ojos, haciéndome la dormida, hasta que finalmente el sueño se adueñó realmente de mi.

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06/11/2014, 00:07
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

A horas intempestivas las niñas irrumpieron en el dormitorio. Con palabras musitadas de guardar silencio entre ellas, murmullos quedos y palabras sobre lo raro que había sido encontrar a los dos chicos feos de Raven acompañando a Willow, hicieron el camino hasta el baño, tras haber dejado sobre el baúl el pequeño cofrecito de las joyas.

Se cepillaron los dientes, se lavaron las manos e hicieron cosas de niñas mayores antes de volver a salir en bragas. Encontraron a la gata de Morgana y a las siamesas sentadas mirando la cajita encima del baúl. Tiritando de frío se pusieron los camisones. Mientras Erzsébet metía el calentador en la cama, Orsolya abrió el baúl y formó el nuevo hogar, ¿re-hogar?, ¿realmente era nuevo?, daba igual; metió a los nuevos Abracitos y Retortijones en su ciempiesaurio.

Con la cama ya atemperada, ambas niñas se arrebujaron en las sábanas, mantas y colchas que las oprimía cómodamente contra la tela calentita.

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06/11/2014, 03:03
H - Director

Jueves, Tercera semana de Noviembre

Amanecer del día 11

Notas de juego

Se ha dormido: Sara

Alba

El primer post del día corresponderá al de la primera clase del día.
Al iniciar el nuevo día os pondré un post en la clase que os corresponde, esto indica que debéis de  postear en la clase como muy tarde 4 días después del post hecho por mi. Por regla general suelo poner los post de madrugada. Es decir, si os pongo el post el día 4 de septiembre de vuestra clase, como muy tarde el día 3 deberíais haber puesto post, al menos en la clase. Si no hay post en la clase eso significa que no os habéis presentado y que os la tendréis que ingeniar para recuperar la clase en vuestro tiempo libre. 
Antes de este post, tenéis la opción de postear en:
*La escena de vuestro dormitorio.
*La escena de La Sala Común.
*La escena del Gran Comedor (en donde estará servido el desayuno) si no desayunais no habrá otro momento más que ahora y tendréis que rolear que tenéis hambre.
*La escena de la clase que corresponde. En la clase podéis hablar, pero como os paséis es muy probable que el profesor os ponga alguna sanción e incluso que os quite puntos en vuestra casa.

Las clases permancerán cerradas para aquellos que se hayan dormido. Si quieres que te la abra, pídemelo por la escena de dudas, en cuanto hayas hecho la tirada.

Para despertaros debéis hacer una tirada de Atención: Dado bajo si no repartiste rangos, dado medio si sí que lo hiciste, y dado alto si tienes alguna dote. La CD es de 15.

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07/11/2014, 19:17
2ºH - Daphne Relish

Daphne volaba. Al principio lo hacía ella sola, como si fuera un pájaro. Luego bajó la mirada y vio que estaba sentada sobre una escoba. Una escoba de varios metros de longitud, unos diez aproximadamente, y que compartía con el famoso Viktor Krum. Pero su sueño no continuó mucho más, pues, cuando estaban haciendo un par de temerarias piruetas, Daphne abrió los ojos.

Con una sonrisa en la boca, se levantó y se subió a la cama de Sara. La zarandeó suavemente mientras le susurraba al oído-. Sara... He soñado con Viktor Krum ­–dijo con voz cantarina. Dejó escapar una risita tonta y se metió al baño, mientras pensaba que era una pena que aún no les tocara clase de vuelo.

Por alguna razón que nadie comprendería, hoy se recogió el pelo en un espeso moño. ¿Por qué nadie lo comprendería? Porque cualquiera que tuviera el pelazo de Daphne se lo dejaría suelto estos días para que le cubriera las orejas y no se le quedaran rojas del frío. Pero ella no tenía planes de usar sus rizos como calefactor natural. Bueno, no tenía planes o, sencillamente, no lo había pensado.

También en ese día tenía pensado trabajar un montón. El único problema era que, aunque lo pensara, el ánimo no era tan grande como el del otro día. Había ido disminuyendo durante la semana y, con suerte, la niña practicaría algún hechizo y vaguearía el resto del día. Intentaría evitarlo, por supuesto, pero ya se conocía a sí misma.

- A desayunar, chicas –les dijo a sus compañeras mientras salía de la habitación.

Notas de juego

A la sala común.

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08/11/2014, 23:16
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Como llevaba ocurriendo desde hacía unas noches, se había unido al grupo de aventuras oníricas un quinto integrante. Erzsébet y Orsolya se veían a si mismas como elfas domésticas en esos sueños tan especiales, los ciempiés que habían nacido hacía una semana tomaban las hechuras de un par de goblins, algo más majos que los banqueros de Gringgots, por supuesto, y que apenas sabían trasguear, y una quinta persona que bajo la apariencia de un centauro joven se había presentado con el nombre de Miel. Como ocurría con todos los juegos muggle de esos que se jugaban por la red, difícil resultaba saber quién se escondería tras aquel avatar, pero Orsolya empezaba a unir cabos.

Esta noche la aventura de los cinco fanmásgicos les había llevado a una catedral derruida de la Alemania del siglo XVII donde se escondía un grupo de mujeres a las que perseguían como brujas. Los detalles de la aventura se perdieron cuando las gemelas despertaron al grito de desayuno de Daphne.

