Partida Rol por web

Me quedé extrañada, no sabía de qué hablaban. Me encogí de hombros, ya me lo contaría Daphne.

Creo que ya es hora de irnos a comer, Daphne. Ardeen, vamos al comedor.

Oliver cogió sus cosas e hizo a Mircea y a Ardeen un gesto de cabeza, indicándoles que se unieran a el, al igual que a Daphne y a Sara, si ella quería, claro.

-Vamos a comer, chicos... Y no os preocupéis, luego practicamos y veréis como os sale...- añadio, mientras salía de allí, en dirección al gran comedor.

Como de costumbre, sus tripas se quejaban pidiendo una buena montaña de comida.

Menudo año llevo...- dijo cabizbaja.- Bueno, la vida es así, a comer- dijo tocándose el estómago. Notaba el rugir de sus tripas

Daphne siguió a su dios con la mirada, suspirando levemente. Si ella fuera más mayor y menos inútil...

-Ah, sí, comer, sí... vamos-dijo poniéndose colorada.

Mientras revisaba su escoba, asegurándose que no la había roto y que las fibras se mantenían ordenadas sin dobleces de ningún tipo, Mircea no se dió cuenta que sus amigos se iban al comedor.

Cuando ya les estaba perdiendo de vista, recogió sus cosas y fue tras ellos, sin prisa alguna, a un paso lo suficientemente lento que sabía que llegaría al comedor cuando estuvieran ya por su segundo plato o incluso el postre.

La Clase de Vuelo con Escoba es una asignatura que solo se imparte a los alumnos de primer año durante el primer año de formación.

La clase la imparte el Profesor Viktor Krum en el exterior del castillo, en pleno Campo de Quidditch.

Desde los tiempos de "El Elegido" se aceptó la participación de los alumnos de primer año en las prácticas de Quidditch y cualquiera de los alumnos matriculados en el colegio puede presentarse a las pruebas para entrar en el equipo de su casa y así poder competir en la liga que se hace entre las casas de la escuela.

Es típico que todos los alumnos de primer curso participen en estas clases y que formen su propio equipo para practicar el juego y dominarlo. Años después podrán apuntarse al equipo general de cada casa.

Estas nuevas normas se han establecido en los últimos años y algunos padres o tutores de los alumnos aún las desconocen.

Selena llegó por fin al campo donde tendría lugar su clase de vuelo. El profesor ya estaba en su puesto esperándolos así que ella se ordenó en la línea donde el resto de alumnos se estaba colocando. Llevaba todo el curso deseando tomar esta clase y no podía esperar más. Deseaba poder subir por lo aires. Su padre le había enseñado algo ante tanta insistencia, había jugado con escobas de juguete como si fuera otra cosa mágica más de la que estaba acostumbrada pero por fin iba a ser de verdad. Depositó su Nimbus 2000 recién comprada en el callejón Diagon ese mismo año y que era hasta la fecha su tesoro más preciado. La colocó en el suelo y cuando el profesor indicó extendió el brazo y gritó fuerte - Arriba! - a lo que la escoba respondió de forma rápida hasta su mano. Una sonrisa afloró en su rostro así que sin perder tiempo se colocó sobre ella como había indicado el profesor y dio la patada en el suelo. Comenzó a elevarse y en su rostro apareció al principio miedo pues nunca se había elevado tanto hasta que se acostumbró. Fue entonces cuando pudo comenzar a disfrutar de la velocidad y el viento que generaba moverse al rededor del campo de quidich. - WOOW! - decía llena de felicidad. - profe usted fue jugador de Quidich en su época? - Dijo selena al profesor mientras hacía una pasada cerca suyo.

Aunque Enya era de familia de magos, jamás había tocado una escoba. Es más, no recordaba muchas ocasiones en las que sus padres hubieran usado una. Siempre habían usado otros medios para transportarse y generalmente se relacionaban con muggles, bien fuera por el colegio y la compañía de teatro de Enya, bien por esa afición de su padre a ser adivinador. Realmente, le daba un poco de miedo eso de volar, pero… ¿qué sería de un mago si no supiera volar?

