Partida Rol por web

La Gran Escalinata, normalmente conocida como la Escalinata de Hogwarts, es una estructura gigantesca en el castillo de Hogwarts, usada principalmente para acceder a cada planta del castillo, incluyendo las mazmorras. Hay cientos de cuadros cubriendo las paredes de la torre, algunos de los cuales esconden pasadizos secretos a otras zonas dentro del colegio. Las múltiples escaleras de la Gran Escalinata llevan de planta a planta y terminan en el séptimo piso. Las escaleras tienen la costumbre de moverse por el recinto para cambiar su desembarco, normalmente cuando un estudiante tiene prisa.

Las gemelas se encuentran en la sexta planta, delante de un cuadro de un mago sentado en una silla y un vial entre las manos. La cara del mago del cuadro -Vindictus- es de verdadero fastidio y contesta al parloteo de las crías con fingida determinación.

Sí, sí me importa Vindi, no hace falta ser tan formal, contestó Erzsébet a la insistencia del cuadro de llamarla señorita.

Verdad, ¿a que sí?, respondió Orsolya a la afirmación del mago que hoy en día en la escuela no se enseñaba a comportarse. La gente es muy sosa. Van de acá para allá como zombies sin ganas de divertirse, expresó indignada.

Dentro de nada llegarán los fantasmas que se encargarán de ayudar a meter en la sala a los invitados. Recuerda que solo debes dejar a los adultos fuera, menos a los alumnos de los que hablamos... le recordó Erzsébet.

Neil llegó despacio y en silencio al lugar de la cita. A lo lejos vio a las gemelas, y con ganas de divertirse un poco, sacó su varita y, escondido detrás del pasamanos de la gran escalera susurró: Sonitus. No consiguió realizar ningún hechizo, se levantó murmurando por lo bajo y se guardó la varita.

Se acercó, no obstante, con cara de alegría a las dos pequeñas tejones y las saludó alegremente, demostrando su buen humor.

¡¡Hola!! movió ambas manos junto a la cabeza con una gran sonrisa ¿Quién es "Vindi"? preguntó curioso posando su mochila a los pies y moviendo en círculos los hombros.

Vindictus suspiró tras escuchar los comentarios de las dos crías. Acabó por desistir. Era imposible discutir con ellas. Si los alumnos eran difíciles de por sí, las gemelas eran el mayor reto al que se había enfrentado. Sí, sí. Nada de alumnos mayores... No hace falta que me lo repita, señorita. Puede que sea un cuadro, pero me dieron oídos finos.

Miró hacia el techo. Su sala llena de bárbaros y música diabólica... Quién le habría dicho a él cuando dirigió esa ilustre institución que tendría que ceder ante las estúpidas ideas de dos monstruosas criaturas. Qué pena de colegio...

Al instante, escuchó no muy lejos a otro indigno estudiante que, por las pintas, tampoco merecía acceder a su legendario cuarto. Arqueó una ceja al escuchar "Vindi". Condenadas niñas... lo están extendiendo. Pero antes de que el mocoso pudiera acercarse lo suficiente como para molestarlo también con su charlatanería, decidió cortar esa conversación por lo sano. Y volvió a su común posición hierática, con la mirada al techo y la boca cerrada.

Cuando Neil llegó a la altura de las crías, Vindi había vuelto a quedarse quieto. Las niñas bien sabían la forma de conseguir sacarle de su habitual inmovilidad, pero por una vez -y que no sirviera de precedente- pensaron que el pobre iba a pasarlo realmente mal durante las siguientes horas. Así que le dejarían tranquilo durante unos minutos.

Hola, Neil, saludaron ambas a la vez. Llegas pronto, le recriminó Erzsébet.

En la invitación ponía quinta planta y esta es la sexta, le recordó Orsolya.

Pues este es el gran y maravilloso mago Vindi el Vindicativo, decidió apodarle Erzsébet, apuntando con un dedo el cuadro.

Es poco hablador, así que no te molestes si no te contesta, le disculpó Orsolya.