Las siamesas habían estado muy raras desde el nacimiento de los ciempiés. Se les notaba más irritables, bufando a cualquiera que se acercara a su baúl, seguramente tuviera que ver que sintieran a aquellos bichejos como sus hijitos, tras haberles dado a luz. ¿Qué había más personal que ceder tu estómago como alojamiento? A saber si era eso lo que pasaba por sus cabecitas, pero lo cierto es que habían tomado la costumbre de dormir encima del baúl en vez de en la cama vacía.

Erzsébet salió de la cama en plan croqueta, rodando y dejándose caer. Se quedó brevemente encajada en la sábana que la noche anterior había dejado pillada bajo el colchón, pero tras unos segundos de movimiento que hacía parecer que la cama estaba pariendo un ternero, la niña cayó al suelo. Ayy, qué frio, se quejó, antes de entrar corriendo descalza al baño.

Orsolya se enderezó frotándose los ojos con los pulpejos de las manos. Saltó de la cama, teniendo cuidado en calzarse las zapatillas de andar por tejonera. Se acercó al baúl y las gatas la miraron, pareciera que con aviesas intenciones, antes de que éstas se estiraran y se marcharan correteando del cuarto, seguramente en busca del desayuno. Orsolya levantó la tapa, acarició a los bichejos y les dejó comiendo -como casi siempre que les veía-, antes de cerrar bien el baúl. Cogió la ropa de clase suya y de su hermana, además de los neceseres y entró a los aseos femeninos.

Cuando salieron con el uniforme escolar, Erzsébet fue la que se acordó. ¡Pero si tenemos duelo! y con un movimiento de varita y un Artifficus bien ejecutado, sus vestimentas fuera sustituidas por las prendas de duelo. Estaba feliz de la vida con su varita, por fin el porcentaje de fallos se había rebajado. Orsolya hizo también lo propio y cuando ambas salieron del dormitorio iban con sus pantalones ajustados, sus chalecos y sus cabelleras peinadas en sendas colas de caballo altas.

Notas de juego

/a la sala común

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13/11/2014, 01:11
2ºH - Morgana LeFay

Me desperté con una sonrisa super amplia aunque con unas ganas de mear terribles. Había soñado que había hechizado la bragueta de mi hermano para que no puediese abrirla, tal como había querido hacer días atrás en el lago, pero que al final entre una cosa y otra, no había podido. En el sueño -y sospechaba que en la realidad también- no podía dejar de reirme a carcajada limpia, y al sumarle a eso que no había ido al baño antes de acostarme... En fin, que poco más y necesito pañal.

Me levanté rápidamente a mear y después a asearme. Cuando terminé le di un buen achuchón a Nimue, que no le gustó ni un pelo, y cogiendo mis bártulos salí hacia el comedor.
 

Notas de juego

Al comedor.

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23/11/2014, 11:50
2ºH - Sara Lago

Sara abrió los ojos cuando su estómago empezó a removerse en su interior. Se levantó lentamente, presa de la sensación de que había hecho algo malo... Y tanto. ¡Se había dormido! ¡No había dado gracias a Dios por un maravilloso día, y ya era la hora de comer!

¡Oh, por la Virgen María! dijo, levantándose de la cama de un salto, al tiempo que se llevaba la mano a la boca por pronunciar el nombre de la Virgen en vano. Se echó su cabello hacia atrás mientras salía como una loca corriendo hacia el baño.

¿Qué clase me he perdido? pensó, atormentada. Era duelo. Aunque esa clase no era su favorita, se sentía terriblemente mal por no haber ido. Últimamente estaba muy olvidadiza, y eso repercutiría en las notas al final del curso.

Salió cambiada y peinándose del baño. Cogió su mochila, guardó su varita y voló hacia la puerta. Iría directa a la clase de la tarde, no podría arriesgarse.

Notas de juego

A la sala común

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04/12/2014, 22:33
2ºH - Sara Lago

La muchacha llegó y se metió en el baño. Salió aseada y se arrodilló en la cama, como cada noche. Pero ese día apenas consiguió conectar su alma con Dios, y, triste, se metió en la cama.

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05/12/2014, 01:08
2ºH - Daphne Relish

Nada más cerrar la puerta del cuarto, Daphne lanzó la mochila a la cama y se estiró cuanto pudo elevando los brazos y cerrando los puños, al tiempo que bostezaba de nuevo. Cuando terminó su estirón (que, desgraciadamente, no venía acompañado por un crecimiento de varios centímetros de altura), se quedó totalmente empanada, como si ya no le quedaran fuerzas en los músculos.

Se puso el pijama lo más rápido que pudo y se metió en la cama sin ni siquiera recoger la ropa, que había acabado por el suelo. Cerró los ojos y empezó a pensar en la clase de Quidditch y Vuelo al día siguiente, en cómo se desarrollaría. Pero, no llevaba ni un minuto imaginándose la situación, cuando se quedó completamente dormida.

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05/12/2014, 01:15
1ºH - Erzsébet y Orsolya Padurearu

Entrar, cepillarse los dientes, confirmar que Abracitos 2 y Retortijones 2 estaban bien, ponerse el pijama, meter los calentadores bajo las sábanas y finalmente meterse en la cama.

Como pasos ensayados más que algo caótico, lo cual era la costumbre en E y O, las niñas dieron sendos besos a sus siamesas, acariciaron a la gata de Morgana y ya dentro de la cama se abrazaron antes de cerrar los ojos y comenzar sus aventuras oníricias.