El profesor señaló dónde estaban las escobas para aquellos que no habían traído ninguna. Enya cogió la primera que pilló y se acercó al corro que miraba al profesor. La verdad era una imagen en parte cómica, allí todos con esos palos… Le recordó a los cuentos muggles que leía de pequeña en los que salían las brujas. Para un mago es importante volar, así que voy a concentrarme y a dejar de pensar en estas cosas. Necesito sacarlo, porque, si no, voy a tener demasiado que recuperar. Venga, concéntrate Enya.

- ¡Arriba escoba! Y... nada. A ver, concéntrate Enya, respira hondo... ¡Arriba escoba! ... Nada. Maldita sea. Maldita escoba... ¡¡¡Arriba escoba!!! Y como si la escoba hubiera notado su enfado, la escoba se rebeló contra Enya y en vez de subir arriba y echar a volar, lo que subió arriba fue el palo de la escoba en vertical golpeándola en la cara.

Enya se quedó un rato maldiciendo la escoba en voz baja y pensando en que todo le salía mal... Su pelo se volvió  de un rojo intenso.

Asterope iba caminando por el exterior del castillo acompañada por Linc. Iban hablando animadamente. Desde que habían arreglado las cosas, le apetecía hablar de casi todo. Él le insistía sobre los planes para esa noche y ella cambiaba de tema cada vez que lo hacía- Espero que se me dé bien esto. Hace tanto que no vuelo. Estas cosas se olvidan, ¿sabes? Y no sé el nivel que pedirá Krum –Ahora tocaba el tema de la siguiente clase y la chica parecía que tenía verborrea-. Mi abuelo lo que hacía conmigo era montarme en la escoba, darme un bate viejo y lanzarme cosas. Eso cuando no me tiraba al suelo a propósito, claro... –Lo cual era la mayor parte del tiempo-. Siempre decía que, antes de aprender las técnicas de vuelo, tenía que aprender a aguantar los golpes. Que lo otro ya me lo enseñarían en el colegio. Se ve que él recibió muchos y quería prepararme –De ahí que la niña tuviera tantas cicatrices por todo el cuerpo-. Nunca aprendí a hacer una pirueta como es debido, pero soporto el dolor mejor que nadie. Aunque, la verdad, si se me da mal tengo una excusa perfecta que darle a mi familia para no apuntarme al equipo –concluyó riendo.

Cuando llegaron a clase, se juntó con sus compañeros. Dejó la mochila a un lado y se aferró a su Nimbus 2001. Esperaba que las escobas no dejaran de funcionar si pasabas mucho tiempo sin usarlas. Miró a Krum con curiosidad. Así que este es el famoso jugador de Quidditch... Tiene cara de haber recibido muchas bludgers en su vida.

Dejó la escoba en el suelo, a su lado, para probar el conjuro sin varita que el profesor les había enseñado. Esto nunca me lo contó el abuelo. Alargó el brazo y, con decisión, pronunció las palabras:- ¡Arriba escoba! –Aunque hizo un giro raro en su camino hacia la mano de la pequeña, subió en un abrir y cerrar de ojos.

Se montó en ella. La niña estaba nerviosa, había estado esperando ese momento mucho tiempo. Dio una patada al suelo y se elevó, como siempre había hecho. Sentir los pies en el aire era maravilloso. Encogió las piernas hacia atrás para coger velocidad. La Nimbus renqueaba un poco y parecía que le costaba moverse. Parece que está como desengrasada, la pobre. Pero supo hacer el ejercicio perfectamente con su dueña encima.

Estuvo un buen rato volando por toda la zona. Guau, creo que es el mayor tiempo que he pasado seguido encima de una escoba. Ahí no estaba el Sr. Bletchley para tirarla al suelo. De vez en cuando, temblaba un poco: Las ramitas torcidas de la cola le jugaban una mala pasada, pero no le importaba nada. Ella había decidido no aceptar la escoba nueva que quería regalarle su familia y usar una vieja. Se cruzó varias veces con sus compañeros. De vez en cuando, miraba hacia abajo, hacia los alumnos que no lo habían conseguido.