La Gran Escalinata, normalmente conocida como la Escalinata de Hogwarts, es una estructura gigantesca en el castillo de Hogwarts, usada principalmente para acceder a cada planta del castillo, incluyendo las mazmorras. Hay cientos de cuadros cubriendo las paredes de la torre, algunos de los cuales esconden pasadizos secretos a otras zonas dentro del colegio. Las múltiples escaleras de la Gran Escalinata llevan de planta a planta y terminan en el séptimo piso. Las escaleras tienen la costumbre de moverse por el recinto para cambiar su desembarco, normalmente cuando un estudiante tiene prisa.

Árpád llegó a las escaleras un poco frustrado. El hechizo Alohomora de hace unos minutos no le había salido tan bien como creía. Se acercaba ya la noche, y en todo el día sólo había aprendido un triste Alarmir.

Con un suspiro se acercó al lugar donde la carta les citaba, y al ver allí a Max le saludó con la mano, tratando de apartar esas ideas de su mente por el momento.

- Ey, hola. - Le saludó. - ¿Aún es pronto?

Orsolya se asomó por la escalera y vio a Árpád y Maxwell que estaban en la quinta planta, como bien ponía en la invitación. Hola, chicos, saludó desde allí arriba. Subid aquí, dijo haciendo referencia a la sexta planta.

Al ver a las gemelas asomarse Árpád comenzó a subir las escaleras, con una sonrisa un poco nerviosa.

- Matt venía detrás de mí. - Comentó mientras hacia un gesto de saludo hacia los demás. - No sé dónde se habrá metido.

Luego se acercó hacia los dos chicos que no conocía. Había coincidido con ellos en DCAM, así que debían ser Ravenclaw. - Yo soy Árpád. - Se presentó. - Encantado.

Christopher llegó medio jadeando hasta las gemelas. Una gota de sudor, que se iniciaba en la sien, había descendido por la mejilla hasta perderse en su cuello. Se acercó a ellas, ya que quería preguntarlas una cosa.

¡Hola! ¿Sois las geme...? ¡Qué tontería, no hay otras! ¿Me han dicho que hacéis conjuros por los pasillos? ¿Es cierto? ¿Es cierto? Christopher estaba muy excitado, había estirado los brazos en forma de cruz y no dejaba de moverlos arriba y abajo. ¡COMO MOLA! ¡YO TAMBIÉN QUIE...!

Se dio cuenta que había más gente allí y se puso rojo enseguida.

Mm... ¿Me he perdido algo?

Erzsébet saludó a Árpád cuando se unió a ellas frente del cuadro de Vindi. ¿Donde estarán?, pensó convencida que ya debía ser la hora.

Cuando Christopher llegó y preguntó por ellas, ambas contestaron con un un ¡Sí! en estéreo.

Fue Erzsébet la primera en tomar la palabra. No, claro que no, contestó ante la acusación de que hacían conjuros por los pasillos. ¡Eso es algo muy peligroso! ¿A que sí, O?

Tapándose con una mano la risa que empezaba a salir, consiguió responder a su hermana: Eso es muy peligroso, es verdad. Solo lo hacemos en clase, en la sala común, en el comedor, en el exterior y... _{por las escaleras}, dijo ésto último en bajito, riéndose al fin.

Erzsébet golpeó con el codo a su hermana, riéndose a su vez.

Nada aún, estamos esperando que vengan a por nosotros, dijo abarcando al poco muestrario de alumnos que estaban allí.

Los movimientos de Christopher empezaron a paralizarse cuando las gemelas comenzaron a negar lo que él había preguntado.

Oh... No son tan guays como pensaba se dijo así mismo desilusionado.

¿Quién tiene que venir? ¿Y por qué?

Willow se encontraba bajando las escaleras desde la torre de Ravenclaw cuando antes de llegar a su destino, se topó en la sexta planta con las gemelas y compañía.

Pizpireta y Polvorilla... ¿Serán ellas las que están detrás de todo esto?

Sonrió ampliamente al ver a los presentes y se acercó al grupo.

- ¡Hola, yo soy Willow!

Pues tienen que venir los que tienen que recogernos para llevarnos a donde sea la fiesta, contestó Erzsébet como si aquello debiera saberlo todo el mundo.

Ambas niñas sonrieron a la chica. ¡Hola, Willow!

Yo soy Erzy, se presentó Erzsébet.

Y yo Orsi, saludó Orsolya.