Linc llegó con Asterope al campo de vuelo y sonrió al ver a Viktor, ya había hablado con él antes, pero ésta vez le pensaba demostrar que podía entrar en el equipo de Slytherin, giró la mirada para buscar a su rival, pero aún no había llegado "Supongo que Kendra le estará entreteniendo... Pobrecillo jajaja" Acercó la cabeza a Asterope y le habló -¿Lista?- Sonrió y se colocó a su lado mientras el profesor empezaba a hablar, su padre solo le había dejado tocar la escoba un par de veces, pero pronto se iba a tragas esas estúpidas palabras que le dijo, que el Quidditch no servía para nada, que se centrara en aprender hechizos de ataque, por eso Linc siempre se guió hacia el duelo, pero se moría por saber lo que se sentiría al estar en el aire.

Lincoln se colocó junto a los demás en la fila mirando a Viktor, pero al lado de Asterope, cuando ésta levantó la escoba sin problemas Linc sonrió, notaba sus nervios así que le susurró -Saldrá bien- Le guiñó el ojo y no dejo de sonreír, pero se acabó alzó la mano a la altura de su escoba y dijo tranquilamente -Arriba- La escoba subió al momento y Linc sonrió mirando a Ithan -Te espero arriba- Esperaba que Ithan no se hubiera olvidado de su apuesta pero sin decir nada mas se colocó sobre su escoba y salió disparado pasando por el campo de Quidditch, se paró un segundo bastante arriba, por encima del campo y no podía dejar de sonreír, la sensación de estar ahí arriba lo era todo para él, quería chillar, pero sabía que tenía que contenerse, era un Slytherin y no un Gryffindor, no podía dejar salir sus sentimientos así como así, esperó a su amigo arriba y cuando se acercó, ahora sí, habló con él -Vaya, no esperaba que llegaras arriba Jajajaja- empezó a reír y se lanzó hacia abajo dando la vuelta al campo esperando a ver si Ithan era capaz de seguir su ritmo, eso sí, no perdió de vista a Asterope en ningún momento y cuando pasó a su lado le gritó rápidamente -¡Te lo dije!- Haciendo referencia a que todo iría bien.

Kelly llego pronto a clase, en aquella asignatura se sentía un poco en desventaja respecto a sus compañeros, sobre todo los que se habían criado entre magos ya que ellos habían tenido algún contacto con la escoba y muchos incluso tenian una.  Ella nunca había volado en una escoba.

La clase dio comienzo, y el profesor comentó que podían coger una escoba si no tenían, Kelly ya imaginaba algo así por lo que no estaba preocupada de no tener una, se acercó al montón de escobas a disposición de los alumnos y volvió a su sitio.

-Arriba escoba- su escoba apenas se movía, y mucho menos subía hasta su mano. La niña empezaba a temerse lo peor. Otra asignatura que tendría que recuperar…

Al llegar Arnold a clase y ver a los demás, hizo como ellos, dejando la escoba en el suelo, junto a el. Escucho con atención al profesor Krum, con la ilusión por empezar a volar reflejada en su rostro. Su abuelo le había enseñado mucho sobre Quidditch, y pese que aquel año, no era su prioridad, le entusiasmaba, la idea de jugar, la idea de volar, de ver a la gente desde arriba, como si fueran hormigas.

Cuando el profesor termino de dar las explicaciones, se fijo en que Enya, Selena y Kelly lo intentaban, de las cuales, solo Selena lo había conseguido, y la siguió un momento con la mirada, mientras esta se alzaba en el aire, sobre su escoba. Luego miro a Kelly y Enya, sonriéndoles. –Animo chicas, solo es…pensarlo.- les dijo, divertido, mientras se rascaba la nuca. Luego miro a su escoba, alzo una mano, y dijo en voz alta. –Arriba escoba!- y la escoba salio disparada hasta su mano, lo que hizo sentirse de nuevo orgulloso de si mismo.

Tan pronto cogio la escoba, se coloco sobre ella, dando un pisotón en el suelo y alzándose en el aire. La velocidad le gustaba, el viento contra su cara, agitándole el pelo le encantaba. Se le escapaba la risa, mientras daba la vuelta al campo a toda velocidad. Cuando hubo terminado, se puso a la par que Selena, que le preguntaba algo al profesor. –Claro que si, Selena! El es Víktor Krum! Estuvo en la selección de Bulgaria, Mis abuelos me hablaron mucho de el, era un buscador excelente! Verdad que si, profesor?- Dijo aquello eufórico, posiblemente por el subidón de adrenalina que le aporto aquel vuelo. Miraba a Selena y a Krum con una gran sonrisa. –Vaya, aunque mi abuela parecía hablarme con mas entusiasmo de el…- Pensó, lanzando una mirada fugaz al profesor, antes de seguir volando a la par que Selena.

Ithan llegó junto a Kendra. Ambos fueron de los últimos en llegar a clase, y la mayoría de alumnos ya estaban preparados cuando se acercaron, hablando y riendo sobre quien sabe qué. Dejó la mochila unos metros más atrás, y se acercó al grupo con la escoba al hombro. Saludando a los dos slytherin allí presentes, levantando la mano. - Os la he traido a tiempo ¿eh? - Comentó, bromeando, y señalando con un gesto de la cabeza a Kendra.

Luego se acercó al grupo de Gryffindor, y se situó junto a Arnold en el extremo del grupo más cercano a los Slytherin, dejando la escoba en el suelo como el profesor acababa de indicar. Su escoba era una Flecha Plateada, con el mango ligeramente más largo y las ramitas algo más largas. En el mango podía leerse: "S - Ian Trace, 2022"

Se cruzó de brazos, mirando de reojo a Kendra una vez más, hasta que el profesor comenzó a hablar. Comenzó con el tema que más le interesaba, formar parte del equipo de Quidditch. Y por lo que entendió, simplemente debía aprender a volar, demostrarlo y luego ir a hablar con él. Fácil. Le parecía increible que Viktor Krum, el famoso jugador de Quidditch fuera su profesor de vuelo con escoba. Con algo de suerte, podría enseñarles algunos trucos para jugar y asegurarse un puesto en el equipo de Gryffindor.

Estiró la mano, posandola sobre la escoba. - Arriba escoba. - Dijo con un tono seguro, haciendo que la escoba saltara desde el suelo, hasta su brazo izquierdo. Allí quizás fue el momento más evidente en el que se dejó ver que Ithan era zurdo. Se subió a la escoba, mirando a Linc cuando dijo que le esperaba arriba. - Ya te gustarí... - No acabó la frase cuando la escoba saltó del suelo hasta la cara de Enya, golpeandole. Instintivamente, Ithan aparto la mirada hacia otro lado. - Auu.... -  Susurró, como si hubiera sentido el Dolor. - ¿Estás bien? - Susurró a Enya, preocupado por ella.

Tras comprobar que esta bien, dio una patada al suelo, momento en el que la escoba comenzó a levitar por si misma. Ithan se inclinó hacia adelante, tomando la escoba con una sola de las manos echando a volar hacia arriba, en busca de Linc a toda velocidad. Dio una vuelta sobre él, saludandolo con la mano derecha. - Que poca confianza... - Bromeó, mirando hacia abajo. Vio que Kelly no conseguía retomar el vuelo, y que Arnold estaba volando junto a Selena.

Cuando Linc comenzó a bajar, Ithan se lo quedó mirando. Cuando vio que hablaba con Asterope, sonrió. Bueno, lo han arreglado, misión cumplida. Je, es que soy la ostia. Y pensando esto, tiró de la escoba hacia atrás, hasta dar la vuelta sobre si mismo y bajar a toda velocidad. Pero él no fue a por Linc y Asterope, sino a por Kendra, parandose junto a ella, volando a su alrededor, lento. - ¿Una vuelta? - Preguntó, antes de volver a acelerar y subir una vez más, parap oder tener una panoramica de todo el lugar.