La Gran Escalinata, normalmente conocida como la Escalinata de Hogwarts, es una estructura gigantesca en el castillo de Hogwarts, usada principalmente para acceder a cada planta del castillo, incluyendo las mazmorras. Hay cientos de cuadros cubriendo las paredes de la torre, algunos de los cuales esconden pasadizos secretos a otras zonas dentro del colegio. Las múltiples escaleras de la Gran Escalinata llevan de planta a planta y terminan en el séptimo piso. Las escaleras tienen la costumbre de moverse por el recinto para cambiar su desembarco, normalmente cuando un estudiante tiene prisa.

Las gemelas se encuentran enfrente del cuadro de un mago, junto a Árpád, Neil, Christopher y Willow. Están en la sexta planta, no en la quinta, como ponía en la invitación. Os llega el parloteo del piso de arriba.

No fue necesario responder al Hufflepuff del nombre extraño, y que por una vez tenía en la punta de la lengua; las gemelas saludaron desde el piso superior, donde ya se habían reunido varios novatos más. Uno era otro de sus compañeros, y los otros dos de Ravenclaw.

Max esperó a que una de las escaleras se detuviera en la quinta planta para poder subir con los demás. Cuando había visto la Gran Escalinata por vez primera, se había quedado varios minutos estudiándola, primero asombrado por los tramos rotantes, después concentrado bucando un patrón que, de existir, era demasiado complejo para que su joven mente lo asimilara. Por suerte, no era muy distinta a una calle cualquiera de Londres, con semáforos, pasos de peatones y coches moviéndose de un lado para otro. Bastaba con esperar un momento para poder subirse a una escalera que condujera al destino deseado.

—Hey —saludó, con su familiar parquedad, a los demás reunidos.

Lo cierto es que no terminaba de entender las fiestas. Solo había asistido a un puñado, casi todas de cumpleaños, y todas habían resultado lo bastante aburridas como para que no tardara en desear encontrarse jugando un partido, haraganeando con sus colegas en algún parque, vagabundeando por la ciudad o explorando una librería de segunda mano. En Hogwarts no podía hacer nada de eso, así que, aunque la idea de cenar en el Gran Comedor y largarse a la cama temprano a leer se le había pasado por la cabeza, decidió pasarse por el punto de encuentro. Haber salido de la biblioteca con las manos vacías contribuyó a que tomara esa decisión.

Surgiendo de una de las paredes de la quinta planta, un fantasma rechoncho y bajito, pero que flotaba a la altura suficiente para aparentar ser más alto que cualquiera de los alumnos, iba murmurando: No sé como me dejé convencer para esto. El profesor Cuthbert Binns había muerto mientras dormía. Cuando despertó al día siguiente, siguió yendo a clase sin darse cuenta que era capaz de atravesar muros.

Al ver al primer grupo formado por varios Slytherins y un Gryffindor, anunció: Vamos chicos, seguidme, seguidme. Vuestro expreso a la fiesta ha llegado.

Qué ridiculez, pensaba. Y todo porque han quitado mi asignatura de los primeros cursos, que tengo tanto tiempo libre.

Al llegar a la sexta planta, se encontró con otro grupo, formado en su mayoría por Hufflepuffs y dos Ravenclaw. Uniros a la comitiva, ya estamos a punto de llegar. Vamos, haced hueco, Chhsss, chsss, haced hueco.

Ya enfrente del cuadro de Vindictus, éste giró sobre sus bisagras invisibles, sin mudar el gesto y dejando sus gruñidos en voz lo suficientemente baja para que aquellos pequeños demonios que iban a molestar la paz de su sala no lo oyeran.

Una puerta apareció detrás, más grande que el cuadro. Había algo de magia ocultando aquella entrada.

Con una despedida de: ¡Os veré en clase de Historia de la Magia!, Cuthbert os urgió a entrar.

Matt llegó a las escaleras con cierta prisa. Esperaba no perderse la fiesta, las gemelas lo habían preparado con entusiasmo y él no quería decepcionarlas. Le habían enseñado un conjuro, le caían bien.

Cuando vio que las hermanas estaban allí y el fantasma les guió hacia otra sala, suspiró aliviado.

-Menos mal que llego a tiempo, habrá que seguir al fantasma.

Y así lo hizo, entrando en la sala a la que el fantasma anciano les instaba a entrar.