Kendra llegó sonriente a clase de vuelo, bromeando con Ithan, totalmente despreocupada, agarrando su Saeta de Fuego sin estrenar bajo el brazo. Alzó una mano, cuando Ithan la acompañó hasta su grupo de amigos, sonriendo ligeramente ante el comentario de Gryffindor- Muy eficiente, si señor... - dijo, mirandolo de reojo durante un instante, para acabar despidiendolo con un "Hasta ahora" que solo llego a gesticular con los labios.

Entonces se volvio hacia sus compañeros, con intencion de decirles algo cuando, de repente, el profesor Krum hizo acto de presencia, haciendo que en el rostro de Kendra se dibujara una expresion de admiracion. Siempre le habia gustado el Quidditch y Krum era toda una leyenda. Y tenerlo alli delante, a sabiendas de que iba a enseñarles en clase de vuelo, era todo un honor, todo habia que decirlo.

Miró a Ithan de reojo, y se sorprendio al ver que el tambien la estaba mirando. Acabo por dedicarle una media sonrisa, mientras prestaba atencion a la explicacion del profesor. No parecia algo demasiado complicado. Así pues, miro a Asterope y a Linc, sonriente- Venga, chicos. Que no se diga... - dijo, sonriendo satisfecha al ver que ambos lo consiguieron sin ningun tipo de problema, asintiendo, satisfecha.

Despues su mirada se desvio hacia los Gryffindor, al ver por el rabillo del ojo como la escoba subia en direccion a Enya, dandole un doloroso golpe que consiguio hacer que ella misma arrugara la nariz, en una mueca solidaria. Sin embargo, cayo entonces en la cuenta de que la chica habia vuelto a aparecer, algo que le alegró, sobre todo despues de la conversacion que habia tenido antes con los Gryffindor.

Sonrio tambien al ver como Ithan se alzaba sin problemas, bromeando con Linc y volando hacia ella- Faltaria mas. - le contesto, sonriente, mientras estiraba su mano sobre la escoba- ¡Arriba escoba! - exclamo,  viendo como la escoba subia inmediatamente hacia ella. Y, ni corta ni perezosa, monto en ella, dando aquella patada en el suelo que hizo que se elevera sin problemas de ningun tipo.- Ey, ¡espera! - exclamo, con una expresion divertida, mientras volaba en la direccion en la que se habia ido el chico, dando una pequeña vuelta en el aire. Le encantaba volar. Y le encantaba su escoba nueva.

Cuando Aiden llegó a la clase estaba un poco nervioso, ya que nunca había visto a Viktor Krum en persona, pero había oído hablar mucho de él Es una auténtica leyenda del Quidditch, y además participó en el torneo de los tres magos. Ojalá nos enseñe algunos de sus movimientos

Aunque ya había volado alguna vez en casa, Aiden escuchó atentamente al profesor Krum y se alegró cuando les comentó que les enseñaría movimientos de su época de profesional Es como si me hubiera leido la mente

Su Nimbus 2001 era un modelo bastante antiguo, pero aún seguía siendo una buena escoba, sobre todo mejor que las de prácticas del colegio. Al llegar su turno, la colocó en el suelo y se puso a un lado como había realizado varias veces en casa, aunque se sentía más nervioso que la primera vez Maldita presión...

Respiró hondo tres veces, y cuando se sintió preparado dijo -¡Arriba escoba! La escoba voló a su mano sin ningún titubeo, la colocó entre sus piernas y dió una fuerte patada en el suelo para despegar. Una vez en el aire, con una gran sonrisa de oreja a oreja y el pelo removiendose al viento, Aiden aceleró para dar la vuelta al campo de Quidditch y disfrutar como hacía tiempo que no lo hacía ¡Esto es maravilloso!

Llegué con el tiempo justo junto a Ludmila, que se había quedado un poco atrás debido a mi entusiasmo por conocer de primera mano a Viktor Krum. No podía imaginar lo que veían mis ojos, era un gran jugador. Pero se me hacía extraño que viniendo de otro instituto del cual yo sabía más que este al final se quedara aquí. Su mujer era bellísima, Fleur de la cour... sabía demasiado sobre él, y sobre cualquier otro jugador de quidditch.- Buenos días.- Dije al profesor. Increíble, Aiden había llegado antes que yo, cuando parecía haberse quedado para desayunar más tranquilo. Estaba por ahí volando... lo había conseguido. Ahora me tocaba a mí. No había volado mucho, no me dejaban mis padres, pero no se podía decir que nunca hubiera tocado una escoba. Dije firmemente.- ¡Arriba escoba!.- Y ésta subió lentamente a mi mano. Acto seguido, di un golpecito y salí volando. Al principio me costó adecuarme y "casi" me resbalo, pero nadie se dio cuenta al parecer. Luego me puse a la altura de Aiden.- ¡Hey! ¿Cómo has llegado antes que yo? ¡Te habías quedado atrás! ¿También te encanta el Quidditch?.- Dije manteniendo el equilibrio.

Ludmila llegó con Anthony y Aiden. Allí estaba Viktor Krum, el legendario jugador de quidditch. Pudo notar como varios niños lo miraban embobados...

Algunos chicos lo había conseguido y otros de Griffindor todavía estaban intentando levantar la escoba con intentos fallidos. Se sentía incómoda al saber que no utilizarían la varita para esta clase, una sensación de impotencia tal vez.

Había volado algunas veces pero ella como todas las cosas, prefería tener los pies sobre la tierra. Respiró hondo e hizo acopio de todas sus energías. Había dejado su escoba a un costado. Arriba escoba. dijo sin demasiada emoción. Pero la misma apenas se movió. 

Había sido la única en Slytherin que no lo había conseguido, y su cara se tornó de un rojo escarlata furioso, mientras que sus ojos se entornaban de una manera tal, que sus escleras dejaron de verse. Maldita sea...

Asterope tomó nota de los consejos de Krum, ninguno de los cuales le había contado su abuelo nunca. Era agradable que alguien tan experimentado se encargara de enseñarle y corregirle. El aterrizaje fue algo complicado, porque al principio la escoba parecía querer quedarse en el aire, así que descendió lentamente. Cuando por fin puso los pies en la tierra, fue directa a Linc para felicitarle por su vuelo, pues el profesor le había dado la enhorabuena.

- Jo, qué bien lo has hecho. No sabía que fueras tan bueno –Estaba segura de que no tendría ningún problema en entrar en el equipo de Quidditch. Siempre le había hablado de lo que le gustaba volar y que se le daba bien, pero, como nunca antes lo había visto, no sabía si sería cierto.

- Lo malo es que no nos dejan usar la escoba a nuestro antojo. Me habría gustado que me ayudaras a mejorar, pero bueno... –No entendía esa norma. Si ya sabían volar, ¿por qué no podían aprovechar las maravillosas oportunidades que daba ese colegio con sus gigantescos terrenos? Paisajes preciosos, zonas muy extensas, lugares a los que quizás solo se podría llegar por el aire... ¡Y todo eso se lo iban a perder! Qué injusto. Pero una regla era una regla y no quería saltársela, por muy injusta que le pareciera.

En Gryffindor parecía que no habían tenido tanta suerte. Las chicas habían fallado todas. En su casa, por el contrario, solo Ludmila había fallado. Tenía cara de enfado pero, aunque Asterope comprendía lo horrible que era hacerlo mal en una asignatura, pensaba también que con lo buena que era las demás, compensaba el fallo en esta.

- Bueno, no te preocupes. Esto lo sacas rápido, ya verás –Le dijo para darle ánimos.

Luego se acercó a Ithan y Kendra, que lo habían hecho fenomenal también-. Ha sido una clase estupenda, ¿verdad? Tenía muchas ganas de usar mi escoba –dijo, mientras agarraba fuertemente la suya. La verdad era que, a pesar de los pequeños problemillas que le había dado, se había portado bien.